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ROCOCÓ:

Es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los
años 1720 y 1740.
Si lo Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al servicio de la aristocracia y
la burguesía. El artista deja de ser un servidor del poder y trabaja con más libertad, iniciándose en
el mercado del arte. Pasa a ser un arte al servicio de la comodidad, el lujo y la fiesta. Las escenas
de su pintura recogen este nuevo estilo de vida.
Consigue su máximo esplendor en la década de 1730.
Su fin se inicia en torno al 1760, cuando personajes del nivel de Voltaire y Jacques-François
Blondel extienden la crítica sobre la superficialidad y la degeneración del arte. Blondel, en
particular, se lamentó de la «increíble mezcla de conchas, dragones, cañas, palmas y plantas» del
arte contemporáneo. En 1780 deja de estar de moda en Francia y es reemplazado por el orden y la
seriedad del estilo Neoclásico, impulsado por Jacques-Louis David.
Se mantuvo popular fuera de las grandes capitales y en Italia hasta la segunda fase del
Neoclásico, cuando el llamado estilo Imperio se impone gracias al impulso del
gobierno napoleónico.
Un renovado interés por el Rococó aparece entre 1820 y 1870. Inglaterra es la primera en revalorar
el estilo Luis XIV, que es como se denominaba erróneamente al comienzo. Con esta moda, se
llegaron a pagar cifras importantes para comprar objetos Rococó de segunda mano que se podían
encontrar en París. En Francia, sólo artistas importantes como Delacroix y mecenas como
la emperatriz Eugenia redescubren el valor de la gracia y de la ligereza aplicada al arte y al diseño.
-CARACTERÍSTICAS:
La pintura es ante todo decorativa; Se decoran paredes y techos mediante grandes frescos de las
casas de la nobleza y de la burguesía, por lo que el cuadro se adaptaba a los espacios de las
casas. Se mantiene la pintura al óleo y se populariza como medio de expresión la pintura al pastel,
(esto es, dibujo en color sobre una hoja de papel). La pincelada era fina, no suele por lo general
apreciarse.
En cuanto al cromatismo, es una pintura muy colorista; se prefieren los colores vivos, luminosos,
suaves y claros. Hay un esfuerzo consciente por evitar las sombras, prefiriendo la luz.
Predominan las formas curvilíneas, las inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de
los cuerpos desnudos, y especialmente en los temas galantes y amorosos. Las figuras son
jóvenes, idealizadas, graciosas.
Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de
las relaciones humanas. La escenas mitológicas se vuelven galantes, prefiriéndose
representaciones idílicas de la diosa Venus y mitos relacionados con el amor.
En semejantes obras a menudo se representaban comidas sobre la hierba de personajes
aristocráticos y aventuras amorosas y cortesanas. Se recuperaron personajes mitológicos que se
entremezclan en las escenas, dotándolas de sensualidad, alegría y frescura.
El género del paisaje se renueva, incluyendo paisajes urbanos. Se incluyen en los panoramas
urbanos pequeñas figuras, dando lugar al llamado «Paisaje con figuras».
Se cultivó extensamente el retrato, un retrato no idealizado sino por lo general más bien cotidiano y
sencillo, teniendo como comitentes ya no sólo a la corte, sino también a la burguesía. Los
personajes son representados con mucha elegancia, basada en la artificialidad de la vida de
palacio y de los ambientes cortesanos, reflejando una imagen amable de la sociedad en
transformación. Se prestaba especial atención a las vestimentas, pues en sus formas debía
reflejarse la moda; los tejidos se representaban con minuciosidad para transmitir con precisión las
cualidades táctiles de la tela; se ponía cuidado en representar fielmente los ornamentos (cintas,
flores, lazos, o plumas).
Es un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual. Desaparece así el
dramatismo que caracteriza a la pintura barroca. Es desenvuelto y jovial. Apela a los sentidos, al
sentimiento y la emoción, más que a la razón.

NEOCLASCISISMO:
La pintura neoclásica es un movimiento pictórico nacido en Roma en la década de 1760 y que se
desarrolló en toda Europa, arraigando especialmente en Francia hasta aproximadamente 1830
donde, después de la caída de Napoleón, los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el
Romanticismo.
Se sitúa entre el Rococó y el Romanticismo.
