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I. No hay sino un solo Dios, (1) el único viviente y verdadero, (2) quien es
infinito en su ser y perfecciones; (3) espíritu purísimo, (4) invisible, (5) sin
cuerpo, miembros (6) o pasiones; (7) inmutable, (8) inmenso, (9) eterno, (10)
incomprensible, (11) todopoderoso, (12) sabio, (13) santo, (14) libre, (15)
absoluto, (16) que hace todas las cosas según el consejo de su propia
voluntad, que es inmutable y justísima (17) y para su propia gloria. (18)
También Dios es amoroso, (19) benigno y misericordioso, paciente,
abundante en bondad y verdad, perdonando toda iniquidad, transgresión y
pecado, (20) galardonador de todos los que le buscan con diligencia, (21) y
sobre todo muy justo y terrible en sus juicios, (22) que odia todo pecado (23)
y que de ninguna manera dará por inocente al culpable, (24).
1). Deuteronomio 6:4; 1 Corintios 8:4,6. 2). 1 Tesalonicenses 1:9; Jeremías 10:10. 3).
Job 11:7-9 y 26:14. 4). Juan 4:24. 5). 1 Timoteo 1:17. 6). Deuteronomio 4:15,16; Lucas
24:39; Juan 4:24. 7). Hechos 14:11,15. 8). Santiago 1:17; Malaquías 3:6. 9). 1 Reyes
8:27; Jeremías 23:23,24. 10). Salmos 90:2; 1 Timoteo 1:17. 11). Salmos 145:3. 12).
Génesis 17:1; Apocalipsis 4:8. 13). Romanos 16:27. 14). Isaías 6:3; Apocalipsis 4:8.
15). Salmos 115:3. 16). Éxodo 3:14. 17). Efesios 1:11. 18). Proverbios 16:4; Romanos
11:36. 19). 1 Juan 4:8,16. 20). Éxodo 34:6,7. 21). Hebreos 11:6. 22). Nehemías 9:32,33.
23). Salmos 5:5,6. 24). Nehemías 1:2,3; Éxodo 34:7.
II. Dios posee en sí mismo y por si mismo toda vida, (1) gloria, (2) bondad
(3) y bienaventuranza; (4) es suficiente en todo, en sí mismo y respecto a si
mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las criaturas que El ha hecho,
(5) ni derivando ninguna gloria de ellas, (6) sino que solamente manifiesta su
propia gloria en ellas, por ellas, hacia ellas y sobre ellas. Él es la única fuente
de todo ser, de quien, por quien y para quien son todas las cosas, (7)
teniendo sobre ellas el más soberano dominio, y, haciendo por ellas, para
ellas y sobre ellas toda su voluntad. (8) Todas las cosas están abiertas y
manifiestas delante de su vista; (9) su conocimiento es infinito, infalible e
independiente de toda criatura, (10) de modo que para El no hay ninguna
cosa contingente o incierta. (11) Es santísimo en todos sus consejos, en
todas sus obras y en todos sus mandatos. (12) A Él son debidos todo culto,
adoración, servicio y obediencia que tenga a bien exigir de los ángeles, de
los hombres y de toda criatura. (13)
1). Juan 5:26 2). Hechos 7:2 3). Salmos 119:68 4). 1 Timoteo 6:15; Romanos 9:5
5). Hechos 17:24,25 6). Job 22:2,3 7). Romanos 11:36 8). Apocalipsis 4:11; Daniel
4:25,35; 1 Timoteo 6:15 9). Hebreos 4:13 10). Romanos 11:33,34; Salmos 147:5
11). Hechos 15:18; Ezequiel 11:5 12). Salmos 145:17; Romanos 7:12
13). Apocalipsis 5:12-14
III. En la unidad de la Divinidad hay tres personas de una sustancia,
poder y eternidad; Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. (1)
El Padre no es engendrado ni procede de nadie; el Hijo es
eternamente engendrado del Padre, (2) y el Espíritu Santo procede
eternamente del Padre y del Hijo. (3)
(1) Hay un Dios: Deuteronomio 6:4; 1ª Corintios 8:4; Gálatas 3:20; 1ª Timoteo 2:5.
