Sunteți pe pagina 1din 5

LA PEDAGOGÍA AFECTIVA

Introducción
En la actualidad con un tipo de educación que esta de lado del trabajo,
orientada al trabajo técnico, tecnológico profesional más que de las personas, más
que a favorecer el bienvivir individual y social modificando el sentido educativo del
humanismo y enfocarlo a lo laboral, desde la guardería se articula el currículo hacia
las áreas universitarias, laborales en consecuencia matemáticas en primer lugar,
luego ciencias naturales en segundo sigue lenguaje y ciencias sociales y por último
las bellas artes, la estética, la educación física, la educación manual y la formación
moral y del carácter queda relegada al olvido.

La consecuencia clara de esta imposición es educarse con la esperanza hacia


un futuro puesto laboral con ayuda de los padres quienes financian la lógica
capitalista de esta educación la cual está dedicada a formar operarios (técnicos),
ingenieros (tecnólogos), y por ultimo administradores, economistas e ingenieros
industriales (profesionales) satisfaciendo la demanda de las grandes empresas.

Como una nueva opción, surge una alternativa revolucionaria en la educación,


que es privillejar la dimensión afectiva del ser humano más que su rol como objeto
productor. Y luego ¿Qué pasa con los conocimientos? ¿Deben quedar a un lado?
Esto no es posible, si algo caracteriza al ser humano, es la capacidad de comunicar
a sus generaciones venideras sus conocimientos y descubrimientos, eso es un
derecho humano. Sin embargo sobre el conocimiento incluso está la persona y su
felicidad, y lo que le hace feliz es amar y sentirse amado. Es más feliz quien ama y
se siente amado. Mientras que aquel que sabe más no siempre es más feliz.

Jair Exzacarias Hernández


Propósito de la educación
La educación sentimental se presenta como una educación humana,
humanista, orientada no a formar futuros trabajadores, si no mejores seres humanos
integrales. Propósito humanista para el cual descifrar, potenciar y desarrollar los
sentimientos humanos individuales pasa a primera línea. Sin ellos y sus
correspondientes competencias instrumentales y operacionales, por más
conocimientos de matemáticas, ciencias o sociales que posean cada estudiante seria
incapaz de discernir lo interesante, lo que afecta al carácter de cada individuo y como
orienta su vida y quedaría en condición miserable de autómata laboral.

Que enseñar en la Pedagogía Afectiva


Las enseñanzas afectivas que competen al colegio son el amor a si mismo
(Intrapersonal), como aprendiz, compañero y como persona intelectual; el amor a los
otros y la ética de reciprocidad y del deber (Intrapersonal) como compañeros y
profesores, y el amor al conocimiento (ciencias y lenguas)

La pedagogía conceptual ha identificado tres instrumentos afectivos


evolutivos: sentimientos, actitudes y valores, que surgen en las edades que indico:
emociones (nacimientos), sentimientos (a partir de los 18 meses), actitudes (desde
los seis, siete años) y valores (durante la adolescencia y adelante)

Un doble comentario. Los aprendizajes afectivos familiares del niño antes del
ingreso a la escuela cimientan las paredes que levantaran en ese lugar. Si fallan o
están quebradizos, urge reconstruirlos mediante psicología (re) educativa o
psicología clínica (pues la pedagogía es proactiva, prospectiva).

De igual manera a los cimientos familiares, los aprendizajes afectivos que


gestan la amistad adolescente finalizan la obligación del colegio y definen su éxito o
fracaso formativo. Aquí la institución educativa puede favorecer condiciones donde
florezca la amistad, la amistad íntima, primero homosocial y adelante heterosocial.
Nada más, ni menos.

Afectividad y educación

La afectividad, asumida como núcleo de la formación integral del sujeto lleva


necesariamente a los argumentos formulados a lo largo de la historia a favor de la
opción pedagógica por la formación integral. Al interior de tal opción, se encuentra la
propuesta del Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI) y se indaga sobre sus
Jair Exzacarias Hernández
orígenes en la espiritualidad de San Ignacio, para colocar al lector en una
posición tal que le permita contemplar la afectividad como núcleo del sujeto y como
centro vital para los esfuerzos de una pedagogía que busca poner en marcha la
integración de las distintas dimensiones constitutivas del ser humano.

Sujeto y pedagogía de los afectos

Al asumir el afecto como el núcleo de la personalidad, alrededor del cual giran


el obrar y el pensar, la interacción dinámica (biológica, psicológica y social) hace
posible al sujeto. De allí resulta que, Sujeto, es aquel que asume valerosamente las
convulsivas fuerzas constitutivas de su personalidad íntegra. Aquel que no afronta
los problemas negando su afectividad en aras de las normas, o que no sobrepasa las
normas para complacerse, o que no actúa racionalmente a costa de su propia
sensibilidad.
En este sentido, encontramos enormes afinidades entre nuestras posiciones
básicas con los planteamientos de Pestalozzi, citado por Böhm y Schieflebein (2004)
cuando enuncia que, si bien el hombre es obra de la naturaleza, también es obra de
la cultura y también es obra de sí mismo en tanto se auto determina a través de sus
opciones y decisiones.
Este autor incluye en una síntesis dialéctica entre estos tres vectores, al ser
humano integral que recogerá el “personalismo”, en el cual se integran las tres
fuerzas, en donde el estado natural y el estado social se subordinan al estado moral.
Se ha expuesto que la razón es sujeto, tanto como el afecto es sujeto y tanto como
las relaciones con otros sujetos le permiten constituirse en sujeto. Homo complexus.

