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¿POR QUÉ Y POR QUIÉN MURIÓ JESÚS?

PROPOSICIÓN:
La muerte del Señor Jesús es la muestra del amor de Dios, Él siendo Dios hombre toma nuestro
lugar para pagar con su vida por nuestros pecados. Solamente quienes reconocemos su
amor, nos arrepentimos y vivimos para Él somos beneficiados por su amor.

PASAJE CLAVE:
“Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que
en ella han acontecido en estos días? (19) Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón
profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; (20) y cómo le entregaron los principales sacerdotes y
nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. (21) Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a
Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. (22) Aunque también nos han asombrado unas
mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; (23) y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también
habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. (24) Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las
mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. (25) Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los
profetas han dicho! (26) ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? (27) Y comenzando desde
Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. (28) Llegaron a la aldea adonde
iban, y él hizo como que iba más lejos. (29) Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde,
y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. (30) Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo
bendijo, lo partió, y les dio. (31) Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. (32) Y se
decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
(33) Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, (34) que
decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. (35) Entonces ellos contaban las cosas que les habían
acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan”. Lucas 24:18-35.

DESARROLLO:
I.- LA HISTORIA PUDO SER DISTINTA.
Hubieron detalles en el proceso de juicio y ejecución del Señor Jesús, que pudieron ser distintos
y Él no hubiera muerto:
1.- Si Judas no le hubiera traicionado. Jesús lo había llamado para que pasara tiempo con Él,
pudo haber valorado su amistad, su amor y no traicionarlo; pero lo traiciono,
2.- Si Pedro y sus discípulos lo hubieran defendido. Aun cuando Pedro lo intento fue tímido, y
el los otros discípulos huyeron del lugar; todos lo dejaron solo.
3.- Si Herodes lo hubiese declarado inocente.
4.- Si Barrabas, no hubiese aceptado el intercambio.
5.- Si la multitud hubiese pedido su liberación.
6.- Si Él hubiera querido salvarse.
Los dos discípulos mientras iban a Emaús, a 12 km de Jerusalén donde habían acontecido los
eventos del juicio y la ejecución de nuestro Señor Jesús. Ellos van tristes, creyendo que todo
acabo; pero no reconocen a su compañero de viaje; es Jesús quien ha resucitado; y aun
cuando les han dado la noticia, no han creído, “ Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre
nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; (23) y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión
de ángeles, quienes dijeron que él vive. (24) Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían
dicho, pero a él no le vieron”. Lucas 24:22-24.
Jesús los interrumpe: “Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
(26) ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? (27) Y comenzando desde Moisés, y siguiendo
por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. Lucas 24:25-27.

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¿Qué es lo que dicen las escrituras?:
Desde que Jesús de Nazaret comenzó a predicar, más de 350 pasajes del Antiguo Testamento
han sido citados como anticipaciones proféticas de su vida y muerte. De hecho, en un día
del primer siglo, unas 3,000 personas aceptaron el mensaje de Pedro sobre Jesús basado en
un análisis de las profecías hechas en Salmos 16 y 110.
Leamos uno que se escribió cerca de 700 años antes de Cristo: “Subirá cual renuevo delante de él, y como
raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. (3) Despreciado y
desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos. (4) Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y abatido. (5) Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (7) Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como
cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (8) Por cárcel y por juicio
fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido. (9) Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño
en su boca. (10) Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el
pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. (11) Verá el fruto de la aflicción de su
alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. (12) Por tanto,
yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con
los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores ”. Isaías 53:2-12.

II.- ¿Por qué murió Jesús?


Cuando Dios vio la desobediencia de Adán y Eva, nos hizo saber que no renunciaría a su
creación, que lucharía por nosotros, manifestó su deseo de restaurar nuestra relación.
a.- Por el pecado.
La biblia llama pecado a la desobediencia de la ley de Dios, es el deseo de vivir nuestras vidas
sin considerar la voluntad divina. Este es el gran problema del ser humano; el pecado se
muestra en diferentes matices; cada día lo vemos alrededor nuestro. Lo vemos cuando un
hombre golpea a su mujer; cuando una mujer es infiel a su marido; cuando un hijo insulta a
sus padres; cuando una persona roba en una tienda o a una persona; cuando un gobernante
desvía recursos financieros a sus cuantas personales; cuando un tránsito te detiene para
extorsionarte. Etc.
“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; (22) la justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, (23) por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios, (24) siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
(25) a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados pasados, (26) con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el
que justifica al que es de la fe de Jesús”. Romanos 3:21-26.

b.- Por la justicia y santidad de Dios.


Como resultado del pecado, nosotros deberíamos ser abandonados por Dios; pero Dios ha
decidido no renunciar, pero su justicia y su santidad demandan que alguien pague por la
ofensa realizada en contra de Dios. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (13) Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero
donde no hay ley, no se inculpa de pecado”. Romanos 5:12-13.
¿Has pecado?
La gran mayoría de las personas a las que le he realizado la pregunta, responden de forma
afirmativa; y cuando responde con un no, les pido que hagamos un test.
Los 10 mandamientos
1.- No tendrás dioses ajenos delante de mí.
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2.- No te harás ídolos.
3.- No tomarás el nombre del Eterno tu Dios en vano.
4.- Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
5.- Honra a tu padre y a tu madre.
6.- No matarás.
7.- No cometerás adulterio.
8.- No hurtarás.
9.- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
10.- No codiciarás.

¿Por quién murió Jesús?


Es la segunda parte de la pregunta de nuestro tema; la respuesta es que:

III.- JESÚS MURIÓ POR LOS PECADORES.


Jesús murió para darnos la oportunidad de restaurar nuestra relación con Dios.
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. (7) Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo;
con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. (8) Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros. (9) Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira ”.
Romanos 5:6-9.
Jesús murió para mostrarnos el amor de Dios por nosotros; pero para que podamos disfrutar
de esta bendición; necesitamos hacer cuatro cosas puntuales.
1.- Reconocer que somos pecadores.
2.- Arrepentirnos de vivir sin considerar la voluntad de Dios.
3.- Aceptar el amor de Dios mostrado por medio de Cristo Jesús en la cruz del calvario.
4.- Creer en Jesús y pedirle que guie nuestras vidas.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna. (17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. (18) El que
en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
(19) Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas”. Juan 3:16-19.

CONCLUSIÓN:
Algunos creen que el cristianismo es como las religiones del mundo; la realidad es distinta.
Empezamos leyendo el pasaje que nos habla de cómo Jesús tuvo que explicar a dos de sus
discípulos porque era necesario que muriera. Y que resucitara. ¿Qué otro hombre ha
resucitado y aún está vivo hoy? Sólo Jesucristo.
Pablo dijo: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; (4) y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; (5) y que apareció a Cefas, y después
a los doce. (6) Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. (7)
Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; (8) y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. (9) Porque
yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios ”. 1ª Corintios
15:3-9.

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