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Educativa 90’s
Breve descripción y análisis de la Reforma
Educativa de los años 90’s en México.
Dicha reforma aparece en sucesión a la gobernanza de Gustavo Díaz Ordaz (1964 - 1970)
con Agustín Yáñez Delgadillo como Secretario de Educación, gobierno durante el cual se
generó un desarrollo estabilizador, o bien de manera general se estableció un aumento en el
nivel de vida de algunas familias, aunque no se llegó a la erradicación de la pobreza (Olvera,
2013) también, dentro de este gobierno se gestaron fuertes movimientos de represión y
violencia en contra de estudiantes, debido al choque de ideales e injusticias en diferentes
sectores, sumadas al impulso de influencias internacionales, que generaron el descontento de
la población mexicana.
Ahora bien, partiendo de este clima hostil y altamente tenso, sube al poder el presidente Luis
Echeverría Álvarez (1970-1976), periodo en el que se caracteriza por el intento de cobertura
ante una diversificación escolar compleja ante el incremento monográfico (Coord. Vertiz ,
2017), mientras que en el ámbito educativo se desarrolla la tendencia hacia la capacitación
para el trabajo así como la formación de mano de obra, tratando de dar respuesta a la demanda
laboral del momento (Olvera, 2013). Si bien el en sus comienzos el proyecto modernizador
no fue definido sistemáticamente, se concibió como un proceso de permanente.
Dentro este periodo se establece la Ley General de Educación de 1973, con cual se establecía
la necesidad de transformar la economía y la organización social mediante la modernización
de mentalidades; así como la inserción del constructivismo psicológico como teoría base para
la construcción de participación activa de los estudiantes (Latapí, 1998).
Años después inician el periodo presidencial de José López Portillo (1976-1982), para
después subir al poder Miguel de la Madrid (1982-1988), a este periodo se les conoce como
la “década perdida” ya que si bien no se implementaron nuevas o relevantes reformas de
cambio o impulso educativo en México, si se continuo con la descentralización de la
administración de educación pública, ello en un plano más lento y desmitificado, aunado a
las graves crisis económicas que México sufriría, marcada por la devaluación más grande del
peso mexicano en la historia.
El ANMEB se conoce como el acuerdo de las tres “R” ya que estableció tres grandes líneas:
reorganizar e sistema educativo nacional, reformular el contenido y material educativo y
revalorar la función magisterial (Zorrilla & Barba, 2008).
En poco tiempo la política Salinista dio frutos, especialmente en cuanto a cobertura se refiere,
la población de 6 a 14 años asistente a escuela, incremento de 85% en 1990 a 92% en 1997,
mientras que el número de alumnos paso de 24.8 a 22.1 en el mismo lapso, también la
deserción a nivel primaria disminuyo a menos de la mitad y 5.3 a 2.4 en el periodo de 1990
a 1999, en ese mismo periodo aumento el número de incursión escolar a nivel secundaria
(Zorrilla, 2001).
Ahora bien enfocándonos un poco más en el aspecto pedagógico y de los aprendizajes que
un estudiante debería tener, se parte la inclusión del modelo constructivista encontramos que
el proyecto modernizador, integraba la necesidad de nuevos libros de texto, más dinámicos,
la potencializarían de la creatividad, el pensamiento crítico, la inferencia lógica y deductiva
en el estudiante, la necesidad de objetivos claros y específicos en los programas educativos
(Zorrilla & Barba, 2008).
También como Latapí (1998) expone, para lograr una mayor integración del sistema
educativo la reforma, se apegaba a cinco criterios: 1. La educación a lo largo de la vida, 2. El
desarrollo de una actitud científica, 3. La conciencia histórica, 4. La adaptación y tolerancia
para el convivir y 5. El aprendizaje activo o como hoy día se le conoce el “aprender a
aprender”.
Dentro de este periodo se generaron diversos cambios en todos los niveles escolares, se
impulsa el sistema abierto, se sistematiza la planeación y modernización de instrumentos,
(…) nuevos modelos de educación media superior (Colegio de Bachilleres) y superior
(Universidad Autónoma metropolitana y Universidad Autónoma de Aguascalientes) también
se impulsó y diversifico la enseñanza tecnológica (Latapí, 1998 pp.33).
Si bien encuentro que dentro de este periodo, muy distinto a cómo podría creerse por las
diferentes críticas que se le hacen al gobierno de Salinas demarcadas por el gran nivel de
corrupción en su gobierno, me doy cuenta de que al menos en el ámbito educativo planteaba
proyectos acertados, más allá de su aplicación, pareciera que los planteamientos en papel y
acciones llevadas a cabo, buscan mejorar la educación en el país; aun considero que para
poder ejercer una postura o comentario más certero, me falta conocer más sobre la política
educativa de la y con la que yo me forme.
Me parece muy interesante el hecho de poder analizar desde mi perspectiva, y un poco desde
mi vaga experiencia y memoria lo que se planteaba a gran escala, en políticas, leyes y
reformas, el como debía ser el sistema educativo de aquel entonces, y recordar a mis
maestros, mi periodo escolar en donde pude presenciar y ser partícipe de algunos programas
educativos que ya no se encuentran activos hoy día, como las primeras integraciones de
servicios de computo, o las clases extra-avanzadas para niños sobresalientes, o los desayunos
bajo precio, así como las clases impartidas bajo el modelo constructivista.
Me parece que gran parte de las mejoras que se hicieron en aquel entonces con la reforma de
los 90’s debiesen haber seguido, lo que me deja pensando sobre las formas de valoración de
necesidad de una nueva reforma educativa, es decir si el sistema estaba dando frutos, ¿por
qué cambiarlo totalmente?, no encuentro otra respuesta más que, las reformas educativas que
hoy día se están gestando no son más que el producto de la maquinación de una o varias
personas de lo que “la educación debiera ser” o de “¿cómo quitar mayor responsabilidad al
gobierno de la educación?”, “¿Cómo recortar presupuestos?”, es triste, lamentable en verdad,
que la educación se base solo en eso, en lugar de en un verdadero análisis de necesidades.
Bibliografía