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Métodos Sísmicos

Los métodos sísmicos son utilizados para medir velocidad de propagación de ondas en el subsuelo
permitiendo caracterizar el subsuelo desde la superficie a centenas de metros. Dentro de las
aplicaciones podemos mencionar:

 a.- Determinación de la profundidad a la roca sana

 b.- Caracterización del basamento rocoso

 c.- Determinación de la estratigrafía y geometría del subsuelo

 d.- Cálculo de parámetros elásticos del subsuelo a partir de las velocidades de onda (P y S).

 e.- Apoyo en la detección de agua subterránea

 f.- Evaluación de bancos de material (arena, grava, roca, etc.)

Las técnicas utilizadas para medir esta propiedad son:

 1.1 Sísmica de refracción

 1.2 Sísmica de Reflexión

 1.3 Ruido sísmico (ondas superficiales)

Gravimetría
La gravimetría es un método que permite caracterizar el subsuelo a través de la distribución de la
densidad de masa de los distintos materiales del subsuelo, haciendo mediciones del campo natural
gravimétrico terrestre. Permite caracterizar el subsuelo desde algunos metros hasta decenas de
kilómetros de profundidad. Dentro de las aplicaciones podemos mencionar:

 a.- Geometría de cuencas sedimentarias

 b – Estudios en zonas arqueológicas

 c.- Evaluación de campos petroleros en apoyo a la exploración sísmica.

Magnetometría
La magnetometría es un método que permite caracterizar el subsuelo a través de la distribución de
la susceptibilidad magnética de los distintos materiales del subsuelo directamente relacionada con
el contenido de minerales con propiedades magnéticas, haciendo mediciones del campo natural
magnetométrico terrestre. Permite caracterizar el subsuelo desde algunos metros hasta decenas
de kilómetros de profundidad. Dentro de las aplicaciones podemos mencionar:

 a.- Investigación de depósitos minerales (magnéticos)

 b – Estudios en zonas arqueológicas

 c.- Evaluación de campos petroleros en apoyo a la exploración sísmica.


YPFB programa 42 proyectos exploratorios hasta el
2021 en Santa Cruz
Santa Cruz, 23 sep (AN-YPFB).- El Plan Inmediato de Exploración para el
departamento de Santa Cruz considera actividades en 26 áreas exploratorias en
las que se visualizó 42 proyectos de exploración que se desarrollarían hasta el
2021.

Varios de estos prospectos se ubican dentro la Zona Tradicional de


Hidrocarburos. El potencial está asociado a la presencia de petróleo, gas y
condensados, lo que convierte a Santa Cruz en una promesa importante
para el país.

Áreas del Plan de Exploración en el departamento de Santa Cruz

ITAGUAZURENDA (ITG-X3)

En diciembre próximo se tiene planificado el inicio de la perforación del


pozo Itaguazurenda, proyecto que ha sido conceptualizado y desarrollado
100% por YPFB Casa Matriz después de más de 20 años sin tener
actividades operativas de perforación. A esta situación se suma el hecho
que lo realizará con su equipo YPFB 01 de capacidad de 1500 HP (caballos
de fuerza) de potencia. El proyecto Itaguazurenda se encuentra entre las
áreas denominadas Boyuibe y Ovaí.

LA MUELA-X1

El objetivo de la propuesta geológica de perforación del pozo La Muela-X1


(provincia Obispo Santisteban) es conocer la parte inferior del Carbonífero,
formación Tupambi, su comportamiento como reservorio y su capacidad
para almacenar hidrocarburos.

BOQUERÓN NORTE

Las actividades desarrolladas dan la certeza de la confirmación de


volúmenes importantes de petróleo y gas asociado a esta nueva producción
de petróleo en el área Boquerón y nuevo campo descubierto Boquerón
Norte, descubrimiento que se realizó con el Pozo BQN- 4D (ahora BQN-
NX1D).

ÁREA RÍO GRANDE

Las actividades hasta ahora desarrolladas son la confirmación de


volúmenes importantes de gas en el reservorio San Telmo Inferior con un
volumen de momento pequeño de 3,5 MMpcd pero que manifiestan la
presencia de hidrocarburos en esta formación, por esta razón este
descubrimiento está en evaluación y dentro de las recomendaciones se
estableció la ejecución del proyecto profundo RGD-X1001 que tiene como
objetivo evaluar la formación Huamampampa.

