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Jerónimo Alayón Gómez

COMUNICÁNDONOS MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS


Comunicándonos más allá de las palabras
LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Jerónimo Alayón Gómez

Edición del Autor


2011
Esta obra está protegida por la legislación sobre propiedad intelectual. No está
permitida su reproducción total o parcial sin el consentimiento del titular de los
derechos de autor.

© 2011 Jerónimo Alayón Gómez


www.jeronimo-alayon.com

Segunda Edición
Edición del Autor
ISBN 978-1-257-15599-6

Fotografía de la portada: «Army, US. Return of Washington, DC. Soldiers»,


de Harris & Ewing. Fecha: 1919. Repositorio: Library of Congress Prints and
Photographs Division Washington, D.C. 20540 USA (Harris & Ewing
Collection) http://www.loc.gov/pictures/ item/hec2008008701/. Copyright: No
se conocen restricciones para su publicación (nota de la Librería del Congreso
de los Estados Unidos).

Impreso en USA por Lulu Publishing


Printed in USA by Lulu Publishing
El lenguaje es el vestido del pensamiento

Samuel Johnson

La violencia jamás resuelve los conflic-


tos, ni siquiera disminuye sus conse-
cuencias dramáticas.

Juan Pablo II
Comunicándonos más allá de las palabras

Índice
Nota del Autor.......................................................................... 15
Introducción.............................................................................. 17
Capítulo I. Fundamentos Teóricos............................................23
Precisiones Conceptuales......................................................25
Fundamentos......................................................................... 30
La expresión gestual como código................................... 30
Gramática no verbal..........................................................31
Advertencias..................................................................... 33
Capítulo II. Campo Kinésico: Uso del Gesto........................... 37
Precisiones Conceptuales......................................................39
Campo semántico kinésico y categorías kinemáticas........... 42
Emblemas......................................................................... 42
Ilustradores....................................................................... 44
Reguladores...................................................................... 45
Adaptadores...................................................................... 46
Campos semánticos más importantes................................... 46
Campo semántico de la autoridad..................................... 47
Campo semántico del servicio.......................................... 64
Campo semántico del interés............................................ 69
Campo semántico de la aceptación................................... 71
Campo semántico del rechazo.......................................... 72
Campo semántico del análisis...........................................86
Campo semántico de la insinceridad................................ 88
Campo semántico de la insinceridad / inseguridad...........90
Kinésica inapropiada para hablar en público.................... 93
Capítulo III. Campo Proxémico: Uso del Espacio....................97
Nociones Generales.............................................................. 99
Regulación de la Distancia................................................... 101
Contacto Visual.................................................................... 105
Encuentro visual / Desencuentro visual............................106
Dirección Corporal (mirada corporal).................................. 107
Accesibilidad Corporal......................................................... 109
Relación Cuerpo-cuerpo....................................................... 109

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Jerónimo Alayón Gómez

Acuerdo.............................................................................109
Ayuda, Rivalidad.............................................................. 110
Relación Cuerpo-mesa.......................................................... 111
Mesa cuadrada, Mesa rectangular.....................................112
Mesa redonda.................................................................... 113
Composiciones..................................................................114
Capítulo IV. Análisis de Casos............................................. 117
Horacio Quiroga............................................................... 120
Ludwig Wittgenstein........................................................ 121
Acuerdos de Oslo..............................................................123
Adolf Hitler.......................................................................124
Juan Pablo II..................................................................... 133
V-J Day............................................................................. 139
El beso del Hôtel de Ville................................................. 140
Conclusiones......................................................................... 143
Lista de Referencias..............................................................149

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11
12
A la memoria del Prof. Patricio González Aguirre

13
Jerónimo Alayón Gómez

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Comunicándonos más allá de las palabras

Nota del Autor


He querido mantener en la construcción del texto el mismo rigor
académico con el que por más de diez años he investigado el te-
ma; sin embargo, también he tratado de acercar el libro a quienes
no pertenecen exclusivamente al reducido circuito de los especia-
listas. Es por ello que el lector conseguirá con frecuencia el uso
del método APA (The American Psychological Association) para
citar las fuentes con las que fundo ciertas afirmaciones.
Consiste dicho método en colocar entre paréntesis el apellido,
luego el año de la publicación y por último la página, si aplica. Si
se contrastan estos datos con la Lista de Referencias al final del
libro, se podrá disponer de todos los datos referenciales de la
fuente para consultar o ampliar la información. He querido, sin
embargo, no utilizar el método APA con la profusión que corres-
pondería a un texto científico para no abrumar al lector con de-
masiadas referencias.
Por otra parte, para no cansar al lector con estadísticas y citas a
datos no publicados, provenientes de experimentaciones realiza-
das por mí en más de un centenar de cursos de extensión dicta-
dos, he obviado dichas referencias, dejando sólo aquéllas que por
su valor documental pudieran ser de un interés particularmente
científico. De este modo, alejamos este libro del formato de un
informe de investigación para hacerlo un poco más amable al
lector no especializado.
Finalmente, debo advertir que los signos no verbales explicados
en este libro han sido investigados en Venezuela, razón por la
cual me permito ocasionalmente hacer algunos ajustes a los muy
autorizados textos de Flora Davis, Allan Pease, Edward Hall y
Julius Fast, entre otros, pues algunos de los significados explica-
dos por ellos divergen notablemente de los que hallamos noso-
tros, sin que por ello mermen su mérito académico, toda vez que

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Jerónimo Alayón Gómez

algunas realizaciones de la Comunicación no Verbal tienen sus


evidentes matices locales.
Para actuar con verdadero rigor académico, no podríamos extra-
polar al resto de Latinoamérica el catálogo de gestos estudiados
por mí, como si se tratase de la proyección de los resultados de
una muestra al universo de estudio, pero sí me consta que muchos
de ellos se repiten no sólo en Latinoamérica, sino en Estados
Unidos y Europa. Cada lector, finalmente, y actuando como un
revisor último de mis estudios, constatará en su realidad la hi-
potética universalidad del lenguaje no verbal.
Para esta segunda edición, no sólo revisamos y corregimos algu-
nos errores que se escaparon en la primera edición, sino que in-
corporamos nuevas observaciones y datos que permanentemente
estamos levantando de la experimentación continua en la Univer-
sidad. Lo mismo que el lenguaje verbal, el lenguaje no verbal es
orgánico y por ende cambiante, con lo cual los nuevos contextos
sociales ofrecen siempre una rica cantera de posibilidades aún por
explorar.
También añadimos un cuarto capítulo, en el que aplicamos la
teoría desarrollada. Para ello hacemos varios análisis de casos, en
los que unas veces se estudia la SNV de sólo una fotografía, y en
otros casos, la sintaxis gestual de varias fotografías pertenecientes
a un mismo contexto.
Jerónimo Alayón Gómez
Caracas, marzo de 2011.

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Comunicándonos más allá de las palabras

Introducción

La comunicación, con el sur- rre de Babel? Sin duda algu-


gimiento de la Revolución na, mejorar nuestras prácticas
Electrónica y de la Era de la comunicacionales, en las que
Información, se ha convertido el lenguaje no verbal soporta
en un reto de eficiencia, toda una responsabilidad crucial
vez que la complejidad con en la expresión de actitudes y
que se vive la Postmoderni- emociones.
dad amenaza con su caos la
posibilidad de cumplir con la Suele asumirse la comunica-
etimología latina del vocablo ción no verbal (CNV) como
comunicación , 1 esto es, po- una práctica comunicativa en
nerse en común dos personas. la que se utilizan signos no
verbales para expresar actitu-
des, emociones y afectos. Su
La sensación de no ser enten- estudio se remonta a la pri-
dido o escuchado no sólo es mera mitad del siglo XX,
familiar a muchas personas, cuando se llevaron a cabo
sino que a ello se suma el he- importantes investigaciones
cho constatable de que cada sobre los gestos faciales, ma-
vez existen más conflictos en- nuales y corporales (Davis,
tre las personas, conflictos 1998: 7).
que involucran sus actitudes,
afectos y emociones, conflic- Hoy en día son cada vez más
tos que parecieran no poder los estudios multidisciplina-
zanjarse adecuadamente con rios e interdisciplinarios que
la palabra. se realizan desde la lingüísti-
ca, la antropología, la psico-
¿Entonces... qué queda por logía y la sociología con el
hacer ante esta suerte de To- fin de sistematizar científica-

1La palabra comunicación proviene del latín communicare, que a su vez se for-
ma de la raíz communi (en común) y del sufijo verbal care (colocar), todo lo
cual significa «colocar en común» una idea.

17
Jerónimo Alayón Gómez

mente un conocimiento que, sos según que quien lo


al ser en algún sentido fami- efectúe escuche o hable, con
liar y cotidiano, es no pocas lo cual queda claro que la
veces manipulado y falseado. SNV permite establecer el
valor semántico de una frase
En tal sentido, el estudio de la no verbal.
CNV se puede asumir como
una semiología no verbal A tal fin, la SNV organiza el
(SNV), esto es, «una ciencia estudio de la CNV en cuatro
cuyo objeto de estudio es el grandes campos heurísticos:
discurso no verbal como uni- el Campo Kinésico o estudio
dad comunicológica, como del gesto, el Campo Proxé-
producto lingüístico» (Ala- mico o estudio de las valores
yón, 2005), entendiendo por semánticos en la concepción
unidad comunicológica la del espacio, el Campo
unidad de coherencia que tie- Cronémico o estudio de los
ne un texto, en este caso, no valores semánticos de la con-
verbal, coherencia en virtud cepción del tiempo y el Cam-
de la cual se hace comunica- po Paralingüístico o estudio
ble, y por la que es en sí mis- de los valores semánticos de
mo un producto del lenguaje la voz.
humano.
La aplicación de este conoci-
Por consiguiente, cabría ir miento a los procesos de co-
señalando que si bien existen municación permite incluir
gestos con una significación información calificada sobre
fija (esto es, gestos normali- las actitudes de los interlocu-
zados) como el gesto de hacer tores, que podrían compro-
silencio, hay otros gestos que meter el éxito de la
se van cargando de significa- comunicación.
ción según el contexto comu-
nicacional. Ahora bien: ¿cuáles pueden
ser los aportes de la SNV al
Así, por ejemplo, un gesto progreso de la comunicación
como rascarse la nuca adquie- en nuestros días? Disertemos
re matices semánticos diver- un poco.

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Comunicándonos más allá de las palabras

En 1840, Samuel Duncan maban su tiempo para con-


Parnell, un carpintero londi- versar cara a cara las unas con
nense que se había asentado las otras
en Nueva Zelandia, proclamó Sin embargo, el auge de la
sus famosos tres ochos: electrónica trajo consigo un
«ocho horas para el trabajo, mundo más sofisticado y ver-
ocho horas para el descanso y tiginoso, en el que ya había-
ocho horas para el recreo, la mos pasado de la pausada
instrucción o lo que se quisie- temporalidad de las bestias de
ra» (Smelt, 1998: 110). carga y trabajo a la rápida
temporalidad de las máqui-
nas, y ahora comenzaba a
transitarse a la acelerada tem-
poralidad del electrón, con lo
cual apenas quedaba tiempo
ya para comunicarse. La pro-
mesa del tiempo libre o resi-
dual fue sólo una quimera.
Aunado a ello, fue posible
multiplicar los canales de co-
municación, y con ello se
multiplicó la información; sin
embargo, tal progreso no ha
Samuel Duncan Parnell sido garantía de mayor y me-
jor comunicación. 2

Esta distribución del tiempo Podemos salvar grandes dis-


favoreció durante poco más tancias con apenas unos cén-
de un siglo la comunicación, timos de dólar, pero no
dado que las personas se to- podemos salvar muchas veces

2El mal uso de las tecnologías de información y comunicación trae consigo es-
quemas de aislamiento e incomunicación, como el que observamos en algunas
personas obsesivamente absortas en sus teléfonos móviles.

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Jerónimo Alayón Gómez

el abismo de la incomunica- petencias comunicantes no


ción humana. verbales que permitan auxi-
liar adecuadamente la comu-
En toda esta tecnología co- nicación, con el fin de que se
municacional, si bien el verbo puedan mejorar los procesos
ha sido el protagonista por comunicacionales. No se de-
antonomasia, la comunica- sarrollarán ni el campo para-
ción no verbal apenas quedó lingüístico ni el campo
remitida a una simple percep- cronémico, que aún son obje-
ción de los valores semánti- to de estudio del autor.
cos de la voz (entonación,
volumen, ritmo, silencios y Por otra parte, este libro re-
reiteraciones). presenta un avance respecto
de otros estudios similares,
Y con ello quedó eclipsada la toda vez que se enfoca la
expresión de casi el 70 % de CNV desde la lingüística, y
las emociones, afectos y acti- no desde la psicología o la
tudes, toda vez que éstos se antropología, como tradicio-
transmiten generalmente por nalmente se ha hecho.
medio de una construcción no
verbal. La ventaja que ello entraña es
la comprensión de la CNV en
En un mundo globalizado, términos de lenguaje y no en
donde los conflictos humanos términos del comportamiento
son más complejos en virtud humano o de la cultura, con
de la interculturalidad, se ha- lo cual la sistematización de
ce cada vez más necesaria la CNV que ofrecemos en es-
una cultura de la mediación, te libro varía notablemente de
fortalecida por las herramien- la que se puede apreciar en
tas de la comunicación verbal estudios previos, que han si-
y no verbal. do, sin duda alguna, muy va-
liosos para afincar
Este libro aborda la SNV en sólidamente la labor investi-
los campos kinésico y proxé- gadora.
mico, en la perspectiva de un
desarrollo confiable de com- Así, por ejemplo, los gestos

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Comunicándonos más allá de las palabras

se asumen como kinemas, es- cen de los procesos comuni-


to es, unidades de significa- cacionales.
ción gestual, y se agrupan no También esperamos estimular
por partes del cuerpo (criterio la necesidad de entender que
morfológico), sino por cate- junto a una lingüística verbal
gorías de significación (crite- que cumple ya un siglo de
rio semántico). extraordinaria tradición, se
impone desarrollar con rigor
Esperamos con ello ofrecer académico y científico los
una óptica distinta para com- parámetros de conocimiento
prender la CNV y acercarla a que permitan contar al tiempo
la comprensión rigurosa que con una lingüística no verbal.
las ciencias del lenguaje ha-

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Jerónimo Alayón Gómez

22
Comunicándonos más allá de las palabras

Capítulo I
Fundamentos Teóricos

23
Jerónimo Alayón Gómez

24
Comunicándonos más allá de las palabras

Precisiones Conceptuales

Bajo la denominación CNV,


que es extremadamente am-
plia, quedan agrupados «to-
dos los signos y sistemas de
signos no lingüísticos que co-
munican» (Cestero, 1998: 7).

Fig. 1. Signo lingüístico


Se entiende en este caso por
signo lingüístico toda palabra,
escrita o dicha, en el más es- por signo no lingüístico aquél
tricto sentido en que lo conci- cuyo significante o parte ma-
biera Ferdinand de Saussure a terial no es una palabra, sino
principios del siglo XX, y que un gesto, una disposición del
consta de una parte material, cuerpo o una modulación
llamada significante (palabra enfática de la voz, en fin,
escrita o dicha), que produce cualquier significante no ver-
significación, y de otra parte bal, cuyo significado resulta
psíquica, llamada significado, un sentimiento, un afecto, una
que es la representación men- emoción o una actitud.
tal inducida por la materiali-
dad de la palabra (Fig. 1). La CNV pocas veces comu-
nica información: su conteni-
Así, cuando digo o escribo do es eminentemente
silla (significante), el receptor emocional. Así, si alguien nos
representará en su mente la muestra un puño cerrado
imagen de la silla (significa- amenazante (significante no
do). Esta unidad de signifi- verbal), rápidamente com-
cante y significado es el signo prendemos el significado: ira.
lingüístico (Saussure, 1990: Como se podrá apreciar en la
90-96). Fig. 2, el gesto del puño ha
sustituido a la palabra, y se ha
Por contraparte, se entendería
25
Jerónimo Alayón Gómez

concretado una comunica- aquélla. La SNV comprende


ción. cuatro campos de estudio
(Cestero, 1998: 10):
1) CAMPO KINÉSICO (o Kine-
sia). Estudia el discurso ges-
tual en el seno de la vida
social. Esto quiere decir que
se orienta a la descodificación
de los gestos en relación con
la comunicación verbal, a la
cual matiza (Cestero, 1998:
10).
Cada gesto es una unidad
semántica (unidad de signifi-
cación) que llamamos kine-
Fig. 2. Signo no lingüístico ma, que al ser encadenado a
otros kinemas construye un
sentido o significado global
que aporta información sobre
las actitudes del hablan-
El estudio de la SNV se in- te/oyente.
tensificó en Estados Unidos
durante la década de los 60 A diferencia de la comunica-
(Pease, 2000: 11), aunque ción verbal, la CNV puede
más bajo la denominación de emitirse tanto en el rol de
kinesia (Birdwhistell, 1952, emisor como de receptor del
1970), y con un campo de es- mensaje verbal, esto es, el re-
tudio más restringido: sólo el ceptor de un mensaje verbal
gesto. puede ser al unísono emisor
de un mensaje no verbal, y
Quizás por ello se suele con- dicho mensaje contener in-
fundir SNV con kinesia, si formación sobre la actitud
bien ésta forma parte de con que recibe el mensaje

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Comunicándonos más allá de las palabras

verbal. 3) CAMPO CRONÉMICO. Atañe


2) CAMPO PROXÉMICO (o Pro- a la concepción, estructura-
xemia). Estudia las relaciones ción y uso del tiempo (Ceste-
actitudinales expresadas en la ro, 1998: 11), y estudia tres
distribución espacial de per- categorías cronémicas: 1)
sonas, objetos y mobiliario, y tiempo conceptual, que se
está vinculado con la concep- vincula con la concepción y
ción, estructura y uso del es- hábitos culturales sobre el
pacio (Cestero, 1998: 10-11). tiempo; 2) tiempo social, que
guarda relación con los hábi-
Dicho de otro modo, estudia tos personales y sus horarios
la manera como un cuerpo se (para comer, dormir, practicar
relaciona con otro cuerpo ex- un deporte, etc.); 3) tiempo
presando en su dirección y interactivo , que es el tiempo
distancia información sobre del discurso, esto es, el ritmo
las actitudes que rigen la psi- personal con que cada inter-
cología de los interlocutores locutor emite su discurso
(Padilla, 2007: 15). (Padilla, 2007: 16).
También atiende el modo co- 4) CAMPO PARALINGÜÍSTICO
mo impacta la psicología de (o Paralenguaje). Según Ces-
los interlocutores la distribu- tero (1998: 10), estudia el
ción de los mismos en torno conjunto de signos fonéticos,
de una mesa, e incluso el uso tales como variaciones de vo-
y ubicación de las sillas. lumen y ritmo, silencios, rei-
teraciones, chasquidos,
Un área de menor estudio en onomatopeyas, siseos, en fin,
la proxemia, pero por ello no toda una gama de emisiones
menos importante, es la de paralelas a la palabra que la
los indicadores de estatus que cargan con un significado
se ubican sobre las mesas de adicional que, en ocasiones,
trabajo o se llevan como parte puede llegar a invertir el valor
del vestuario, pues suelen semántico de la misma, como
condicionar el modo como se es el caso del tono irónico
relacionan las personas. (por ejemplo, la expresión
¡qué lindo! puede tener di-

