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Reseñas/CeLeHis

Año 4, número 11, diciembre 2017- marzo 2018


ISSN 2362-5031

Silvana López (Ed.)


Libertella/Lamborghini
Buenos Aires
Corregidor
2017
256 páginas

Libertella/Lamborghini. Fuegos fatuos en la literatura nacional

Agustina Pérez1

Apellido por el movimiento pendular de la sentina.


Libertella/Lamborghini son apellidos que Destrezas de una Heráldica de la L,
arrastran una estela —Leónidas, el hermano tributaria del movimiento en L del caballo
mayor— o prospectivamente empujan hacia en el ajedrez. En argot-Libertella, táctica
adelante —Mauro, el hijo—. Cercadas por sintáctica, de torsión o zigzagueo. O
las filiaciones, las obras de Héctor Libertella posibilidad de torcer la recta vía, en argot-
y Osvaldo Lamborghini escapan tanto de la Lamborghini, como quien quiebra el cuello
obligación de dejar un legado como de como quiebra el tallo de una flor, en
seguir un mandato, y bailan en la biblioteca despedida. Cortando amarras contra toda
de la literatura nacional con la precisión de herencia por detrás o legado por delante,
la zancada que yerra el paso, haciendo que Libertella y Lamborghini se sostienen a flote
cualquier herencia o determinación se en el mar de los nombres propios con una
diezme o tambalee, achispada, o mareada potencia inusitada.

1
Nombre
Profesora y Licenciada en Letras (UBA), becaria Héctor viene, desde el nombre,
doctoral (UNTREF) y Ayudante de Primera de
Teoría Literaria (UNAHUR).
antecedido por un silencio. Para Marcelo
E-mail: agustina1844@gmail.com Damiani, la muda presencia de la letra “H”

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señala “la aparición, siempre evanescente y ensayos editada por Silvana López y
espectral, del fantasma libertelliano” (2017: publicada por Corregidor en 2017. Ambos
89). La H está un paso antes o un paso convergen en este volumen porque, como
después del esfuerzo articulatorio. Es el señala López, comparten un proyecto en lo
lenguaje suspendido o en suspenso. La O, que respecta a sus premisas iniciales —
por su parte, lejos de cualquier anhelo de desbancar los resabios del populismo
“cosagrande redonda”, de la simbología literario, afilar las lanzas contra el
clásica de la serpiente que se muerde la cola, compromiso sartreano y oponer un
permanece más bien próxima al perro que se verdadero estruendo al estallido pacato del
la persigue sin poderla atrapar (porque “no boom latinoamericano—, a la par que
se atrapa. Nada y jamás” (Lamborghini coinciden en el empleo de ciertas
1988: 43)). La O ya cruzó el límite de la operaciones —orientadas a desestabilizar,
articulación pero siempre corre el riesgo de fragmentar, diseminar— como caballo de
inmolarse en la sorpresa o en el alarido. H y batalla.
O traman, en la Heráldica de la L, dos polos Por otra parte, en los albores de la
—silencio/grito— en que el lenguaje se revolución digital, HL y OL se empecinaron
abisma. Un paso más acá o más allá de sus en una noción de libro como objeto,
bordes. volviéndolo un dispositivo táctico y visual,
modificando su rugosidad, expandiendo los
Nombre y/o apellido límites de la literatura, corolario solidario,
El apellido es tradición, filiación, en lo material, de aquellas labores que se
institución, moneda que se trueca en el venían jugando en el plano de los
mercado cultural. La expresión “hacerse un procedimientos literarios: el llevar a la
nombre” no es sino hacerse un apellido. El extenuación la distinción prosa/verso en la
nombre difícilmente pueda trucarse, prosa cortada en OL, la ficción teórica como
armarse.2 Con su tendencia a la invisibilidad contaminación de rasgos genéricos en HL.
(uno que es todos que es cualquiera) el Libertella componía originales artesanales,
nombre es la moneda falsa que se trafica híbridos de texto e imagen, sobre los que
dentro de ciertos reductos del ghetto. volvía una y otra vez. Lamborghini, si bien
Apellido y nombre ponen en circulación desde el primer momento dejó entrever
diversas intensidades. Uno promueve el cierta inquietud por el raye físico de la
flujo de valor cultural, cultual. El otro roza escritura, narrando con insistencia los
el punto cero del valor, nulidad ganancial materiales empleados para escribir sus
que da rédito en el orden del afecto, santo y peripecias, lo desarrolla en su esplendor en
seña que hace caer en el lazo del círculo la segunda estancia catalana no sólo con el
íntimo. armado de las ocho carpetas del Teatro
Osvaldo Lamborghini y Héctor Proletario de Cámara sino, también, con
Libertella3 operan como nombres, como una enorme profusión de libros intervenidos.
apellidos y en su deriva adjetival en Que muchos de estos proyectos
Libertella/Lamborghini, la compilación de permanezcan inéditos — otros son, quizá,
decididamente impublicables— y que otros
hayan ido apareciendo con el paso de los
2 Un aparte para el apodo. Como enseña
Lamborghini, con el apodo se carga, a lo Sísifo. No
años reúne a estos autores, también, en torno
un armado sino un destino. a una curiosa sobrevida, un “escribir para la
3 En adelante, se emplearán las siglas OL y HL. Las muerte y aún seguir escribiendo después de
iniciales como una cifra, otra moneda falsa para hacer la muerte” (López, 2017: 13).
circular en la economía del ghetto.
Agustina Pérez

