Sunteți pe pagina 1din 6

Colonialismo

El colonialismo es el sistema social y económico por el cual un Estado extranjero domina y


explota una colonia. Por lo general se utiliza la fuerza militar ante la que el país invadido no
puede oponerse y el colonizador, invasor o conquistador impone el control militar, político,
económico y social, normalmente mediante la designación de personas originarias del país
conquistador.
La colonización supone la usurpación y apropiación de la tierra, y con ella, de su riqueza y
recursos; el sometimiento de la población, que puede considerarse esclava o sin los derechos
de la metrópoli, la imposición de los intereses de la metrópoli sobre los del país colonizado en
materias de cultura, religión, estrategia militar, estrategia económica, derechos civiles,
políticos o sociales.
El colonialismo no debe confundirse con el neocolonialismo. Este último utiliza el control y la
fuerza indirecta para influir, controlar o someter a un territorio como son el mercantilismo,
el clientelismo político, la globalización empresarial, el imperialismo cultural y otros
instrumentos para influir en un país,

Colonialismo europeo[editar]
Artículo principal: Expansión europea

El colonialismo europeo tuvo dos etapas principales: una primera en el siglo XVI llevada a
cabo por los imperios español y portugués y una segunda oleada que se produjo
fundamentalmente en el último tercio del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, durante la cual
diversos países europeos conquistaron otros continentes de forma muy rápida. Los principales
países colonialistas en esa época fueron Bélgica, Francia, Reino
Unido, España, Portugal, Alemania, Italia, Rusia y Países Bajos.
Las causas de este colonialismo fueron, principalmente, tecnológicas y económicas,
secundariamente influyeron también factores políticos y culturales.
Causas económicas[editar]
La crisis económica de super-producción en Europa en los años 1872 y 1873, se trataba de
solucionar con medidas proteccionistas y proteger la producción nacional frente a la
competencia extranjera. Se trató de llevar a cabo poniendo aranceles aduaneros y tasas, lo
cual no funcionó y la crisis siguió empeorando. Se buscó otra solución, ahora más efectiva:
llevar a ultramar el excedente europeo, ya que las colonias eran un buen mercado por varios
motivos:

 Inversión: en Europa sobraba capital para invertir, pero como no había garantías de
retorno, los inversores se fueron a las colonias.
 Los productos agrícolas, y las materias primas en general, son necesarios pero se
encontraban en las colonias y se vendían en Europa.
 Mano de obra barata: era más rentable la mano de obra de las colonias que la europea.
Causas políticas[editar]
En 1871 Francia fue derrotada por Prusia en la conocida como guerra franco-prusiana. Se dio
un sentimiento de humillación y el gobierno de la III República fomentó la expansión colonial.
Algunas de las causas políticas fueron, por tanto:

 Hacerse ver como una potencia internacional desarrollando el imperialismo;


 Nacionalismo: el colonialismo permite hacer pensar a los ciudadanos franceses que
pertenecen a un gran país;
 Estrategia: conquistar determinados puntos estratégicos les permitió tener bases
navales en distintos puntos del planeta que en caso de guerra siempre se podrían usar.
Causas culturales[editar]
Los europeos usaron sus prejuicios eurocéntricos y la excusa de la evangelización de pueblos
no cristianos casi continuamente desde el descubrimiento de América hasta la colonización
de Indochina. El proselitismo religioso presente desde siempre en la cosmovisión europea
ayudó a justificar y amparar el uso de la ventaja tecnológica militar que Europa consiguió por
su acceso a recursos y la historia de guerras intestinas en el continente.
Además, por su estrecho contacto con Eurasia y África los europeos se volvieron resistentes a
ciertas pandemias, contra las que otros pueblos más aislados (indígenas americanos y
polinesios) no eran tan resistentes. Gran parte de la caída demográfica de América tras la
llegada de los primeros europeos se debió a enfermedades pandémicas a los que los pueblos
americanos no habían estado expuestos previamente.
Además el tráfico de esclavos a gran escala que los europeos, norteafricanos y musulmanes
habían practicado desde hacía siglos fue un parte del modo de producción colonial que los
europeos usaron para explotar recursos mediante mano de obra aún en regiones donde
previamente la densidad de población no habría permitido el uso intensivo, de no haber tenido
esclavos.
Justificaciones[editar]
Los partidarios del colonialismo, en algunos casos, se justificaron creando una ideología
basada en el racismo. Una de sus bases era creer que el colonialismo tenía una misión
civilizadora, considerando que los únicos civilizados eran los «países grandes», el resto era
considerado incivilizado y salvaje. Esta ideología racista generó en Europa un sentimiento de
superioridad.