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Jerónimo Alayón Gómez

versos valores semánticos ción verbal sea insignificante


según la curva tonal o entona- o que en un acto comunicati-
ción con que se la pronuncie). vo oral la carga semántica sea
principalmente no verbal.
En otro orden de ideas, cabe
señalar que a partir de los es- El trabajo de Mehrabian
tudios de Mehrabian3 (1971: apuntaba esencialmente a lla-
286-305; Alayón, 2009a) se mar la atención sobre los
sabe que un 7% de la infor- mensajes actitudinales para-
mación que se comunica oral- lelos que acompañan toda co-
mente corresponde al mensaje municación verbal oral, pero
verbal, en tanto que el 93% que pueden ser condicionan-
corresponde a la CNV, discri- tes netos del mismo en deter-
minado así: 38 % al paralen- minadas circunstancias.
guaje y 55% a la kinesia y
proxemia (Gráfico 1). En otras palabras, sólo 7% de
las actitudes se expresan ver-
Ello no significa, como se ha balmente, en tanto que el
pretendido, que la comunica- 93% de las actitudes se ex-
presan subrepticiamente en la
CNV; sin embargo, muy poca
información conceptual pue-
de expresarse por medio de la
CNV.
Así, por ejemplo, si en una
conversación A hace un ofre-
cimiento a B, el contenido de
esta información conceptual
no puede comunicarse no
Gráfico 1. Estudio de Mehrabian
verbalmente. Imaginemos por
un momento lo ambiguo que

3 Albert Mehrabian es Profesor Emérito de Psicología en la Universidad de Ca-


lifornia. Para más información, consúltese la página Web del Dr. Mehrabian (en
inglés): http://www.kaaj.com/psych/index.html/

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Comunicándonos más allá de las palabras

podría llegar a ser un ofreci- deterioran la misma.


miento realizado con mímica; En términos lingüísticos lla-
sin embargo, es posible eva- mamos competencia lingüís-
luar la información actitudi- tica a este conocimiento
nal con que A efectúa la consciente o inconsciente del
oferta y la información actitu- código y sus reglas, y compe-
dinal con que B la recibe, esto tencia comunicacional al uso
es, podemos sumar como un consciente o inconsciente de
valor agregado comunicacio- dicho código y reglas.
nal los mensajes actitudinales
paralelos de la conversación. Ello significa entonces que
cualquiera puede manipular
Una última precisión concep- su codificación no verbal para
tual que valdría la pena hacer disfrazar sus actitudes y emo-
es la vinculada con el tan dis- ciones, con lo cual la fiabili-
cutido tema de si se puede o dad de la SNV queda sujeta a
no falsificar la CNV. la habilidad de los interlocu-
tores para discriminar la ve-
En toda comunicación, verbal racidad de los mensajes.
o no, hay un uso consciente
del código que deviene en uso Por regla general, la CNV se
rutinario, con lo cual los nive- emite y recibe fuera del plano
les de autovigilancia disminu- consciente, razón por la cual
yen. Tal es el caso de las resulta difícil de falsificar, si
personas que aprendieron bien es importante su desco-
conscientemente a puntuar dificación consciente.
durante la primaria, pero que
al reducir su autovigilancia

29
Jerónimo Alayón Gómez

Fundamentos

La expresión gestual como lingüístico o lengua.


código
Así mismo, la CNV hace uso
Toda lengua o código verbal de un código, sólo que no
posee un sistema conformado verbal porque su paradigma
por signos y normas, por sig- no está compuesto de pala-
nos que elegimos y por nor- bras, sino de signos no verba-
mas que nos dicen cómo les: gestos, entonaciones,
combinar esos signos. disposiciones del cuerpo en el
espacio, etc.
Al inventario de signos lo de-
nominamos técnicamente pa- Cuando los gestos seleccio-
radigma, y su expresión más nados del paradigma no ver-
típica son los diccionarios y bal, casi siempre de un modo
glosarios. La utilización de inconsciente, se combinan en
los signos conforme a unas el sintagma no verbal, surge
normas se la conoce como una frase no verbal que trans-
sintagma, y su expresión más mite una información acerca
típica es la oración. de nuestras emociones, senti-
mientos, afectos y actitudes.
Del paradigma elegimos los
vocablos que más se adaptan El modo personal en que
a la idea que deseamos expre- combinamos estos signos no
sar, y su ordenamiento en el verbales define también un
sintagma permite comunicar estilo, por ejemplo, de gesti-
dicha idea con cohesión y culación, que podríamos de-
coherencia. finir de muchas maneras.
Al combinar paradigma y sin- En la Fig. 3 vemos cómo se
tagma, surge el estilo perso- simultanean el código verbal
nal con que cada quien se y el código no verbal, y cómo
comunica, y éste es el modo el segundo condensa mayor
en que usamos un código carga emocional.
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Comunicándonos más allá de las palabras

Gramática no verbal
Del mismo modo que los sig-
nos verbales tienen su gramá-
tica, esto es, un modo
convencional en que se cons-
Fig. 3. Comunicación verbal y C V
truyen y combinan dichos
signos para considerarlos co-
rrectos, la CNV tiene su
En este orden de ideas, al ha- gramática. Ésta posee diver-
cer SNV de cada campo de sos niveles de estudio:
estudio proponemos una de-
signación particular para los S EMÁNTICA NO VERBAL. En
signos no verbales de cada cada campo de estudio (kiné-
campo. sica, proxemia, cronémica y
paralingüística), la expresión
Así, en el campo kinésico, se construye con un código
los gestos son signos kinési- compuesto de signos no ver-
cos o kinemas; en el campo bales y de unas reglas para su
proxémico, las posiciones utilización; en tal sentido, ca-
corporales y dirección de la da signo tiene un significado
mirada, rostro y cuerpo son (semántica particular), y al
signos proxémicos o proxe- reunirse con otros signos en
mas; en el campo cronémico, una frase no verbal da un re-
los usos y costumbres del sultado más global por la su-
tiempo son signos cronémicos ma de las semánticas
o cronemas. Todos juntos son particulares, un sentido más
signos no verbales; y en el completo: el campo semánti-
campo paralingüístico, las co no verbal (Alayón, 2005,
modulaciones de volumen y 2009b).
ritmo, las reiteraciones y los
silencios son signos para- Además, es preciso relacionar
lingüísticos o fronemas. la semántica no verbal con la
verbal, pues no pocas veces la
CNV encierra claves de des-
codificación que sólo se al-

31
Jerónimo Alayón Gómez

canzan si se la compara con en una frase no verbal, como


el enunciado verbal que le cuando hablamos hay que
sirve de marco. reunir varias palabras en una
oración para que tenga senti-
S INTAXIS NO VERBAL. Cuando do.
los signos no verbales se in-
terconectan entre sí, a esta co- MORFOLOGÍA NO VERBAL. Los
nexión la denominamos signos no verbales no se
sintaxis no verbal. Y pode- construyen todos del mismo
mos particularizarla a cada modo, hay una morfología no
campo de estudio: sintaxis verbal, una forma de cons-
kinésica, sintaxis proxémica, truir el signo y que se llena de
sintaxis paralingüística, sinta- significado.
xis cronémica.
Así, como ya hemos visto en
Un signo no verbal se relacio- el párrafo anterior, un kinema
na con otros signos no verba- que denota inseguridad es
les en virtud, como ya se dijo, rascarse la nuca cuando se
de sus semánticas particula- habla; pero muy a pesar de
res, de modo que varios sig- que podríamos dividir el ki-
nos de semántica similar se nema en pequeñas secuencias
reunirán para conformar un morfológicas llamadas kines
campo semántico no verbal. (alzada de la mano, roce de la
nuca con el índice, desvío de
Así, por ejemplo, si en una la mirada), cada hablante
conversación alguien expone construirá de una forma per-
su opinión y se toca (en se- sonal su gesto, que se aviene
cuencia simple o con otros con su personalidad y con la
signos intercalados) el lóbulo situación.
de la oreja, discretamente el
ojo y se rasca la nuca, habrá En consecuencia, algunas
construido una frase kinésica personas dotarán de mayor o
cuyo campo semántico es in- menor energía al kine roce de
seguridad. ¿Bastaría un solo la nuca con el índice, según
gesto para asegurarlo? No. su personalidad y el contexto
Hay que reunir varios signos en el que se comuniquen, os-

32
Comunicándonos más allá de las palabras

cilando desde roces discretos con la SNV las personas se


hasta roces muy ostensibles. obsesionan con el tema y ge-
Todo dependerá de la perso- neran una suerte de paranoia
nalidad y la actitud en el mo- escrutadora que los conduce a
mento. desconfiar de todos a partir de
los gestos que observan.
Advertencias
Es importante hacer algunas
La experiencia docente con- advertencias con el fin de
firma que al primer contacto matizar esta inicial actitud, un

Tabla 1. Gramática no verbal

33
Jerónimo Alayón Gómez

tanto radical. MULETILLAS GESTUALES Y


GESTOS LOCALES (Alayón,
S IGNOS EXTRACOMUNICACIO- 2005, 2009b). Así como las
NALES . En toda comunicación personas hablan con ciertas
oral hay signos no verbales muletillas, el discurso gestual
que no corresponden a la co- también se puede construir
municación en sí misma; por con muletillas gestuales.
ejemplo, si se sostiene una
conversación en un espacio Por ejemplo, el toque de na-
climatizado, y los interlocuto- riz suele significar inseguri-
res sienten frío, se cruzarán dad o mentira en quien habla,
de brazos sin que ello signifi- pero en algunas personas es
que bloqueo, pues en dicho sólo una muletilla, una suerte
caso será un signo no verbal de hábito que da algo de co-
externo a la comunicación modidad; incluso para algu-
verbal. nas personas puede llegar a
constituirse en lo que la PNL
Es fundamental detectar cuá- denomina un ancla, es decir,
les frases no verbales podrían un gesto que predispone una
ser extracomunicacionales, actitud pro exitosa (O'Connor
para así no enrarecer la SNV. y Seymour, 2000: 92-102), tal
como la señal de la cruz que
Por el contrario, si usted emi- hacen algunos futbolistas an-
te un juicio de valor y su in- tes de cobrar una falta, sin
terlocutor se cruza de brazos, que llegue a ser un signo de
como hay una relación entre religiosidad.
verbalidad y CNV, es proba-
ble que signifique rechazo. Por otro lado, los pueblos
suelen tener gestos locales (lo
Sin embargo, no olvide que mismo que palabras locales
apenas tiene un signo y que llamadas regionalismos), y
hacen falta otros correlativos estos signos locales se cons-
para poder construir un cam- truyen generalmente como
po semántico no verbal. sinónimo de comodidad exis-
tencial al sentirse asertiva-

34
Comunicándonos más allá de las palabras

mente como parte de una sean hábiles en SNV, lo-


idiosincrasia. grarán obtener información
actitudinal que no se expresa
Así, por ejemplo, el cruce de verbalmente, incluso es nega-
brazos en España no significa da cuando se la confronta, y
bloqueo , sino comodidad so- que no debe ser utilizada para
cial; es como si un español al establecer juicios de valor so-
cruzar los brazos se sintiera bre la otra parte, sino como
más español; en Venezuela es un insumo profesional que
típico el cruce de tobillos de- optimice la comunicación.
bajo de la silla o al frente, y
no significa bloqueo leve, si- Es prudente recordar que la
no comodidad social. SNV es una ciencia, y que
como tal no corresponde a
En consecuencia, debemos ella la construcción de juicios
detectar cuáles son esos po- de valor; en consecuencia, la
cos gestos locales con los que información obtenida de su
expresamos comodidad exis- aplicación debe ser asumida
tencial, y que pudieran ser in- como datos que permitan to-
terpretados ingenuamente mar decisiones efectivas y
como negativos. equitativas. Utilizar dichos
datos para emitir juicios de
NO JUZGAR. La SNV bien valor no es otra cosa que des-
aplicada puede ofrecer infor- virtuar el sentido científico de
mación confiable sobre las la SNV, y, por ende, dismi-
actitudes y emociones de nuirle en mucho sus grandes
nuestros interlocutores. posibilidades de mejorar la
comunicación.
Cabe recordar, no obstante,
que cuando los interlocutores

35
Jerónimo Alayón Gómez

36
Comunicándonos más allá de las palabras

Capítulo II
Campo Kinésico: Uso del Gesto.

37
Jerónimo Alayón Gómez

38
Comunicándonos más allá de las palabras

Precisiones Conceptuales

La Kinesia, como ya hemos signo: hace falta, como ya se


dicho, estudia el discurso ges- ha dicho, una cadena de sig-
tual como una macrounidad, nos, una sintaxis kinésica.
compuesta por unidades me-
nores que denominamos sig- Cada signo apunta a un signi-
nos kinésicos o kinemas ficado que denominaremos
(Mínguez, 1999: 43). semántica particular (Ala-
yón, 2005, 2009b), pero la
Cada kinema (gesto) tiene un semántica particular no basta,
significado que expresa gene- así que es preciso reunir va-
ralmente la actitud del recep- rios gestos con la misma
tor frente al mensaje verbal semántica particular, para te-
del emisor, o la actitud del ner una semántica más global
emisor frente a su propio que definiremos, en términos
mensaje verbal. generales, como campo
semántico no verbal (Ala-
Por ejemplo, si en una con- yón, 2005, 2009b).
versación el receptor efectúa
la siguiente sintaxis kinésica: En el ejemplo, los tres kine-
1) toque de ojo, 2) toque del mas pertenecen al campo
lóbulo de la oreja y 3) toque semántico rechazo o insince-
de la nuca, la semántica kiné- ridad, según que quien
sica es rechazo a lo que escu- efectúe los gestos realice los
cha. roles de receptor o emisor del
mensaje verbal.
Si la sintaxis kinésica es efec-
tuada no por el receptor sino Mientras más kinemas tenga
por el emisor, la semántica un campo semántico, menos
kinésica es insinceridad. dudas habrá de la confiabili-
dad de la interpretación en
En el ejemplo anterior, cada SNV. ¡Claro! A veces habrá
kinema (gesto) tiene un signi- signos tan fuertes que no exi-
ficado, pero no basta tener un girá el campo semántico otros
39
Jerónimo Alayón Gómez

kinemas para concretar la truyamos una sintaxis kinési-


semántica kinésica, pero esta ca en la que nos toquemos la
situación es más bien excep- nuca y dirijamos la mirada al
cional. suelo como reacción de re-
chazo al enunciado verbal que
Esta cadena de signos se de- hemos escuchado de nosotros
nomina sintaxis kinésica (A- mismos.
la-yón, 2005, 2009b), y su
construcción es más bien Esta sintaxis kinésica permite
reactiva, esto es, ocurre como que propongamos un concep-
reacción al discurso verbal, to lingüístico que permitirá
propio y ajeno. esclarecer la sistematización
de la CNV: oración kinésica.
Por consiguiente, si nuestro
interlocutor dice algo como Una oración kinésica es la
esto: Prefiero perder mi pues- secuencia de varios kinemas
to de trabajo antes que ser que pertenecen a un mismo
deshonesto , podemos reaccio- campo semántico no verbal,
nar con admiración ante esta entendiendo por este último
oración de dos modos: 1) uno una esfera de significado que
verbal, diciendo: ¡Guao!, y 2) es común a varios signos no
otro no verbal, alzando las ce- verbales.
jas y asentando con la cabeza,
por ejemplo. La existencia de un campo
semántico es la evidencia de
Ambos discursos, el verbal y que ha sido posible recons-
el no verbal, podrían darse si- truir la sintaxis kinésica.
multánea o secuencialmente,
incluso darse uno solo de am- Por ejemplo: si un caballero y
bos. una dama sostienen una con-
versación de trabajo sobre un
La sintaxis kinésica también tópico en particular durante 5
puede construirse como reac- minutos, y la dama ha reali-
ción al discurso verbal pro- zado durante la misma tres
pio; así, cuando decimos una gestos, a saber: cruce de bra-
mentira, puede ser que cons- zos con los puños cerrados,

40
Comunicándonos más allá de las palabras

toque de nuca y toque del ló- gestual y el enunciado verbal.


bulo de la oreja, todos mien-
tras escuchaba, ha construido Valga añadir que un kinema
en consecuencia una oración se compone, a su vez, de va-
kinésica, cuya sintaxis perte- rios kines. Un kine es cada
nece al campo semántico re- uno de los microgestos que
chazo . conforman un kinema (Mín-
guez, 1999: 43).
No es necesario, por tanto,
que los gestos que conforman Así, la mano tendida para el
una oración kinésica sean apretón, en cuanto que kine-
construidos uno detrás del ma, se conforma de los si-
otro, sino que pueden tener guientes kines: tensión o
intercalados kinemas que per- arqueado del brazo y antebra-
tenezcan a diversos campos zo, inclinación de la palma,
semánticos. separación de los dedos, tono
muscular de la contracción y
En consecuencia, es menes- amplitud de la sacudida, por
ter afinar una capacidad de lo menos; puede que haya
observación gestual que per- otros kines menos apreciables
mita, por una parte, rescatar y como el retardo o prontitud
reconstruir la sintaxis kinési- en retirar la mano, la cobertu-
ca, y por otra, establecer la ra del apretón, etc.
relación entre esta oración

41
Jerónimo Alayón Gómez

Campo semántico kinésico


y categorías kinemáticas
Ya hemos visto cómo los ki- te) y la negación (rotar la ca-
nemas se agrupan en campos beza horizontalmente); pues
semánticos, tales como recha- bien, los búlgaros tienen am-
zo , aceptación , insinceridad, bos gestos invertidos, con lo
sinceridad, etc. Ahora bien, cual podría confundirse cual-
desde un punto de vista tam- quiera que no esté prevenido
bién semántico, los kinemas (Figs. 4 y 5).
suelen ser agrupados tradicio-
nalmente en cuatro categorías
kinemáticas (Mínguez, 1999:
32-35): emblemas, ilustrado-
res, reguladores y adaptado-
res.
Emblemas
Los emblemas son kinemas
que tienen un significado nor-
malizado y fijado en una cul- Fig. 4. Emblemas de afirmación y
tura específica, como es el negación en Occidente
caso de los dedos índice y
medio en «v» para significar
victoria o batir la cabeza hori-
zontalmente para expresar ne-
gación .

