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Colonización de América

La expedición de Colón llegó el 12 de octubre de 1492 a las Antillas. El 5 de diciembre


de 1492 Colón llegó a la isla de La Española, actualmente dividida en dos países,
Haití y República Dominicana, y estableció allí la primera colonia europea en el nuevo
mundo.

Posteriormente en diversos viajes, los españoles fueron explorando y estableciendo


pequeñas colonias, primero en el archipiélago de las Antillas, después en Tierra
Firme, es decir, el continente americano.

Muy pronto surgió la polémica con Portugal, la otra potencia expansionista del
período, sobre el derecho de cada Corona a expandirse hacia el occidente. Los Reyes
Católicos proclamaron sus derechos sobre las nuevas tierras, pero tras la intervención
arbitral del Papa (Bula Inter Caetera en 1493), ambas Coronas llegaron finalmente a
un acuerdo. Por el Tratado de Tordesillas (1494), España y Portugal se dividían el
mundo. Todas las tierras situadas trescientas leguas al oeste del archipiélago de
Cabo Verde serían conquistadas por Castilla, mientras que los territorios al este de
esa línea podrían ser colonizados por Portugal. Este acuerdo legitimó la colonización
portuguesa en Brasil.

Los dos momentos más importantes en el proceso de conquista fueron la invasión


del imperio azteca o mexica, en el actual México, por Hernán Cortes entre 1519 y
1521, y la del imperio incaico del Perú por Francisco Pizarro en 1532-1533.

El objetivo de los colonizadores españoles fue desde un principio la explotación


económica del territorio conquistado y la cristianización de los indios. Las violencias
del proceso de conquista dieron lugar a un vivo debate en España. Fray Bartolomé
de las Casas, monje dominico, se convirtió en la voz crítica contra los desmanes
producidos durante la conquista y la colonización.

El sistema de colonización utilizado en los primeros momentos del Imperio español


fue la encomienda. La encomienda fue establecida como un derecho otorgado por
el Rey (desde 1523) en favor de los españoles colonizadores (encomenderos). El
español cobraba los tributos que los indígenas, como súbditos del Rey, debían pagar
a la corona y, a cambio, debía cuidar del bienestar de los indígenas en lo espiritual y
en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y su protección, así como su
adoctrinamiento cristiano.

Sin embargo, en la realidad se produjeron múltiples abusos y el sistema derivó en


formas de trabajo forzoso o no libre, al reemplazarse, en muchos casos, el pago en
especie del tributo por trabajo en favor del encomendero.

Estos abusos dieron lugar a múltiples protestas que llevaron a la aprobación de las
Leyes Nuevas (1542). Estas leyes recordaron solemnemente la prohibición de
esclavizar a los indios y abolieron las encomiendas, que dejaron de ser hereditarias
y debían desaparecer a la muerte de los encomenderos actuales.

La colonización española se caracterizó, a diferencia de otras, desde un principio por


el mestizaje. La población europea se mezcló con los indígenas americanos
(mestizos) y la población esclava traída de África (mulatos). El mestizaje no impidió
que la sociedad colonial tuviera una estructura claramente racial con la población
blanca en la cúspide social.

Organización administrativa del territorio americano


Durante el Siglo XVI, España organizó administrativamente a los territorios
conquistados en dos Virreinatos:

 el Virreinato de Nueva España, con capital en México (1535). Incluía toda la


región de América del Norte colonizada por los españoles y América
Central, a excepción de Panamá.

 el Virrinato de Perú, con capital en Lima. Incluía a Panamá, Colombia,


Ecuador, Bolivia, Paraguay, norte de Chile, Argentina y Uruguay (1542).