MUCHIRI EN EL ÁREA CAROHUAICHO 8A

En el área Carohuaicho 8A que cuenta con una superficie de 100.000


hectáreas, se identifican tres lineamientos estructurales: Anticlinal
Tatarenda, Monoclinal Caipipendi y Anticlinal Muchiri. Las actividades
desarrolladas son el modelaje geológico estructural, procesamiento
sísmico 2D y gestiones de solicitud de licencia ambiental para el proyecto
de adquisición de datos magnetotelúricos y de los futuros proyectos de
perforación. En 2015 se programó completar los trabajos de modelaje
geológico y reprocesamiento sísmico 2D y adquisición de datos
magnetotelúricos. Este proyecto está liderizado por YPFB Chaco.

LOS HUESOS PROFUNDO

El área Carohuaicho 8C cuenta con una superficie de 97.500 hectáreas. Se


visualizan las estructuras con potencial Los Huesos Profundo y Curuyuqui.
Las actividades desarrolladas son elaboración y análisis de diseño sísmico
en el área y reprocesamiento sísmico 2D. En 2015 se programó completar
los trabajos de reprocesamiento sísmico 2D e inicio de solicitud licencia
ambiental para el proyecto de Adquisición Sísmica.

DORADO OESTE X1001 y X1007

El área Dorado Oeste cuenta con una superficie de 86.250 hectáreas. Se


identifican estructuras como Dorado Sur, Dorado Oeste y la posible
continuación de la estructura Río Seco (Río Seco Sur). Las actividades hasta
ahora desarrolladas son perforación del Pozo DRO-X1001 (en actual
ejecución) y la construcción de camino y planchada del Pozo DRS-X1007.
Para este año se programó completar los trabajos de perforación del Pozo
DRO-X1001 e inicio del DRS-X1007.

De igual forma, Petrobras, PESA y Pluspetrol desarrollan actividades


exploratorias en las áreas Cedro, Caranda y Tacobo, respectivamente con
expectativas importantes de descubrir hidrocarburos gaseosos y
condesados. Asimismo, se cuenta con una cartera proyectos que se
encuentran en etapa de negociación, autorización y aprobación de
contratos tales como Arenales con Pluspetrol, Abapo y Charagua con YPFB.
ANF y Página Siete /La Paz

Las empresas chinas Sinopec y BGP fueron contratadas por YPFB para realizar tareas de exploración en dos
bloques de la Amazonia, donde prevén realizar 61.835 detonaciones de dinamita (trabajos de sísmica).

Los trabajos se realizarán sobre una línea de 2.675 kilómetros de largo, que tendrán impactos ambientales,
sociales y económicos sobre una superficie de 1,8 millones de hectáreas, según el Centro de Documentación
e Información Bolivia (CEDIB).

El presidente de YPFB, Guillermo Achá, aclaró ayer que el procesamiento e interpretación de más de 2.000
kilómetros de líneas sísmicas 2D en las áreas Río Beni y Nueva Esperanza de la Cuenca Madre de Dios no
tiene "carácter destructivo” y se basará en el estudio de impacto ambiental.

El director del CEDIB, Marco Gandarillas, alertó sobre las graves consecuencias de las tareas de exploración
hidrocarburífera en la Amazonia, que le costará al Estado 728 millones de bolivianos, sin garantía de retorno.

La exploración sísmica consiste en hacer explosiones que generan ondas de sonido y mediante ellas detectar
los posibles lugares donde existen bolsones de gas, petróleo u otros combustibles fósiles.

El investigador, que se basó en datos oficiales, detalló que en el bloque del Río Beni, Sinopec está a cargo
de 950 kilómetros de líneas de exploración en una primera fase, y en la segunda sobre 717 kilómetros, con
una cantidad estimada de 41.675 explosiones. Cada detonación tendrá entre dos y 15 kilogramos de
dinamita.

