Sunteți pe pagina 1din 5

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JÓSE DE CALDAS

FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES


GESTIÓN DEL RIESGO EN EL CONTEXTO DEL CAMBIO GLOBAL-LOCAL

Juan Felipe Solórzano Gutiérrez


20171021011

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL COMO UNA ESTRATEGIA DE GESTIÓN DEL


RIESGO: LOS BOSQUES Y EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

Es claro que la percepción del mundo y de lo que sucede a nuestro alrededor es muy
diferente para cada persona, la manera en la que interpretamos cada situación y de qué
manera respondemos a los factores que intervienen en ella. Según Shiffman (1983) para
comprender el significado de percepción es relevante como cada uno de los sentidos capta
los estímulos del medio en forma de mensajes y los interpreta para darle sentido y valorar la
realidad. Actualmente el desarrollo y los avances tecnológicos han cegado de cierta manera
las consecuencias que podrían traer el no tener una planificación y criterios adecuados de
los aspectos sociales, ambientales y económicos que suceden en la sociedad.

El hablar de la educación ambiental como una estrategia de gestión del riesgo incorpora un
trasfondo de situaciones que deben ser analizadas con mucha cautela, ya que no se puede
generalizar ni mucho menos sesgar información y sucesos que cada región, país y
población puedan estar evidenciando. La percepción de riesgos y prácticas ambientales no
es percibida de igual manera para un campesino, un político, una persona que vive en la
ciudad, un policía, un bombero o un niño, entre otros. Es por esto que se hace necesario
enfocar esfuerzos para que las personas sin importar su nivel de educación u oficio puedan
comprender los riesgos a los cuales pueden estar expuestos y las amenazas diarias.

Desde la Organización de las Naciones Unidas se han trazado objetivos de construir una
cultura de seguridad y resiliencia mediante la educación para la reducción del riesgo de
desastres y la creación de entornos educativos y seguros con enfoque especial en países
como Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú.
América Latina es una región diversa que por su posición geográfica y más aun resaltando
a Colombia como un país susceptible a fenómenos de transformación, se encuentra
asociado a condiciones de vulnerabilidad por toda su historia entre el conflicto y el impacto
ambiental que se genera durante y después de terminar una lucha armada.

De acuerdo a lo anterior la integración de la gestión del riesgo en el sector educativo es


fundamental para incrementar la concientización de la magnitud y efectos de los desastres
que pueden ocurrir en la población. Con el fin de minimizar estos riesgos se debe incluir en
la sociedad una cultura de prevención que sirva como instrumento en la planificación y
satisfacción de las necesidades humanitarias (www.unesco.org).

Si bien es cierto Colombia ha sufrido los desastres de un conflicto interno que ha durado
más de 50 años y con el ultimo proceso de paz se ha tratado de resaltar la preocupación
frente a la protección de los recursos boscosos del país, sabiendo que muchas de las áreas
donde hacia presencia los grupos armados estaban “protegidas” sin temor a que fueran
tomadas como zonas de aprovechamiento excesivo o dispuestas como zonas de ganadería.
Una de las tantas preguntas que circundan entre ambientalistas, académicos y políticos es
¿qué rumbo tomar para que el fin del conflicto no se traduzca en la destrucción de su
riqueza natural?1 Uno de los planteamientos estipulados es el reto del ordenamiento
territorial, que ligado a las problemáticas ambientales y a la gestión del riesgo tienen
distintos puntos de influencia que han ocasionado conflictos sociales.

Ejemplo de lo anterior son las poblaciones asentadas en zonas de protección como paramos
y parques nacionales, quienes han hecho su vida desde hace muchos años y se resisten a ser
trasladados a otras partes. De igual forma, aquella población que se encuentra en zonas de
riesgo por inestabilidad o presentar en cualquier momento una inundación o movimiento
telúrico son de gran importancia para tomar decisiones que conlleven a salvaguardar la vida
de todos los habitantes. Desde la dirección del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible se propuso la creación del Proyecto Bosques para la Paz, una iniciativa de
conservación y reconciliación, en la que se puedan realizar proyectos productivos,

1
www.semana.com/sostenibilidad semana. Columna La Paz Ambiental por Esteban Montaño
proyectos de educación ambiental en busca del fortalecimiento social y económico y a su
vez manteniendo la conservación de los bosques. Es importante mencionar que la
participación de la comunidad es un eje central en el desarrollo de estos propósitos, más
aun cuando son las poblaciones locales las que estarían en cabeza de la recuperación de
estos ecosistemas.

