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MEDIDA DE LA PERMEABILIDAD EN ROCAS.

EL ENSAYO LUGEON

El ensayo Lugeon es un ensayo de permeabilidad mediante inyección de agua que


se realiza en el interior de un sondeo y que se sirve de un obturador para
aislar el tramo a ensayar, permitiendo de esta manera alcanzar presiones
considerables (10 kp/cm2). El ensayo es adecuado para terrenos resistentes(1)
por lo que es de uso frecuente en rocas.Las etapas a seguir en la realización
del ensayo son, de manera resumida, las siguientes:

1. Introducción del tubo de inyección en el sondeo: una vez


realizado el sondeo, generalmente de unos 66 mm de diámetro, se
introduce en éste el tubo por donde se realizará la inyección
del agua a presión. Dicho tubo lleva acoplado el obturador a la
profundidad adecuada según el tramo de tramo de roca que se
desea ensayar. El obturador puede ser simple si el ensayo se
realiza en el fondo del sondeo o doble si se coloca un obturador
superior y otro inferior. El tramo a ensayar suele tener de 0,5
a 5,0 m de largo.
2. Obturación del tramo de ensayo: una vez colocados los
obturadores a la profundidad del ensayo, mediante un mecanismo
de goma a presión o cámara hinchable se obturan las bocas del
tramo a ensayar (generalmente se ensayan tramos de 5 m).
3. Aplicación de la presión de agua mediante bomba. Se aplican
escalones sucesivos de carga y descarga de 0, 1, 2, 5 y 10
kp/cm2 respectivamente. Siempre deben alcanzarse los 10
kp/cm2, si bien a veces ocurre que se fractura antes la roca.
4. Medición del caudal perdido (admisión). Los resultados se
suelen expresar en unidades Lugeon(2). A paritr de las
mediciones de caudal se pueden presentar resultados mediante
gráficos Profundidad-Admisión o bien gráficos Presión-Caudal
de cuyo análisis se puede deducir el comportamiento del
macizo rocoso frente a las filtraciones. La permeabilidad
obtenida es una medida aproximada de la permeabilidad local. El
ensayo es representativo en la medida en que la zona ensayada
atraviese un número suficiente de discontinuidades.
(1) De otra manera el obturador no haría correctamente su papel de corte.

(2) Una unidad Lugeon es la pérdida de 1 litro por minuto y metro lineal bajo
una presión de 10 kg/cm2, lo que equivale aproximadamente 1×10-7 m/s

Bibliografía:

 «Mecánica de las Rocas». Alcibiades Serrano. Colegio de Ingenieros de Caminos


Canales y Puertos. Servicio de Publicaciones.
 «Ingeniería Geológica». Coordinador Luis I. González de Vallejo. Ed. Prentice Hall.

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ref GeoCim-Estructuras y terreno. Antiguo, modificado 02/01/10

Relación entre el cálculo de estructuras y el terreno. El suelo como


estructura

No se dirá nada nuevo, excepto quizá a los más neófitos, al corroborar la


gran relación que existe entre el suelo y las estructuras. Cualquier
calculista de estructuras debería saber desarrollar correctamente cálculos
geotécnicos o al menos tener claros los pasos a seguir al enfrentarse a
ellos, ya que al cabo nos seguimos moviendo dentro del mismo lenguaje.

El terreno, como material tiene un comportamiento estructural más complejo


que el de los materiales clásicos a los que estamos acostumbrados que son más
homogéneos, es por ello que se ha tratado de analizar su conducta de manera
sencilla, partiendo de hipótesis de uniformidad macroscópica bajo los que
subyace un material mixto confuso conformado por partículas, oquedades, agua
y aire. Si bien al hablar de terreno deberíamos realmente de distinguir entre
diversos tipos de terreno o materiales (cohesivos, coherentes, roca), quizás
entre los materiales que pudieran estar más cercanos al terreno estaría el
hormigón, que comparte con él su naturaleza mixta (cemento, áridos y agua) y
muchas propiedades, especialmente en su fase previa al curado, y que no en
vano ha dejado tras de sí varios modelos de cálculo que cada día se van
refinando a partir de la inclusión de nuevos factores.

La Mecánica del Suelo, una de las ramas incorporada más recientemente de


manera oficial a la Mecánica, basa muchos de sus conceptos en la mecánica de
los medios continuos y la mecánica de los fluidos, utilizando la mayoría de
las veces simplificaciones de aquellas para caracterizar el comportamiento
del terreno. Las similitudes entre dichas ciencias son muchas. Entre ellas
podemos destacar:

1. Propiedades: la caracterización y clasificación del suelo ha


traído consigo una serie de parámetros mecánicos cuyo uso se ha
hecho más familiar en el tratamiento del terreno (porosidad,
humedad, compactación, consistencia, etcétera). Sin embargo,
estas propiedades no son exclusivas del suelo. Así también
hablamos de consistencia y porosidad en hormigón, y de humedad
en la madera. Otras propiedades comunes se han hecho más
específicas en la mecánica del suelo dado que el terreno no se
compone exclusivamente de material sólido, sino también de aire
y especialmente de agua, lo que ha dado lugar al estudio de la
permeabilidad, a la distinción entre densidad seca, húmeda,
saturada, sumergida, etc.

2. Las leyes de comportamiento: estamos acostumbrados a tratar con


materiales elásticos (acero) o elastoplásticos (hormigón) en
estructuras. También los suelos se modelizan muchas veces con
dichos comportamientos. Muchos de los métodos de cálculo
geotécnico se fundan en la consideración de un terreno
homogéneo, isótropo y elástico dada la sencillez de dicho modelo
(espacio de Boussinesq, teoría de elástica homogénea sobre capa
rígida, etcétera); al igual que ocurre con la mayoría de los
materiales de estructuras.Así si una de las formas de
dimensionamiento en acero es la de hacer que este trabaje bajo
comportamiento elástico, lo mismo ocurre cuando tratamos de dar
suficiente área a nuestras fundaciones es para evitar presiones
de hundimiento por encima de las que el terreno plastifica
(rotura). También como consecuencia de lo anterior podemos, al
igual que ocurre en la elasticidad de la mecánica de los medios
continuos, estudiar el estado tensional de los suelos en su
caracterización elástica mediante el gráfico de Mohr. También
son válidos otros gráficos como el elipsoide de Lamé para
estudiar las relaciones tensión-deformación en el espacio.