También se designaron Gobernadores en cabeceras de provincias (por ejemplo,


en Venezuela, Chile, Buenos Aires o Asunción) y Capitanías Generales (en
Guatemala, 1544 y Cuba,1795).
Más tarde, en el Siglo XVIII, se dividió el Virreinato del Perú y se crearon dos
nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (Colombia, 1718) y el Virreinato del Río de
la Plata (1776), y se crearon las Capitanías Generales de Chile (1778) y Venezuela
(1773).
La explotación económica de las Indias

En el siglo XVI se procedió a la conquista del continente americano. Fue una empresa
rápido gracias a la superioridad militar y científica de los conquistadores, quienes
utilizaban armaduras protectoras, armas de fuego y caballos, animales desconocidos
por los inidos, a los que causaban terror. A esto también contribuyeron otros
factores, la crisis interna de los imperios azteca e inca, que permitió a los
conquistadores aliarse con los pueblos rivales, la identificación de los conquistadores
con dioses cuyo regreso anunciaban las profecías religiosas de los indios y la
transmisión de epidemias desconocidas entre la población indígena como la gripe,
la viruela, etc.
En 1518 partió de Cuba una expedición dirigida por Hernán Cortés, que desembarcó
en territorio mexicano y fundó la ciudad de Veracruz. Este territorio estaba habitado
por los aztecas. Cortés les sometió militarmente tras conquistar la capital,
Tenochtitlán. Los territorios aztecas quedaron incorporados al imperio español.
También se anexionaron las actuales Guatemala y Honduras.

En 1531 comenzó la conquista del imperio inca, que se extendía por Perú, Ecuador,
Bolivia y parte de Chile. Dirigió la expedición Franciso Pizarro, quien aprovechó los
enfrentamientos entre los incas, hizo prisionero al emperador inca Atahualpa y lo
mandó ejecutar. Luego conquistó la capital del imperio, Cruzco, y fundó la ciudad de
Lima.

En la misma época, se exploraron Florida, Texas y California en América del Norte.


Más al Sur se conquistó Chile, se recorrió el Amazonas y se fundó Buenos Aires. En
Asia, se conquistaron las islas Filipinas a las que bautizaron así en honor del príncipe
Felipe, hijo de Carlos I.

Los nuevos territorios americanos supusieron una importante fuente de ingresos


para Castilla. Las actividades económicas principales fueron la minería, la agricultura,
la ganadería y el comercio. La minería explotó los yacimientos de oro y plata de
México y Perú mediante el trabajo de los indios. La Corona española utilizó los
metales preciosos para financiar una política exterior costosa en vez de desarrollar
la economía doméstica, La agricultura y la ganadería dieron lugar a la creación de
grandes propiedades trabajadas por indios o o esclavos negros africanos.

Las indias fueron una fuente de intercambios comerciales. Castilla suministraba


trigo aceite ganado vacuno y ovino vid y armas. De América llegaban oro y plata,
también maíz y cacao, productos desconocidos en Europa hasta aquel momento. El
comercio con las Indias fue un monopolio castellano concedido al puerto de Sevilla.
La flota de Indias estaba compuesta de barcos mercantes escoltados por barcos de
guerra, que protegían el convoy de los ataques de los piratas ingleses y holandeses.

La sociedad colonial

Es el fruto de la interacción del mundo indígena con el español. La existencia de


múltiples pueblos determinará una importante diversidad cultural, expresada en
sociedades muy diferentes entre sí, desde pueblos con una simple organización
tribal a grandes "imperios" en Mesoamérica y Perú.

Esa población autóctona de la América colonial posee bajos niveles de mestizaje,


pero tras la colonización, se establece una nueva estructura social conocida como
sociedad de castas marcada por el color de la piel y relaciones de dominio entre
colonizadores y colonizados.

Los inicios de esta estructuración tienen lugar al promover la Corona los matrimonios
entre españoles e indígenas para conseguir una estabilidad social. Solamente los
españoles casados pueden ocupar puestos oficiales y tener preferencia en las
reparticiones de indios. Pero, esta medida provoca el efecto contrario dividiendo la
sociedad en razas y en castas, dando lugar a la determinación de los derechos de las
personas por su clasificación; considerándose en el lugar más alto al español
peninsular y en el más bajo al esclavo negro.

