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Misantropía

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Este aviso fue puesto el 21 de mayo de 2012.

La Matanza de los Inocentes: El rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea Herodes I el Grande dio la
orden de asesinar a todos los niños nacidos en Belén y menores de dos años, un ejemplo de
misantropía. (Caso perteneciente a la literatura fantástica)

La misantropía (del griego μίσω (miso): «yo odio», y άνθρωπος (anthropos): «hombre, ser
humano») es una actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general al
género humano.1 Su antónimo es la filantropía: amor a los seres humanos.
No implica necesariamente desagrado por personas concretas, sino animadversión por los
rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que
muestra antipatía por los seres humanos y la humanidad en su conjunto. Puede ser ligera
o marcada, así como de características muy diferentes: desde lo inofensivo, la crítica
social, hasta la destrucción o la autodestrucción.

Índice
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 1Orígenes de la misantropía
o 1.1Como movimiento literario
o 1.2En el teatro
 2Diferencias con el pesimismo
 3Misantropía y filosofía
 4Misantropía y política
 5Misantropía patológica
 6La misantropía como protociencia
 7Referencias

Orígenes de la misantropía[editar]
Como movimiento literario[editar]
El nacimiento de la misantropía en la literatura se atribuye a numerosos
escritores satíricos, como William S. Gilbert (Odio a mis congéneres). Se deben examinar
estrechamente tales identificaciones, pues una visión crítica o parodia de la humanidad se
puede confundir con misantropía, dado que contiene rasgos de desagrado no
considerados como tal repulsión.2
En el teatro[editar]
La representación teatral clásica de la misantropía se encuentra en la comedia,
principalmente con la obra de Molière 'El misántropo'.

Diferencias con el pesimismo[editar]


Entre el pesimismo filosófico y la misantropía existe una distinción importante. Immanuel
Kant aseveró:
«De la naturaleza tortuosa de la humanidad, ninguna cosa recta se puede obtener».

Aunque esta no era una expresión acerca de la inutilidad de la propia humanidad.


Asimismo, Samuel Beckett en una ocasión comentó:
«El infierno debe de ser como [...] recordar los buenos tiempos pasados, cuando deseábamos estar
muertos»

alegato quizás perceptible como desolador y desesperado, pero no como antihumano o


expresivo de algún odio por la humanidad.2

Misantropía y filosofía[editar]
Quizás sea en la filosofía donde se observa el odio más primitivo hacia el ente humano.
Desde siempre, los filósofos han considerado al «hombre» como el mayor de los peligros.
«Me vuelvo más avaro, más ambicioso, más sensual, aún más cruel y más inhumano, porque
estuve entre los hombres»3

decía Séneca en sus cartas. Pero no es sólo cuestión de preservarse del hombre, sino que
hay un placer filosófico por la ruina de las existencias entregadas a lo sensible y a lo
pasional. Se habla de placer, no propiamente de apatía hacia el hombre, pues hay una
dicha que surge de la desgracia ajena que, según Kant, significa la aparición de la
misantropía en todo su horror.3
No se trata sólo de estar a salvo de la impunidad, sino que, con regocijo, el filósofo
observa el espectáculo de ver al resto de los hombres cubiertos por ella.
Por otra parte, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer era casi tan ciertamente misántropo
como indica su reputación. Escribió:
«La existencia humana debe ser una especie de error».

Sin embargo, la misantropía no equivale necesariamente a actitud inhumana hacia la


humanidad. De hecho, Schopenhauer concluyó que:
«El trato ético hacia los otros era la mejor actitud, pues todos somos sufridores y parte de la misma
voluntad de vivir.»

También analizó el suicidio desde una actitud comprensiva que resultaba extraña para su
tiempo, cuando era un tema tabú.2
Por otro lado, sin poderse considerar adopción de una postura propiamente misantrópica,
resulta interesante observar la posición adoptada por el filósofo español José Ortega y
Gasset con respecto a la materia tratada. En el prólogo para franceses de su célebre obra
intitulada La rebelión de las masas, abiertamente declara:
Que no me he dirigido jamás a la humanidad. Esta costumbre de hablar a la humanidad, que es la
forma más sublime y, por lo tanto, más despreciable de la democracia, fue adoptada hacia 1750 por
intelectuales descarriados, ignorantes de sus propios límites, y que siendo, por su oficio, los
hombres del decir, del logos, han usado de él sin respeto ni precauciones, sin darse cuenta de que
la palabra es un sacramento de muy delicada administración».4
El alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche, con su filosofía del Übermensch, muestra
desprecio hacia el humano. Lo incita a superarse a sí mismo y a ser «superhombre».
Como ejemplo se puede citar lo siguiente.
¿Qué es el mono para el hombre? Una irrisión o una vergüenza dolorosa. Y justo eso es lo que el
hombre debe ser para el superhombre: una irrisión o una vergüenza dolorosa.
Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche5

Misantropía y política[editar]
Se ha reflexionado acerca de la idea que origina el sentimiento misantrópico: ¿Se trata de
odio hacia «la Humanidad» como ente abstracto o hacia los hombres concretos de carne y
hueso? El término humanidad excede enormemente a «los hombres»: abarca la idea de
algo que se extiende en el tiempo, de un legado y de un proyecto. Entonces, en el ámbito
político, la misantropía no se expresa en odio genérico hacia la humanidad, sino en
desprecio hacia lo que hace el ser humano cuando detenta el poder o cuando carece de
él.
Desde Platón hasta Séneca tenían esta visión del ente humano, condición de la cual sólo
era posible sustraerse por medio de la Filosofía.
Tito Livio sostenía:
La plebe o sirve con humanidad o domina con soberbia.3

Ya en la Modernidad, según la tradición escéptica, al mundo se le considera «hospital de


locos», poblado de existencias insensatas e incurables.

Misantropía patológica[editar]
En casos extremos, la misantropía ha conducido a asesinatos masivos. Carl Panzram,
asesino de más de 20 personas, en 1922, desde la cárcel de Washington DC expresó:
«Odio a toda la raza humana. Disfruto matando y violando gente.».6

Otro ejemplo: los asesinos que en 1999 realizaron tiroteos en el Instituto Columbine,
mataron a 13 personas y se suicidaron. En sus diarios mencionaban su odio a la especie
humana [cita requerida].

La misantropía como protociencia[editar]


Algunos han considerado elevar la misantropía a una protociencia de
la misantropología[cita requerida].
En 1992 la ensayista estadounidense Florence King, autoproclamada misántropa, escribió
un libro de humor, titulado With Charity Towards None: A Fond Look at Misanthropy («Por
caridad hacia nadie: una entrañable mirada hacia la misantropía»), acerca de la historia de
un misántropo.

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