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La cultura de masas

y su incidencia en el pensamiento humano

Yessica Anel Rojas Matías

Facultad de Humanidades
Universidad Autónoma del Estado de México
Licenciatura en Ciencias de la Información Documental
yesicanel@yahoo.com.mx
http://www.yessicarojas,com

Localice en este documento

Resumen: A principios del siglo XX la cultura, la vida privada y el


pensamiento empezaron a ser fabricados a escala masiva y vendidos en
el mercado. La cultura de masas es el desarrollo de un nuevo modelo en
el que se refuerzan las diferencias y las desigualdades con estrategias e
instrumentos mercadológicos cada vez más elaborados en donde la
principal herramienta tiene que ver con los medios de comunicación.
Palabras clave: cultura de masas, mentalidades, cultura, mercado

Como todos los fenómenos culturales, también la “cultura de masas” tiene sus
antecedentes en ciertas manifestaciones de la antigüedad, algunos historiadores y
críticos coinciden en que el teatro griego, el circo romano o las figulinas de
tanagra por ejemplo, son productos en los que se observan algunas de las
características del moderno arte de masas: su carácter multitudinario, la
adecuación a ciertas condiciones del mercado, la adquisición de objetos
decorativos etc.

Sin embargo, aunque el tema referente a cultura de masas ya había sido


examinado durante el siglo XIX bajo el nombre de cultura popular, es hasta 1940,
que con la llegada de los medios masivos de comunicación los regímenes
dictatoriales de varios países, como Alemania, Italia y España cobraron fuerza y
los utilizaron como vehículo de propaganda ideológica y como medio para
sembrar el terror en los pueblos.

Así pues, la cultura de masas es un producto de la sociedad de consumo en el


mundo occidental. A principios del siglo XX la cultura, la vida privada y el
pensamiento empezaron a ser fabricados a escala masiva y vendidos en el
mercado. La cultura de masas es el desarrollo de un nuevo modelo en el que se
refuerzan las diferencias y las desigualdades con estrategias e instrumentos
mercadológicos cada vez más elaborados en donde la principal herramienta tiene
que ver con los medios de comunicación.

No obstante (Neuman, 1991) la noción de cultura de masas, que surgió a partir


del término de sociedad de masas, fue la expresión directa del sistema de medios
de comunicación y resultó del control ejercido por los gobiernos y oligopolios
empresariales sobre la nueva tecnología electrónica de la comunicación. [1]

Ahora bien, en la actualidad los medios de comunicación constituyen un


elemento decisivo que nos permite estar en continua comunicación con los
distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto a escala nacional como
internacional; en primer término, la televisión mantiene singular poder como
instrumento de propaganda e influencia sobre el actuar y el pensar de las
personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la
realidad que los rodea.

Para fundamentar lo anterior cito la siguiente estadística representativa del


fenómeno de los medios de comunicación para las masas:

En las tres últimas décadas, ha habido una explosión de la


comunicación en todo el mundo, encabezada por la televisión, en […]
los Estados Unidos, a finales de los años ochenta, presentaba 3 600
imágenes por minuto y canal. Según el Informe Nielsen, el hogar
estadounidense medio tenía encendido el aparato de televisión unas 7
horas diarias y se calculaba que se veía realmente 4.5 horas diarias por
adulto. A esto había de añadirse la radio, que ofrecía 100 palabras por
minuto y se escuchaba una media de dos horas diarias, sobre todo en
el coche. Un periódico diario medio ofrecía 150 000 palabras y se
estimaba que suponía entre 18 y 49 minutos de lectura diaria, mientras
que las revistas se hojeaban de 6 a 30 minutos, y la lectura de libros,
incluidos con la tarea escolar, consumía unos 18 minutos diarios.
(Manuel Castells, 1997).

Los datos anteriores resultan alarmantes al reflejar que en conjunto, el adulto


medio estadounidense utiliza aproximadamente 7 horas al día en atender a los
medios de comunicación en detrimento de la lectura, dándonos un panorama
general de la situación que se vive a nivel mundial, sin olvidar que la sociedad
francesa, por ejemplo, a finales de los años ochenta sólo veía la televisión 3 horas
diarias. Por otro lado, y de manera lamentable, Japón superaba a Estados Unidos
con un promedio de 8 horas y 17 minutos diarios dedicados a la televisión.

Sin duda, el patrón de conducta predominante en el mundo refleja que en las


sociedades humanas una de las actividades preponderantes es aquella que
conduce al consumo de medios de comunicación masivos en perjuicio de otras
acciones más edificantes, tales como la lectura, el teatro o cualquier
manifestación artística-cultural.

Con mucha frecuencia, la televisión se vuelve una presencia en la casa como


consecuencia de una tendencia social donde cada vez más la gente vive sola. En
los años noventa, el 25% de los hogares estadounidenses estaban formados por
una única persona, y la predisposición hacia la reducción del tamaño de los
hogares es similar en Europa.
A pesar de ello, en la actualidad, los medios de comunicación masiva son la
fuente principal de información y por lo tanto el vínculo de la opinión pública, sin
dejar de lado que la información no es equivalente de noticia, publicidad o
propaganda, sino el contenido de toda comunicación. La función social de la
publicidad presentada por los medios, se ve totalmente desvirtuada. En vez de
orientar, fomenta el consumo irracional y excesivo, reflejando así que lo único
que importa es vender, dejándose ver de esta forma, la intervención permanente
del gremio empresarial en los medios de comunicación.

Sin embargo, la publicidad vista desde otro ángulo, proporciona total o


parcialmente, los recursos económicos de la mayoría de las organizaciones
encargadas de la comunicación, estableciéndose así en la base económica de los
sistemas de información. De esta manera se crea una dependencia de los medios
ante el mercado, con todo y las consecuencias ideológicas que ello produce.

Lo anterior nos permite ubicar, como un hecho histórico dentro del


capitalismo, la conversión de la información en un fenómeno comercial, al ser
ésta un medio determinante en la formación de la opinión pública, tomando en
cuenta que el hecho de informar se convirtió en una industria de elevado costo,
pero de alta rentabilidad económica y política. (Sergio López Ayllón, 1984).

Acerca del aspecto político, es sabido que el gobierno tiene el compromiso de


informar a la sociedad sobre sus hechos y propósitos, para ello las dependencias
de gobierno gastan enormes cantidades de dinero en difundir noticias, artículos y
campañas de gobierno en los medios de comunicación; el problema surge cuando
esta publicidad queda al arbitrio del gobernante y de las fuerzas económicas con
el fin de lograr un impacto en la vida social a favor de ellos. Cuando la
información sólo tiene una orientación determinada no existe comunicación,
dando como resultado que las ideas sean impuestas por los grupos dominantes.

Si bien se ha insistido en que la televisión es el principal medio de


comunicación aceptado a nivel mundial y la radio como segunda instancia, no
podemos dejar de lado al Internet, el cual se ha convertido en el medio de más
alto crecimiento en la historia. En la actualidad, muchas empresas obtienen dinero
de la publicidad en la Web. En 2009, un estudio realizado en Estados Unidos
indicó que un 56% de los 3.030 adultos estadounidenses entrevistados en una
encuesta online, manifestó que si tuviera que escoger una sola fuente de
información, elegiría Internet, mientras que un 21% preferiría la televisión y la
radio sería la opción de un 10% de los encuestados. Dicho estudio refleja la
creciente tendencia al uso de las TIC (Tecnologías de Información y
Comunicación) en esferas globales y ubica a los medios digitales en una posición
predilecta en cuanto a la búsqueda de información, ya sea con fines políticos,
comerciales, informativos, de entretenimiento, etcétera.

En el ámbito político, una encuesta realizada entre jóvenes de 18 y 27 años en


los Estados Unidos a principios del 2000 indicaba que más del 70% de ellos
votarían si pudieran hacerlo a través de Internet y se demostraba que el 90% de la
gente que utiliza información Web para conocer mejor a los candidatos es gente
que acaba votando. Este estudio también mostraba que la gran mayoría de
norteamericanos creían que votar por Internet debía ser una alternativa.