En general, la sociedad se divide en tres grupos étnicos diferenciados: blancos o


españoles, indígenas y negros. La sangre de estos grupos se considera limpia, pero
la mezcla de diferentes razas dará lugar a personas con sangre considerada
manchada. Por ejemplo, el mestizo surge de la mezcla pura entre blancos e indios;
el mulato, de la mezcla de blancos y negros; y el zambo, de la mezcla entre indios y
negros.

Aumentarán paulatinamente los hijos de los españoles nacidos en América


conocidos como criollos, que pasarán a ocupar el estamento social más alto. En el
siglo XVIII, comienzan a autodenominarse americanos y disputarán efusivamente los
principales cargos públicos a los peninsulares.

Esta sociedad perdurará hasta la época de la Independencia de América. Así, para


ingresar en el ejército, acceder a la educación superior o a las altas dignidades en la
Iglesia, deberán probar su limpieza de sangre.
LA MINERIA ESCLAVISTA BASE DE LA ECONOMIA COLONIAL

Fue el oro el que movio la conquista y la colonizacion española en la nueva Granada.


Era el oro la meta de sus expediciones y para obtenerlo no se ahorraron ningun
crimen ni esfuerzo. En persecucion del Dorado se recorrieron el pais de sur a norte y
de oriente a occidente hasta que por fin entendieron que para poder conseguir el
oro tenian que sacarlo de las minas y aluviones. Para eso exterminaronmiles de
indígenas y después trajeron millares de negros como esclavos.

La corona española estableció para la Nueva Granada, un régimen económico


tributario con base en la minería esclavista, principalmente del oro, La importancia
que para la Corona Española y para el Virreinato mismo tenía la explotación minera
del oro se evidencia en la siguiente nota enviada por el Procurador de Popayán D.
Vicente Hurtado al rey de España en 1783 " El remedio general y casi único para la
subsistencia de este vasto reino y su comercio con España, quien lo vivifica y alienta,
es el oro que se saca de las muchas minas que de este precioso metal se trabajan en
los gobiernos de Popayan, Choco y Antioquia. Con el subsisten otras grandes
provincias que hacen su comercio con estos gobiernos, como son las audiencias de
Quito y Santa Fe.... Y nada hay de derechos reales, comercio e intereses particualres
que no dependa y tenga su estabilidad en el oro de las minas de este reino. Si
decayeran y menoscabaran, todo faltaría e iria a menos"

La gran desgracia historica de Colombia ha sido su riqueza, que la ha puesto en la


mira de todos los explotadores ladrones del mundo y en particular su riqueza minera.
La explotacion minera y con mayor razon cuando es realizada por extranjeros, no
deja sino socavones y miseria, pues el oro se lo llevan y solo dejan tras de si la
tragedia ambiental y humana.

La mineria del oro en la epoca colonial, significo para Colombia que ni siquiera
contara con vias de comunicación que permitieran la intercomunicación y la
integración del pais que duro por poquito hasta 1930; que su elite consolidara una
cultura economica que ya traian de España, mas orientada a la especulación
economica y al saqueo, que a la producción y el desarrollo.

Oficialmente la esclavitud de los indígenas no fue abolida por la corona española


hasta 1530. Pero la condición de servidumbre establecida para los indigenas, aunque
comparativamente mas benigna tampoco estuvo muy alejada de lo que fue la
explotación esclavista. Además en remplazo de la esclavitud masiva de indigenas,
se establecio para ellos el trabajo forzoso de la Mita, a traves de la cual 1 de cada 7
indigenas debia trabajar un año en las minas de oro y plata. La mayoria de ellos no
regresaba a su pueblo, bien porque moria en las minas o porque se fugaba de ellas.
Todavia por cedula Real del 7 de Junio de 1729 el Rey de España recordaba a la
Real Audiencia de Santa Fe " que no permitiera que ningun indio se le obligase a
trabajar en las minas".

Es esta la razón que explica porque fue en Antioquia donde se dieron los primeros
pasos por parte de los propietarios para la abolición de la esclavitud por el
mecanismo de la manumisión y que fueran los abanderados de esta propuesta
cuando se planteo este problema en el orden nacional con la independencia.