Ahora... ¡cuidado!, que los


emblemas no siempre van
bien fuera de su cultura, y así
alguien podría pensarse que
lo más universal y simple de
comunicar son la afirmación Fig. 5. Emblemas de afirmación y
(rotar la cabeza verticalmen- negación en Bulgaria

42
Comunicándonos más allá de las palabras

Por supuesto, hay emblemas


más difundidos, que corres-
ponden a espacios lingüísti-
cos no verbales tan amplios
como Occidente, tal es el ca-
so del gesto afirmativo con la
cabeza.
Otros emblemas correspon-
den a espacios lingüísticos
más reducidos; así, según
Flora Davis (1998: 46), mien-
tras en Japón el emblema del
suicidio es la pantomima del
hara-kiri, en Argentina con- Fig. 6. Emblema nazi
siste en llevarse a la cabeza la
mano en forma de pistola.
mas en los deportes, en la ac-
Otros emblemas tienen carac- tividad militar, en las
terísticas de ecolectos, 4 pues prácticas religiosas, en los
se utilizan para identificar la grupos familiares, empresa-
pertenencia a un grupo redu- riales y sociales, en los clubes
cido. de toda índole, en fin, es ha-
bitual que un grupo humano
De este modo, los partidarios desarrolle ciertas insignias no
de Hitler en la Alemania nazi verbales que lo caractericen y
se identificaban con un em- diferencien de otros grupos.
blema, que consistía en el
brazo derecho tendido rígido, Quizás por esta razón los
en ángulo de 45° ascendente, emblemas políticos son tan
y con la palma abajo (Fig. 6). peligrosos, pues suelen ser
construidos por sectas políti-
Se pueden encontrar emble- cas que pueden devenir luego
4Ecolecto: manera particular en que los miembros de una familia, grupo de
amigos o colectivos reducidos utilizan una lengua.

43
Jerónimo Alayón Gómez

en autocracias personalistas, cos (1, 2, 3... etc.), ubicacio-


con su característica discrimi- nes (aquí, allá) y todos
nación ideológica. aquellos contenidos verbales
susceptibles de ser ilustrados.
Un estudio kinésico sobre al-
gunos dictadores arroja inde- En la Fig. 7 podemos apreciar
fectiblemente la presencia de el ilustrador cuantitativo para
emblemas políticos, que no el número tres.
aparecen, por cierto, en líde-
res demócratas. La importancia de los ilustra-
De allí la importancia de pre-
venirse ante la aparición tem-
prana de tales emblemas
políticos, pues mientras los lí-
deres de sectas religiosas ape-
nas aspiran al control de un
grupo de adeptos, los líderes
de sectas políticas aspiran al
control de pueblos enteros, a
veces aun más allá de las
fronteras naturales de su esta-
do.
Ilustradores
Los ilustradores son kinemas
que refuerzan el discurso ver- Fig. 7. Ilustrador cuantitativo
bal; expresan gestualmente,
por así decirlo, el mismo con-
tenido dicho con palabras. dores radica en que pueden
aclarar aquellos términos os-
Los ilustradores se utilizan curos del discurso verbal, y
para reforzar magnitudes dan relieve y vigor a la ex-
(grande, pequeño), intensidad presión verbal.
(fuerte, suave), datos numéri- En oratoria son de fundamen-

44
Comunicándonos más allá de las palabras

tal uso, pues cuando se los es un regulador que expresa


utiliza antes de la expresión agrado (Fig. 8).
verbal, se cargan de un valor
semántico anticipado que in- El trabajo de la mirada como
duce en la mente del receptor regulador es de particular in-
un suspenso que se resuelve terés, pues cuando se sostiene
con la emisión verbal, lo que la mirada significa que la in-
aumenta las posibilidades de tervención se puede prolon-
que el contenido sea recorda- gar, en tanto que una mirada
do, amén de ser un recurso errática por sobre el hombro
muy histriónico. de quien habla, o dirigida
tangencialmente al interlocu-
Reguladores tor (no se diga ya si se la diri-
ge al suelo) son señal
Los reguladores son kinemas evidente de que el emisor de-
que controlan el flujo de co- be concluir su intervención.
municación en una conversa-
ción. Permiten que los
interlocutores alternen sus ro-
les de emisión sin graves ri-
validades; permiten «acelerar
o frenar al interlocutor; indi-
carle que debe continuar o
darle a entender que debe ce-
der su turno a otro» (Mín-
guez, 1999: 34).
Las inclinaciones de la cabe-
za y la mirada son regulado-
res muy típicos. Así,
inclinaciones cortas y rápidas
de la cabeza indican al inter-
locutor que debe cerrar su in-
tervención, mientras que las
lentas y largas expresan lo Fig. 8. Cabeza ladeada
contrario. La cabeza ladeada

45
Jerónimo Alayón Gómez

Adaptadores
Los adaptadores tienen como
función establecer los meca-
nismos de defensa para sobre-
llevar una conversación
incómoda.
Por medio de ellos se expresa
generalmente rechazo y desa-
grado a lo que se escucha,
aunque también se los utiliza
para asumir mecanismos de Fig. 9. Adaptador de duda
autodefensa. Por ejemplo, índice a la boca (Fig. 9) son
cuando se efectúa una aseve- adaptadores que se utilizan,
ración sobre la que se tiene bien al escuchar, bien al ha-
duda. Kinemas como tocarse blar, como protección ante
el lóbulo de la oreja, tocarse una amenaza externa o inter-
el párpado, frotarse la nuca, na.
cruzarse de brazo o llevarse el

Campos semánticos más importantes

Los estudiosos de la CNV semántico para organizar di-


han organizado los catálogos chos signos en función de los
de kinemas bajo un criterio campos semánticos kinésicos,
morfológico: signos manua- y luego adscribiremos a cada
les, faciales, corporales, de campo semántico los kinemas
cabeza, de brazo, etc. (Mín- en virtud de su clasificación
guez, 1999; Pease, 2000). morfológica.
Sin embargo, asumiremos en No se trata de que un criterio
primer lugar un criterio sea menos calificado que el

46
Comunicándonos más allá de las palabras

otro, pues ambos son válidos, Cuando el saludo proviene


sino de que nuestra investiga- del mundo castrense, el brazo
ción se ha orientado sobre los y el antebrazo suelen estar
valores semánticos del signo, tendidos y rígidos, sin arco,
más que sobre los valores saliendo la mano desde abajo
morfológicos del mismo, si con bastante antelación, como
bien se incorporan dichos va- progresión de la postura firme
lores morfológicos. (Fig. 10), para luego llevar la
Campo semántico de la au- mano del interlocutor hacia
toridad una zona baja de control,
próxima a quien construye el
El poder es la capacidad de saludo dominante (Fig. 11).
ejercer una fuerza, y la autori- En la Fig. 10 podemos obser-
dad vendría a ser la superiori- var cómo el sujeto de la iz-
dad, ascendiente o derecho quierda se mantiene erguido y
con que se ejerce el poder. con la mano tendida en pos-
Por tanto, la autoridad es una tura casi rígida, aguardando a
«legitimidad», otorgada o que el sujeto de la derecha se
asumida, en el ejercicio del acerque, quien intuitivamente
poder. se inclina.
A este campo pertenecen los Luego, en la Fig. 11, nota-
gestos que acompañan el ejer- mos cómo el sujeto de la iz-
cicio del poder y expresan au- quierda arrastra la mano de su
toridad. interlocutor a una zona baja y
APRETÓN DE MANOS ENTRE
próxima a sí mismo, al tiem-
CABALLEROS . En términos ge-
po que avanza su mano iz-
nerales, el kinema que expre- quierda sobre el brazo del
sa autoridad en el apretón de mismo.
manos es la palma abajo. A La postura del sujeto domi-
veces el dedo índice avanza nante es de un enorme des-
ostensiblemente sobre la pliegue de autoridad, ante lo
muñeca del interlocutor, co- cual el sujeto de la derecha
mo un reforzador dominante. alza su mano izquierda como
47
Jerónimo Alayón Gómez

un adaptador para expresar brazo están ligeramente


rechazo y autodefensa. arqueados, con el codo hacia
Cuando el saludo proviene de afuera, los dedos algo separa-
gerentes y empresarios (salu- dos, y ambas manos quedan
do ejecutivo), el brazo y ante- en un espacio intermedio que
protege los espacios persona-
les (Fig. 12).
Por supuesto, alguien puede
saludar en los dos modos
descritos sin pertenecer a al-

Fig. 10. Inicio de saludo tipo


castrense

Fig. 12. Saludo ejecutivo

guno de dichos campos pro-


fesionales.
Incluso, entre adolescentes ya
se pueden apreciar algunas
tendencias de liderazgo por la
manera de estrechar la mano,
lo cual puede ser en muchos
casos una influencia evidente
del núcleo familiar o del en-
torno social.
Hay casos en los que se pue-
Fig. 11. Fin de saludo tipo castrense den apreciar kinemas de au-
toridad en personas que,

48
Comunicándonos más allá de las palabras

socialmente, no gozan de un proxémicos (ver capítulo III)


rango de poder, pero en cuyo del apretón de manos son
caso se corresponden con ni- evidentes.
veles de autoestima y aserti-
vidad importantes. Así, si los ejecutantes del sa-
ludo provienen de zonas ur-
Si el saludo no ocurre entre banas, la distancia entre los
dos, sino entre tres o más ca- cuerpos será menor que si
balleros con kinemas domi- provienen de zonas rurales.
nantes, se transforma en un
auténtico ritual de poder don- También suele apreciarse una
de se pueden apreciar neutra- distancia mayor cuando quie-
lizadores kinésicos y nes se saludan no se profesan
proxémicos para limitar la ex- mutua confianza, como suele
presión de poder del interlo- apreciarse en algunos saludos
cutor (véase más adelante de la política internacional
neutralizadores para el entre líderes de países en
apretón de manos). conflicto.
Los saludos multitudinarios APRETÓN DE MANOS ENTRE
de caballeros con kinemas DAMAS . El apretón de manos
dominantes evidencian cuotas entre damas cumple con los
elevadas de competencia que mismos parámetros que entre
no pocas veces pueden difi- caballeros, tanto para los sa-
cultar la comunicación, en ludos castrenses como para
cuyo caso suele ser de mucha los saludos ejecutivos (Fig.
utilidad el conocimiento de 13).
herramientas para la resolu-
ción de conflictos. Cuando se saludan más de
dos damas, no se suelen apre-
El saludo, castrense o ejecuti- ciar los rituales de poder que
vo, es afectado especialmente se evidencian entre caballe-
por la densidad demográfica ros; por el contrario, las da-
de las zonas geográficas de mas suelen saludarse con
donde provienen sus ejecu- kinemas de equilibrio (palma
tantes, pues los valores vertical) si son más de dos.

49
Jerónimo Alayón Gómez

En la Fig. 13 se puede notar


que la dama de la izquierda
mantiene cierta actitud domi-
nante, expresada por un ligero
arrastre de la mano de su in-
terlocutora hacia su espacio
personal, además de ser quien
entrega el papel de trabajo.
Un ligero detalle es el índice
superpuesto sobre la muñeca
de la dama de la derecha, lo Fig. 13. Saludo entre damas
que constituye un kinema de
autoridad (es, en rigor, un ki-
ne del saludo de mano). La
dama de la derecha, por su como si otorgara al caballero
parte, inclina la cabeza en ac- la potestad de ser mediador
titud servicial, en tanto que la entre ella y la otra dama.
de la izquierda se mantiene
perfectamente erguida. Cuando un caballero domi-
nante saluda a otro caballero
APRETÓN DE MANOS ENTRE y a una dama, ofrece la palma
DAMAS Y CABALLEROS . Las abajo al caballero y la palma
damas, en una proporción arriba (kinema servicial) a la
media, saludan a los caballe- dama, con lo cual otorga a la
ros con un kinema dominante dama un rol catalizador.
(palma abajo), independiente-
mente de si saludan a uno o a KINES DEL APRETÓN DE MA-
más caballeros. NOS . Sea entre caballeros, da-
mas o damas y caballeros,
Cuando una dama dominante hay dos kines del apretón de
saluda a otra dama y a un ca- manos que conviene mencio-
ballero, ofrece la palma abajo nar: 1) tono de la contracción
a la dama y la palma vertical muscular y 2) amplitud de la
al caballero. Con ello crea sacudida.
una atmósfera de equilibrio,

50
Comunicándonos más allá de las palabras

El tono de la contracción brazo o el hombro del inter-


muscular guarda relación con locutor (Fig. 14).
el carácter, de modo que per-
sonas asertivas o de carácter Mientras más alto es el avan-
fuerte suelen apretar con más ce (Figs. 14B y 14c), mayor
fuerza; así, por ejemplo, el intención de neutralización
70% de las damas que se de- existe. Nótese que este tipo
dican a la política tienen una de saludos pueden ser muy
contractura fuerte, al menos naturales entre personas ma-
en Venezuela. yores y jóvenes de una misma
familia.
Por otra parte, la amplitud del
saludo parece guardar rela- La manera como la mano li-
ción con lo animosas que bre cubre las manos estrecha-
sean las personas, con lo cual das es de capital importancia,
se pueden apreciar saludos de pues si aquélla se coloca con
sacudida más amplia en per-
sonas con mucho ánimo o ini-
ciativa.
NEUTRALIZADORES PARA EL
APRETÓN DE MANOS . Cuando
dos caballeros dominantes se
saludan, se producen ciertos
rituales de poder marcados
por el uso de neutralizadores
kinésicos y proxémicos.
Entre damas es poco común,
al menos en el apretón de ma-
nos. El neutralizador kinésico
más común entre caballeros
es el avance de la mano que
queda libre en el saludo sobre Fig. 14. eutralizadores kinésicos
el dorso de la mano, la muñe-
ca, el antebrazo, el codo, el

51
Jerónimo Alayón Gómez

la palma vertical, significa Fig. 11 es muy ilustrativo, si


simplemente deseo de neutra- bien desarrollaremos este as-
lizar y controlar al interlocu- pecto con mayor detalle en el
tor (Fig. 14a); pero si la capítulo III.
palma se coloca horizontal,
como un paño sobre las ma- Pease (2000: 43) registra un
nos estrechadas (Fig. 15), es neutralizador del apretón de
un neutralizador kinésico que manos que consiste en tomar
expresa deseo de sobreprote- la palma abajo no por debajo
ger. como corresponde (el que re-
Otros neutralizadores del cibe el saludo entrega la pal-
apretón de manos no son ma arriba por debajo de la
kinésicos, sino proxémicos. palma dominante), sino en
colocar la palma abajo y to-
mar la otra palma abajo por el
dorso de ésta, por arriba, es
decir, tomarla por sorpresa
desde arriba.
Este tipo de saludos no es
propio del mundo latino, y
puede que no sea muy popu-
Fig. 15. eutralizador de lar en el mundo anglosajón.
sobreprotección
Una advertencia final: no
siempre es necesario aplicar
un neutralizador de apretón
de manos, sólo en aquellos
Consisten en avances dentro casos en los que sea muy ne-
de las zonas íntima y privada cesario.
del interlocutor, con el objeto
de controlar su espacio. Estos Recuerde que la CNV es una
avances suelen generar leves expresión espontánea de la
retrocesos del interlocutor, y personalidad, y nuestro deber
atentan contra su equilibrio es respetarla, no inhibirla.
psicológico. El saludo de la

52
Comunicándonos más allá de las palabras

Cuando reciba una mano do-


minante, recíbala simplemen-
te, y nunca, bajo ningún
concepto, intente rotarla para
llevarla a una posición verti-
cal o de servicio.
MANOS TOMADAS ATRÁS. Las
manos tomadas atrás, mano
con mano, revelan autoridad
y representan un estado de
alerta cercano a la descon-
fianza (Fig. 16).
Es un kinema muy común en-
tre profesores, supervisores,
militares, policías y, en gene-
ral, entre personas que ejer-
cen el rol de la vigilancia.
En la Fig. 16 se construye el
kinema acompañado de un
pie adelante, que es un kine- Fig. 16. Manos tomadas atrás
ma de acción, propio de per- (kinema de autoridad)
sonas que tienen una actitud
proactiva ante las circunstan-
cias. de dicha autoridad, como en
el caso de quienes no tienen
Si las manos no van juntas, capacidad para tomar deci-
sino que una avanza hacia el siones porque es inhibida
codo (Fig. 17), significa que desde una jerarquía superior.
el interlocutor quizás goce de A veces sólo significa frus-
autoridad objetiva por su car- tración.
go, pero existen importantes OJIVA DE AUTORIDAD. La oji-
niveles de frustración tal vez va de autoridad (Fig. 18), ex-
originados por una reducción presa autoridad en la misma

53
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 18. Ojiva de autoridad

(Fig. 19), en la que dedos y


palmas están en contacto,
pues este último no es un
gesto de autoridad.
ALZADILLA DE PIES. Consiste
Fig. 17. Kinema de frustración
en un balanceo que va de po-

proporción de la frecuencia
con la que se abre y cierra.
Este gesto es construido por
personas que ejercen cargos
de gerencia o comando, por
lo cual es uno de los gestos
que evidencian interlocutores
dominantes.
Fig. 19. Gesto de rezo
Es importante no confundir la
ojiva con la mano de rezo

54
Comunicándonos más allá de las palabras

nerse en puntillas moderada- suele decir mucho sobre si las


mente a asentar el talón (Fig. personas expresan una actitud
20). Este kinema se suele ha- de autoridad o de servicio.
cer acompañado de la ojiva
de autoridad o de las manos Las personas dominantes
en la solapa del saco o cha- suelen hablar con la barbilla
queta. discretamente por encima de
B ARBILLA ASCENDENTE. El án- la línea horizontal, con el
gulo de la dirección facial rostro en dirección ascenden-
te. En la Fig. 21 se puede
apreciar una imagen típica de
la barbilla ascendente.
MANOS EN LA CINTURA. Las
manos van apoyadas en la
cintura, en forma de jarra

Fig. 21. Barbilla ascendente


(kinema de autoridad)

Fig. 20. Alzadilla (kinema de (Fig. 22). El hombre suele


autoridad) abrir sus manos y ceñir la
cintura, en tanto que la mujer

55
Jerónimo Alayón Gómez

suele apoyar el dorso de la acción), como se ilustra en la


mano, aunque esto no es ex- Fig. 22. También puede estar
clusivo de cada sexo. Es un construido con una sola ma-
kinema que suele expresar no, mientras la otra se utiliza
autoridad y disposición a ac- como ilustradora no verbal
tuar. Es muy común entre ge- (Fig. 23).
rentes, empresarios, obreros, MANOS CRUZADAS EN LA NU-
campesinos, deportistas y, en CA. Las manos se cruzan en la
general, entre personas vin- nuca (Fig. 24), y se construye
culadas a la actividad física, y
puede ir acompañado de un
pie hacia delante (kinema de