3. Resistencia y deformación: al igual que un calculista comprueba


un elemento estructural frente a resistencia y deformación, en
un cimiento comprobaremos que el suelo no rompa (hundimiento
mediante criterios como el de Möhr-Coulomb en Mecánica de Suelos
o el más reciente de Hoek y Brown en Mecánica de Rocas) y que no
se deforme por encima de los límites exigidos (asentamiento). Al
igual que hablamos de deformaciones instantáneas y diferidas del
hormigón, encontraremos asientos instantáneos (sin drenaje) y
diferidos (asiento de consolidación). Un concepto que sin
embargo es específico para el estudio tensional del terreno y
que por su importancia debemos mencionar aquí es el de tensión
efectiva (Terzhagui, 1936), ley fundamental de la Mecánica del
Suelo que establece que la deformación y resistencia de un suelo
no dependen de la tensión total, sino de la llamada tensión
efectiva σ' que tiene en cuenta la presencia de agua y que se
define como σ=σ-u, o sea, como la tensión total menos la presión
del agua que existe en los poros (no se debe confundir con la
presión media intergranular).

4. Seguridad: la comparación entre los coeficientes de seguridad


utilizados en el cálculo de estructuras y los utilizados en la
Mecánica del Suelo, apreciablemente mayores, denotan que hoy por
hoy sigue siendo más difícil determinar las condiciones y
propiedades reales de un suelo que la de materiales como el
hormigón o el acero.

Otro problema de interés sería el de la interacción del suelo con la


estructura, pero eso será un tema a desarrollar en otro apartado.

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ref. GeoCim-01_12/09/07: Sifonamiento

UN EXPERIMENTO CASERO DE SIFONAMIENTO


Este verano, hemos aprovechado para realizar un experimento muy rudimentario
que permitiera a nuestros amigos de De Mecánica explicar el fenómeno del
sifonamiento (piping).

Con un acuario (por la cuestión de la transparencia para poder hacer


fotografías), una botella de plástico y algo de arena de playa basta para
simular el proceso de este curioso fenómeno.
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ref GeoCim-01_15/01/07

LONGITUDES MÍNIMAS DE ANCLAJES DE PANTALLAS

Con el nuevo Código Técnico, las pantallas de contención han pasado a estar
normadas, si bien quedan todavía muchas cuestiones que el CTE no trata, una
de ellas es la longitud de los anclajes, dicha distancia ha de ser mayor que
las siguientes longitudes:

- Aquella que haga que el anclaje quede fuera de la cuña de rotura plana
(cuña de empuje activo con pendiente 45-φ/2 siendo φ el ángulo de rozamiento
interno del terreno -en el caso de existir varios estratos con ángulos
diferentes, del lado de la seguridad bastará tomar el menor). Conviene
además, de manera conservadora, tomar dicha cuña desde el extremo inferior de
la pantalla y añadirle a dicha longitud un 15% de la altura de excavación de
la pantalla (ver figura inferior).
- La que se necesite para que el bulbo del anclaje quede dentro de terreno
competente (firme).
- Al menos 8 m según las «Recomendaciones para el proyecto, construcción y
control de anclajes al terreno. H.P.8-96» (Manual G-1 de Geotecnia de la
ATEP). En el apartado «2.8 Criterios básicos de predimensionado» de dicha
publicación se indica que la longitud libre mínima de cualquier tipo de
anclaje será de cinco metros y la longitud mínima del bulbo de tres metros en
cualquier caso, en definitiva, ocho metros. No sé aclaran las razones que
llevan a los autores del Manual a considerar dichas longitudes mínimas.

Bibliografía:
- Rodríguez Ortiz, José María. «Algunos temas de interés en el diseño de muros pantalla.
Jornadas técnicas SEMSIG-AETESS 2ª sesión Muros Pantalla en Ámbito Urbano». SEMSIG,
AETESS, CEDEX. Madrid 2002.
- «Recomendaciones para el proyecto, construcción y control de anclajes al terreno.
H.P.8-96». Geotecnia, G-1. Asociación Técnica Española de Pretensado (ATEP); Instituto de
Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales
y Puertos.

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ref GeoCim-01_08/01/07
EXCENTRICIDAD A CONSIDERAR EN PILOTES SEGÚN EHE

Dice la Instrucción en su artículo 59.6 Pilotes:

«La comprobación de un pilote es análoga a la de un soporte, Artículo 55.°,


en que el terreno impide, al menos
parcialmente, el pandeo.

Se considerará, en cualquier caso, una excentricidad mínima definida de


acuerdo con las tolerancias.

Para el dimensionamiento de los pilotes hormigonados in situ, sin camisa de


chapa, se utilizará un diámetro de cálculo dcal igual a 0,95 veces el diámetro
nominal del pilote, dnom cumpliendo con las siguientes condiciones:

dnom - 50 mm ≤ dcal = 0,95dnom ≤ dnom - 20 mm»

Pues bien, sólo se pretende aclarar aquí que la misma EHE contiene un Anejo
sobre tolerancias, concretamente el Anejo 10, según el cual (5.1.
Cimentaciones) habría que considerar una:

«Desviación en planta del centro de gravedad de la cara superior de un


pilote.

- Control de ejecución reducido: ± 150 mm

- Control de ejecución normal: ± 100 mm

- Control de ejecución intenso: ± 50 mm»

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ref GeoCim-01_07/09/06

SOBRE ALGUNAS CURIOSIDADES DEL CÁLCULO DEL EMPUJE EN


ESTRUCTURAS DE CONTENCIÓN

Nada nuevo voy a decir con estas curiosidades sobre el cálculo de empujes en
estructuras de contención, pero quizás ayuden a algún despistado:

- La existencia de sobrecargas sobre el terreno que contiene el muro produce


una elevación del punto de aplicación del empuje: como es sabido, el diagrama
de presiones de las tierras sobre un muro de contención tiene una forma
triangular cuya resultante se encuentra aplicada a 1/3 de la altura desde la
base. Pues bien, si existen sobrecargas el diagrama pasará a ser trapezoidal.
Si dividimos el trapecio de presiones en un triángulo debido al empuje de
tierras y un rectángulo debido a las sobrecargas, el primero seguirá teniendo
su resultante a 1/3 de la altura de la base, pero no el rectángulo que lo
tendrá a 1/2 de la altura. La consecuencia es que las sobrecargas hacen que
la resultante del empuje aumente y que además se aplique más arriba
resultando más desfavorable (vuelco, flexión, etc.)

