Sunteți pe pagina 1din 19

FORO

Tópicos en Educación Ambiental 1 (2), 7-25 (1999)

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL ENTRE LA MODERNIDAD


Y LA POSMODERNIDAD: EN BUSCA DE UN MARCO DE
REFERENCIA EDUCATIVO INTEGRADOR1

LU C I E S A U V É *

With the recent debates concerning the UNESCO’s proposal of education for sustainable development (1992,
1998) or education for a sustainable future (1997), environmental education is confronted with the necessity
of restating it´s aim and establishing its niche in a global educational project, whose foundations have to
be reconstructed in light of the development of responsible societies. This article presents an analysis of the
epistemological, ethical and pedagogical basis of the UNESCO’s recent proposal, so as to verify their offer
of an appropriate integrative framework for environmental education and other dimensions of contemporary
education, that aim at the recons-truction of the person-society-environment web of relationships. This
analysis is based on the referential framework of modernity and postmodernity.

INTRODUCCIÓN Para evitar una nueva fragmentación de los obje-

C
tivos de la educación e integrar las diferentes preo-
onforme finaliza el siglo y el mundo oscila cupaciones educativas, se han propuesto diversos
entre la modernidad y la llamada posmo- marcos comprehensivos que incluyen: la educación
dernidad, muchos países han emprendido ciudadana, la educación en una perspectiva planetaria
reformas a sus sistemas educativos, o se (Projet des Universités francophones de l’Est du
encuentran en ese proceso. En términos generales, Canada, 1995); la educación en una perspectiva mun-
ahora la educación permite un mayor campo de acción dial (Dionne, 1995), la educación global (GPD, 1987),
para considerar la cambiante realidad del presente la educación para el desarrollo de sociedades susten-
(Delors, 1996). En el plano particular, la mayoría de las tables y la responsabilidad global (Consejo de la Tie-
reformas proponen introducir en el curriculum diver- rra, 1994), la educación para el desarrollo sustentable
sos aspectos educativos relacionados con las actuales (UNESCO, 1992), la educación para el futuro susten-
preocupaciones sociales y ambientales: con frecuen- table, la educación para la sustentabilidad (UNESCO,
cia, la educación ambiental (EA) ha sido formalmente 1997), la educación por un mundo solidario y respon-
legitimada, junto con la educación para los derechos sable (FPH, 1997) y algunas otras.
humanos, la paz, la democracia, las relaciones inter- Cada una de estas propuestas globales debería ser
culturales, la solidaridad humana y el desarrollo. analizada en función de la adopción o de la cons-

* Ph. D. Profesora de la Universidad de Quebec en Montreal, donde está a cargo de diversos proyectos de investigación y cooperación internacional en materia de
educación ambiental. También es responsable del programa de posgrado de formación continua en educación ambiental y co-directora de la revista Éducation relative
à l’environnement-Regards, Recherches, Réflexion, correo electrónico: <sauve.lucie@uqam.ca>.
1 Este artículo se presentó durante el Coloquio virtual The Future of Environmental Education in a Postmodern World?, celebrado del 19 al 30 de octubre de 1998.

La reunión fue organizada por el Canadian Journal of Environmental Education, Environment Canada y la Université du Québec à Montréal (http://www.ec.ca/eco/e-
ducation). También está publicado en idioma inglés en el volumen 4 del Canadian Journal of Environmental Education (1999) con el título “Environmental Education
Between Modernity and Postmodernity: Searching for an Integrating Educational Framework”. Traducción de José Ángel Martínez Sifuentes (CUALTOS-Universidad de
Guadalajara, México) y Gabriel H. García Ayala (Cecadesu-Semarnap).

7
Lucie Sauvé

trucción de un marco integrador apropiado para la solución de problemas de naturaleza biofísica. Consi-
educación fundamental, que tome en cuenta la crítica deran a la EA como una estrategia instrumental para el
y la transformación de las realidades contemporáneas. desarrollo sustentable. Sin embargo, veremos que la
Un marco integrador de este tipo no debe ser perci- EA es un componente nodal y no un simple accesorio
bido como un molde sino que como una propuesta de la educación, ya que involucra nada menos que
hacia la búsqueda de sentido, de consistencia y de la reconstrucción del sistema de relaciones entre
relevancia, basada en la reflexión ética y epistemo- personas, sociedad y ambiente.
lógica. Es importante incluir a la EA en un marco educati-
En este artículo, consideraremos la propuesta de vo comprehensivo e integrador; es decir, un marco
la UNESCO sobre la educación para el desarrollo sus- amplio, que le permita, por un lado, posicionarse para
tentable (EDS) y las más recientes que se derivan de alcanzar sus propias metas y, por otro, articularse
ella, denominadas como educación para un futuro en forma apropiada con las otras dimensiones de la
sustentable (EFS) o educación para la sustentabilidad educación contemporánea. En este sentido, enfatiza-
(EPS). Para quienes proponen estos marcos integra- remos las limitaciones y las trampas de las propuestas
dores, existe un consenso internacional sobre la rele- siguientes: educación para el desarrollo sustentable,
vancia o la necesidad de “reformar la educación” educación para un futuro sustentable y educación para
orientándola hacia el desarrollo sustentable.2 Sin la sustentabilidad. También delinearemos los puntos
mayor análisis y a gran costo, ahora la UNESCO está relevantes de una propuesta alternativa que creemos
colocando el desarrollo sustentable en el núcleo del merece considerarse: educación para el desarrollo de
proyecto planetario de la educación, considerándolo sociedades responsables.
como la “finalidad” del desarrollo humano (UNESCO,
1988). En este proyecto, la EA se reduce a una 1. Un marco de referencia: tendencias de
herramienta instrumental dentro de una larga lista la modernidad y la posmodernidad
de otros tipos de “educación para...”, al servicio de En el siguiente análisis consideraremos los criterios
una tal finalidad. que pueden emplearse para distinguir, de manera
Lo que está en juego es de considerable importan- general, las dos tendencias culturales dominantes
cia. Se trata de construir los fundamentos de la que actualmente coexisten traslapadas en el mundo
educación contemporánea. Pero también de encon- occidental: la modernidad y la posmodernidad. Las
trar un nicho apropiado para la educación ambiental diversas opciones educativas no están desligadas de
dentro del proyecto educativo global, así como de estos movimientos contemporáneos, cuyo análisis nos
aclarar y fortalecer las relaciones entre la EA y los permitirá aclarar los valores, las creencias fundamen-
otros aspectos de la educación. Desafortunadamen- tales y las principales expectativas que están detrás de
te, a partir de la observación crítica de ciertas prácti- cada una de esas opciones. Por supuesto, es extrema-
cas más limitadas de la educación ambiental, quie- damente riesgosa la tarea de caracterizar y distinguir
nes proponen los proyectos EDS y EFS plantean una mínimamente entre los dos complejos movimientos
reducida perspectiva de la educación ambiental, al ya mencionados del modernismo y posmodernismo
restringirla a un enfoque naturalista del ambiente, o (toda vez que son confusos, diversos y cambiantes).3
a un proceso reactivo enfocado principalmente a la Las realidades complejas no permiten una clasifica-
2 Las relaciones y los testimonios de muchos participantes en los diferentes talleres y encuentros internacionales sobre la cuestión de la educación para el desarrollo

sustentable (EDS), por ejemplo: UNESCO (1995, 1997), muestran que no existen los consensos. Entonces ¿sería preciso hablar de presiones más que de acuerdos?
3 Para una exploración crítica de los conceptos de modernidad y posmodernidad, el lector puede consultar, entre otros, a los siguientes autores: Charlene Spretnak

(1997); Michel Freitag (1996); Philippe Englehart (1996); Thierry Hentsch (1996); Anthony Giddens (1990) y Jean-Françoise Lyotard (1994). John Huckle (1996) en
particular proporciona un interesante análisis de estas corrientes en relación con las diferentes concepciones del desarrollo sustentable.
4 Entre los autores que han tratado la posmodernidad en educación destacan: Stanley Aronowitz & Henry A. Giroux (1991); David Orr (1992); Cathleen C.