En la pintura, comenzó como una reacción a los estilos Barroco y Rococó. Estos estilos se
percibían como agotados y la solución pasaba bien por crear un estilo enteramente nuevo, bien por
recrear el estilo de una época que, por considerarse la más cercana al ideal, se reputaba como
«clásica». Con la llegada de la Revolución francesa, el Neoclasicismo se adoptó como el estilo
propio de la burguesía frente al rococó aristocrático, la respuesta estética propia de la revolución.
El Neoclasicismo también era expresión del pensamiento de la Ilustración. Se afirmaba que la
función del arte era educar y hacer que la virtud pareciese atractiva; Por lo que las obras debían
tener una intención didáctca y moralizante (ver Jean-Baptiste Greuze).
Se deseaba regresar a lo que se percibía como «pureza» de las artes de la Antigua Roma, la más
vaga percepción («ideal») de las artes griegas y, en menor medida, al clasicismo renacentista. Una
circunstancia que contribuyó al nacimiento del Neoclasicismo es que la Antigüedad grecorromana,
simplemente, se puso de moda. Ello se debió en gran medida a los descubrimientos arqueológicos
de la época en Herculano (1738) y Pompeya (1748). Se difundieron obras arqueológicas y otras
que reproducían imágenes de las ruinas clásicas.
Se intentaba revivir ésa época. El problema fue que la pintura de la Antigua Grecia, a diferencia de
lo que ocurría con la arquitectura o la escultura, estaba perdida irremisiblemente; así que los
pintores neoclásicos la revivieron imaginariamente.
-CARACTERÍSTICAS:
Predominó el dibujo, la forma, sobre el colorido. Ello da como resultado una estética distante del
espectador, reforzado por la luz clara y fría que bañaba las escenas, ya que si se adoptaran tonos
dorados se introduciría en la obra una sensualidad que se rechazaba en la estética neoclásica.
A veces se usaba el claroscuro, con una iluminación intensa de los personajes que interpretaban la
escena en el centro del cuadro, dejando en las tinieblas el resto del mismo. Al destacar el dibujo
sobre el color, este último era mero coloreado, que informaba sobre el contenido del cuadro,
modelando los objetos representados, sin tener valor estético por sí mismo. En contraste con las
pinturas barrocas y rococó, las neoclásicas carecen de colores pastel y de confusión; en lugar de
ello, usan colores ácidos. La superficie del cuadro aparecía lisa, difícilmente se apreciaban las
pinceladas del autor, lo cual contribuía a establecer la distancia entre el autor y el tema y de éste
con el espectador.
Se cultivó sobre todo el cuadro de historia, reproduciendo los principales hechos de la Revolución
francesa y exaltando los mitos griegos y romanos, a los que se identificó con los valores de la
Revolución. Los temas representados siempre eran serios y eruditos, con intención moralizante:
alegorías e historias que transmitían valores ejemplares como el sacrificio del héroe o el
patriotismo. Bajo Napoleón Bonaparte, se llegó a una clara intención propagandista. Las fuentes
que inspiraban las obras eran Homero, la historia de Roma Antigua y poemas de Petrarca. En
muchos casos, las escenas no representaban el momento álgido de la historia, sino el momento
anterior o posterior.
Generalmente se pintó al óleo sobre lienzo, pero también hubo frescos. El estilo buscaba la
sencillez también en la composición. Cada cuadro se refería a un solo tema principal, sin temas
secundarios superfluos que pudieran distraer. No son cuadros de gran profundidad, sino con una
construcción frontal que recuerda a los frisos y bajorrelieves clásicos. El marco suelen ser
arquitecturas arcaizantes, y no paisajes; Y si la escena ocurría en un interior, a veces se dejaba
este segundo plano en la penumbra para que nada distrajera de la escena que se desarrolla en
primer término. En este marco se pintaban, en primer plano, un número limitado de figuras
humanas que componían la escena, aislados por lo general los unos de los otros.
Estos personajes que ocupaban el primer plano estaban representados con una anatomía ideal,
perfectas musculaturas sin defectos que recordaban a las estatuas clásicas como el Apolo de
Belvedere. Normalmente se dibujaba siguiendo el «método de la cuadrícula»: los personajes se
dibujaban desnudos en una hoja de papel cuadriculado y luego se trasladaban así al cuadro. Allí
podían reproducirse desnudos si eran figuras masculinas: era el desnudo heroico clásico, si bien
ocultos los genitales por algún elemento accesorio como colocado por azar. Si eran mujeres, no se
representaban desnudas.