El Gobierno estima que en la cuenca amazónica de Madre de Dios (Pando) hay 50 millones de barriles de
crudo
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Descripción del ámbito de actividad

La explotación de petróleo y gas natural tiene efectos ambientales específicos que dependen de la
ubicación de los yacimientos y de los pasos técnicos requeridos para extraer los productos brutos. A nivel
internacional, se distinguen tres fases características de los proyectos:

La exploración, tanto submarina como en tierra firme, se basa fundamentalmente en la geofísica y en sondeos
de prospección, incluyendo una fase de prueba en caso de perforación positiva. La exploración no requiere
prácticamente infraestructura.
La extracción se realiza en varias etapas previamente definidas. La primera de ellas son los pozos de
desarrollo, que sirven de base a la producción en sentido estricto. El procesamiento preliminar de la materia
prima pertenece a esta fase y es considerada como parte de la explotación. La extracción de petróleo y de gas
natural requiere obras de infraestructura.

El transporte y el almacenamiento del petróleo y del gas natural se realizan inmediatamente después de la
extracción y constituyen una fase intermedia entre ésta y la transformación destinada a obtener productos
comercializables. En esta fase se utiliza una parte de la infraestructura existente.

Impacto ambiental y medidas de protección

Exploración

La exploración se define como la prospección y el reconocimiento científico de yacimientos de materias


primas. Esta fase incluye:

Estudios cartográficos

Estudios geofísicos

Sondeos de exploración.

La exploración de yacimientos de petróleo y gas natural en tierra firme se basa en el trazado de mapas
fototopográficos de zonas extensas. En muchas regiones del mundo, basta analizar la superficie del
terreno con ayuda de estos mapas para identificaryacimientos explotables. La prospección geológica y
geoquímica son los pasos siguientes de la exploración. Para confirmar los resultados de las exploraciones
geológicas, geofísicas y geoquímicas realizadas desde la superficie, es necesario efectuar sondeos de
prospección, incluidas diagrafías y análisis de probetas y detritos obtenidos en la perforación.

En términos generales, se puede decir que el impacto ambiental de la exploración es moderado; no obstante,
las perforaciones realizadas en esta fase en algunos casos conllevan trastornos y riesgos considerables.

Aspectos ecológicos

Los trabajos cartográficos iniciales no suponen un impacto ambiental directo, gracias a las modernas
técnicas de fotografía aérea.

Los efectos ambientales resultantes de la prospección geofísica, en cambio, se perciben durante períodos que
van desde varios meses hasta varios años. Los efectos dependen en cierta medida del método empleado,
pudiéndose distinguir entre la gravimetría y las mediciones magnéticas (realizadas en su mayoría desde el
aire), por una parte, y los estudios sismográficos, por otra. Estos últimos permiten al geofísico detectar los
límites entre los distintos estratos geológicos en profundidades de hasta varios miles de metros, mediante
la reflexión de ondas de presión. La prospección sísmica, además de ser la técnica más difundida, es la
que más afecta al medio ambiente.

Aunque las perturbaciones persistan tan solo durante poco tiempo, será preciso limitar su impacto
ambiental. Los equipos de agrimensores geofísicos, por ejemplo, viven en zonas retiradas durante períodos
más o menos prolongados, en campamentos relativamente autosuficientes. Dependiendo de las condiciones
ecológicas, puede ser conveniente utilizar únicamente vías fluviales o aéreas para el acceso y el transporte. Al
viajar por tierra, es imprescindible hacer desvíos si las condiciones ecológicas lo exigen. En el caso de
la prospección sísmica por voladuras, la magnitud de las detonaciones empleadas para generar impulsos de
presión debe regularse aplicando tecnologías modernas y eficientes. Si las condiciones lo permiten, debe
utilizarse el método sísmico vibratorio, por ser menos perjudicial para el medio ambiente. El perfeccionamiento
técnico de los aparatos receptores y amplificadores permite captar numerosas y diversas informaciones con impulsos
relativamente débiles. Tratándose de yacimientos en el fondo del mar, la prospección sísmica por
voladuras tiene efectos devastadores sobre la fauna marina, especialmente en aguas poco profundas. La técnica
de impulsos neumáticos, en cambio, protege en gran medida dichos organismos.
A nivel regional, el impacto más notable sobre la naturaleza y los ecosistemas procede de las perforaciones
profundas. A pesar de ello, una prospección basada en el uso consecuente de tecnologías modernas de
perforación genera efectos ambientales mucho menores de lo que podrían suponer las personas ajenas al sector. A
pesar de la duración limitada de los proyectos de exploración, es sumamente importante evitar los efectos
ambientales negativos, o por lo menos reducirlos a un nivel tolerable, mediante una planificación técnica
cuidadosa y una política adecuada de inversiones.