8
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

ción sistemática y rígida. No obstante, creemos que 1997) enfocada en una preocupación pragmática de
por imperfecto que pueda ser este ejercicio, vale la manejo eficiente, desde un punto de vista tecnolo-
pena, porque puede abrir nuevas avenidas para la gista y economicista.
necesaria reflexión crítica en esta coyuntura. 3. El nihilismo, que se nutre del fatalismo y la
En términos generales, podríamos decir que la ironía, que rechaza toda visión o proyecto para el
modernidad se caracteriza por su creencia en el pro- futuro, y considera irrisoria la búsqueda de valores
greso, asociado a la explosión del conocimiento cien- universales y significados “profundos”.
tífico y las promesas de la tecnología. Es un crisol para 4. El transformismo, que cambia de página con el
el desarrollo de las principales teorías unificadoras fin de encarar nuevas formas de pensar, ser, hacer
(los “ismos”, incluyendo el comunismo, el libe-ralis- y actuar.
mo, el capitalismo y otros) y la búsqueda de princi-
pios organizadores que contienen valores universales. Por su parte, la posmodernidad se teje en un con-
La epistemología moderna es positivista; está basada texto de cambios, de abolición de los órdenes ante-
en una búsqueda de la objetividad y la racionalidad riores, de cuestionamiento y de búsqueda. No existe
instrumental para legitimar el conocimiento y organi- una concepción única de la posmodernidad, sino
zarlo en disciplinas separadas. Las éticas modernistas una rica diversidad de discursos y prácticas. Entre
son antropocéntricas y el único límite para la libertad éstas coexisten diversas manifestaciones de nihi-
de los individuos, de las organizaciones y de las lismo (posmodernidad deconstructiva) y distintas
empresas es el respeto a la libertad de los otros. propuestas transformacionistas (posmodernidad
La democracia es vista como el instrumento de la reconstructiva). En cuanto a la educación posmo-
libertad. derna, ciertamente debe enfrentarse a los retos
Las principales expectativas de la modernidad, expuestos por la generación nihilista de “no hay
así como sus principales símbolos (el muro de Ber- futuro”, pero debe ser reconstructiva (de acuerdo con
lín, por ejemplo, erigido entre dos “ismos”) están la tesis de Griffin, 1992).4 La educación postmoderna
de-rrumbándose gradualmente. Estos fracasos no adopta generalmente una postura epistemoló-gica
socavan la legitimidad de las esperanzas y de los sue- relativista (que toma en cuenta la interacción suje-
ños que sostuvieron a los grandes ideales modernos. to-objeto), inductiva, eminentemente socio-cons-
Dependen, más bien, de lo que ha llegado a ser tructivista y crítica, que reconoce la naturaleza
el proyecto inicial a lo largo del tiempo, a través compleja, única y contextual de los objetos del
de varias derivaciones y “recuperaciones” oportu- conocimiento.
nistas que finalmente las han destruido (como el La epistemología reconstructiva posmoderna valora
liberalismo/capitalismo salvaje o los regímenes el diálogo de los diversos tipos de conocimiento
político-económicos de tipo totalitario). Respecto al (científico, experiencial, tradicional, etc.), en los cua-
quiebre de la modernidad es posible identificar cuatro les la disciplina ya no es el principio organizador y
tipos diferentes de reacción: cuyo criterio de validez radica en la relevancia para
la transformación de las realidades, ya consideradas
1. El conservacionismo, que intenta proteger y forta- dentro de una perspectiva crítica. Más que una justifi-
lecer los valores de la modernidad. cación a priori de las opciones teóricas y estratégicas,
2. El reformismo, que propone soluciones instru- se prefiere un proceso dialéctico entre la teoría y la
mentales para problemas concretos y específicos; práctica y una evaluación continuada de los procesos.
esta es una forma progresista de la modernidad La educación posmoderna adopta una postura ética
(una especie de hipermodernismo, según Spretnak, también relativista (donde se considera el contexto)

Loving (1997), y Mark A. Constas (1998).

9
Lucie Sauvé

y no antropocéntrica o individualista a priori, sino que a la educación para la conservación de los años
corresponde a un proceso de discusión crítica entre cincuenta y sesenta: el ambiente, considerado como
los actores de una situación, con el fin de propor- un recurso, se veía más como un problema global,
cionar bases para tomar decisiones contextualmente enfatizando la magnitud, la gravedad y la naturaleza
apropiadas. Aquí, la democracia asume un significado multidimensional de los problemas socioambienta-
completamente diferente del que tiene la modernidad: les.5 Pero, para muchos educadores, la EA conservó
el de una negociación por una participación para la (y conserva todavía) las características de cierto
transformación de las realidades sociales problemáti- romanticismo naturalista: a menudo se asociaba con
cas. Los discursos posmodernos rechazan las teorías la educación para la naturaleza, centrada en la ex-
explicatorias amplias y las narrativas generales, y periencia personal del ambiente asumido como
cuestionan los valores universales. Sin embargo, esto naturaleza.6
no impide que sus detractores sostengan que la pos- Durante los años ochenta, la EA entró gradualmente
modernidad fomenta nuevos dogmas. en la posmodernidad. El movimiento de la educación
Dentro de este contexto cultural macro, en las ambiental socialmente crítica (descrito, entre otros,
fronteras de las diversas manifestaciones de la moder- por Robottom y Hart, 1993) inscribía a la EA en un
nidad y la posmodernidad ha evolucionado la edu- proceso de análisis crítico de las realidades ambien-
cación ambiental y también ha surgido la edu- tales, sociales y educativas interrelacionadas (por-
cación para el desarrollo sustentable o para un futuro tadoras o reflejo de las ideologías), con el fin
sustentable. Analizaremos brevemente estas pro- de transformarlas. El movimiento de la educación
puestas educativas a la luz del marco de análisis ambiental de tipo grass roots destacó la importancia
anterior, aunque reconocemos los límites y las tram- de asociar la EA con el cambio dinámico de la comu-
pas de una caracterización binaria. nidad, tomando en cuenta las características sociales
y culturales específicas de la población y el contexto
2. Educación ambiental: ¿necesidad de una particular en el que vive (Ruiz, 1994). La EA adoptó
“re-formulación”? también la perspectiva del desarrollo bioregional
Como se expresó en la Carta de Belgrado (UNESCO- (Traina y Darley-Hill, 1995) y puso énfasis en una
UNEP, 1976) y en la Declaración de Tbilisi (UNESCO- pedagogía del medio de vida (pedagogy of place
UNEP, 1978), la EA surgió de la modernidad como una o place-based environment education, como lo pro-
reacción a los impactos del “progreso” moderno. En puso Orr, 1992). Se abogó por un diálogo entre los
consecuencia, en sus inicios fue reformista: se trataba diversos tipos de saberes (disciplinarios y no discipli-
de resolver y prevenir los problemas causados por el narios) como estrategia para crear un saber crítico
impacto de las actividades humanas en los sistemas que pudiera ser útil en la solución de problemas o
biofísicos. En esta línea, algunos educadores (entre en el desarrollo de proyectos locales (Patiño y otros,
los que se cuentan a Hungerford y otros, 1992 y 1994).
Giordan y Souchon, 1991) propusieron modelos de Los saberes tradicionales, concretos, cotidianos y
intervención en la educación ambiental, enfocados en experienciales fueron revalorados y confrontados con
el aprendizaje del proceso de solución de problemas y los saberes “científicos”, en una perspectiva de com-
de habilidades para la gestión ambiental en el marco plementariedad, o para estimular el cuestionamiento
de una educación científica y tecnológica, abierta crítico de las certezas. En la década de los años
a las realidades sociales y dirigida a cambiar el ochenta, la representación del ambiente como un
comportamiento de los ciudadanos. medio de vida, asociado a la idea del ambiente
La EA de los años setenta ofreció un nuevo enfoque como un proyecto comunitario, permitió enriquecer
5 Lucie Sauvé (1997a y 1996) proporciona una tipología de las representaciones del ambiente, que inducen diversas prácticas.
6 Spretnak (1997: 135) señala que el romanticismo se ha desarrollado como reacción a las primeras manifestaciones de la modernidad.

10
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

y darle un nuevo significado a las representaciones y 1997b), una de las cuales es el ecocivismo, un
del ambiente, entendidas como naturaleza, recurso enfoque normativo dirigido a las tareas y responsabi-
y problema. lidades de los individuos relacionados principalmente
No obstante, los noventa han visto retroceder a la con la utilización de los recursos colectivos.
educación ambiental en el discurso oficial. Reducida Desde la perspectiva modernista, enfocada en la
a una herramienta para el desarrollo sustentable, la búsqueda de unidad y de valores universales, la multi-
EA ha sido volcada al paradigma de la modernidad plicidad de concepciones y prácticas es problemática.
(como veremos más adelante). El reciente cambio de Existe la necesidad de definir estándares que ayuda-
la política editorial de la revista Contacto de la UNES- rían a hacer la educación ambiental más uniforme.8
CO (Colin, 1997) dedicada a la educación ambiental, No obstante, desde la perspectiva posmoderna que
limita de ahora en adelante el nicho educativo de la enfatiza la diversidad y la relevancia contextual, estas
EA, al inscribirla en los campos disciplinarios de la concepciones pueden considerarse como enfoques
ciencia y la tecnología. diferentes y posiblemente complementarios del hiper-
En este contexto cambiante, la EA contemporánea complejo objeto de la EA. Es decir, la red de relaciones
se caracteriza por una problemática conceptual estre- entre personas, grupos sociales y el ambiente. En
chamente asociada a los numerosos problemas plan- efecto, sería difícil englobar la extrema complejidad
teados por su práctica. Revisaremos brevemente esta de este objeto en una sola propuesta pedagógica. Así,
problemática antes de analizar las recientes propues- resulta útil considerar la multiplicidad y la diversidad
tas de la EDS y la EFS. de puntos de vista, discursos y prácticas de la EA,
siempre y cuando, por supuesto, las opciones peda-
El aspecto conceptual de la educación ambiental gógicas sean coherentemente diseñadas y contextual-
Durante las pasadas décadas y en sus diversos mente adaptadas y justificadas dentro de un marco de
contextos de aplicación, la EA ha sido objeto de un referencia explícito.
amplio rango de concepciones, desde las más genera- Ahora bien, el problema no es la existencia de un
les hasta las más estrechas. Algunos sostienen que amplio rango de concepciones de la EA, sino el hecho
debido a que el ambiente es “todo lo que nos rodea” de que muchas de esas concepciones conducen a un
y que nosotros mismos somos un ambiente (McInnis, práctica reducida de la EA. Aún más, con frecuencia
1972), la EA es simplemente una “nueva educación” los fundamentos de la práctica no son claros y se
y su discurso es típico de una educación general pro- produce una ruptura entre el discurso y la práctica.
gresista. Es frecuentemente el caso de los individuos Esto confunde y conduce a una pérdida
que “descubren” la educación a través de su reciente de efectividad. También influye la falta de reconoci-
preocupación por la EA y las confunden.7 Al respecto miento de fronteras que definan el nicho educativo
se ha dicho que “la EA persigue el desarrollo óptimo específico de la EA, de tal forma que ya no se vea
de los jóvenes y la construcción de una mejor socie- como un todo educativo difuso e indiferenciado, algo
dad”. Otros, sin embargo, afirman que la EA está que no puede ser aprehendido, o que no está limi-
estrechamente ligada a la enseñanza de la ecología o tado a uno de sus componentes, prerrequisitos o
de las ciencias ambientales, consideradas como cien- preocupaciones asociadas.
cias biofísicas. Entre estos dos extremos, encontra- El “espacio” de la EA corresponde a una de las
mos un amplio rango de concepciones (Sauvé, 1997a tres siguientes esferas de interacción, donde ocurre el

