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I N T R O D U C C I O N
Human Mo

BUCK, R. New York

Con frecuencia diferentes individuos se comportan de manera distinta


ante una misma situación. Un niño puede adaptarse con facilidad y éxito a su primer
día en la escuela, mientras que otro puede resistirse a dejar a su madre. Un
estudiante de secundaria puede tener grandes dificultades para controlar su peso en
el transcurso del año escolar mientras su compañero no confronta ese problema.
También ante situaciones diferentes un individuo puede actuar en formas distintas y
en apariencias contradictorias. Un día una persona puede agredir a su mujer
indefensa y a sus hijos; otro puede ser un padre y un marido cariñoso. Los conceptos
de motivación y emoción intentan explicar las diferencias en la conducta de un
individuo a otro y de una situación a otra.
Como no se evidencia una explicación externa para estas diferencias en la
conducta, se concluye que deben explicarla eventos internos inobservables - motivos
y emociones. De hecho, el problema con los eventos internos es que no son
observados directamente y por eso se dificulta su estudio. Esto no significa que no
puedan estudiarse. En realidad hay muchas formas de hacerlo. Se puede examinar
la historia del individuo para determinar si ocurrió algo en el pasado que afectó su
conducta en forma distinta como a la de otro. Quizás el niño infeliz el primer día de
clases estuvo separado de sus padres alguna vez, mientras que el niño feliz no. 0 se
puede buscar la causa en la herencia del individuo. Quizás el niño infeliz tiene una
tendencia heredada a ser ansioso y temeroso. También se puede examinar la
situación actual. Tal vez la madre del niño infeliz inconscientemente hace algo que
dificulta que el niño se separe de ella. 0 se pueden buscar diferencias en los
mecanismos fisiológicos asociados con la conducta. Tal vez el niño estaba excitado
por algún evento no vinculado con la escuela y la respuesta fisiológica a esa
excitación contribuyó a sentir miedo cuando se dio cuenta que su madre lo dejaba. 0
posiblemente el niño infeliz puede haber sufrido algún tipo de daño cerebral que lo
llevó a ser excepcionalmente temeroso y ansioso.
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El problema con los eventos internos inobservables no es la imposibilidad de


estudiar, sino que pueden estudiarse de mucha formas. Allí subyace la complejidad y
fascinación del estudio de la motivación y la emoción: existen muchos enfogues
posibles al tema y no hay criterios para decidir de antemano cual enfoque era más
significativo y apropiado en un momento específico.
Todo enfoque acerca de la motivación y la emoción se caracteriza por una
tradición de investigación más o menos única y un conjunto de técnicas
metodológicas. Cualquier enfoque puede concebirse como un sistema separado, con
su marco de referencia metodológico y conceptual propio y con una estructura de
criterios o principios, reglas de juego, que hacen posible su funcionamiento. Sin
embargo, estos principios limitan el alcance del enfoque de la misma manera que las
reglas restringen el número de movimientos posibles en un juego. Todo enfoque
tiene sus puntos ciegos: hay aspectos de la conducta con los que no puede tratar. El
análisis de la conducta de un individuo desde un solo punto de vista pasa por alto la
verdadera complejidad de la causación de la conducta.
Las personas que trabajan con un enfoque a menudo no reconocen que
existen otras formas válidas para estudiar la conducta. Lo peor es que ellos pueden
asumir posiciones radicales definiendo el tema de acuerdo a sus propios intereses y
considerando absurdo e insignificante a lo que no encaje en su definición. Con
frecuencia simplemente ignoran el trabajo que no aparenta relevancia inmediata para
el suyo. Sin embargo, para la comprensión de la conducta es esencial que esos
enfoques estén abiertos a la fertilización cruzada planteando preguntas nuevas y
diferentes, interpretaciones y técnicas metodológicas, de tal forma que las
diferencias entre ellas pueda estimular el surgimiento de nuevas síntesis
comprensivas.
La psicología como ciencia ha llegado a un punto donde los métodos y
resultados de distintos enfoques respecto a la conducta se están haciendo
relevantes unos a otros. Esta tendencia se aprecia con claridad en el estudio de la
motivación y emoción humana. Una adecuada psicología de la motivación y la
emoción humana requiere la consideración simultánea de áreas de la psicología que
durante mucho tiempo han estado separadas por diferentes tradiciones y técnicas de
investigación. Algunos de los factores que afectan a la conducta humana son
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considerados más fácilmente desde un punto de vista fisiológico. Otros conducen a


un análisis cognoscitivo, algunos reflejan situaciones sociales o situacionales, etc. La
misma conducta manifiesta puede estar motivada por un tipo de influencia en un
caso. Por ejemplo un acto agresivo (matar a una persona indefensa) puede ser
resultado de una anormalidad fisiológica (por ejemplo, un tumor en el cerebro) o de
una presión social (por ejemplo, la orden de un militar superior). Ningún enfoque
acerca de la agresión puede explicar adecuadamente toda conducta agresiva. Para
apreciar verdaderamente la complejidad de la motivación humana, debemos
comprender los diversos enfoques y métodos utilizados para su estudio.