La preparación del sitio de perforación y la construcción de vías de acceso deben realizarse con un mínimo
de intervenciones en la superficie. Es necesario, asimismo, planificar desde un principio la rehabilitación
posterior del terreno y prever un método para conservar la tierra vegetal (depósito en almiares, etc.).

En lo que respecta a las actividades de perforación, es importante que el entubado y la cementación se diseñen
correctamente, a fin de mantener intactas las separaciones entre los estratos geológicos y las capas acuíferas.

Los materiales de sondeo, especialmente el lodo de perforación, deben seleccionarse en función de


su moderado impacto ambiental y, en lo posible, reciclarse posteriormente.

La seguridad de un pozo de extracción depende fundamentalmente de su fortaleza estructural y del control


permanente de la presión dinámica. Dichas condiciones deben garantizarse mediante el dimensionamiento
correcto de la cementación y del entubado. Debe preverse, asimismo, el uso de un bloque obturador
(preventor) que permita el cierre durante la fase de perforación (empleo de técnicas actualizadas). Por otra parte,
se requieren medidas preventivas de orden técnico y planes de emergencia destinados a limitar las
consecuencias de accidentes ocasionados por la erupción de pozos. Ello permite evitar daños importantes al
medio ambiente, los cuales, aunque no suelen ser irreversibles, exigen medidas de rehabilitación difíciles y
costosas.

Los residuos de extracción no aprovechables cuya producción no pueda evitarse, como por ejemplo detritos y
líquido de perforación usado, deben ser eliminados de forma controlada. Dependiendo de las condiciones
naturales del lugar, pueden aplicarse principios de dilución, incineración térmicamente
optimizada o deposición en recipientes herméticos o cámaras selladas.

Como alternativa a la perforación profunda convencional, debe estudiarse la posibilidad de abrir los pozos
mediante perforación de diámetro reducido (slim hole drilling). Este procedimiento requiere inversiones
mínimas de material, equipos técnicos y tiempo, pudiendo reducir los costos hasta en un 50%. Sin
embargo, sólo es apto para determinadas estructuras geológicas y no permite, por ejemplo,
perforaciones de gran profundidad.

Habiendo realizado una perforación positiva y concluido con éxito esta primera fase del proyecto, será necesario
establecer medidas de prevención para evitar que se produzcan efectos ambientales en el período que queda
antes de iniciar la explotación (que puede ser de varios años). Sólo entonces se dará por terminada la fase de
exploración.

Si la perforación de sondeo arroja resultados negativos, el pozo debe ser


correctamente rellenado. Las instalaciones exteriores, incluidas las vías de acceso, deben recultivarse o
destinarse a un uso controlado.

Aspectos sociológicos

Los proyectos de exploración producen importantes modificaciones en el ámbito social del


país. Las sociedades autóctonas se ven confrontadas repentinamente con consorcios que operan a nivel
mundial y con el uso de conocimientos técnicos avanzados. En vista de que las labores se llevan a cabo
necesariamente en la zona del yacimiento, será preciso compensar adecuadamente los intereses
divergentes en el lugar del proyecto. El proyecto debe integrarse cuanto antes en la estructura social
existente, para lo cual es imprescindible obtener la participación de los diferentes grupos sociales.

Aspectos de salud pública y seguridad laboral


Por lo general, los temas de sanidad y seguridad laboral conciernen principalmente a los trabajadores de los
proyectos de exploración. Para quienes no participan directamente en el proyecto, en cambio, los efectos sanitarios y
laborales son poco significativos.

Los asuntos de salud y seguridad laboral se plantean por primera vez en la fase de exploración, en relación con
los equipos de agrimensores geofísicos. Estos realizan un trabajo arduo que les impone
considerables privaciones, especialmente cuando operan en zonas retiradas. Su actividades persisten hasta la
apertura del pozo de perforación.