(3) Los miembros de la Trinidad se distinguen el uno del otro en varios pasajes: En
el Antiguo Testamento, "SEÑOR" se distingue de "Señor" (Génesis 19:24; Oseas
1:4). El SEÑOR tiene un "Hijo" (Salmos 2:7, 12; Proverbios 30:2-4). El Espíritu se
distingue del "SEÑOR" (Números 27:18) y de "Dios" (Salmos 51:10-12). Dios el
Hijo se distingue de Dios el Padre (Salmos 45:6-7; Hebreos 1:8-9). En el Nuevo
Testamento, Juan 14:16-17 es donde Jesús ruega al Padre que envíe un
Consolador, el Espíritu Santo. Esto muestra que Jesús no se consideraba a sí
mismo como el Padre o el Espíritu Santo. Tome en cuenta también todos los otros
tiempos en los evangelios, en donde Jesús habla al Padre. ¿Estaba hablándose a
Sí mismo? No. El habló a otra persona de la Trinidad – al Padre.
(4) Cada miembro de la Trinidad es Dios: El Padre es Dios: Juan 6:27; Romanos
1:7; 1ª Pedro 1:2. El Hijo es Dios: Juan 1:1, 14; Romanos 9:5; Colosenses
2:9; Hebreos 1:8; 1ª Juan 5:20. El Espíritu Santo es Dios: Hechos 5:3-4; 1ª
Corintios 3:16.
El Espíritu Santo es el medio por el cual el Padre hace las siguientes obras: 1) la
creación y mantenimiento del universo (Génesis 1:2; Job 26:13; Salmos 104:30);
2) la revelación divina (Juan 16:12-15; Efesios 3:5; 2ª Pedro 1:21); 3) la salvación
(Juan 3:16; Tito 3:5; 1ª Pedro 1:2); y 4) las obras de Jesús (Isaías 61:1; Hechos
10:38). De este modo, el Padre hace todas estas cosas por el poder del Espíritu
Santo.
Un Dios infinito no puede ser descrito completamente por una ilustración finita. La
doctrina de la Trinidad ha sido un tema divisivo a lo largo de toda la historia de la
iglesia cristiana. Mientras que los aspectos centrales de la Trinidad están
claramente presentados en la Palabra de Dios, algunos de los asuntos
secundarios no están tan explícitamente claros. El Padre es Dios, el Hijo es Dios,
y el Espíritu Santo es Dios; pero hay un solo Dios. Esa es la doctrina bíblica de la
Trinidad. Más allá de eso, las cuestiones son, hasta cierto punto, discutibles y no
esenciales. En lugar de intentar definir plenamente la Trinidad con nuestras
mentes humanas finitas, nos serviría mejor centrarnos en el hecho de la grandeza
de Dios y en Su naturaleza infinitamente superior a nosotros mismos. "¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió
la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?" (Romanos 11:33-34).
DIVINIDAD DE CRISTO.
1). Juan 1:1,14; 1 Juan 5:20; Filipenses 2:6; Gálatas 4:4. 2). Hebreos 2:14,16,17 y
4:15. 3). Lucas 1:27,31,35; Gálatas 4:4. 4). Lucas 1:35; Colosenses 2:9;
Romanos 9:5; 1 Timoteo 3:16; 1 Pedro 3:18. 5). Romanos 1:3,4; 1 Timoteo 2:5.
Juan 1:1 dice que "El Verbo era Dios". Juan 1:14 dice que "Aquel Verbo fue hecho
carne". Esto indica claramente que Jesús es Dios en la carne. Hechos 20:28 nos
dice, "… para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre".
¿Quién compró la iglesia con Su propia sangre? Jesucristo. Hechos 20:28declara
que Dios compró Su iglesia con Su propia sangre. ¡Por tanto, Jesús es Dios!
Con respecto a Jesús, Tomás el discípulo declaró, "Señor mío, y Dios mío" (Juan
20:28). Jesús no lo corrigió. Tito 2:13 nos anima a esperar la venida de nuestro
Dios y Salvador – Jesucristo (vea también 2ª Pedro 1:1). En Hebreos 1:8, el Padre
declara de Jesús, "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro
de equidad es el cetro de tu reino". El Padre se refiere a Jesús como "Oh Dios"
indicando que Jesús es verdaderamente Dios.
La razón más importante para decir que Jesús tiene que ser Dios, es que si Él no
es Dios, Su muerte no habría sido suficiente para pagar el castigo por los pecados
de todo el mundo (1ª Juan 2:2). Un ser creado, que Jesús sería si no fuera Dios,
no podría pagar la pena infinita requerida por el pecado contra un Dios infinito.