7 Es interesante constatar que algunos discursos sobre la interdisciplinariedad reflejan el mismo entusiasmo y las creencias, critican los mismos límites y comparten

las mismas esperanzas de muchos discursos de la EA. En un artículo de Ivani Fazenda (1998), por ejemplo, si la palabra interdisciplinariedad fuera reemplazada por la
de EA, podríamos tener un típico alegato a favor de la EA en este sentido amplio.
8 Para un debate sobre este tema, véase el número 2 del Canadian Journal of Environmental Education.

11
Lucie Sauvé

desarrollo básico de la persona (figura 1). Es la tercera y la cultura se entremezclan dentro de las realida-
esfera, estrechamente ligada a las otras dos. des ambientales). En esta esfera de interacción se
desarrolla en la persona el sentido de ser parte
FIGURA 1. LAS TRES ESFERAS INTERRELACIONADAS de un patrón global de vida. Aquí hallamos la inte-
DEL DESARROLLO PERSONAL Y SOCIAL gración de la educación ecológica y la educación
económica, ambas ligadas con las relaciones de la
1. Primero está la esfera personal (del “yo”). La persona y de la sociedad con la “casa” –oikos–. La
zona de identidad donde la persona se desarrolla educación ecológica ayuda a conocer y comprender
mediante la confrontación consigo misma (carac- nuestra “casa” y a encontrar dentro de ella un
terísticas, capacidades, límites); donde se genera “nicho” apropiado. La educación económica nos
la autonomía y la responsabilidad personal; donde ayuda a manejar nuestras relaciones de consumo,
aprendemos a aprender, aprendemos a autodefi- ordenamiento y explotación del ambiente, consi-
nirnos y a Esfera de
derado como una “casa” (de hecho, no es una
relacionar- EL AMBIENTE la identidad cuestión de manejo del ambiente, sino de nuestras
nos con las opciones y comportamientos en relación con el
otras esfe- ras. ambiente).
2. En la LOS OTROS esfera de la alte-
ridad, la gente inte- Ciertamente, nunca serán perfectos los intentos de
ractúa con los modelar una realidad compleja. Sin embargo, y a
otros, Uno ya sean indi- pesar de sus limitaciones, el modelo de las tres esferas
mismo
viduos o interrelacionadas permite identificar el área educativa
grupos sociales. específica y multidimensional de la EA. La tercera
Aquí se Esfera de la alteridad
desarrolla el esfera, la de las relaciones ambientales, se remite
sentido de pertenencia a un a un campo de interacciones de primer orden para
grupo, así como el sentido el desarrollo completo de la persona y del grupo
de la res- Esfera deOIKOS
la relación con ponsabilidad para social con el que se relaciona. En este sentido,
con los otros. Aquí tam- la EA es realmente una dimensión fundamental de la
bién encontramos, por ejemplo, la educación educación. No es un aspecto subsidiario o instrumen-
relacionada con la cooperación, las relaciones tal. Además, en una perspectiva educativa global, la
interculturales, la paz, la democracia, los derechos EA está estrechamente ligada a las otras dimensiones
humanos y la solidaridad internacional. de la educación contemporánea que son parte de
3. Finalmente, está la tercera esfera, el campo de la la esfera de la alteridad (paz, derechos humanos, rela-
EA. Es la esfera de las relaciones con el ambien- ciones interculturales, etc.), con la cual comparte un
te biofísico, mediada por las esferas de las rela- mismo marco ético (responsabilidad, cuidado, solida-
ciones personales y sociales. Incluye aquellos ridad), enfoques pedagógicos similares, las mismas
elementos del medio que no pertenecen específica- estrategias para integrarlos en la educación formal
mente a la zona de la otredad humana. Es otro tipo y las mismas demandas de colaboración hacia los
de alteridad y la educación para la responsabilidad diferentes actores de la “sociedad educativa”.
puede expandirse a una ética ecocéntrica. Esta
tercera esfera trata acerca de las relaciones con los El problema de la práctica de la educación
otros seres vivos y con los elementos biofísicos y ambiental
fenómenos de los ecosistemas, ya sean de origen El problema conceptual de la EA está asociado a
natural, antrópico o una combinación de ambos las dificultades de su práctica. Los límites de la
(que son más comunes, debido a que la naturaleza educación ambiental aparecieron en la Declaración de

12
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

Tbilisi (UNESCO, 1978) que le asignó un papel reactivo futuros, la Declaración de Tbilisi propuso un enfoque
en la solución de problemas. Algunos hablan del “asun- integrado a las realidades ambientales, subrayando la
to Tbilisi” que incluyó a la EA dentro de la raciona- estrecha conexión entre el desarrollo económico y la
lidad instrumental (De Potter, 1997). Además, ante conservación ambiental, así como la necesidad de la
la ausencia de recursos y condiciones adecuadas, solidaridad global. Más que intentar desacreditar a la
generalmente la EA no ha sido practicada adecua- EA ¿no habría sido mejor reconocer los obstáculos
damente en términos cuantitativos ni cualitativos. existentes en el contexto social y educativo en el que
Con frecuencia ha sido reducida a una educación la ea ha intentado practicarse, así como la falta de
para la naturaleza o se ha limitado a considerar el recursos para su desarrollo?9
manejo de desechos en una perspectiva de educación La descripción de la evolución histórica de la EA, el
cívica. esclarecimiento de sus características y la discusión
La EA ha sido sobre todo vinculada con la adquisi- de sus actuales problemas, nos permiten ahora anali-
ción de conocimientos sobre el ambiente, dando muy zar las recientes propuestas de la educación para el
poco espacio al desarrollo de competencias éticas, desarrollo sustentable o la educación para un futuro
críticas y estratégicas. Si bien el objetivo de la acción sustentable o educación para la sustentabilidad. Estas
ambiental es considerado cada vez más por los edu- propuestas se presentan frecuentemente como reac-
cadores, debe destacarse que la acción emprendida ha ciones a las limitaciones de la EA, tal y como fueron
sido de naturaleza instrumental y raramente reflexiva. percibidas por quienes han impulsado este cambio
Por supuesto, deben mencionarse los numerosos pro- educativo inspirado por la Cumbre de la Tierra,
yectos ejemplares que testimonian los ricos y globales celebrada en Río de Janeiro en 1992.
enfoques y procesos de la educación ambiental y
los sustanciales avances que pueden observarse aquí 3. Propuesta de la educación para el desarrollo
y allá. No obstante, el registro global de la EA no sustentable
impresiona a nadie cuando consideramos la magnitud Igual que la educación ambiental, y a pesar de su
de sus retos socia- historia más reciente, la educación para el desarrollo
les, ambientales y educativos (Torres, 1996; Sauvé, sustentable (EDS) también es un producto de la moder-
1997b). nidad. Surgió como respuesta a las amenazas al
Algunos críticos, incluyendo tanto a “naturalistas” “progreso” de la civilización occidental causadas por
(por ejemplo Steve van Matre, 1990) como a quienes la extinción de los recursos y la desestabilización
proponen la educación para el desarrollo sustentable de los equilibrios sociales del poder. El concepto
o para la sustentabilidad (Sterling, 1996), señalan de desarrollo sustentable (UICN, 1981; WCED, 1987 y
que la EA no ha cumplido su misión y que no se 1993) acentúa la estrecha relación entre la economía
han satisfecho las expectativas para el cambio. En y el ambiente (como lo hace la EA), pero enfatiza
este punto la tentación de negar la importancia y el polo desarrollista de la problemática. El ambiente
relevancia a la EA también es muy grande, aunque no ha llegado a ser una restricción que debe tomarse en
se distingue entre su aplicación y la actual esencia de cuenta a fin de mantener la trayectoria del desarrollo.
esta dimensión educativa. Por ejemplo, se critica a la La dominación de la naturaleza toma la forma de
EA por ver los problemas en una perspectiva biofísica control o gestión del ambiente.10
ambiental y descuidar los aspectos humanos de la La propuesta de la EDS no implica un cambio de
situación. Sin embargo, pese al énfasis en los proble- paradigma epistemológico, ético y estratégico, sino
mas actuales, más que en una visión de proyectos que representa una forma progresista de modernidad

9 Eugenia Flogaitis (1997) desarrolló este análisis en su presentación durante la Conferencia de Tesalónica. Sus argumentos críticos sobre la propuesta de la

EDS complementan los expuestos en este artículo.