II. UN ENFOQUE EVOLUTIVO INTERACCIÓNISTA ACERCA DE LA MOTIVACIÓN


Y LA EMOCIÓN.

Tal vez sea costumbre comenzar un libro acerca de un tópico definiendo lo que
éste es. Esto es más difícil de lo que uno se imagina. Así como hay muchos
enfoques acerca de la motivación y la emoción, existen también muchas formas de
definir esos términos. Toda definición puede ser útil dentro de su propio sistema o
marco de referencia.
Probablemente no haya nada esencial que sea común a todas las cosas
denominadas " motivación" o a las denominadas "emoción". La conducta agresiva
inducida por un tumor cerebral y la producida por influencias sociales pueden no
tener nada en común excepto las similitudes aparentes de las conductas: los
procesos "motivacionales" que sirven de base a actos similares pueden no tener
nada en común. Sin embargo, tiene sentido clasificar a estas conductas agresivas y
hablar de los procesos en que se basan como tipos de "motivación agresiva". Como
lo ha sugerido el filósofo Ludwig Wittgenstein, las cosas nombradas por una misma
palabra no necesitan tener nada en común más allá de las similitudes informales o
"parecidos familiares". Las relaciones y similitudes entre los distintos usos de una
palabra son semejantes a las fibras enrolladas de una cuerda: ninguna fibra se
extiende a lo largo de toda la cuerda y una determinada fibra puede estar muy
alejada de otra, pero debido a su relación con las fibras próximas forman un todo
continuo. Así ocurre con términos generales como motivación y emoción..Un uso de
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uno de esos términos puede no tener nada en común con otro, pero debido al tejido
de significados de todos los usos, el término adquiere significado en sentido general.
Tradicionalmente la motivación y la emoción se han visto como áreas
separadas dentro de la psicología. Con frecuencia la motivación ha sido definida en
función de los determinantes de la conducta: es decir, la motivación se conceptualiza
muchas veces como aquellos procesos mediante los cuales la conducta es activada
y dirigida (Young, 1961). En contraste, por lo general la emoción se define en
términos de estados de sentimientos (Strongman, 1973). Ambas, la motivación y la
emoción, han sido contrastadas con los procesos de pensamiento o cognición.
La investigación reciente ha demostrado que es imposible separar la activación
y dirección de la conducta, los sentimientos subjetivos y la cognición. Todos estos
procesos desempeñan papeles interactivos e integrados en la motivación y la
emoción. En vez de ubicar los conceptos de motivación y la emoción en definiciones
categoriales exclusivas, presentaremos un esquema descriptivo que revela como los
sentimientos, la cognición y la conducta son procesos interactivos involucrados en el
fenómeno motivacional y emocional. En el resumen de cada capitulo su contenido se
relacionará con el esquema.

2 . 2. El Esquema Descriptivo
Este libro sugiere un enfoque evolutivo-interaccionista acerca de la motivación
y la emoción en el cual los factores fisiológicos y cognoscitivos interactúan en la
producción de la conducta después de haber evolucionado en forma relativamente
independiente. El análisis detallado de como ello ocurre es el principal propósito del
libro, pero por ahora se presentarán algunos esquemas generales.
La Figura 1, ilustra el esquema, con los procesos iniciándose, debido a la
acción de un estímulo afectivo interno o externo (como por ejemplo, un estimulo que
tiene implicaciones motivacionales o emocionales). Los estímulos afectivos internos
pueden incluir actividad cerebral anormal asociada con algún estado patológico, un
nivel bajo de azúcar en la sangre debido al agotamiento, niveles altos de hormonas
sexuales al inicio de la pubertad, etc. Los estímulos afectivos externos pueden incluir
la presencia de un enemigo o de un amigo, la de un objeto novedoso para un niño o
la orden de una figura de autoridad.
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Estos estímulos inciden sobre un "filtro" que representa a las características


