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Categorías en la gramática tradicional[editar]

En gramática tradicional la clasificación según categorías es de tipo semántico y no funcional.


El concepto tal como se introdujo la gramática tradicional se considera superado y ha sido
sustituido por un análisis más moderno, no obstante su uso sigue siendo común en la
gramática escolar.
Las categorías que reconoce y la clasificación que propone la gramática tradicional
son morfológicas y no deben confundirse con la función sintáctica que desempeña la palabra o
grupo de palabras (locuciones).
En el mundo de habla española, la gramática tradicional distingue nueve partes de la oración:

1.Sustantivo (o nombre)
Los sustantivos son palabras con las que se designan y clasifican los seres y las entidades de
la realidad, pensándolos como conceptos independientes. Según su significado, los
sustantivos se clasifican en:

Nombres comunes y nombres propios[editar]


Los nombres comunes permiten nombrar a las personas, animales o cosas de la misma clase
o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos
que denominan por sus características, sin expresar rasgos distintivos. Por eso, se consideran
sustantivos genéricos.
Los nombres propios identifican e individualizan a un ser para diferenciarlo de otros de una
misma clase. Dentro de los nombres propios se encuentran los antropónimos, que son los
nombres y los apodos de las personas, como por ejemplo Ramón, Carmen y Lola, y
los topónimos, que son los nombres de lugares geográficos, como por
ejemplo Aguadulce y Almería. Tienen referencia única y carecen de significado lingüístico.
En idioma español, los nombres propios se escriben con letra inicial mayúscula.

Nombres concretos y nombres abstractos[editar]


Los nombres concretos designan seres que se perciben por los sentidos, pero no quiere decir
que existan en la realidad, como sucede por ejemplo con las hadas o los unicornios, que son
seres imaginarios representados mediante imágenes.
Los nombres abstractos designan conceptos que se puede percibir solamente por la mente y
no por los sentidos, en forma de ideas, como ocurre por ejemplo con el miedo y la belleza.
En idioma español, estas palabras generalmente no tienen plural, y cuando pluralizan suelen
estar recategorizados como sustantivos concretos: por ejemplo "Tienes que superar tus
miedos" (las situaciones que te provocan miedo).

 Abstractos de fenómeno: Están relacionados con sustantivos que designan acciones,


estados o sus efectos, por ejemplo lectura, caminata, causa.
 Abstractos de cualidad: Están relacionados con adjetivos y designan cualidades o
propiedades de los objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
 Abstractos de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de
forma imprecisa, por ejemplo cantidad, montón.
Nombres contables y nombres incontables[editar]
Los sustantivos contables señalan entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres
rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales sin
alterarse semánticamente.
Los sustantivos no contables señalan realidades que no se pueden contar salvo al referirse a
clases o variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura. Los sustantivos
incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en singular sin modificar su
significado. Sólo admiten numerales cardinales o cuantificadores plurales cuando indican una
clase o modalidad. Por ejemplo: "Tres vasos de leche", "Muchos vasos de leche", "Mucha
leche", "Los humos emitidos por los ácidos suelen ser nocivos", "Mucho aire". Ellos se
clasifican por mitades de acuerdo con el pronombre personal.

Nombres individuales y nombres colectivos[editar]


Los nombres individuales designan en singular un ser contable de un conjunto de seres, como
por ejemplo perro y cerdo. Designan a un único ser, pero en idiomas con plural gramatical
admiten el morfema del plural para designar a más de uno.
Los nombres colectivos designan en singular un conjunto de seres contables que presentan
una semejanza, como por ejemplo jauría y piara. Tienen inherente la idea de pluralidad sin
necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el sentido de uno más uno, sino en cuanto a
conjunto colectivo formado por varias unidades de la misma cosa designada.

