Sunteți pe pagina 1din 7

1.

Sucesión Hereditaria
1.1. Definición
Es la subrogación o substitución que a consecuencia de la muerte de una persona se produce
en otra de los derechos y acciones transmisibles de los que aquélla era titular. Nuestro Código
Civil (artículo 917) entiende por sucesión hereditaria lo siguiente: “La sucesión por causa de
muerte se realiza por la voluntad de la persona, manifestada en testamento y, a falta de éste,
por disposición de la ley. La primera se llama testamentaria y la segunda, intestada,
comprendiendo en uno y otro caso, todos los bienes, derechos y obligaciones que no se
extinguen por la muerte”.

1.2. Características
Son condiciones necesarias que deben producirse para que tenga lugar el fenómeno de la
sucesión: 1° La muerte del causante o autor de la herencia (artículo 918 del Código Civil);
2° La capacidad por parte del heredero (artículo 923 del Código Civil); y, 3° Que el heredero
no sea indigno (artículo 924 y 928 del Código Civil). La primera es una condición o
presupuesto necesarísimo y fundamental (condictio sine qua non), en cuanto es lo que
determina la apertura de la herencia y opera la transmisión de la propiedad y posesión de los
bienes a los herederos y legatarios.

1.3. Formas de sucesión atendiendo al origen


1° Voluntaria: está determinada por la voluntad del hombre, en este caso recibe el nombre de
testamentaria; 2° Legal: está determinada por la ley, la ley estipula quién o quiénes son las
personas llamadas a suceder; ésta recibe el nombre de intestada, ab intestato (sin testamento)
o legítima; y, 3° En parte testada y en parte intestada: es una forma que puede producirse
perfectamente en la práctica, las dos clases de sucesión pueden concurrir respecto de un
mismo patrimonio, siendo ambas admisibles y compatibles. En este caso el causante dispone
a través de testamento de una parte de su patrimonio, pero por olvido u otra razón no dispone
de la otra parte, en consecuencia, respecto de esta otra parte del patrimonio, tendrá que abrirse
la sucesión intestada, legal o legítima. Nuestro Código Civil acepta esta forma de sucesión
en el artículo 919, último parágrafo.

1.4. Formas de sucesión atendiendo al objeto


1° A título universal: se produce una transferencia en cascada o en bloque sobre la persona
del sucesor, de todos lo derechos, bienes y obligaciones de que era titular el causante. En este
caso el sucesor se denomina heredero; y, 2° A título particular o singular: consiste en la
transmisión de determinadas relaciones jurídicas, es decir, que es llamado a bienes concretos
y determinados, en este caso el sujeto pasivo se denomina legatario. Conviene aclarar, que la
diferencia entre ambas no es cuantitativa, sino que cualitativa; es decir, que no depende de
que en la sucesión a título universal se adquiera una pluralidad de relaciones jurídicas, y a
título particular adquiera una sola, porque el sucesor a título universal adquiere un conjunto
de relaciones jurídicas o una fracción aritmética de dicho conjunto tanto activo como pasivo,
pero sin determinación concreta de qué bienes o qué derechos, sucede en derechos abstractos
e indeterminados; y, al adquirir a título particular se es llamado a bienes concretos,
individualizados y determinados.

2. Incapacidad para suceder


2.1. Por indignidad
La indignidad son acciones u omisiones por parte del heredero en contra del causante que
privan del derecho de suceder, y que generalmente entrañan una conducta delictiva o inmoral
del sucesor para con el causante. Nuestro Código Civil señala nueve causas de incapacidad
para suceder por indignidad; al analizar las mismas nos damos cuenta que encuadran dentro
de conductas típicas, antijurídicas y culpables (delitos) sancionados en el Código Penal. De
la lectura del artículo 924 del Código Civil nos damos cuenta que estas nueve causas rigen
tanto para la sucesión ab intestato (sin testamento) y testada, en virtud de que habla tanto de
herederos como de legatarios. El Código Civil regula las causas de indignidad para suceder
como incapacidades para suceder en forma testada e intestada

2.2. Por testamento


independientemente de las causas de incapacidad para suceder por testamento, que son
distintas (artículo 926), pues las primeras tienen su origen en la actitud poco respetuosa,
inmoral o conducta delictiva del sucesor para el causante, en cambio las segundas tienen
fundamento independiente de la actitud o conducta del sucesor, que incluso podríamos
calificar a algunas de esas causas como circunstancias accidentales. En cuanto a las causas
de incapacidad por indignidad, existe la excepción en su aplicabilidad según lo establece el
artículo 925 del Código Civil.