La aristocracia esclavista payanesa concentraba la propiedad del 40% de los esclavos


de la Nueva Granada.

Las de 1851 y 1860 a nombre del partido conservador del cual la aristocracia
esclavista era su principal soporte incluida la iglesia., comandadas ambas por Julio
Arboleda.

La producción de oro en la Nueva Granada fue de grandes proporciones: entre los


años 1600 y 1700 aporto entre el 40 y el 60% de la producción mundial de oro. Mora
y Peña 1981.

El quinto Real, impuesto del 20 % que se cobraba a la explotación minera era el


principal ingreso de la corona española. La abundancia de oro en la Nueva Granada
se convirtió en un lastre con enormes implicaciones en la configuración económica
y social del país, en efecto una economía fundamentado en las minas de oro que
después de un tiempo se agotaban, no requerían de inversión en la construcción de
una infraestructura, ni de buenas vías de comunicación , ni de una colonización en
sentido estricto y si a esto agregamos el hecho de que este oro en su mayor parte
iba a parar a España, nos explicamos claramente el atraso, incluso comparativo en
que se sumió al país con particular incidencia en las ricas zonas mineras.

Con el descubrimiento de América en 1492 y en las décadas siguientes de


colonización, comenzaron a marcarse tres grupos socialesbásicos:

 Blancos: españoles peninsulares o nacidos en América.


 Indios: habitantes originarios de América.
 Negros: esclavos traídos de África.

La mezcla entre esos grupos dio lugar a las castas, una clasificación de las
personas dado su linaje, quiénes eran sus progenitores y qué lugar ocupaban en
la sociedad medieval de aquello siglos.
Y de esa mezcla surgió una curiosa lista de 16 combinaciones básicas, aunque las
mezclas posibles son innumerables.

Los tres grupos sociales básicos:


