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PARCIAL II
NATALIA MOLANO
9 DE ABRIL DE 2019
Por otra parte Henri Lefebvre fue un filósofo y sociólogo Marxista, sus principales líneas de
investigación se centran en el estudio del Capitalismo, la Crítica de la vida cotidiana y la
Producción del espacio. Fue un hombre imaginativo y creador, dentro de esa desazón por la
busca de la verdad, y escribió sobre temas muy diversos, dotado de una curiosidad
universal; Lefebvre sostuvo que la cotidianidad se libere de su papel en el capitalismo, su
función es cumplir con los caracteres impuestos por las clases sociales dominantes. La
cotidianidad y las costumbres no son auténticas, son un tipo de características que yacen
de los convenios y las mentiras del poder, todo está dominado. Hay una barrera que no
permite que la fantasía fluya, tampoco permite crear caminos para la propia expresión del
ser.
Por esto se puede decir que Lefebvre le da privilegio al arte, como medio de experiencia de
lo cotidiano. El arte moderno actúa como supresor de la cotidianidad y estas teorías se
refieren a las reflexiones del movimiento surrealista, al cual el autor pertenecía en su
juventud.
Existió un grupo llamado “los filósofos” para los cuales el arte jugaba un papel muy
importante, recurrían al surrealismo, el cual, les sirvió como arma contra las estructuras
rígidas racionalistas tanto de la mente como del mundo,puesto que tendían a concebirse
como expresiones de la economía política y no como críticas de la misma.
Lefebvre encontró también una limitación en el surrealismo, a pesar de su fuerza
crítica-utópica, por mantenerse en el nivel de la crítica y no estar a la altura de una praxis
revolucionaria
Otros aspectos por resaltar según Lefebvre, en la vida cotidiana, el ser humano realiza su
esencia frente a la alienación que le obstaculiza su realización, es decir, debe existir algún
tipo de adaptación que obligue a alguien a adaptarse ya creer en su cotidianidad, por una
supuesta alineación o regla.
Este autor no acepta a los surrealistas porque estos resaltan las maravillas de la
modernidad, dan a la cotidianidad sensible un carácter intelectual sin rescatar la
cotidianidad como tal. Acepta que los existencialistas realzan el realismo social e individual.
Propone que la vida cotidiana no se puede alterar, ni tampoco es condenada a ser la misma
por siempre; los cambios son importantes para la realización del hombre total. Por último se
resalta a una crítica que hace sobre la reconstrucción nacional, la vida cotidiana como
fundamento de la existencia humana, si acepta la cotidianidad y se vive en ella o no hay
existencia humana posible.
Por último se proponen las ideas del autor Michael de Certeau, investigador jesuita, filósofo
y semiólogo.
En sus textos investiga las operaciones de los usuarios, supuestamente condenados a la
pasividad y a la disciplina. Las “maneras de hacer” cotidianas van a ser el centro de
atención de la investigación.
Desarrolla 2 aspectos respecto a la vida cotidiana, el primero se basa en el uso y el
consumo, invita a los lectores a reconsiderar el papel del consumidor. afirma que las
ciencias sociales tienen como objeto de estudio las representaciones y comportamientos de
una sociedad, el autor se maravilla con los quehaceres de la vida cotidiana, y cómo el
consumidor utiliza productos no propios para sus acciones cotidianas. También plantea que
la vida cotidiana construye relatos y aventuras, relatos de las prácticas narradas que
producen imágenes de acciones. Este planteamiento desarrolla el segundo aspecto;
Habitar, cocinar, donde se pretenden dar a conocer los rasgos de una cotidianidad; en
donde habitar se refiere al entorno normal de los usuarios el cual conlleva situaciones,
compromisos y conveniencias. Cocinar lo ubica en el espacio familiar para resaltar el arte
de manipular y gozar de los alimentos y el espacio de recuerdos compartidos.
A este punto resulta un poco complicado llegar a una conclusión común entre los 3 autores
señalados anteriormente, pues todos presentan diferentes puntos de vista sobre la
cotidianidad y el surrealismo.
En conclusión se puede deducir que los 3 autores no están totalmente de acuerdo con el
surrealismo, pues ellos defienden y estudian la vida cotidiana en sus diferentes aspectos, el
surrealismo por su parte es algo muy ambiguo e irreal, que sale de lo normal, de lo cotidiano
y que busca diferentes interpretaciones por parte de su público. Algo resaltado por Barthes,
es que el surrealismo deja a un lado la principalidad del autor de los textos, burlándose un
poco de esto y haciendo importante únicamente a la interpretación del autor. Así, se puede
decir que el surrealismo se sale de lo que el lector espera normalmente, también alagan el
arte moderno y no dan a conocer la cotidianidad tal y como es, no es transparente, es algo
que surge netamente de la imaginación.