De tal forma que el Internet está jugando un rol muy importante en la en vida
cotidiana de las sociedades, dando la pauta para creer que será en un futuro no
lejano, el medio de comunicación más aceptado, superando a cualquier otro en la
historia de la humanidad; sin embargo, en la actualidad no puede ser tomado
como tal, debido a que su distribución permanece altamente asimétrica, es decir,
sólo los países más desarrollados cuentan con la infraestructura requerida
(instalaciones, instrumentos, servicios, recursos humanos, entre otros) para su
acceso, formando así una élite a nivel global.

Es imposible medir el número exacto de usuarios, pero las estimaciones


actuales arrojan un rango de entre 40 y 60 millones, en un total de 130 países a lo
ancho del mundo; reflejando que existen enormes diferencias en el acceso dentro
de los países, ya que la mayoría de los usuarios de Internet pertenecen a sectores
sociales muy restringidos; Internet ha llegado a gran parte de los hogares y de las
empresas de los países ricos, en este aspecto se ha abierto una brecha digital ,
dicha expresión alude a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades
que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no, en las cuales la penetración
de Internet y las nuevas tecnologías son muy limitadas para las personas.

Algunos críticos sostienen que la revolución digital incluye muchas promesas


para los países en desarrollo. La idea de unirse a la sociedad de la información y
el conocimiento es impulsada reciamente en todo el mundo, sobre todo por
intereses comerciales, políticos e informativos. Las medidas apropiadas a ser
tomadas en este sentido están cada vez más en las agendas políticas
internacionales como en las del G8 [2] por ejemplo, y la mayoría de los esfuerzos
internacionales para el desarrollo apuntan a introducir las TIC en los lugares
menos desarrollados del mundo.

Recapitulando, en la actualidad los medios de comunicación (televisión, radio,


Internet, y/o la lectura en cualquiera de sus manifestaciones), nos sumergen en un
mar de información afectada en gran medida por oligopolios empresariales y de
gobierno que impiden la reacción crítica y selectiva de algunas sociedades, sin
embargo, existe una audiencia segmentada y diferenciada (según el grado de
desarrollo de cada país) que, aunque masiva en cuanto a su número, ya no es de
masas en cuanto a la simultaneidad y uniformidad del mensaje que recibe; lo
ideal sería formar parte de una cultura de masas interactiva en donde difícilmente
los medios puedan manipular nuestra percepción, de hecho el problema no es que
existan las masas, el inconveniente es cuando estas sociedades se vuelven
únicamente receptoras de la información, incapaces de emitir algún juicio
reflexivo, estableciendo una de las desventajas más trascendentales en dicha
cultura.

No obstante, es importante mencionar la importancia que tiene la información


para el hombre en sociedad; sin ella, éste se convertiría en un ser aislado,
desvinculado de la realidad y sin capacidad de actuar conscientemente sobre ella
para transformarla; lejos de ser un lujo, es un elemento imprescindible en el
desarrollo de la persona humana. La información biológica y social conforma al
hombre y hace de él un sujeto que puede orientar su acción. (Sergio López
Ayllón, 1984). Por ello, es elemental que las sociedades sepan equilibrar el
proceso mediático al que estamos expuestos.

Sin duda, el medio de comunicación idóneo para lograr esta acción es la


lectura, ya que se reconoce como una forma de adquirir conocimientos e
información; es además un ejercicio que tiene que ver con la concentración,
deducción, análisis, imaginación, creatividad, manifestación de sentimientos; es
decir, quien lee ejercita estas facultades, porque las pone en práctica. Pero
también existe la interacción del lector con el texto y en la construcción de
significados. Leer es un placer y es una actividad propia de un lector autónomo,
de aquel que ya descubrió que en la lectura hay un mundo mágico, lleno de
personajes fantásticos e historias interesantes. La lectura da facilidad para
exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad de pensar. En el acto de
leer, se establecen conceptos, juicios y razonamientos ya que, aunque no seamos
conscientes de ello, estamos dialogando constantemente con el autor y con
nuestra propia percepción.

Contar con un hábito lector nos garantiza tener conocimientos frescos y


actualizados y poseer una actitud crítica; esto, más que ser dueño de un
pasatiempo digno de elogio, tiene como objetivo garantizar el futuro de las
generaciones que en este momento se están formando, ya que tendrán en sus
manos la herramienta fundamental para cambiar la simple información a
conocimiento, elevando así su calidad de vida y contribuyendo al desarrollo de
los países.

En este proceso, es recomendable recurrir a aquellos hombres y mujeres


considerados pilares de la literatura por haber dejado huella en su quehacer
intelectual en las distintas áreas del conocimiento para el goce de los lectores;
todo lector debe ser selectivo en el momento de elegir el material de consulta,
para hallar un adecuado sustento en aquellos escritores que mantienen la calidad
del contenido en sus obras; es decir, se trata de leer, pero es necesario confrontar
textos de un adecuado nivel y eludir aquellos que son inferiores por sus
planteamientos simples o por sus tendencias comerciales, entre otros aspectos.
Ello nos llevará a formar parte de una cultura de masas interactiva, analítica y
creadora.

En conclusión, en la actualidad los medios de comunicación constituyen un


elemento persuasivo determinante en la formación de la opinión pública; la
publicidad está íntimamente ligada a ellos estableciéndose así en la base
económica de los sistemas de información. Los oligopolios empresariales y de
gobierno principalmente, hacen uso de las TIC, como herramienta de difusión e
influencia sobre el actuar y el pensar de las personas; la televisión mantiene
singular poder como instrumento de propaganda por ser el medio más implantado
en las sociedades a nivel mundial, sin olvidar que el Internet, se ha convertido en
el medio de más alto crecimiento en la historia, pero utilizado actualmente sólo
por una élite a nivel global, lo que proyecta que éste será en un futuro no lejano,
el medio de comunicación más aceptado.

El problema del fenómeno de culturas de masas se da cuando éstas se vuelven


únicamente receptoras de la información que absorben de los medios; por tal
motivo, se propone recurrir al fomento de la lectura (a través de sistemas
impresos, electrónicos, digitales, etc. ), ya que ella garantiza tener conocimientos
actualizados y poseer una actitud crítica ante lo que se nos ofrece en los sistemas
mediáticos al poner en práctica facultades exclusivas del ser humano tales como
la imaginación, el análisis, la creatividad, la concentración entre otras.

Notas:

[1] Citado por Manuel Castells. La sociedad red, 1997, p. 363.


[2] Se denomina G8 a un grupo de países industrializados del mundo cuyo
peso político, económico y militar es relevante a escala global; está
conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia,
Japón, Reino Unido y Rusia.