Solamente Dios pudo pagar tal penalidad infinita. Solamente Dios pudo tomar los
pecados del mundo (2ª Corintios 5:21), morir, y resucitar — probando Su victoria
sobre el pecado y la muerte.
¿Por qué la humanidad de Jesús es importante?
Jesús tuvo que nacer como un ser humano por varias razones. Uno se detalla
en Gálatas 4:4-5: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban
bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos". Sólo un hombre podría
ser "nacido bajo la ley". Ningún animal o ser angelical está "bajo la ley". Sólo los
seres humanos han nacido bajo la ley, y sólo un ser humano podría redimir a otros
seres humanos nacidos bajo la misma ley. Nacido bajo la ley de Dios, todos los
seres humanos son culpables de transgredir esa ley. Sólo un hombre perfecto —
Jesucristo — perfectamente podría guardar la ley y cumplirla, y por lo tanto
rescatarnos de esa culpa. Jesús obtuvo nuestra redención en la cruz,
intercambiando nuestro pecado por su perfecta justicia (2 Corintios 5:21).
Otra razón por la que Jesús tuvo que ser plenamente humano, es porque Dios
estableció la necesidad del derramamiento de sangre para la remisión de los
pecados (Levítico 17:11; Hebreos 9:22). La sangre de los animales, aunque fueron
aceptables de manera temporal, como un anuncio de la sangre del perfecto Dios-
Hombre, era insuficiente para la remisión definitiva del pecado "porque la sangre
de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados" (Hebreos 10:4).
Jesucristo, el Cordero de Dios perfecto, sacrificó su vida humana y derramó su
sangre humana para cubrir los pecados de todos los que llegarían a creer en Él. Si
Él no hubiera sido hombre, esto hubiera sido imposible.
Por último, fue necesario para Jesús el venir en carne, porque creer esa verdad es
un requisito para la salvación. Declarar que Jesucristo ha venido en carne es la
marca de un espíritu que viene de Dios, mientras que el anticristo y todos los que
lo siguen, niegan esta verdad (1 Juan 4:2-3). Jesús ha venido en carne; Él es
capaz de compadecerse de nuestras humanas debilidades; su sangre humana fue
derramada por nuestros pecados; y Él era ciento por ciento Dios y ciento por
ciento hombre. Estas son las verdades bíblicas que no se puede negar
¿Qué es la unión hipostática? ¿Cómo puede ser Jesús tanto Dios como
humano al mismo tiempo?
Las dos naturalezas de Jesús, la humana y la divina, son inseparables. Jesús será
para siempre el Dios-hombre, totalmente Dios y totalmente humano, dos
naturalezas distintas en una Persona. La humanidad y la divinidad de Jesús no
están mezcladas, sino que están unidas sin la pérdida de una identidad separada.
Algunas veces Jesús se conducía bajo las limitaciones de la humanidad (Juan
4:6; 19:28), y otras veces con el poder de Su deidad (Juan 11:43; Mateo 14:18-
21). En ambos casos, las acciones de Jesús procedían de Su Persona. Jesús tuvo
dos naturalezas, pero solo una personalidad.
La doctrina de la unión hipostática es un intento por explicar cómo Jesús pudo ser
Dios y hombre el mismo tiempo. Es, a última instancia, una doctrina que somos
incapaces de entender plenamente. Es imposible para nosotros comprender
totalmente cómo obra Dios. Nosotros, como seres humanos con mentes finitas, no
debemos esperar comprender totalmente a un Dios infinito. Jesús es el Hijo de
Dios, porque fue concebido por el Espíritu Santo (Lucas 1:35). Pero eso no
significa que Jesús no existiera antes que Él fuera concebido. Jesús siempre ha
existido (Juan 8:58; 10:30). Cuando Jesús fue concebido, Él se convirtió en un ser
humano, además de ser Dios (Juan 1:1, 14)
Jesús es tanto Dios como hombre. Jesús siempre ha sido Dios, pero Él no fue un
ser humano hasta que fue concebido en María. Jesús tomó la forma de un ser
humano para poder identificarse con nosotros en nuestras luchas (Hebreos 2:17),
y lo más importante, para que Él pudiera morir en la cruz, pagando así el castigo
por nuestros pecados (Filipenses 2:5-11). En resumen, la unión hipostática enseña
que Jesús es totalmente humano y totalmente divino, que no hay mezcla o dilución
de ninguna de las dos naturalezas, y que Él es una unidad en Persona, para
siempre.