- La existencia de nivel freático en el terreno a contener disminuye la


presión efectiva sobre el muro, pero el empuje total aumenta. Además, dado
que el agua empuja en dirección perpendicular a la superficie del muro, el
empuje total tiene una inclinación menor (δ, ángulo rozamiento muro-terreno).

- En la comprobación de hundimiento el momento producido por el empuje del


terreno (ME) puede ser favorable en zapatas de medianera ya que contrarresta
el momento (MN), a veces mayor, que llega a la zapata a través del muro.

- En el caso de suelos cohesivos, la comprobación a deslizamiento considerará


la parte de oposición debida a la cohesión. (el tema se desarrolla en un
apartado más abajo).

- Para mejorar el comportamiento frente a la comprobación a deslizamiento en


muros en ménsula que no tienen ningún tipo de arriostramiento, es aconsejable
que el terreno cargue sobre el pie del muro para conseguir una normal mayor y
por tanto mayor fuerza de rozamiento.
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ref GeoCim-01_16/10/05

TABLAS SOBRE EXPANSIVIDAD DE SUELOS

La expansividad de los suelos es una de las principales causas de procesos


patológicos en los edificios. En especial aquellos edificios antiguos cuyo
proyecto se realizaba sin antes hacer un estudio geotécnicos Dada la
insistencia de las cuestiones sobre la peligrosidad de los suelos expansivos,
hemos decidido publicar algunas tablas al respecto que esperamos sean de
ayuda:

CRITERIOS DE PELIGROSIDAD (Jiménez Salas)

Parámetro Nula Marginal Crítica Muy crítica


Límite líquido LL <30 30-40 40-60 >60
Indice de Plasticidad IP 0-15 10-35> 20-55 >45
%<1 μm <15 13-23 23-30 >28
%<0,074 μm <30 30-60 60-95 >90
Índice PVC de Lambe <2 2-4 4-6 >6
Índice de desecación ID >1 0,8-1 0,6-0,8 <0,6
ESTIMACIÓN DE LOS CAMBIOS DE VOLUMEN DE LOS SUELOS EXPANSIVOS (HOLTZ Y
GIBBS)
Expansión
Contenido Coloidal Índice de Límite de Grado de
Probable. Cambio
%<0,001mm Plasticidad Retracción expansión
Volumétrico %
>28 >35 >11 >30 muy alto
20-13 25-41 7-12 20-30 alto
13-23 15-28 10-16 10-30 medio
<15 <18 <15 <10 bajo
CRITERIOS DE EXPANSIVIDAD SEGÚN CHEN
% Pasa por Expansión Presión de Grado de
Límite líquido S.P.T.
Tamiz 200 Probable % Hinchamiento expansión
>95 >60 >30 >10 >10 muy alto
60-95 40-60 20-30 3-10 2,5-10 alto
30-60 30-40 10-20 1-5 1,5-2,5 medio
<30 <30 <10 <1 <0,5 bajo

Nota: las tablas están tomadas del artículo de Emilio Yanes Bustamante: "Arcillas
expansivas: su estudio y patología", cuya lectura recomiendo y que está incluido dentro
de la publicación "Actas del Congreso sobre Patología y Control de Calidad en la
Construcción", Sevilla (1992), publicado por la Secretaría General Técnica de la Consejería
de Obras Públicas y Transportes de Andalucía.

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ref GeoCim-01_19/11/06

MÓDULO DE BALASTO (Modulus of subgrade reaction)

MÉTODO DEL BALASTO, DE WINKLER O DE VIGA SOBRE APOYOS ELÁSTICOS:

Uno de los métodos de cálculo más utilizado para modelizar la interacción


entre estructuras de cimentación y terreno es el que supone el suelo
equivalente a un número infinito de resortes elásticos -muelles o bielas
biarticuladas- cuya rigidez, denominada módulo o coeficiente de balasto
(Ks), se corresponde con el cociente entre la presión de contacto (q) y
el desplazamiento -en su caso asiento- (δ):

ks=q/δ

El nombre balasto le viene, como seguramente sabréis, de que fue precisamente


en el análisis de las traviesas del ferrocarril donde se utilizó por primera
vez esta teoría. El balasto es la capa de grava que se tiende sobre la
explanación de los ferrocarriles para asentar y sujetar las traviesas. A este
modelo de interacción se le conoce generalmente como modelo de Winkler debido
al nombre de su creador, y tiene múltiples aplicaciones, no sólo en el campo
de las cimentaciones, sino en cualquiera problema que pudiese adaptarse a
este modelo, véase el ejemplo tomado de J. Hahn [1] en el que mediante la
teoría del balasto se calcula la carga P que es capaz de soportar una espiga
de acero anclada en una masa de hormigón:

La aplicación de la teoría del módulo de balasto ha ganado aceptación en los


últimos tiempos, dado que permite una fácil asimilación de la interacción
suelo-estructura por los métodos matriciales de cálculo. De hecho, con un
programa de cálculo matricial genérico se puede realizar una aproximación del
método tan precisa como deseemos al caso de vigas o losas sobre fundación
elástica. Para ello basta simplemente con dividir las barras de la viga o del
emparrillado, si se trata del análisis de una losa, en otras más pequeñas e
incluir en los nudos bielas (muelles) con la rigidez correspondiente al
balasto (ver, por ejemplo, la figura inferior donde se obtuvo mediante esta
aproximación una ley de flectores para la viga).
En la práctica habitual del cálculo de cimentaciones veremos aplicar la
teoría de Winkler al calculo de elementos tales como vigas flotantes o de
cimentación y losas de cimentación que trabajan sobre un corte horizontal de
terreno, pero también para elementos tales como pantallas para excavaciones o
tablestacas que trabajan sobre un corte vertical. Se habla, por tanto, de
módulo de balasto vertical y de módulo de balasto horizontal, si bien el
concepto es el mismo. La ecuación diferencial que gobierna el comportamiento
de la clásica solución de viga flotante o viga sobre fundación elástica (beam
on elastic fountation) y que, por tanto, es el resultado de suponer la viga
discretizada en infinitas barras de longitud diferencial con nudos en sus
extremos, es la siguiente:

p - k.w(x)= (E.I) d4w/dx4

siendo:

w(x): el asiento de la viga [m].x: coordenada [m].k: el módulo de balasto


[kN/m3]p: la carga por unidad de longitud [kN/m]E: el módulo de elasticidad
de la losa [kN/m2]

I: la inercia de la viga respecto al eje que pasa por su centro de gravedad


[m4]