Blanco
Indio
Negro
Casta Producto de la unión entre un hombre... Y una mujer...
Criollo blanco europeo blanca europea
Mestizo blanco india
Castizo mestizo española
Mulato español negra
Morisco mulato española
Chino morisco española
Saltapatrás chino india
Lobo saltapatrás mulata
Gíbaro lobo china
Albarazado gíbaro mulata
Cambujo albarazado negra
Zambiaga cambujo india
Calpamulato zambiago loba
Tente en el aire calpamulato zambuja
No te entiendo tente en el aire mulata
Tornatrás no te entiendo india
Los defensores de los indios
Los descubridores de América pronto se transformaron en colonos crueles y
codiciosos. Las poblaciones que les resistían eran esclavizadas, y las que se sometían
eran divididas en encomiendas. Se justificaba la explotación de los indios diciendo
que los indios eran incapaces de gobernarse e incluso eran incapaces de la fe
cristiana.
En 1511, el dominico Antonio de Montesinos (1475-1540), en Santo Domingo, es
el primero que va denunciando la explotación a la que eran sometidos los indígenas
de La Española. Revendica su dignidad como hijos de Dios. El sermón de Montesinos,
que tuvo una gran repercusión en todo el Caribe, determinó la vocación de
Bartolomé de Las Casas (1474-1564), el «apostol de los indios». Estos dos hombres
fueron los primeros a defender la libertad del indio y permitieron la creación de leyes
para protegerlo (ver las Leyes de Burgos y las Leyes Nuevas de Indias). Entonces los
primeros defensores de los indios fueron misioneros, franciscanos o dominicos. Cabe
notar que otros misioneros defendieron los intereses de los indios tales como
Francisco de Vitoria (1483/1486-1546) o Toribio de Benavente (1482-1569).
Más tarde los jesuitas también contribuyeron en la protección de los indios ya que
su misión era evangelizarlos y protegerlos. Citamos por ejemplo el Padre José de
Acosta (1540-1600).
En el siglo XIX, la filosofía de la Ilustración y la difusión de las ideas liberales tuvieron
gran influencia sobre América que logrará por fin ganar su Independencia en 1898.
Desde entonces, la defensa del indio será conocida bajo el término de Indigenismo,
lo cual conoció su apogeo a principios del siglo XX, y sigue existiendo hoy en día.
En muchas ocasiones nos decidimos a estudiar un pasaje de la historia, podemos
vernos abocados a dejarnos llevar por unas explicaciones simplistas, que pueden
satisfacernos en un primer momento. Mas cuándo profundizamos en el meollo del
asunto, podemos observar como nos soplan corrientes de muy diferente signo,
haciendo entonces dudar y reflexionar, encaminando nuestro intelecto hacia una
posterior ampliación de los horizontes interpretativos que, entonces se muestran
complejos, turbios…engañadores.
A continuación trataremos el problema que nos ocupa. Pensamos, que un episodio
tan complejo y suculento a la vez, puede determinar que las corrientes
historiográficas propendan a ofrecer una visión tendenciosa y poco precisa de lo que
ocurrió en las Indias Occidentales. Nuestro interés por lo tanto, se centrará en
"proponer" unas claves multifactoriales, que nos permitan acercarnos y por
consiguiente alejarnos de interpretaciones simplistas tendentes a confundir (aunque
resulten muy asimilables y clarificadoras) al grueso de la población. La opinión
general, está forjada por sentencias absolutistas y radicales, cerrando así cualquier
opción a duda o cuestionamiento de este u otro proceso.
Este substrato mental alojado en nuestras cabezas, nos hacen hoy en día creernos
capaces de juzgar, con parámetros actuales el pasado histórico. No podemos por
tanto sentirnos jueces de la historia. El suceso histórico, no es un hecho aislado, sino
un agregado de acontecimientos que deben interpretarse en su justo valor. Si bien
se prestan a opiniones, no así a juicios. Juzgar nos llevará irremisiblemente a un
acaloramiento intelectualoide del que solo se pueden concluir "inconclusas" y
parciales valoraciones interpretativas.
¿Cómo vamos a hablar de la defensa de los derechos humanos del indígena en la
américa del S.XVI, si no conocemos y todavía albergamos en nuestras mentes teorías
simplistas como la del "Genocidio"? Deberemos primeramente por tanto, poner unas
firmes bases, que nos permitan acercarnos a una interpretación más relativa y global
del proceso. Solo después de conseguir este propósito, podremos adentrarnos en
las aguas profundas de las concepciones ideológico-filosóficas.
La población indígena en las indias occidentales
El descubrimiento del "Nuevo Mundo", supone una ampliación de los horizontes
tanto geográficos como mentales. Tras varios intentos, el 12 de Octubre de 1492, se
descubren las "Indias" y como suele ser habitual, allí donde emergen tierras viven
hombres.
Actualmente los historiadores ojeamos la historiografía existente respecto a este
período y constatamos con gran alegría la gran cantidad de fuentes y materiales
disponibles. Aunque inmediatamente, la desolación nos embarga el alma. Textos de
clérigos, guerreros, gobernadores, virreyes… los cuales con parámetros