Flexión del sustantivo[editar]


En las lenguas sintéticas, el sustantivo puede adoptar diversas formas morfológicas
dependiendo de una serie de categorías gramaticales. Entre las más comunes están:

 El número gramatical es bastante común la distinción entre el número singular y el plural,


aunque también hay lenguas sintéticas sin número, como el idioma japonés. Menos
corriente es el número dual, y aún menos otros, como el trial y el paucal.
 El caso gramatical.
 El género gramatical, que normalmente flexiona entre masculino y femenino para
personas y animales.
En las lenguas analíticas, como el chino mandarín o el idioma vietnamita, por definición ni el
nombre ni otras partes de la oración flexionan.

Género[editar]
El género es una propiedad gramatical que permite agrupar los sustantivos
en masculinos y femeninos.
En el caso de los animales y las personas, el género del sustantivo diferencia el sexo
(macho o hembra, hombre o mujer). En la mayoría de los casos el sustantivo no diferencia
esta característica, como ocurre por ejemplo en calculadora, que el artículo que le
acompañaría, la, ni la terminación en -a, no justifica que sea femenino, o por ejemplo
en poeta, el artículo que le acompañaría, el, no justifica que sea masculino.
En los casos donde el sustantivo se refiere a un ser que tenga sexo, hay diferentes
procedimientos que marcan la diferencia entre lo masculino de lo femenino.

 Morfemas flexivos: Los morfemas flexivos para el género masculino son -o, -e o ninguno,
y para el género femenino -a.
 Sufijos especiales: Los sufijos especiales se utilizan solamente para el género femenino,
como ocurre con -esa, -isa, -ina y -triz.
 Palabras diferentes: Existen sustantivos que se utilizan para cada tipo de género, que se
denominan heterónimos, como sucede en madre y padre.
 Concordancia con determinantes y adjetivos: Existen sustantivos que no varían de
forma para distinguir entre hombre y mujer, por lo que para diferenciarlos se utilizan
determinantes y adjetivos. Estos sustantivos se denominan nombres de género común,
y un ejemplo sería el futbolista y la futbolista.
Clasificación por género[editar]
Aproximadamente un 20 % de las lenguas del mundo tiene distinción de género en el
sustantivo, lo cual significa que los sustantivos en clases nominales o géneros (que pueden
ser clases formales o clases semánticamente motivadas). En las lenguas
indoeuropeas existen generalmente dos o tres géneros gramaticales estrictos (masculino,
femenino y a veces también neutro), en las lenguas semíticas lo común es distinguir entre dos
géneros (masculino/femenino). Paralelamente algunas lenguas como el inglés además de
género, reflejado sólo en la substitución pronominal, los sustantivos pueden clasificarse en
contables e incontables. Otras lenguas distinguen un gran número de géneros o clases
nominales como las lenguas bantúes, y en el otro extremo el chino o las lenguas
urálicas y altaicas no distinguen género.
Género y sexo[editar]
Es importante recordar la diferencia que existe entre el género gramatical y el sexo (género
semántico): el género es un rasgo gramatical de la palabra y el sexo (género semántico) es un
rasgo biológico de los seres vivos a los que hace referencia algunos sustantivos. Normalmente
el género gramatical concuerda con el género semántico cuando se habla de los seres vivos,
pero no cuando se trata de objetos inanimados o abstractos. Ejemplo: soltero es un sustantivo
de género gramatical masculino, que además, hace referencia a un ser vivo de sexo
masculino (género semántico masculino); luz es un sustantivo de género gramatical femenino,
el cual por ser inanimado (sucede lo mismo con los seres, objetos y conceptos abstractos)
carece de sexo (género semántico nulo).
Puede darse el caso de que no haya correspondencia entre ambos tipos de género, como en
las palabras del idioma alemán Mädchen ("muchacha") y Fräulein ("señorita"), que son de
género neutro.
Género del nombre en castellano[editar]
Según el género, en español, los sustantivos se clasifican en:

