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Dirección Técnico Normativa

Opinión

T.D.: 11379055
11375640

OPINIÓN Nº 207-2017/DTN

Solicitante: Corporación SAPIA S.A.

Asunto: Modificación de la denominación social de los integrantes del


consorcio

Referencia: a) Comunicación S/N de fecha 16.AGO.17


b) Comunicación S/N de fecha 15.AGO.17

1. ANTECEDENTES

Mediante los documentos de la referencia, la Representante Legal de la Corporación


SAPIA S.A. formula consulta sobre la modificación de la denominación social de los
integrantes del consorcio, en el marco de la normativa de contrataciones del Estado.

Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al sentido y
alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y
vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad
con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado,
Ley N° 30225, y la Tercera Disposición Complementaria Final de su reglamento,
aprobado mediante Decreto Supremo Nº 350-2015-EF.

En ese sentido, las conclusiones de la presente opinión no se encuentran vinculadas


necesariamente a situación particular alguna.

2. CONSULTAS1 Y ANÁLISIS

De manera previa, es preciso señalar que la presente consulta se encuentra vinculada a la


aplicación de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante el Decreto
Legislativo N° 1017 (en adelante, la “anterior Ley”) y su Reglamento aprobado mediante
el Decreto Supremo N° 184-2008-EF (en adelante, el “anterior Reglamento”)2; motivo
por el cual, el análisis de la presente Opinión se desarrollará bajo los alcances del citado
cuerpo normativo. Al respecto, las consultas son las siguientes:

2.1. “ Si uno de los integrantes de un consorcio con RUC independiente (siendo este
contratista de una entidad del Estado) cambia su denominación social sin
modificar su número de RUC, número de Partida Registral, ni ningún otro

1
De la revisión de los documentos de la referencia, se advierte que la consulta refiere a la aplicación de
la Directiva N° 016-2012-OSCE/CD.

2
Normas vigentes hasta el 8 de enero del 2016.
2

aspecto de su estructura societaria o personería jurídica, ¿Se estaría


incumpliendo la Directiva? (...)”. (Sic).

2.1.1. En primer lugar, cabe indicar que la anterior normativa de contrataciones del
Estado3 establecía que las personas naturales o jurídicas que deseaban participar en
los procesos de selección que convocaban las Entidad, podían hacerlo de manera
individual o a través de consorcios.

Sobre ello, debe traerse a colación que el artículo 36 de la anterior Ley establecía
que en los procesos de selección, podían participar distintos postores asociados en
consorcio, sin que ello implicase la creación de una persona jurídica distinta; para
ello, debían acreditar la existencia de una promesa formal de consorcio, la cual se
perfeccionaba una vez se tenía consentido el otorgamiento de la buena pro y antes
de la suscripción del contrato.

Por su parte, cabe precisar que el artículo 42 del Reglamento, para el caso de la
presentación de las ofertas de postores en consorcio, establecía que —entre otros—
era documento de presentación obligatoria, la promesa de consorcio; así, dicho
documento debía consignar a los integrantes, al representante común, el domicilio
común, las obligaciones a las que se comprometía cada uno de los integrantes y el
porcentaje equivalente de dichas obligaciones.

Con relación a lo señalado en el párrafo anterior, la Directiva N° 016-2012-


OSCE/CD “Participación de proveedores en consorcio en las contrataciones del
Estado” (en adelante, la “Directiva”)4, preveía en su numeral 5.3 que para efectos
de su participación en el proceso de selección, el consorcio debía presentar su
promesa formal de consorcio en el sobre de la propuesta técnica o en el sobre de
calificación previa, de corresponder; o en el sobre de habilitación cuando se trate
de la modalidad de subasta inversa.

De lo expuesto hasta este punto, tenemos que la promesa formal de consorcio,


cuando los postores decidían asociarse para presentarse en consorcio en un proceso
de selección, era documento de presentación obligatoria a efectos de admitir su
propuesta y posteriormente se constituía en requisito indispensable para la
suscripción del contrato, una vez que se tuviera consentido el otorgamiento de la
buena pro.

2.1.2. Ahora bien, debe indicarse que el rubro 6.4.2. de la Directiva establecía la
información que, como mínimo, debía contener la promesa formal de consorcio, la
misma que consistía en:

“a) La identificación de los integrantes del consorcio: Se debe precisar el nombre

3
Cuando mencionamos la anterior normativa de contrataciones del Estado, nos estamos refiriendo a la
Ley de Contrataciones del Estado aprobada mediante el Decreto Legislativo N° 1017, su Reglamento
aprobado mediante el Decreto Supremo N° 184-2008-EF y las demás normas de carácter regulatorias
emitidas por el OSCE.