En el caso de la losa la ecuación tiene una forma parecida:

d4w/dx4 + 2 d4/dx2dy2 + d4w/dy4 + (k . w - p) 12(1-v2)/(E.t3) = 0,

siendo:
w(x,y): el asiento de la losa [m]x, y: las coordenadas [m].k: el módulo de
balasto [kN/m3]q: la carga por unidad de área [kN/m2]v: el coeficiente de
Poisson [-]E: el módulo de elasticidad de la losa [kN/m2]

t: el espesor de la losa [m]

OBJECCIONES Y MEJORAS AL MÉTODO:

En general, el método de Winkler se puede aplicar al cálculo de cimentaciones


rígidas y flexibles, si bien en el caso de cimentaciones rígidas las normas
suelen permitir la utilización de leyes de tensiones lineales del terreno más
simplificadas, dejándose la obligatoriedad del método del balasto para el
cálculo de elementos flexibles en los que la distribución de tensiones es
irregular. (El criterio de clasificación de la rigidez de los elementos de
cimentación es complicado y trataremos de ampliarlo en un futuro. Se pueden
consultar las referencias [2]). Sin embargo, existen varias objeciones al
modelo que le hacen poco fiable:

- ¡El valor del módulo de balasto no es función exclusiva del terreno! sino
que depende también de las características geométricas de la cimentación e
incluso de la estructura que ésta sostiene, lo cual hace compleja la
extrapolación de los resultados de los ensayos, pensemos por ejemplo en el de
placa de carga, a las cimentaciones reales. - La precisión del modelo
dependerá de la rigidez relativa del conjunto estructura-cimentación respecto
a la del suelo [2]. - Supone que cada punto del suelo se comporta
independientemente de las cargas existentes en sus alrededores, lo cual no
ocurre en la realidad (ver figura inferior, a la izquierda comportamiento
según el método de Winkler, a la derecha una aproximación más cercana a la
realidad -en terrenos reales el suelo en los bordes también se deforma-).

Por ello, algunos autores recomiendan hacer un estudio de su sensibilidad. El


ACI (1993), por ejemplo, sugiere [3] variar el valor de k desde la mitad
hasta cinco o diez veces del calculado y basar el diseño estructural en el
peor de los resultados obtenidos de ésta manera. Métodos como el Acoplado
(Coupled method), que usa muelles que conectan los nudos adyacentes, permiten
que los movimientos de cada nudo sea dependientes del resto y obtienen
resultados más cercanos a la realidad, pero suponen un aumento considerable
en el tiempo de cálculo, además de requerir una implementación específica en
los programas de cálculo generales (que, sin embargo, se adaptan fácilmente
al método de Winkler). Mejora esta última cuestión el denominado Método
Pseudoacoplado (Pseudo-Coupled Method) que divide el elemento de cimentación
en distintas zonas a las que varía su módulo de balasto. El balasto se hace
mayor en las zonas extremas, por ejemplo, el doble del valor en el contorno
que en la zona central. También el ancho de las zonas se hace disminuir al
acercarse a los extremos, todo ello con el objeto de aumentar las tensiones
en los bordes de las cimentaciones ya que se comprobó que el modelo de
Winkler obtiene tensiones más bajas que las constatadas con otros métodos en
dichos puntos.

OBTENCIÓN DEL MÓDULO DE BALASTO:

A) El módulo de balasto vertical para una zapata o una losa se puede definir
de tres maneras:

1. A partir de ensayo de Placa de Carga realizado sobre el terreno, siendo


habitual que dicha placa sea cuadrada de 30x30 cm (1 pie x 1 pie), o bien
circular de diámetros 30, 60 y 76,2 cm. Así el coeficiente que aparece
referenciado en el estudio geotécnico viene generalmente representado por una
k -letra adoptada en la bibliografía para el módulo- y el correspondiente
subíndice que identifica a la placa con que se realizó el ensayo -k30, k60,
etc.- En la siguiente figura se puede observar un ejemplo de ensayo de placa
de carga y el resultado de módulo de balasto, k30 en este caso al tratarse de
una placa de 30 cm, que se obtiene:
El tamaño de la placa influye en la profundidad afectada y de la que se
podrán extraer conclusiones. A menor tamaño de placa menor bulbo de presiones
y con ello menor profundidad de los estratos estudiados. En el caso de losas
la profundidad de influencia de la placa es mucho menor que la de la losa
real (bulbo de presiones en función del ancho de la cimentación), con lo que
se puede inducir a errores debidos a bajadas de rigidez de estratos
inferiores pero activos. En el caso de rocas las pruebas realizadas con una
placa grande estarán más afectadas por la fisuración que las hechas con placa
pequeña.

En España, el ensayo se rige según la normativa del Laboratorio de


Transportes NLT-357/98 (viales) o la UNE 7391:1975 (cimentaciones).

A partir del ensayo de Placa de Carga y mediante formulación que contempla


las dimensiones de la zapata (el caso de losas es más complejo y se debe
estudiar la rigidez de la estructura-cimentación) se puede obtener el módulo
de balasto siguiendo el procedimiento siguiente debido a Terzaghi:

Se define a continuación un: Método simplificado para el cálculo del módulo


de balasto de una losa de cimentación rectangular a partir del ensayo de
placa de carga de 30x30cm.Dada una losa rectangular y un coeficiente de
balasto obtenido mediante ensayo de placa de carga de 30x30cm definimos:

-b: ancho equivalente de la zapata (m). Es un parámetro que depende de la


rigidez de la estructura, y de la rigidez de la cimentación. En el caso de
losas un valor aproximado para b puede ser la luz media entre pilares. Una
referencia para profundizar en el valor del ancho equivalente es la [4], en
ella se pueden consultar los apartados de losas semiflexibles, con grandes
luces entre pilares y con pequeñas luces entre pilares (es precisamente para
este caso cuando es adecuado tomar como ancho equivalente la luz media entre
pilares). El tomar b como ancho de la losa conduce a módulos de balasto
excesivamente bajos.

-l: lado mayor o longitud de la losa (m)


-ks,30: coeficiente de balasto obtenido en placa de 30x30cm (kN/m3).
-ks,cuadrada: coeficiente de balasto de la zapata cuadrada (kN/m3).
-ks,rectangular: coeficiente de balasto de la zapata rectangular (kN/m3).

