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1º ESO GUÍA Nº 42

1. INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA

Autor: Esteban Serrano Marugán.


Título: ¡Ojalá no hubiera números!
Ilustradora: Marta Ramos Ituarte.
Editorial: Nivola.
Lugar de edición: Madrid.
Fecha de edición: Mayo 2002, 1ª edición.
Número de páginas: 64.

2. EL AUTOR

Datos biográficos

Esteban Serrano Marugán ejerce de profesor de Matemáticas en el Instituto


de Enseñanza Secundaria África, de Fuenlabrada (Madrid). Las únicas
referencias encontradas sobre él en internet son sus artículos en prensa, de
los que se desprende una enorme implicación en el mundo de la educación y
un afán de mejorarla. Para que nos demos cuenta del modo de pensar de este
crítico de la enseñanza, ahí va un ejemplo:
“Un profesor tiene la obligación de creer que mediante la educación es
posible cambiar a las personas, cambiarlas a mejor. Nosotros somos un
referente clave para nuestros alumnos, muchas veces somos las únicas voces
que les hacen pensar, y es que los centros escolares se han convertido poco a
poco en islas donde unos adultos intentan mostrar a grupos de chicos y chicas
que hay otra manera de pasar por la vida. Educar no es fácil y no me parece
acertado que toda la responsabilidad de la educación se deje en manos de los
profesores, aunque tristemente creo que esto no va a cambiar. Cuando
suspendemos a un alumno, en verdad también estamos suspendiendo a sus
padres, a la televisión, a los políticos, a la sociedad, a nosotros mismos. Ser
profesor es difícil, pero ser alumno también lo es.” (El País, 12 de marzo de
2001).

Obras

Esteban Serrano Marugán piensa que, al igual que con la música, la


naturaleza, la literatura o el deporte, todo el mundo puede disfrutar con las
matemáticas. Quiere dejar un mensaje claro a todos los que lean sus libros:
“Sólo hay una cosa que nunca nadie os podrá quitar: aquello que aprendéis”
Nostradamus: el estudio de la cronología, Cuadernos de pedagogía, 2002, pp.
33-35

El país de los números.

Abriendo caminos en Educación Secundaria: XVII Premios Francisco Giner de


los Ríos a la Mejora de la Calidad Educativa, coordinado por Isabel Dávila
Cascón

3. ANÁLISIS

Género
Novela juvenil.

Temas
Esta novela muestra el tema de la importancia de las matemáticas en
nuestra vida cotidiana. No es infrecuente que a un alumno se le escape el
típico comentario sobre nuestra asignatura ¿Y ésto para qué sirve? El autor,
profesor de matemáticas, piensa que todo el mundo puede disfrutar con la
materia si dispone de un poco de ingenio y buena predisposición. Para ello,
se crea una situación en la que no existen números provocando un verdadero
“caos”, resaltando así la importancia de los números y operaciones
matemáticas esenciales en nuestro devenir diario y que utilizamos sin darnos
cuenta.
De igual manera, un tema secundario que se plantea es la facilidad con
que despreciamos o infravaloramos aquello que desconocemos, siendo
solamente conscientes de la realidad cuando nos ponemos en la posición del
otro: Un alumno y un profe frente a frente. Un alumno haciendo de profesor y
un profesor haciendo de alumno (p. 49).