únicas y a las experiencias aprendidas del individuo. El filtro comprende incluye
mecanismos innatos comunes a las especies o heredadas por el individuo y
cualquier experiencia aprendida relevante. Esta puede incluir asociaciones
condicionadas clásicamente así como también experiencias sociales vicarias o
directas acerca de la situación estímulo y del papel social del individuo ante esa
situación. El filtro determina el impacto de los estímulos afectivos para un sujeto en
particular ante una situación específica.
El efecto de los estímulos afectivos es sentido tanto en el nivel cognoscitivo
como en el fisiológico. En el nivel cognoscitivo el individuo comprende e interpreta
los estímulos sobre la base de sus experiencias pasadas y el papel social actual. En
el nivel fisiológico, sus sistemas nerviosos y endocrino trabajan para adaptar el
cuerpo a los cambios de circunstancias creados por el estímulo. Las respuestas
fisiológicas y cognoscitivas interactúan entre sí: la experiencia subjetiva de una
reacción fisiológica es una fuente importante de información para la interpretación
cognoscitiva de la situación y la propia interpretación cognoscitiva puede requerir
adaptación corporal.
De acuerdo a este esquema, esta interacción entre las respuestas fisiológicas
determina la experiencia emocional reportada por la persona y su conducta
manifiesta. Esa conducta también está determinada por las reglas de juego
aprendidas por el sujeto en esa situación: en una oportunidad la persona puede
expresar libremente sus reacciones a los estímulos efectivos, en otras puede
inhibirlas.
Las respuestas manifiestas del sujeto pueden producir feedback para cambiar
el estímulo efectivo original y también pueden alterar el proceso de comprensión
cognoscitiva en curso. Por ejemplo, si una persona furiosa ataca., el enemigo puede
huir. La respuesta efectiva de ataque puede reforzar al estado afectivo catalogado
como furia y alterar al estímulo externo afectado por él.
Generalmente la conducta manifiesta del individuo es para los otros la principal
fuente de información, acerca de su estado afectivo, aunque es posible que un
observador pueda intentar evaluar su experiencia subjetiva o estado cognoscitivo
pidiéndole un auto informe ( por ejemplo, ¿Qué hace que Ud. se disguste?, ¿Por qué
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usted actúa así?). Tanto la conducta manifiesta como los autoinformes pueden estar
influidos por las reglas en juego. En circunstancias excepcionales, el observador
puede evaluar el estado fisiológico mediante un equipo especial. Este esquema
incluye la historia de desarrollo del individuo como una tercera dimensión a través de
la cual todos los otros factores ya descritos- mecanismos innatos, experiencias de
aprendizaje, el sistema cognoscitivo y el sistema fisiológico - se desarrollan con
relativa independencia. Por ejemplo, la naturaleza de la comprensión cognoscitiva de
un estímulo afectivo puede, cambiar significativamente a medida que el individuo se
desarrolla desde la infancia hasta la adultez. Los miedos infantiles se desvanecen *
nuevos temores e intereses se manifiestan. Sus reacciones fisiológicas y quizás
ciertos mecanismos innatos también pueden cambiar durante la pubertad. Todos
estos cambios pueden contribuir a la crisis emocional que a menudo se asocia con la
adolescencia, aunque no en forma simple. La conducta manifiesta, los autoinformes
y las respuestas fisiológicas que constituyen las manifestaciones observables de la
motivación y la emoción siempre son el resultado de una interacción compleja que
ocurre dentro del organismo, medida muchas veces por reglas aprendidas.

Ver Figura 1 en la próxima página

2. 3. Niveles de Observación.
Como sugiere el esquema, existen tres niveles principales para observar y
medir los estados motivacionales y emocionales: la conducta manifiesta, el
autoinforme y el fisiológico. Por ejemplo, si se investigan los efectos de las
situaciones activadoras del miedo, se pueden escoger para medirse las conductas de
escape y evitación o preguntarle al sujeto cuan temeroso se siente o medir los
estados fisiológicos activados. Por eso es que algunas veces se argumenta que
como la conducta manifiesta, el autoinforme y las respuestas fisiológicas
presumiblemente reflejan la misma respuesta afectiva, deben variar conjuntamente.
Por ejemplo, una persona que muestre una fuerte conducta de evitación también
debe reportar sentimientos muy temerosos y tener reacciones fisiológicas amplias.
Figura 1. MOTIVACION HUMANA Y EMOCION: UN ESQUEMA DESCRIPTIVO

Eventos dentro del Respuestas


Estímulos
organismo Observadas
Observados

Interacción
Cognitivo
Fisiológica

El Sistema Mostrar Autoreportes


Filtro Cognitivo Reglas

Estímulos
Afectivos Mecanismos Aprendizaje
Mostrar Conducta
Externos Innatos Relevante
Reglas Manifiesta
El Sistema
Fisiológico

Estímulos Respuestas
Afectivos Fisiológicas
Internos

Historia Evolutiva
2. 3. Niveles de Observación.
Como sugiere el esquema, existen tres niveles principales para observar y
medir los estados motivacionales y emocionales: la conducta manifiesta, el
autoinforme y el fisiológico. Por ejemplo, si se investigan los efectos de las
situaciones activadoras del miedo, se pueden escoger para medirse las conductas de
escape y evitación o preguntarle al sujeto cuan temeroso se siente o medir los
estados fisiológicos activados. Por eso es que algunas veces se argumenta que
como la conducta manifiesta, el autoinforme y las respuestas fisiológicas
presumiblemente reflejan la misma respuesta afectiva, deben variar conjuntamente.
Por ejemplo, una persona que muestre una fuerte conducta de evitación también
debe reportar sentimientos muy temerosos y tener reacciones fisiológicas amplias.