Fig. 23. Combinación de mano en


la cintura y mano libre (kinema de
autoridad)

sentado y con la espalda to-


talmente reclinada. También
expresa cierto aire de supe-
rioridad respecto del interlo-
Fig. 22. Manos en la cintura cutor, y suele ir acompañado
(kinema de autoridad) de algún cruce de piernas, con
lo cual se completa una

56
Comunicándonos más allá de las palabras

semántica de bloqueo.
El sujeto de la Fig. 24 trans-
mite en su lenguaje corporal
una actitud de orgullo por su
trabajo, lo que se puede apre-
ciar en el rictus de satisfac-
ción.
USOS DEL ÍNDICE. El dedo ín-
dice, como su nombre lo su-
giere, se utiliza en posición

Fig. 25. Índice al cielo (kinema de


advertencia)

Fig. 24. Manos cruzadas en la nuca Cuando el índice apunta a


(kinema de autoridad) otra persona, es un kinema
acusatorio (Fig. 26) que pue-
de suavizarse cuando no
rígida para indicar, apuntar. apunta sólo el índice, sino
que le acompaña el dedo me-
Cuando señala al cielo (Fig. dio o corazón, o cuando se
25), es un kinema de adver- apunta con la mano completa.
tencia. Cuando apunta al sue-
lo (Fig. 20) significa: 1)
inmediatez temporal o local, En la Fig. 26 apreciamos una
2) señalización de errores (es construcción muy fuerte de
la metáfora de apuntar al sub- este gesto, pues el codo y la
mundo). muñeca flexionados le impri-
men al gesto la posibilidad de

57
Jerónimo Alayón Gómez

balancear el índice hacia atrás suelen utilizar los conferen-


y adelante. cistas).
PRÓTESIS KINÉSICAS. Llama-
mos prótesis kinésicas a de- En la Fig. 27 se puede notar
terminados objetos que se cómo la dama que coloca una
patilla de los anteojos en su
boca ladea el rostro, con lo
cual incrementa el valor inte-
lectual del gesto.
CEÑO FRUNCIDO. El ceño
fruncido es asociado tradicio-

Fig. 26. Índice acusatorio

incorporan a la CNV con el


sentido, casi siempre, de re-
vestir de autoridad al que ha- Fig. 27. Kinema de autoridad
bla. intelectual

Así, los anteojos colocados en


la boca (Fig. 27) significan
autoridad intelectual (estoy nalmente con el mal humor,
pensando). pero es en además un kinema
de autoridad, que aparece con
Si en lugar de señalar con el mucha frecuencia en las foto-
dedo índice se utiliza un lápiz grafías y esculturas de perso-
o bolígrafo, el significado es najes célebres.
el mismo que hemos explica-
do en el párrafo anterior, sólo Morfológicamente tiene dos
que le añade un valor intelec- formas de construirse: 1)
tual (excluimos, por razones ceño fruncido sin fruncido de
obvias, los apuntadores que la frente; significa autoridad,

58
Comunicándonos más allá de las palabras

ira o preocupación; 2) ceño y lencia, matizada o no.


frente fruncidas; significa an-
siedad o preocupación. En la Fig. 29 vemos su ex-
presión más violenta, que es
En la Fig. 28 es posible apre- el puño alzado, y cuyo signi-
ciar el primer tipo de ceño ficado es confrontación os-
fruncido, que está acompaña- tensible; ha sido utilizado
do de un rictus de enfado. como emblema tanto por sec-
Puño cerrado. El puño cerra- tas políticas de derecha como
de izquierda, en cuyos casos
empuñan una u otra mano,
según el caso.

Fig. 28. Ceño fruncido Fig. 29. Puño cerrado (kinema de


violencia)
do es un kinema de autoridad
con rasgos de violencia y sig-
nifica fuerza. Puede ser cons- En la Fig. 30 podemos obser-
truido a diversas alturas, en var un uso matizado del puño
cuyo caso sólo varía la inten- cerrado (puño galante), que se
sidad del significado, pero en utiliza para proponer cierta
todo caso es un gesto de vio- fuerza seductora. Otro uso

59
Jerónimo Alayón Gómez

matizado es el puño cerrado


sobre el que descansa la bar-
billa, llamado puño del pen-
sador (Fig. 31), cuyo
significado es despliegue de
fuerza intelectual.
La dirección de la palma de la
mano en el puño cerrado es
clave para interpretar la auto-
nomía de la fuerza: cuando la
Fig. 30. Puño galante (kinema de palma mira hacia el emisor, la
seducción) fuerza la administra el emi-
sor; cuando mira hacia el re-
ceptor, la fuerza se sojuzga al
mandato del receptor.
A veces es posible ver líderes
políticos que alzan el puño,
pero con la palma viendo al
pueblo, con lo cual expresan
que sienten al pueblo como
soporte de su fuerza política.
Éste es un kinema aunténtico,
tanto en líderes democráticos
cmomo en demagogos y dic-
tadores, todos creen que el
pueblo es el soporte de su po-
der. Ahí no está el problema,
sino en el marco ético con
que cada dirigente intenta dar
Fig. 31. Puño del pensador (kinema legitimidad a su potestad ga-
de fuerza intelectual) nando autoridad.

60
Comunicándonos más allá de las palabras

USO DE LOS PULGARES. Cuan- los bolsillos de la bata y bar-


do las manos van en los bolsi- billa alzada; sin embargo, la
llos de un saco, bata o ausencia de corbata y el ca-
pantalón, pero sin guardar los bello largo relajan un poco la
pulgares (Fig. 32 a), es un ki- autoridad del kinema. Nótese
nema de autoridad con mati- cómo se hace más rígida la
ces de superioridad. Fig. 32 b al llevar cabello
corto y corbata.
En la Fig. 32 observamos un A veces la mano va en el bol-
médico, cuya sintaxis kinési- sillo trasero (Fig. 33), en cuyo
ca es de autoridad: un pie caso se matiza el kinema, pe-
adelantado, pulgares fuera de

Fig. 32a. Pulgares a la vista Fig. 32b. Pulgares a la vista


(kinema de superioridad informal) (kinema de superioridad formal)

61
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 34. Bloqueo + superioridad

arriba (Fig. 34), el kinema


Fig. 33. Pulgares a la vista en el adquiere el significado adi-
bolsillo trasero cional de bloqueo (bloqueo +
superioridad), y hemos ob-
ro en general significa supe- servado que es más común
rioridad, sólo que disimulada, entre personas adolescentes y
quizás porque se tiene en jóvenes que entre adultos.
frente a alguien que goza de El pulgar arriba significa ge-
más autoridad. neralmente aprobación (Fig.
Este kinema lo hemos obser- 35), en tanto que el pulgar
vado en estudiantes de post- abajo se utiliza para significar
grado frente a sus profesores, desaprobación (Fig. 36), si
lo mismo que en caballeros bien existe un emblema de
dominantes frente a damas pulgar arriba utilizado en al-
por las que puedan sentir gunos países de Occidente
algún tipo de interés. para hacer autostop5 (Fig.
37).
Cuando se cruzan los brazos
mostrando los pulgares hacia

5 Conocido también como «pedir la cola», «dar un aventón» o «dar un em-


pujón», no es otra cosa que solicitar el favor de ser transportado en automóvil.

62
Comunicándonos más allá de las palabras

MANOS EN LA SOLAPA. Una


variación en el uso de los
pulgares es el gesto de las
manos en la solapa del saco
(Fig. 38). Es un gesto mascu-
lino por excelencia y poco
común, si bien lo hemos ob-
servado también en damas de
más de cincuenta años. Con-
siste en tomarse con las ma-
nos las solapas del saco o de
la chaqueta (como quien va a
Fig. 35. Kinema de aprobación
tensar el saco), exhibiendo los
pulgares hacia arriba. Suele
construirse este kinema
mientras se habla, y es proba-
ble observarlo en profesores
universitarios. También es
factible encontrarlo en po-
licías, fiscales de tránsito y
militares, y se construye no
mientras se habla, sino como
complemento de una camina-
ta de supervisión, en cuyo ca-
Fig. 36. Kinema de desaprobación so el paso suele ser pausado y
taconeado.

Fig. 37. Autostop Fig. 38. Manos en la solapa (kinema


de superioridad)

63
Jerónimo Alayón Gómez

Campo semántico del servi- (Fig. 39).


cio
A veces este saludo es la
El servicio es una disposición consecuencia de un kinema
a ser útil, a emplearse en ayu- dominante (palma abajo), pe-
dar a los otros. De ello se de- ro es muy frecuente verlo en
riva el adjetivo «servicial» personas vinculadas con car-
con el que se califica a una gos de servicio y atención al
persona solícita en atenciones cliente, ministros religiosos,
para con los demás. La acti- vendedores, médicos, enfer-
tud de servicio supone la meras, personal de manteni-
construcción de una gestual miento y limpieza.
que caracteriza este campo
semántico. Puede construirse junto a una
inclinación de la cabeza hacia
APRETÓN DE MANOS ENTRE abajo (barbilla descendente).
CABALLEROS . El kinema típico
de servicio que se da al estre- APRETÓN DE MANOS ENTRE
charse las manos los caballe- DAMAS . En las damas se da
ros es el saludo palma arriba del mismo modo que entre
caballeros, si bien abundan
más los saludos serviciales
entre damas que entre caba-
lleros.
APRETÓN DE MANOS ENTRE
DAMAS Y CABALLEROS . Gene-
ralmente el hombre ofrece el
kinema de servicio a la dama
en el saludo, de manera intui-
tiva, cuando él saluda prime-
ro.

Fig. 39. Palma arriba (kinema de


Por ello es muy buena idea
servicio)
que el caballero no saque la
mano primero, sino esperar a

64
Comunicándonos más allá de las palabras

que ella tome la iniciativa en giosos, médicos, y servidores


el saludo, con lo cual no se la públicos.
forzará a construir un kinema En el caso de la Fig. 40, po-
de autoridad que no desea demos observar un gesto que
formular. es polisémico, esto es, que
posee varios significados, co-
MANOS TOMADAS POR DELAN- mo es el pie adelantado, pues
TE. Las manos tomadas por si hace sintaxis con otros
delante, a la altura de la cin- gestos de autoridad, signifi-
tura (Fig. 40), no significan cará proactividad para aco-
bloqueo en nuestra opinión, meter una acción de poder;
como registra Pease (2000: pero en este caso, el kinema
50), pues en nuestros estudios significa más bien proactivi-
el kinema aparece más bien dad para acometer una acción
relacionado con actitudes de de servicio, puesto que hace
servicio, y es bastante común sintaxis con otros kinemas
observarlo en ministros reli- serviciales como las manos

Fig. 40. Manos tomadas por delante Fig. 41a. Hitler con las manos
(kinema de servicio) tomadas por delante (kinema de
bloqueo)

65
Jerónimo Alayón Gómez

tomadas por delante y la ca- Acuerdos de Oslo en la Casa


beza ladeada. Blanca, el 13 de septiembre
de 1993.
Sin embargo, cuando el kine- El gesto puede entenderse en
ma es construido por perso- el marco de una natural in-
nas del mundo castrense, sí credulidad en la buena volun-
significa bloqueo, rechazo, tad de Yasser Arafat para
defensa y hasta superioridad, cumplir con los acuerdos, así
como se puede apreciar en la como en la creciente oposi-
Fig. 41a, en la que se registra ción nacionalista que en Is-
una fotografía de Hitler con rael no compartía la política
las manos tomadas por delan-
te y el rostro con evidente ex-
presión de disgusto, además
del pie adelantado (kinema de
autoridad en este caso).
Nótese, por ejemplo, la sinta-
xis de autohumillación que
construye el oficial a la iz-
quierda de Hitler (vestido de
claro), el Mariscal Hermann Fig. 41b. Isaac Rabin en Acuerdos
Wilhelm Göring , Lugarte- de Oslo (kinema de desconfianza)
niente del Führer y cataloga-
do por los historiadores del
nazismo como uno de los más exterior de Rabin respecto de
leales y siniestros seguidores la cesión de territorios a pa-
de Hitler. lestinos a cambio de la paz.
Cuando el cruce de manos
En la Fig. 41b observamos el finge sostener algo (Fig. 42),
cruce de manos por delante no es un kinema de servicio,
como un kinema de descon- sino que se trata del disimulo
fianza, construido por Isaac de un kinema de bloqueo o
Rabin, Primer Ministro de Is- defensa.
rael, durante la firma de los

66
Comunicándonos más allá de las palabras

En la Fig. 42 es posible notar opuestos (Fig. 43), lo mismo


el esfuerzo de disimulo en el que cuando ocurre atrás, no
rictus de nerviosismo que significa servicio, sino frus-
acompaña la manera exagera- tración o complejo de infe-
da en que se sujetan dos car- rioridad.
petas, muy livianas por
demás. También es posible Es un gesto muy típico de
notar cierta inseguridad pro- adolescentes, y es común ob-
pia de la situación en la leve servarlo también en inmi-

Fig. 42. Manos tomadas que fingen Fig. 43 Kinema de frustración /


sostener algo (kinema de bloqueo) inferioridad

inclinación que hace la chica grantes y en personas que


hacia su derecha. pertenecen a minorías étnicas,
religiosas o políticas.
Si una de las manos avanza
sobre el antebrazo o el brazo OJIVA DE SERVICIO. Se cons-

67
Jerónimo Alayón Gómez

truye con las manos juntas cunstancias en que se le


por las yemas de los dedos, construya, pues no será igual
mas no por las palmas, y hacer la ojiva sentado (Fig.
viendo hacia abajo (Fig. 44). 45) que de pie (Fig. 44).
Cuanto mayor sea la frecuen-
cia de apertura y cierre, ma- B ARBILLA DESCENDENTE.
yor será el deseo de Cuando la barbilla se ubica
colaborar. La morfología del por debajo de la línea hori-
kinema dependerá de las cir- zontal (Fig. 46), suele ser un
kinema de servicio, si bien
puede serlo también de frus-

Fig. 44. Ojiva de servicio (de pie)

Fig. 45. Ojiva de servicio (sentado) Fig. 46. Barbilla descendente


(kinema de servicio/frustración)

68
Comunicándonos más allá de las palabras

tración. Generalmente se
construye acompañado de
otro kinema servicial como la
palma arriba o la ojiva de ser-
vicio.
MANOS CRUZADAS. Las manos
cruzadas (Fig. 47) pueden ser
un kinema de servicio, espe-
cialmente cuando hace sinta-
xis con otros kinemas
serviciales, y su intensidad
aumenta con la altura, de mo-
do que las manos cruzadas a
la altura del abdomen tienen
menos fuerza servicial que las
cruzadas a la altura de la bar- Fig. 47. Manos cruzadas (kinema de
billa, en cuyo caso rayan ya servicio/bloqueo)
en ser un kinema de ruego.
Ahora bien, cuando este kine- do algo atrapa nuestra aten-
ma lo construyen personas ción dentro de un espectro de
dominantes, su significado es atenciones personales. Cuan-
más bien de bloqueo o defen- do ello sucede, se genera una
sa, y su significado aumentará gestual típica para comuni-
igualmente en intensidad con carlo, cuyos signos pertene-
la altura (Pease, 2000: 50). cen al campo semántico del
No obstante, advertimos so- interés.
bre la necesidad en estos ca- MIRADA LIMPIA. Cuando el
sos de construir una sintaxis receptor mira fijamente, sin
kinésica. desviar excesivamente la mi-
Campo semántico del in- rada, es señal de que está in-
terés teresado (Fig. 48). Éste es el
primer kinema sobre el que se
El interés se manifiesta cuan- superponen otros kinemas
como el rostro ladeado, el ín-
69
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 48. Mirada limpia Fig. 49. Índice en la sien (kinema de


interés)

dice en la sien, etc.


MANO CERRADA EN LA BARBI-
ROSTRO LADEADO. Cuando el LLA. Este kinema de interés es
receptor ladea el rostro (Fig. tal siempre y cuando la cara
8), significa interés y que el no descanse en la mano, esto
emisor se puede extender un es, que dé señales claras de
poco más en su intervención. ser más bien un kinema de
cansancio, rechazo o aburri-
ÍNDICE EN LA SIEN. Si el re- miento; pero si la cara sólo se
ceptor escucha con el rostro apoya levemente en la mano
ladeado o no, y el dedo índice (Fig. 50), no cabe la menor
apoyado en la sien (Fig. 49), duda de que es interés. Si el
es señal de mucho interés. meñique entra en la boca, pa-
sa a ser un kinema de insegu-
No significa necesariamente ridad (Pease, 2000: 63).
que esté analizando lo que es-
cucha, sólo que le interesa el MANO ABIERTA EN LA BARBI-
punto. Si se le pregunta a una LLA. Es un kinema con el
persona que está construyen- mismo significado y carac-
do este kinema qué opina de terísticas que la mano cerrada
lo que está escuchando, es (Figs. 51 y 52). Su construc-
probable que responda con ción obedece más a catálogos
una frase simple de admira- de gestos familiares (costum-
ción. bres de la familia), y hay que

70
Comunicándonos más allá de las palabras

prestar atención para discri-


minarlo de un kinema de re-
chazo o aburrimiento, en
cuyo caso la cara descansaría

Fig. 51. Mano abierta en la barbilla


(caballero)

Fig. 50. Mano cerrada en la


barbilla

Fig. 52. Mano abierta en la barbilla


exageradamente sobre la ma- (dama)
no.
Campo semántico de la nemas clásicos de aceptación.
aceptación
ASENTAR CON LA CABEZA. Si
En general, la ausencia de ki- el receptor asienta con la ca-
nemas de rechazo puede ser beza mientras el emisor ha-
considerada como una sinta- bla, es una señal inequívoca
xis de aceptación, especial- de que acepta sus plantea-
mente porque somos más mientos.
proclives a expresar kinésica-
mente las actitudes negativas, MIRADA AL SUELO. El descen-
toda vez que evitamos expre- so de la mirada al suelo por
sarlas de modo verbal. Sin parte del receptor mientras el
embargo, existen algunos ki- emisor le recrimina alguna

71
Jerónimo Alayón Gómez

cuestión es señal de acepta- microgesto, razón por la cual


ción, de mea culpa. se debe prestar particular
RICTUS. Los rictus (contrac- atención para lograr percibir-
ción de las comisuras de los lo.
labios) pueden significar
aceptación por parte del re- PUPILAS DILATADAS. No está
ceptor del mensaje verbal comprobado que las pupilas
cuando su significado kinési- se dilaten ante estímulos
co concuerda con el conteni- agradables y se contraigan
do enunciado. ante estímulos desagradables;
sin embargo, Christof Koch6
Así, un rictus de pena duran- ha descubierto que se dilatan
te un reclamo, o un rictus de durante el proceso de una to-
alegría durante un elogio, sig- ma de decisión.
nifican acuerdo.
Campo semántico del re-
ÍNDICE. Si el receptor apunta chazo
con su índice a su interlocu-
tor, sacudiéndolo una o dos Cuando lo que escuchamos
veces, significa que el emisor no es de nuestro agrado, se
acertó en lo que ha dicho, y genera una respuesta desde la
es, por tanto, un kinema de CNV que encuadramos den-
aceptación. Si se agita mucho tro del campo semántico del
el índice, es ya un kinema de rechazo.
rechazo, y probablemente lo
que siga es un cuestionamien- En ocasiones, el rechazo no
to a lo que el emisor acaba de se hace directamente a lo que
decir. se escucha, sino a las evoca-
ciones que despierta en nues-
ALZADA DE CEJAS. Algunas tra mente, en cuyo caso
personas alzan las cejas para siempre será prudente discer-
aprobar lo que escuchan. Es nir el foco exacto de rechazo.
un kinema que califica casi de