Argumento
Arturo es un chico normal, muy avispado y al que le gusta mucho leer pero
que sufre enormemente cuando tiene que resolver sus ejercicios de
matemáticas. Una tarde, cuando está intentando resolver una suma
“kilométrica” se enfada y pronuncia un deseo: “Ojalá no hubiera números”.
Ese deseo es oído por Pitágoras V, rey de las Matemáticas, y es en este
momento cuando se precipitan los hechos. La asamblea del reino de los
matemáticos, hartos de comprobar los horrores que cometen contra las
matemáticas, a las que muchos juran odiar, deciden dar un escarmiento
ejemplar: desaparecerán los números de la faz de la tierra y de las mentes de
la gente. Así pues, durante la noche, los habitantes del País de las
Matemáticas llevan a cabo su plan recorriendo todos los rincones de la tierra
y haciendo desaparecer todos los números, bueno, todos no: sólo habrá un
ser humano en todo el planeta que sí conozca la existencia de los números y
ese será Arturo. A la mañana siguiente nuestro protagonista comprueba
sorprendido que los relojes no tienen números, en sus libros no hay números
ni de páginas, ni de capítulos, ni años, ni siglos, ni edades; en su lugar había
espacios en blanco. Pero eso no era todo, fuera del colegio el caos se iba
apoderando de la ciudad, pues la gente se perdía en las calles porque los
edificios no estaban numerados, nadie sabía la edad que tenía, no había
precios ni medidas: En el mercado la gente decía: deme naranjas, muchas
pero no demasiadas” (p. 38); “y aún era peor cuando la gente quería pagar:
¿Cuánto vale este cuaderno?, Vale algunas monedas doradas y otras pocas
plateadas (p. 39). Pero aún quedaba más: la televisión no se veía, los
aeropuertos estaban colapsados, los hospitales tenían problemas y las
computadoras y un montón de artefactos se iban apagando poco a poco...
Arturo, preocupado se dio cuenta de que había muchas cosas en peligro y
que los números nos hacían falta. Agotado por el día “tan raro” que había
tenido, se queda dormido. Pitágoras V, que empezaba a darse cuenta de que
el asunto se le estaba escapando de las manos, aprovecha este momento
para ayudar a Arturo y le susurra al oído la solución: si es capaz de
convencer a una sola persona de que los números existen y de la importancia
y utilidad de los mismos, entonces todo volverá a la normalidad.
Arturo, convencido de su cometido, se dispone a realizarlo y qué mejor
persona para convencer que su profesor de matemáticas, aunque éste no
fuera muy de su agrado. Haciendo un gran esfuerzo y con un intercambio de
papeles (ahora el “profesor” era él) lo logra, consiguiendo así que todo vuelva
a su curso natural.
Arturo siente que de verdad le gustan las Matemáticas y que es una
verdadera suerte que existan los números.

Personajes

► El personaje principal es Arturo, un niño de ocho años, al que no le


apasionan demasiado las matemáticas y es el causante de toda la acción
desarrollada, al mismo tiempo que el único capaz de subsanarla.
“A Arturo le gusta leer. Cuentos con dibujos, historias de niños traviesos,
aventuras con cocodrilos y una serpiente venenosa, poesías y tebeos, libros
grandes y pequeños... todos... todo... si algo tiene letras, Arturo se lo lee. Sus
amigos le llaman Arturo Comelibros...” (p. 10).
► Una parte importante de la historia también son los habitantes del “país
de las matemáticas”: el rey Pitágoras V y sus ayudantes, quienes al fin y al
cabo son los que deciden dar un escarmiento a Arturo: “Tenían unos
nombres un poco raros: Pitágoras V presidía, y luego estaban Numerón,
Rectol, Multiplicón, Diámetra y Radia, Negativorio, Triangulín, Ángula,
Rombín, Diagonol, Decimalia y otros muchos más, así hasta llegar a
veinticinco” (p. 16).
►Don Lucas, su profesor de matemáticas, contribuirá a la solución del
problema causado por Arturo. “Además, Arturo no se llevaba demasiado bien
con don Lucas, su profesor de matemáticas; éste le repetía una y otra vez:
con las buenas notas que sacas en el resto de las asignaturas, no sé cómo te
cuestan tanto las matemáticas. Eres un poco vaguillo” (p. 11).
► A sus padres y su hermano pequeño, Daniel, se les cita pero sin
involucrarlos en el desarrollo de la historia: “Cena con sus padres y con
Daniel, su hermano pequeño, al que no le gusta la leche y que se infla a
yogures” (p.7). Lo mismo ocurre con sus amigos y compañeros: “A Pedro le
chifla ver dibujos animados; Marisa disfruta pintando con su caja de colores;
Ruth y Nacho se pasan todo el día hablando de fantasmas y de casas
encantadas con ruidos de miedo; Paloma siempre está pensativa...” (p. 9).
Tiempo
No hay una alusión al tiempo y al momento exactos (fecha concreta) del
principio de la acción: “Una tarde, cuando Arturo llegó a casa, antes de jugar
con los amigos, tenía deberes que hacer. Le tocaba matemáticas, o sea, mates,
como dicen todos sus compañeros...” (p. 11).
La narración del desarrollo de los hechos es lineal, de principio a fin,
no hay saltos en el tiempo, pues ocurre todo en un periodo de unas 48 horas.
Con esta celeridad de los acontecimientos el autor consigue dar un cierto
grado de gravedad al asunto planteado, a la vez que darle emoción,
consiguiendo que el lector se “enganche” y anhele saber la resolución final
del conflicto creado.