Sin embargo, muchas veces las medidas de estos diversos niveles de la


respuesta afectiva no varían conjuntamente. Una persona quien dice sentir mucho
miedo puede evidenciar respuestas fisiológicas más débiles que una persona que
admite sentir poco miedo. El problema de la relación entre eventos motivacionales y
emocionales medidos en diferentes niveles es importante e intrigante y se retomará
en el capítulo 7. Por ahora revisaremos brevemente algunas de las tendencias
principales en el estudio de la motivación y la emoción, las cuales han revolucionado
el pensamiento acerca de las bases de la conducta humana y animal.

III.- DESARROLLOS RECIENTES EN EL ESTUDIO DE LA MOTIVACION


Y EMOCION

Desde la segunda guerra mundial los psicólogos han progresado mucho en la


comprensión del fenómeno motivacional y emocional. Los campos en los cuales han
ocurrido tales progresos pueden agruparse así: enfoques fisiológicos acerca de la
conducta, etología, estudios del desarrollo y funcionamiento cognoscitivo y estudio
de las influencias sociales y situacionales. Lo que sigue es una descripción . breve
de algunos de estos progresos. Ellos se considerarán en forma más completa en los
capítulos siguientes.
3.1. ENFOQUES FISIOLOGICOS ACERCA DE LA CONDUCTA
3.1.1. Mecanismos Cerebrales y Conducta. En las décadas pasadas se
desarrollaron técnicas para estudiar las funciones cerebrales, incluyendo métodos
nuevos para registrar la actividad eléctrica y química del cerebro, por desactivación
o lesión permamente o temporal de áreas cerebrales y mediante la estimulación
eléctrica o química. La técnica experimental más común consiste en alterar de
alguna forma la actividad cerebral, a menudo mediante la lesión o estimulación de
una determinada área y entonces observar los efectos de esa manipulación sobre la
conducta. Así, en presencia del alimento un experimentador puede estimular él
cerebro de un animal saciado y observar que el animal come. La lesión de la misma
área cerebral puede producir un cese de la conducta de comer y la inanición. Tales
observaciones sugieren que el área cerebral está involucrada en la motivación del
hambre.
El uso de estas técnicas ha aumentado nuestro conocimiento acerca del
cerebro. Sin embargo» debe anfatizarse que ese conocímiento es primitivo y
fragmentario: el cerebro continúa siendo un enigma muy complejo, a pesar de
algunas explicaciones popularizadas las cuales tienden a exagerar nuestra
comprensión del cerebro y la habilidad para controlarlo (para una discusión más
amplia del enfoque popular respecto a la investigación acerca del cerebro véase
Valenstein, 1973).
A pesar de nuestra carencia de conocimientos básicos acerca del cerebro, el
conocimiento fragmentario obtenido a partir de la investigación con animales se ha
utilizado en aplicaciones clínicas con seres humanos, algunas veces en forma
inadecuada. El uso amplio de la lobotomía frontal - separar partes del lóbulo frontal
del resto del cerebro- ha permitido sustentar que tales operaciones pueden reducir la
ansiedad en monos. Un psiquiatra audaz realizó la operación en 20 pacientes con
trastornos mentales y publicó un entusiasta reporte acerca de los efectos. Sólo
después de muchos años y de miles de operaciones fue cuando se evidenció que la
lobotomía frontal producía diversos efectos nocivos (Rylander, 1973; Valenstein,
1973). Las nuevas técnicas de registro, estimulación y lesión cerebral, más el
conocimiento obtenido a partir de la experimentación con animales, han contribnuido
a lo que Rylander (1973) llama un "renacimiento de la microcirugía". Muchos
investigadores han intentado aplicar estas nuevas técnicas a los humanos,
particularmente en el control del temblor muscular, el dolor incurable, los ataques
epilépticos, los desórdenes psiquiátricos y la agresión. Algunos de esos intentos han
sido exitosos. Otros, en particular los que incluyen el control de desórdenes
psiquiátricos y la agresión, han producido muchas controversias. Más adelante las
consideraremos.
3.1.2. El Desarrollo de la Psicofisiología.. El experimento psicofisiológico típico
invierte el procedimiento del experimento modelo sobre mecanismos cerebrales. En
vez de manipular los eventos fisiológicos y observar sus efectos sobre la conducta,
generalmente el psicofisiólogo hace que ocurra un evento cognoscitivo, emocional o