Para el cálculo del coeficiente o módulo de balasto de la zapata rectangular


será necesario primero calcular el de la cuadrada.El módulo de balasto de la
zapata rectangular (l y b en m) en función del de la losa cuadrada se define
por (Terzaghi 1955):

ks, rectangular= (2/3) ks, cuadrado [ 1+ b/(2l) ]

donde ks, cuadrada se determina en función del tipo de suelo y del ensayo de
placa de carga de 30x30:

-Suelos cohesivos (arcillas):

ks, cuadrado cohesivo= ks,30 [0,30/b]

-Suelos arenosos o granulares:

ks, cuadrado arenoso= ks,30 [(b+0,30)/(2b)]2


Aclaración 1: En el caso de tener una mezcla de suelos, una solución puede
ser el hacer una interpolación a partir de los valores anteriores (ks, cuadrada

cohesivo y ks, cuadrada arenoso) y la proporción existente de dichos suelos. No deja de


ser una aproximación algo burda, ya que es difícil conocer con exactitud
dicha proporción así como que el reparto sea homogéneo.Ej- Para un suelo con
una composición en una proporción estimada del 70% de arcillas y del 30% de
arenas tendríamos: ks,cuadrado= 0,70 ks,cuadrado cohesivo + 0,30 ks,cuadrado arenoso

Aclaración 2:
En el caso de trabajar en cm, basta con cambiar el coeficiente 0,30 por 30
para que sean válidas las fórmulas.

Se incluye aquí un formulario Web que realiza los cálculos anteriores:

Formulario Web Balasto

Simplemente a título orientativo, dada las frecuentes consultas que recibo al


respecto, damos aquí los valores estimados del módulo de balasto para Placa
de Carga de 30x30 (k30) tomados de la referencia [4], recordamos que lo
correcto sería obtener estos datos a partir del terreno en cuestión:

VALORES DE K30 PROPUESTOS POR TERZAGHI


Suelo k30 (kp/cm3)
Arena seca o húmeda:
-Suelta 0,64-1,92 (1,3)*
-Media 1,92-9,60 (4,0)
-Compacta 9,60-32 (16,0)
Arena sumergida:
-Suelta (0,8)
-Media (2,50)
-Compacta (10,0)
Arcilla:
qu=1-2 kp/cm2 1,6-3,2 (2,5)
qu=2-4 kp/cm2 3,2-6,4 (5,0)
qu>4 kp/cm2 >6,4 (10)
*Entre paréntesis los valores medios propuestos

VALORES DE K30 PROPUESTOS POR DIVERSOS AUTORES


Suelo k30 (kp/cm3)
Arena fina de playa 1,0-1,5
Arena floja, seca o húmeda 1,0-3,0
Arena media, seca o húmeda 3,0-9,0
Arena compacta, seca o húmeda 9,0-20,0
Gravilla arenosa floja 4,0-8,0
Gravilla arenosa compacta 9,0-25,0
Grava arenosa floja 7,0-12,0
Grava arenosa compacta 12,0-30,0
Margas arcillosas 20,0-40,0
Rocas blandas o algo alteradas 30,0-500
Rocas sanas 800-30.000

NOTA: 1 kp corresponde aproximadamente a 9,81N

2. A partir de la determinación de parámetros característicos del suelo (módulo de


deformación, tensión admisible, etc.) que se relacionan con el módulo de balasto
mediante fórmulas dadas por varios autores. 2.1 Es conocida, por ejemplo, la fórmula
de Vesic en función del módulo de deformación o elasticidad (E s) y coeficiente de
Poisson (νs) el terreno, que en su forma reducida tiene la siguiente expresión:
ks = Es/[B (1-νs2)]

donde B es el ancho de la cimentación. 2.2 La fórmula de klepikov [5]:

ks = Es/[ωA(1/2) (1-νs2)]

con (A) el área de la base de la cimentación y (ω) un coeficiente de forma de


la cimentación que para zapatas o losas se puede obtener de la tabla en
función del largo (L) y del ancho (b) de la cimentación:

L/b 1,0 1,5 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
ω 0,88 0,87 0,86 0,83 0,80 0,77 0,74 0,73 0,71 0,69 0,67
2.3 También la fórmula de Bowles [6], basada en la tensión admisible de la
cimentación:
ks (kN/m3) = 40*(Factor de Seguridad)*σa
(kPa)

donde el factor de seguridad es el empleado para minorar la tensión admisible


(2-3). 2.4 Tablas, como esta [7] que relaciona el módulo de balasto en placa
circular de 30'' y el índice CBR para diferentes tipos de suelo:

- A partir del cálculo del problema en un programa que contemple la


posibilidad de modelizar el terreno (usualmente mediante elementos finitos).
De esta manera se introducirán sobre el terreno las acciones consideradas y
se analizaran los desplazamientos (asientos) que resultan. El módulo de
balasto se hallará directamente de su formulación teórica: ks=q/s.

B) Todo lo anterior está referido a módulos de balasto verticales. Para


módulos de balasto horizontales de aplicación, por ejemplo, en pantallas, se
puede utilizar el siguiente ábaco, debido a Chadeisson [8], que obtiene el
módulo de balasto horizontal (kh), a partir del ángulo de rozamiento interno
y la cohesión del terreno. Es interesante al respecto hacer notar la relación
entre estos parámetros, fácilmente visible en la gráfica: cuanto mayor es el
ángulo de rozamiento o mayor la cohesión mayor es el balasto.
EJEMPLO de cálculo de módulo de balasto:
La losa de cimentación de la figura, de 27,30 m de largo, 18,30 m de ancho y
0,50 m de espesor, se asienta sobre un terreno esencialmente arenoso, al que
se le ha realizado un ensayo de placa de carga que ha dado como resultado un
coeficiente de balasto de ks,30=13000 kN/m3. Calcular el módulo de balasto para
utilizar en el posterior análisis estructural de la losa.