Espacio
La novela no hace gala de detalladas descripciones de los lugares donde
ocurre la acción. Por una parte, Arturo se desenvuelve en esta novela a
caballo entre su casa y el centro educativo, de los que no se da información
concreta. Y por otra parte, el autor crea un espacio paralelo donde también
se desarrollan los acontecimientos que es “el reino de las matemáticas”, del
que apenas se dan detalles: “En un lugar que nadie conoce, Pitágoras V reunió
a todos sus ministros y ayudantes...” (p. 16); “Alrededor de la gran mesa
pentagonal se sentó un grupo de extraños personajes con aspecto de haber
salido de un libro de matemáticas “ (p. 16).

Perspectiva y estructura
Toda la novela nos viene contada a través de un narrador. Al tiempo que el
narrador omnisciente nos va contando los hechos, busca también cierta
complicidad con el lector lanzándole guiños para que asienta con la cabeza y
se haga partícipe: como si de un diálogo narrador-lector se tratara:
“Era una suma de dos números muy largos, y si no me creéis, aquí está la
operación:
3567895 + 1297637 = ¿Qué?, ¿es larga o no es larga?” (p. 11)

“Imaginad por un momento que tenéis que convencer a vuestros padres, a


vuestras profesoras, a los amigos y hermanos, de que el tres y el siete son
necesarios. ¡Vaya papelón!” (p. 44)
En cuanto a la estructura externa hay que decir que la novela no viene
dividida en capítulos claramente numerados. La separación de los mismos
viene dada porque la letra inicial de la primera palabra de cada capítulo está
claramente diferenciada (es más grande, distinto color, distinta fuente) del
resto. En casi todas las páginas encontramos ilustraciones que ayudan por
una parte a comprender la trama planteada al lector, y, por otra, a imaginar
una situación tan rocambolesca ante la escasez de descripciones
pormenorizadas de personajes y lugares. Es decir, como en los cuentos que
todos hemos leído de pequeños.

Lengua y estilo
Destaca el estilo sencillo y ágil con el que se cuenta la novela. No en vano la
misma se completa con multitud de ilustraciones, simulando la apariencia de
un cuento, resultando atractivo para el joven lector. La narración se
completa con una serie de diálogos que por la situación esperpéntica creada
resultan graciosos. Por ejemplo:
“-Sí he dicho quince.
-¿Esguince?
-No, no me duele el tobillo, he dicho quince.
-¿Quince?
-Sí, el que va después del catorce.
-¿Qué va después de Santurce?”

El lenguaje utilizado en la narración no es en absoluto complejo y está


plagado de frases y términos fáciles de entender y muy familiares para el
público al que va destinado:

“Hay niños y niñas a los que les encanta jugar al fútbol; a Pedro le chifla
ver dibujos animados ...” (p. 9).

“Eso ... cinco más siete son doce y me llevo una, pongo un dos y sigo,
una que me llevo más nueve son diez y más tres son trece ...” (p. 40)

Incluso las comparaciones empleadas son atribuibles enteramente a un


crío:

“Además no paraban de moverse como si les hubiera picado una


avispa...” (p. 16).