Expansión colonial[editar]
La expansión colonial se inició en el último tercio del siglo XIX. Hubo cuatro excepciones a
esta fecha, Francia, Gran Bretaña, España y Portugal, que la iniciaron antes.
Entre los colonizadores se encontraban: soldados, trabajadores
emigrantes, políticos y funcionarios, misioneros (católicos y protestantes) y exploradores.
Dada la superioridad del ejército de la metrópoli algunos indígenas se rendían (pacto) y otros
eran conquistados y sometidos por medio de la guerra.

Grandes imperios coloniales[editar]


Imperio Colonial Español[editar]
El Imperio Colonial Español fue uno de los primeros imperios coloniales en aparecer y uno de
los más extensos. Junto con Portugal, fue una de las potencias europeas colonialistas del
siglo XVI. Su estructura era virreinal, es decir, que se organizaba en virreinatos. El líder de un
virreinato era el virrey, que era el máximo representante del rey en ese territorio. España creó
dos virreinatos en América: Nueva España (actual México y Centroamérica) y Perú (desde
Colombia hasta el Cabo de Hornos), aunque más tarde serían cuatro, añadiéndose a la
lista Nueva Granada (Colombia, Venezuela y Ecuador) y el de Río de la Plata (Argentina y
Chile). Cada virreinato estaba organizado en Capitanías Generales y éstas a su vez
por gobernaciones.
En el Siglo de las Luces, tendría seguidos conflictos con Gran Bretaña y otras potencias
europeas, como la Guerra de Sucesión Española, la Guerra de Sucesión Austríaca o
la Guerra de los Siete Años, entre otras. España también viviría en este siglo una gran
expansión colonial, consolidando su supremacía en América, además de que tras la Guerra de
los Siete Años, recibiría el gran territorio de Luisiana por parte de Francia, y más tarde,
pelearía con Gran Bretaña por el control del Territorio Nutka.
La mayoría de las colonias españolas se independizarían a partir del 1810, gracias a
la invasión napoleónica de España. La primera nación en separarse de España fue el Río de
la Plata (actual Argentina) en 1810, y la última, Bolivia en el 1825. Sin embargo, España
continuaba teniendo poder sobre Cuba y Filipinas, pero ambas se independizarían en el 1898,
en el Desastre del 98 causado por la notable derrota en la Guerra Hispano-estadounidense.
En el siglo XX, España recibiría las colonias del Sáhara Occidental, Guinea Ecuatorial y
el Norte de Marruecos. La última en dejar de ser parte de España fue el Sáhara, que fue
regalado a Marruecos en el 1976.
El Imperio Colonial Español es considerado el cuarto imperio más grande de la historia, tan
solo superado por Rusia, Gran Bretaña y Mongolia, y dejando atrás a otros grandes imperios
como los Califatos Árabes, China, Roma, Francia o Portugal entre muchos otros.
Imperio Colonial Británico[editar]
El Imperio colonial británico era el más grande del mundo. La India era la colonia más rica, por
sus productos y su población. Era un gran mercado. Fue conquistada entre 1845 y 1848 por
una empresa privada inglesa, la Compañía Británica de las Indias Orientales. En 1857 estalló
una revuelta de los componentes indios de las tropas inglesas (cipayos). Fue difícil contenerla,
por lo que al conseguirlo, la reina Victoria transfirió el poder al Estado. Fue proclamada
Emperatriz de la India (1876). Más adelante, los británicos hicieron expediciones militares para
reforzar las fronteras indias. Conquistaron Beluchistán, Birmania y al este de Asia, Malasia. En
África realizaron conquistas desde el valle del Nilo hasta el océano Índico y Sudáfrica, donde
tuvieron que luchar con antiguos colonos holandeses (boéres).
Imperio Colonial Francés[editar]
El Imperio Colonial Francés comienza en el siglo XVII bajo el reinado de Luis XIII. En esta
época, Francia crearía el Virreinato de Nueva Francia, con capital en Québec. Más tarde,
durante Luis XIV, crearía también la Luisiana, un extenso territorio que abarcaba el centro del
continente. También fundaría la colonia de la Guayana Francesa y España le regalaría Haití.
Tras la Guerra de los Siete Años, perdida por la Francia de Luis XV, la Luisiana sería regalada
a España y Nueva Francia a Gran Bretaña. Después de este hecho, el Imperio Francés
quedaría reducido a Haití y la Guayana Francesa.
Después de Napoleón, Francia empezó a colonizar África y Asia. El resultado fue un gran y
duradero Imperio Colonial, abarcando un tercio del continente africano, Madagascar e
Indochina. Éste imperio resistiría las dos guerras mundiales, pero se fragmentaría poco
después de la Segunda Guerra Mundial.
Caso de Congo[editar]
En África sólo quedaban dos estados independientes: Liberia y Abisinia. El reparto que se dio
en África ocasionó enfrentamientos. En Congo, concretamente, confluían las ambiciones de
Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal y la Asociación Internacional para la Explotación y
Colonización de África, del rey Leopoldo II de Bélgica. Para evitar enfrentamientos militares,
las potencias europeas se reunieron en la Conferencia de Berlín (1885) donde decidieron las
normas para la ocupación de tierras en África y aprobaron que Congo pasara a ser propiedad
de la Asociación Africana del rey Leopoldo. A su muerte, lo legó al reino de Bélgica.
Caso de Marruecos[editar]
Artículo principal: Historia de Marruecos