Los ensayos de el primero rima con el frasear de Goyeneche


Libertella/Lamborghini, que parecen que intrigaba a HL, comentado por el
efectivizar la premisa de que “el nombre segundo. Considerados de a saltos, los
propio no es el sujeto de un tiempo, sino el artículos debaten, polemizan, exponen
agente de un infinitivo” (Deleuze y Guattari, modos discordantes, diversas cabriolas para
2002: 267), indagan qué efectos y afectos la ejecución crítica, perspectivas para
estos nombres movilizan. El libro tiene enfocar —o desenfocar— el objeto,
como antesala las Jornadas realizadas en movimientos disímiles en la esgrima
2013 que se proponían, en un gesto de teórica.4
activismo literario, “volver sobre lo que
anima, cuestiona, hace vibrar y promete Libertella/Lamborghini
variantes y cambios” (Ferro, 2007: 25). Las Una serie de artículos aventura
intervenciones surgieron de la intersección vínculos entre las poéticas de Libertella y
entre dos lógicas: aquella de la afección — Lamborghini. Para Roberto Ferro, se trata de
amistad, lecturas cruzadas, producción escrituras de suspensión que postulan el
simultánea de proyectos literarios— y la de advenimiento de un mundo no-
los efectos que provocaron sus poéticas. representable. Como proyectiles
Como indica López, el efecto, con su doble vagabundos, estas obras describen errancias
valencia —posteriorizar marcando lecturas que ponen en fuga los protocolos de
futuras, y anteriorizar en relación a lo que repetición y ratificación. Jimena Néspolo,
modifica o incorpora—, permite pensar la por su parte, se centra en la sustracción
intervención social del texto no en función como condición de posibilidad de sus
de su responsabilidad sino como aquello que programas, mientras que Germán García los
ocasionan los procedimientos. Efectos y contrapone a partir de su posición respecto
afectos, tono ensayístico y tono académico, al lenguaje. Esteban Prado, desde otra
amigos y lectores, intervenciones críticas y perspectiva, analiza cómo ciertos planteos
anécdotas convergen en este volumen, que Libertella sostiene sobre la obra de
delineando un panorama de variado pelaje Lamborghini vuelven, como un boomerang,
del estado de la crítica literaria en torno a reinsertándose como claves para sus propios
estos objetos fulgurantes que son las obras textos.
de Libertella y Lamborghini. El libro se Los ensayos de Laura Estrin y
vuelve, así, un sismógrafo que permite Ricardo Strafacce se sitúan más próximos a
atisbar efectos y afecciones, un esbozo del una lógica de la afección. Estrin desempolva
registro de los deslizamientos y las fisuras
que estas obras produjeron a las capas
4 En torno al núcleo “vanguardia”, por citar un caso,
geológicas de la literatura argentina.
Jimena Néspolo lee como un nítido gesto
Vistos en el orden que propone el
vanguardista de los setenta la programática de la
índice, algunos ensayos se articulan
invisibilidad de HL y OL. Cippolini, por su parte,
siguiendo una lógica casi musical,
desvincula a la reescritura de Libertella del grito de
hilvanándose rítimicamente a través de batalla sesentista, mientras Damiani leerá la supuesta
motivos temáticos. De López a Rafael neo-vanguardia libertelliana como una retro-
Cippolini, el hilo de Ariadna es la reescritura retaguardia, afán arcaísta por volver a orígenes y
y sus modalidades; de Cippolini a Damiani, genealogías perdidas. Stupía volverá a tomar el
el fenómeno táctil que merodea el libro y la término vanguardia pero en otra acepción, menos
escritura; entre Luis Chitarroni y Eduardo como un programa que como un malabarismo,
Stupía, la impronta tanguera de HL que lee movimiento constante de revisión de límites.