6 Christof Koch es Profesor de Biología en el California Institute of Technology


in Southern California. Su página Web es http://www.klab.caltech.edu/~koch/

72
Comunicándonos más allá de las palabras

MANO EN «V» CONTRA LA % de las veces que se cons-


BARBILLA. Si la mano se truye este kinema significa
coloca dibujando una «v» rechazo; en el resto de las
contra la barbilla (Fig. 53), es ocasiones, puede variar el
un kinema ostensible de re- significado desde una moles-
chazo a lo que escucha. Este tia en la nariz hasta un gesto
kinema generalmente se muletilla, razón por la cual no
construye como parte de un lo consideramos un kinema
cruce de brazos, que en este fuerte de rechazo.
caso significaría rechazo.
En todo caso, extrémese la
TOQUE DE NARIZ. Tocarse la exigencia de hacer sintaxis
nariz mientras se escucha kinésica: nunca tome este
(Fig. 54) puede significar re- gesto solo como un kinema
chazo. definitivo de rechazo.
TOCARSE LA OREJA. El toque
Sin embargo, en nuestras ob- de oreja, en cualquiera de sus
servaciones ha quedado en variantes morfológicas, es un
evidencia que sólo en un 30 kinema de rechazo cuando se
efectúa como receptor de un
mensaje verbal. Es menos

Fig. 53. Mano en «v» (kinema de Fig. 54. Toque de nariz (kinema no
rechazo) muy estable)

73
Jerónimo Alayón Gómez

común que el toque de nariz,


pero más confiable (Fig. 55).
TOQUE DE OJO. El toque de
ojo se efectúa llevando el ín-
dice disimuladamente sobre
el párpado o la comisura del
ojo (Fig. 56), y constituye, lo
mismo que los toques de ore-
ja y nariz, un kinema de re-
chazo a lo que se escucha.
TOQUE DE NUCA / AJUSTE DEL Fig. 55. Toque de oreja (kinema de
CUELLO DE LA CAMISA. Una rechazo)
variante del toque de oreja es
el toque de nuca (Fig. 57), y
constituye un kinema de re-

Fig. 56. Toque de ojo (kinema de


rechazo)

chazo muy fuerte, más que


los toques de oreja, ojo y na-
riz. Una variación morfológi-
Fig. 57. Toque de nuca (kinema ca de este kinema es el ajuste
fuerte de rechazo) del cuello de la camisa (Fig.
58), típico en los hombres.

74
Comunicándonos más allá de las palabras

ÍNDICE EN LA BOCA. El índice


puesto en la boca es un kine-
ma de rechazo y duda (Fig.

Fig. 58. Ajuste del cuello (kinema Fig. 59. Índice en la boca (kinema
fuerte de rechazo) de rechazo/duda)

aparece después de una afir-


59), si bien es poco común mación controversial, es pro-
encontrarlo. bable que signifique rechazo.
MANO SOSTENIENDO LA CARA. DEDOS SOSTENIENDO LA FREN-
La cara recostada de la mano TE. Cuando el dedo índice y
es un kinema de rechazo en el medio se afincan en la frente,
receptor, pero también lo sosteniendo el peso de ésta
puede ser de cansancio (Fig. (Fig. 61), se puede entender
60). La manera de discriminar el gesto como un kinema de
un significado u otro es el rechazo. Hay que diferenciar-
contexto comunicacional. lo del índice en la sien (Fig.
Así, si una conferencia ha 49), que es un kinema de in-
durado ya tres horas, es facti- terés.
ble que sea un kinema de can-
sancio; pero si el gesto MANO TAPANDO LA CARA. Es

75
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 61. Dedos sosteniendo la frente


(kinema fuerte de rechazo)

sinestésica, 7 pues se tapa la


cara para no oír con los ojos
algo que rechazamos.

Fig. 60. Mano sosteniendo la cara


TAMBORILEO. Cuando se tam-
(kinema fuerte de rechazo)
borilean los dedos sobre una
superficie o sobre el cuerpo
suele ser un kinema de can-
un kinema fuerte de rechazo, sancio, y funciona como un
y se construye tapando la cara regulador que le dice al inter-
con la mano (Fig. 62). locutor que ya es hora de que
ponga fin a su intervención.
Es la progesión adulta del
gesto infantil de taparse los DEDO SOBRE LOS LABIOS. Es
ojos para no ver algo desagra- otro regulador (Fig. 63) que
dable, sólo que es una figura indica al interlocutor que de-

7Una figura sinestésica es un recurso retórico que mezcla percepciones y senti-


dos, como oír los colores y ver los sonidos. Es típica de la poesía, y a partir de
esta observación que hemos realizado en el transcurso de nuestras investigacio-
nes, nos atrevemos a hablar de retórica no verbal, con lo cual queda todo un
campo de estudio por delante para explorar.

76
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 62. Mano tapando la cara


(kinema fuerte de rechazo)

Fig. 64. Dedo disimulado sobre la


boca (kinema de rechazo)

completamente como un cru-


ce de dedos a la altura de la
barbilla.
MANIOBRAS LÚDICAS. Jugar
Fig. 63. Dedo sobre la boca con el lápiz, el teléfono, un
(regulador) yesquero u otro objeto es una
manera bastante ostensible en
be concluir su intervención. que el receptor expresa su re-
También puede ser un kinema chazo, más que a un concep-
de rechazo a lo que se escu- to, al propio expositor. Son
cha, y morfológicamente pue- adaptadores con los cuales el
de ser construido de diversas receptor suele autoprotegerse
maneras, algunas, incluso, co- de un emisor que no le sim-
mo en la Fig. 64, disimulado patiza. Ocasionalmente pue-

77
Jerónimo Alayón Gómez

den ser reguladores simple-


mente para finiquitar una
charla.
B RAZOS CRUZADOS. El cruce
de brazos sólo puede conside-
rarse como un kinema de re-
chazo si ocurre después de
una afirmación compromete-
dora o en el marco de una
conversación incómoda, y si
además hace sintaxis con
otros kinemas de rechazo, co-
mo en la Fig. 65, en la que
observamos ciertos gestos co-
mo el entrecejo fruncido y el
rictus de frustración, todo lo
cual hace del cruce de brazos Fig. 65. Cruce de brazos (kinema de
un kinema de rechazo. rechazo

Puede ser un gesto muletilla


(común a buena parte de Eu- En la Fig. 34 podemos apre-
ropa) o un gesto en relación ciar el cruce de brazos con los
con incomodidades climáti- pulgares arriba, que significa
cas, por lo cual es necesario rechazo y superioridad. En la
descodificarlo con sumo cui- Fig. 66 se puede apreciar el
dado, pues se trata de un ki- cruce de brazos ladeado, que
nema polisémico (múltiples significa informalidad (es
significados). muy factible verlo en adoles-
centes).
Se pueden apreciar varias
construcciones morfológicas. La Fig. 67 presenta el cruce
La de la Fig. 65 es la clásica, de brazos en paralelo, que es
y puede significar rechazo, un kinema de formalidad. El
incomodidad climática (frío) cruce de brazos en equis (Fig.
o ser una muletilla gestual. 68) es una variante del clásico

78
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 66. Cruce de brazos ladeado Fig. 67. Cruce de brazos en paralelo
(kinema de informalidad) (kinema de formalidad)

y significa temor.
Cuando los brazos se cruzan
en puños, esto es, con los
puños escondidos bajo los
brazos, es un kinema muy
fuerte de rechazo.
La relación entre la combadu-
ra (curvatura de los hombros
o espalda) y el cruce de bra-
zos es una sintaxis importante
de observar, pues cuando la
combadura no existe, como
en la Fig. 69, el significado es
distancia + superioridad.
Fig. 68. Cruce de brazos en «X»
Por el contrario, la combadu- (kinema de temor)
ra significa distancia + infe-
79
Jerónimo Alayón Gómez

rioridad. El primer caso es Éste es un kinema que suele


común entre personas con ser común entre personas del
una autoestima muy elevada, mundo intelectual, y puede
en tanto que el segundo es considerárselo como de baja
más típico de individuos con intensidad.
A veces sucede que el cruce
de brazos disimulado se da
fingiendo que se acomoda el
reloj, la pulsera, la yunta o la
manga de la camisa.
HORQUILLA EN LA FRENTE.
Cuando la mano va sobre la
frente como una horquilla
(Fig. 70), se expresa rechazo
a lo que se escucha. A veces
no es un kinema de rechazo,
sino un regulador para decir
al interlocutor que debe ter-
Fig. 69. Cruce de brazos por minar su comunicación. Éste
elevada autoestima es un gesto propio de quien
está sentado a una mesa.
crisis de baja autoestima. LA MANO EN LA CABEZA. Una
variante morfológica de la
CRUCE DE BRAZOS DISIMULA- mano de visera es la mano en
DO. Ocasionalmente las per- la cabeza, pues se realiza
sonas pueden intuir como también sentado a una mesa,
muy ostensible un bloqueo y tiene los mismos valores
con cruce de brazos o manos, semánticos. En la Fig. 71 se
en cuyo caso utilizan un libro, puede apreciar una construc-
una carpeta, un bolso o cual- ción fuerte del gesto.
quier otro objeto como excu-
sa para el cruce de brazos o DOBLE PUÑO EN LA BOCA. Se
manos (Fig. 42). construye también en posi-

80
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 70. Horquilla en la frente


(kinema de rechazo / regulador)

ción de sentado a una mesa, y Fig. 71. Mano en la cabeza (kinema


es un kinema polisémico, de rechazo / regulador)
pues suele significar desapro-
bación o escucha desconfia-
da, pero puede llegar a
significar interés y análisis,
según que vaya acompañado
o no de otros kinemas con los
cuales hacer sintaxis.
En la Fig. 72 podemos apre-
ciar la imagen de un médico
en actitud de escucha analíti-
ca; no obstante, si este gesto
está seguido de un roce de
nuca, o de un toque de ojo, se
convertiría en un kinema de
rechazo.
Fig. 72. Doble puño en la boca
S ENTADO A HORCAJADAS. Si la (kinema polisémico)
persona se sienta sobre una
81
Jerónimo Alayón Gómez

silla, pero con el respaldar ha-


cia adelante, y generalmente
descansando los brazos sobre
éste (Fig. 73), sin duda alguna
es un kinema fuerte de blo-
queo, típico de conversacio-
nes en grupos informales.
RECHAZO DISIMULADO. Si el
receptor no es un individuo
asertivo, puede que exprese Fig. 73. Sentado a horcajadas
su rechazo de una manera en- (kinema fuerte de rechazo)
cubierta.
Así, por ejemplo, simulará es-
tar ocupado en arreglar algu-
na pieza de su ropa (es típico
acomodar las mangas de la
camisa, el reloj o retirar pelu-
sas ficticias del saco).
En la Fig. 74 observamos có-
mo el sujeto ajusta su reloj,
con lo cual puede estar expre-
sando rechazo o distancia-
miento respecto de su
interlocutor.
PIERNAS CRUZADAS. La posi-
ción de sentado es la más na-
tural para la construcción del Fig. 74. Ajustando el reloj
cruce de piernas. Aunque me- (distanciamiento disimulado)
nos común, su construcción
de pie es factible bajo la for- lante. El cruce de piernas
ma de un cruce de tobillos, suele ser, como el cruce de
del que hablaremos más ade- brazos, un kinema polisémi-

82
Comunicándonos más allá de las palabras

co, pues a veces significa re-


chazo y otras, comodidad
(como el cruce de brazos en
la cultura europea).
Si el cruce es tradicional (Fig.
75), puede significar bloqueo,
pero también puede significar
comodidad, incluso cuando
va acompañada de un cruce
de brazos (Fig. 76), por lo
que se considera un kinema Fig. 75. Cruce de piernas tradicional
polisémico. (kinema polisémico)
Si las piernas van cruzadas en
«4» (Fig. 77), se trata de un
kinema de defensa, especial-
mente si la mano sujeta el to-
billo o la pierna. Si el «4» no
se hace por arriba del muslo,
sino por debajo, quedando
sentado sobre el tobillo, el ki-
nema es de comodidad (Fig.
78).
Si el cruce tradicional de
piernas va acompañado de su-
jeción con las manos, se trata
de un kinema de bloqueo de
alta intensidad (Fig. 79).
TOBILLOS CRUZADOS. Es un
kinema polisémico, puesto
que puede significar rechazo
leve o comodidad. Se puede Fig. 76. Cruce de piernas + cruce de
construir de pie (Fig. 80) o brazos (kinema polisémico)

83
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 78. Cruce de piernas en «4» por


debajo (kinema de comodidad)
Fig. 77. Cruce de piernas en «4»
(kinema de defensa)

sentado.
En la posición de sentado,
puede hacerse el cruce de to-
billos debajo de la silla (Fig.
81) o con los pies extendidos
hacia el frente (Fig. 82). En
todos los casos puede ir
acompañado de un cruce de
brazos, que Pease (2000: 81)
considera en su conjunto co- Fig. 79. Cruce de piernas + sujeción
mo un kinema de bloqueo. con manos (kinema de bloqueo)

84
Comunicándonos más allá de las palabras

Sin embargo, hemos obser-


vado que dicha sintaxis kiné-
sica puede tener un valor de
comodidad, particularmente
entre individuos europeos o
de procedencia europea, en
los que el kinema adquiere las
características de un gesto
local, y por medio del cual se
expresa comodidad y empatía
con el entorno cultural.
Una variación morfológica de
los tobillos cruzados, cuyo

Fig. 80. Cruce de tobillos de pie


(kinema polisémico)

significado cambia de inten-


sidad, pues adquiere valores
de bloqueo fuerte + superio-
ridad, es el cruce de tobillos
sobre una mesa, el cual suele
ir acompañado de un cruce de
manos en la nuca (Fig. 83).

Fig. 81. Cruce de tobillos sentado


(kinema polisémico)

85
Jerónimo Alayón Gómez

al campo semántico del aná-


lisis.
MANO EN LA BARBILLA. La
mano en la barbilla (siempre
y cuando no esté en «v», Fig.
53) es un kinema de análisis
(Fig. 84).
Si el receptor construye este
gesto, pueden esperarse de él
aportes inteligentes e intere-
santes. Es necesario hacer
sintaxis kinésica en este caso,
pues si el emisor del gesto,
por ejemplo, mira por encima
de unas gafas, o mantiene la
barbilla alzada, el kinema se
carga entonces de un valor de
Fig. 82. Cruce de tobillos sentado superioridad, que podría co-
(kinema polisémico) rresponder al campo semánti-
co de autoridad.

Campo semántico del análi- Puede hacer sintaxis con un


sis cruce de brazos, sin que por
ello deba adquirir valores de
Hay expresiones no verbales rechazo o desaprobación.
que no se pueden calificar de MANO EN LA SIEN Y BARBILLA.
rechazo, pero tampoco de in- Si el índice está en la sien y el
terés. Están en un terreno co- pulgar en la barbilla (Fig. 85),
mo intermedio, el del análisis, se ha construido un kinema
y significan que existe un de análisis con características
proceso de razonamiento en muy similares a las del ante-
curso cuyo pulso quizás sea rior.
bueno tomar. PUÑO EN LA BOCA. Si el puño
Son los gestos que pertenecen
86
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 83. Cruce de tobillos sobre la


mesa (kinema de bloqueo +
superioridad)

Fig. 85. Mano en la sien y barbilla


(kinema de análisis)

se apoya por el lado del índi-


ce en la boca (Fig. 86), es un
kinema de análisis con valo-
res de aprehensión.
También se lo puede cons-
truir apoyando contra la boca
los nudillos o las falanges. Es
común verlo en personas que
deben tomar una decisión ur-
gente en el marco de una si-
Fig. 84 Mano en la barbilla (kinema tuación delicada, o cuando se
de análisis) debe tomar una decisión que
entraña algún riesgo.
También es común que haga
sintaxis con un cruce de bra-

87
Jerónimo Alayón Gómez

zos, cuyo conjunto es un ki- esencial estudiarlos y desco-


nema de análisis aprehensivo. dificarlos con sumo cuidado.
Ocasionalmente podría signi- Los gestos con que se expresa
ficar rechazo o desaproba- sinceridad son pocos, lo cual
ción, razón por la cual debe resulta curioso, por decir lo
atenderse con particular cui- menos. La razón quizás obe-
dado a su sintaxis. dezca al hecho de que una
gran parte de los kinemas que
Campo semántico de la sin- construimos son reguladores
o adaptadores, cuya finalidad
no es otra que controlar el
flujo comunicacional ajeno o
propio.
Así, por ejemplo, los gestos
con que expresamos que es-
tamos mintiendo son algunos
de los que utilizamos para
expresar rechazo a lo que oí-
mos, esto porque en el fondo
rechazamos oírnos decir una
mentira.
Por otra parte, la mayoría de
los gestos que se construyen
Fig. 86. Puño en la boca (kinema durante una conversación son
de análisis aprehensivo) respuestas no verbales desde
el rol de receptor del mensaje,
de modo que es comprensible
ceridad que pertenezcan esencial-
mente a los campos semánti-
La honestidad se expresa con cos del interés, rechazo y
pocos gestos que conforman análisis.
el campo semántico de la sin- Ahora bien, ¿cuándo cons-
ceridad, razón por la cual es truimos gestos que expresen

88
Comunicándonos más allá de las palabras

que estamos siendo sinceros?