A finales del siglo XIX, el reino de Marruecos era uno de los pocos países africanos que
seguía siendo independiente aunque Francia intentó ocuparlo. Se produjo una crisis porque el
emperador Guillermo II de Alemania se opuso en 1905. En 1906, en la Conferencia de
Algeciras, se decidió que Marruecos sería dividido como protectorado entre Francia y España.
En algunas zonas hubo una fuerte resistencia, por ejemplo, en el norte, Abd-el-Krim le causó
problemas al ejército español.
La cuestión China[editar]
China estaba dominada por unos monarcas de origen distinto que la población, por lo que
eran considerados extranjeros, por los europeos. Hacia 1820 la participación de China en el
PIB mundial era superior al 35%, mientras que la contribución de Europa era inferior al 25%.
De hecho hacia 1800 dos tercios del PIB mundial correspondían a Asia.
China, por tanto, era una potencia económica, un país muy poblado y un mercado ideal para
las grandes potencias. Los productos chinos se exportaban a Europa y el balance comercial
era favorable a China, se estima que el 75 % de la plata extraída en América acabó
intercambiada en China a cambio de productos chinos. Por esa razón, los europeos en
particular los británicos buscaron otras mercancías además de la plata para intercambiarla por
productos chinos. Los traficantes británicos de opio, trataron de vender opio y promover el
consumo para poder vender opio a cambio de otras mercancías chinas. Sin embargo, el opio
estaba prohibido en China, aunque un porcentaje creciente de la población era adicta.
Las guerras del opio (1838-1860) tuvieron como objetivo obligar a China a comprar productos
europeos, e impusieron los llamados Tratados Desiguales. China era obligada a comprarles
productos a las potencias, y el tráfico de opio llevado a cabo desde Hong Kong debió ser
consentido por la amenaza militar británica. Los europeos instalaron otras plazas permanentes
con el objetivo de dominar todo el comercio exterior de China y hasta sus ferrocarriles. Esto
provocó revueltas contra los monarcas extranjeros, pero los ejércitos de las metrópolis las
repelieron. Sin embargo, culturalmente China fue altamente independiente y el impacto
cultural europeo fue limitado, a pesar de la supeditación de muchas de sus políticas a los
intereses europeos.

Organización política y explotación económica de las


colonias[editar]
Organización política[editar]
Hay tres tipos de colonias en cuanto a la organización política:

 Colonias de explotación: donde la población es indígena, el gobierno es el de la


metrópoli, pero a través de un cargo residente, un gobernador. Así la colonia está
sometida a la metrópoli;
 Colonias de poblamiento: la población la componen colonos y el gobierno es
propio. Toma sus decisiones de forma autónoma respecto a la metrópoli;
 Protectorados: surgen de un pacto entre los indígenas y los colonizadores. La
metrópoli permite que se mantenga el poder indígena, que son la población de la
colonia. Por tanto el poder se divide entre la política interior, regida por un
gobierno indígena, y la política exterior en manos de la metrópoli.
Explotación económica[editar]
Se explota a los indígenas, para obtener beneficios, que son siempre para la metrópoli.
Hay varios tipos de explotación:

 Explotación agrícola (plantaciones);