conductual y observa los cambios fisiológicos resultantes (Sternbach, 1965). Por-
ejemplo, un experimentador puede decirle a una persona que va a recibir un choque
eléctrico y se observan los cambios subsecuentes en la presión sanguínea, la tasa
cardiaca y la conductibilidad de la piel. Un aspecto importante de esos experimentos
es que pueden, y con frecuencia lo hacen, emplear sujetos humanos antes que
animales. Por otra parte, pueden estudiar las interacciones complejas entre las
variables cognoscitivas, sociales, situacionales y las variables fisiológicas.
Los cambios fisiológicos estudiados por los psicofisólogos usualmente se miden
y registran con un polígrafo, un aparato capaz de amplificar diversas señales
eléctricas provenientes del cuerpo y registrarlas en papel, cinta magnética o un
equipo especial de procesamiento de datos. El desarrollo de polígrafos más
confiables, más la estandarización de técnicas de registro, ha contribuido mucho al
desarrollo de la psicofisiología
3.1.3. Biofeedback. Otra interesante contribución en Psicofisiología ha sido el
descubrimiento según el cual si se le informa a las personas (feedback) acerca de
ciertas respuestas fisiológicas, ellas pueden, en cierta forma, aprender a alterar
dichas respuestas. Es difícil distinguir o establecer discriminaciones finas respecto a
muchos de los eventos que ocurren dentro del cuerpo. Nuestra piel, músculos
esqueléticos, tendones, etc. están dotados con nervios sensoriales que transmiten
mucha información, de tal forma que podemos decir, por ejemplo, donde están
nuestras manos cuando no las estamos mirando. En contraste, nuestros órganos
viscerales internos ( estómago, pulmones, intestinos, etc.) tienen relativamente pocos
nervios sensoriales. Rara vez podemos sentir el alimento en el estómago o los
movimientos peristálticos de los intestinos o los latidos del corazón.
Los experimentos de biofeedback han sugerido que una persona a quien se le
da feedback mediante un polígrafo, puede aprender a aumentar o a disminuir su
respiración, aumentar o disminuir su presión sanguínea, alterar la actividad
peristáltica, alterar los patrones de actividad eléctrica en el cerebro y controlar los
movimientos de ciertos músculos esqueléticos difíciles de hacer normalmente.
Muchas de esas respuestas fisiológicas están involucradas en la reacción al stress y
la emoción y contribuyen con ciertos desórdenes orgánicos, incluyendo algunos tipos
de úlceras, jaquecas y presión arterial alta, entre otras. Es posible que las técnicas
de biofeedback puedan tener aplicaciones clínicas y terapéuticas importantes. Ello
puede ser muy significativo, por ejemplo, si una persona es capaz de aprender a
controlar voluntariamente sus latidos cardíacos o su presión arterial. Se han
producido muchos reportes -algunos satistactorios, otros no - acerca de la utilidad
potencial de las técnicas de biofeedcack para el tratamiento de diversos trastornos.
Algunos de ellos se consideran en el capítulo 4.
3.1.4. Progresos en Psicofarmacología. Los progresos en las técnicas y en la
metodología también han contribuido en la comprensión de las bases químicas de la
conducta y de la vida misma. A finales de la década del cuarenta e inicios de la del
cincuenta, se aislaron hormonas importantes, sintetizaron y se les dio uso clínico ;
así mismo, se descubrió una amplia variedad de drogas psicoactivadoras. El modo
de acción de muchas de estas hormonas y drogas, todavía es poco comprendido. La
mayor parte se ha utilizado mediante métodos pragmáticos de pruebas clínicas: se
ha descubierto que producen ciertos efectos en anímales y humanos y después de
una evaluación de sus efectos principales y secundarios han sido certificados para su
uso.
En los últimos años se conoce más acerca del modo de acción de esas drogas,
aunque se está lejos de tenor un conocimiento completo. Parte de ese conocimiento
ha surgido de la investigación básica en procesos celulares y la composición química
de los tejidos vivos. El conocimiento de la forma en que actúan las drogas
psicoactivas es de gran importancia teórica y práctica: ambas proporcionan
información acerca del funcionamiento normal del sistema nervioso y ello hace
posible el uso de drogas efectivas con pocos efectos colaterales.