Solución:Tenemos para la losa cuadrada en terreno arenoso:ks, cuadrado, arenoso= k30


[(b+0,30)/(2b)]2= 13000*[(18,50+0,30)/(2*18,5)]2=3356,3 kN/m3 (*)y para la losa
rectangular:ks, rectangular= (2/3) ks, cuadrado

[1+b/(2l)]=(2/3)*3356,3*[1+18,5/(2*24,0)]= 3100,0 kN/m3


(*)IMPORTANTE:

Se ha utilizado aquí el valor del ancho de la losa para b, como se ha discutido


anteriormente dicho valor conduce a un balasto menor que el real.
NOTAS:
[1] J. HAHN. «Vigas continuas, pórticos, placas y vigas flotantes sobre terreno elástico».
Editorial Gustavo Gili. (1982). Tercera edición.
[2] Para más información acerca de como evaluar la rigidez relativa de la estructura-
cimentación se puede consultar:-ACI, 336.2 R - 88. Suggested design procedures for
combined footing and mats. American Concret Institute-CALAVERA, JOSÉ. «Cálculo de
estructuras de cimentación», 4 Ed. Intemac, 2000
[3] CODUTO, DONALD P. - «Foundation Design. Principles and Practices». Pearson Prencice
Hall.
[4] Curso aplicado de cimentaciones. José María Rodríguez Ortiz, Jesus Serra Gesta y
Carlos Oteo Mazo. COAM
[5] Edward Tsudik, Ph. D., PE. «Analysis of Beams and Frames on Elastic Foundation». Trafford
Publishing
[6] BOWLES, JOSEPH E. - "Foundation Analisis and Design". Mc Graw-Hill, 1997
[7] G. WINTER, A. H. NILSON. "Proyectos de Estructuras de Hormigón". Ed. Reverté, 1986
[8] El ábaco fue tomado de la comunicación del Simposio sobre Estructuras de
Contención de Terrenos, «Aplicación del Eurocódigo EC7 en el diseño de muros de
contención» de Marcos Arroyo y José P. Feijóo, publicada por la Sociedad Española de
Mecánica del Suelo y Cimentaciones. A su vez, en ésta se hace referencia a la
bibliografía: Monnet, A. (1994) «Module de réaction, coefficient de décompression, au
sujet des paramètres utilisés dans la métothe de calcul élastoplastique des soutènements»,
Rev. Franc. de Geotech. N 65 67-62.

PARA SABER MÁS:


- EDMUND S. MELERSKI. «Design Analysis of Beams, Circular Plates and Cylindrical Tanks on
Elastic Foundations». Ed. Taylor and Francis.
- MUZAS LABAD, FERNANDO. «Consideraciones sobre la elección de los coeficientes de
balasto». Revista de Obras Públicas Noviembre 2002. Nº 3427.
- MUZAS LABAD, FERNANDO. «El coeficiente de balasto en el cálculo de pantallas». Revista de
Obras Públicas 2005. Nº 3459.

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ref GeoCim-01_19/11/06

SÍSMICA DE REFRACCIÓN. EXTRAPOLACIÓN A ESTUDIOS GEOTÉCNICOS


EN EDIFICACIÓN

ANTECEDENTES:

La sísmica de refracción es una técnica que se encuadra dentro de los métodos


de exploración geofísica y estudia la propagación en el terreno de ondas
sísmicas producidas artificialmente, estableciendo su relación con la
configuración geológica del subsuelo.

Los métodos sísmicos se enmarcan dentro de los métodos indirectos de


investigación, es decir, dentro de aquellos que se realizan sin necesidad de
alterar el terreno y que por tanto tampoco permiten la observación directa de
éste. Actualmente la sísmica de refracción es el método sísmico más empleado
para el análisis de los terrenos, el otro método existente conocido como
sísmica de reflexión suele utilizarse exclusivamente en investigaciones a
gran profundidad, como por ejemplo en técnicas petroleras.
Aunque no existe normativa al respecto, sí podemos encontrar ejemplos de
caracterización del terreno atendiendo a la velocidad de propagación de las
ondas elásticas en la actual norma sismorresistente NCSE-94 (art. 2.3.1
Clasificación del terreno), así como numerosa bibliografía que incluye tablas
de velocidades para los diversos materiales, especialmente rocas donde más ha
sido aplicada esta técnica.

BASES TEÓRICAS DEL MÉTODO:

-Descripción del método

El método sísmico consiste en la generación de un impulso elástico en la


superficie y en el posterior análisis del movimiento en el suelo de la onda
creada por ese impulso.

Para el ensayo se utilizan las ondas P, primarias o longitudinales, que son


aquellas en las que la dirección del movimiento coincide con la de
propagación.

El método de refracción sísmica se basa en que:

a) Según la naturaleza del terreno varía la transmisión –velocidad de


propagación- de las ondas elásticas.

Los contactos entre los estratos con diferente velocidad de transmisión de


las ondas sísmicas, definen superficies de separación donde las ondas
experimentan fenómenos de refracción. Esto permitirá determinar la
profundidad a la que aparecen nuevas capas.

-Realización del ensayo:

En el terreno a estudiar se realizan perfiles longitudinales sobre los que se


colocan sensores espaciados entre sí una distancia conocida y generalmente
regular. Estos sensores que se denominan geófonos llevan incorporados
sismógrafos para registrar el movimiento y se pinchan sobre la tierra firme.

Desde algunos puntos significativos del perfil se realiza un disparo,


habitualmente mediante golpeo con un martillo de 8kg, y el impulso de éste
llega a los sensores provocando una perturbación que se registra en el
sismógrafo.

La longitud de los perfiles suele situarse habitualmente entre 25 y 100m, con


separación entre geófonos que no suele exceder los 5m, con objeto de
garantizar el detalle de la investigación. Los puntos de golpeo suelen ser
como mínimo tres en cada perfil, situados al inicio, mitad y final de éste.
Si los perfiles exceden de longitudes de 60m, el número de puntos de golpeo
es habitualmente de cinco.

La medida de los tiempos de llegada de las ondas elásticas a los geófonos


proporciona el valor de la velocidad de propagación y el espesor de los
distintos materiales atravesados.

Analizando el caso de dos capas (fig 1): al producirse el disparo las ondas
se transmitirán a través del terreno, una onda (rayo directo) irá por la
superficie y llegará a los geófonos con velocidad V1. Otras después de
recorrer la capa 1 con velocidad V1 se refractarán atravesando la capa
inferior siguiendo la ley de Snell:

con ic ángulo incidente, e ir ángulo transmitido.

Por último, ciertas ondas se refractarán en la superficie de separación de


las dos capas, esto ocurre cuando se produce el fenómeno de refracción
crítica o total, para lo cual es necesario que la velocidad de propagación
aumente con la profundidad. En la fig. 2 para ir= 90º necesitamos el ángulo
para el que se producirá la refracción crítica es ic= arcsen V1/V2).

Ahora bien, como cada punto alcanzado por una onda se puede considerar como
centro emisor de ondas secundarias, habrá una onda secundaria que llegará a
un punto de la superficie y será registrada por uno de los geófonos.