Cuando en el rol de emisores
del mensaje sentimos amena-
zada la confiabilidad en nues-
tra transparencia. Y ello
solemos intuirlo en la cons-
trucción de reguladores y
adaptadores por parte de
nuestro interlocutor.
En términos generales, la au- Fig. 87. Mostrar las palmas (kinema
sencia de kinemas de insince- de sinceridad)
ridad puede tomarse como
una sintaxis gestual de since-
ridad; sin embargo, aunque sona que emite el mensaje
pocos, hay algunos gestos que está de pie o sentada (Fig. 88)
expresan sinceridad en el sin cruzar ni los brazos ni las
emisor del mensaje. piernas, toda la sintaxis kiné-
sica revela sinceridad.
Alguno que ya hemos men-
cionado como la mirada lim- Generalmente los pies están
pia (Fig. 48) puede ser bien afincados en el suelo, a
considerado también un kine- lo ancho del cuerpo, y las
ma de sinceridad. manos descansan sobre los
muslos. La mirada, además,
MOSTRAR LAS PALMAS. Mos- suele sostenerse fija en el in-
trar las palmas abiertas (Fig. terlocutor.
87) es un gesto que revela
sinceridad. El problema es LA MIRADA DEL RECUERDO.
que ha sido un gesto muy Cuando se pregunta a alguien
abusado por oradores políti- sobre un acontecimiento pa-
cos, lo cual no le resta valor sado que debe rememorar, los
lingüístico, pero sí hace que ojos deben inclinarse hacia el
exista cierta desconfianza lado izquierdo del emisor del
consciente hacia el mismo. mensaje (Fig. 89).
DESCRUZADO. Cuando la per-

89
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 89. Mirada a la izquierda


(recuerdo)

Campo semántico de la in-


Fig. 88. Descruzado (kinema de sinceridad / inseguridad
sinceridad)
Así como hay una gestual pa-
ra construir el discurso de la
verdad, hay otra para cons-
truir el discurso de la mentira
Los neurólogos llaman a es- o de la inseguridad, cuyos
tos movimientos de los ojos signos pertenecen a este cam-
Lateral eye movements po semántico, pero hay que
(LMS) y la Programación ser especialmente cuidadosos
Neurolingüística (PNL) se para no incurrir en juicios y
fundamenta en ellos para ha- condenas.
blar de señales de acceso, que
son los movimientos de los Recordemos que todo saber
ojos como respuesta a la co- científico busca ayudarnos a
nexión neurológica entre és- entender las «causas» de un
tos y los pensamientos fenómeno. Los gestos que a
(Sambrano, 1997: 48-50). continuación se catalogan
pueden significar inseguridad
90
Comunicándonos más allá de las palabras

o insinceridad, motivo por el no muy confiable.


cual es necesaria la observa- MIRADA CREATIVA. Según la
ción sintáctica, de modo que PNL, la señal de acceso que
se pueda establecer claramen- se construye con la mirada
te la semántica de un gesto. dirigida hacia el lado derecho
del hablante significa que el
Valga repetir la acotación que emisor del mensaje lo está
hacíamos en el Capítulo I so- creando (Sambrano, 1997:
bre la necesidad de aproxi- 48-50).
marse científicamente a la
CNV y no emitir juicios, pues Si un interlocutor es requeri-
la información descodificada do sobre un acontecimiento
no constituye en sí elementos pasado y al responder dirige
de juicio, sino datos de estu- su mirada hacia su derecha
dio de una práctica comunica- (Fig. 90), no está recordando
cional, con el fin de en su respuesta, sino creando,
mejorarla. lo que podría significar que
está siendo insincero. Por el
TOQUES DE NARIZ, OREJA, OJO, contrario, si es requerido so-
NUCA Y CUELLO. Los toques bre un acontecimiento futuro,
de nariz (Fig. 54), oreja (Fig. es muy probable que mire a
55), ojo (Fig. 56), nuca (Fig.
57) y cuello (Fig. 58) explica-
dos en el acápite Campo
semántico del rechazo , son
kinemas de inseguridad o in-
sinceridad cuando quien los
construye no funge como re-
ceptor del mensaje, sino co-
mo emisor del mismo.
Recuérdese la observación
hecha sobre el toque de nariz
como una habitual muletilla
kinésica, razón por la cual lo Fig. 90. Mirada a la derecha
estimamos como un kinema (creación)

91
Jerónimo Alayón Gómez

su derecha. kinema de elegancia, sino que


hay que alternarlo con las
MIRADA OBLICUA. Cuando el manos en la zona de reposo,
hablante no mantiene la mira- que puede ser el gesto de la
da limpia, directa en los ojos
de su interlocutor, sino que la
dirige tangencialmente sobre
sus hombros o brazos, es pro-
bable que sienta inseguridad
o que incluso sea insincero.
MANOS EN LOS BOLSILLOS.
Suele ser un kinema de co-
modidad, pero al evitar la ex-
hibición de las palmas de las
manos puede percibirse tam-
bién como un kinema de in-
sinceridad, especialmente si
hace sintaxis con otros gestos
de este campo semántico.
Por ello es de la mayor im-
portancia no hablar en públi-
co con ambas manos en los
bolsillos, ni delanteros (Fig.
91) ni traseros (Fig. 33).
La excepción a esta sugeren-
cia es la construcción de un
kinema de elegancia, que Fig. 91. Mano en los bolsillos
consiste en llevar una mano al delanteros (kinema polisémico)
bolsillo, en tanto que se gesti-
cula con la otra (Fig. 92).
En todo caso, no es aconseja-
ble ni siquiera abusar de este

92
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 92. Kinema de elegancia Fig. 93. El vaquero (kinema fuerte


de bloqueo + defensa)

Fig. 40 (también con las ma-


nos cruzadas más arriba).
Kinésica inapropiada para
hablar en público
En términos generales, deben
evitarse los brazos y piernas
cruzados, y las manos en los
bolsillos o en la cara.
Hay que efectuar con cuidado
los gestos que expresen auto-
ridad, y evitar en lo posible
los toques de nariz, ojo, oreja,
nuca y cuello. Las manos de-
93
Jerónimo Alayón Gómez

ben ir en la zona de reposo y ción.


evitar balanceos y caminatas
nerviosas. Así, un puño cerrado a la al-
A continuación mencionare- tura del pecho es menos vio-
mos sólo algunos kinemas lento que alzado a la zona
muy específicos que conviene hiperbólica superior; un índi-
evitar, y que no habíamos ce apuntando al suelo es más
mencionado. dramático en la zona hi-
EL VAQUERO. Este gesto (Fig.
93) es un kinema de defensa
y bloqueo de mucha intensi-
dad, que con frecuencia utili-
zan los caballeros (y
ocasionalmente las damas)
para marcar distancia y co-
locarse en actitud defensiva.
Suele generar reacciones muy
adversas en el interlocutor,
quien puede replicarlo, cru-
zarse de brazos, de piernas o
emitir señales de rechazo.
ABUSAR DE LA ZONA HIPERBÓ-
LICA. En la Fig. 94 podemos Fig. 94. Zona primaria de
observar la zona primaria de gesticulación manual
gesticulación, dentro de la
cual deben moverse, en lo po-
sible, las manos. perbólica inferior; y las pal-
mas verticales implican
Cuando las manos salen de mayor amplitud construidas
esta zona primaria, ingresan a en las zonas hiperbólicas la-
la zona hiperbólica, esto es, terales.
aquélla donde los gestos ad-
quieren valores de exagera- En la Fig. 95 observamos a

94
Comunicándonos más allá de las palabras

un orador que ha alzado no


uno, sino los dos índices a la
zona hiperbólica superior, en
una clara actitud amenazante.
No está mal usar gestos ma-
nuales en la zona hiperbólica,
sino abusar de ella. Bien utili-
zada, la zona hiperbólica pue-
de reportar una significativa

Fig. 96. Gesto espejeado

Fig. 95. Índices en zona hiperbólica


superior

ganancia persuasiva. observar un gesto pobre que


EL ESPEJO. Cuando se habla ha sido duplicado, sin ningu-
en público, una tendencia na ganancia persuasiva.
común es reflejar los gestos,
esto es, hacer con la mano iz-
quierda lo que se hace con la
derecha. Ocasionalmente esta
duplicación kinésica puede
lograr un significado hiperbó-
lico como en la Fig. 95, por
tratarse de un gesto muy ora-
torio (índice al cielo); sin em-
bargo, en la Fig. 96 podemos

95
Jerónimo Alayón Gómez

96
Comunicándonos más allá de las palabras

Capítulo III
Campo Proxémico: Uso del Espacio.

97
Jerónimo Alayón Gómez

98
Comunicándonos más allá de las palabras

Nociones Generales

Edward Hall8 (1975/2001) ha dios, que el norteamericano


acuñado el término proxemia promedio utiliza menos que
para referirse a las relaciones el árabe el olfato y el tacto
entre el cuerpo y la manera para procesar sensorialmente
como éste usa el espacio. su entorno.
Este modo de usar el espacio Uno de los aspectos más re-
es propio de cada cultura, saltantes de la proxemia es la
razón por la cual existen no regulación de la distancia en-
sólo diversos lenguajes, ver- tre las personas por medio de
bales y no verbales, sino has- la territorialidad.
ta diversas arquitecturas
como maneras distintas de Mehrabian (2007: 20) tam-
ocupar el espacio (2001: 8). bién insiste en la diferencia
proxémica de una cultura a
Esta manera de usar el espa- otra, y utiliza también el
cio pasa indefectiblemente parámetro de comparación
por el procesamiento senso- entre estudiantes árabes y
rial del entorno, lo que condi- norteamericanos para esta-
ciona los sentidos empleados blecer ciertos factores proxé-
para marcar el espacio perso- micos que regulan la
nal, y ello a su vez está nor- territorialidad, a saber: 1)
mado por la cultura. distancia, 2) contacto visual,
3) dirección corporal, 4) ac-
En tal sentido afirma Hall cesibilidad corporal (cuerpos
(2001: 9), a partir de sus estu- abiertos o cerrados).

8 Edward Hall es antropólogo y ha sido profesor de varias universidades en Es-


tados Unidos, entre las que destacan la Universidad de Harvard y la Universidad
de Denver. Más información en su página Web (en inglés): http://www.ed-
wardthall.com/

99
Jerónimo Alayón Gómez

En nuestros estudios hemos (2000: 144-158) es de capital


comprobado que además de importancia en la proxémica,
los factores señalados por de modo que lo sumaremos
Mehrabian, el uso de las me- como quinto elemento de de-
sas y sillas que estudia Pease sarrollo en este capítulo.

100
Comunicándonos más allá de las palabras

Regulación de la Distancia

Edward Hall (1975) categori- res y amigos muy íntimos; el


za la regulación de la distan- espacio personal es ocupado
cia en cinco esferas de por otras personas en una
distancia personal, que que- reunión social, en la oficina o
dan del modo siguiente: en las fiestas; el espacio so-

Fig. 97. Regulación de la distancia (Edward Hall)

Pease (2000: 26-27) explica cial está destinado para los


la teoría de Hall de este mo- extraños, tales como el plo-
do: el espacio íntimo es aquél mero, el cartero, etc; por últi-
que sólo puede ser ocupado mo, el espacio público es el
por la pareja y familiares in- que ocupa un auditorio res-
mediatos (padres e hijos); al pecto del conferencista cuan-
espacio privado pueden in- do se habla en público.
gresar el resto de los familia-

101
Jerónimo Alayón Gómez

El espacio íntimo está asocia- gos muy queridos de la fami-


do a la inmediatez familiar. lia. Entran en este grupo los
Es el espacio que regulan en- compadres y padrinos, los
tre sí los cónyuges y los pa- cuñados, tíos y primos, salvo
dres e hijos. Pertenece, por que habiten bajo el mismo te-
decirlo así, al núcleo familiar cho, en cuyo caso pueden pa-
en estricto rigor. sar a ocupar el espacio
íntimo.
De hecho es el espacio donde
se configura buena parte de Hall ubica este espacio entre
los paradigmas comunicacio- los 15 y los 45 cm, pero no-
nales del ser humano. Allí sotros hemos registrado en
ocurren, por lo general, los Venezuela una regulación
esquemas de pragmática co- entre 10 y 30 cm.
municativa más difíciles, pero
a su vez los más ricos en ma- En este espacio se construye
tices y profundidad. la comunicación fraterna de
familia, y si bien no son co-
Ninguna otra esfera de la munes los kinemas de blo-
CNV proxémica incide tanto queo en el espacio íntimo, en
en los modos existenciales de el privado, por el contrario,
comunicación como el espa- comienzan a apreciarse kine-
cio íntimo y las dinámicas mas de bloqueo y defensa.
con que se lo construye.
El espacio personal es aquél
El estudio de Hall ubica este habitado por las otras perso-
espacio por debajo de los 15 nas que no son familiares ni
cm. En nuestra investigación amigos, pero con quienes
hemos registrado una regula- compartimos a diario, o casi a
ción por debajo de 10 cm en- diario.
tre venezolanos.
Es el último anillo de espacio
El espacio privado está desti- en el que departimos con los
nado para los demás familia- conocidos de la oficina, la es-
res de fuera del núcleo cuela o universidad, la igle-
familiar y para aquellos ami- sia, en fin, es allí donde

102
Comunicándonos más allá de las palabras

construimos una pragmática fuerza y de advertir, mientras


comunicativa de alteridad, es que en el espacio personal
decir, donde nos comunica- sólo funcionan como estabili-
mos con personas realmente zadores de las relaciones
distintas a nosotros, y en las jerárquicas.
que nos podemos identificar
por similitud o disimilitud. Ello hace que en el espacio
social surjan con frecuencia
Ello explica el importantísi- conatos de violencia verbal,
mo incremento de kinemas de que puedan terminar en otros
rechazo y autoridad en este tipos de violencia.
espacio, así como de regula-
dores y adaptadores para con- Hall registra una regulación
trolar el flujo espacial de 1,20 m a 3,60 m;
comunicacional. sin embargo, nosotros hemos
registrado una regulación de
Hall registra una regulación 70 cm a 2,00 m.
espacial de 45 a 120 cm, pero
nosotros hemos constatado El espacio público es el que
una regulación de 30 a 70 cm. corresponde a la comunica-
ción masiva cara a cara. No
El espacio social es el prime- es propia de todo el mundo,
ro de los anillos espaciales sólo de quienes se dedican a
para tratar a extraños. Allí hablar en público: educado-
nos encontramos con perso- res, políticos, gerentes, capa-
nas que no conocemos y a las taces, etc.
que tratamos sólo esporádica-
mente. Es el anillo proxémico en el
que existe mayor diversidad
La comunicación, en conse- de kinemas, y presupone en
cuencia, es altamente descon- las personas cierto grado de
fiada y abunda en kinemas de aprehensión por la pragmática
rechazo, en reguladores y comunicativa, lo que explica
adaptadores. Los kinemas de el miedo escénico que la ma-
autoridad tienen en este espa- yoría de las personas experi-
cio la finalidad de anunciar menta, pues en este anillo

103
Jerónimo Alayón Gómez

suele existir el menor vínculo espacial de Hall con la que


afectivo entre emisor y recep- hemos medido en nuestros
tor. experimentos observaremos
una notable diferencia, en
Es por ello que algunas per- cuanto que las magnitudes se
sonas buscan la mirada de al- achican en nuestro caso.
guien que pertenezca a su
espacio personal para ganar No hay que olvidar que el es-
seguridad. tudio de Hall se centra en la
cultura anglosajona nortea-
Hall registra este espacio por mericana, en tanto que el
sobre los 3,60 m, pero noso- nuestro se ubica en la cultura
tros lo hemos registrado por latina caribeña, con lo cual se
sobre los 2,00 m. puede constatar lo afirmado
por Hall y Mehrabian sobre
Si comparamos la regulación los patrones culturales.

Fig. 98. Regulación de la distancia (Venezuela)

104
Comunicándonos más allá de las palabras

Contacto Visual

El contacto visual o dirección car un contacto visual


visual es correlativa a la di- efectivo en un auditorio muy
rección corporal. Proxémica- amplio, tendrá que mover su
mente miramos de tres rostro hacia determinados
modos, a nuestro entender: 1) puntos de la audiencia, de
mirada con la vista, 2) mirada modo que ésta se perciba mi-
con el rostro, 3) mirada con el rada por el conferencista.
cuerpo.
Sabemos que es difícil enten-
Por contacto visual entende- der el contacto visual como
mos las dos primeras, en tan- un espacio de encuentro, pero
to que por mirada del cuerpo imaginemos la siguiente si-
entendemos la dirección cor- tuación: un estudiante le ex-
poral, de la que nos ocupare- plica un teorema a una
mos en el acápite siguiente. compañera de clases; mien-
tras él mira visual y facial-
Cuando la mirada visual y la mente el papel donde
mirada facial se simultanean, desarrolla el teorema, ella
la fuerza proxémica del con- mira facialmente el papel,
tacto visual es mayor que pero visualmente mira al chi-
cuando sólo hay mirada vi- co; si el joven se percatara de
sual. Por ejemplo: si un ven- ello, podría interpretar la si-
dedor mira a su cliente de tuación como que ella se in-
reojo, habrá menos fuerza de teresa por él.
encuentro que si gira 30° el
rostro para mirarlo visual y Proxémicamente él ha perci-
facialmente. bido como factible la transi-
ción de su espacio personal a
Otra aplicación de la mirada su espacio privado, y quizás a
facial tiene lugar cuando los su espacio íntimo. La mirada
interlocutores se ubican en el ha funcionado como un topos
espacio público, pues un ora- o lugar de encuentro.
dor, para que pueda comuni-

105
Jerónimo Alayón Gómez

Una característica importantí- locutores se dirigen mutua-


sima de la mirada visual y fa- mente la mirada visual / facial
cial (también de la corporal) o cuando la dirigen a un pun-
es que relativizan las regula- to en común.
ciones espaciales categoriza-
das por Edward Hall. Para ello deben estar ubica-
dos en los anillos de los espa-
Así, una ubicación territorial cios íntimo, privado o
de dos personas en el anillo personal.
del espacio social, podría re-
ducirse al espacio personal La consecuencia del encuen-
con sólo una mirada. tro visual es la distensión, la
armonía y la empatía comu-
Quizás en ello se base la ex- nicacional.
presión amor a primera vista
para aludir a personas espa- Desencuentro visual
cialmente muy distantes, pero
que relativizan su regulación Es lo contrario del encuentro
espacial por medio de una visual. La mirada visual / fa-
mirada visual o facial. cial se dirige a un punto no
pertinente ni común, y se ge-
Encuentro visual nera desarmonía, tensión y
roce comunicacional.
Tiene lugar cuando los inter-

106
Comunicándonos más allá de las palabras

Dirección Corporal (mirada corporal)

Además de mirar con la vista


o con el rostro, podemos mi-
rar con el cuerpo, y ello cons-
tituye el grado más
contundente de proxemia en-
tre hablantes.
El comportamiento de la mi-
rada corporal es muy dinámi-
co y complejo, pero cursa
sobre el mismo principio de
la mirada mutua o la mirada
en un punto común externo.
Así, los hablantes pueden di-
rigirse mutuamente la direc-
ción de sus cuerpos (Fig. 99)
o pueden mirar a un punto
común externo (Fig. 100).
Ahora bien, no sólo miramos
corporalmente con el tronco. Fig. 99. Encuentro corporal
Miramos también con las ex-
tremidades inferiores, de mo-
do que la dirección de las
rodillas y los pies pueden
señalar valores proxémicos
significativos.
Por ejemplo, en la Fig. 101, el
caballero del lado derecho de
la fotografía apunta con su Fig. 100. Encuentro visual externo
pierna derecha en sentido

107
Jerónimo Alayón Gómez

contrario de su interlocutor, si El caballero a la derecha de la


bien los troncos miran a un foto, mira visualmente al Sr.
espacio común de encuentro, Rajoy, pero corporalmente al
y las miradas visuales se en- Rey. El Sr. Rajoy, instintiva-
cuentran directamente, todo mente, busca un punto de en-
lo cual se puede interpretar cuentro externo para dirigir la
como una leve desconfianza, mirada visual y corporal, con
que, además, el caballero de lo cual establece un punto de
la izquierda responde con la equilibrio y armonía en el
mano arqueada sobre la pier- conjunto.
na (kinema de defensa + blo-
queo).