13
Lucie Sauvé

que propone la preservación de sus valores y prácti- como se desee. Esta es una característica de la comu-
cas, y privilegia la racionalidad instrumental mediante nicación moderna, como señaló Sfez (1992), dada
el saber científico y tecnológico. su deliberada confusión: dice todo y nada al mismo
En este apartado haremos referencia al significado tiempo.
del desarrollo sustentable, de acuerdo con el Informe Así, “desarrollo sustentable” apareció como un
Brundtland (WCED, 1987) relacionado con la tradición vocablo muy atractivo que hizo posible iniciar el
conservacionista: es un tipo de desarrollo preocupado diálogo (también superficial) entre el mundo de los
por responder a las necesidades de las poblaciones negocios, la política y el ambiente. Siendo realistas,
actuales sin comprometer la capacidad de las futuras dado el prevaleciente énfasis en la economía, puede
generaciones para satisfacer sus propias necesidades. inferirse que fue una de las pocas claves disponibles
Ciertamente, el concepto de desarrollo sustentable para cambiar la situación, ya que el movimiento
ha sido interpretado de muchas formas diferentes y ambiental pudo haberse empantanado por largo tiem-
ha sido objeto de una inflación semántica que ahora po.
incluye las mejores intenciones del mundo. No obs- Es más, la estrategia fructificó: los aspectos ambien-
tante, nos enfocaremos en este concepto tal y como se tales de los proyectos, que de aquí en adelan-
estableció en el informe final de la Comisión Mundial te fueron reconocidos como un asunto obligatorio
sobre Ambiente y Desarrollo (CMAD) (WCED, 1987, (una coerción) del desarrollo económico, son toma-
por sus siglas en inglés) y como se ha encontrado dos en cuenta cada vez más en la toma de
en varios discursos, con diferentes modulaciones e decisiones.
integrado en diferentes marcos teóricos. Ciertamente, en algunas situaciones actuales y
El concepto de desarrollo sustentable surgió de un para determinados objetivos específicos, el concepto
compromiso negociado entre varios actores sociales de desarrollo sustentable ha probado ser una
durante los trabajos de la CMAD. El sociólogo Jean- opción apropiada (dada la cultura inicial de los prota-
Guy Vaillancourt (1992) señala que el concepto de gonistas) e indudablemente merece ser usado por los
ecodesarrollo fue propuesto primero por Ignacy Sachs tomadores de decisiones políticas o por los empresa-
& Maurice Strong, entre otros. Este concepto es rios, como un incentivo para la acción ambiental.
menos ambiguo: combina el desarrollo con los prin- Puede considerarse como un primer paso hacia el
cipios ecológicos básicos (incluyendo los relaciona- desarrollo de una ética social y ambiental más pro-
dos con la capacidad de carga de los ecosistemas) funda.
y con una ética ecológica basada en los valores de Sin embargo, la situación es completamente dife-
autonomía, solidaridad y responsabilidad para las rea- rente en el campo de la educación, al involucrar
lidades socioambientales. Sin embargo, como señala el desarrollo de competencias éticas y críticas en
Vaillancourt, cualquier referencia explícita a la ecolo- niños, jóvenes y público en general, respecto del
gía o al ambiente pareció molestar a muchos actores significado de las realidades del medio en que viven
de las esferas política y económica. Por lo tanto, el y la significación de su cotidianeidad personal y
concepto de desarrollo sustentable se adoptó especí- colectiva. El análisis siguiente muestra que el desa-
ficamente por su gran vaguedad en los términos rrollo sustentable no puede proponerse ni mucho
del tipo de desarrollo involucrado, la única carac- menos imponerse como una finalidad o meta de
terística explícita era la de ser sustentable. Como la educación. En primera instancia, este concepto
resultado, mucha gente se sintió identi- plantea muchos problemas, principalmente de natu-
ficada con el término, ya que puede interpretarse raleza conceptual, ética y cultural.11 Además, no

10 La expresión gestión ambiental es de nuestra preferencia, parece más apropiada que los términos manejo del ambiente, que denota más bien una reserva

de recursos susceptibles de explotación.

14
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

se refiere en modo alguno a una fundamentación protegido por los tratados globales. El Norte es
educativa, sino a una opción contextual adoptada por el salvador y la fortaleza puede resistir solamente
algunos actores sociales en un momento histórico si propaga su propio modelo de desarrollo. Es
específico. evidente que muchos programas de capacitación
para el desarrollo sustentable se ajustan a este
3.1 Problema conceptual enfoque instrumental (transmisión de conocimiento
El término “desarrollo” implica la idea de una trayec- científico, peritaje técnico y competencias para la
toria. Pero la expresión “desarrollo sustentable” no gestión), que propone medios para lograr una meta
indica el objeto o la dirección de esta trayectoria. que no ha sido aclarada ni discutida.
Un breve análisis del discurso mostrará que significa • Desde la perspectiva de un astronauta, la Tierra
“desarrollo económico” (única o prioritariamente). Al entera se transforma en un objeto de manejo: sólo
respecto, haremos notar que la expresión “desarrollo un nuevo orden del mundo puede salvar a la Tierra
sustentable” rápidamente se convirtió en un oximo- y proveer las normas que asegurarán que el desa-
ron* (Desinger, 1990) y condujo a nociones absurdas rrollo sea sustentable. Las perspectivas planetaria,
tales como economía sustentable basada en la mine- global o internacional que se proponen hoy para
ría, como propuso la industria del ramo en el occi- la educación con frecuencia adoptan la ética del
dente de Canadá (Jickling, 1997). astronauta.
Paradójicamente, y como se mencionó, es precisa- • La perspectiva endógena propone un desarrollo
mente la vaguedad conceptual, tan característica de alternativo. La economía del crecimiento amenaza
esta expresión, la que da a la estrategia del desarrollo a la economía de subsistencia y también, precisa-
sustentable toda su fuerza (o debilidad, dependiendo mente, a las bases de la existencia humana y, en
del punto de vista), dado que puede conducir a cual- un largo plazo, la existencia de la biosfera. En este
quier parte. El enunciado de McPeck (1981: 1) acerca contexto, para muchas comunidades “sustenta-
del pensamiento crítico puede ser bien aplicado al bilidad” significa nada más que resistencia a
desarrollo sustentable: “con demasiada frecuencia lo que se llama el desarrollo. La perspectiva
en este tipo de asuntos la aprobación disminuye endógena incluye la bús-
en proporción inversa a la claridad con que son queda de “algo más allá del desarrollo” (Gustavo
percibidos”. Esteva, 1996), protegido de la desintegración cul-
Es bien sabido que existen muchas definiciones tural y de la desintegración de las economías
de desarrollo sustentable.12 Wolfgan Sachs (1996) pequeñas.
sugiere formas de alcanzar el desarrollo sustentable.
Se advierte que estas perspectivas están relacionadas Ciertamente, muchos educadores que defienden
con una crisis de seguridad:13 la educación para el desarrollo sustentable se han
distanciado de la primera de estas perspectivas. Sin
• Desde la perspectiva de una fortaleza, la gente del embargo, permanece como la clave para explicar
Norte teme a los peligros del efecto boomerang de muchas decisiones políticas y económicas de nuestro
la miseria del Sur y ve al desarrollo sustentable tiempo. Por ejemplo, el Consejo sobre Desarrollo
como la viabilidad de su propio tipo de desarrollo, Sustentable (US President’s Council on Sustainable

* N. del T. Oximoron, es una figura del discurso en la que se combinan ideas o términos aparentemente contradictorios u opuestos.
11 Numerosos autores han criticado los problemas asociados al concepto de desarrollo sustentable; destacan: Desinger, 1990; Slocombe y Van Bers, 1991; IDRC, 1992;

Orr, 1992; Jickling, 1992, 1993; Mead, 1994; Plant, 1995; Esteva, 1996; Sachs, 1996a y Huckle, 1996, entre otros.
12 El Grupo Latinoamericano de Calgary (1994) propuso una tipología de las representaciones del desarrollo sustentable presentada y desarrollada por Sauvé (1996).
13 Las itálicas indican las ideas de Sachs (1996b).