interesadamente desiguales, interpretan su mundo de forma diferente. Llevados por
sus pasiones, para engrandecerse, para significar unas u otros asuntos, resulta que
no nos aclaran grandes dudas, incluso nos enredan más. Se trata de cifras e
interpretaciones subjetivas que deben ser analizadas a una distancia prudente y con
una fina pupila.
Según el estado de los estudios actuales se pueden distinguir dos escuelas básicas
de análisis histórico. Por un lado estaría la orientación maximalista, que sostiene,
como Dobyns, que la población indígena pivotaría entre los 90 - 112 millones de
habitantes. Cook y Borah, siguiendo el mismo modelo interpretativo, establecen la
población indígena en torno a los 100 millones.
En el extremo opuesto constatamos la existencia de teorías de corte minimalista.
Dentro de este grupo Kroeber estima que la población distribuida, sería de 8,4
millones, mientras que para Steward rondarían los 15.5 millones.
Como podemos observar, las cifras varían ostensiblemente, por lo que hay autores
como Rivet, partidario de una estimación más moderada que establecería la
población indígena en torno a los 40-45 millones. Cifra que por otro lado, con la
máxima de: "Los extremos no son buenos, o el justo medio" puede revelarse como
la más adecuada.
Habiéndonos aproximado a los valores demográficos, estamos en disposición de
formular los aspectos aclaratorios a los que anteriormente hacíamos referencia. Es
decir, los factores multicausales que intervinieron en el declive y contracción de la
población indígena.
Las causas del declive de la población indígena
Resulta históricamente demostrable el bajón demográfico que experimentaron estas
"nuevas tierras" tras el descubrimiento, pero no nos podemos dejar ni por unas
pasiones sin fundamento histórico ni de carácter primario.
No debe entenderse de nuestras palabras que vamos a hacer una defensa de los
medios que se llevaron a cabo para la conquista, no es nuestra intención. El objetivo,
está en centrar, en poner las cosas en su sitio, no negando por supuesto las
barbaridades que indudablemente allí acontecieron.
El padre Bartolomé las Casas, en su Brevísima relación de la destrucción de las indias
pone las bases para la elaboración de la teoría "homicida", por la cual, la contracción
demográfica tiene asiento principal en la brutalidad desplegada por los
conquistadores sobre los indígenas para llevar a cabo sus propósitos.
Me refiero a las grandes matanzas, las crueldades, la imposición de los trabajos
forzados, la esclavitud, la confiscación de los alimentos de los indígenas o los
castigos ejemplares que fueron perpetrados.
No obstante hemos de entender, que estos ejemplos mencionados, que
rápidamente ponen en marcha nuestros sentimientos reivindicativos, no fueron los
causantes directos de la contracción demográfica acontecida. Antes bien, deben
comprenderse como un conjunto de variables que aunque evidentemente actuaron,
no pueden ser aceptadas como factores determinantes.
Los enfrentamientos bélicos en términos absolutos, supusieron unas cotas de
mortandad más bajas de lo que habitualmente se cree.
Para Mallafé, durante la primera mitad del S.XVI, la Encomienda, la Mita… resultaron
de influencia muy relativa en el desastre demográfico.
Las protestas elevadas por el sector clerical impulsaron a la corona española a
permitir la importación de "piezas de indias", para sustituir dentro de lo posible, la
mano de obra indígena ya sea por protección o por falta de mano de obra. En este
sentido, podemos referirnos a la promulgación de las leyes de 1549, por las cuales
se sanciona que los indígenas no trabajen ni en los pozos de Méjico y de Perú. Como
más adelante significaremos, la incorporación del cuerpo legislativo pro derechos de
los indígenas, será desigualmente aceptado por la comunidad colonizadora y en
muchas ocasiones se obviarán esas leyes dadas a un océano de distancia. Las
atrocidades y los malos usos denunciados, aunque execrables, fueron puntuales,
concretos y cuantitativamente fueron menos de los descritos por la historiografía
tendenciosa de la época, de la cual actualmente subyace un importante poso.
Como factor también operante, debemos hacernos eco de las requisas de alimentos
que se cometieron contra los indígenas, los cuales regidos por una economía de
subsistencia, difícilmente podrían alimentarse correctamente.
Los indios eran puestos a trabajar fuera de sus casas y familias para obras públicas,
tareas auxiliares… en las edades óptimas de reproducción, motivo por el cual se
experimentó la consiguiente y predecible mengua del crecimiento vegetativo.
En otro orden de cosas, hay que destacar la implantación de las estructuras
económicas importadas desde Europa, que desestabilizaron notablemente el orden
y el "modus vivendi" tradicional de estos pueblos. Mediante la usurpación de las
tierras y la introducción de unos productos agrícolas que no sabían cultivar debido
a su novedad, se observan los consiguientes desequilibrios.
La conquista a "la española", exige un despeje del manto vegetal con subsiguiente