1. Sustantivos masculinos: El género masculino de un nombre frecuentemente lleva el


morfema de género –o al final de la forma de singular (libro, niño, sombrero), aunque
existen algunas excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas
como la foto(grafía), la mano, la moto(cicleta). También existen nombres masculinos
acabados en consonante alveolar (árbol, ataúd, alias, armazón, ...). La mejor prueba
para determinar el género de cualquier sustantivo es comprobar si la palabra requiere
un artículo masculino (el, un, etc.). Por lo demás, los días de la semana, los meses del
año, los puntos cardinales y los números son masculinos.
2. Sustantivos femeninos: El género femenino de un sustantivo se determina
añadiendo el morfema de género –a (niña, vaca, mesa, ventana, ...). Anteponiendo
un artículo femenino (la, una, etc.) a una palabra y viendo si es gramaticalmente
aceptable la expresión se conoce el género. Las letras del alfabeto son femeninas.
Existen unas pocas palabras acabadas en -a que son masculinas el día, el mapa, el
clima, el cometa, el planeta. Y las palabras en -ista pueden ser masculinas o
femeninas según el contexto.
3. Sustantivos ambiguos: Son los nombres referidos a cosas que se usan, sin cambiar
de significado, tanto en femenino como en masculino: "el" mar (culto), "la" mar
(coloquial); arte "moderno", artes "plásticas"; "el" vodka, "la" vodka; "el" calor, "la"
calor. No deben confundirse con los sustantivos para personas que cambian según el
género de estas, como el/la artista, que son llamados sustantivos comunes en
cuanto al género.
Cuando el género gramatical del sustantivo sirve para diferenciar el sexo (género semántico)
se manifiesta:

1. Con la terminación -o, -e o consonante para el masculino y -a, -esa, -ina, -isa, -triz
para el femenino
2. Heterónimo: Cuando no admiten una flexión de género usual a pesar de que por el
referente debería admitir flexión de género. Esto sucede frecuentemente en los
nombres de numerosos animales domésticos: caballo - yegua, toro - vaca.
3. Cuando se cambia el género gramatical del determinante y se mantiene el del
sustantivo. Ejemplo: el joven/la joven. Estos sustantivos son denominados comunes
en cuanto al género gramatical.
4. Epiceno: A algunos sustantivos que se refieren a animales pero que mantienen la
misma forma para el masculino y el femenino, se les añaden términos como "macho"
o "hembra" para diferenciar el sexo (género semántico).Por ejemplo: pez macho o
delfín hembra
Cuando el género gramatical del sustantivo no sirve para diferenciar el sexo (género
semántico) se manifiesta:

1. Con las terminaciones -o para el masculino y la -a para el femenino, determinan


diferencia de tamaño, forma o diferenciación árbol-fruta. Ejemplo: huerto/huerta
(tamaño), jarra/jarro (forma), naranja/naranjo (fruta-árbol).
2. Homónimo: Cambiando el género gramatical del determinativo que lo acompaña,
varia el significado del sustantivo. Ejemplo: el capital/la capital.
Número[editar]
El número es una propiedad gramatical que informa del número de referentes; puede ser
singular, dual, trial, plural, etc.
Número del sustantivo en español[editar]
En español, para indicar el plural, los morfemas flexivos son -s y -es en masculino, y -as para
en femenino.

 Sustantivos singulares: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre es


único. En singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
 Sustantivos plurales: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre son
varios o más de uno.
Se usan las reglas siguientes:

 Cuando el sustantivo en singular termina en vocal átona o en -é, el plural se forma con -s.
 Cuando el sustantivo termina en vocal tónica distinta de -é, el plural se forma con -es y en
otros casos con -s. Debido a esta norma se explica que una misma palabra exista de dos
maneras distintas para el plural, como por ejemplo marroquís y marroquíes.
 Cuando el sustantivo termina en consonante distinta de -s, el plural se forma con -es.
 Cuando el sustantivo acaba en -s, si la palabra es aguda, el plural se forma con -es, y si la
palabra no es aguda, el plural, el morfema de número se distingue mediante concordancia
de determinantes y adjetivos, como ocurre con los días de la semana.
También hay sustantivos que no admiten esa distinción y pueden ser usados unos solamente
en singular y otros solamente en plural.

