El verismo es una tendencia literaria que tiene lugar entre 1875 y 1896.

Este movimiento fue

creado por parte de un conjunto de escritores no solo con el fin de reivindicarse contra
aquellos estilos neoclásicos sino también de impugnar los moldes románticos. Los autores
defensores del verismo querían impulsar una literatura basada en el empleo de una lengua
común y una escritura anti retórica, es decir una escritura sencilla y plenamente inteligible,
caracaterizada por su “veracidad” (il verismo -> vero), es decir por seguir experiencias y
acciones cotidianas en la vida.

Así pues, estamos ante un movimiento nacionalista cuyo contexto histórico previo, tal y como
dice A.I.Férnandez Valbuena (2010), es la unificación italiana en un único estado (1961), y
donde la función principal que tenía era la de informar a los ciudadanos italianos acerca de la
situación en la que se encontraba este país.

Resulta importante distinguir entre “realismo”, “naturalismo” y “verismo” ya que, tal y como
dice Giuseppe Petronio en Historia de la literatura italiana (1990) son conceptos que se
emplean de modo confuso continuamente. El Naturalismo es un movimiento de raíces
francesa cuyo exponente principal fue Émile Zola (1841-1902) el cual siguió las ideas de Claude
Bernard. E.Zola consideraba que la novela debía ser analizada desde la perspectiva de las
ciencias naturales y sociales, para ello debía atender a todas las capas de la sociedad en todos
sus aspectos. Mientras que el realismo no solo describe el estamento bajo sino que también lo
define por medio de fórmulas bellas, feas, artísticas y científicas.

La novela naturalista se caracterizaba por tener un argumento contemporáneo con un

ambiente descrito con atención para mostrar la conducta de los hombres. Se presta
consideración a la situación económica por lo que hay presencia de presupuestos
<<científicos>>. Finalmente, las descripciones de los ambientes naturales son minuciosos pues
se trata de introducir al lector en el mundo de los personajes. Todas estas características
naturales se presentan por medio de la ausencia de subjetividad.

Si nos adentramos en la escritura italiana se deberá destacar al catanés Luigi Capuana (1839-
1915) pues fue conocedor del naturalismo francés, concretamente del modelo de Zola, y lo
difundió por el país. Este hecho produjo el nacimiento de dos corrientes: por un lado estaban
aquellos escritores que querían captar la realidad, y por otro estaban aquellos que aceptaban
el modelo de Zola y se incluían como <<naturalistas>>.

Ahora bien, algunos escritores (generalmente aquellos de la Italia meridional) no creían en el

modelo ideológico de Zola y se acercaron mas al rasgo de la <<impersonalidad>> , es decir de
esconder la presencia del artista. Esta última tendencia fue denominada como “il verismo” y
uno de sus máximos exponentes fue Giovanni Verga.