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El katarismo

El katarismo [...] se apoyaba plenamente en la organización "sindical" generalizada


desde 1953, lo que le daba una convocatoria mayor que la de otras iniciativas de la
época. Pero la gran innovación fue que los kataristas irrumpieron con una nueva
ideología étnica, expresada no sólo en su nombre [...] sino también su bandera propia
_la wiphala_, en la revalorización de las autoridades tradicionales, en sus programas de
radio en aimara y en otros muchos detalles. La emergencia katarista no podría
entenderse sin los cambios estructurales iniciados con la reforma agraria de 1953, pero
su estilo mostraba un rechazo rotundo a los intentos uniformadores de aquel proyecto.
Lo expresaban frases bastante escuchadas como "Ya no somos los campesinos del 52"
[...].

Silvia Rivera concluye que el katarismo es la recuperación de la "memoria larga", que


se remonta a las luchas contra el despojo e incluso hasta la Colonia y que había quedado
opacada por la "memoria corta" de la reforma agraria y de la lucha sindical campesina.

El Katarismo como movimiento político militar tiene sus

fuentes principales en Chayanta, Potosí, en la provincia

Aroma y en Tangasuca en el Cuzco. En Potosí, con Tomás

o Dámaso Katari; en Ayo Ayo, provincia Aroma de La Paz,

con Julián Apaza Nina y en el Cuzco con José Gabriel

Condorcanqui, respectivamente en el transcurso de 1780

a 1783. Estas luchas se proyectan hasta nuestros días.

Esos movimientos políticos militares si bien tenían el control

social geográfico, carecían del poder de la tecnología militar

moderna y sobre todo del poder económico y, por supuesto,

no tenían un verdadero apoyo internacional.

El Katarismo e Indianismo resurge con Pablo Zarate Willca

en 1799. Para ese entonces ya se tiene idea y se habla

claramente sobre un Estado Nación Aymara, pero en alianza

con parte del Ejército Boliviano. Las fuerzas sociales de


Zárate Villca en unidad con el militar José Manuel Pando y

su Estado Mayor, vencen a las tropas de Alonso. Sin

embargo, es el mismo ejército de Pando el que después

destruye a las fuerzas militares del caudillo de Zarate

Willca, tomándolo preso y ejecutándolo.

Y no es tampoco una mentira que el proceso revolucionario

del 9 de abril de 1952 tuvo como protagonistas

principales a los movimientos indígenas Kataristas

Indianistas, los que formaron un poder político-militar

paralelo al poder militar tradicional, llegando incluso a

derrotar a las Fuerzas Armadas y a la clausura del Colegio

Militar en Bolivia. No se puede afirmar que la clase media y

los mineros fueron las fuerzas preponderantes para el éxito

de la revolución del 52, sino que lo fueron las fuerzas y

organizaciones campesinas como Kataristas Indianistas

organizadas en milicias armadas campesinas, organizadas

como vanguardia y defensa de la revolución de 1952.

En ese entonces el Movimiento Nacionalista Revolucionario,

MNR, usó y abusó del poder de las milicias

campesinas; las manipuló e instrumentalizó solamente con

fines de defensa del partido único de entonces. Después

del ocaso del MNR y luego de una larga fase de dictaduras,

nuevamente el campesinado del altiplano y valles fueron

utilizados a través del Pacto Militar Campesino con el

general Barrientos y los sucesivos gobiernos militares.


El indianismo nació con

tendencia a la reconstrucción del Tawantinsuyo y del

Qollasuyo y al reconocimiento de los signos y de los

símbolos, los valores ancestrales. La influencia del

katarismo primero y luego del indianismo tuvo como uno

de sus logros más importantes la refundación del

movimiento sindical campesino en Bolivia, a través de la

Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos

de Bolivia, CSUTCB, con dos brazos activos: en lo político

el Movimiento Revolucionario Tupak Katari, MRTK, y en lo

económico la Coorporación Agropecuaria Campesina,

CORACA, organizada a nivel nacional.