deforestación. Con este desmantelamiento vegetal, los suelos se presentan
altamente predispuestos a procesos de rápida deforestación, afectando
directamente al rendimiento y fertilidad de los suelos cultivables. Estas áreas se
convertirán en auténticos páramos desolados e improductivos cubiertos por una
pobre vegetación secundaria.
La introducción de la castellana institución mesteña (Ganadería), también tuvo
efectos negativos. No podemos olvidar el carácter destructivo de que presentan los
rumiantes, que a su paso arruinaban las ya de por si precarias tierras.
Pero no todos los males eran tangibles o empíricamente demostrables. Como
nosotros experimentamos a diario, nuestra psique influye en un porcentaje muy alto
en nuestras "típicas y tópicas" características comportamentales. Este fue
precisamente el caso de estos grupos de indígenas invadidos. Se puede constatar el
procedente impacto psicológico a resultas de su rápida derrota y posterior
dominación, por un pueblo de tan extrañas costumbres para ellos y con unas
creencias que tan dispuestos se mostraban a imponer. Este fenómeno sin duda, tuvo
que tener una transcendencia tremenda. Se combinan la tristeza, el hundimiento de
un mundo y de unas estructuras conocidas, siendo sustituidas por un "mare
magnum" incomprensible. Una amargura por la destrucción de sus dioses
patrimoniales y la imposición de una religión que se fundamentaba en varios
principios radicalmente novedosos. La sensación de impotencia que debieron sufrir
esas gentes resulta palmaria e indudablemente afectarían a la vida personal y
familiar.
Observando este asunto desde una perspectiva sistémica, se puede apreciar que con
un mayor desarrollo social, existe un abanico más amplio de estrategias adaptativas,
como en el caso que nos ocupa. Los indígenas, al tener un grado inferior de
desarrollo, no supieron adaptar una estrategia de cambio cultural inmediata y
paralela capaz de contrarrestar la fuerte y absorbente presión de las novedosas
estrategias, tanto mentales como físicas, que desplegaron los grupos invasores.
Se plantearon por parte de los españoles unas estrategias adaptativas vinculadas a
unos intereses crematísticos, legitimados por unos principios evangelizadores. La
estrategia adaptativa del grupo dominante, chocó frontalmente con el sistema
menos desarrollado del indígena, el cual se vio drásticamente modificado. La
estrategia adaptativa inicial española, fue degenerando progresivamente y se
convirtió retrospectivamente hablando, en el contrapunto de una aculturación que
pudo haber resultado positiva para el dominado y que sin embargo no fué
aprovechada coyunturalmente hablando.
Por lo tanto, esta inadaptación (lógica por lo explicado) supuso para el indígena un
impacto psicológico muy grande, teniéndose noticias tales como: suicidios
colectivos, abortos, infanticidio, etc. El indígena viéndose absorbido por un sistema
que le supera a todos los niveles, pierde todo el interés por continuar viviendo y
prolongarse teniendo hijos, ante un futuro desesperanzador que les aguarda y que
no era deseable para nadie. En palabras de Sánchez-Albornoz, esto se traduce en un
"desgano vital".
Si todas estas variables influyeron en el gran declive demográfico del hemisferio
occidental, ninguna puede igualarse en importancia y ferocidad al factor patológico.
Documentalmente se constata que las enfermedades fueron en primera instancia las
encargadas de cobrarse el mayor número de víctimas, debido a varios motivos. Por
un lado, debido al "aislamiento" en el que habían permanecido estas tierras, el
sistema inmunológico de los indígenas no estaba adaptado, ni era adecuado para
luchar efectivamente contra enfermedades que traían consigo los europeos. Nuevas
enfermedades que tenían una larga tradición en el viejo mundo, producirían estragos
entre la comunidad indígena indefensos ante estas patologías mortales de
necesidad.
Como hemos comentado, el choque microbiológico, fué el principal elemento de
cobro de vidas humanas en las tierras descubiertas. La primera epidemia fué de
viruela en el año 1518 y luego fue expandiéndose por todo el área descubierta
repitiéndose cíclicamente cada diez años, con diversos cuadros patológicos:
sarampión, gripes y demás pestilencias. Esto debilitaba sobremanera a una
población diezmándola irremisiblemente. Cuando la población comenzaba a
recuperarse del anterior azote, otra nueva epidemia volvería a hacer lo propio.
Subsiguiente e inherentemente al propio factor epidémico, surgen elementos
interrelacionados a la causa desencadenante, culminando en procesos como: las
malas cosechas, la degradación del suelo, las hambrunas o las dietas alimenticias
deficitarias, factores a los que además se sumaban períodos climáticos adversos.
Todas estas penalidades frecuentemente venían asociadas. "Los males nunca vienen
solos". Estos apuntes nos proporcionan una idea de las dimensiones y proyección
que tuvo este proceso de contracción demográfica.
Bartolomé de Las Casas