3.2. ETOLOGIA
Durante el curso de la evolución, algunos patrones conductuales son efectivos
para la supervivencia de una especie mientras que otros no lo son. De acuerdo a la
teoría de la evolución los individuos que poseen los patrones de conducta
adaptativas tienen altas probabilidades de supervivencia y es más probable que se
reproduzcan en comparación con otros individuos, de tal manera que en el curso de
la evolución toda especie desarrolla un conjunto de patrones conductuales en la
misma forma que lo hace alguna característica física. La etología incluye el estudio
de esta evolución de la conducta, muchas veces mediante la observación prolongada
de anímales y humanos en situaciones naturales. Este énfasis en la evolución de la
conducta y en la metodología de la observación naturalística representa un nuevo
enfoque hacía el estudio de las conductas innatas o instintivas y los etólogos han
contribuido en la apreciación de la complejidad de la conducta animal y al
descubrimiento de analogías y posibles relaciones entre la conducta humana y la
conducta animal .
3.2.1. La Conducta Social de los Primates. Esta contribución es particularmente
importante en el estudio de la conducta social de los primates. Durante muchos años
nuestra concepción de la conducta social de estos seres se derivó de la observación
de animales confinados en zoológicos (Ardres, 1966). Estos animales mostraban una
conducta sexual anómala, lo cual llevó a concluir que en la organización social de los
monos y chimpancés subyacía una fuente básica de atracción sexual. Sin embargo
los estudios de grupos de animales en ambientes naturales utilizando las técnicas de
observación no mostraron evidencias de este hecho. (Carpenter, 1965). Se evidenció
que existe una organización social compleja indispensable para la supervivencia de
la especie. Los animales demostraban, además, un alto grado de inteligencia y
sofisticación en su medio, que incluía por ejemplo la construcción de instrumentos.
Los experimentos también demostraron que los hábitos sociales en los monos
requieren una gran cantidad de experiencias en la infancia para poder desarrollarse
como adultos normalmente socializados. Los monos deprivados socialmente en la
infancia mostraron conductas anormales. Otros estudios recientes han demostrado
que los chimpancés poseen capacidades simbólicas y lingüísticas. Todas estas
observaciones han reducido la distancia entre la conducta social de los humanos y
de los monos.
Con esta perspectiva, algunos autores asumen que la conducta social surge en
la evolución de la línea de los primates como una adaptación a las condiciones de
vida; es decir, en los primates los patrones asociados con la conducta social
evolucionaron al igual que lo hizo su excelente visión, el cerebro o la prensión. Esto
plantea el problema de determinar hasta que punto la conducta social humana se
puede basar en mecanismos adquiridos en el curso de la evolución. Algunos han
sugerido que gran parte de la conducta social, desde los actos agresivos o sexuales
hasta las estructuras sociales complejas, reflejan la herencia biológica de los
primates.
3.2.2. La Evolución Social Humana. A partir de los conocimientos sobre la
conducta social de los primates, así como por las evidencias provenientes del
estudio de fósiles sobre la evolución, ha sido posible reconstruir escenarios más o
menos detallados sobre la evolución social humana (cf. Washburn, 1961; Lorenz,
1966, Morris, !967). Estos escenarios deben comenzar con una consideración de los
cambios que crearon el ambiente en el cual ocurrió la evolución (ver Fig.1.2). Hace
sesenta millones de años la tierra se cubrió de bosques tropicales. (El clima era
mucho más constante de lo que ha sido en épocas más recientes, no existían
fenómenos de glaciación como los ocurridos hace unos cuantos millones de años.);
en este ambiente surgieron los primates. Hace aproximadamente treinta millones de
años, la temperatura de la tierra comenzó a descender gradualmente, quizás como
resultado de los cambios en las corrientes de aire producto de la actividad asociada
al surgimiento de las montañas. Cerca de doce millones de años, el clima se hizo
seco y prolongado afectando a muchos de los bosques tropicales, quedando
aquellos cercanos al ecuador como hoy en día. Ello afectó el habitat de los primates,
cuyo número disminuyó producto de la su alteración. Hoy en día sólo existen cuatro
especies de primates propios de los bosques: los gibones, orangutanes, gorilas y el
más cercano a los humanos: el chimpancé.
Se supone que a medida que retrocedieron los bosques, algunos monos se
adaptaron al medio de las sabanas secas. Estos deben haber enfrentado una vida
dura y peligrosa. No tenían la capacidad para digerir los alimentos de las sabanas
como los hervívoros, tampoco poseían la velocidad fuerza y capacidad de los
carnívoros. Sí tenían capacidad visual y cerebro bastante desarrollado, aprehensión,
capacidad para construir herramientas simples y quizás lo más importante, la
organización social.
El ambiente en las sabanas creó una situación donde la adaptación fue
extremadamente difícil y los individuos débiles perecieron. Por estas razones el
proceso de cambios evolutivos fue muy rápido, la postura erecta, los cambios en las
manos y el incremento en la complejidad en el cerebro; además se supone que
surgieron ciertas formas de organización social. Por ejemplo, se ha sugerido que los
rigores de la caza y el incremento en la dependencia de las crías llevó al surgimiento
de los roles sexuales: machos físicamente más fuertes eficientes cazadores,
hembras dedicadas al cuidado de las crías. Los individuos mejor adaptados a estos
roles poseían una mayor tasa de supervivencia, lo cual pudo haber conducido
posteriormente a un incremento en las diferencias en el temperamento entre los
humanos masculinos y femeninos.
Este escenario de la evolución social humana y muchos otros aspectos
equivalentes han creado innumerables polémicas. Muchas de estas sugerencias
parecen factibles a primera vista, aunque es difícil imaginar cómo un proceso común
a la herencia de todas las personas pueda explicar la gran diversidad de estructuras
sociales que existen en el mundo. Estos aspectos son difíciles o imposibles de
evaluar mediante evidencia objetiva, quedan muy pocas pruebas que permitan que
los antropólogos las examinen adecuadamente, aunque se pueden deducir algunas
conclusiones a partir del estudio de herramientas, cuevas, etc. (Ver Fig.1.2, página
siguiente)
3.2.3. Uno de los aspectos básicos de la vida social es el proceso de comunicación
entre los individuos. El interés reciente en la organización social de los animales y
sus posibles paralelos con las sociedades humanas han contribuido al conocimiento
sobre la comunicación en los animales y en los humanos. Los etólogos han
demostrado que gran parte de la comunicación animal ocurre mediante conductas no
verbales, gestos y expresiones faciales, mostrando importantes similitudes con las
conductas humanas. Al mismo tiempo, los psicólogos clínicos y sociales, así como,
los psiquiatras han mostrado un creciente interés en la comunicación no verbal en los
humanos, realizando importantes contribuciones metodológicas. Está claro que para
la vida social es básica la capacidad para enviar y recibir de manera precisa
mensajes no verbales.