Fig. 102. Proxémica de grupo

Fig. 101. Desconfianza y defensa


En la Fig. 100 observamos
En la Fig. 102 observamos cómo todos miran corporal-
una fotografía en la que se mente a un punto externo de
encuentran los reyes de Es- encuentro, en tanto que los
paña con el Sr. Rajoy. receptores (izquierda de la
fotografía) miran visualmente
En ella podemos apreciar que al que habla (caballero de la
el Rey y la Reina se miran derecha).
corporalmente, aunque vi-
sualmente miran al Sr. Rajoy, En reuniones de este tipo, es
quien a su vez recibe todas común que las personas ade-
las miradas, obviamente por- lanten un pie en dirección al
que es quien está hablando. que habla, si éste es de su
agrado. Ésta es una señal

108
Comunicándonos más allá de las palabras

proxémica de reducción rela- ventas en pareja, pues por


tiva de la regulación espacial, medio de ella se puede saber
y que tiene una magistral a quién escogió el potencial
aplicación en el campo de las cliente como su vendedor.

Accesibilidad Corporal

Todas las señales que ya he- Sólo diremos que el cuerpo se


mos estudiado como kinemas relaciona también con otros
de bloqueo, distancia o defen- cuerpos por medio del espa-
sa pertenecen a este factor cio, y que en ocasiones puede
kinésico de la accesibilidad relativizarse la regulación es-
corporal, razón por la cual no pacial no reduciendo, sino
ahondaremos más en su estu- ampliando la territorialidad.
dio.

Relación Cuerpo-cuerpo

Las personas se ubican casi blecen no pocas veces su in-


siempre de manera libre y es- cidencia en la comunicación.
pontánea en el espacio, y con Veamos algunos de estos po-
ello expresan sus relaciones sicionamientos.
de poder, inclusión, exclu-
sión, rivalidad, colaboración, Acuerdo
etc.
Las personas están sentadas
Estos posicionamientos esta- en ángulo de 45°, diagonal-

109
Jerónimo Alayón Gómez

mente (Fig. 103). Expresa es- Las personas están sentadas


ta postura informalidad, fra- codo con codo, una al lado de
ternidad, amistad y hasta la otra (Fig. 104), y expresa
intimidad. colaboración, interés por ha-
cer una tarea en conjunto.
Es la más aconsejable para
pasar del anillo del espacio Es una posición ideal para
personal al privado (o al ínti- trabajar en pareja o equipo,
mo). pero no es recomendable para
llegar a acuerdos, salvo que el
Esta posición tiene excelentes interlocutor pertenezca al
aplicaciones en almuerzos de anillo del espacio privado o
negocios, tertulias amigables,
citas íntimas y cualquier reu-
nión en la que pueda ser ne-

Fig. 104. Posición de ayuda

Fig. 103. Posición de acuerdo


íntimo.
Rivalidad
cesario llegar a un acuerdo.
Ayuda Las personas están sentadas
frente a frente (Fig. 105). Es

110
Comunicándonos más allá de las palabras

una posición bastante utiliza-


da para los almuerzos de ne-
gocios.
Genera una gran frontalidad
corporal y una poderosa divi-
sión territorial expresada so-
bre la mesa con una línea
divisoria constituida por los
accesorios para comer y las
pertenencias (salero, serville-
tero, llaves del auto, teléfono
celular, etc.).
Como consecuencia de ello
las partes se muestran des-
confiadas y proclives a rivali- Fig. 105. Posición de rivalidad
zar.

Relación Cuerpo-mesa

La escogencia de las mesas y cas que éstas producen: mesa


el modo como las personas se cuadrada, mesa rectangular y
sientan en torno de las mis- mesa redonda. Pueden tener
mas obedece a patrones cultu- variaciones morfológicas.
rales aprendidos desde el
seno del hogar materno. Así, una mesa ovoide es una
variación morfológica de la
Son tres los tipos de mesas y, mesa rectangular.
por consiguiente, las dinámi-

111
Jerónimo Alayón Gómez

Mesa cuadrada
Genera grupos cerrados y
muy formales, además de
muy competitivos y rivales.
Sobre la misma se opera una
fuerte división territorial.
Además, obliga a que las per-
sonas estén muy próximas
unas de otras. Es una mesa en
torno de la cual suele haber
discusiones y tensión, rivali- Fig. 106. Dinámica de la mesa
dad, hermetismo e intoleran- cuadrada
cia. Si se la utiliza para
almorzar, es probable que los
comensales no se sientan ani-
mados a conversar. Mesa rectangular

En la Fig. 106 observamos la La mesa rectangular genera


dinámica de la mesa cuadra- grupos jerarquizados, cerra-
da: división territorial y fron- dos y muy formales. En torno
talidad. Las líneas oscuras, de ella las personas se ubican
que denominamos líneas ca- conforme a su jerarquía en el
lientes, representan los nexos grupo.
críticos de comunicación.
Así, por ejemplo, en una me-
En la figura se puede apreciar sa de comedor familiar, el
un tercer sujeto sentado en padre se sentará a la cabecera
ángulo, que puede fungir co- y la madre a su derecha. A la
mo mediador por su posición izquierda del padre se sentará
de acuerdo en la dinámica de el hijo mayor. Ocasionalmen-
la mesa (su nexo es con líneas te podrían invertir su lugar la
claras o frías). madre y el hijo mayor.

112
Comunicándonos más allá de las palabras

El sitio próximo al extremo por la jerarquización que ella


izquierdo del padre lo ocu- misma impone.
pará el hijo menor. Y cuando Algunos restaurantes de co-
venga a casa el tío, se sentará mida rápida, en el entendido
frente al padre, en la contra- de que su oferta de servicio
cabecera de la mesa. no va dirigida al consumo, si-
no a la rotación de comensa-
En la Fig. 107 se pueden les, utilizan mesas cuadradas
apreciar la división territorial y rectangulares con sillas en-
(como en la mesa cuadrada) y frentadas y fijas.
las líneas oscuras de confron-
tación. Aparecen líneas frías Incluso, algunas de estas me-
de entendimiento entre la ca- sas son más estrechas que lo
beza de jerarquía y los latera- que demandan las bandejas
les, y entre los miembros de con comida ya servida, todo
cada bando. lo cual está concebido para
favorecer una permanencia
Esta mesa es típica de hoga- breve en el local.
res europeos y es común en-
contrarla como mesa de Mesa redonda
reuniones en empresas, si
bien no es aconsejable su uso Genera grupos abiertos, coo-
perativos e informales, siem-
pre y cuando las sillas sean
todas iguales. Es la mesa
ideal para alcanzar acuerdos.
En torno de ella las personas
se muestran relajadas y con-
versadoras, por lo que es la
mesa ideal para los restauran-
tes que no son de comida rá-
Fig. 107. Dinámica de la mesa
pida.
rectangular
Es también la mesa ideal para
el comedor de casa y para la

113
Jerónimo Alayón Gómez

sala de reuniones de la em- sas de amplio diámetro.


presa, especialmente cuando Composiciones
se perciban ambientes tensos
y proclives a la confronta- Es bastante común en centros
ción. de convenciones y salones de
conferencias encontrar espa-
En la Fig. 108 se puede apre- cios compuestos con un mo-
ciar que no existen líneas ca- zaico de mesas, en cuyos
lientes de confrontación, sino casos, como en las variacio-
líneas frías de acuerdo, por lo nes morfológicas de las me-
tanto no existe tampoco divi- sas, el conjunto termina
teniendo alguna de las tres
características ya enunciadas:
cuadrados, rectangulares o
circulares.
En la Fig. 109 observamos
una composición rectangular,
propia del salón de reuniones
de una empresa, y cuyo efecto
final será el jerárquico de las

Fig. 108. Dinámica de la mesa


redonda

sión territorial.
La mesa redonda es ideal para Fig. 109. Composición rectangular
propiciar estancias largas en
locales de comida, en los que
la oferta de servicio sea el mesas rectangulares.
consumo y no la rotación de Y en la Fig. 110 podemos
comensales. En dicho caso, apreciar la misma composi-
siempre son mejores las me- ción, pero de un centro de

114
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 110. Composición rectangular

convenciones. se hallara.
Ocasionalmente, como en la
Fig. 111, sucede que la mesa En estos casos todas las va-
no está físicamente, pero las riables explicadas con ante-
personas se distribuyen rioridad operan del mismo
proxémicamente como si ésta modo.

Fig. 111. Composición rectangular

115
Jerónimo Alayón Gómez

116
Comunicándonos más allá de las palabras

Capítulo IV
Análisis de Casos

117
Jerónimo Alayón Gómez

118
Comunicándonos más allá de las palabras

En este capítulo, a partir de Para ello será de vital impor-


algunas fotografías históricas, tancia establecer la sintaxis
procederemos a efectuar el para cada caso, con lo cual
análisis kinésico y proxémico será necesario observar el
de las mismas, con el fin de contexto situacional de la fo-
ilustrar no sólo una de tantas tografía.
utilidades que se podría dar a
la Semiología no Verbal, sino Al final, y entendiendo que se
para establecer incluso algu- trata de una fotografía, y que
nos patrones de significado. aún toda la información
Al mismo tiempo, el amigo histórica no será suficiente
lector puede aprovechar el para agotar el control de todas
valor didáctico que entraña la las variables posibles, hay
práctica de un saber teórico, y que entender que existe un
aventurarse así mismo a sus margen plausible de error,
propios análisis, por supuesto, razón por la cual todo análisis
siempre atenido a un marco será discutible.
teórico-metodológico. Lo úl- Nos interesa ante todo, como
timo que debe ser la Semio- ya se dijo, el valor didáctico
logía no Verbal es una que entraña en sí el ejercicio,
interpretación propia y más que la sorprendente infa-
simbólica de los signos no libilidad de un análisis.
verbales.
Lo primero, en consecuencia, Partiendo de las conclusiones
es observar rigurosamente lo en reversa, el lector podrá re-
explicado en el Capítulo I so- construir por sus propios me-
bre Fundamentos Teóricos. dios intelectivos el análisis de
Luego, mantener claros los cada caso, y comprender me-
valores semánticos que se han jor y fijar los conocimientos
explicado para cada signo, que en suma hemos querido
tratando de conformar el sen- divulgar. A su vez, los cole-
tido global de eso que hemos gas podrán también someter a
denominado Campo Semánti- comprobación lo expuesto, y
co no Verbal.
así contribuir a la labor
científica.
119
Jerónimo Alayón Gómez

Horacio Quiroga grafías posteriores.


Comenzaremos con el análi- Si bien la pose es elegante, se
sis de la Fig. 112. Se trata de puede observar en su desen-
una fotografía tomada en cuentro visual y facial con la
1928. En ella están el escritor cámara una actitud de divor-
uruguayo Horacio Quiroga, cio afectivo con el grupo,
el escritor argentino Leopoldo confirmado por el hecho de
Lugones y el poeta argentino haber ocupado un lugar pe-
Baldomero Fernández, entre riférico en la fotografía.
otros intelectuales.
La PNL atribuye a esta mira-
Para aquel momento, Quiroga da un valor de «diálogo inter-
ya había sorteado suficientes no» (O'Connor y Seymour,
vicisitudes siniestras en su vi- 2000: 70-75), es decir, lo más
da, y ya aparece en la foto- parecido a estar hablando
grafía la mirada esquiva y consigo mismo.
hundida en el suelo, que se
mantendrá en todas sus foto-

Fig. 112. Horacio Quiroga junto a otros intelectuales (1928)

120
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 113. Ludwig Wittgenstein y su familia

Ludwig Wittgenstein Sus contemporáneos lo de-


finían como lacónico,
En la Fig. 113 podemos ob- sombrío, melancólico, solita-
servar una foto de familia. rio, y en efecto, un año antes
Fue tomada presumiblemente de esta foto vivió en Noruega
en Viena en 1914, cuando absolutamente solo en una
Wittgenstein (extremo dere- cabaña.
cho) estaba alistado como vo-
luntario en la Primera Guerra Wittgenstein no se caracterizó
Mundial. precisamente por un tempe-
ramento equilibrado. Fue cé-
El gran filósofo venía de ha- lebre la ocasión en que
ber estudiado en Cambridge blandió un atizador de chi-
con Bertrand Russell, y las menea contra Karl Popper en
circunstancias lo alejaron de 1946, durante una conferencia
la filosofía hasta 1926, cuan- que éste dictaba en el Cam-
do regresó a Inglaterra. bridge Moral Science Club.
121
Jerónimo Alayón Gómez

En la fotografía observamos lleros con las piernas cruza-


una reunión familiar elegante das, lo que viene a ser un
en torno de una mesa de té, al kinema de comodidad, propio
aire libre. Al fondo, una dama de reuniones sociales.
de pie posa mirando la cáma- No sabemos a ciencia cierta
ra. De las otras dos damas, la por qué Wittgenstein se sentó
más anciana mira su taza de al extremo izquierdo de la
té, en tanto que la más joven, composición, tomando a la
pasando el brazo por sobre dama de pie como quien pre-
Wittgenstein, mira también la side la reunión, pero ése es en
cámara. todo caso el puesto de la au-
Los caballeros, menos Witt- toexclusión.
genstein, hablan. Sólo Lud- El caballero del fondo, tanto
wig Wittgenstein está absorto por su ubicación como por su
en su taza de té, lo mismo que pose de «jinete», junto a la
la dama anciana, con quien dama de pie, parecen ser los
comparte la misma combadu- anfitriones, en tanto que el
ra de hombros y barbilla des- soldado frente a Wittgenstein
cendente, un gesto que denota parece el visitante.
frustración, cansancio o baja
autoestima. Nótese que la proximidad a la
Nótese, por ejemplo, la dife- mesa de las cuatro personas
rencia postural con el sujeto del fondo es bastante mayor
de la izquierda, quien está que la de los tres del primer
sentado de manera erguida, plano, lo que podría indicar
marcial. que Wittgenstein, la mujer a
su derecha y el soldado están
En la fotografía se aprecia de visita.
claramente a tres de los caba-

122
Comunicándonos más allá de las palabras

Acuerdos de Oslo diálogo interior.


Hay que aclarar que Rabin
En la Fig. 114 tenemos una fue duramente criticado por
histórica imagen de los los sectores conservadores
Acuerdos de Oslo (1993) en- que interpretaron su política
tre Israel, representada por su de cesión de territorios a
Primer Ministro, Isaac Rabin, cambio de la paz como una
y la Organización para la Li- traición a Israel, lo cual le
beración de Palestina (OLP), costó la vida en 1995 a manos
representada por Yasser Ara- de un fundamentalista.
fat.
En la fotografía se aprecia un
Es apreciable la distracción Rabin cuya kinésica facial es
de Rabin respecto de la mano de preocupación. Sus manos
bastante avanzada de Arafat, por delante casi estrujan el
que junto a su barbilla des- papel, que en un video de la
cendida puede implicar algún época se puede apreciar con

Fig. 114. Acuerdos de Oslo (1993)

123
Jerónimo Alayón Gómez

mayor detalle. dos.


La sonrisa de Rabin es muy En otro orden de ideas, pode-
distinta a la de Bill Clinton y mos notar que el brazo de
Yasser Arafat: es un rictus de Arafat está casi rectilíneo, lo
frustración, quizás por la con- que podría deberse a la dis-
sabida reacción que los acuer- tancia que lo separa de Rabin,
dos generarían en amplios pero podría estar significando
sectores de la sociedad civil autoridad.
israelí.
Por otro lado, y esto sí no está
Las sonrisas de Clinton y condicionado por factores
Arafat son de satisfacción. La externos, Arafat da la mano
de Clinton adicionalmente es en vertical (saludo neutro),
de orgullo, quizás por la sig- pero con una marcada sepa-
nificación que para él tenían ración de los dedos entre sí,
los acuerdos como Presidente lo que significa que intenta
recién electo de Estados Uni- proyectar autoridad.