Otras formas de clasificación de los sustantivos[editar]


Según la complejidad morfológica o el origen de los sustantivos, los nombres se clasifican en:

1. Sustantivos primitivos: las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie
a una familia, funcionando como raíz de las palabras derivadas de ellos. Los
sustantivos primitivos sólo están formados por un lexema básico y optativamente por
morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
2. Sustantivos gentilicios: son los sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento
(país, región o estado) de personas, animales o cosas, como por
ejemplo, chileno, sueco, peruano, dominicano, etc.
3. Sustantivos patronímicos: son los sustantivos que se derivan de algún nombre
propio. Por ejemplo los apellidos de origen español se formaron originariamente a
partir del nombre de pila. Normalmente acaban en -ez. Se da el nombre de
patronímicos a todos los apellidos. Por ejemplo de Gonzalo – González, de Fernando
– Fernández, de Ramiro - Ramírez, de Pedro - Pérez.
4. Sustantivos hipocorísticos: son los sustantivos propios que hacen una abreviación o
modificación familiar del antropónimo. Por ejemplo, de Francisco, Pancho, de
José, Pepe, de Jesús, Chucho, de María Dolores, Lola.

2 Adjetivo

El adjetivo es aquella palabra que forma parte de la oración y que tiene por
función principal modificar al sustantivo y concuerda con este en número y
género.

Ejemplos de adjetivos

 Hombre alto
 Casa antigua
 Auto nuevo
 ¿Cuál es la función del adjetivo?
 Como se afirma en la definición, el adjetivo tiene por función principal
la de modificar al sustantivo. Y al mismo tiempo que lo modifica,
concuerda con este en número y género.

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1. Artículo

Los artículos son una categoría gramatical que se da a una clase de


palabras que tienen la función de determinar a un sustantivo al indicar si
se trata de una entidad conocida o no de antemano por el emisor. Por esta
característica, los artículos se clasifican dentro de los determinantes,
palabras que nos sirven para introducir a los nombres y señalar y delimitar
su significado; dentro de esta categoría también se encuentran los adjetivos
determinativLos artículos, al igual que los sustantivos, expresan las
categorías de género y número: un artículo puede ser femenino,
masculino o neutro; y en cuanto a su número, puede ser singular o
plural:

 Artículos femeninos: la, una (singulares); las, unas (plurales).


 Artículos masculinos: el, un (singulares); los, unos (plurales).
 Artículo neutro: lo.

En este sentido, debe haber concordancia entre el artículo y el sustantivo al


cual determina. Si el sustantivo es, por ejemplo masculino y singular, el
artículo también debe expresar dichas categorías. Por ejemplo:

 La muchacha está muy bonita. (El artículo la determina al


sustantivo muchacha; ambos son singulares y femeninos).
 Iré con el médico para una revisión. (El artículo el determina al
sustantivo médico; ambos son singulares y masculinos).
 Hay unas palabras que quisiera decir. (El artículo unas determina al
sustantivo palabras; ambos son plurales y femeninos

Ejemplos

1. El avión cruzó el cielo a una gran velocidad.


2. Estacionamos la camioneta a unos kilómetros de la reunión.
3. Los árboles que hay en este parque dan un clima muy fresco en la
4. Las puertas de la casa no estaban forzadas, lo cual desconcertaba
a lapolicía.

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2. Pronombre

Los pronombres son palabras que se usan para señalar o hacer referencia a
otros términos que ya han sido nombrados en la oración o ya comprendidos
por el hablante o el escucha. Proviene del latín pronōmen, que significa “en
lugar del nombre” o “por el nomLa función principal del pronombre es la
de sustituir al nombre o de hacer referencia a él. De esta forma, ayuda a no
repetir varias veces un sustantivo dentro del enunciado utilizando otros
términos tales como "él", "ese", "aquel".