Se mide el tiempo transcurrido entre el momento del disparo y la llegada de


la primera perturbación a cada geófono. Las primeras en llegar son las ondas
directas, sin embargo a partir de un punto (distancia crítica) llegan primero
las ondas refractadas, es decir, las que circulan por los niveles inferiores
del subsuelo. La mayor distancia recorrida por estas ondas es compensada por
la mayor velocidad.
Figura 1. Técnica de sísmica de refracción en modelo de dos capas. Tras producirse el disparo
unas ondas se desplazan directamente por la superficie -ondas directas- mientras que otras
atraviesan el terreno experimentando fenómenos de reflexión y refracción en las separaciones
entre capas. Algunas de las ondas refractadas se mueven a través de la separación entre capas
y vuelven a la superficie. A partir de cierta distancia las ondas refractadas llegan antes que las
directas a los geófonos.

RESULTADOS DEL ENSAYO:

La velocidad de transmisión de ondas sísmicas es un buen indicador de las


características geotécnicas de los materiales. Son comunes en la bibliografía
las tablas de velocidades de los diversos materiales rocosos, aunque se
observa una importante dispersión en los valores de velocidad debido a la
variabilidad de la composición litológica, o de la estructura interna, al
porcentaje de poros o vacuolas y a la saturación en agua. A medida que los
materiales se degradan y aumenta el grado de alteración, la velocidad
disminuye.

Además de proporcionar información sobre la naturaleza del sustrato rocoso y


sus cambios laterales, la sísmica de refracción permite estimar
aproximadamente el modulo de elasticidad –a partir de fórmulas dinámicas en
función de la velocidad de propagación y del coeficiente de Poisson- de las
formaciones investigadas, el grado de fracturación y la ripabilidad o
facilidad de excavación.

También proporcionan óptimos resultados a la hora de determinar la


profundidad del nivel freático, ya que dicho nivel constituye un refractor
muy característico con velocidad de propagación de 1500m/s (velocidad de
propagación del sonido en el agua).

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL ENSAYO:

VENTAJAS:

- Generación de perfiles continuos frente a los tradicionales puntos de


ensayo.

- Pueden servir también para prever el comportamiento del terreno frente al


sismo.

- Son técnicas indirectas y por tanto de carácter no destructivo.

INCONVENIENTES:

- Los resultados pueden ser ambiguos, sin embargo se pueden combinar los
resultados de diferentes métodos para reducir la ambigüedad. Las
perforaciones pueden reducirse a tan sólo confirmar los resultados obtenidos,
especialmente en los puntos de interés.

- A la hora de caracterizar un sistema multicapa, es necesario que la


velocidad de propagación de las ondas aumente con la profundidad, para que se
produzca el fenómeno de refracción crítica y las primeras llegadas detectadas
en la superficie del terreno contengan información sobre las características
y profundidad a las que se encuentra el segundo estrato. Esto se traduce en
que debe aumentar continuamente la rigidez de los estratos con la
profundidad.

- Necesidad de mano de obra cualificada para trabajar con los equipos y el


software de interpretación de los ensayos.

CONCLUSIONES:

Dichas técnicas más consolidadas en ingeniería civil, son aptas y utilizables


dentro de los estudios geotécnicos de edificación, pero dado por un lado que
no son métodos contrastados por la experiencia, al menos en el caso de los
estudios geotécnicos para edificación y por otro que pueden contener
ambigüedades en los resultados en ciertos casos, deben tratarse con cautela y
por tanto sería necesario que vinieran acompañados de otros ensayos comunes
aceptados (sondeos o en su caso ensayos de penetración o calicatas) que
complementaran o corroboraran los resultados.

Bibliografía:
Ingeniería Geológica. Luis I. González de Vallejo, Carlos Oteo Maza, Luis Ortuño, Mercedes
Ferrer. Editorial Prentice Hall.
Geología aplicada a la Ingeniería Civil. Juan Manuel López Marinas.
Página de la web del CEDEX (http//www.cedex.es). Apartado Laboratorio de Geotecnia-
Técnicas geofísicas.

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ref GeoCim-Antiguo

EL ENSAYO PROCTOR

Cualquier proyectista se ha visto a la hora de ejecutar su proyecto con unas


conclusiones provenientes del Estudio Geotécnico que incluyen la mejora de
una capa de espesor variable del terreno mediante la sustitución de este con
terreno granular o zahorra compactada al, por ejemplo, 95% Proctor o Proctor
Modificado. ¿Qué significa esto?

No todos los terrenos naturales con los que nos encontramos al proceder a
realizar una cimentación son adecuados. Un terreno granular suelto por
ejemplo puede suponer asientos elásticos inadmisibles. Lo mismo puede
ocurrirle a un terreno cohesivo por motivos de consolidación. Tendremos
entonces que proceder a realizar una mejora del suelo.

La compactación no es desde luego el único método de mejora de los terrenos,


aunque sí uno de los más económicos y populares. Otros métodos son por
ejemplo la inyección, la congelación, la vibroflotación, la precompresión,
los drenes, la estabilización con materiales como la cal o las cenizas o la
construcción de columnas de roca. No se debe confundir la compactación con la
consolidación, en la compactación se somete al suelo a un golpeo o
empaquetamiento que hace que expulse el aire de sus poros; en la
consolidación, fenómeno típico de los suelos cohesivos saturados, se produce
una expulsión gradual del agua de los poros.

Al compactar variamos la estructura del suelo y también algunas de sus


propiedades mecánicas. Alguno de los parámetros del suelo que variarán según
sea su compactación son la permeabilidad, el peso específico y la resistencia
al corte. Con la compactación buscamos unas propiedades adecuadas del suelo
de nuestra cimentación así como una uniformidad de éste que siempre
disminuirá la posibilidad de que se produzcan asientos diferenciales.

La compactación consiste en un proceso repetitivo cuyo objetivo es conseguir


un peso específico para una relación de agua dada tal que se garanticen las
propiedades optimas buscadas. En primer lugar se vierte sobre el suelo
natural existente, generalmente en sucesivas capas, un suelo de mejora con la
granulometría adecuada. Posteriormente se modifica su humedad mediante
desecación o mediante adición de agua y se le transmite energía de
compactación mediante apisonado por golpes o presión. Para ello se utilizan
diversas maquinarias, generalmente rodillos –lisos, neumáticos, pata de
cabra, vibratorios, etc-, en función del tipo de terreno y muchas veces de la
accesibilidad de éste.