Bartolomé de Las Casas nació en Sevilla en 1484 y


murió en Madrid en 1566. Siendo niño, conoció a
los Reyes Católicos y al almirante Cristobal Colón
porque su padre, Pedro de Las Casas participió en
los viajes hacia el Nuevo Mundo. En 1499, tuvo la
oportunidad de conocer a un indio, el cual fue
traído a España por Colón y regalado a su padre
como esclavo.

El 15 de abril de 1502, siguiendo los pasos de su


padre, llegó a las Indias, a la isla de La Española. En
1503, participió en la búsqueda del oro con el
gobernador Nicolás de Ovando, y bajo los órdenes
de Diego Velásquez. Por este motivo, recibió una
encomienda en la Villa de la Conceptción de la
Vega, la cual administró hasta 1506. Tuvo que dejar La Española para Roma, donde
se ordenó de sacerdote. Regresó en La Española en 1508. Fue en 1511 cuando
escuchó el sermón de Montesinos. Poco tiempo después, en 1512, fue translado en
Cuba donde sucedió según las crónicas de Bartolomé, la matanza de Caonao. Se dio
cuenta muy rápidamente de lo injusto que ocurría. En agosto de 1514, pronunció un
sermón en Sancti Spiritus en el cual renunció públicamente a todos sus
repartimientos. Desde entonces, Bartolomé de Las Casas no será el mismo que antes.

Bartolomé de Las Casas empezó entonces a actuar en defensa de los indios. Viajó a
España a contar a Fernando el Católico todo lo que ocurría en Cuba. A la muerte del
rey, se entrevisó con el Cardenal Cisneros a quien expuso el Memorial de remedios
para las Indias en 1516. Esta obra fue considerada como una utopía y comparada a
la de Tomás Moro, publicada el mismo año. Las Casas proponía la formación de
comunidades indígenas administradas por españoles dispuestos a educar y
evangelizar a los indios, y no a explotarlos en su propio benefico. Pero a la muerte
del cardenal, tuvo que proponer el poyecto a Carlos I, de quien sólo consiguió que
se le dio tierras en la actual Venezuela. Allí en 1518, intentó poner en práctica sus
ideas, pero las tribus se rebelaron y el proyecto fracasó. Desde entonces, cada vez
que proponía nuevas cosas para humanizar el trato hacia los indígenas, sus
detractores lo recordaron el episodio de fracaso en Venezuela.

Bartolomé de Las Casas entró en la orden dominicana en Santo Domingo en 1522.


A partir de este momento no actuaba directamente en los asuntos de los indios pero
sí que mantuvo correspondencia con la Corte española sobre asuntos relacionados
con la defensa del indio. Estudió leyes y teología, y emprendió una carrera de
historiador al empezar a escribir La Historia de las Indias. Efectuó misiones en 1534
para evangelizar a los nativos del Perú, en Nicaragua y Guatemala.

La conquista del Perú que engendró muchas matanzas obligó a Carlos I buscar
soluciones frente a tanto descontrol. Bartolomé de Las Casas, en 1542, empezó a
influir politicamente en Valladolid. Leyó ante el Consejo de las Indias, una versión
previa de su famosa obra Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Trata de
las atrocidades cometidas por los españoles desde la conquista hasta entonces.
Contribuyó así a la promulgación de las Leyes Nuevas en 1542. Se fue después a
América en calidad de obispo de Chiaspas, con el encargo de poner en prácticas sus
teorías.

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