En vista de que la mayoría de las actividades son realizadas por personal local asalariado y no
calificado, los servicios de asistencia deben ajustarse a la situación específica de dicho personal. Deben
ofrecerse programas de atención médica, higiene y seguridad en el trabajo. Asimismo, debe asegurarse
la aceptación de las medidas de seguridad en el trabajo, lo cual implica una capacitación preliminar.

Extracción

La exploración es seguida por la extracción (o producción) del petróleo y del gas natural. La extracción incluye:

Pozos de desarrollo (incluidos todos los preparativos para el acabado de un pozo)

Instalaciones exteriores y procesamiento preliminar del mineral extraído

Dotación de infraestructura.

En relativamente poco tiempo, el ser humano ha consumido gran parte de los recursos de petróleo y de gas
natural, que fueron formados a lo largo de millones de años. A fin de que estos recursos naturales puedan utilizarse
a largo plazo, es imprescindible perseguir una política de explotación responsable, especialmente en vista de que
los yacimientos requieren eras geológicas enteras para su regeneración. Sin embargo, experiencias en los
países exportadores de petróleo tradicionales indican que muchos de ellos operan primordialmente en función
de las cuotas de producción, lo cual lleva a un deterioro considerable del medio ambiente. La gran
demanda de energía y la escasez de alternativas determinan en gran medida las estrategias de
explotación.

El lapso de tiempo entre la exploración y la extracción debe aprovecharse para analizar minuciosamente
los efectos ambientales que pueden surgir durante y después de la explotación, tomando como referencia un
período normal de explotación (se calculan períodos de 15 a 25 años para campos de petróleo y de 50 a 100 años
para campos de gas). Este análisis requiere el levantamiento oportuno de datos específicos sobre el
respectivo entorno sociológico, cultural, económico, climático y ecológico, pudiéndose obtener datos
ampliamente divergentes en los distintos países. Los resultados del análisis deben integrarse
obligatoriamente en la planificación de todo proyecto de extracción de materias primas.

La apertura de los pozos marca el comienzo del desarrollo del yacimiento y coincide con la dotación de la
infraestructura necesaria (construcción de vías de acceso, instalaciones de extracción en la superficie y
plantas de procesamiento preliminar, conexión a la red vial, tendido de conductos a distancia y en el
campo de explotación, etc.). En relación con los efectos ambientales, véanse los respectivos capítulos de esta
Guía (por ejemplo "Construcción y mantenimiento de redes viales; construcción de caminos rurales").

Aspectos ecológicos

La fase de extracción de todo proyecto de petróleo/gas natural comienza con la producción regular. Los pozos
de desarrollo constituyen la base de la explotación a largo plazo, la cual se adapta a las condiciones
subterráneas y se realiza según principios científicos (geología de la producción e ingeniería de
yacimientos). Respecto al impacto ecológico, tiene validez, sin excepciones, lo expuesto en el punto referido a la
exploración.

El espacio ocupado por las instalaciones debe reducirse al mínimo, especialmente en zonas sensibles con
biotopos valiosos. Hoy en día, las avanzadas técnicas de perforación dirigida permiten explotar varios
kilómetros cuadrados de la extensión total de los yacimientos, tanto submarinos como en tierra firme, realizando
varias perforaciones desde un solo punto. El taladrado horizontal en el interior del yacimiento, por su parte,
reduce de forma importante el número de perforaciones.

Dado que en la actualidad las instalaciones técnicas y la infraestructura superficial de los proyectos de petróleo/gas
natural ocupan áreas relativamente reducidas, es posible evitar la devastación y la alteración de
superficies extensas y de su respectiva flora y fauna (por ejemplo, selva tropical, tundra y bancos de corales).

En las operaciones de extracción modernas, el diseño eficiente y los sistemas de vigilancia automáticos con
dispositivos múltiples de seguridad permiten mantener un nivel bajo de emisiones, tanto en condiciones normales
como en casos de avería.

