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FUNDACION UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE

FACULTAD DE EDUCACIÓN
PROGRAMA: MAESTRÍA EN EDUCACION

CURSO: SEMINARIO DE INVESTIGACION IV

ACTIVIDAD No.2 ENSAYO SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

DOCENTE FACILITADOR:
DIEGO FERNANDO ZULUAGA AVENDAÑO Msc

MAESTRANTE
ENOTH ALFONSO PERTUZ ECHAVARRIA

MONTERIA
2015
“LA EDUCACION DEBE MANIFESTARSE CLARAMENTE Y SITUAR LA TECNOLOGIA
EN EL LUGAR QUE LE CORRESPONDE: EL DE MEDIO EFICAZ PARA GARANTAIZAR
LA COMUNICACIÓN, LA INTERACCION, LA INFORMACION Y, TAMBIEN, EL
APRENDIZAJE”.
En nuestros días, se admite que el conocimiento se ha convertido en objeto de
inmensos desafíos económicos, políticos y culturales, hasta tal punto que las sociedades
cuyos contornos empezamos a vislumbrar bien pueden calificarse de sociedades del
conocimiento. Por lo tanto la utilización razonable y resuelta de las nuevas tecnologías
abre auténticas perspectivas al desarrollo humano y sostenible, así como a la edificación
de sociedades más democráticas. Inquietantes, porque son muy reales los obstáculos y
las celadas en el camino hacia estas metas. Pero hay algo más inquietante todavía: la
brecha cognitiva y la brecha digital que separa a los países más favorecidos de los países
en desarrollo, y más concretamente de los países menos adelantados. Esta última brecha
corre el riesgo de ahondarse, al mismo tiempo que surgen o se amplían otras grietas muy
profundas dentro de cada sociedad.

El desafío de ser docente, implica una dimensión plural de la realidad, de las


manifestaciones y de las decisiones que son evidentes para interpretar sin cesar la
realidad, para la comprensión del rol docente, desde la autonomía como obligación
moral, profesional y social, dirigida a la transformación de las condiciones institucionales
y sociales de los procesos educativos. El maestro demanda colaboración, obediencia,
vocación, sensibilidad y una actitud ante la práctica profesional.

Situando al docente en condiciones de dar una dirección adecuada para realizar


una buena enseñanza, por consiguiente las dimensiones del quehacer profesional en el
que se definen las aspiraciones respecto a la forma de concebir y vivir el oficio docente.
Aunque es innegable el carácter individual del aprendizaje escolar, es evidente que el
estudiante no construye el conocimiento en solitario, sino gracias a la mediación del
docente en un momento y contexto cultural particular. Al docente se le han asignado
diferentes roles: el de transmisor de conocimientos, el de animador, guía o supervisor del
proceso de aprendizaje e incluso el de investigador educativo. La función del docente
no puede reducirse ni a la simple transmisión de la información ni a la de facilitador del
aprendizaje, en el sentido de concretarse a arreglar un ambiente educativo enriquecido,
esperando que los alumnos por sí solos manifiesten una actividad.

La tecnología exige una permanente inversión no sólo en infraestructura, sino


especialmente en talento humano. Por esto, ahora más que nunca, “la educación debe
manifestarse claramente y situar la tecnología en el lugar que le corresponde: el de medio
eficaz para garantizar la comunicación, la interacción, la información y, también, el
aprendizaje” (Duart, s. f.). Se trata entonces, de lograr un justo equilibrio entre la
potencialidad aportada por la tecnología y las posibilidades educativas que docentes,
instituciones y alumnos pueden poner en juego, pues estamos ante un problema
eminentemente pedagógico (Salinas Ibáñez, 1999).

Claro que si es responsabilidad del maestro hacer buen uso y tener buen manejo
de las NTIC, al involucrar la tecnología en el proceso de formación tanto en el mismo para
crecer y estar capacitado en las NTICS y brindar al alumno el acompañamiento necesario
haciendo uso de ellas, me explico en lo anterior; hoy muchos confunden que en la clase,
en el aula y el uso de la nuevas tecnologías en cada una de las asignatura o mejor en los
currículos de primaria, la básica y media secundaria, lo debe hacer un docente en
informática, eso es falso, el docente desde su asignatura debe tener las competencias
en el uso de las nuevas tecnologías para llevar al alumno desde su temática, a utilizar las
herramientas necesarias en tecnología informática para dotar de mucha más información
al proceso de aprendizaje que imparte desde el aula.

“Las ventajas que ofrecen las NTIC trae aparejada la necesaria transformación que
debe tener el proceso de enseñanza, sustentándolo en fundamentos teóricos más
acordes al desarrollo actual. Aunque existen diferentes posiciones al respecto, todas
tienen en común el traslado del centro de atención, que había sido tradicionalmente la
enseñanza y el profesor, al proceso de aprendizaje del estudiante…. Se ha hecho mucho
énfasis en las particularidades del sujeto que aprende, sus intereses, sus conocimientos
previos y como éstos pueden enriquecerse en la interacción con el profesor, con los
compañeros.” (Rojas Rodríguez, et al. 2000).