4.- La sociedad de masas


4.1.- La aparición de la sociedad de masas
Desde el punto de vista comunicativo, las revoluciones liberal-burguesas de Inglaterra
y de Francia suponen un cambio en la comunicación social, que deja de ser un factor
de las clases altas para pasar a pertenecer al resto de la sociedad.
Durante el Antiguo Régimen, la prensa había sido un instrumento monárquico. Ahora
pasa a ser el interés de mucha gente, ya que estas revoluciones son el ascenso al
poder de las clases más grandes! instrumento de expresión de las clases más
marginadas.
Cada vez es mayor la expresión de grupos más variados y numerosos: Estado
(burguesía), grupos desalojados del poder que intentarán restaurar la monarquía y el
proletariado, la nueva clase social.
Para entender el nacimiento de la sociedad de masas, es fundamental el papel de la
revolución industrial, que marca el inicio de un enorme proceso de urbanización
alrededor de los grandes centros fabriles. Con ella surge también una nueva clase
social, el proletariado, que pasa a ser una clase social muy poblada.
Tanto la burguesía poseedora de fábricas como el proletariado que se incorpora a
ellas necesitaban información de cómo se desenvolvían las cosas y de las decisiones
que tomaba el gobierno. Se da una confirmación progresiva de los públicos, grupos
muy amplios de personas que necesitan estar informados, por lo que necesitan de
medios para ello.
La prensa pasa a ser una necesidad del Estado, de la burguesía para difundir sus
ideas y del proletariado para estar informado. En la conformación de los públicos
debemos tener en cuenta dos cuestiones: la ampliación del censo y la progresiva
alfabetización:
 Ampliación del censo.- Las revoluciones suponen la instauración de las ideas liberales!
pretensión de la democracia por la toma colectiva de decisiones. A lo largo del siglo XIX se da
una progresiva ampliación del censo electoral, con lo que los votantes debían estar informados
de los programas políticos ofertados.
 Alfabetización.- Tras las revoluciones burguesas, todos los países industrializados aspiran a
tener un Estado democrático, con la construcción de una democracia parlamentaria. La
economía industrial, basada en el capitalismo, requiere que sus ciudadanos posean un cierto
grado de educación! las fábricas requieren obreros que sean capaces de manejar una máquina,
intercambiar información, etc. Así, los gobiernos implantan la educación nacional, con lo que
surgen las escuelas estatales (obligatoria), las universidades. Educación común hasta cierta edad
en la que se inicia la especialización.
En este sentido, la gente ha aprendido a leer, por lo que ya pueden comprar el
periódico. Hasta el momento la prensa era leída en voz alta, con lo que no aportaba
muchos beneficios. Ahora las ventas se disparan y es un buen negocio. De esta
manera, durante el s. XIX la prensa deja de ser un medio únicamente para transmitir
ideas.
A principios del siglo XX, los periódicos eran muy caros por su materia prima y los
impuestos de publicación! son los llamados impuestos de timbre: cualquier editor que
quisiera publicar un periódico debía pagar ingentes cantidades de dinero. Ésta era una
medida que tomó el Estado para evitar una incorrecta propagación de ideales
contrarios al sistema.
Dado que las clases no dirigentes querían publicar, buscaron nuevas formas de
producción para maximizar sus beneficios minimizando los costes; técnicas con las
que utilizar menos tinta y electricidad, imprimir con mayor rapidez, etc.
En este momento aparece la figura del suscriptor, procedimiento para ahorrar en la
compra habitual del periódico. A la publicación se le asegura la compra y al lector le
supone un ahorro considerable. Los grandes periódicos incorporan suscriptores dado
que funciona muy bien. La otra gran figura surge a mediados del siglo XIX:
la publicidad. Los comerciantes pagan una cantidad determinada para promocionar
su negocio. Hoy no se entendería ningún medios de comunicación sin publicidad.
Nos encontramos en un tipo de sociedad en la que sólo una pequeña minoría no
participa en el poder político. Todas las sociedades industrializadas acceden al
sistema de alfabetización obligatorio. La sociedad de masas, por tanto, tiene que ver
con procesos como la expansión del capitalismo, la extensión de la industrialización, el
crecimiento demográfico, urbanístico, el creciente igualitarismo político, el
fortalecimiento del Estado como fórmula política y su consiguiente burocratización y,
finalmente, con el crecimiento y la expansión de los medios de comunicación de
masas.
4.2.- Desconfianza a los avances del siglo XIX
La sociedad de masas hace referencia a la sociedad contemporánea, producto de la
revolución industrial, que implica urbanización, proletarización, tecnificación, etc. Si
existe sociedad de masas, existe la cultura de masas. El concepto central es el
de masa. Existen diferentes posturas según ciertos autores, por lo que no existe un
consenso en la definición de masa y sociedad de masas:
Durante la segunda mitad del s. XIX y principios del s. XX se planteó la existencia de
la sociedad de masas como algo dañino para la humanidad. Anteriormente, las
personas vivían en un contexto rural parejo a la inmediata realidad, en el que lo más
importante era la convivencia. La revolución industrial crea una nueva sociedad que
tiende al individualismo social.
A raíz de ello surge la sociología, en la que la mayoría de los autores tienen la idea de
que las sociedades modernas tienden al empobrecimiento de las relaciones
interpersonales! August Comte. El igualitarismo conlleva el aumento del censo,
formando parte de la burocratización de la sociedad. Ésta se encuentra asociada a
muchas cuestiones, la deshumanización es la más importante de ellas.
Es aquí donde aparece la crítica a la sociedad de masas. Para algunos autores, la
“masa” es el binomio proletarización + alfabetización. Las personas que padecen el
proceso tienen cierto desprecio por la alta cultura (crítica aristocrática).
4.2.1.- La reacción elitista
La sociedad industrial produce la masa, una serie de personas desarraigadas de su
cultura tradicional que tienen una visión muy pesimista del contexto social. Una serie
de autores se da cuenta de que la aristocracia cultural pierde influencia en la
población, tarea que es asumida ahora por los medios de comunicación de masas.
La aristocracia critica fuertemente a las masas, que le han quitado su papel decisivo
en la sociedad. Así tenemos a Le Bon, Ortega y Gasset...Autores que observan que la
sociedad de masas es:
 tendencia a la globalización
 desaparición de las estructuras anteriores (la jerarquía se encuentra en peligro)
 derecho al voto universal
 consecución de éxitos con poco trabajo
 extrema atomización e individualismo.
Pero esta crítica a la sociedad de masas es contrapuesta durante el siglo XX por
nuevos planteamientos, que dejan de ser elitistas y se convierten en radicales. Se
centran en los aspectos positivos de la sociedad de masas.
4.2.2.- El criticismo radical
En este contexto encontramos a ciertos autores izquierdistas como Lederer y Arendt,
que critican a esta sociedad por considerarla un instrumento de las élites para, a
través de la propaganda en los medios de comunicación, convencer a las masas de
sus ideas.
Ahora el principal enemigo es el totalitarismo. Las élites utilizaban los medios de
comunicación para convencer a las masas de sus ideas fascistas. Tanto la crítica
anterior como ésta comparten la existencia de las masas y de la propia sociedad de
masas.
4.3.- La crítica de la crítica
Daniel Bell, Kurnhauser, Shils y Branson afirman que los estudios anteriores (teorías
sobre la sociedad de masas) no son correctos y alegan que responden a una ideología
y no a la realidad. Estas son las críticas de las críticas:
 El pensamiento aristocrático no pensó en la sociedad; únicamente la temían. No era una
observación científica, metodológicamente correcta. Construyeron una visión ideológica que
respondía al temor de perder los privilegios de los que gozaban.
 La crítica democrática también es muy ideológica. Aún siendo cierto que la sociedad de masas
tiene ciertos peligros (totalitarismo), los grandes fascismos todavía no contaban con una
estructura de medios de comunicación lo suficientemente desarrollada como para justificar su
crítica. Shils afirma que estos críticos construyeron una imagen idílica que no respondía a la
realidad.
Estos autores reflejan los aspectos positivos de la sociedad de masas y critican las
teorías anteriores minuciosamente. Para Bell, la sociedad de masas es la única que
permite un ámbito privado. Además, el lugar que cada individuo ocupa en la sociedad
no se asigna por nacimiento, sino por su esfuerzo! es posible ascender socialmente.
En ella se hace necesaria la pluralidad en todos los ámbitos sociales, de manera que a
pesar de sus peligros, también presenta aspectos positivos.
Durante los años sesenta, nos encontramos con la posibilidad de que ésta sea una
sociedad que no haya aportado ventajas a la sociedad previa. Umberto Eco elabora un
planteamiento en el que afirma que es necesario superar este debate histórico.
4.4.- Umberto Eco: “Cultura de masas y `niveles' de cultura”
Durante las últimas décadas, de sociedad de masas ha estado sometida a diferentes
críticas:
 Termina con la diversidad cultural.
 Determina sobre lo que se tiene que pensar (público heterogéneo).
 Dicotomía entre lo emocional y lo racional.
 Tiene poca historia.
 Lo mercantiliza todo.
 Impone símbolos y mitos.
Pero la sociedad de masas no es sólo objeto de críticas destructivas, sino también
constructivas:
 La sociedad de masas no es consecuencia del capitalismo, ya que también se da en sociedades
comunistas y fascistas.
 Es una sociedad más democrática, pues posibilita el accedo a la cultura y defiende el derecho a
la información.
 Ayuda a eliminar los nacionalismos (globalización).
 Se crean nuevos modos de expresión (mayor pluralismo).
En general, la cultura de masas tiene desventajas e inconvenientes. La actitud de una
persona de cultura debería ser centrarse en los aspectos positivos e intentar sacar
provecho de este tipo de sociedad, ya que es irreversible.
4.5.- Daniel Bell: “Modernidad y sociedad de masas. Variedad de experiencias
culturales”
Daniel Bell forma parte de un contexto teórico e intelectual importante: el contexto
norteamericano y europeo en los años sesenta, cuando discutió El fin de las
