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EL CINE MUDO (SILENTE)

El cine mudo consistía exclusivamente en imágenes y movimientos, carecía de sonido,


excepto el de la música instrumental, interpretada por algún pianista. Esta forma de
cinematografía se ganó el gusto del público y persistió hasta finales de 1920, época en que
decae el periodo silente y se inicia la era dialogada.

El cine mudo requería un mayor énfasis en el lenguaje corporal y en la expresión facial, para
que la audiencia pudiera comprender mejor lo que un actor estaba representando en la
pantalla. Vistas retrospectivamente, algunas películas de la era muda pueden resultar
extrañas, ya que puede dar la impresión que los actores sobreactúan de manera exagerada.
Debido en parte a esto, las comedias mudas tienden a ser más populares actualmente que
los dramas, porque la sobreactuación resulta más natural en una comedia. No obstante, en
algunas películas mudas las actuaciones son más sutiles, dependiendo del director y de la
habilidad de los actores. La sobreactuación era un hábito que los actores frecuentemente
arrastraban de la escena teatral, y los directores más familiarizados con el nuevo medio la
desalentaban.

En cuanto a los personajes de las primeras películas silentes de ficción, eran interpretados
por actores venidos del teatro o por actores naturales que actuaban para la cámara que
estaba al frente de ellos, como si actuaran en un escenario de teatro donde la cámara era
el público. En estos momentos todavía no se fragmentan los espacios. El cine se piensa
como un registro técnico y pasivo de una historia preexistente, por consiguiente la
narración avanza por medio de los intertítulos y la actuación, la mayoría de las veces, se
limita a ilustrar gestualmente los fragmentos narrativos. Como se estaba bajo una forma de
cine silente, en la actuación se requería un mayor énfasis en el lenguaje corporal y en la
expresión facial, para que la audiencia pudiera comprender mejor lo que un actor (fuera
actor de teatro o natural) estaba representando en la pantalla. Esta forma de actuación
podría resultar extraña, ya que daba la impresión de que los actores actuaban de manera
sobreactuada. Esta actuación “exagerada” aparecía más evidente en actores o actrices
provenientes del mundo del teatro que en los intérpretes que no tenían ese bagaje, y la
mayoría de los actores naturales que participaban eran amistades y/o familiares de los
productores o directores.

ELEMENTOS DEL CINE MUDO

1- Los títulos impresos: El cine mudo no contaba con el audio para el intercambio de
parlamentos, por lo que se sirvió de algunos títulos para aclarar las distintas situaciones o
para evidenciar y dar a entender conversaciones importantes: declaraciones de amor,
disgustos, pensamientos.

2- La música: Era el único sonido presente en las proyecciones de las películas. La música
sonaba en directo y se la reconocía como parte esencial de las obras. Los cines de las
ciudades pequeñas contaban por lo general con un pianista para acompañar las películas;
los de las grandes, tenían organistas u orquestas completas.

3- La presencia de un narrador: Cuando la ocasión lo requería, las proyecciones tenían un


narrador que relataba las acciones o describía las situaciones con voz en off.

4- El lenguaje corporal y la expresión facial: Los actores debían manejar artísticamente sus
expresiones corporales para que el público comprendiera mejor lo que estaba
representando en la pantalla.

5- La sobreactuación: La actuación exagerada era necesaria en películas de este tipo para


enfatizar las acciones principales.

FILMACIONES EN ROLLOS DE NITRATO

El material utilizado para la grabación era el rollo de nitrato, elemento inestable, altamente
inflamable y además frágil, por lo que requería de un cuidado extremado para preservarlo.
En la era muda, se filmaron miles de películas, pero un número considerable de ellas,
alrededor del 90% según algunos historiadores, no fueron conservadas correctamente, las
grabaciones se convirtieron en polvo y se perdieron para siempre.

UN GRAN CINEASTA: CHAPLIN

Este gran actor, compositor, productor y director, cuyo nombre completo era Charles
Spencer Chaplin, nació en Londres en 1889, en una familia de artistas. Comenzó a actuar en
musicales y pantomimas desde niño.

La película que lo marcaría el resto de su vida artística la protagonizó en 1914 con Carreras
de autos para niños, donde hizo por vez primera el personaje del vagabundo Charlot, con
unos anchísimos pantalones, enormes zapatos, bombín y bastón de bambú. Este personaje
lo interpretó en más de 60 películas.

Se asoció a varias compañías, entre ellas Essanay, Mutual y First National, hasta tener sus
propios estudios en Hollywood en 1918.

Sus películas más importantes como actor, director y productor fueron: El chico, El
peregrino, La quimera del oro, El circo, Luces de la ciudad y Tiempos modernos. Estas fueron
mudas, pero aun durante la época del cine sonoro alcanzaron una gran preferencia del
público. Las películas sonoras incluyen: El gran dictador, Monsieur Verdoux, donde aparece
por última vez su personaje de Charlot, Candilejas y Un rey en Nueva York.
Recibió varios premios, entre ellos un Oscar honorífico por sus contribuciones a la
cinematografía. Murió el día de Navidad de 1977, en Suiza.

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