“La educación en la perspectiva del desarrollo humano es inherente a la realización


humana en el sentido profundo de adquirir forma o mantenerse en ella, como ser humano
no terminado”. De ahí que “la formación como ascenso a la generalidad es una tarea
humana, se busca lo genérico y en ese hacerse se socializa y se individualiza el ser
humano”. Es decir que la educación es un proceso eminentemente humano y social. Lo
humano y lo social pertenece a la esencia misma de la naturaleza humana y se expresan
como factores de educabilidad, como necesidades vitales de su dinámica de crecimiento
y desarrollo y como fuerza impulsiva de su autodescubrimiento, descubrimiento del
mundo, de su mundo y de su “realidad” histórico-social. (Jorge William Guerra, 2007). “El
Objeto de Conocimiento en Pedagogía, desde los Conceptos de Formación y Desarrollo.

Es claro que la relación entre docente y estudiantes se mediatiza gracias a los


materiales de aprendizaje que el primero diseña como estrategias de enseñanza, para
que el segundo, inicie su proceso formativo. La mediación cognitiva, que es el aprendizaje
inicial del niño, ya sea desde el hogar por los padres y desde el aula por el docente,
donde la base para un correcto proceso de aprendizaje a nivel escolar, son las
habilidades adquiridas a lo largo del desarrollo infantil, y la tenacidad del docente para
detectar, analizar y aplicar el tipo y nivel de mediación necesaria para sus estudiantes; la
mediación pasa por el goce, la apropiación y la identificación; sin ellos no hay relación
educativa posible. Hoy esta mediación involucra más al docente porque se hace
necesario el uso de las nuevas tecnologías en cada uno de las etapas por donde pasa el
estudiante desde temprana edad hasta culminar sus estudios en la universidad;

Tal como se plantea, la incorporación de las TIC en procesos educativos reviste


ante todo un asunto pedagógico, pues toda acción educativa requiere de espacios y
herramientas a utilizar. Además precisa de intencionalidad y tendrá que ver con distintos
elementos, sujetos y contenidos que hacen parte del proceso de enseñanza y
aprendizaje: ¿quién aprende y quién enseña? ¿Cómo lo hacen? ¿Cuáles son los
contenidos a enseñar y a aprender? ¿Cuál es la didáctica y las metodologías a utilizar?
¿Cómo debe ser la relación entre quien aprende y quien enseña? ¿Cuál es la relación
con los contenidos?. Hoy el medio de comunicación e información que está en auge es
el que proporciona la red de redes: La internet que incorporó color, imagines, sonido, y
facilidad en el transporte de datos. Se ha vuelto amigable y atractiva, lo que ha supuesto
una rápida penetración en nuestras vidas cambiando nuestras mentalidades, nuestras
formas de acceder al saber y de conocer. Nos encontramos, por tanto ante un cambio en
los procesos de aprendizaje que los más jóvenes viven como parte de su formación inicial
básica y los más adultos viven, a menudo, como un problema personal de adaptación a
un mundo cambiante. De lo que se trata es de encontrar pistas de reflexión y acción para
poner la comunicación y la información al servicio de la transmisión del conocimiento.
Esta transmisión debe arraigarse en el tiempo, extenderse en el espacio y funcionar entre
las generaciones y las culturas.

Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación han hecho


asequible la virtualidad a innumerables personas que antes sólo la percibían como
futurible. Se ha creado un nuevo medio de relación, un espacio de comunicación
atemporal, en el que la reproducción mimética de lo que se realiza con normalidad en las
relaciones presenciales es un desprecio a las posibilidades que el nuevo medio ofrece.

La característica más destacada de la virtualidad es la de la creatividad. (Lévy,


1999:12) Y como en todo espacio social, la educación es clave para el mantenimiento y
desarrollo del propio sistema. La educación no puede ser ajena al potencial que los
nuevos espacios de relación virtual aportan. Ante la rapidez de la evolución tecnológica,
ahora más que nunca, la educación debe manifestarse claramente y situar la tecnología
en el lugar que le corresponde: el de medio eficaz para garantizar la comunicación, la
interacción, la información y, también, el aprendizaje. Los entornos virtuales de
aprendizaje es el lugar en el que se encuentran las materias de estudio, así como los
materiales de aprendizaje. Los estudiantes, los profesores, etc. forman todo parte de la
comunidad. Cada materia de formación debe disponer de una serie de posibilidades de
trabajo: debates, foros, mensajes electrónicos, actividades, enlaces, entre otros. Los
materiales de aprendizaje, como ya hemos observado, deberán permitir la interacción y
la construcción colectiva del conocimiento.