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una categoría tan olvidada como necesaria costillas” (18), deteniéndose en el aspecto
para medir las repercusiones de estas obras. brutalmente biológico que para HL tiene el
HL y OL, afirma, son maestros desesperados libro.
y desesperantes porque pliegan sentidos Martín Kohan se detiene en la
verticales, simultáneos, a la par que “nos entidad que tienen lo vacante y las formas de
vuelven locos si los seguimos en su literal la ausencia como una manera singular de
sentido, porque nos atormentan con su estar que consiste en ya no estar.
enorme entendimiento sin metafísica, sin Moviéndose por los pasadizos fantasmales
organización, sin que podamos preverlos” que van de Héctor a Mauro, encuentra que,
(Estrin, 2017:37). Strafacce, por su parte, si bien el padre exceptúa al hijo de una
reconstruye la polémica HL/OL en torno a la herencia, aliviando el mandato del
aparición de Nueva Escritura en hermetismo, en Mi libro enterrado los
Latinoamérica, explicitando que el temor de últimos libros del padre “resuenan o suenan
OL de que la crítica de HL no sirva “ni pero tocados en otro tono, o aun con otros
mercadológica ni teóricamente” para instrumentos” (2017: 169) en el existir pero
fogonear su obra fue infundado, en el hueco, hacerse agujero para estar.
confirmando, en un mismo gesto, la eficacia Marcelo Damiani agrega otro rasgo a los
de la proclama libertelliana: “no comunicar, lugares ausentes, centrándose en el Hefector,
transmitir”. La asestada final la da la aquel requerimiento que reclama una
anécdota: pese a haber leído el libro sin respuesta secretora. En esta rara
entender nada, tal como asegura el biógrafo, corporalidad, lo arcaico tiene un lugar
fue esta lectura la que desató la frenética privilegiado haciendo fulgurar la escritura
búsqueda de los libros de Lamborghini. no como técnica y poder, sino en su veta
táctil. Ana Gallego Cuiñas vuelve, desde
HL otra perspectiva, al resabio arcaico,
Entre los autores que analizan la obra centrándose en el denario como clave de
de Libertella, Silvana López explicita las esta obra, un signo-ruina, moneda antigua,
instancias de reescritura que, mediante rareza que adquiere su valor en el ghetto y
diversas operaciones y modalidades, esta permite acuñar una obra que resiste ilegible
poética tematiza. Trazando una cartografía ante la mirada atónita de la economía del
de las obras, detecta en ¡Cavernícolas! mercado.
(1985) un punto de inflexión donde la Otras rarezas abordan Luis Gusmán,
reescritura se vuelca hacia los propios que se enfoca en la singularidad de la labor
textos, actividad que en Zettel se describirá, crítica lírica de HL, contrapuesta a la crítica
con una concisión fulgurante, como “un arte enciclopédica que corretea tras las faldas de
que roe en fino su propio hueso” (Libertella la utilidad social, y Luis Chitarroni, que
2008: 19). “La biología”, escribe Libertella, coloca lo ilegible patográfico en unas
“diría que las células del cuerpo cambian coordenadas novedosas, haciendo juego con
íntegramente cada siete años, y que el Xlebnikov, con un alejarse de la letra para
cuerpo no muere por viejo sino por acercarse a la materialidad corporal. En HL,
cansancio de tanto rejuvenecer” (2008: 18). asevera, lo que prima es un “pensar con la
Considerando que el cuerpo sintáctico boca” que genera obras que desatan en la
también exige ser reescrito, Rafael Cippolini literatura un contar de nuevo que corta
focaliza en la reescritura como la espina amarras con lo anterior. Eduardo Stupía
dorsal de este organismo extraño que se aborda la materialidad desde otro flanco,
alimenta “de las radiografía de sus propias reparando en la expansiva fabricación de los
Agustina Pérez