3. Representación hereditaria
El derecho de representación hereditaria es el que tienen los descendientes de una persona
para heredar en lugar de ella, si hubiere muerto antes que su causante. Igual derecho existe
cuando el heredero ha renunciado la herencia o la ha perdido por indignidad. En estos
casos, los hijos o descendientes tendrán derecho a heredar representando al repudiante o al
excluido. La persona que por indignidad perdiere el derecho a heredar, en ningún caso tendrá
la administración de los bienes de los que entren a representarlo. En la línea colateral
corresponde la representación solamente a los hijos de los hermanos, quienes heredarán por
estirpes (en una sucesión hereditaria, conjunto formado por la descendencia de un sujeto a
quien ella representa y cuyo lugar toma) si concurren con sus tíos. Si los sobrinos concurren
solos, heredarán por partes iguales. No hay representación en la línea ascendente ni de ningún
otro pariente fuera de los mencionados en los artículos 929 y 930 del Código Civil. Siempre
que se herede por representación en la línea recta descendente, la división de la herencia será
por estirpes de modo que el representante o representantes no hereden más de lo que heredaría
su representado si viviese. Las disposiciones del Capítulo III, Título I, Libro III, del Código
Civil rigen para la sucesión intestada y testamentaria, pero la representación en caso de
testamento, sólo se efectuará cuando los herederos y legatarios sean parientes del testador.

4. Sucesión testamentaria
Es aquella sucesión en que la vocación o disposición sucesoria es determinada por la voluntad
del causante, con las únicas limitaciones que pueden surgir de disposiciones precisas de la
ley. El derecho de testar no debe confundirse con la libertad absoluta en la disposición
testamentaria; pues la mayoría de los códigos civiles la limitan partiendo del sano propósito
de proteger los intereses de los llamados herederos legitimarios. Como vimos, se diferencia
de la sucesión intestada; pero puede coincidir plenamente con ella (véase nuevamente el
último párrafo del artículo 919 del Código Civil).

4.1. Definición de testamento


Es un acto jurídico unilateral solemne, personalísimo, revocable y libre por el cual el testador
dispone de sus bienes y derechos y declara o cumple deberes para después de su muerte. A
este respecto, el artículo 935 del Código Civil expone que: “El testamento es un acto
puramente personal y de carácter revocable, por el cual una persona dispone del todo o de
parte de sus bienes, para después de su muerte”.

4.2. Interpretaciones de las disposiciones testamentarias.


Es un acto jurídico unilateral de carácter muy especial: en cuanto es una declaración de
voluntad para crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones que no debe ser hecha
conjuntamente con otra persona, ya que expresamente se prohibe que testen dos personas en
un mismo acto (véase el artículo 938 del Código Civil); 2° Es solemne: pues sólo puede
testarse en las formas expresamente reglamentadas por la ley, cualquier otra forma de
expresión de voluntad no será testamento (véase por ejemplo el artículo 937 del Código
Civil); 3° Es personalísimo: pues sólo el autor puede otorgarlo, no así su representante, la
testamentación llamada pupilar o cuasi pupilar, por la cual el que ejercía la patria potestad o
la tutela podía testar a nombre del menor o incapacitado ha sido abolida; y, 4° Es revocable:
en tanto que el autor puede modificar su testamento tantas veces como desee sin que se le
pueda obligar por contrato a no hacerlo y es libre en nuestro sistema jurídico pues no tiene
límites su poder de disposición de sus bienes que no se extinguen con la muerte, ya que no
se impone obligación de destinar determinada parte a ciertos herederos (legítima), fuera de
la obligación de dar alimentos que se prolonga más allá de la vida del obligado (véase el
artículo 936 del Código Civil).

4.3. Incapacidad para testar


Están incapacitados para testar: 1° El que se halle bajo interdicción; 2° El sordomudo y el
que hubiere perdido el uso de la palabra, cuando no puedan darse a entender por escrito; y,
3° El que sin estar bajo interdicción no gozare de sus facultades intelectuales y volitivas, por
cualquier causa, en el momento de testar. 4) Incapacidades para suceder por testamento: Son
incapaces para suceder por testamento; 1° Los ministros de los cultos, a menos que sean
parientes del testador; 2° Los médicos o cirujanos que hubieren asistido al testador en su
última enfermedad, si éste falleciere de ella, salvo que sean parientes del testador; 3° El
notario que autoriza el testamento y sus parientes, y los testigos instrumentales; 4° El tutor,
el protutor y los parientes de ellos si no se hubieren aprobado las cuentas de la tutela, a no
ser que fueren parientes del pupilo; y, 5° Las instituciones extranjeras, cualquiera que sea su
finalidad.