 José vino esta mañana y se le veía preocupado. Había pasado toda la


noche en el trabajo poniéndose al día con semanas de tarea atrasadas.
Su madre le había llamado muchas veces pero él no contestó el
teléfono. Ese muchacho está en problemas.

Verbo
3. Un verbo es una palabra utilizada en oraciones que sirve para
expresar existencia, estado, acción o pasión del sujeto, además indica
tiempo y persona cuando se conjuga en los distintos tiempos
correspondientes a la acción (presente, pasado, futuro…).
4. Un ejemplo de un verbo en un enunciado para ejemplificar su
función:
5. Fernando corre por el parque.
6. En el ejemplo pasado se pueden notar tres puntos esenciales cortesía
del verbo:
7. 1) La acción que está realizando Fernando, es decir; correr.

Los tiempos verbales principales:


Presente: Indica que la acción se esta llevando a cabo al mismo tiempo que
se genera la oración, es decir; los verbos en presente se utilizan para
expresar aquello que esta sucediendo en el momento.
Pasado: Los verbos en pasado indican acciones que ya tuvieron lugar, es
decir, que ya han pasado. Por tanto los enunciados en pasado confieren la
seguridad de que la acción sí se llevo a cabo.

Verbos en presente
Los verbos en presente son todos aquellos que expresan una acción que esta
sucediendo en el momento actual. Se puede decir que un verbo en presente
señala una acción que sucede al mismo tiempo que se comunica.

Los verbos en presente tienen variaciones en sus formas, por ello se


clasifican en:

Común: Expresa lo que sucede en el instante mismo, por ejemplo: Viajo a


Cancún. Lo cual indica que en este instante me transporto hacía ese lugar.
Continuidad o habitual: Representan acciones que se realizan en la
actualidad aunque no necesariamente en ese instante preciso, por ejemplo:
Estudio economía, lo cual sugiere que estoy estudiando en una universidad
la carrera de economía pero no necesariamente estoy tomando clases al
momento de formular la oración.
Costumbre: Son aquellos que expresan una costumbre que se hace con
regularidad aunque no necesariamente en el momento. Ejemplo: Todos los
Jueves veo The Big Bang Theory, en la oración pasada se establece que por
costumbre veo ese programa los días Jueves.
Histórico: En esta forma el verbo remonta a una acción en presente pero
que ocurrió en el pasado. Ejemplo: Siendo aún un niño Mozart compone
como un profesional. Esta forma del verbo presente suele utilizarse en
biografías e invita a pensar en presente algo que ya ocurrió sin conjugar el
verbo en pasado sino tergiversando la oración para darle distinta
connotación.
De conato: Señala una acción que pudo haber sucedido pero no se
concreto. Ejemplo: Casi me caí cuando salté la ventana. Se puede notar que
el enunciado se divide en dos, la primera parte es en presente y representa
lo que casi sucedió, en la segunda parte se establece lo que pasó en
realidad.

Ejemplos de verbos en presente


[En pronombre yo] : | Camino | Leo | Corro | Veo | Pruebo | Obtengo |
Añoro | Incluyo | Bebo | Descanso | Estudio | Disfruto | Pago | Trabajo |
Fabrico | Limpio | Sacudo | Perdono | Quiero | Utilizo |

Verbo correr en presente conjugado

Pronombre Forma del verbo Oración de ejemplo

Yo Corro Yo corro hacía el banco.


Tú Corres Tú corres para llegar temprano
Él Corre Él corre por su perro.
Ella Corre Ella corre todas las mañanas.
Nosotros Corremos Nosotros corremos los Viernes
Ustedes Corren Ustedes corren muy bien.
Ellos Corren Ellos corren demasiado.

Verbos en pasado
Los verbos en pasado indican acciones que ya tuvieron lugar, es decir, que
ya han pasado. Por tanto los enunciados en pasado confieren la seguridad
de que la acción sí se llevo a cabo.