4. CUESTIONES DE COMPRENSIÓN LECTORA

1. Trata de inventar alguna situación distinta a las que describe la novela en


la que pudiéramos funcionar sin números y descríbela.
2. ¿Qué ocurriría si no hubiese sumas, restas, multiplicaciones y divisiones?
3. ¿Cómo les harías ver a tus compañeros lo importantes que son las mates?
4. ¿Qué te parecería intercambiar un día los papeles: ser tú el profesor de tu
profesor?
5. ¿Cuál es, a tu juicio, la idea que el autor quiere transmitir en esta novela?
6. ¿Cómo te sentirías si supieses que sólo tú puedes “salvar el planeta” ?

5. CITA (S) Y REFLEXIONA

P. 13: “... siempre hay alguien escuchando y entonces pueden ocurrir muchas
cosas, ¡hay que tener cuidado con lo que se dice!”
P. 42: “... y lo que parecía un cuento infantil se iba convirtiendo en un conflicto
que podía acabar con todo el mundo. Los niños no podían jugar a la consola, y
eso sí que les fastidiaba.”.

P. 43: “... y es que los números son muy importantes.”

P. 47: “Vosotros ya sabéis lo difícil que es que un adulto se fije en un niño.”

P. 48: “Pero Arturo Comelibros es un niño y también sabemos que los niños no
se desaniman nunca.”

P. 49: “Un alumno y un profe frente a frente. Un alumno haciendo de profesor y


un profesor haciendo de alumno.”

P. 58: “Arturo ha aprendido la lección y con eso nos damos por satisfechos.”

6. VOCABULARIO

El vocabulario utilizado es muy sencillo siendo completado por la


terminología específica utilizada en matemáticas. Aunque es evidente que
dichos conceptos tienen el mismo significado que cuando aparecen en el libro
de texto de matemáticas aquí dejan entrever que no sólo se pueden enfocar
las cosas desde una perspectiva, quizá hay algo más que podamos descubrir
si nos interesamos por ellas.
“Arturo no entendía muy bien lo de los números, áreas y ecuaciones...”
(p. 11).

“ … uno con forma de rectángulo se convertía en trapecio y luego en rombo;


una bisectriz se transformó en mediatriz; un quince se volvió un cincuenta y
uno; y así con todos” ( p. 16).

“...¡ Tres hurras por los perímetros! ¡Segmentos unidos jamás serán vencidos!
¡Suma, resta y canta una canción! ¡Tres, dos, uno, cero! ¡Ecuaciones sí,
gracias! ¡Qué risa, me doblo como un ángulo! ¡Del rombo y del trapecio no nos
moverán!....” (p. 18).

7. TALLER DE CREATIVIDAD Y ANIMACIÓN A LA LECTURA

Dado que en la novela se resalta la importancia de los números, vamos a


investigar algo más. Estamos tan acostumbrados a ellos, que parece que
siempre hayan existido, pero ¿estás seguro de que eso es verdad?
Los números aparecieron debido a la necesidad del hombre de contar y
medir las cosas, así nosotros podemos contar usando las cifras 0, 1, 2… 9.
Pero esta forma de contar es reciente y no se conocía hace muchísimos años.
¿Cómo te las arreglarías para contar sin poder escribir números? Aunque
parezca mentira es posible. Para ver cómo se las ingeniaron nuestros
antepasados vete a las página 173 y 174 del cómic “Historia de las
matemáticas” y practica con los ejercicios propuestos en las páginas 175 y
176.

8. OTRAS CUESTIONES
Opinión

La novela refleja de forma espléndida y radical la intención del autor:


“Todo el mundo puede disfrutar con las matemáticas.” Así, utilizando un
lenguaje de lo más sencillo, consigue crear una historia: mitad real, mitad
imaginaria, con la que atrapa por completo al lector. El hecho de que la
novela vaya acompañada con multitud de ilustraciones ayuda a que aquello
que parece tan irreal y abstracto empiece a tener “alguna forma “ o “sentido”,
ayudando a cambiar la concepción que tienen muchos de las matemáticas.
Éstas no tienen que ser “una cosa seria” sino al contrario, también son
compatibles con el divertimento.

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[Guía realizada por Mª Dolores Alfaro Sánchez]

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