Adolf Hitler graba concentrar en él la


atención.
En las imágenes 115 a la 119,
podemos observar una se- Su típico cruce de manos por
cuencia de kinemas corres- delante era un kinema de re-
pondientes al discurso chazo y defensa (Fig. 115).
pronunciado por Adolf Hitler Era, por lo general, el primer
el 30 de enero de 1933, con kinema que construía en pú-
motivo de ser nombrado Can- blico.
ciller de Alemania.
Luego el cruce de brazos con
En aquella ocasión, como en los antebrazos en paralelo
tantas otras, el Führer tarda (Fig. 116), que denota blo-
un minuto en comenzar su queo y formalidad excesiva-
discurso, tiempo que ocupa mente rígida, que combinada
con toda suerte de «poses» con la mirada amenazante
intimidantes, con lo cual lo- termina construyendo una

124
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 115. Discurso de Hitler (30. 01. 1933)

Fig. 116. Discurso de Hitler (30. 01. 1933)

125
Jerónimo Alayón Gómez

sintaxis kinésica de intoleran- campo semántico es la ame-


cia. naza. En términos técnicos,
En Hitler existe una carac- Hitler construía una apertura
terística particular: si bien en no verbal con valor amena-
muchas ocasiones se lo ve zante antes de la construcción
con la barbilla ascendente verbal de sus discursos, que
(Fig. 117), el kinema lo cons- iban por el mismo tenor.
truye más bien con la barbilla
completamente horizontal al En la Fig. 117 asume la pos-
cruzar los brazos, lo que hace tura de jarra, cuyo valor
que el significado pase de su- semántico es listo para la ac-
perioridad a intimidación . ción , pero en Hitler dicha
proactividad es destructiva.
Las figuras 115 a la 117 cons- Al descansar las manos no en
tituyen una sintaxis kinésica la cintura, sino en el cinturón,
del primer minuto de discur- adquiere adicionalmente el
so, que, como ya se dijo, valor de bloqueo + defensa.
transcurría en silencio, y cuyo

Fig. 117. Discurso de Hitler (30. 01. 1933)

126
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 118. Discurso de Hitler (30. 01. 1933)

Fig. 119. Discurso de Hitler (30. 01. 1933)

127
Jerónimo Alayón Gómez

Las imágenes 118 y 119 per- tual del mismo es muy inte-
tenecen ya a momentos del resante.
discurso. Son acompañamien- En la Fig. 119 observamos un
tos no verbales del discurso momento clave del discurso:
propiamente. culpa del infortunio histórico
de Alemania a los líderes de
En la Fig. 118 Hitler apunta, la Revolución de Noviembre
pero nótese cómo el dedo ín- de 1918, es decir, los socia-
dice carece de tono, está en- listas, con lo cual acaba de
corvado, sin tensión. Esto es construir oficialmente un pri-
típico de Hitler, y es un kine- mer enemigo interno contra
ma de inseguridad: significa quien unificar al pueblo bajo
que no se tiene seguridad so- el odio.
bre lo que se dice. Incluso
puede ser un kinema para Primero ha cerrado ambos
mentir. puños (kinema de violencia),
para luego convertir la mano
En ese momento preciso, derecha en un kinema de
mientras apunta hacia la zona acusación y amenaza: índice
hiperbólica, el Führer dice al cielo. Luego vuelve a
que había un tiempo en que apuntar a la zona hiperbólica,
un alemán sólo podía estar como en la Fig. 118.
orgulloso del pasado , quizás
aludiendo al vergonzoso Tra- El final del discurso es deli-
tado de Versalles. Pero... ¿a- rante, por decir lo menos. El
caso no surgieron de ese Führer vuelve a empuñar am-
pasado las condiciones que bas manos como en la Fig.
condujeron a Alemania a per- 119, y mirando al Cielo jura
der la Primera Guerra Mun- salvar a Alemania. Su mirada
dial? es psicótica, y para culminar
baja la vista en medio de un
Aquel primer discurso del tic nervioso que no pocas ve-
Canciller Hitler fue tenden- ces reproducirá, y que cons-
cioso y falaz: en él juró entre- truye una semántica global de
gar el poder al cabo de cuatro delirio.
años. Por consiguiente la ges-

128
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 120. Hitler con sus generales planificando una acción militar (1941)

La Fig. 120 muestra otro mo- De los cinco oficiales que


mento de Hitler siete años están más próximos a la me-
más tarde. Está reunido con sa, tres están apoyados sobre
sus generales, y sobre un ma- la misma, pero de todos Hit-
pa planifican alguna acción ler es el que está más apoya-
militar. La foto fue tomada en do, con valores semánticos de
1941, y podríamos presumir derrota incluso.
que pudo tratarse de la ofen-
siva militar más importante Su cabeza, más que inclinada,
de ese año: la fallida invasión parece caída, y la combadura
a la URSS. de los hombros hace con el
ángulo de la cabeza una sin-
La semántica kinésica de la taxis de frustración, que es
fotografía es de preocupa- ratificada por el rictus del
ción, frustración y derrota. oficial a su izquierda. Podría
Todos miran el mapa, menos decirse que se trata de un
el oficial del extremo izquier- momento muy serio, con gran
do que mira al Führer. riesgo en las decisiones.

129
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 121. Hitler y el Comandante de la Wehrmacht, Wilhelm Keitel (1941).

130
Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 122. Hitler y el Comandante de la Marina, Karl Dönitz (1945).

Las Figs. 121 y 122 nos per- Comandante de la Wehr-


miten comparar dos saludos macht, el Mariscal de Campo
de Hitler a dos comandantes Wilhelm Keitel, cuyo cargo
importantes, en dos momen- equivale hoy al de un Co-
tos muy distintos. mandante en Jefe de las
Fuerzas Armadas, uno de los
En el primer caso, saluda al hombres de confianza del

131
Jerónimo Alayón Gómez

Führer. de arrogancia y orgullo.


En el Mariscal Keitel pode- En la Fig. 122 tenemos otro
mos observar lo que hemos panorama diametralmente
dicho sobre el saludo castren- opuesto. Esta vez saluda al
se (Fig. 10): el brazo y el an- Comandante de la Marina, el
tebrazo se entregan en Almirante Karl Dönitz, otro
posición rectilínea, como si hombre de la confianza de
fuese la proyección de la pos- Hitler, y todos miembros del
tura de firmes, en tanto que Alto Mando.
Hitler entrega el saludo ejecu-
tivo, con el brazo y antebrazo Este encuentro tiene lugar en
flexionados. el bunker de Hitler, presumi-
blemente en abril de 1945,
Éste es un gesto típico del pocos días antes de que el
Fhürer. En él arrastra la mano Führer se suicidara. Hitler
de su interlocutor hacia su zo- designa a Dönitz heredero del
na personal, mantiene los Tercer Reich en calidad de
hombros erguidos y la mirada Presidente.
fija en los ojos del Mariscal.
En los videos de la época, se En la fotografía vemos a un
puede apreciar además cómo Dönitz que extiende un salu-
da la mano con una lentitud do marcial, aunque su rostro
casi calculada. revela preocupación. Hitler, si
bien extiende la mano como
En la fotografía, si bien Hitler siempre, luce una combadura
no alcanza la marcialidad de de hombros inusual en él, que
Keitel, se puede decir que hay hace parecer incluso que la
en él una postura gallarda y barbilla quedara levemente en
cargada de autoridad. descenso.
Para 1941, antes de la derrota Entre una fotografía y otra
en el Frente Ruso, Hitler sólo han transcurrido cuatro
venía de cosechar importantes años. Hitler apenas ha pasado
triunfos militares, y Keitel de los 52 a los 56 años, pero
había sido una pieza clave en el peso de la derrota se apre-
ello. Por tanto la semántica es cia ya en su sintaxis kinésica.

132
Comunicándonos más allá de las palabras

Juan Pablo II los gestos manejados dieron


cuenta de una homilía cuida-
En las Figs. 123-127, pode- dosamente preparada para la
mos apreciar varios kinemas ocasión.
del discurso pronunciado por
Su Santidad Juan Pablo II el Hemos seleccionado imáge-
jueves 2 de abril de 1987, en nes de la segunda mitad del
el Estadio Nacional de Chile, discurso, que contienen una
y en el marco del Encuentro gama variopinta de significa-
con los Jóvenes. dos no verbales.
En la mañana de aquel día En la Fig. 123 Juan Pablo II
había sostenido un encuentro está pronunciando la frase
tenso con el General Augusto más célebre de aquel discur-
Pinochet, pues el Papa le so: «No tengáis miedo de mi-
exigía el fin de la dictadura, rarlo a Él». Se refería a Jesús
así que el evento con los jó- de Nazareth, pero no pocos
venes en el Estadio Nacional han extraído algún simbolis-
significó el extremo de las mo político en la frase.
medidas de seguridad en la
capital chilena. Al pronunciarla, Juan Pablo II
apunta con el índice a una
El lugar era, además, un ico- imagen gigante de Jesús. Su
no de la represión dictatorial, índice, construido en la zona
pues durante el golpe de esta- hiperbólica, luce un kinema
do del 11 de septiembre de con un tono muy firme, todo
1973, había sido utilizado co- lo cual supone una semántica
mo centro de detenciones y con altos valores asertivos,
ajusticiamientos. contrario a lo que se aprecia-
ba en las Figs. 118 y 119 so-
Juan Pablo II se encargaría de bre Hitler.
recordarlo al decir que el es-
tadio era un lugar de competi- La kinesia del rostro de Juan
ciones, pero también de dolor Pablo II es interesantísima de
y sufrimiento. Las expresio- estudiar, pues era un hombre
nes de alto valor simbólico y de poca expresividad, que

133
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 123. Discurso de Juan Pablo II a los Jóvenes Chilenos (1987)

Fig. 124. Discurso de Juan Pablo II a los Jóvenes Chilenos (1987)

134
Comunicándonos más allá de las palabras

manejaba su expresión facial En la Fig. 124 se mantiene el


con mucho tino, quizás como tono académico, y el Papa
consecuencia de haber estu- pregunta a los jóvenes si tie-
diado teatro. nen sed de vida eterna. Hace
un juego retórico con la pre-
Todo el conjunto de la Fig. gunta, y la audiencia grita un
123 es firme, con la firmeza estentóreo sí.
que caracteriza a un religioso,
distante de toda marcialidad. La sintaxis kinésica de estas
En la Fig. 124, el Papa está dos imágenes (Figs. 123 y
diciendo: «Al contacto de 124) tienen un valor semánti-
Jesús despunta la vida». El co de serena autoridad acadé-
gesto que lo acompaña es un mica, lo cual hace que el
kinema académico, docente: mensaje verbal alcance a la
ésta es la frase de un teólogo audiencia en un marco de
que dicta cátedra, y por ello persuasión muy efectivo.
varía la sintaxis kinésica.

Fig. 125. Discurso de Juan Pablo II a los Jóvenes Chilenos (1987)

135
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 126. Discurso de Juan Pablo II a los Jóvenes Chilenos (1987)

Fig. 127. Discurso de Juan Pablo II a los Jóvenes Chilenos (1987)

136
Comunicándonos más allá de las palabras

Acto seguido, el Papa inicia en la precedente, el rostro del


la etapa final de su discurso y Papa se carga de una expresi-
se opera el tercer cambio en vidad más fuerte que de cos-
la sintaxis gestual de esta se- tumbre.
gunda mitad de la alocución.
Así, pasa de la asertividad al Pareciera que en la etapa final
tono académico y a cierto del discurso el Papa trata de
desánimo. dejar en claro que la lucha por
la libertad es importante, pero
En la Fig. 126 el Papa advier- no más que la libertad en
te que sólo Jesús es la Vida Jesús.
misma, y su rostro se carga de
la asertividad del principio Diera la impresión de que el
(incluso vuelve a señalar Papa percibiera por un mo-
enérgicamente la imagen de mento, en aquel ambiente
Jesús). cargado de ansias de libertad,
la tentación de nuevas formas
Pero detrás de esto, cuando de secularismo, pues hace
dice que aquél era el mensaje hincapié expresamente en es-
de vida que quería llevar a los te punto, un secularismo que
jóvenes chilenos, el Papa asu- pasa por el consumismo y la
me una kinesia con valor avidez sexual, pero que tam-
semántico de derrota (Fig. bién pasa por la excesiva
127). preocupación de obtener ni-
veles de vida cómodos.
Su mano izquierda cae como
un peso muerto contra su Juan Pablo II culmina advir-
pierna en un claro kinema de tiendo a los jóvenes que no
cansancio (generalmente más fueran pusilánimes ni se de-
de tipo anímico que físico), y jaran arrastrar por el egoísmo
su rostro se carga de una ex- y la comodidad, pero su sin-
presión apesadumbrada. taxis kinésica evidenciaba
valores de desánimo. Quizás
No ve por un rato largo a la el Papa lamentaba el abun-
audiencia, sino que deja la dante afán de cambiar la so-
mirada hundida en el papel. ciedad sin cambiar al hombre.
Tanto en esta imagen como
137
Jerónimo Alayón Gómez

Fig. 128. Juan Pablo II y Mehmet Ali Agca

La Fig. 128 corresponde a la La mano izquierda del Papa


visita que Juan Pablo II le avanza sobre el brazo de
dispensa en diciembre de Mehmet (regulador de control
1983 a Mehmet Ali Agca, el o autoridad), y dirige la mira-
hombre que intentó asesinarlo da ocular, facial y corporal al
el 13 de mayo de 1981. agresor, en tanto que éste di-
rige proxémicamente su
La visita tiene lugar en la cuerpo a un punto externo
cárcel de Rebibbia, y en ella (desencuentro).
el Papa lo perdona. La foto-
grafía es interesantísima de Por su parte, Mehmet,
analizar. En ella vemos a además del desencuentro cor-
Juan Pablo II dando la palma poral, no dirige la mirada fa-
abajo (kinema de autoridad), cial, sino la ocular
lo cual no es extraño por su oblicuamente (kinema de re-
investidura y el hábito de be- chazo). Su semántica general
sar el anillo papal. es de evasión.

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Comunicándonos más allá de las palabras

Fig. 129. V-J Day (1945)

V-J Day la Segunda Guerra Mundial,


cientos de personas se volca-
El 14 de agosto de 1945 se ron a las calles de New York
conoce como el V-J Day o a celebrar. El fotógrafo Al-
Victory over Japan Day. fred Eisenstaedt captó en la
Sabida la noticia del final de Fig. 129 el momento en que
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Jerónimo Alayón Gómez

un marino de guerra besaba del que se ha especulado di-


sorpresivamente a una enfer- ciendo que es la evidencia de
mera que pasaba a su lado. que la enfermera se extasió
Ninguno se conocía y de allí con el beso, está quebrado en
el interés de analizar la ima- un ángulo forzado, que pone
gen más famosa del final de de relieve la torsión a la que
la Segunda Guerra Mundial. fue sometida por el marino.
Se ha especulado mucho so- Sin embargo, la mano iz-
bre la posibilidad de que la quierda de la enfermera está
enfermera se hubiera entrega- ahí, pasiva, cuando pudo al-
do, rendida a los brazos del zarla contra el marino, lo que
apuesto marino. Ésta es la confirma que la resistencia
versión romántica, pero no es ofrecida no fue tan firme. In-
lo que la semántica gestual de cluso, una ampliación de la
la fotografía dice. fotografía revela que ella tie-
ne los ojos cerrados.
En primer lugar, el marino no
rodea con su antebrazo iz- El beso del Hôtel de Ville
quierdo el cuello y espalda
superior de la enfermera, sino La Fig. 130 es similar a la
que lo hace con el brazo, anterior, y nos permite con-
construyendo una especie de firmar el análisis realizado.
llave que evita a la dama po- Fue tomada en 1950 frente al
derse zafar fácilmente. Ayuntamiento de Paris por
Robert Doisneau.
En segundo lugar, la mano
derecha del marino sujeta fir- Podemos apreciar que el an-
memente a la enfermera un tebrazo del joven rodea los
poco más arriba de la cadera. hombros de la dama, y que su
mano descansa sobre uno de
Por su parte, la dama interpo- éstos, contrario a la Fig. 129
ne su brazo derecho entre ella en la que se nota el someti-
y el marino, al tiempo que ha- miento llevado a efecto por el
ce un gesto tenso con su ma- antebrazo contra la mejilla de
no izquierda. El pie derecho, la enfermera.

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Comunicándonos más allá de las palabras

Luego observamos en la Fig. le resta cierta espontaneidad a


130 cómo la mano de la dama la fotografía, aunque no a la
cae sin tensión y ella se arque semiología no verbal.
voluntariamente hacia atrás,
mientras que en la Fig. 129 es Además de la belleza artística
evidente la torsión forzada y de la fotografía, hay autenti-
la mano tensa. cidad en las emociones ex-
presadas en ella, y sin duda
El fotógrafo reveló en la dé- alguna que dicho rasgo incre-
cada de los noventa que los menta su valor estético.
protagonistas de la fotografía
habían posado para él, lo que

Fig. 130. El beso del Hôtel de Ville

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Conclusiones

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Comunicándonos más allá de las palabras

La CNV es una práctica co- del gesto, el Campo Proxé-


municativa en la que se utili- mico o estudio de las valores
zan signos no verbales para semánticos en la concepción
expresar actitudes, emociones del espacio, el Campo Croné-
y afectos. mico o estudio de los valores
semánticos de la concepción
Su estudio se remonta a la del tiempo y el Campo Para-
primera mitad del siglo XX, lingüístico o estudio de los
cuando se llevaron a cabo im- valores semánticos de la voz.
portantes investigaciones so-
bre los gestos faciales, En el presente libro nos he-
manuales y corporales. mos concentrado en el desa-
rrollo de los campos kinésico
Hoy en día son cada vez más y proxémico, puesto que el
los estudios multidisciplina- trabajo de investigación lle-
rios e interdisciplinarios que vado a cabo cubrió estos dos
se realizan desde la lingüísti- campos de estudio.
ca, la antropología, la psico-
logía y la sociología con el La experiencia heurística
fin de sistematizar científica- arroja como resultado la
mente su conocimiento. constatación de que los textos
de SNV están en lo cierto so-
Esta sistematización con un bre los catálogos de signos no
enfoque lingüístico la deno- verbales, pero también se pu-
minamos semiología no ver- do tener evidencia de que al-
bal (SNV), esto es, «una gunos de los signos no
ciencia cuyo objeto de estu- verbales registrados en la
dio es el discurso no verbal cultura anglosajona, donde
como unidad comunicológica, han sido producidos mayor-
como producto lingüístico» mente estos libros, no aplican
(Alayón, 2005). a la cultura latinoamericana.
A tal fin, la SNV organiza el También es importante ad-
estudio de la CNV en cuatro vertir que no pocas veces se
grandes campos heurísticos: asume la CNV y la SNV co-
el Campo Kinésico o estudio mo una suerte de esoterismo

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Jerónimo Alayón Gómez

comunicacional, en el que se kinésico que pudieran servir a


puede leer la mente de los la manipulación, pues la idea
otros, como reza el subtítulo ha sido que el texto tenga uti-
de algún libro de SNV. lidad esencialmente entre
personas del mundo empre-
Falso. La SNV es un conoci- sarial y profesional.
miento científico sobre el len-
guaje actitudinal, y en La SNV, ya lo decíamos al
consecuencia es susceptible principio, puede mejorar los
de ser experimentado y con- procesos de comunicación, y
ducido por protocolos de in- al hacerlo, estará mejorando
vestigación, con el fin de muchos aspectos de la vida
normalizar el rigor académico cotidiana, pues no sólo existe
de la SNV. una relación directa entre có-
mo nos comunicamos, cómo
Las aplicaciones de la SNV vivimos y cómo nos llevamos
son múltiples y de un valor con las demás personas; sino
incalculable, toda vez que se que, además, existe una rela-
puede sacar provecho de ella ción de configuración exis-
en cualquier espacio de rela- tencial entre nuestro lenguaje,
ción humana en el que sea el entorno y nosotros mismos.
menester mejorar la comuni-
cación.
Es posible afectar el pensa-
No compartimos la premisa miento y el espíritu afectando
esbozada en algún libro de el habla, y si ésta mejora,
que la SNV sirva como un ar- aquéllos también lo harán por
ma secreta para manipular a defecto.
las personas, pues ello signi-
ficaría un uso aberrado del Espero que esta obra breve,
conocimiento para vulnerar la que ha sido concebida así pa-
dignidad humana. ra que sea práctica, sin me-
noscabo de que en ediciones
Es por ello que no hemos de- posteriores se vaya amplian-
sarrollado en este libro algu- do, corrigiendo y profundi-
nos aspectos del campo zando, cumpla su cometido

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Comunicándonos más allá de las palabras

de ayudar a que mejoren las Es fundamental concluir aco-


dinámicas sociales depen- tando que cada persona que
dientes del lenguaje actitudi- se proponga estudiar la CNV
nal expresado en la CNV, lo puede hacer con un míni-
pues en la medida en que ello mo de disciplina.
ocurra no sólo se estará cons-
truyendo una sociedad civili- Cumplir este cometido per-
zada, sino que nos mitirá ir elaborando manuales
permitiremos elevar el desa- documentados en cuyo acopio
rrollo humano que depende podamos establecer un regis-
de los signos, verbales o no, a tro más amplio y plural de los
la altura que para sí demanda signos no verbales.
el espíritu humano.

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Lista de Referencias

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