Un ejemplo de un verbo en un enunciado para ejemplificar su función:

El pasado mes de Junio me inscribí a la universidad en la carrera de


economía.
En el ejemplo pasado se pueden notar tres puntos esenciales cortesía del
verbo en pasado:
1) El tiempo de la acción, dónde se puede constatar que el hecho ocurrió en
el pasado: (el mes pasado).
2) El verbo que oficializa la acción en el pasado: (inscribí).
3) El sujeto del enunciado que hace referencia al pronombre “yo” (me
inscribí), por lo tanto se deduce que estoy hablando de mí mismo en una
situación pasada.
El tiempo pasado o también llamado pretérito forma parte de todos los
idiomas del mundo y su importancia radica en su función comunicativa.

8. Adverbio

El adverbio es un tipo de palabra invariable que tiene por función modificar


de distintas formas al verbo, a un adjetivo, o bien a otro adverbio.

Es un término que no varía porque un adverbio no posee género o número.


Por tanto se puede afirmar que los adverbios poseen dos características
básicas: son modificadores y son palabras invariables.

Clasificación de los adverbios

Existe una gran cantidad de adverbios y estos se clasifican teniendo en cuenta


la forma en la que estos modifican al término que acompañan.

La gramática de la lengua española señala que los adverbios se clasifican


teniendo en cuenta cuatro criterios.

1. Según su significado

Se tiene en cuenta el concepto que el adverbio expresa. Estos adverbios son:

 Adverbios de tiempo: ahora, ayer, antes de ayer, entonces, mañana,


hoy, pasado mañana, anoche, anteanoche, ya, todavía, siempre, aún,
jamás, nunca, temprano, tarde, antes, después, luego, pronto, cuando,
cuándo.
 Adverbios de lugar: allí, aquí, ahí, acá, allá, abajo, arriba, cerca, delante,
detrás, lejos,, debajo, encima, atrás, enfrente, alrededor, donde, dónde.
 Adverbios de modo: así, bien, mal, solo, peor, despacio, mejor, deprisa,
raído, como, cómo.
 Adverbios de cantidad o grado: muy, mucho, bastante, poco,
demasiado, más, menos, tan, tanto, cuanto, cuánto, casi, medio, apenas,
así de, harto.
 Adverbios de afirmación: sí, también, cierto, claro, exacto, obvio,
verdaderamente.
 Adverbios de duda: probablemente, quizá, acaso, tal vez, a lo mejor,
puede, puede ser.

 Adverbios de negación: no, nunca, tampoco, negativamente, jamás.

Ejemplos en un enunciado de adverbios clasificados según su significado:

 Debo irme ahora mismo para poder llegar a tiempo


 Todavía estás a tiempo de llegar a tu vuelo
 Lo peor del caso es que ella no sabía nada
 Hay mucha neblina y es mejor no manejar

 Nosotros tampoco hemos ido a ese restaurante


 Jamás me verás entrar a ese lugar

9. Interjección

La interjección es una clase de palabras de las lenguas naturales que no constituye


una parte de la oración. Equivalen a oraciones que expresan un sentimiento vivo
(¡ay!), una llamada enérgica (¡eh!) o describen elementalmente una acción
(¡zas!, zigzag) sin ser léxica y gramaticalmente organizadas. Son signos
pregramaticales que desempeñan las tres funciones elementales del lenguaje:
expresiva, conativa o representativa.
Desde un punto de vista gramatical las interjecciones se clasifican en propias e impropias.
Interjecciones propias[editar]
Las interjecciones propias, o propiamente dichas se emplean únicamente como
interjecciones y constituyen una sola palabra, comprendida entre signos de admiración o
de interrogación:

 ¡ah!: sirve para expresar asombro, comprensión de lo oído, sorpresa, placer.


 ¡arre!: para azuzar a un caballo, indicando que se desea avanzar, en el español
mexicano del Norte para afirmar, y también se usa en el español rioplatense para
representar algo irónico
«¡Arre, caballo!» (para azuzar un caballo) «Arre, dijiste eso y te pasó» (ironía) «Arre,
vamos a la plaza.»