15
Lucie Sauvé

Development, 1997: 98) defiende al desarrollo sus- ránea, por otra parte parece claramente inaceptable
tentable como un medio para mantener el “sueño educar para ello.
americano” y señala que uno de los objetivos de la
educación para el desarrollo sustentable es incremen- 3.2. Problema ético
tar la competitividad nacional en una economía glo- El problema conceptual de la educación para el desa-
bal. Aquí, de forma explícita, encontramos la lógica rrollo sustentable está asociado a uno de carácter
de la modernidad. ético. El desarrollo sustentable propone la sustenta-
Por otra parte, el esquema conceptual del desa- bilidad del desarrollo en sí mismo como una “fi-
rrollo sustentable (figura 2), representado por círcu- nalidad de la humanidad” (UNESCO, 1997). La susten-
los interconectados (o por los tres ángulos de un tabilidad se percibe como un valor supremo en el cual
mismo triángulo) es extremadamente problemático. convergen otros valores, tales como respeto, solidari-
Este esquema presenta la esfera de la economía fuera dad y responsabilidad. La relación con el ambiente se
de la sociedad y no como un componente de las subordina al desarrollo económico: la cuestión ética
opciones sociales: es una supra-entidad que gobierna es no exceder la capacidad de carga del ambiente,
la relación entre sociedad y ambiente, y es en la mientras satisfaga las necesidades (lo que no se ha
esfera económica donde se lleva a cabo el desarrollo. discutido) actuales y futuras de las sociedades de
Por supuesto, representa el actual dominio de la estilo occidental. La sustentabilidad se convierte en
economía global que es extremadamente alienante la base del sistema ético de la reforma educativa
para las sociedades y un obstáculo para el desarrollo propuesta.
endógeno (también llamado desarrollo autónomo o Por supuesto, es legítima y necesaria la preocupa-
desarrollo alternativo). No obstante, como lo destaca ción acerca del destino de nuestros hijos y nuestros
Bob Jickling (1993) si bien es importante educar nietos. Al respecto, el concepto de una comunidad
acerca de esta realidad llamada desarrollo sustentable, transgeneracional propuesta por Shalit (1995) parece
dado que es un fenómeno de la sociedad contempo- promisorio. También puede suponerse, como lo hace
Jonas (1984: 25-50) que es el futuro incierto, mucho
FIGURA 2. ESTRUCTURA CONCEPTUAL DEL más que el tiempo-espacio real para la acción, lo
DESARROLLO SUSTENTABLE que constituye el horizonte relevante de la responsa-
bilidad. Otra cosa es, sin embargo, elevar la sustenta-
bilidad al status de un valor supremo. Para algunos
Economía actores sociales, ¿no es eso algo más que un valor
contable que subraya la preocupación de asegurar la
sustentabilidad de los recursos a la luz de la susten-
tabilidad de los beneficios? Desde esta perspectiva,
la solidaridad se percibe como una herramienta de
la sustentabilidad.
En la medida que el mercado sea globalizado y
los recursos mundiales sean un fondo común (para
beneficio de las multinacionales en particular), deben
evitarse la planetaria “tragedia de los comunes” (para
usar la expresión de Hardin, 1968) y los conflictos
vinculados con el descuido o la explotación abusiva
de ciertas poblaciones. Aquí se evidencian las limi-
taciones de la moderna ética antropocéntrica de la
Sociedad Medio ambiente
“fortaleza”.

16
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

Por otra parte, ¿es éticamente aceptable “educar” desarrollo sustentable) puede convertirse en un imperativo
inculcando opciones predeterminadas (Jickling, 1993), dominante sólo en una sociedad que no se prevenga a
especialmente si éstas nos imponen un proyecto eco- sí misma de probar los límites de la naturaleza. Para
nomicista global que se encuentra fuera de nuestro cualquier otra sociedad, esto no tiene importancia (Sachs,
control? ¿Es éticamente aceptable reestructurar la 1996b: 80. Traducción libre).
educación en torno de un interés para el desarrollo
(económico) y esperar que sea sustentable en nuestras La apertura a las culturas indígenas u orientales
sociedades, donde la gente aún no ha aprendido a nos sugiere otra aproximación al tiempo, que no está
estar y vivir, aquí y ahora, y donde, hasta el momento, proyectado únicamente en el futuro, sino que tiene
no se ha dado significado alguno a tal desarrollo? ¿Es sus raíces en el pasado y anclado en el presente,
éticamente aceptable exportar e imponer el concepto donde es posible lograr, aquí y ahora, la unidad
de desarrollo sustentable o de sustentabilidad en las armónica de “seres y cosas” (Zeromzki, 1997). El
poblaciones o grupos actuales o futuros que desearían concepto de “desarrollo”, como se adoptó en Occi-
proponer otros marcos de referencia? dente, no existe en culturas donde el equilibrio con el
Ciertamente, los educadores que defienden la edu- ambiente no debe interpretarse como un tipo especial
cación para el desarrollo sustentable o la susten- (sustentable) de depredación, sino como parte de una
tabilidad no están de acuerdo con tales críticas. cosmogonía completamente diferente de la nuestra,
Aducen que no se ha entendido el “verdadero signi- y no tiene nada que ver con el concepto moderno
ficado” del desarrollo sustentable. El término será del desarrollo sustentable o con las teorías expli-
reemplazado por “futuro sustentable” o “mundo sus- catorias románticas. Estas realidades culturales no
tentable” o simplemente por “sustentabilidad”.14 Se pueden tampoco ser interpretadas dentro del mar-
hará una distinción entre sustentabilidad débil y sus- co del análisis de la modernidad /postmodernidad.
tentabilidad fuerte (para usar las expresiones sugeri- Dado que es un problema determinar la “finalidad
das por John Huckle, 1996). Para satisfacer una ética de la humanidad” y encontrar un proyecto educativo
educativa fundamental, el marco del desarrollo sus- global, es importante no caracterizar la propuesta con
tentable deberá reformularse o reinterpretarse. Enton- referencias culturales que serían rechazadas por más
ces, ¿por qué simplemente no cambiamos el marco, de la mitad de la población de nuestro planeta. Con
dado que obviamente es problemático? respecto a la educación para el desarrollo sustentable,
3.3. Problema cultural Mousa Batchily Ba (1997) de África Occidental,
Además de plantear problemas de tipo conceptual y espera que los mismos objetivos educativos adopta-
ético, el concepto de desarrollo sustentable también dos en las Américas no se inserten en los pueblos
está asociado a un problema cultural. africanos que tienen otras realidades y problemas: “no
necesitamos el desarrollo sustentable para manejar
Es evidente la falta de significado de esos enunciados este tiempo, sino sobrevivir día con día”. Inclusive,
universales (encontrados en la educación para la sustenta- Batchily Ba lamenta que la aparición de nuevos nom-
bilidad) y la arrogancia de quienes los sostienen, hombres bres (desarrollo sustentable o futuro sustentable) dañe
blancos, clase media-alta, educados y profe-sionistas. los esfuerzos para legitimar y estabilizar la educación
Necesitamos coraje para deconstruir estos enunciados ambiental. Estos esfuerzos han sido demasiado cos-
debido a los valores que integran y las perspectivas tosos para los países pobres y para la comunidad
que contienen (...) (Gough, 1998: 198. Traduc- internacional, y es lamentable que las autoridades
ción libre). internacionales cambien la orientación fundamental
El seguro de sobrevivencia (que es la preocupación del de la educación por propuestas efímeras (no sustenta-