Con los ensayos se pretende determinar los parámetros óptimos de la


compactación que asegurarán las propiedades del terreno buscadas. Esto se
traduce en determinar cual es la humedad que se requiere para conseguir con
una energía de compactación la densidad seca máxima que puede tener dicho
terreno. A esta humedad se la define como humedad óptima, y es con la que se
consigue la máxima densidad seca, para la energía de compactación dada.
Igualmente se define como densidad seca máxima aquella que se obtiene para la
humedad óptima.

Se comprueba que al ir aumentando la humedad y compactando, la densidad seca


va aumentando hasta llegar a un punto de máximo para el par densidad seca
máxima-humedad óptima, a partir de este punto un aumento de humedad no supone
mayor densidad seca sino al contrario una disminución de ésta.Los ensayos se
realizan en laboratorio mediante el compactado de probetas a las que se añade
agua. Los ensayos más importantes son el Proctor o «Proctor Normal, (PN)» o
estándar y el Proctor Modificado, (PM) ». En ambos ensayos se toman porciones
de la muestra del suelo mezclándose con distintas cantidades de agua, se
compactan en un molde y se apisonan mediante una maza tomando las anotaciones
correspondientes de la humedad y densidad seca. Estos pares humedad-densidad
seca (la humedad en %) se llevan a una gráfica de abcisas y ordenadas
(humedad en abcisas y densidad seca en ordenadas) dibujándose con ello una
curva suave y obteniéndose el punto donde se produce el máximo (densidad seca
máxima-humedad óptima).
Molde Proctor

La diferencia fundamental entre el ensayo Proctor Normal y el Modificado


estriba en la energía de compactación utilizada. Para los ensayos españoles
(normas UNE) se utiliza una energía de unos 0,583J/cm3 para el Proctor normal
y unos 2,632J/cm3 para el Proctor modificado.Las distintas normativas que
definen estos ensayos son las normas americanas ASTM D-698 (ASTM es la
American Society for Testing Materials, Sociedad Americana para el Ensayo de
Materiales) para el ensayo Proctor estandar y la ASTM D-1557 para el ensayo
Proctor modificado. En España existen las normas UNE 103-500-94 que define el
ensayo de compactación Proctor Normal y la UNE 103-501-94 que define el
ensayo Proctor Modificado

Por tanto, cuando se nos pide un suelo compactado al 90% Proctor o Proctor
modificado significa que la compactación en obra debe obtener una densidad
seca de al menos el 90% de la densidad seca máxima obtenida con los
correspondientes ensayos. Para garantizar que esto ocurra se suele controlar
la densidad de las tongadas mediante ensayos in situ durante el proceso de
compactación.

Bibliografía:
Principios de ingeniería de cimentaciones. Braja M. Da. International Thomson Editores.
Mecánica de Suelos. Limusa Editores. T. William Lambe y Robert V. Whitman. Limusa
Noriega Editores Geotecnia.
Ensayos de campo y de laboratorio. AENOR.
PG-3. Pliego de prescripciones técnicas generales para obras de carreteras y puentes.
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ref GeoCim-Antiguo_03_Revisión 22/03/08

ESTABILIDAD AL DESLIZAMIENTO EN CIMENTACIONES, CASO DE


ZAPATA SIN ARRIOSTRAMIENTO

Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de diseñar cimentaciones es


la estabilidad. En general como proyectistas estamos acostumbrados a
comprobar cimentaciones frente al hundimiento y los asientos excesivos, pero
muchas veces olvidamos las comprobaciones de estabilidad a deslizamiento y
vuelco. La estabiliad frente al deslizamiento es una comprobación obligatoria
que como tal se refleja en el CTE DB SE C (art. 4.2.2.1.) y en la Instrucción
EHE (art. 41).

Vamos a tratar en este apartado la estabilidad frente al deslizamiento


aplicado al caso de zapata sin arriostramiento, ya que de otro modo esta
comprobación no tendría sentido dado que las vigas riostras frenarían el
movimiento.

En la comprobación frente al deslizamiento están involucrados los parámetros


siguientes:

N Esfuerzo normal que llega a través del pilar.


P Peso propio de la zapata.
T Esfuerzo cortante de cálculo.
Cohesión del suelo. Para la comprobación de deslizamiento se
tomará:

- En el caso de trabajar en términos de tensiones efectivas y para


un terreno de resistencia al corte definida por parámetros efectivos
cd (c', f'), cd= c' = 0.

- En el caso de trabajar en términos de tensiones totales para


situaciones transitorias en las que el proyectista considere
necesario emplear cálculos en condiciones sin drenaje, cd = cu
(cohesión sin drenaje).
S Superficie de la base de la zapata (BxA).
Ángulo de rozamiento zapata-terreno. Varía, según CTE DB SE C,
según si la zapata pertenece o no a un muro:

- Para zapatas de muros fd = 2/3 f


fd
- Para el resto de casos: en términos de tensiones efectivas y para
un terreno de resistencia al corte definida por parámetros efectivos
de cohesión y ángulo de rozamiento interno (c', f'), fd = 3/4 f ';
en términos de tensiones totales para situaciones transitorias en
las que el proyectista considere necesario emplear cálculos en
condiciones sin drenaje: fd = 0.

En el deslizamiento se comprueba que las fuerzas capaces de provocar el


movimiento horizontal sean menores que las que contribuyen a la resistencia
frente a éste. La fuerza que contribuye a que la zapata deslice es el
cortante T en la zapata. La fuerza que generan la resistencia al rozamiento
es la fuerza de rozamiento Fr. Dicha fuerza se puede descomponer en:

Fr = (N+P) . tg fd + S . cd

Es decir, por un lado la fuerza de rozamiento del suelo que sigue


directamente las leyes clásicas (la fuerza debida al rozamiento es igual
al peso por el coeficiente de rozamiento que en este caso vale tg d), y
por el otro la fuerza resistente debida al carácter cohesivo del suelo
(que es proporcional a la cohesión). La comprobación queda entonces:

Donde gd = 1,5 (Tabla 2.1 del CTE DB SE C). En algunos casos se utilizan
coeficientes de seguridad (γ) diferentes para cada término, es el caso de la
estabilidad en presas según la «Instrucción para el proyecto, construcción y
explotación de grandes presas» (1967) , donde el coeficiente de seguridad al
rozamiento «clásico» valía 1,5 mientras que el debido a la cohesión valía
5,0:

Fd ≤ [ (N+P) . tg fd ]/1,5 + [S . cd] /5

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