 ¡ay!: sirve para expresar dolor. Es una interjección que puede ser seguida de una
expresión confirmatoria, por lo que cabe integrarla en una oración; pero como las
interjecciones forman una unidad en su entonación oral, se separa con una coma:
«¡Ay, cómo me duele!».
 Interjecciones impropias[editar]
 Las interjecciones impropias son formas creadas a partir de sustantivos o sintagmas
nominales (¡cielos!, ¡hombre!, ¡Virgen santa!), verbos (¡arrea! ¡venga!), adverbios
(¡adelante! ¡fuera!) o adjetivos (¡bravo!), de forma que no son interjecciones
idiomáticamente puras. Se emplean como interjecciones por su significación usual:
«¡Socorro!», «¡caracoles!», «¡diablos!», «¡rayos y centellas!» Algunas expresiones de
este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez.
 Locuciones interjectivas[editar]
 Son aquellas locuciones equivalentes a una interjección que constan de dos o más
elementos y forman habitualmente sintagmas: «¡Mi madre!», «Madre mía», «¡Dios
santo!».
 Sintagmas interjectivos[editar]
 Son aquellos cuyo núcleo es una interjección propia o impropia y sus complementos,
pero no pueden sustituirse por una interjección: «¡Ay de mí!»; «¡Ay de los vencidos!»
«¡Cuidado con el perro!»

 Clasificación mixta[editar]
 Los gramáticos Manuel Seco, Leonardo Gómez Torrego y José Martínez de
Sousa clasifican las interjecciones con criterios mixtos: por sus funciones
comunicativas y por su morfología o estructura.
 Interjecciones imitativas[editar]
 Se han formado como onomatopeyas con la intención de imitar ruidos de la realidad:
¡Zas! ¡Pum! ¡Chas! ¡Miau! Este carácter icónico las asociaría a la función
representativa del lenguaje.
 Interjecciones expresivas[editar]
 En otros casos las interjecciones no tratan de imitar, sino de expresar sensaciones o
emociones del hablante: ¡Ah! ¡Oh! ¡Qué gusto! ¡Uf! ¡Qué descanso!. Por ello
pertenecerían a la función expresiva del lenguaje.
 Interjecciones apelativas[editar]
 Este grupo se utiliza para iniciar o concluir la comunicación, establecer contacto con el
oyente antes de emitir el mensaje o para actuar sobre la voluntad del receptor;
pertenecerían así a la función conativa o apelativa del lenguaje: ¡Chist!, vengan
ustedes por este lado ¡Aúpa!, que tú puedes. ¡Hola! ¡Hasta pronto!
 Interjecciones por traslación[editar]
 Ciertas palabras tónicas o grupos de palabras que en sí no son interjecciones pueden
tomar una entonación exclamativa y se hacen valer por interjecciones: ¡Hombre!, ¡Hay
que jorobarse!, ¡Anda ya! 7

 Clasificación semántica[editar]
 Por su significado, la Nueva gramática básica de la lengua española (2011) distingue
entre interjecciones apelativas o directivas e interjecciones expresivas o
sintomáticas.
 Interjecciones apelativas o directivas[editar]
 Están orientadas hacia el oyente, es decir, se dirigen a un destinatario con la intención
de moverlo a la acción o provocar alguna reacción emocional en él: "¡Ah del barco!".
Un grupo de ellas poseen alguna función social, como saludar, despedirse, brindar
etcétera: ¡hola, adiós, chao, gracias, de nada, ojo, cuidado, órale, ánimo...! Otro se
dirige a animales: ¡zape, arre, pitas, so...!'
 Interjecciones expresivas o sintomáticas[editar]
 Se orientan hacia el hablante manifestando o desahogando sus sensaciones,
sentimientos y otros estados de ánimo: ¡ajá, ay, caramba, lástima, maldición...!

10. Preposición

11. Conjunción

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