Clemente Ramos

Fundador del Movimiento Revolucionario

Tupak Katari, MRTK y de la Confederación

Sindical Única de Trabajadores

Campesinos de Bolivia, CSUTCB, junto a

Jenaro Flores impulsor de la lucha contra

el pacto militar campesino.

Quiero tratar también el tema del Movimiento Universitario

Julián Apaza, MUJA, fundado por indios indígenas que

entraron a la Universidad Mayor de San Andres, UMSA. En

su primera primera etapa, 1970, estuvieron por ejemplo

Constantino Lima y varios otros. Hicieron una gran labor.

Luego, en 1978, otro grupo de gente, otra camada de


indígenas, aymaras, quechuas, refundaron en la UMSA el

MUJA. Fue el MUJA el que en la década de los 70 impulsó al

Movimiento Indio Tupak Katari, MITKA. Es realmente fabuloso

recordar a esa gente aymara.

Después del MUJA también tuvo su accionar el Taller de

Historia Oral Andina, THOA, que hizo una gran producción,

apoyaron la reconstitución de los ayllus y markas, etc. El

MUJA fue semillero de dirigentes. Por ejemplo, el año 1975,

1976, Javier Condoreno tomó la Federación Departamental

de Trabajadores Campesinos de La Paz Tupac Katari,

FDTCLA-TK.

Del MUJA también nació el Partido Indio, P.I., entre 1978

y 1979. Sebastián Mamani, Germán Choquehuanca, Ramón

Conde y otros jilatas nuestros fueron quienes trabajaron

en su constitución. Sus inicios fueron en una época difícil,

en la Universidad en La Paz, la UMSA. Lograron participar

en los comicios para la Federación Universitaria Local, FUL.

Además, los Kataristas tambien hemos sido habilidosos

para crear conciencia y para avanzar en este proceso.

Hemos incursionado en las radios; hemos incursionado

entre los estudiantes; hemos incursionado creando

instituciones como el MINKA, Centro Campesino Tupac

Katari, que han jugado un hito importante en este proceso

de 1970 a 1980. En esos momentos los Kataristas

dominábamos la estrategia de la organización campesina


que era llamada Confederación Nacional Tupac Katari. Eso

no les ha gustado a los famosos izquierdistas, no les ha

gustado a los famosos gobernantes de ese entonces: las

dictaduras militares colaboradas por el MNR, la Falange,

ustedes saben todo eso, cuando ellos se unen para quitar

este nombre y nos obligan a crear lo que hoy se llama

Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos

Bolivianos, CSUTCB.

Los Kataristas habíamos planteado reconstruir un nuevo

modelo, basado en nuestras raíces para descolonizarnos,

tomando para ello las categorías del Ayllu comunitario,

tomando nuestras raíces históricas; por eso nos llamamos

Kataristas, los Kataris. Al estructurar nuestras

organizaciones tomamos las raíces de nuestros abuelos el famoso thaki de


organización que es esencial pues en

el thaki no hay reelección sino turnos, sucesión de cargo

al que tienen derecho y obligación todos los habitantes

de una comunidad.

También nosotros en lo sindical hemos tenido errores.

Por ejemplo la famosa Corporación Agropecuaria

Campesina, CORACA. Hemos obtenido CORACA porque nosotros pensábamos que a


partir de este instrumento

económico podíamos realmente generar, demostrar, una

gestión real de eficiencia. Sin embargo, quienes

administraron CORACA la han llevado entonces a la

bancarrota.
Walter Reynaga Vásquez

Intelectual katarista. Fue miembro del

Movimiento Katarista de Liberación, MRTKL

y asesor de la Confederación Sindical

Única de Trabajadores Campesinos de

Bolivia, CSUTCB. Fue también asesor

técnico de la Federación de Ayllus

Originarios Indígenas del Norte de Potosí,

FAOI-NP y asesor de la bancada indígena

en el Parlamento. Actualmente desarrolla

trabajos teóricos sobre la naturaleza de

las reivindicaciones indígenas en Bolivia.

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