14 En español también existe la diferencia entre sostenido, sostenible y sustentable.

17
Lucie Sauvé

bles) y hegemónicas. blema se sitúa en el plano de los fundamentos ideo-


lógicos y políticos subyacentes en el movimiento de
3.4. Observaciones pedagógicas educación para el desarrollo sustentable, muchas de
Es necesario hacer dos observaciones sobre el aspecto las actuales prácticas clasificadas con esta etiqueta
pedagógico de la educación para el desarrollo susten- son genuinamente relevantes para los cambios en las
table. En primer lugar, con frecuencia encontramos, prácticas pedagógicas; cambios que se requieren para
como ocurre con la educación ambiental, el mismo asegurar que la educación pueda ayudarnos a enfrentar
entusiasmo de quien descubre la educación o adquiere el reto de lograr los cambios sociales necesarios.
nuevos puntos de vista sobre aquélla a través de su Muchos educadores toman del desarrollo sustentable
vinculación con la EDS (lo que parece ser una recaída sólo las esperanzas para alcanzar transformaciones
positiva no desdeñable). socioambientales y, desde su perspec-
Entonces, se convierte en sinónimo de renovación tiva, las palabras y los discursos no son muy
pedagógica. La naturaleza específica de la EDS se importantes.
confunde con los enfoques educativos adoptados, los Finalmente, debe admitirse que quienes proponen
que se presentan como propios de la EDS, la EFS o la educación para el desarrollo sustentable tienen bue-
la EPS. Así, encontramos en algunos discursos (por nas intenciones. No obstante, se ve que a menudo son
ejemplo Tilbury, 1995) un listado de características individuos que participan en comités o comisiones,
pedagógicas atribuidas a la EDS que de hecho repite debido a su posición social y profesional. Desgracia-
los mismos elementos asociados hace 20 años con damente, éstas no han tenido nunca la ocasión de
la EA y que son, en cierto modo, característicos del reflexionar acerca de la educación misma a partir
movimiento progresista general de la educación. de clarificaciones filosóficas y éticas específicas. Por
En segundo lugar, a pesar de las estrategias peda- tanto, generalmente, sus intervenciones en este ámbi-
gógicas innovadoras y los enfoques propuestos, el to son improvisadas basándose en preocupaciones
discurso oficial de la EDS (especialmente de la UNES- de orden político u organizacional. O bien se trata
CO, 1992: 14) sigue el paradigma tecnológico-racional de individuos que resienten la urgente necesidad de
descrito por Bertrand & Valois (1992). Involucra una “pasar a la acción educativa” para solucionar los pro-
típica posición modernista que asocia la EDS con blemas socio-ambientales y estratégicamente aceptan
la transferencia de conocimiento científico y tecno- emplear la etiqueta del desarrollo sustentable, que
lógico, y considera a la educación como un medio se “vende mejor“, para favorecer el desarrollo de un
para emplear “el potencial humano, junto con otras proyecto educacional más sustancial. Actores sociales
potencialidades al servicio del crecimiento económi- de diversos ámbitos usan el mismo término –desarro-
co” (UNESCO, 1992. Traducción libre). Esta idea tiene llo sustentable– pero cada cual le da un significado
resonancia en ciertas políticas nacionales (siguiendo diferente. Esto puede justificarse en algunos casos
el programa internacional de la EDS) al convocar a (dadas las limitaciones o el contexto cultural en que
la creación de “brigadas educativas para promover se toman las decisiones), sin embargo, en educación,
el desarrollo sustentable”. Es obvio que aquí no hay donde el propósito es desarrollar competencias críti-
mucho lugar para el desarrollo de un pensamiento cas y éticas, una concesión estratégica de este tipo
crítico. sólo puede ser provisional.
Es importante no confundir el concepto de de-
sarrollo sustentable, cuya relevancia básica para la 4. La propuesta educativa para un futuro
educación es eminentemente cuestionable, con la sustentable
propuesta pedagógica concreta hecha por muchos Debido a los problemas conceptuales, éticos y cultu-
diseñadores de materiales y con los proyectos de rales asociados al concepto de desarrollo sustentable,
enseñanza-aprendizaje de los educadores. Si el pro- han surgido numerosas críticas provenientes de quie-

18
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

nes están involucrados en el mundo de la educación. humana” (UNESCO, 1997: 16).


Como reacción a estas críticas surgió una nueva Ciertamente, esta preocupación es legítima, aunque
expresión: educación para un futuro sustentable (EFS), insuficiente para proporcionar las bases de un sistema
también llamada educación para la sustentabilidad ético para el desarrollo humano integral. Aún más,
(EPS). el distanciamiento entre el objeto y el sujeto, entre
Por supuesto, la idea de un futuro sustentable pare- el hombre y la naturaleza, puede encontrarse explíci-
ce menos problemática (menos economicista) que tamente en la propuesta de educación para un futuro
la del desarrollo sustentable, y presenta un halo de sustentable. Por lo tanto, la confianza en la tecnología
connotaciones positivas, incluyendo la imagen de es la parte medular de este enfoque a fin de mantener
una trayectoria evolucionista. Esto hace referencia a “el equilibrio dinámico” del desarrollo sustentable
un tipo de desarrollo que procura comida y salud (idem). Evidentemente, tanto la educación para el
para sustentar la vida humana (como en la expresión futuro sustentable como la educación para el desarro-
sustentarse). llo sustentable, están inmersas en el paradigma de
Además, quienes proponen la EFS y la EPS retan la modernidad, el cual parece inadecuado para un
a aquellas concepciones limitadas del desarrollo sus- proyecto educativo reconstructivo.
tentable e insisten en la necesidad de redefinir la Además el valor de la sustentabilidad, asociado con
sustentabilidad en función de su pertinencia contex- el futuro, parece ser mínimo. ¿Es posible movilizar
tual (Tréllez-Solís, Wilches-Chaux & Torres Carras- generaciones para tan pequeña y distante promesa,
co, 1998). Las propuestas del futuro sustentable in- especialmente a la generación más joven, cuyas pers-
cluyen numerosos elementos interesantes que verda- pectivas futuras significativas se limitan al mediano
deramente promoverían el desarrollo de la educación plazo? Finalmente, ¿la idea de actuar ahora por la
y de las sociedades. ¡Sería un cambio enorme de promesa del futuro, no es eminentemente un enfoque
dirección si esas recomendaciones se realizaran! judeo-cristiano: sufrir en la tierra para que después
No obstante, permanece el hecho de que el discurso podamos ir al cielo? (¿pero quiénes irían al cielo?).
del futuro sustentable todavía se centra en el concepto Ciertamente, así como ocurre en el caso del de-
de desarrollo sustentable “que se alimenta a la vez sarrollo sustentable, es importante no confundir el
de las advertencias de los defensores del ambiente y concepto de un futuro sustentable, cuya relevancia
de los argumentos de los economistas en favor del como base de la educación es cuestionable, con
desarrollo” (UNESCO, 1997: 17). En muchos aspectos, las propuestas pedagógicas concretas que muchos
el concepto de un futuro sustentable parece ser una de los diseñadores de materiales de enseñanza in-
nueva etiqueta para un único y mismo proyecto cluyen en este término. Podríamos referirnos, por
educativo. ejemplo, al trabajo de John Fien (1996) quien abrió
Además, hay que percatarse de que el concepto de la puerta a la educación contemporánea relevante,
un futuro sustentable está basado en una ética esen- que considera los retos ambientales y sociales de la
cialmente antropocéntrica que debe, por lo menos, actualidad. Una vez más, es el marco conceptual el
ser cuestionada: “es necesario imaginar una nueva y que representa el problema.
sustentable relación entre la humanidad y su hábitat;
una relación que coloque a la humanidad en la parte 5. La educación para el desarrollo de sociedades res-
central, sin olvidar de ninguna manera lo que está ponsables
pasando a los lados...” (idem). Esta ética del futuro En nuestra búsqueda por un marco integrador de
está diseñada para convertirse en una ética planetaria las diversas dimensiones contemporáneas de la edu-
(idem: 42) que se nutre de la “heurística del temor” cación, en el que la educación ambiental pueda en-
(para usar la expresión de Hans Jonas). La meta de contrar un nicho adecuado, hemos analizado las pro-
la sustentabilidad es una condición de la “seguridad puestas de educación para el desarrollo sustentable

19
Lucie Sauvé

y educación para un futuro sustentable o para la dado que en lo más decisivo –esto es, en la alternativa
sustentabilidad. El análisis ha mostrado que estas <conservación o destrucción>– el interés del hombre
propuestas son problemáticas y están mal equipadas coincide con el del resto de lo vivo en cuanto es su mora-
para proporcionar una base apropiada para la da terrena en el más sublime de los sentidos, podemos
educación. contemplar ambos deberes como uno solo bajo la idea
Entre los otros marcos educativos comprehensivos del deber para con el hombre, sin por ello caer en
actuales considerados para la educación contempo- el reduccionismo antropocentrista. Reducir el deber
ránea es de particular interés la educación para el únicamente al hombre, desvinculándolo del resto de
desarrollo de sociedades responsables. Está basada en la naturaleza, representa la disminución, más aún, la
dos fuentes. La primera se refiere al Tratado de las deshumanización del propio hombre, la atrofia de su
Organizaciones no Gubernamentales (Consejo de la esencia –aun en el caso afortunado de su conservación
Tierra, 1993) elaborado paralelamente al Capítulo 36 biológica– (Jonas, 1995: 227).*
de la Agenda 21 durante la Cumbre de la Tierra, cele-
brada en Río de Janeiro: Educación ambiental para En la propuesta de educación para el desarrollo de
el desarrollo de sociedades sustentables y responsabi- sociedades responsables es preciso definir el término
lidad global. La segunda fuente es la plataforma pro- “desarrollo” como se aplica para la realización del
puesta por la Fondation pour le progrès de l’Homme potencial de la gente y grupos sociales, a fin de
(FPH, 1997) titulado Pour un monde responsable et lograr una más alta calidad de “ser”. El valor de
solidaire (Por un mundo responsable y solidario). Lo la responsabilidad debe explorarse de modo que
que tienen en común estas propuestas es que adoptan puedan determinarse su alcance y su relevancia
una ética de la responsabilidad. Además, toman en como pilar del sistema ético propuesto. De acuerdo
cuenta uno de los aspectos fundamentales en la actual con Jaques Henriot (1995) “el campo de la ética
crisis, es decir, la ruptura entre el ser humano y la coincide con el de la responsabilidad” y es la éti-
naturaleza. Esta ruptura no parece considerarse en las ca misma la que está implicada en cada toma de
propuestas anteriormente analizadas. Sin embargo, se decisiones.
refleja en la relación de los humanos consigo mis- Primero, debemos distinguir entre dos conceptos
mos, dentro de sociedades y entre sociedades. Así, las de responsabilidad. Hay uno estrecho, asociado
soluciones pueden considerarse solamente a la luz de con la prudencia, el respeto y la aplicación
la dinámica retroactiva de estos tres tipos de relacio- de reglas en un marco legalista. Se trata de una
nes.15 Aquí la educación ambiental forma parte de la responsabilidad superficial, instrumental, donde se
educación para la responsabilidad global. reconocen las características de la modernidad, con
sus enfoques individualista y antropocéntrico. Sin
El hombre no sólo se ha convertido en un peligro para sí embargo, hay otra responsabilidad más profunda o
mismo, sino para toda la biosfera. Incluso si pudiéramos integral, que comparte algunas de las características
disociar ambas cosas –esto es, incluso si fuera posible de la posmodernidad reconstructiva: una unión de
para nuestros descendientes una vida que pudiera llamar- sujeto y objeto, de humanos y naturaleza (soli-
se humana en un mundo devastado (y en su mayor parte daridad fundamental), entre ser y hacer (autentici-
reemplazado artificialmente)–, la rica vida de la Tierra dad), así como la consideración del contexto de
producida en una larga labor creativa de la naturaleza lugares y culturas donde se ejerce la responsabi-
y ahora encomendada a nosotros, exigiría nuestra protec- lidad. Esta segunda concepción nos conduce a acla-
ción. Dado que de hecho no es posible separarlas (a rar los estrechos vínculos entre responsabilidad,
menos que convirtamos al hombre en una caricatura) y conciencia, lucidez, reflexión, libertad, autonomía,

15 Ésta también es la tesis de la ecología social de Murray Bookchin (1990).