4
Aprobada mediante la Resolución N° 291-2012-OSCE/PRE, modificada posteriormente por la
Resolución N° 391-2012-OSCE/PRE, vigente hasta el 10 de enero de 2016.
3

completo o la denominación o razón social de los integrantes del consorcio, según


corresponda.
b) La designación del representante común del consorcio: (...)
c) El domicilio común del consorcio: (...)
d) Las obligaciones que correspondan a cada uno de los integrantes: (...)
e) El porcentaje de las obligaciones de cada uno de los integrantes: (...)”. (El
resaltado es agregado)

En esa línea, el numeral 2 del rubro 6.4.2 prescribía que “La información contenida
en los literales a), d) y e) del numeral precedente no puede ser modificada, con
ocasión de la suscripción del contrato de consorcio, ni durante la etapa de
ejecución contractual. En tal sentido no cabe variación alguna en la conformación
del consorcio, por lo que no es posible que se incorpore, sustituya o separe a un
integrante.//Para modificar la información contenida en los literales b) y c) del
numeral precedente, todos los integrantes del consorcio deben suscribir el acuerdo
que dispone la modificación adoptada, el cual surtirá efectos a partir de la fecha
en que se notifique por vía notarial a la Entidad.” (El resaltado es agregado).

De los dispositivos señalados, se aprecia que la anterior normativa de contrataciones


del Estado contemplaba el contenido mínimo de la promesa formal de consorcio y
establecía el contenido que podía ser materia de variación, prohibiendo
expresamente cualquier modificación en tanto ésta implicara la incorporación,
sustitución o separación de alguno de los integrantes del consorcio.

2.1.3. Por otra parte, en este punto debemos tener presente que de acuerdo al artículo 77
del Código Civil la existencia de la persona jurídica de derecho privado inicia con
la inscripción en el registro respectivo, salvo disposición distinta de la ley.

Con relación a ello, se tiene que a fin de cumplir con dicha inscripción, la sociedad5
es quien debe adoptar una denominación6 o una razón social según corresponda a
su forma societaria, de acuerdo a las disposiciones establecidas en las normas de la
materia7.

Sobre ello, corresponde indicar que el artículo 10 de la Ley N° 26887, Ley General
de Sociedades, establece que, “Cualquier persona natural o jurídica que participe
en la constitución de una sociedad, o la sociedad cuando modifique su pacto social
o estatuto para cambiar su denominación, completa o abreviada, o su razón social,

5
De acuerdo al artículo 4 de la Ley General de Sociedades, “La sociedad se constituye cuando menos
por dos socios, que pueden ser personas naturales o jurídicas.” (Sic).

6
Sobre el particular, a fin de dar alcances sobre el concepto de “denominación social”, debemos citar a
Cristhian Northcote Sandoval, el cual dice que, “Al igual que la identificación de una persona natural
se realiza a través de su nombre, en el caso de las personas jurídicas, tanto con o sin fines de lucro,
existe también una denominación o razón social que las identifica.” (El resaltado es agregado).
NORTHCOTE SANDOVAL, C. (2012) “Principales diferencias entre la denominación o razón social,
el nombre comercial y la marca.” Actualidad Empresarial N° 267 – Segunda Quincena de Noviembre
2012, Instituto Pacífico, Perú, p. 3.

7
De conformidad con el artículo 9 de la Ley General de Sociedades, “La sociedad tiene una
denominación o una razón social, según corresponda a su forma societaria.” (Sic).
4

tiene derecho a protegerlos con reserva de preferencia registral por un plazo de


treinta días, vencido el cual ésta caduca de pleno derecho” (El resaltado es
agregado).

En esa línea, el artículo IV del Texto Único Ordenado del Reglamento General de
los Registros Públicos8, el cual recoge el Principio de Especialidad, manifiesta que
el registro, por cada persona jurídica, abre una partida registral independiente, en
donde se extiende su primera inscripción y el de todos los actos o derechos
posteriores relativos a la misma.

De los dispositivos citados, se tiene que las normas pertinentes contemplarían la


posibilidad de que la sociedad modifique su denominación social, sin indicar que
dicha circunstancia signifique la creación de una nueva persona jurídica o la
modificación de alguno de sus otros componentes.

2.1.4. Ahora bien, con relación a la modificación de la denominación social, Cristhian


Northcote Sandoval señala que “(...) en el caso de las personas jurídicas, las
denominaciones y razones sociales pueden variar según lo decidan los órganos
internos competentes de estas personas jurídicas. El cambio de la denominación
o razón social no altera ninguno de los otros atributos de la persona jurídica, es
decir, que se mantiene el patrimonio, derechos y obligaciones, únicamente se
produce un cambio en la forma en que está compuesta la denominación o la razón
social.9” (El resaltado es agregado).