 Explotación mineral (por el Estado o por particulares);
 Explotación de fuentes de energía;
 Explotación de materias primas;
 Explotación de la mano de obra indígena, que se ocupa de todo lo anterior.
La economía colonial se basa en impedir el desarrollo industrial de las colonias, de
esta forma la metrópoli vende productos manufacturados caros (industriales,
totalmente elaborados) mientras compra baratos, a la colonia, las materias primas
(minerales, productos agrícolas, ganado, etc.) y fuentes de energía. Esto beneficia a
la metrópoli y perjudica a la colonia. Otra forma de perjudicar a las colonias es
mediante un comercio injusto, en algunos casos la colonia solo puede comerciar con
su metrópoli, con precios impuestos por la metrópoli, que suelen tender a beneficiarla.
Sociedad colonial[editar]
Es una sociedad dual, por un lado colonizadores y por otro indígenas o población
autóctona, sin convivencia estrecha entre ambas partes aunque comparten el
territorio, pero sin mezclarse. Cada una de esas dos partes de la sociedad tiene su
propia organización. Esta ausencia de interrelación profunda puede interpretarse
como una sociedad racista, y que mantiene a los colonizadores con una vida
acomodada desde la que manejan el poder político y económico

Consecuencias[editar]
El colonialismo ha tenido consecuencias históricas muy importantes tanto desde
los puntos de vista económico, demográfico, lingüístico, cultural, religioso y
político. En el plano económico, la Revolución Industrial europea requirió las
materias primas procedentes de sus colonias y la fuerza de trabajo, así como
algunas materias primas básicas.
Las consecuencias fueron enormes en América, donde la población autóctona
muy vulnerable a las epidemias de origen euroasiático quedó diezmada. En África
las consecuencias demográficas fueron menores, Sudáfrica es uno de los países
con mayor impacto demográfico europeo. En Asia, salvo por las hambrunas de
India de finales del siglo XIX, provocadas por el sistema de producción impuesto
con los británicos las consecuencias tuvieron sólo un impacto transitorio. Desde el
punto de vista lingüístico, el colonialismo preparó el terreno para el uso de
lenguas europeas como lenguas diplomáticas y comerciales. El número de
hablantes de inglés, francés, español, portugués y neerlandés debe mucho a los
efectos demográficos del colonialismo.
Entre las consecuencias más negativas se pueden mencionar: la destrucción de
la sociedad indígena; la explotación económica total; cambio de los valores
propios de los indígenas, cultura exterior, de la metrópoli; y el intento de creación
del Imperio Continuo, uniendo territorios dispares y además generando conflictos
para conseguirlo, incluso teniendo que evitar a otras metrópolis.
La importancia colonial y su historiografía ha tenido un gran rol dentro de las
disciplinas históricas, y se ha visto robustecida en el final del siglo XX y comienzo
del XXI a raíz de la necesidad de comprender mejor los procesos globales.
Origen histórico[editar]
En términos generales puede decirse que las primeras colonias aparecen con los
indígenas hace 5500 años. Existieron
colonias sumerias, babilónicas, egipcias, fenicias, cartaginesas, griegas, romanas,
mayas, incas, aztecas, japonesas, chinas, hindúes, ghanianas, malianas, etc. En
el siglo XV, la expansión europea dio lugar a colonias similares a las romanas,
griegas, etc. en continentes como América, Asia, África y Oceanía, prolongándose
en los siglos XVI, XVII y XVIII.

Descolonización[editar]
Artículo principal: Descolonización

Durante el curso del siglo XX se independizaron las colonias europeas


en África y Asia y algunas colonias que todavía quedaban en América continental.
En el Caribe y África sigue habiendo colonias europeas en la segunda década
del siglo XXI.
Después de la Segunda Guerra Mundial se fueron desplomando uno a uno los
vastos imperios europeos. Gran Bretaña, Francia, Bélgica, los Países Bajos y las
otras grandes potencias coloniales habían quedado debilitadas debido a sus
pérdidas durante la guerra. Ya no podían seguir reteniendo sus colonias por la
fuerza». Entre las primeras colonias que obtuvieron la independencia
estuvieron Indonesia, Filipinas, Pakistán, India, Ceilán (actualmente Sri
Lanka), Libia, Túnez y Ghana.
La tendencia hacia la independencia política ha continuado y ha resultado en el
nacimiento de por lo menos cien naciones nuevas desde 1945 y algunas
devoluciones de territorios a sus países de origen, como los casos de Hong
Kong y Macao en 1997 y 1999 respectivamente.

S-ar putea să vă placă și