Los daños ambientales causados por accidentes, especialmente por derrames de petróleo, deben limitarse
mediante mandos técnicos de seguridad (por ejemplo sistemas de cierre de válvulas). Las aguas y suelos
contaminados con petróleo deben recuperarse acelerando artificialmente la descomposición biológica de
los hidrocarburos con ayuda de agentes químico-bacterianos. La protección de las aguas
subterráneas durante la explotación no plantea actualmente problema alguno, siempre y cuando se mantengan
condiciones adecuadas de funcionamiento en la instalación.

Para lograr un aprovechamiento racional y económico de las fuentes de energía naturales, debe darse prioridad
tanto a la conservación de los recursos como al control de los efectos ambientales. La protección de los
recursos de petróleo y gas natural se basa en el uso selectivo de técnicas avanzadas de explotación y en
el aprovechamiento eficiente de todo el potencial energético extraído (evitando, por ejemplo, la práctica
contaminante de quemar en antorcha los gases sobrantes que no pueden aprovecharse directamente).

Aspectos sociológicos y económicos

La duración promedio de la explotación de un campo equivale aproximadamente a la vida laboral de un


hombre; con frecuencia, especialmente en la producción de gas, puede ser incluso superior. Este hecho, por sí solo,
implica un gran compromiso social para los proyectos del sector. Por consiguiente, una vez concluidas las primeras
medidas de la fase de exploración, los temas de vivienda, alimentación, educación, salud pública y entorno
cultural (incluyendo la religión) deben tener la misma prioridad que los aspectos netamente técnicos de la
extracción. Será necesario, especialmente, evitar la formación de guetos y fortalecer las estructuras
sociales tradicionales. El proceso de industrialización debe caracterizarse por un desarrollo prudente y
permitir la integración de la herencia cultural de las sociedades autóctonas.

Aspectos de salud pública y seguridad laboral

Una de las tareas más importantes del organismo ejecutor es fomentar el sistema de salud pública, no sólo para
los empleados sino para todos los habitantes de la zona del proyecto.

Lo mismo vale para la seguridad laboral, siendo éste un ámbito que puede organizarse siguiendo el ejemplo de
las naciones industrializadas con experiencia en el sector. La participación de personal calificado y
experimentado es una condición previa para ello.

Transporte y almacenamiento

El transporte y el almacenamiento siguen a las fases de exploración y extracción. Los productos brutos son
transportados mediante oleoductos y gasoductos, camiones y vagones cisterna, o bien por vía fluvial o
marítima. Todas estas formas de transporte requieren una infraestructura especial. El almacenamiento se
realiza en tanques dispuestos en la superficie del terreno, depósitos subterráneos, cavernas o estratos
porosos subterráneos.

Aspectos ecológicos

En relación con el transporte, puede aplicarse por analogía lo expuesto en el capítulo 2.3 respecto a la extracción.
Al almacenar grandes cantidades de petróleo y de gas natural deben tomarse medidas de seguridad
especiales, destinadas ante todo a prevenir incendios y explosiones. Los detectores y colectores de
fugas son muy importantes en este contexto, al igual que las alarmas. Deben usarse preferentemente depósitos
subterráneos en lugar de tanques ubicados en la superficie, si bien éstos suelen tener un sistema de seguridad
más elaborado.

Las alternativas de menor impacto ambiental incluyen el almacenamiento subterráneo en cavidades, cavernas de
rocas o de sal gema, así como en estratos geológicos porosos (éstos últimos sólo son adecuados para
el almacenamiento de gases). Las cavernas de sal gema, por su parte, deben ofrecer la posibilidad de utilizar o
depositar aguas saladas (cercanía del mar). El almacenamiento en capas porosas y en cavernas de sal gema
requiere la presencia de formaciones geológicas adecuadas.

Aspectos de salud pública y seguridad laboral

El transporte y el almacenamiento de grandes cantidades de petróleo y de gas conlleva ciertos riesgos, tales como la
fuga de hidrocarburos y las explosiones accidentales. Estos riesgos pueden limitarse mediante la supervisión técnica
del transporte y el uso de sistemas de seguridad múltiples en el almacenamiento. Los oleoductos y gasoductos
pueden controlarse mediante centrales de supervisión, presóstatos automáticos y observación aérea. Los tanques y
las tuberías deben disponer de una protección anticorrosiva.

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