ideologías. Tras la 2ª Guerra Mundial se explicitaron muchas frustraciones acerca de
utopías y esperanzas anteriores, que no tenían una realización inmediata. Utopías
propias del fin del s. XIX y comienzos del XX: el liberalismo y el socialismo o
comunismo. Se manifestaron como ideologías fracasadas frente al reto que aspiraron;
la felicidad para todas las personas.
Es en la década de los sesenta cuando se da la discusión entre autores como Bell y
Aron de la defensa de que todas aquellas ideologías se habían extinguido. Entramos
en una nueva fase en la que se aspira a la felicidad humana, al bienestar social. Se
trata de una apuesta por renunciar a los radicalismos biológicos y conseguir la
preocupación de los Estados por generar riqueza. También es un contexto de
efervescencia política y económica.
Las ideas de Bell se reflejan en la postura de que la sociedad de masas ha sido muy
criticada, tanto por los aristócratas como por los radicales izquierdistas. Muchos de los
problemas de este tipo de sociedad se han solucionado debido al aumento del acceso
a la cultura de la gente.
Daniel Bell se muestra optimista en lo que se refiere a la sociedad de masas. El
contenido básico de su texto de 1962:
 Conceptualiza la sociedad de masas.
 Mayor acceso a la cultura.
 Debate ! Concepto de cultura.
 El mercado.
5.- La Sociedad de la Información
5.1.- Características de la sociedad de la información
La sociedad de la información es una nueva sociedad que surge hace unas décadas.
Como ocurría con la sociedad de masas, el término es muy problemático, dado que no
existe consenso alguno. Varios autores importantes utilizan este término, que se
contrapone al menos en algún sentido al de sociedad de masas. Pero, ¿es algo real o
una mera especulación?
El término “sociedad de masas” se establece a finales del s. XIX. Es desde principios
de siglo hasta el final de la 2ª Guerra Mundial cuando se desarrolla en un sentido
crítico: no se trata de que las masas suben al poder y se lo `quitan' a las élites, sino
que éstas utilizan a este tipo de sociedad para convencer a las masas de sus ideas
totalitarias.
Durante la 2ª Guerra Mundial, la sociología y algunas otras disciplinas se centran en
el estudio de los medios de comunicación de masas y la influencia que estos tienen en
la población ! Cualquiera de sus mensajes producía grandes cambios de opinión. Tras
la posguerra (años 50), la guerra fría empezó también a hacerse eco y se comprobó
que las grandes ideologías tendían a desaparecer.
En los años cincuenta, estudios empíricos comenzaron a cambiar el planteamiento.
En los años sesenta, las relaciones entre los dos grandes bloques se suavizan y la
economía mundial se mejora. Nos encontramos con defensas de la cultura
contemporánea y cada individuo opta por culturas apocalípticas o integradas. El
entendimiento de los medios de comunicación es una postura poco útil. ! Shells, Bell,
la propia discusión intelectual demuestra que existe un cierto cansancio acerca del uso
del término de sociedad de masas, que no acababa de explicar muy bien lo que
estaba sucediendo. ! Las críticas a la cultura de masas comenzaba a ser vista como
críticas de la élite.
 La izquierda dice que el término `masas' es peyorativo (personal no formado) y su uso está
políticamente hipotecado para designar a las manifestaciones.
 La derecha dice que eran el peligro revolucionario y, además, no garantizaban su existencia.
En la actualidad ya no se utiliza el término sociedad de masas, sino medios de
comunicación sociales, sociedad de la información, etc.
Desde los años sesenta ! revolución de la nueva tecnología. Cuando nos referimos a
éstas es todo aquello que nos convierte en lo más avanzado, que son las tecnologías
que tienen que ver con la informática. Los años sesenta no son su origen, sino su
expansión y utilización en masa. Ya no tienen que ver con lo meramente electrónico,
sino que posibilitan el manejo de grandes cantidades de información por muchas
personas. ! Desarrollo de los ordenadores personales, internet, etc.
Una serie de autores defienden estamos en el inicio de una nueva sociedad, que
algunos han llamado post-industrial, post-moderna, sociedad de la información… Pero
ya no sociedad de masas. Ahora la sociedad se organiza de una forma distinta.
Durante los años setenta vuelven a aparecer nuevas ideas, recogidas todas ellas en
un discurso que se denomina la sociedad de la información. Los autores que hablan
de esta nueva manera de afrontar las cosas dicen que se diferencia de la sociedad de
masas por las siguientes características: interconexión, economía de la información,
interactividad, informatizada.
5.1.1.- Interconectada
La sociedad de la información desarrolla canales, mecanismos para que las personas
estén conectadas entre sí individualmente con muchas personas. Esto ha sido posible
gracias a la siguiente evolución: telemática ! informática ! internet. Todos los individuos
pueden estar en contacto directo.
5.1.2.- Economía de la información
En el sentido de que la información es un elemento de la producción e intercambio de
bienes y servicios, la propia información se convierte en una fundamental mercancía,
pues pasa a ser el sector productivo más grande de todo el planeta. “Quien tiene la
información, tiene el poder”. La información establece quién puede hacer ciertas
cosas. Lo que hoy más se produce es la información para los medios de
comunicación.
5.1.3.- Interactiva
Se dice que ésta es una sociedad en la que todos pueden intervenir en la producción o
en el consumo de las cosas. Las sociedad ya no funciona con los mecanismos
clásicos, sino que el público puede intervenir en el proceso a cada paso: televisión
interactiva, internet.
5.1.4.- Informatizada
La interactividad, la interconectividad; son el fruto de la informática. La sociedad de la
información es la consecuencia de la difusión de la informática en los ámbitos sociales.
A lo sumo, la informática ocupa también hoy un lugar importante en la vida cotidiana:
cada vez estamos más relacionados con ella en el desarrollo de determinadas tareas
domésticas controladas por ordenador.
5.2.- Consecuencias
5.2.1.- Economía
Relacionado con los procesos de descentralización. La propia dinámica de la
incorporación de la información a la economía en el sentido de que es un mercado
fuerte. ! podría llevar a un nuevo sistema económico mundial que no sería el
capitalismo industrial. ! Nuevo sistema productivo que ya no es estrictamente
capitalista.
5.2.2.- Política
Estos mismos procesos nos llevarían a una sociedad mucho más democrática,
descentralizada, menos elitista; en la que los ciudadanos podrían actuar activamente
en la toma de decisiones.
5.2.3.- Cultura
La sociedad de la información se fundamentaría en la idea de que la informatización
de los procesos de producción habría llevado a una situación en la que sería menos
indispensable la ocupación de personas. ! Aumento del ocio. Se refuerza la necesidad
de producir y consumir, cultura que también es más accesible y barata.
5.3.- Deducciones
La sociedad de la información se trata de un discurso muy optimista. Uno de los
primeros autores que formularon la idea de la sociedad de la información estableció un
cuadro idílico de la sociedad futura: sería una sociedad en la que todos viviéramos en
ciudades, con muchos espacios para ocio, todas las tareas hechas por máquinas, los
niños podrían desarrollar su tarea por ordenador…
El problema es que la información como recurso y todas las tecnologías que puedan
implicarse en el proceso tienen un sentido bueno y otro malo. Este tipo de sociedad no
se correspondería con un proceso revolucionario; aunque en los años setenta, se le
llamó “revolución informativa”. Es discutible porque una revolución implica cambios
radicales en la estructura social: los cambios no fueron vertiginosos, sino más bien
progresivos. Hamelink dice que tanto antes como después de la revolución industrial
hubieron ganadores y perdedores, por lo que no se pudo entender como revolución, ya
que no implicó un cambio radical.
El hecho de que hablemos de interconexión, aun siendo cierto, ese contacto puede ser
aprovechado o no y por ello sus consecuencias también pueden ser negativas. Un
ejemplo de ello es un chat de internet.
En la sociedad de la información se observan algunas cuestiones que nos ayudan a
entender el propio concepto. Tendemos a pensar que cuanta más tecnología se dé,
más progreso habremos alcanzado. Sin embargo, este determinismo tecnológico es
cuestionable dado que para que una tecnología cambie la estructura social debe ser
vertiginosamente espectacular.
5.4.- Carencias de la sociedad de la información
Desde el punto de vista político, la sociedad de la información no ha alcanzado sus
objetivos iniciales. Su discurso dice que hoy la cultura es mucho más accesible; la
productividad industrial hace que los productos sean cada vez más baratos.
Puede defenderse siempre y cuando el análisis no sea muy exhaustivo. Aunque
muchos productos culturales se hayan abaratado, también es verdad que las nuevas
tecnologías no son más baratas.
En la actualidad, todos sienten la obligación de acceder a la cultura. Éste es más
barato para un producto concreto, pero en general es mucho más caro dada la
sobreabundancia cultural. ! acceso económico.
En cuanto al acceso intelectual, la propia productividad haría accesible a la cultura,
pero la compra no es suficiente; también es necesaria su divulgación.
La sociedad de la información es una etiqueta que responde a un discurso en el que
se manejan cuestiones políticas, económicas y culturales. Desde el punto de vista
industrial, es la sociedad más desarrollada. Todo ello no revierte en mayor tiempo de
ocio, por lo que tampoco en mayor formación cultural. Estamos en una sociedad que
es un paso más en el proceso de industrialización, que, a pesar de sus ventajas,
también tiene serias carencias.
5.4.1.- Descentralización
Tras la 2ª Guerra Mundial, el planeta se dividió en dos grandes bloques; dos culturas,
dos maneras de entender las cosas. EEUU con el capitalismo y URSS con el
comunismo. A partir de los 60 empieza a desarrollarse la idea de que las dos
ideologías habían desaparecido en sus términos más estrictos.
El discurso de la sociedad de la información tiende a entender que tanto el capitalismo
como el comunismo desaparecen a partir de los 70. Desde el punto de vista efectivo,
el deshielo del comunismo se produce en 1989, pero no ocurre de la noche a la
mañana. ! Ninguno de los analistas previó la caída de la URSS.