Parantropus
Australopitecus Ramapitecus

5 Millones 10 Millones 15 Millones


de años de años de años

Homosapiens Homoerectus

Millón de años

Hombre Hombre de
Moderno Neandertal

Presente 100.000 años

Figura 1.2.
Un esquema de la evolución humana. Actualmente el registro de los fósiles sobre la evolución
humana es Incompleta, no existen evidencias significativas de las etapas más importantes.
Unos cuantos huesos del Ramapitecus, primate parecido al hombre, datan de unos quince
millones de años y se han encontrado en África y la India, luego ocurre un vacío de unos 10
billones de años hasta la aparición del homínido Australopitecus en África, que vivió hace unos
cinco millones de años y que aparentemente construyó y utilizó herramientas. Por otra parte,
pueden haber vivido cerca de otras especies de pre-humanos como el Paranthropus. Un
hallazgo reciente sobre una criatura del genero Homo que vivió cerca de los 2.8 millones de
años, que empleó herramientas. El próximo eslabón en la cadena es el Hobo Erectus quien
utilizó el fuego y que se trasladó de su posible lugar de origen en África hasta Asia. El Homo
Erectus vivió hace aproximadamente 750.000 años. El homo sapiens, apareció hace
aproximadamente 250.000 años. Neanderthal es una subespecie extinguida del homo sapiens,
que vivió en Europa hace 75.000 años, encontrándose evidencia de una cultura y religión
compleja. Los seres humanos modernos aparecieron aproximadamente hace 40.000 años,
aunque otros hallazgos recientes en África ubican el origen del hombre moderno en unos
100.000 años.
IV.- PSICOLOGÍA COGNOSCITIVA.
Esta breve revisión de los desarrollos recientes en el estudio de la motivación y
la emoción han enfatizado en el papel de los determinantes " no racionales " de la
conducta, basados en mecanismo biológicos. Sin embargo, se han realizado
avances importantes en la comprensión de los determinantes racionales: las
funciones cognoscitivas que implican la recepción y procesamiento de la información
así como el conocimiento sobre uno mismo y el ambiente. En la década entre 1930 y
1940, la Psicología académica estuvo dominada por los principios derivados del
conductismo watsoniano, que rechazaba las variables cognoscitivas como objetos
permisibles para ser estudiados científicamente. Se argumentaba que los psicólogos
debían reducir sus estudios a los eventos observables, tales como los estímulos
físicos y las respuestas manifiestas. Desde esa época se han desarrollado técnicas
para estudiar de manera útil y fructífera los fenómenos cognoscitivos. Por ejemplo, el
desarrollo de las computadoras condujo a la proposición de la teoría del
procesamiento de la información, que ha tenido importantes aplicaciones en la
Psicología cognoscitiva y la computadora se ha empleado como modelo para simular
los sistemas de procesamiento de la información en humanos ( Simón y NewelI,
1956 ).
4.1. La Teoría de Piaget . Una de las influencias más importantes en la Psicología
cognoscitiva contemporánea es el análisis del desarrollo cognoscitivo propuesto por
Jean Piaget. Este investigador se interesó por primera vez en el razonamiento en
los niños cuando trabajaba con Binet en el desarrollo de los primeros tests de
inteligencia (Brown, 1965). Binet estaba interesado en medir las diferencias
individuales en cuenta a la inteligencia, medida en base al número de respuestas que
se proporcionaban ante un test. Piaget notó que a menudo, cuando un niño emitía
una respuesta errónea tenía razones válidas para ello, pero el razonamiento del niño
no correspondía a la de los adultos. Piaget desarrolló nuevos tipos de técnicas de
medida para estudiar la naturaleza del razonamiento en niños, proponiendo un
concepto distinto de inteligencia y del proceso de pensamiento en el niño, el cual ha
tenido enorme influencia en la Psicología Evolutiva contemporánea.
