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Ahora es necesario introducir dos nociones : volumen global del capital y estructura
del capital.
Pueden distinguirse entonces, dos tipos de intereses. Unos son los llamados genéricos
asociados al hecho de participar en el juego: fundamentalmente, un acuerdo
acerca de lo que merece ser objeto de lucha, el juego, las apuestas,
Hay además otro tipo de intereses, llamados específicos, que también se definen en
relación al campo de luchas, pero que están ligados más concretamente con cada
una de las posiciones relativas de ese campo. Se trata de intereses objetivos. Se
denominan objetivos, para diferenciarlos de los intereses subjetivos o conscientes o
intencionales, que son aquellos intereses que declara tener el agente, que puede
tener explicitados como móviles de sus prácticas
Pueden distinguirse tres criterios o principios de distribución del capital específico, que
definen posiciones específicas en cada campo:
1. Posesión o no: este criterio supone la posibilidad de poseer o no el capital que
está en juego en cada campo, sea éste de cualquier especie (capital
económico, cultural, social)
2. Posesión mayor o menor: es decir, el hecho de tener o no tener el capital
específico, sino que también es importante el volumen mayor o menor de ese
capital -o del poder de administrarlo- que se ha ido acumulando en el curso
de las luchas desarrolladas en determinado campo.
3. Carácter legítimo o no legítimo de la posesión del capital. Este criterio, se
relaciona con el reconocimiento social (y por ello legitimación social) que se
tiene del capital acumulado o del poder de administrarlo.
4. La dinámica de los campos. La autonomía relativa
De este modo, un campo específico como puede ser el campo literario, se va
conformando en torno a un capital especificó (capital simbólico, de legitimidad
cultural), y en la medida en que alrededor de ese capital que está en juego se va
constituyendo un mercado específico. Ello supone la existencia y diferenciación
primera entré productores del bien (escritores), y consumidores del bien en cuestión
(público) y la aparición progresiva de los que pueden llamarse intermediaríos:
distribuidores del bien (casas editoras, por ejemplo) e instancias de consagración y de
legitimación específicas del campo (academias, salones, etc.).
Es decir, se produce en cada mercado específico una especie de concierto, una
suerte de ajuste dialéctico entre la oferta y la demanda. Se trata entonces de una
relación dialéctica entre productores y consumidores, entre bienes ofrecidos y gustos.
2.- Las oposiciones que tienden a establecerse en cada caso entre los más ricos y los
menos ricos en capital específico (oposiciones derivadas de intereses diferentes
ligados a posiciones diferentes y a relaciones de dominación- dependencia) son:
Vemos entonces cómo toda práctica, y aún el respeto a la norma explícita debe ser
entendida en términos de estrategia en defensa de los intereses ligados a la posición
que se ocupa en el campo de juego específico.