En cuanto a los objetos que se incluían en las escenas, se buscaba una recreación casi
arqueológica de la antigüedad, reproduciendo en el lienzo aquellos objetos descubiertos por los
arqueólogos en las excavaciones.

ROMANTICISMO:
El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido
(Gran Bretaña e Irlanda del norte) a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra
el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos.
Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de
reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo
revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir
la naturaleza, la vida y al hombre mismo, se presenta de manera distinta y particular en cada país
donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se manifiestan distintas tendencias
proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta
llegar a otros países.
El Romanticismo favorecía, ante todo:
La originalidad, cada hombre debe demostrar lo que le hace único. La creatividad frente a la
imitación. La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obre perfecta, concluida y cerrada. El
liberalismo frente al despotismo ilustrado. La valoración de lo diferente frente a lo común.
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La
belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los
instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón.
El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y preconizaba el amor
libre y el liberalismo en política. El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el
Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y
materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante
el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos amaban la naturaleza
frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino.
-CARACTERÍSTICAS:
El romanticismo se opone al neoclasicismo: promueve el corazón, la pasión, lo irracional, lo
imaginario, el desorden, la exaltación, el color, etc.
Pero no puede sólo definirse en términos de oposición, pues desarrolló sus propias características;
el sentimentalismo, el misticismo, la expresión de los sueños, etc.
Centró su atención en el paisaje y la naturaleza, así como la figura humana y la supremacía del
orden natural por encima de la voluntad de la Humanidad. Es una concepción opuesta a los ideales
ilustrados, pues ve el destino de la humanidad bajo una luz más trágica o pesimista. La idea de que
los seres humanos no están por encima de las fuerzas de la Naturaleza entra en contradicción con
los ideales de la Antigua Grecia y del Renacimiento, en los que la Humanidad estaba por encima
de todas las cosas y era dueña de su destino. Este pensamiento llevó a los artistas románticos a
representar lo sublime, iglesias en ruinas, naufragios, masacres y locura.
-EDAD MEDIA: La imaginación de los pintores románticos se sintió atraída por la Edad Media y las
leyendas del Norte, desarrollando una pasión por los temas históricos. A los pintores les atraía de
esta época su exotismo, por el cambio de fondo y de accesorios, así como por ver en ella una
época de piedad intensa a la que se deseaba retornar. Las ruinas se convierten en un tema
romántico por excelencia.
Se produce una inclinación particular hacia el orientalismo, que recorrerá todo el siglo XIX. Muchos
pintores representaron escenas árabes y edificios islámicos. Los pintores ya no viajaban sólo
a Italia, como habían hecho hasta entonces, hasta abarcar otros lugares
como Turquía, Marruecos, Argelia o España, que se puso de moda en toda Europa como prototipo
de un exotismo cercano. En parte, el orientalismo se debió a las campañas napoleónicas por
Oriente, que permitieron descubrir un Mediterráneo de paisajes inéditos, con civilizaciones que
resultaban misteriosas, como la árabe y judía. Esta influencia es muy evidente en pintores
franceses como Delacroix o los orientalistas.
-VIOLENCIA: En muchos cuadros del romanticismo se aprecia un interés por la violencia, el drama,
la lucha, la locura. Ocuparon un lugar preponderante lo misterioso y lo fantástico, expresados de
forma dramática. También se representaron la melancolía extrema y la pesadilla, llegando a
combinar en ocasiones el tema de la muerte con el erotismo. Los temas fantásticos y macabros
comenzaron a aparecer en pintura a partir de1775, por influencia de la literatura
alemana. Monstruos, brujas y espectros poblaron los lienzos.
-TÉCNICA: Utiliza el claroscuro diferenciando fuertemente los contrastes. El colorido es
característico del romanticismo, pues prevalece sobre el dibujo, que asume un papel secundario.
La pincelada se hizo visible, impetuosa. El empaste es en general grumoso y espeso, de manera
que la pintura adquirió una naturaleza táctil que reforzaba su carácter de creación impulsiva y
espontánea. A veces el acabado del cuadro tiene un aspecto de esbozo.