4. 2. Teorías Cognoscitivas en Psicología Social . Aún en la época de predominio
de los enfoques conductistas, el interés de los psicólogos sociales hacia las
actitudes, valores, comunicación grupal, etc., se orientaba casi exclusivamente desde
una óptica cognoscitiva. Las teorías cognoscitivas florecieron en la psicología social
aún en épocas en las cuales era débil en otras áreas. Entre estas teorías podemos
incluir la del balance y atribución de Fritz Heider, la teoría de la comparación y la
teoría de la disonancia cognoscitiva de Festinger. Estos y muchos otros
investigadores desarrollaron nuevas técnicas de experimentación y medida que
demostraron que motivos de orden cognoscitivo ( como por ejemplo, la necesidad de
comprensión, consistencia cognoscitiva, etc.) tienen un efecto considerable sobre la
conducta humana.
4.3. Interacción Cognitivo Fisiológica. Es evidente que las funciones
cognoscitivas interactúan con los determinantes fisiológicos y biológicos de la
conducta, aunque en la actualidad sólo estamos en los inicios del análisis detallado
de esa interacción. En esta línea de desarrollo, Stanley Schachter y Richard Lazarus
y otros, han demostrado que las cogniciones interactúan con los estados fisiológicos
- los índices fisiológicos pueden ser alterados manipulando condiciones, emociones
experienciadas pueden ser alteradas por manipulaciones fisiológicas y cognoscitivas,
etc. La idea de una interacción entre los factores cognoscitivos y fisiológicos es la
base de la teoría de la emoción de Schachter, la cual se ha aplicado a una amplia
variedad de fenómenos emocionales y motívacionales que cubren aspectos como la
obesidad y el amor.
V.- INFLUENCIAS SOCIALES Y SITUACION.
Para el autor, el hallazgo más significativo en Psicología, desde la Segunda
Guerra Mundial, es el señalamiento sobre las influencias sociales y situacionales
sobre la conducta humana. El alcance de estos factores fue subestimado durante
mucho tiempo. Tendemos a considerar que la conducta humana se origina en los
estados motivacionales que ocurren dentro del individuo. Sin embargo experimentos
como loe de Solomon Asch, Stanley Milgram y otros han demostrado que la
conducta social y las presiones situacionales ejercen poderosas influencias sobre la
conducta. Asch demostró que una persona puede dar juicios percepctuales
incorrectos para concordar con los juicios de otra persona. Milgram encontró que la
mayoría de las personas podían oscilar entre conductas extremadamente fuertes y
aplicar choques eléctricos intensos a una persona o por el contrario mostrar una
conducta de ayuda intensa, simplemente para obedecer a un experimentador.
Estos hallazgos han añadido una dimensión nueva a nuestra concepción de Ia
naturaleza humana. Parece que bajo ciertas condiciones, las personas normales son
capaces de participar en comportamientos crueles, despiadados. Sin embargo los
mismos individuos también son capaces de mostrar conductas de sacrificio,
altruismo, generosidad, bajo otras condiciones. Esta es la paradoja que sugieren los
hallazgos sobre las influencias sociales y situacionales en la conducta humana:
dadas las condiciones, el mismo individuo puede actuar como un héroe, un sádico o
un mártir.

VI. RESUMEN.
Cualquier conducta humana se puede considerar como resultado de la
interacción compleja de los estados fisiológicos, la herencia biológica, las
cogniciones sobre si mismo y la percepción del ambiente desarrolladas a lo largo de
la vida del sujeto, así como las presiones sociales y situacionales presentes.
Es imposible determinar la naturaleza de esta interacción observando un tipo
particular de conducta con una metodología única, por el contrario, se deben estudiar
múltiples conductas empleando una variedad de métodos.

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