La desaparición de los dos grandes bloques supone la descentralización de la política,
economía y cultura. Aparecen centros de poder diferentes. Al mismo tiempo, se
diseminan los centros económicos. La producción cultural deja de ser comunista o
capitalista y se disemina en muchos centros culturales.
Aún siendo cierto que hoy se producen más cosas en el tercer mundo que en tiempos
anteriores a los setenta, cierto es también que los criterios que dominan la producción
son siempre los mismos. Aunque geográficamente se haya diseminado,
ideológicamente sólo existe una manera de producir.
5.4.2.- Globalización
La producción de cualquier mercancía y la toma de decisiones es hoy una cuestión
global y no de bloques concretos: el resultado global del proceso de descentralización.
Se ratifica también en las maneras de pensar, de sentir, etc. Hoy, producir un coche es
cuestión de muchos países. El Ford Mondeo ilustra esta idea, ya que es producido en
116 lugares diferentes, en 16 países, en tres continentes.
A pesar de que geográficamente la producción y los esquemas se hayan extendido, un
producto no tiene la misma acogida en una cultura que en otra.
5.4.3.- Identidad
Aunque la sociedad moderna tiende a la universalidad, la contrapartida es la identidad,
que se ha acentuado en las últimas décadas. Se trata de la reacción de las sociedades
frente a la globalización cultural. Se crean políticas de protección de lo propio contra
un exceso de permeabilidad de productos extranjeros. ! Protección del cine europeo
contra el americano. Por medio de la identidad, la globalización tiene que adaptarse a
las características propias de cada región.
5.4.4.- Postmodernidad
La sociedad postmoderna surge del análisis de la sociedad post-industrial en los años
60. Se identifica con un planteamiento crítico de la modernidad (movimiento que
pretendía instaurar mundialmente los valores de igualdad, solidaridad, etc.). Dice que
esos valores son una creación de occidente. No son más que los valores que la
burguesía intelectual intentó expandir a la fuerza a través del imperialismo.
La sociedad post-industrial se corresponde con una ideología más abierta de los
valores. Las culturas no occidentales son tan respetables como cualquier otra, por lo
que la modernidad es una aberración.
5.4.5.- Identidad
El relativismo dice que el contacto cultural y la pretensión de imponer la cultura
occidental es nocivo. Defiende a las culturas en su forma aislada ! identidad. En este
terreno surgiría el pensamiento débil (posmoderno), que se dirigiría a través de la
discusión de ciertos valores: igualdad, fraternidad, libertad… Débil en el sentido de que
consideraría los valores de una manera más abierta.
Tiende a valorar lo que cada cultura considera valorable, sin imposición de ciertas
culturas sobre otras. El pensamiento fuerte hace referencia al tipo de pensamiento de
la ilustración (Kant).
Por último, el pensamiento único es aquel que no es ilustrado, sino económico.
5.4.6.- Individualismo
La sociedad contemporánea da síntomas de individualismo. Existen buenos autores
que reflexionan entorno al tema. La cuestión de la familia ! Evolución que sigue en
occidente: cada vez más disgregada, menos numerosa y más laxa en sus vínculos.
Todo ello relacionado con la vida humana y más cosas. La sociedad intergeneracional
! la vida continúa tras la muerte. Esta idea ha decaído y ahora la muerte es
individualista.
6.- Las teorías normativas de los medios de comunicación de masas
Introducción
Desde que los medios de comunicación de masas existen, ha habido un pensamiento
específico acerca de ellos. Más allá de éste, siempre ha habido planteamientos
ideológicos que han supuesto una visión general de los medios de comunicación y de
su función en la sociedad.
Desde que existen los medios de comunicación, la ideología ha tomado posturas
respecto a su función social y derivado en una función de los Estados ! Teorías
normativas sobre los medios de comunicación. Son seis, aunque podrían darse
algunas más o menos, ya que no se han concretado en la historia. El manual de Denil
McQuail Introducción a la teoría de comunicación de masas refleja estas teorías en las
páginas 147 y siguientes.
6.1.- Teoría autoritaria
La podemos encontrar en monarquías absolutas anteriores a la revolución industrial.
Es la etapa final del feudalismo. Consiste en que el Estado es quien decide qué
medios de comunicación existen o no. Es un tipo de ideología fundamentada en la
censura previa. ! Si alguna opinión sobrepasa o elude la censura, se aplica un castigo.
!Autoridad del Estado.
En los siglos XVII y XVIII, el Estado crea sus propios medios de comunicación
(Gacetas oficial de París, de Londres, etc.) ! Punto de vista del gobierno. Los medios
no autorizados por el Estado se someten a la censura y sólo pueden ofrecer lo que
quiera el Estado.
6.2.- Teoría de la libertad de prensa
Propia de los Estados que experimentaron las revoluciones liberales de los siglos XVIII
y XIX. Pensadores e ilustrados. La función de los medios de comunicación es informar
de manera libre lo que sucede a través de la información o la opinión. Como cualquier
otro organismo social, los medios están sometidos y limitados en sus derechos por la
ley. ! Se crean, por ejemplo, los delitos de injurias y calumnias, que continúan
aplicándose al control de los medios de comunicación en la actualidad.
Los periódicos son libres de opinar e informar, pero están sometidos a las leyes en los
primeros momentos de la revolución burguesa.
6.3.- Teoría de la responsabilidad social / del servicio público
También es el fruto de las ideas liberales, que se aplican a los países que se van
industrializando, principalmente en Estados Unidos y en Europa. La teoría intenta
congeniar tres grandes exigencias de lo que es una Estado democrático:
 Exigencia de la libertad individual. ! Todos pueden opinar e informar sobre lo que tienen
conocimiento. Asimismo, todos tienen derecho a la intimidad.
 Exigencia de la libertad de los propios medios de comunicación, instancias independientes del
Estado. No han de ser sometidos a éste, pero sí puede regularlos (el dial en radio y las
concesiones de frecuencias de televisión).
 Obligación, responsabilidad de los medios de comunicación con respecto a la propia sociedad.
Las dos libertades anteriores deben ser coherentes con sus responsabilidades. ! Informar lo
mejor posible a la sociedad.
El ejercicio de su libertad ha de estar al servicio de la información del público. ! Con
ello surge la idea de servicio público para los medios de comunicación, tendencia a la
que se van acercando en la actualidad.
Los medios, por tanto, son básicamente informadores y educadores de la gente. Esta
teoría se traduce en dos dinámicas:
- Creación de instituciones públicas independientes del gobierno, que se dediquen al
control de los medios de comunicación. Éstas no deben ser gubernamentales
necesariamente, personas independientes al gobierno. ! Exigiéndoles que cumplan su
responsabilidad como servicio público: control de la publicidad, programas infantiles,
etc.
- Profesionalización de los medios de comunicación, cuyos trabajadores no pueden ser
personas no especializadas en el cumplimiento de sus responsabilidades. Han de
estar formadas por carrera académicas o por formación similar.
6.4.- Teoría soviética de los medios de comunicación
Se da en los regímenes soviéticos tras la revolución Rusa, en la que la URSS y su
entorno se constituyeron en Estados colectivizados económicamente y constituidos
por un único partido político. Su ideario sobre los medios se asemeja a la primera
teoría: el Estado vuelve a asumir la responsabilidad de crear y controlar todos los
medios de comunicación existentes en el país.
La responsabilidad que deben cumplir es transmitir a la sociedad los criterios del
partido. El control es mucho más férreo y eficaz que en el régimen absolutista.
6.5.- Teoría desarrollista
Se da en países en vías de desarrollo, que tras la 2ª Guerra Mundial, se constituyen
en Estados a partir de su emancipación de las grandes acrópolis; momento en el que
dejan de ser colonias de los imperios europeos.
En África y en Asia se inició un proceso fugaz que dura hasta la actualidad, pero fue
más fuerte en los años sesenta, cuando se independizaron muchas colonias de sus
metrópolis.
En Europa y en América, muchos Estados pasan de una situación de inestabilidad
política a una situación de desarrollo económico y progresiva democratización, como
es el caso de España. Todos estos estados tienen la visión de que los medios de
comunicación han de ayudar en las tareas de democratización y construcción
nacional.
Es importante la participación del público, al que deben de informar de los casos más
concretos; ayudar a que las tribus superen sus diferencias y se constituyan en una
sola sociedad. El comportamiento de los medios de comunicación debe ser
democrático e identitario. ! En general, tienden a primar los intereses comunitarios
sobre los individuales, en aras de desarrollo nacional. ! Entendemos la creciente
importancia de la información local o de barrio.
6.6.- Teoría democrático - participativa
Se da en sociedades occidentales son cada vez más democráticas y desarrolladas;
por lo que su postura de los medios de comunicación es coherente con ello. Se tiende
a considerar perjudicial el monopolio de los medios de comunicación privados porque
se entiende que han de ser lo mas plurales posibles y sus voces variadas.
Medios de comunicación públicos deben tender a la descentralización informativa,
administrativa. Tu pública debe estar en principales ciudades y debe informar a cada
una de las regiones. Información cercana. El valor supremo al que se ha de tener por
parte de los medios de comunicación es el interés del receptor y no el suyo, por lo que
los medios de comunicación de masas no pueden comportarse atendiendo a sus
intereses aunque sean empresas privadas (son un servicio publico). Han de acercar
toda información al público para que el público también tenga voz en ellos ! deben ser
accesibles a todos para difundir aquello que es de nuestro interés.
6.7.- Conclusión
Para finalizar, podemos decir que las diferentes teorías normativas son posturas que
se siguen dando, aunque tenemos desarrollos mixtos que dependen del contexto
concreto de cada país.
Un servicio público es el servicio que presta el estado a toda la ciudadanía. En
consecuencia, conlleva una serie de exigencias, ya sea de titularidad pública o
privada.

GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN


La Globalización y la Sociedad de la Información son términos que se
encuentran completamente entrelazados, y se considera que ésta última ha
sido el factor desencadenante de la globalización, o al menos, la causa de
su aceleración creciente, tal como lo apunta Altarejos (2003).Sin embargo,
abordaremos primero algunos aspectos generales de la globalización para
introducirnos en la denominada Sociedad del la Información o Sociedad del
Conocimiento.
La sociedad ha tenido grandes cambios y cada época ha estado marcada
por características particulares que ha regulado la interacción del individuo
con la sociedad. Es así como en la antigüedad los cambios naturales eran
los que regían las actividades humanas, luego aparece el concepto de
tiempo con la creación del reloj que modifica estructuras del quehacer
humano. Posteriormente con la aparición de la máquina se entra a una
sociedad industrial donde las actividades humanas están delimitadas a un
lugar y a un momento preciso. Esto hizo, que cambiará drásticamente el
modelo de trabajo, basado este en las horas de tiempo que los trabajadores
vendían realizando actividades físicas más que intelectuales. Finalmente
aparece la sociedad pos industrial concentrando el trabajo en fábricas,
oficinas y caracterizada por la gestión masificada. En dicha sociedad la
sincronización espacio-tiempo no es imprescindible para realizar actividades
laborales porque se dispone del trabajo “en red” y la remuneración va a
depender de la capacidad de hacer o introducir mejoras en productos o en
el proceso productivo. Estos cambios en la concepción del trabajo están
dados por la tecnología digital porque ahora es el Conocimiento el eje
principal, desplazando las anteriores formas de concebir al trabajo, al
capital y a la tierra.

Este preámbulo nos permite determinar que la globalización tiene su


orígenes en lo económico pero a su vez lo trasciende, y como señala Beck
(1998) es un proceso de segunda modernidad que implica la pérdida de
fronteras en las dimensiones de la economía, la información, la ecología, la
técnica, los conflictos transculturales y la sociedad civil. Sin embargo,
algunos autores (Altarejos, 2003) considerarán que el término globalización
tiende a ser ambiguo, porque por un lado, hace referencia o describe la
sociedad actual, y por otro, se refiere a la interconexión económica, social,
política, científica, cultural y pedagógica que existe a nivel mundial. A dicha
ambigüedad se suman las tendencias contradictorias; una que apunta hacia
el idealismo, que interpreta la globalización como el poder que ejercen una
minoría sobre la mayorías; y otra con un enfoque tecnocrático, que ve la
globalización como un momento de nuevas oportunidades para el
crecimiento económico.

Otro análisis realizado (Mittellman, 1996) señalan que es la fusión de


procesos transnacionales y estructuras domésticas que permiten que la
economía, la política, la cultura y la ideología de un país penetre en otro.
Por lo que la globalización es inducida por el mercado.