manuscritos como una puesta en práctica Fuegos/Fatuos


que rescata la importancia del cuerpo del Libertella/Lamborghini reserva para
libro, raye físico que juega con la inclusión el último tercio del libro dos cartas. Una, de
de imágenes como otra operación que hace Lamborghini a Libertella, enviada desde
aflorar una percepción material. Mar del Plata. Otra, de Libertella a
Guillermo Quartucci, despachada desde
OL Nueva York. Escritas desde lugares de
En lo que respecta a los ensayos que tránsito —la casa de los padres donde OL se
abordan exclusivamente la obra de hospedaría intermitentemente, la
Lamborghini, Américo Cristófalo lee el Universidad de Iowa donde HL residió
Teatro Proletario de Cámara como una durante su beca—, el libro les reserva una
indagación en torno a cómo poner en escena ubicación particular en su último tercio: ni
el presente, asociada a una práctica espacial las posiciones evidenciadas del comienzo o
de composición de volumen que se realiza, del final, pero tampoco el medio
por otros medios, en el artesanado de la rimbombante, como si fuese su deber oficiar
edición. Martín Arias, por su parte, analiza de centro que partiese las aguas. Con
con lucidez y precisión la participación de modestia, queriendo pasar desapercibidas,
las lecturas teóricas de Lamborghini —La estos manuscritos5 brillan con una opacidad
estructura del harén de Alain Grosrichard y que encandila. Los agregados a mano, las
la lectura de Hegel de Kojève— en Tadeys, ligeras tachaduras, alguna corrección,
detectando que no operan como génesis del reponen, ligeramente, como al pasar, algo de
mundo narrativo sino que sirven de ese juego físico que para estos autores
trampolín para operar una expansión del implica la escritura, ese raye con el objeto
mundo ficcional. que más los aproxima a “un artista plástico o
Desde otra perspectiva, un incisivo un obrero gráfico” (Libertella, 2008:35). El
Diego Peller desmonta las operaciones que registro físico, fantasmal, de la escritura
subyacen a Y todo el resto es literatura, como una afección del cuerpo. Algo más
compilación de ensayos que expone un asible en esa literatura donde todo se hace
modo de practicar la labor crítica que lleva arena entre los dedos, como dice Libertella
la impronta del ámbito norteamericano. El en La arquitectura del fantasma (2006).
intento de universalizar a Lamborghini, Arena, tal vez, como esa tierra seca que
haciéndolo más tentador for export, genera siente en la boca el narrador de Sonia o el
una tensión entre el encuentro de un objeto final, que parece “arena, pero arena de
“argentino” con un modelo de lectura verdad, como esa que pisan los camellos”
“global” que, para sostenerse, debe (Lamborghini, 1988:140).
borronear sus condiciones de producción. Como fuegos fatuos, las obras de HL
Noé Jitrik, por último, propone el concepto y OL brillan intempestivas en la gran llanura
“literatura en retirada” para pensar aquellas de la literatura nacional.
obras que se corren del discurso Libertella/Lamborghini recoge algunos de
consolidado, institucionalizado, los chispazos críticos que provocan estas
normativizado, previsible. La apuesta de
Jitrik también se retira del lugar común que 5 El libro cuenta con un generoso número de
asocia el malestar que la obra de OL invaluables reproducciones que, por al conjugar lo
provoca a la exposición de la perversión y escrito y lo visual, no eran susceptibles de ser
simplemente transcritas. En el caso de las cartas,
de la crueldad, poniendo en serie esta donde la transcripción es norma en el mundo
incomodidad, más bien, con un sismo que editorial, la inclusión del manuscrito adquiere otro
hace tambalear ciertos límites textuales. cariz.

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Libertella/Lamborghini. Fuegos fatuos en la literatura nacional

iluminaciones, armando un mapa que mide


con destreza, elegancia y amplitud sus
efectos, ondas expansivas, reverberaciones y
desvíos.

Referencias bibliográficas
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix
(2002). Mil mesetas. Barcelona: Pretextos.
Lamborghini, Osvaldo (1988).
Novelas y cuentos. Barcelona: Ediciones del
Serbal.
Libertella, Héctor (2006). La
arquitectura del fantasma. Buenos Aires:
Santiago Arcos.
______________ (2008). Zettel.
Buenos Aires: Letranómada.

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