* N del T. Se consultó la versión castellana para acudir a la traducción autorizada.

20
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

autenticidad, compromiso, coraje, solidaridad y cui- miso y transformación. Sin embargo, la naturaleza
dado (Sauvé, 1998). Desde esta perspectiva, la ética específica, la legitimidad y la importancia de la EA
de la responsabilidad parece claramente ser más no pueden ser cuestionadas. A través de los debates
adecuada para fundamentar un proyecto educativo sobre la determinación de su nicho educativo y sus
global, que el de la ética de la sustentabilidad o bases teóricas, la EA permanece como una dimensión
viabilidad. fundamental e ineluctable de la educación contempo-
Al final, a esta ética de responsabilidad integral ránea. No sólo es una moda, un lema o una etiqueta.
se refirieron quienes propusieron el movimiento de Lo que está en discusión es la búsqueda de un
“sustentabilidad fuerte”. Pero, obviamente, el marco marco educativo comprehensivo, de tal forma que
conceptual de la sustentabilidad ha tenido que inflar- podamos integrar de manera óptima las diferentes
se o distorsionarse para hacerlo corresponder a una dimensiones de la educación contemporánea, que
ética tan profunda. La responsabilidad no es fácil y intentan contribuir a la resolución de los principales
no tiene un poder demagógico. Si por un lado la problemas sociales y ambientales de nuestro mundo,
sustentabilidad es una meta optimista, por otro, la así como a la construcción de proyectos transforma-
responsabilidad es un proceso exigente. dores. El reto es encontrar las bases de una educación
La propuesta de educación para el desarrollo de capaz de promover un desarrollo humano integral,
sociedades responsables aún debe aclararse y deba- para lo cual la EA ofrece una contribución esencial.
tirse en un crisol de discusión entre quienes están Finalmente, desde una perspectiva reconstructiva,
invo-lucrados en la educación. A priori, sin embargo, es una búsqueda de sentido y significación para una
parece que proporciona un marco integrador más jornada humana que vale la pena seguir. Lamentable-
apropiado que la EDS o la EFS para la inclusión y el mente, parece que, de acuerdo con la Conferencia
desarrollo de la educación ambiental. La EA necesita de Tesalónica de la UNESCO (1997), se optó por una
encontrar un nicho adecuado en un proyecto educa- propuesta reduccionista. Aunque el “asunto” no ha
tivo comprehensivo para contribuir a un verdadero terminado, el debate no está cerrado.
ecodesarrollo, lo cual significa un desarrollo social
integral de naturaleza endógena, basado en la partici-
pación responsable de todos los miembros del grupo
social. En este caso, las perspectivas para el desarrollo
económico están sujetas a un proyecto social global
relevante, a la luz del contexto cultural y biorregio-
nal, cuyo objetivo es una reconstrucción armónica
de la red de relaciones entre individuos, sociedad y
ambiente.

Conclusión
Al final de este breve análisis y con el propósito
de asegurar que el actual debate evite cualquier mal
entendido, debemos hacer hincapié en lo siguiente:
lo que está en juego no es la desaparición de la EA
o su reemplazo por otra cosa (un temor expresado
por Knapp, 1988). Es verdad que la EA molesta
especialmente si se asocia con la crítica social y
educa-tiva que cuestiona ideas y prácticas comunes,
y porque requiere un esfuerzo de profundo compro-

21
Lucie Sauvé

Agradecimientos De Potter, G. (1997) Enjeux de la recherche en éducation


La autora agradece a las siguientes personas, por relative à l’environnement. Comunicación en el Colo-
su contribución y valiosos comentarios críticos: Armel quio Internacional sobre la Investigación en Educación
Boutard, Tom Beryman, Louis Goffin, Stéphane Ambiental: Bilan, Enjeux et perspectives de la recher-
Fauteux e Isabel Orellana. También agradece a Bob che en éducation relative à l’environnement. Université
Jickling, editor del Canadian Journal of Environmen- du Québec à Montréal. November 5-6.
tal Education por permitir la traducción y reproduc- Desinger, J. (1990) “Environmental education for sustaina-
ción de este artículo. Finalmente, agradece a José ble development”, en Journal of Environmental Edu-
Ángel Martínez Sifuentes y Gabriel H. García Ayala cation, 21 (4), 3-6.
por su paciente trabajo de traducción. Dionne, L. (1995) Globalisciences - Recueil d’activités en
éducation dans une perspective mondiale. Montréal,
Centre de Recherche pour le Développement Internatio-
nal (CRDI) et Association des professeurs de sciences
BIBLIOGRAFÍA du Québec.
Englehart, P. (1996) L’Homme mondial - Les sociétés
Aronowitz, S. & H. Giroux (1991) Postmodern education: humaines peuvent-elles survivre? Paris, Arléa.
Politics, culture and social criticism. Minneapolis, Uni- Esteva, G. (1996) “Au-delà du développement”, en Sachs,
versity of Minnesota Press. W. & Esteva G. (1996a) Des ruines du développement.
Batchily Ba, M. (1997) Presentation to the conference- Montreal, Écosociété, p. 87-138.
debate of the Forum international francophone de Fazenda, I. (1998) “La formation des enseignants pour l’in-
l’éducation relative à l’environnement Planet’ERE. Mon- terdisciplinarité: une synthèse de recherches effectuées
tréal. November 6-11. au Brésil”, en Lenoir, Y. & Sauvé, L. Interdisciplinarité
Bertrand, Y. & P. Valois (1992) École et sociétés. Montréal, et formation à l’enseignement primaire et secondaire.
Éditions Agence d’Arc. Revue des sciences de l’éducation, 24 (1), 95-115.
Bookchin, M. (1990) The philosophy of social ecology. Fien, J. (1996) Learning for a sustainable future. Paris,
Montréal: Black Rose Books. UNESCO.

Colin N. P. (1997) Editorial: A happy union: The INISTE Flogaitis, E. (1997) The contribution of environmental edu-
connection, Connect: UNESCO International Bulletin on cation in sustainability. Presentation to the Conference
Scientific and Technical Education and Environmental on Environment and Society: Education and Public
Education. 23(1), 2. Awareness for Sustainability. Thessaloniki. Greece.
Constas, M.A. (1998) “The changing nature of educational December 8-11.
research”, en Educational Researcher. 27 (2), 26-33. Fondation Charles Léopold Mayer pour le Progrès de
Consejo de la Tierra (1993) Tratado sobre educación ambien- l’Homme (FPH) (1997). Alliance pour un monde respon-
tal para sociedades sustentables y responsabilidad global. sable et solidaire.
Foro Internacional de Organizaciones no Gubernamen- Freitag, M. (1996) “Le dilemme des sciences sociales
tales y Movimientos Sociales. Bogotá, Ecofondo, p. dans la postmodernité: étudier et orienter la société ou
197-205. produire le social”, en Rafie, M. (1996) Les sciences
Delors, J. (1996) L’éducation, un trésor est caché dedans. humaines: état des lieux. Québec, Les Presses de l’Uni-
Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre versité Laval, pp. 129-141.
Educación para el siglo 21. Paris, unesco. Global Perspectives in Education (GPD) (1987) Report on the
Existe versión castellana: UNESCO (1996) La educación Study Commission on Global Education. New York.
encierra un tesoro. Informe de la Comisión Interna- Giddens, A. (1990) The consequences of modernity. Stan-
cional sobre Educación para el Siglo XXI. Madrid, ford, Stanford University Press.
Santillana-Ediciones-UNESCO. Giordan, A. & C. Souchon (1991) Une éducation pour l’en-