Algunas aproximaciones a la complejidad del afecto

Asumir la afectividad como núcleo del sujeto exige una mirada detenida. Este
es el capítulo más psicológico del trabajo de grado que aquí se resume. Aquí nos
basamos en las orientaciones de Álvaro Jiménez Cadena S.I. (1998), acerca de la
afectividad – que es una sola - para distinguir (pero no separar) tres subdimensiones:
las emociones, los sentimientos y el ánimo. Se presenta cada una de las
subdimensiones del afecto, con sus respectivas características y mostrando algunas
implicaciones que de ellas se derivan para la pedagogía.

De la afectividad emerge la conciencia de sí y del devenir, pues es el flujo


mismo de la vitalidad que aporta a la personalidad su unidad y la vivencia de la
propia continuidad. A partir de la afectividad, por procesos de diferenciación y
organización, son posibles la acción y la razón (el conocimiento). Para acceder al
ánimo con propósitos pedagógicos se requiere del discernimiento, el cual permitirá
distinguir emociones de sentimientos y reconocer el fondo afectivo de la vida, la
esencia misma del existir humano y por tanto requiere de la formación integral.

Jair Exzacarias Hernández


Los mediadores afectivos

Los mediadores cumplen un papel importante en la enseñanza o didáctica


afectiva, porque estos presentan la función de la socialización inmediata y como a
través de sus competencias afectivas logra efectuar en las personas su desempeño.

Los tres mundos del doctor Popper


Popper divide al universo en tres “mundos”: el mundo uno, o mundo físico, que
incluye la materia y la energía, el tiempo y el espacio (incluyéndonos nosotros
mismos). El mundo dos, o mundo de la mente, se refieren a la conciencia y los
procesos psicológicos. Nuestro “yo”, nuestras mentes y nuestras inteligencias
habitan, pues, en este mundo. Finalmente, el mundo tres, o mundo de la cultura,
incluye todos los productos del intelecto humano, que se hallan en los cerebros de la
humanidad pero también en sus bibliotecas, en la red y en los otros medios de
comunicación. Aún cuando la raza humana desapareciera de la tierra, el mundo tres
seguiría existiendo.
El amor a si mismo vincula al aprendiz con un sector privilegiado del mundo-2:
valorar-se, conocer-se y gobernar-se lo cual asienta el primer ladrillo del carácter
psicológico que se proyecta hasta la adultez. El filosofo Marina dice “la educación
sentimental consiste en educar al sujeto para que sepa proponerse fines, motivarse a
sí mismo y aguantar el esfuerzo”.
El amor a los otros vincula al aprendiz con otro sector crucial del sector del mundo-2
las subjetividades exteriores. Los sufrimientos y las alegrías de otros penetran sus

Sufrimientos y sus mismas alegrías, el alegrarse por la alegría de otros y sufrir por
sus tristezas.
Aprehender a amar el al mundo y al conocimiento, que es una manera de vincular en
directo al aprendiz con el mundo 1 y con el mundo-3 por un lado el mundo real de los
objetos y por el otro el mundo cultural de teorías, explicaciones, hipótesis o valores
culturales.

Los mediadores de la afectividad

En primer lugar se debe asegurar los mediadores que son requisitos para la
didáctica afectiva. Los mediadores de la afectividad son los lugares de socialización
inmediata de las personas, lugares donde las competencias afectivas hacen su
desempeño. Estos son: La familia, colegio, amigos, la pareja, el trabajo. El desarrollo
de la enseñanza de competencias afectivas, consta básicamente de tres fases:

Jair Exzacarias Hernández


Afectiva Se muestra al estudiante, el sentido que tiene el nuevo aprendizaje y
el objetivo del mismo. El para qué aprender. Luego, la fase cognitiva comprende los
contenidos, es el qué se debe saber para ser un competente afectivo y, por último la
fase expresiva, que consta del instrumento cognitivo (ideogramas), la simulación y
retroalimentación de lo aprehendido. En este momento el estudiante es consciente
de su conocimiento, lo puede expresar con total sentido y puede ejercitarlo en
cualquiera de los lugares mediadores de su afectividad.

Los cinco sistemas ascendentes que aportan a la pedagogía


afectiva
Los cinco sistemas afectivos escalonados propuesto por John Bowlby son:

1- El sistema afectivo filial-materno: Que une al infante con la madre


(sistema al que aquí se denomina conducta afectiva)

2- El sistema afectivo materno filial o maternal

3- El sistema afectivo con congéneres o pares: El cual facilita la interrelación


de niños y bebes con sus congéneres.

4- El sistema afectivo sexual y heterosexual: Este culmina en la sexualidad


adolecente y por ultimo en las conductas adultas que llevan a la procreación.

5- El sistema afectivo paternal: Definido por grandes rasgos en función de la


capacidad de respuesta positiva de los adultos del sexo masculino hacia los bebes,
los niños y otros miembros de sus grupos sociales específicos.

Jair Exzacarias Hernández

S-ar putea să vă placă și