Ahora la educación tradicional o presencial desde el aula de clases, donde el


docente utilizando las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones,
demandan una responsabilidad como también de las mismas instituciones y del estado,
porque hablando del primero, es responsabilidad del docente obtener las competencias
en las TICS y más de aquellas en donde se cruza su propia competencia en su
asignatura. De las instituciones porque demanda una mayor inversión y gestión de los
administrativos a conseguir los recursos ante el estado para adquirir los computadores,
el acceso a internet, las pantallas digitales y el video beam. Para que no solo sea el
licenciado de informática quien sea el chacho del paseo, sino que todos aporten desde
su preparación de la clase y experiencia docente los avances en su temática y comparta,
en un debate y discuta con sus educandos otros puntos de vista desde la web con otros
autores. El debate y la discusión generan conocimiento y si es a través de la sociedad
de la información es válida y bienvenida.

El docente actual tiene la necesidad de mirar el contexto para articular los


contenidos curriculares en la adaptación, aplicación y solución de la problematización del
contexto educativo hacia un contexto territorial, estos resultados sobre el uso pedagógico
de la mediación del docente de aula revelan una expresión de variados usos que fluctúan
desde el enfoque del currículo tradicional representado en el uso de ejemplos didácticos,
materiales, solución de problemas, fomento de las relaciones interpersonales hasta una
perspectiva más renovada que rige las estrategias del aprendizaje, la evaluación
continua, uso de técnicas e instrumentos de evaluación cualitativa, así manifestado en la
mayoría de sus respuestas en pro de una satisfacción hacia la comunidad.

El diálogo como estrategia didáctica tiende a potenciar en el estudiante el


desarrollo de actitudes de respeto, colaboración y además permite la interacción y
confrontación de puntos de vistas que facilitarán el proceso de construcción del
conocimiento. Al respecto, Díaz y Hernández (1999) expresan que el docente se
constituye en un organizador y mediador en el encuentro del alumno con el conocimiento,
puesto que el propósito es integrar conocimientos y partir de su adquisición y
estructuración. Enriquecer el proceso educativo, exige una actitud positiva de parte de
todos los entes involucrados en el hecho educativo, entre los cuales se encuentran: la
escuela, la familia y la comunidad. Además, el protagonista es el educando, si bien el
aprender es responsabilidad de él, la promoción del aprendizaje corresponde en gran
medida al docente de aula. El educando aprende en la medida que el docente promueve
el aprendizaje significativo a partir de espacios de reflexión y el uso de estrategias que
permitan la construcción del conocimiento.
Hablar de sociedad de la información se refiere a un nuevo paradigma de
desarrollo que asigna a la tecnología un rol causal en el ordenamiento social, ubicándola
como motor del desarrollo económico. Para los países en desarrollo, este discurso
implica que la transición hacia la sociedad de la información es esencialmente una
cuestión de tiempo y de decisión política para crear las “condiciones y habilitadoras”
adecuadas. Al colocar a la tecnología en el centro de este modelo, la industria de
telecomunicaciones aparece como la llamada a liderar su desarrollo; mientras que la
industria productora de servicios y contenidos digitales asume una influencia inédita.
Ahora el reto es pasar de la enseñanza al aprendizaje y emplear los medios y las nuevas
tecnologías al servicio de un nuevo modelo de aprendizaje. En este sentido, maestros y
maestras son estratégicos en el proceso. Vivimos un cambio fundamental en todos los
aspectos de nuestras vidas. Y desde el punto de vista educativo; maestros y maestras
tienen que asumir los desafíos del cambio y entender que los jóvenes perciben de otra
forma, relacionada con la transformación definitiva de los medios tradicionales (impresos,
radio y televisión) y la penetración de las nuevas tecnologías.

La noción de sociedad de la información se basa en los progresos tecnológicos.


En cambio, el concepto de sociedades del conocimiento comprende dimensiones
sociales, éticas y políticas mucho más vastas. Hay siempre diferentes formas de
conocimiento y cultura que intervienen en la edificación de las sociedades, comprendidas
aquellas muy influidas por el progreso científico y técnico moderno. No se puede admitir
que la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación nos conduzca
en virtud de un determinismo tecnológico estrecho y fatalista a prever una forma única de
sociedad posible.

Por último, apostamos por un proyecto de sociedad donde la información sea un


bien público, no una mercancía, la comunicación un proceso participativo e interactivo, el
conocimiento una construcción social compartida, no una propiedad privada, y las
tecnologías un soporte para todo ello, sin que se conviertan en un fin en sí. Porque las
NTICS llegaron para quedarse y sin duda son una ayuda en este nuevo proceso de
mediación para aprender a aprender a facilitar el proceso de enseñanza y formación del
estudiante de esta etapa del siglo XXI.
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