En ese entender, puede concluirse que en tanto la modificación de la denominación


social de la sociedad no involucre la creación de una nueva persona jurídica ni la
modificación de alguno de los componentes o atributos de esta –en el contexto de
la promesa de consorcio desarrollada por la normativa de contrataciones del Estado-
, el cambio de la denominación social de uno de los integrantes del consorcio podría
haber resultado posible, siempre y cuando dicha modificación no hubiera
involucrado la incorporación, sustitución o separación de uno de los consorciados,
ni se hubiera variado la información contenida en los literales d) y e) del numeral 1
del rubro 6.4.2 de la Directiva.

Por lo expuesto, se advierte que era posible la modificación de la denominación


social de alguno de los consorciados, en la medida que dicha variación no
significara la incorporación, sustitución o separación de uno de los integrantes del
consorcio, aspecto que debía ser verificado por la Entidad en cada caso en
particular.

2.2. “De la última parte del primer párrafo del apartado 6.4.2.2 de la Directiva, ¿Debe
entenderse que el sentido de la prohibición establecida en el párrafo anterior es
evitar cambios en la conformación del consorcio, así como la incorporación,

8
Aprobado mediante Resolución N° 126-2012-SUNARP-SN.

9
NORTHCOTE SANDOVAL, C. (2012) “Principales diferencias entre la denominación o razón social,
el nombre comercial y la marca.” Actualidad Empresarial N° 267 – Segunda Quincena de Noviembre
2012, Instituto Pacífico, Perú, p. 3.
5

sustitución o separación de un integrante, cabiendo la posibilidad de que un


consorciado pueda cambiar de denominación sin alterar otra información que su
razón social?” (Sic).

2.2.1. Conforme a lo señalado al absolver la consulta anterior, a efectos de participar en


los procesos de selección convocados por las Entidades, los postores que decidían
presentarse en consorcio debían presentar su promesa de consorcio, la cual debía
contemplar los requisitos previstos en el artículo 42 del anterior Reglamento, en
concordancia con lo señalado en la Directiva N° 016-2012-OSCE/CD para tal
circunstancia.

Así, el rubro 6.4.2 de la Directiva establecía la información mínima que debía


contener la promesa formal de consorcio, precisando en su numeral 2 que la
identificación de los integrantes del consorcio, las obligaciones que correspondían
a cada uno de ellos, así como los porcentajes de dichas obligaciones no podían ser
modificadas por motivo de la suscripción del contrato de consorcio ni de la
ejecución contractual.

Al respecto, debe indicarse que la identificación de los integrantes del consorcio


involucraba el nombre completo, la denominación o razón social de los integrantes,
de corresponder, de conformidad con lo previsto en el literal a) del rubro 6.4.2 de
la Directiva.

2.2.2. Ahora bien, con atención al tenor de la consulta, debe tenerse presente que la
modificación de la denominación o razón social de la sociedad, no necesariamente
involucra la creación de una nueva persona jurídica ni la modificación de alguno de
sus elementos o atributos; por ello, en el contexto del consorcio, la modificación de
la denominación o razón social de uno de los consorciados, no significaría
necesariamente la incorporación, sustitución o separación de alguno de uno de los
integrantes del consorcio.

Por tal motivo, se concluye que la anterior normativa no prohibía la modificación


de la denominación o razón social de alguno de los consorciados, en la medida que
dicha modificación no significara la incorporación, sustitución o separación de
alguno de los integrantes del consorcio, lo cual -sin embargo- debía ser verificado
por la Entidad en cada caso particular.

3. CONCLUSIONES

3.1 La anterior normativa de contrataciones del Estado establecía la imposibilidad de


variar la conformación del consorcio, en el sentido de incorporar, sustituir o separar
a uno o más de sus integrantes; por tanto, no era posible modificar la información
contenida en los literales a), d) y e) del numeral 1 del rubro 6.4.2 de la Directiva N°
016-2012-OSCE/CD, correspondiente al contenido mínimo de la promesa formar
de consorcio.

3.2 En tanto la modificación de la denominación social de una sociedad que formase


parte del consorcio no involucrase incorporar, sustituir o separar a uno o más de sus
6

integrantes, la Entidad -en una decisión de su exclusiva responsabilidad- podía


aceptarla, previa verificación de los elementos descritos en la presente opinión.

Jesús María, 25 de septiembre de 2017

PATRICIA SEMINARIO ZAVALA


Directora Técnico Normativa
RAC/jds

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