5. De la forma de los testamentos


5.1. Testamentos comunes
5.1.1. abierto
es el que se otorga ante notario y dos testigos. El testador expresará su voluntad en forma
oral ante el notario y los testigos, el notario redactará el testamento en su protocolo, lo leerá
y manifestará la conformidad del otorgante, lo firmará junto con el notario y los testigos. Este
testamento debe ser usado en el caso de los ciegos –deberá intervenir un testigo instrumental
más–, sordos y mudos; puede recurrir a él el que desconozca el idioma español dando
intervención a dos intérpretes elegidos por el testador (véanse los artículos 954 al 958, y 1193
del Código Civil; y, 29, 31, 37 literal “a”, 42, 44, 45 y 75 del Código de Notariado)
5.1.2. Cerrado
es el testamento redactado por escrito, ya sea por el autor u otra persona a su ruego. Debe
presentarse en pliego cerrado (plica) ante un notario y dos testigos, y los intérpretes en su
caso, manifestando que ese sobre contiene su última voluntad. De lo anterior se tomará nota
(o razón) en el protocolo notarial y el sobre que contiene el acta de su otorgamiento, con las
firmas del testador, los testigos, los intérpretes si los hubiere, y del notario quien también
pondrá su sello, se devolverá al testador para su guarda por sí o por persona de su confianza.
A este testamento puede recurrir el sordomudo que sepa leer y escribir, pero tanto el
testamento como el acta de la plica o sobre deben ser escritos y firmados por el testador, de
su puño y letra (véanse los artículos 954, 959 al 964, del Código Civil).

5.2. Testamentos especiales


Testamento militar: es el otorgado por un militar o asimilado al tiempo de estar en campaña,
en plaza sitiada o prisioneros en poder del enemigo. Puede hacerse verbalmente (abierto) ante
el oficial bajo cuyo mando se encuentre, o –si estuviere en destacamento– ante el que manda
el destacamento o pelotón aunque éste sea subalterno, o ante el facultativo que lo asista, o
ante un oficial de cualquier categoría (estos dos últimos casos, si el testador está enfermo o
herido) y siempre con la intervención de dos testigos que sepan leer y escribir; o por escrito
(cerrado). El testamento otorgado en esta forma, deberá ser remitido con la brevedad posible
al Cuartel General y por éste al Ministerio de la Defensa Nacional. En caso de fallecimiento
del testador, el Ministro de la Defensa Nacional remitirá el testamento al juez del último
domicilio del difunto y, no siéndole conocido, a cualquier Juzgado de Primera Instancia del
Ramo Civil del departamento de Guatemala, para que, de oficio, cite a los herederos y demás
interesados en la sucesión. Los herederos y demás interesados deberán solicitar que el
testamento se protocolice en la forma prevenida en el Código Procesal Civil y Mercantil –
artículo 472–. El testamento sólo surtirá efectos si el autor fallece durante las situaciones
previstas en el Código Militar, o dentro de los treinta días posteriores a la cesación de ellas
(véanse los artículos 965 y 966 del Código Civil; 572 al 579 del Código Militar, contenido
en el Decreto Presidencial N° 214 de fecha 01 de agosto de 1878; y, 472 del Código Procesal
Civil y Mercantil).
Testamento marítimo: cuando alguno desee hacer testamento en alta mar a bordo de un
buque de guerra o, en su caso, mercante, podrá hacerlo: en el primer caso (buque de guerra),
ante el contador o ante el que ejerza sus funciones, en presencia de dos testigos que sepan
leer y escribir, y que vean y entiendan al testador (el comandante del buque o el que haga sus
veces, pondrá además su “visto bueno”); y, en el segundo (buque mercante), ante el capitán
o el que haga sus veces, con asistencia también de dos testigos como se expresa
anteriormente. En uno y otro caso, los testigos se elegirán entre los pasajeros, si los hubiere.
En ambos casos, se seguirán las formalidades del testamento abierto o del cerrado. Los
testamentos abiertos, hechos en alta mar, serán custodiados por el comandante o por el
capitán, y se hará mención de ellos en el diario de navegación. En el testamento hecho en el
mar, es nula toda disposición a favor de cualquier persona que ejerza autoridad a bordo, a no
ser que sea pariente del testador (véanse los artículos 967 al 970 del Código Civil).
Testamento en lugar incomunicado; los que se hallen en lugar incomunicado por motivo
de epidemia, podrán testar ante el juez local y en presencia de dos testigos que sepan leer y
escribir (véase el artículo 971 del Código Civil).
Testamento de preso: si el testador se halla preso podrá en caso de necesidad, otorgar
testamento ante el jefe de la prisión pudiendo ser testigos, a falta de otros, los detenidos o
presos, con tal que no sean inhábiles por otra causa y que sepan leer y escribir. En este
testamento es nula toda disposición hecha a favor de los que tienen autoridad en la prisión, a
menos que sean parientes del testador. Los testigos especiales a que se refieren anteriormente,
sólo son válidos si el testador muere durante el cumplimiento de la pena de prisión o dentro
de los noventa días posteriores a su libertad (véanse los artículos 972 y 973 del Código Civil).
Testamento hecho en país extranjero: puede otorgarse siguiendo las leyes del lugar y por
tanto ser válidos según la regla locus regit actum (artículo 28 de la Ley del Organismo
Judicial), o bien, según las leyes guatemaltecas ante los agentes diplomáticos o consulares,
que sean notarios, para los nacionales guatemaltecos o para actos que deban tener efecto en
territorio nacional. No será válido en Guatemala el testamento mancomunado que los
guatemaltecos otorguen en país extranjero, aunque lo autoricen las leyes de la nación donde
se hubiere otorgado (véanse los artículos 974 al 976 del Código Civil).
Solemnidad del testamento del ciego y del sordo: 1) Testamento del ciego: en el testamento
del ciego debe intervenir un testigo más de los que se requieren para el testamento abierto
(es decir, que aquí serán entonces tres los testigos instrumentales), será leído en alta voz dos
veces; la primera por el notario autorizante, y la segunda, por uno de los testigos elegido al
efecto por el testador. Se hará mención especial de esta circunstancia (véase el artículo 957
del Código Civil). 2) Testamento del sordo: si un sordo quiere hacer testamento abierto,
deberá leer él mismo en voz inteligible (es decir, que puede ser entendido, que se oye clara y
distintamente), el instrumento, a presencia del notario y testigos, lo que se hará constar (véase
el artículo 958 del Código Civil). Conviene recordar, que el ciego y la persona que no sepa
leer y escribir no pueden hacer testamento cerrado; no así las personas que no pueden hablar,
pero que sepan leer y escribir, quienes si pueden otorgar este tipo de testamento (artículos
960 y 961 del Código Civil).