Los temas que preferían los románticos se evidencian en los géneros que cultivaron. Así, el tema
de la naturaleza hizo que los paisajes se convirtieran en un género mayor, cuando hasta entonces
era considerado menor o mero fondo decorativo para las composiciones de figuras. No se trataba
de descripciones topográficas, sino de expresar emociones humanas a través del paisaje.
El tratamiento de las figuras procura ser realista. Así, cuidan de que la ropa de los personajes se
corresponda con la época histórica que pretenden representar o con el lugar en que tiene lugar la
escena. Si el cuadro lo requiere, no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas, llegando a
recurrir al depósito de cadáveres para poder conocer y reflejar más verosímilmente a los muertos
(ver Gericault).
Predominó la pintura al óleo sobre lienzo, de variados tamaños. Pero también se utilizó la acuarela,
que era especialmente útil para aquellos pintores que viajaban. El dibujo experimentó cierto auge,
debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista. La pintura al fresco también se
ve representada en algunos casos.
Muchos dibujos y pinturas alcanzaron una gran difusión gracias a medios de reproducción como
la litografía, la aparición de prensas metálicas y el renacimiento del grabado en madera. En
el aguafuerte destacó la figura de Goya. Gracias a estos medios, a través de periódicos y revistas,
se popularizaron numerosas imágenes, al alcance de todo el público.
-PERÍODOS:
-Pre-Romanticismo (1770-1820): Arranca del rococó, con su exaltación de las ruinas, de la
asimetría y su visión idílica del paisaje. Este período se caracteriza por el hecho de que se
desarrolla en paralelo con el neoclasicismo. La factura sigue siendo neoclásica, pero los temas son
románticos: se busca expresar sentimientos personales, predominando el sentimiento sobre
la razón y se exalta lo esotérico y misterioso, representando cementerios, escenas nocturnas,
tormentas o fantasmas.
-Apogeo (1820-1850): A partir del año 1800 comenzó a imponerse en pintura la representación de
temas relativos a la historia moderna. Es entonces cuando empezó a imponerse una nueva
concepción del paisaje. La plenitud de los pintores románticos se data en torno a 1824-1840.
-Tradición Post-Romántica (1850-1870): En esta época se debilitó el romanticismo y se instaló un
cierto «manierismo», esto es, se perpetuó el romanticismo en una época dominada por el realismo
en numerosos campos.

REALISMO:
El realismo se dio en Francia a mediados del siglo XIX, teniendo como principal representante
es Gustave Courbet. El propio pintor fue quien acuñó el término al dar nombre al pabellón que hizo
construir para una provocativa exposición de 1855, alternativa al Salón de París, bajo el título
"Realismo". Allí expuso su obra El taller del pintor, considerada el manifiesto del estilo, que provocó
un sonoro escándalo en los medios artísticos por su anti-academicismo y su crudeza, que se
calificaba de obscenidad. Posteriormente se identificó con el movimiento especialmente a Honoré
Daumier, Jean-François Millet y Jules Breton, etc. El crítico de arte Jules Champfleury definió
teóricamente la estética del movimiento.
El compromiso con las clases bajas y los movimientos políticos de izquierda (en el contexto de la
revolución de 1848) marcó la sensibilidad social e ideológica de este grupo de pintores realistas.
-CARACTERÍSTICAS:
Los pintores realistas franceses de mediados del siglo XIX compartieron una estética basada en la
representación directa de la realidad. La manera cómo se materializaba este principio básico varió
desde la crudeza objetiva de Courbet hasta la simplificación gráfica de Daumier, pasando por el
filtro idealista de Millet. En cualquier caso, todos compartían la radicalidad de los temas: ante la
trascendencia que concedían al tema romanticismo y academicismo, los realistas entendían que no
hay temas banales y que, en consecuencia, cualquier cuestión puede ser objeto de interés
pictórico.
Este planteamiento tiene una enorme importancia en un momento en el que la pintura está
sometida a las reglas de la crítica oficial: los temas, las actitudes, las composiciones y hasta las
medidas de los cuadros tienen que ajustarse a estos rígidos criterios. Ante esta situación, los
pintores realistas defienden una pintura sin argumento, una captación simple de la realidad, en la
cual lo fundamental es la forma en que se representa la imagen, y no su desarrollo narrativo.