En tal sentido, definiríamos la globalización como “el proceso de acelerada


integración mundial de las economías a través de la producción, el
comercio, los flujos financieros, la difusión tecnológica, las redes de
información y las corrientes culturales” (Altarejos, 2003, p. 16).

En este mismo orden de ideas, se pueden destacar algunos rasgos que


caracterizan a la globalización y que impactan tanto las esferas económicas,
políticas, sociales y educativas. Un primer rasgo se refiere al cambio que ha
producido en la concepción espacio-tiempo de nuestras actividades como
consecuencia de haberse suprimido las barreras y los límites. Los espacios
físicos han sido un referente en nuestras vidas, en las relaciones
comerciales y en las interacciones sociales. Ahora el mundo se nos torna
inmediato, existen nuevas formas de relaciones y participación social que
trasciende los límites territoriales locales, y los ciclos económicos cambian
rápidamente; los ciclos de vida de los productos son más corto; los
procesos de fabricación son just-in-time y las empresas dejan de ser local y
se hacen transnacionales.
Evidentemente, las coordenadas espacio-tiempo están produciendo cambios
en nuestros hábitos de conducta, en la manera de hacer negocios y en la
manera de relacionarnos socialmente, factores que inciden en la forma de
educar. Otro rasgo es el progreso tecnológico como elemento clave de la
globalización. Los cambios tecnológicos se están produciendo a gran
velocidad repercutiendo en los modos de producción y consumo de cultura.

Estos planteamientos permiten concluir que la globalización presenta


riesgos y oportunidades. Que puede convertirse en una oportunidad para
aumentar la riqueza y mejorar la calidad de vida. Y que su mayor riesgo
está en una distribución de la riqueza mundial desequilibrada, caracterizada
por un crecimiento desigual que redundará en una mayor asimetría y
distanciamiento entre las naciones. Sin embargo, aún con los riesgos y
oportunidades que presenta, comparto la tesis de que hay que “encararla
porque incide directamente en nuestro entorno inmediato” (Altarejos, 2003,
p. 13).

Por tanto, se hace necesario replantear nuestro valores éticos y descubrir


que finalidad debemos tener como individuos y como sociedad en este
mundo actual; aprovechar las relaciones multiculturales que están
propiciando la red para fomentar la convivencia y la solidaridad; formar
para el trabajo colaborativo y reflexionar sobre la función que debe cumplir
la educación estos nuevos escenarios.

Abordados los aspectos generales de la globalización, destacaremos como


aparece la Sociedad del Conocimiento para dar paso a la Sociedad de la
Información que es la que está marcando su influencia en la actualidad.

Fue Peter Drucker quién en 1974 utiliza la noción de Sociedad del


Conocimiento cuando escribe su libro “La Sociedad post-capitalista”, aquí
señala la necesidad de general una teoría economía que coloque el
conocimiento como centro de la producción de riqueza, y afirma que en esta
sociedad la gestión empresarial cambiará las relaciones con los
trabajadores. Desde este enfoque, se define el conocimiento como los
elementos que cualquier mente humana puede comprender mientras la
información es su instrumento y está determinada por interese económicos.
En cuanto al término Sociedad de la Información fue utilizado en los años
1962 por Fritz Machlup a través de su libro “La producción y distribución del
conocimiento en los Estados Unidos”, planteando que el número de empleos
que se basa en la manipulación y manejo de la información es mayor a los
que están relacionados con algún tipo de esfuerzo físico. Luego en 1981 se
acuña el término por el sociólogo japonés Yonejí Masuda con la publicación
del libro “La Sociedad informatizada como Sociedad Post industrial (original
1981, traducción al español 1984).

Aunque fue el citado japonés, el primero en utilizar el término Sociedad de


la Información, señala Area (2005) que quienes definieron sus rasgos más
destacables fueron Burton (1992) y Castells (1997, 2000). Castells (2000)
plantea que la sociedad informacional se fundamenta “en la productividad
de la misma información, mediante el uso de tecnología de la comunicación
por ordenadores”. Mientras que Burton (1992), señala:

sintetiza este nuevo estadio social a través de características


de la transformación del conocimiento en un recurso crucial
y en fuente de innovación y acción política, la aparición de la
tecnología como una élite dominante, la consideración de que
la cultura de unos pocos no dependerá del trabajo de muchos,
el reemplazo de la ética protestante del trabajo por un énfasis
en el ocio y la cultura, el cambio en nuestros valores hacia la
individualidad y la autonomía, el cambio de la base económica
de la sociedad, apoyada en los servicios, no en la
manufactura (p. 29)

Hay otra posición donde se considera que fue en 1990 a través del Consejo
de Washington que la Sociedad de la Información toma lugar cuando se
establecen lineamientos de los “países desarrollados” para abordar los
problemas de los “países en vía de desarrollo” y el fracaso de sus
economías. Teniendo definida la Sociedad de la Información, podemos
destacar los aspectos que la caracterizan, siendo los siguientes:

 El conocimiento reside en la persona y no se puede comprar.


 El conocimiento abarca toda actividad humana generando dos clases
sociales; trabajadoras del conocimiento y trabajadoras tradicionales de
servicios.

 La innovación es el elemento clave y es lo que genera ganancias.

 La Sociedad de la Información está cambiando nuestra percepción de


espacio-tiempo porque nos encontramos en un mundo interconectado.

 El ser humano está impulsado a acelerar su aprendizaje para poder


conseguir e interpretar la información.

 Las estructuras sociales tenderán a cambiar como consecuencia de


los cambios generados en las actividades humanas.

Por consiguiente, el reto de la Sociedad de la Información es garantizar que


todos tengan acceso a la información para obtener respuestas que le
permitan resolver problemas específicos, garantizar el mantenimiento de
estructuras democráticas y participativas, porque lo contrario sería general
más desigualdades sociales y brechas digitales.

En la actualidad se utilizan los términos Sociedad de la Información y


Sociedad del Conocimiento, siendo relevante destacar que dichos términos
no deben utilizarse para referirse a un mismo aspecto porque denotan
características diferentes. La información se requiere para producir
conocimiento, pero esto no significa que toda la información que recibimos
o de la que nos encontramos actualmente bombardeados termine
produciéndolo, porque el conocimiento implica una información interiorizada
e integrada de manera adecuada en las estructuras cognitivas de un sujeto.
Por tanto, es algo personal e intransferible, no se puede transmitir
conocimiento, solo información, que podrá ser convertida en conocimiento
por el receptor, en función de factores como: los conocimientos previos que
el sujeto posea, la adecuación de la información que recibe y su
estructuración, entre otras cosas.

En otro orden de ideas, también han surgidos diferentes enfoques pero para
explicar el papel de la tecnología en la Sociedad de la Información, teniendo
por un lado el determinismo tecnológico, por otro, la corriente denominada
“Estudios sociales de la ciencia y la sociedad” (CTS) y los diferentes autores
que no pertenecen a ningunos de los mencionados. El determinismo
tecnológico plantea que el desarrollo tecnológico es el que define el cambio
social y por tanto, tiene una “influencia directa y significativa sobre la
sociedad y su procesos más que ningún otro factor” (Cabero, 2001, p. 29).
Sin embargo, hay dos líneas dentro del mismo enfoque que Cabero (2001)
señala como línea blanda y línea dura. La línea blanda asume que el cambio
tecnológico es el motor del cambio social, pero al mismo tiempo señala, que
responde también a las presiones sociales de manera discriminada;
mientras, la línea dura, considera el desarrollo tecnológico como fuerza
autónoma, siendo su poder causal atributo o propio de la misma tecnología.