22
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

vironnement. Nice, Les Z’éditions. Existe versión cas- Jonas, H. (1984) The imperative of responsability. The search
tellana: Giordan, A. & C. Souchon (1994) La educación of an ethics for the technological age. Chicago, The
ambiental: guía práctica. 2a. ed., Trad. Ángel Martínez Uni-versity of Chicago Press. Existe versión castellana:
Geldhoff. Sevilla, Díada Editorial. Jonas, Hans (1995) El principio de responsabilidad.
Gough, A. (1998) Education and the environment - Ensayo de una ética para la civilización tecnológica.
Policy, trends and the problems of marginalization. Trad. Javier María Fernández Retenaga. Barcelona,
Melbourne, Victoria, The Australian Council for Educa- Herder.
tional Research. Knapp, D. (1998) “The Thessaloniki Declaration - The
Griffin, D.R. (1992) “Introduction” to SUNY Series in begining of the end of environmental education?”, en
Constructive Postmodern Thought, en Orr, D. (1992) Environmental Communicator, 8 (2), 12-14.
Ecological literacy, education and the transition to a Loving, C.C. (1997) “From the summit of truth to its
postmodern World. New York, State University of New slippery slopes: science education’s journey through
York Press. positivist-postmodern territory”, en American Educa-
Hardin, G. (1968) “The tragedy of the commons”, en tional Research Journal. Fall 1997, 34(3), 421-452.
Science, 162. pp. 1243-1248. Lyotard, J.-F. (1984) The postmodern condition. Manchester,
Henriot, J. (1995) “Responsabilité”, en Encyclopaedia Manchester University Press. Existe versión castellana:
Universalis 19. Paris, Encyclopaedia Universalis. Lyotard, Jean-Francois (1987) La condición posmo-
Hentsch, T. (1996) “Sciences humaines et (post)mo-dernité: derna. 3a. Ed. Trad. Mariano Antolín Rato, (Colección
postérité d’un non-lieu”, en Rafie, M. (1996) Les Teorema). Madrid, Ediciones Cátedra.
sciences humaines: état des lieux. Québec, Presses de McInnis, M. (1972) You are an environment. Chicago, The
l’Université Laval, 3-13. Center of Curriculum Design. Reproducido por el North
Huckle, J. (1996) “Realising sustainability in changing American Association for Environmental Education.
ti-mes”, en Huckle, J. & S. Sterling (1996) Education Troy (Ohio), NAAEE.
for Sustainability. London, Earthscan Publications Ltd., McPeck, J. (1981) Critical thinking in education. Oxford,
3-17. Martin Robertson.
Hungerford, H., R.A. Litherland, R.B. Peyton, J.M. Ramsey, Mead, H. (1994) “Quelques failles dans le rapport Brundtland
A.M. Tomera, & T.L. Volk (1992) Investigating and - L’évolution du concept de déve-loppement durable”, en
evaluating environmental issues and actions: Skill D. Messier, D. De Koninck y C. Delisle (Eds.) Acte du
Development Modules. Champlain, Stipes Publishing 18e Colloque de l’Association
Company. des Biologistes du Québec, 1993 (pp. 21-31), Collec-
International Development Research Center (IDRC) (1992) tion Environnement, 17. Montréal, Université de
For the earth sake: A report from the Commission on Montréal.
Developing Countries and Global Change. Ottawa. Orr, D. (1992) Ecological literacy, education and the
Jickling, B. (1997) Environmental thought, the language transition to a postmodern world. New York, State
of sustainability and digital watches. Paper prepared University of New York Press.
for the 6th International TOUCH Conference, Centre for Patiño A.A. & et al. (1994) Propuesta pedagógica para el
Environmental Education and Ethics, Horni Marsov, desarrollo local ambiental - Una estrategia en construc-
Krkonose, Czech Republic, April 26 to May 2, 1997. ción. Convenio Unicórdova - Municipio Planeta Rica.
— (1993) “Studying sustainable development. Problems Plant, M. (1995) “The riddle of sustainable development
and possibilities”, en Canadian Journal of Education, and the role of environmental education”, en Environ-
19(3), 231-240. mental Education Research, 3, 263-266.
— (1992) “Why I don’t want my children to be educated for President’s Council on Sustainable Development (1997)
sustainable development”, en Journal of Environmental From classroom to community and beyond: Educating
Education, 23 (4). 5-8. for a sustainable future. Washington, DC, p.c.s.d.

23
Lucie Sauvé

Projet des Universités francophones de l’Est du Canada S. Sterling (1996) Education for sustainability. London,
(1995) L’éducation dans une perspective planétaire: Earthscan Publications Ltd. 19-39.
une passerelle vers l’avenir. Mémoire présenté à la Tilbury, D. (1995) “Environmental education for sustaina-
Comission des États-Généraux sur l’éducation. Mon- bility - Defining the new focus of environmental edu-
tréal: Université de Montréal. cation in the 1990s”, en Environmental Education
Robottom, I. & P. Hart (1993) Research in environmental Research, 1(2), 195-212.
education. Geelong, Victoria, Australia, Deakin Univer- Torres Carrasco, M. (1996) La dimensión ambiental: un
sity Press. reto para la educación de la nueva sociedad. Bogotá,
Ruiz, J.R. (1994) “Grass-roots education and the environ- Colombia, Ministerio de Educación Nacional.
mental dimension of development. Environmental Trai- Traina, F. & S. Darley-Hill (1995) Perspectives in bioregional
ning”, en Newsletter of the Environmental Training education. Troy, NAAEE.
Network for Latin America and the Caribbean. 5 (11), Tréllez-Solís, E., G. Wilches-Chaux & M. Torres Carrasco
10-13. (1998) Educación ambiental para un futuro sostenible
Sachs, W. & G. Esteva (1996a) Des ruines du développement. en América Latina y el Caribe. Documento. Lima, Perú,
Montreal, Écosociété. Popayán, Santa Fe de Bogota.
Sachs, W. (1996b) “L’anatomie politique du déve-loppement UICN (1981) Stratégie mondiale de conservation de la nature.

durable”, en “L’ERE post-moderne. Quel- Union Internationale pour la Conservation de la Nature.


ques signes et priorités. Interculture. Cahier 130, Winter UICN - The World Conservation Union and Learning for

1967, 29 (1), 15-37. a Sustainable Future (LSF) (1997) Education and


Sauvé, L. (1998) “A propos des concepts d’éducation et de co-mmunication framework for a sustainable future in
responsabilité”. Actas del Colloquio virtual The Future the americas. October 22, 1997. Borrador - sólo para
of Environmental Education in a Postmodern World? discusión.
19-30 de octubre, 1998, organizado por el Canadian UNESCO (1997) Éduquer pour un avenir viable: Une vision

Journal of Environmental Education, Environnement transdisciplinaire pour l’action concertée. International


Canada y la Université du Québec à Montréal (http:/ Conference on Environment and Society, Thessaloniki,
www.ec.gc.ca/eco/education), pp. 54-57. Greece, December 8-12, 1997.
—(1997a) Pour une éducation relative à l’environnement. UNESCO (1995) Interregional workshop on reorienting

Montréal, Guérin, 2nd edition. en-vironmental education for sustainable development.


—(1997b) Théories et pratiques de l’éducation relative June 26-30, Athens, Greece, UNESCO.
à l’environnement à l’école secondaire québécoise - UNESCO (1992) Reshaping education for sustainable develop-

Rapport de recherche, Montreal, CIRADE. ment. Environment and Development Issues. Paris.
—(1996) “Environmental education and sustainable UNESCO-UNEP (1988) “Sustainable development via
development”, en Canadian Journal of Environ- environmental education”, en Connect, 13 (2), June
mental Education, 1, 7-35. 1988, 1-3.
Sfez, M. (1992) Critique de la communication. Paris, Seuil. — (1978) Final report, intergovernmental conference on
Shalit, Avner de (1995) Why Posterity Matters. New York, environmental education. Tbilisi, ex-URSS, October
Routledge. 14-26, 1977. Paris.
Slocombe, D.S. & C. Van Bers (1991) “Seeking substance in — (1976) La Charte de Belgrade. Connexion. 1, 1-3.
sustainable development”, en Journal of Environmental Vaillancourt, J.-G. (1992) “Le développement durable ou
Education, 23 (1), 11-18. le “compromis” de la Commission Brundtland”, en
Spretnak, C. (1997) The resurgence of the real - body, Collectif. L’avenir d’un monde fini. Cahiers de la
nature and place in a hypermodern world. New York, Recherche Éthique. Montréal, Fides, pp. 17-44.
Addisson-Wesley Publishing Company. Inc. Van Matre, S. (1990) Earth education - a new beginning.
Sterling, S. (1996) “Education in change”, en Huckle J. & Warrenville, Illinois, The Institute for Earth Education.

24
La Educación Ambiental entre la Modernidad y la Posmodernidad

WCED - World Commission on the Environment and Environment and Development, june 1992. Rio de
Development (1987) A future for all. Brundtland Re-port. Janeiro, Brasil, New York, United Nations.
London, Oxford University Press. Zeromski, A. (1997) El campo de la ambientología - The
WCED - World Commission on the Environment and De- field of ambientology. Presentación hecha en el 4°
velopment (1993) Agenda 21 – Sustainable development Congreso Iberoamericano sobre el Medio Ambiente.
action program: Rio declaration on the environment Con-tribución de la ciencia y la tecnología al desarrollo
and development, United Nations. Conference on the sostenible. Universidad Simón Bolívar, Caracas,

25

S-ar putea să vă placă și