No solo las personas llegan a ser vulnerables a los efectos surgidos por los cambios
repentinos del clima haciendo referencia al cambio climático, sino también los ecosistemas
y las especies que habitan en ellos. Desde un planteamiento holístico el cual fue introducido
por Wilches Chaux (1993) sobre vulnerabilidad global, propone dividirla en
“vulnerabilidades” advirtiendo que cada una constituye un enfoque especial para analizar el
fenómeno global, que para el caso particular de los bosques y el riesgo generado con la
terminación del conflicto armado, se hablaría de una vulnerabilidad ecológica: la cual
aumenta cuando las actividades antrópicas se realizan mediante la explotación inadecuada
y destrucción de los recursos naturales (García 2003).

¿De qué manera el papel de la educación ambiental puede influir en la disminución de


riesgos en un escenario como el postconflicto y el acuerdo de paz?
En primera instancia se debe saber con qué se cuenta y en qué estado se encuentra, ya que
lo que no se conoce no hay manera de gestionarlo y para ejemplo, en el 2015 las Naciones
Unidas de la mano de Ingeominas, el Ideam y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi,
identificaron por medio de un mapa 125 municipios prioritarios para ser desarrollados los
programas del postconflicto. Sitios que fueron priorizados por el reto frente a la protección
ambiental y que finalmente no fueron tenidos en cuenta, no obstante se ha tenido la
preocupación por el modelo extractivista que abre las puertas a inversiones internacionales
como nacionales trayendo consigo conflictos socio-ambientales.

Los acontecimientos anteriormente mencionados responden a la estructura de un modelo de


causa y efecto explicado a través del modelo de presión y liberación (Blaikie 1996) en el
cual se pueden diferenciar unas causas de fondo, presiones dinámicas y condiciones
inseguras que dan paso a las amenazas confluyendo en la aparición de desastres.
Las oportunidades y dignificación que puedan tener las personas que participan en el
conflicto armado es una puerta que se abre como cambio social ante un medio de
subsistencia que puede contribuir a la disminución de riesgos, convirtiéndolos en
oportunidades de mejora y calidad de vida. Programas como guardaparques o bosques de
paz, buscan integrar a los exguerrilleros para que por medio de su conocimiento sobre el
territorio puedan contribuir en el desarrollo y apertura de nuevos destinos turísticos en el
país.

Desde una perspectiva de riesgo y asociada a la problemática generada por la preocupación


de los recursos boscosos después del postconflicto, se toma como un “desastre” las
acciones que vienen después de que los grupos armados salen del territorio ocupado,
dejando vulnerable los diversos ecosistemas y zonas estratégicas a nivel ecológico. Para
Blaikie (1996) un “…desastre ocurre cuando un considerable número de personas
experimenta una catástrofe y sufre daño serio y/o perturbación de su sistema de
subsistencia, de tal manera que la recuperación es improbable sin ayuda externa”.

La mayor presión se puede analizar desde dos puntos, uno desde la presión ejercida en la
población y otra desde la presión ejercida a los bosques, donde las causas de fondo recaen
BIBLIOGRAFIA

 Blaikie, P. M. (1996). Vulnerabilidad: el entorno social, político y económico de los


desastres. Soluciones Prácticas.
 García, L. C. 2003. Modelo basado en lógica difusa para la construcción de
indicadores de vulnerabilidad urbana frente a fenómenos naturales. Universidad
Nacional de Colombia.
 Schiffman, H., (1983), La percepción sensorial, México DF, México: Limusa.
 www.unesco.org

S-ar putea să vă placă și