En contraposición aparece la corriente CTS que tuvo su origen en la


comunidad académica derivada de la necesidad de responder a la
concepción que existía de la ciencia y la tecnología, y a los problemas
políticos y económicos que se derivaban del mismo. La corriente CTS
plantea que la innovación tecnológica se origina en un contexto social
específico, estando condicionado por el mismo, entonces, tecnología y
sociedad están interrelacionada o influenciada unas a otras. Aquí se postula
que las decisiones no deben estar en manos de expertos, con supuesta
neutralidad científica, sino que las decisiones tecnológicas tienen que ser
decisiones sociales, en virtud, que ellas implican repercusiones económicas,
políticas y sociales. Consideró la corriente CTS las más adecuada porque
parte de un enfoque humanista y social, y dependerá de cómo se desarrolle
la tecnología que sus efectos promuevan más desigualdades o igualdades
sociales. En tal sentido, es importante la participación de los diferentes
sectores sociales para darle un uso positivo a la tecnología. Ésta afirmación
la podemos sustentar con el planteamiento de Quintanilla (1989), nunca
“(...) había estado la sociedad en su conjunto tan articulada en torno a la
actividad tecnológica, y nunca la tecnología había tenido tan fuertes
repercusiones sobre la estructura social, y en especial sobre la estructura
cultural de una sociedad”. Lo que nos lleva a apuntar que las tecnologías no
son neutrales, sino que están condicionada por elementos ideológicos y
sociales que condicionan su uso.
La sociedad de la Información está impactando a la sociedad actual y
moldeando la sociedad del futuro. Sin embargo, tiene su contra parte,
porque aún cuando se suponía que la globalización iba a garantizar el
desarrollo de los países y la igualdad democrática, puede darse como lo
señala Ramonet (1997) que separa al mundo en dos grandes categorías:
“inforicos” e “infopobres”. Ésta separación incrementaría las diferencias por
el predominio de transferencia de de productos y no de la tecnología,
fomentando el consumismo, el control y el poder en el proceso.

Considerando, estas variables en Venezuela presentaremos los riesgos y


oportunidades que representa la Sociedad de la Información en nuestro
país. El índice de la Sociedad de la Información (ISI) que permite medir el
avance de un país con respecto a acceso a la información, capacidad de
adaptar tecnología de información y habilidad para su uso de forma útil y
apropiada (PNUD, 2002), ubico a Venezuela en el 2004 en la posición
número 45, lo que plantea retos en lo que respecta al desarrollo de la
Sociedad de la Información; su infraestructura de comunicaciones y su
parque de computadores (infoestructura) se muestra débil con respecto a
otros países, al igual que el área social (Peña, 2008).

Tenemos el índice de adelantos tecnológicos (IAT), que tiene el propósito de


reflejar en qué medida un país está creando y difundiendo la tecnología y
construyendo una base de conocimiento humano, y determinar en qué
medida participa el país en su conjunto en la creación y uso de la tecnología
(PNUD, 2001). Abarca cuatro dimensiones e indicadores que son: líderes,
líderes potenciales, seguidores dinámicos y marginados.

En el caso de Latinoamérica ningún país ocupa la categoría de “líderes”, y


Venezuela se encuentra dentro de la categoría de marginados, lo que indica
que no se aprovecha eficazmente la tecnología para tomar parte en las
innovaciones. El índice de ciudades globales, elaborado por Globalización
and World Cities Study Group and Network (Universidad de Loughborough,
Reino Unido) muestra la conformación de ciudades-red en el contexto de la
Sociedad de la información. Dicho índice ubica a Caracas en la
denominación Ciudades Globales gamma (CG menores).
El índice de acceso digital (IAD), adoptado por la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT) como indicador mundial para medir la capacidad
total que tienen los ciudadanos de un país para acceder y utilizar las TIC
(Peña, 2008). La IUT utiliza cuatro categorías de acceso digital: elevado,
medio alto, medio bajo y bajo. Venezuela ocupó el número 73, en la
categoría de “acceso medio bajo”.

Estos índices se corresponden a un modelo técnico-económico que reflejan


la brecha digital que existe entre países pobres y ricos, por lo que la
“Sociedad de la Información ha fortalecido la asimetría entre los países
líderes de la economía mundial y el resto de conglomerado de naciones”
(Peña, 2008, p. 78).

Aunque los datos son desalentadores reflejan una realidad que debemos
utilizar como punto de partida para poder producir transformaciones a
través de los planteamientos de retos claros y viables. Y para vislumbrar
esos posibles retos analizaremos algunos efectos de la Sociedad de la
Información.

La capacidad de innovación caracterizada por la investigación y desarrollo


es baja en América Latina. Sin embargo, como señala Peña (2008) la
Sociedad de la Información es una oportunidad para incrementar la
innovación y el potencial cognitivo de cualquier grupo social, debido a las
inmensas posibilidades de acceso y uso de la información. Se puede
aprovechar ésta oportunidad para desarrollar tecnología adaptadas a las
realidades locales.

La Sociedad de la Información también tiene sus implicaciones en el ámbito


educativo a través de las TIC. Las tecnologías nos brindan variedad de
recursos que bien utilizados pueden favorecer el aprendizaje, propiciar la
participación y mejorar la interacción docente-alumnos. Podemos
beneficiarnos de sus ventajas siempre y cuando la utilicemos como un
medio y no un fin. Las TIC permiten avances en los países, y como lo señala
la CEPAL (2000), los países en condición de consumidores/adaptadores de
TIC pueden avanzar rápidamente hacia el mundo del conocimiento y la
información, eximiéndonos de realizar las grandes inversiones que deben
realizar los países generadores/productores de TIC.
En cuanto al comercio electrónico debe mejorarse el acceso a las TIC para
poder competir en el mercado global e ir superando la desigualdad de
oportunidades que existe, aunque hay otras variables influyentes de ésta
desigualdad. La Sociedad de la Información está generando nuevas formas
de exclusión, como: la marginación tecnológica, el analfabetismo
tecnológico, la marginación intelectual y económica. Algunos autores
explican ésta exclusión como consecuencia de la aparición de nuevas clases
sociales. Pero también se puede propiciar la integración permitiendo el
acceso a la población de las TIC a través de políticas de Estado.

Otro efecto que se está produciendo es la hibridación cultural que puede


incidir de manera negativa en la identidad nacional por la apropiación de
interese culturales, sociales y políticos diferentes a su realidad. Sin
embargo, tiene su contra parte positiva que es la multiculturalita que
podemos aprovecharla para buscar la integración de los países. Aunque es
muy complejo participar de manera equitativa en este mundo globalizado y
en la actual Sociedad de la Información, mantengo la premisa que hay que
“encararla”, siendo uno de los medios la educación, de allí la importancia de
la formación del profesorado par ir dando respuesta a los nuevos retos que
se presentan.

Pensamiento único
El concepto de pensamiento único fue descrito por primera vez por el filósofo
alemán Arthur Schopenhauer en 1819 como aquel pensamiento que se sostiene a sí
mismo, constituyendo una unidad lógica independiente - por más amplio y complejo
que sea - sin tener que hacer referencia a otras componentes de un sistema de
pensamiento. En 1964 el filósofo freudomarxista y miembro de la corriente crítica
denominada escuela de Frankfurt, Herbert Marcuse describió un concepto similar que
él denominó pensamiento unidimensional, en el contexto la crítica de la ideología de la
sociedad tecnológica avanzada. Para Marcuse este tipo de pensamiento es el
resultante del «cierre del universo del discurso» impuesto por la clase política
dominante y los medios suministradores de información de masas:
«Su universo del discurso está poblado de hipótesis que se autovalidan y que,
repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o
dictados.»1

En el mismo sentido y con un significado similar al de Marcuse, pero volviendo al


adjetivo de original de «único», el concepto es reintroducido en la última década por el
periodista español Ignacio Ramonet, quien lo define partiendo de una idea
de izquierda anticapitalista:
«¿Qué es el pensamiento único? La traducción a términos ideológicos de pretensión
universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en especial las del
capital internacional.»2

Su uso se ha extendido posteriormente como fórmula retórica para descalificar las


ideas del oponente ideológico, con independencia de su orientación, sugiriendo que el
así tachado es «cerrado de espíritu», frente a la «apertura» de quien aplica el
calificativo.3

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