6. Revocación, nulidad, falsedad y caducidad de las


disposiciones testamentarias
977. Es nulo el testamento que se otorga sin la observancia de las solemnidades esenciales
que la ley establece.
El testamento cerrado será nulo, además, cuando apareciere rota la plica que lo contiene.
978. Es anulable el testamento otorgado con violencia, dolo o fraude.
El testador no puede prohibir que se impugne el testamento en los casos en que haya nulidad
declarada por la ley.
979. El que de algún modo ejerza coacción sobre el testador para que haga, altere o revoque
su testamento o cualquiera disposición testamentaria, pierde todos los derechos que por el
testamento o por la ley le correspondan en los bienes de la herencia.
980. Incurre también en la pena del artículo anterior quien impida que una persona haga,
revoque o varíe su testamento.
981. Si el testamento posterior fuere declarado nulo o falso, subsistirá él anterior.
982. El testamento no puede ser revocado en todo ni en parte sino con las solemnidades
necesarias para testar.
983. Todo testamento queda revocado por el otorgamiento de otro posterior. Sin embargo, el
testador puede de manera expresa dejar vigente todo o parte del testamento anterior.
Las donaciones por causa de muerte hechas con anterioridad al testamento caducarán salvo
disposición en contrario del testador.
984. Cuando se ha otorgado un testamento dando expresamente por causa la muerte del
heredero instituido en el anterior, valdrá éste y se tendrá por no otorgado aquél si resulta falsa
la noticia de la muerte.
985. Por la enajenación que haga el testador del todo o parte de una cosa dejada en
testamento, se entiende revocada su disposición relativa a la cosa o parte enajenada, a no ser
que vuelva a su dominio.
986. La donación o legado de un crédito hecho en testamento, queda revocado en todo o en
parte, si el testador recibe en pago el todo o parte de la cantidad que se le debía o si por
cualquier razón ha cancelado el crédito.
987. No produce efecto el testamento en cuanto a la institución del heredero, si el nombrado
tuviere incapacidad legal para heredar.
988. Caduca la disposición testamentaria en que se deja algo bajo condición, si el heredero o
el legatario a que se refiere, muere antes de que se verifique.
989. No caduca la disposición testamentaria si el testador ha nombrado heredero substituto
para el caso en que el heredero instituido muera antes que él, o no quiera, o no pueda aceptar
la herencia.
990. No caduca la herencia ni el legado que se deja desde día cierto o desde tiempo
determinado aun cuando el heredero o el legatario mueran antes de haber llegado el día o
vencido el tiempo que fijó el testador.
991. La disposición testamentaria de una cosa específica en favor de alguno, no produce
efecto si se destruye la cosa sin culpa de la persona obligada a entregarla.
992. En todos los casos en que caduque o pierda su efecto la institución de heredero, pasará
la herencia a los herederos legales.

S-ar putea să vă placă și