El realismo es un término confuso y de muy difícil definición en lo que respecta a las artes
plásticas; en general, sólo alude a una cierta actitud del artista frente a la realidad, en la que la
plasmación de ésta no tiene que ser necesariamente copia o imitación, aunque sí ajustarse a una
cierta verosimilitud. Los realistas intentaban plasmar objetivamente la realidad; representar el
mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. No podían idealizar. La única
fuente de inspiración en su arte debía ser la realidad; y no podían admitir ningún tipo de belleza
preconcebida. La única belleza válida debía ser la que suministraba la realidad, y ellos, como
artistas, debían reproducir esa realidad sin embellecerla. Cada ser u objeto tiene su belleza
peculiar, que es la que debían descubrir.
La característica principal de su estética es la reflexión sobre la realidad, sin idealizar ni la
sociedad, ni la naturaleza, ni el pasado, como lo había hecho el romanticismo. Dejaron a un lado
los temas sublimes y se centraron en la vida cotidiana. El romanticismo y su idealización de la
historia, de la sociedad y sobre todo de la naturaleza, cuyo tratamiento era un motivo de evasión,
dio paso al interés por la realidad en sí misma.

IMPRESIONISMO:
Se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa —principalmente en Francia—
caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz (la «impresión» visual) y el
instante, sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus antecesores
pintaban formas con identidad, los impresionistas pintarán el momento de luz, más allá de
las formas que subyacen bajo este. El movimiento fue bautizado por la crítica como Impresionismo
con ironía y escepticismo respecto al cuadro de Monet Impresión: sol naciente.
-CARACTERÍSTICAS:
Tiende a usar con creciente frecuencia colores puros y sin mezcla, sobre todo los tres colores
primarios y sus complementarios, y a prescindir de negros, pardos y tonos terrosos. Aprendieron
también a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar sus pinceladas
fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor unificador de la figura y el paisaje.
-COLORES PUROS: La segunda mitad del siglo XIX presenció importantes
evoluciones científicas y técnicas que permitieron la creación de nuevos pigmentos con los que
los pintores darían nuevos colores a sus pinturas, generalmente al óleo. Se consigue una pureza
y saturación del color hasta entonces impensable, en ocasiones, con productos no naturales.
A partir del uso de colores puros o saturados, los artistas dieron lugar a la ley del contraste
cromático, es decir: «todo color es relativo a los colores que le rodean», y la ley de colores
complementarios enriqueciendo el uso de colores puros bajo contrastes, generalmente de fríos y
cálidos. Las sombras pasaron de estar compuestas por colores oscuros a estar compuestas por
colores fríos o desaturados que, a la vez, creaban ilusión de profundidad. Del mismo modo, las
luces pasaron de ser claras a ser saturadas y cálidas, resaltando del fondo. Podemos decir que,
rompiendo con la dinámica clásica del claroscuro, más propio del dibujo, una sombra podría ser
más intensa, clara y saturada que una luz y, sin embargo, seguir creando ilusión de sombra y
profundidad. Para definir la forma, su riqueza de color les permitió afinar el volumen mediante más
matices lumínicos, creando luces dentro de las zonas de sombra y sombras dentro de las zonas
iluminadas recurriendo únicamente al uso del color (ver Monet).
-PINCELADA: Perceptivamente, si se dan ciertas condiciones, partes inconexas dan lugar a un
todo unitario. El uso de pequeñas pinceladas de colores puros resultó en un todo vibrante; y,
aunque las pinceladas aisladamente no obedecieran a la forma o al color local del modelo, en
conjunto —al ser percibidas global y unitariamente— adquirían la unidad necesaria para percibir un
todo definido.
-FORMA: La descripción de la forma es relegada a segundo plano. Los artistas impresionistas
buscarán condiciones pintorescas de iluminación, recurriendo a iluminaciones de interior por luz
artificial (ver Degas), la iluminación natural filtrada (ver Auguste Renoir), o la iluminación al aire libre
con reflejos en el agua o multitudes de gente como (ver Monet). La pintura pasa a ocuparse de la
luz y el color y en ningún caso a la descripción formal del volumen heredada del clasicismo; Así las
formas se diluyen, se mezclan o se separan de forma imprecisa dependiendo de la luz a la que
están sometidas, dando lugar a esa «impresión» que le da nombre al movimiento.

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