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Opinión
T.D.: 11379055
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OPINIÓN Nº 207-2017/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al sentido y
alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y
vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad
con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado,
Ley N° 30225, y la Tercera Disposición Complementaria Final de su reglamento,
aprobado mediante Decreto Supremo Nº 350-2015-EF.
2. CONSULTAS1 Y ANÁLISIS
2.1. “ Si uno de los integrantes de un consorcio con RUC independiente (siendo este
contratista de una entidad del Estado) cambia su denominación social sin
modificar su número de RUC, número de Partida Registral, ni ningún otro
1
De la revisión de los documentos de la referencia, se advierte que la consulta refiere a la aplicación de
la Directiva N° 016-2012-OSCE/CD.
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Normas vigentes hasta el 8 de enero del 2016.
2
2.1.1. En primer lugar, cabe indicar que la anterior normativa de contrataciones del
Estado3 establecía que las personas naturales o jurídicas que deseaban participar en
los procesos de selección que convocaban las Entidad, podían hacerlo de manera
individual o a través de consorcios.
Sobre ello, debe traerse a colación que el artículo 36 de la anterior Ley establecía
que en los procesos de selección, podían participar distintos postores asociados en
consorcio, sin que ello implicase la creación de una persona jurídica distinta; para
ello, debían acreditar la existencia de una promesa formal de consorcio, la cual se
perfeccionaba una vez se tenía consentido el otorgamiento de la buena pro y antes
de la suscripción del contrato.
Por su parte, cabe precisar que el artículo 42 del Reglamento, para el caso de la
presentación de las ofertas de postores en consorcio, establecía que —entre otros—
era documento de presentación obligatoria, la promesa de consorcio; así, dicho
documento debía consignar a los integrantes, al representante común, el domicilio
común, las obligaciones a las que se comprometía cada uno de los integrantes y el
porcentaje equivalente de dichas obligaciones.
2.1.2. Ahora bien, debe indicarse que el rubro 6.4.2. de la Directiva establecía la
información que, como mínimo, debía contener la promesa formal de consorcio, la
misma que consistía en:
3
Cuando mencionamos la anterior normativa de contrataciones del Estado, nos estamos refiriendo a la
Ley de Contrataciones del Estado aprobada mediante el Decreto Legislativo N° 1017, su Reglamento
aprobado mediante el Decreto Supremo N° 184-2008-EF y las demás normas de carácter regulatorias
emitidas por el OSCE.
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Aprobada mediante la Resolución N° 291-2012-OSCE/PRE, modificada posteriormente por la
Resolución N° 391-2012-OSCE/PRE, vigente hasta el 10 de enero de 2016.
3
En esa línea, el numeral 2 del rubro 6.4.2 prescribía que “La información contenida
en los literales a), d) y e) del numeral precedente no puede ser modificada, con
ocasión de la suscripción del contrato de consorcio, ni durante la etapa de
ejecución contractual. En tal sentido no cabe variación alguna en la conformación
del consorcio, por lo que no es posible que se incorpore, sustituya o separe a un
integrante.//Para modificar la información contenida en los literales b) y c) del
numeral precedente, todos los integrantes del consorcio deben suscribir el acuerdo
que dispone la modificación adoptada, el cual surtirá efectos a partir de la fecha
en que se notifique por vía notarial a la Entidad.” (El resaltado es agregado).
2.1.3. Por otra parte, en este punto debemos tener presente que de acuerdo al artículo 77
del Código Civil la existencia de la persona jurídica de derecho privado inicia con
la inscripción en el registro respectivo, salvo disposición distinta de la ley.
Con relación a ello, se tiene que a fin de cumplir con dicha inscripción, la sociedad5
es quien debe adoptar una denominación6 o una razón social según corresponda a
su forma societaria, de acuerdo a las disposiciones establecidas en las normas de la
materia7.
Sobre ello, corresponde indicar que el artículo 10 de la Ley N° 26887, Ley General
de Sociedades, establece que, “Cualquier persona natural o jurídica que participe
en la constitución de una sociedad, o la sociedad cuando modifique su pacto social
o estatuto para cambiar su denominación, completa o abreviada, o su razón social,
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De acuerdo al artículo 4 de la Ley General de Sociedades, “La sociedad se constituye cuando menos
por dos socios, que pueden ser personas naturales o jurídicas.” (Sic).
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Sobre el particular, a fin de dar alcances sobre el concepto de “denominación social”, debemos citar a
Cristhian Northcote Sandoval, el cual dice que, “Al igual que la identificación de una persona natural
se realiza a través de su nombre, en el caso de las personas jurídicas, tanto con o sin fines de lucro,
existe también una denominación o razón social que las identifica.” (El resaltado es agregado).
NORTHCOTE SANDOVAL, C. (2012) “Principales diferencias entre la denominación o razón social,
el nombre comercial y la marca.” Actualidad Empresarial N° 267 – Segunda Quincena de Noviembre
2012, Instituto Pacífico, Perú, p. 3.
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De conformidad con el artículo 9 de la Ley General de Sociedades, “La sociedad tiene una
denominación o una razón social, según corresponda a su forma societaria.” (Sic).
4
En esa línea, el artículo IV del Texto Único Ordenado del Reglamento General de
los Registros Públicos8, el cual recoge el Principio de Especialidad, manifiesta que
el registro, por cada persona jurídica, abre una partida registral independiente, en
donde se extiende su primera inscripción y el de todos los actos o derechos
posteriores relativos a la misma.
2.2. “De la última parte del primer párrafo del apartado 6.4.2.2 de la Directiva, ¿Debe
entenderse que el sentido de la prohibición establecida en el párrafo anterior es
evitar cambios en la conformación del consorcio, así como la incorporación,
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Aprobado mediante Resolución N° 126-2012-SUNARP-SN.
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NORTHCOTE SANDOVAL, C. (2012) “Principales diferencias entre la denominación o razón social,
el nombre comercial y la marca.” Actualidad Empresarial N° 267 – Segunda Quincena de Noviembre
2012, Instituto Pacífico, Perú, p. 3.
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2.2.2. Ahora bien, con atención al tenor de la consulta, debe tenerse presente que la
modificación de la denominación o razón social de la sociedad, no necesariamente
involucra la creación de una nueva persona jurídica ni la modificación de alguno de
sus elementos o atributos; por ello, en el contexto del consorcio, la modificación de
la denominación o razón social de uno de los consorciados, no significaría
necesariamente la incorporación, sustitución o separación de alguno de uno de los
integrantes del consorcio.
3. CONCLUSIONES