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Código: 715
Estudio de caso:
El Estado de Brasil entre 1930-1945
DNI. 12345910
Matricula. 37013339
E- mail: nelidahistoria@yahoo.com.ar
Año: 2008
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Índice
Pag.
Introducción 3
El populismo en América Latina 5
El contexto latinoamericano 6
Brasil, el gobierno de Getúlio Vargas 1930-1945 9
El Estado Novo 1937-1945 15
Citas bibliográficas 18
Bibliografía 20
Los Populismos Latinoamericanos:
El Estado de Brasil entre 1930-1945
INTRODUCIÓN
Si bien el objetivo es tratar de entender los sucedido durante el periodo mencionado, la
necesidad de comprender los mecanismos de ciertos procesos vinculados a estos cambios, tenemos
que destacar algunos antecedentes históricos.
Hasta la crisis de 1929, el mundo capitalista se desarrollo bajo el imperio del libre cambio,
los acuerdos multilaterales y el patrón oro.
Dentro de este periodo aparecen las primeras revoluciones agrarias, a pesar del conflicto
bélico (Primera Guerra Mundial), este sistema económico había funcionado con relativo éxito, a
partir de la crisis debió ser abandonado.
Las políticas keynesianas que se impusieron luego de 1930 modificaron el escenario
económico social, la intervención del Estado en la economía social reinauguro una etapa social
definida por el papel creciente de nuevos actores sociales.
La mayoría de los gobiernos latinoamericanos entre 1930 y 1960 llevaron adelante políticas
de nacionalización económicas, en sus discursos declararon que lo hacían con el objetivo de
promover el desarrollo económico, producir una redistribución del ingreso a favor de los sectores
populares y mejorar las condiciones de vida del “pueblo”. Por esta razón, casi todos estos gobiernos
fueron considerados como “populistas”.
Desde entonces y hasta épocas recientes se ha desarrollado una extensa discusión sobre la
definición del concepto de populismo. La polémica giro en torno así el populismo podía ser
definido como un tipo de movimiento social y político, como un tipo de régimen estatal o como un
tipo de ideología.
En la actualidad, prevalece la posición de que se trata de un tipo de ideología, ya que a lo
largo de la historia de todo el mundo se ha registrado numerosos movimientos sociales y políticos
considerados “populistas”, protagonizados por muy diferentes grupos y clases sociales ( y no solo
por los sectores populares) y con orientaciones políticas muy divergentes, desde este punto de vista
el populismo latinoamericano de las décadas de 1930, 1940,1950 y 1960, puede ser entendido como
una estrategia discursiva que reunió los elementos que expresaban y sintetizaban los reclamos y la
oposición de los sectores populares al bloque del poder oligárquico.
El “Estado Novo” de Getulio Vargas en Brasil, fundador de la Alianza Liberal, fue un reflejo
de lo anteriormente expresado, apoyado por sectores militares, tomo el poder y gobernó por decreto
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como “Presidente en Funciones” hasta 1934 año en que fue elegido “Presidente Constitucional” por
el Congreso.
En poco tiempo el varguismo se consolido como un movimiento que contaba con la
adhesión de las clases medias y de los sectores capitalistas interesados en el desarrollo de la
industrialización. Vargas también procuro incorporar las masas al proceso de desarrollo del país,
aunque no impulso la organización obrera autónoma en sindicatos fuertes. Los sindicatos socialistas
y comunistas fueron perseguidos y se impuso la sindicalización oficial, esta medida enfrento escasa
resistencia dada la debilidad del sector obrero y de los sectores medios urbanos y la existencia de
masas campesinas que sobrevivían en parcelas de autosubsistencia.
Sin embargo, durante los primeros años, Vargas se vio acosado por intereses contrapuestos y
rivalidades regionales y tuvo que enfrentar numerosas rebeliones terratenientes paulistas y una
sublevación encabezada por el dirigente comunista Luis Carlos Prestes. Frente a la inestabilidad
política y con el propósito de consolidar su autoridad en 1937 Vargas apoyado por sectores militares
dio un “autogolpe”, prorrogando su mandato que vencía al año siguiente, e impuso una nueva
organización estatal, a la que llamo “Estado Novo”. Los partidos políticos fueron disueltos y la
actividad sindical autónoma prohibida por decreto.
¿Qué objetivos tenían los gobernantes y los dirigentes políticos latinoamericanos que a partir
de 1930 comenzaron a utilizar la estrategia discursiva del populismo? ¿ Es posible sostener un
discurso populista sin redistribución del ingreso a favor de los sectores populares?¿Porqué?
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EL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA
El vocablo populismo ha sido usado para nominar fenómenos socio-políticos diferentes y,
aun, muy distantes en el espacio y en el tiempo.
Desde el movimiento de “farmers” norteamericanos de fines del siglo XIX, hasta el
“naroclnichestvo” ruso posterior a 1860; desde los granjeros canadienses de Alberta, a las
erupciones populares del Tercer Mundo en la posguerra.1
Para el sociólogo argentino Torcuato Di Tella:
“Este término se ha generalizado sobre todo en América Latina para
designar movimientos políticos con fuerte apoyo popular pero que no buscan
realizar transformaciones del orden de dominación existente, ni estan
principalmente basados en una clase obrera autónomamente organizada.”
En su Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas, este investigador desarrolla las
características del populismo como sujeto histórico del siguiente modo:
a) Hay un apoyo de masas movilizadas, pero aún poco organizadas autónomamente
b) Existe un liderazgo fuertemente anclado en sectores externos a las clases obreras o
campesinas.
c) La vinculación entre masa y líder es en gran medida carismática.
d) Fue una experiencia típica de la etapa de sustitución de importaciones, cuando los grupos
empresarios planteaban políticas contrarias a las clases dominantes, agroexportadoras, por lo que
buscaron la alianza popular.
e) Las clases obreras o campesinas se movilizaron y eran numerosas pero escasamente
organizadas.
f) Posteriormente a la muerte de los líderes populistas, sus partidos políticos adquirieron
características más asociacionistas.
Alain Touraine, ve el populismo como una política nacional popular, porque no es ni
categoría social, ni ideología, ni Estado, sino la fusión de los tres elementos en un conjunto a la vez
social, político y estatal.
Los tres componentes de una política nacional popular: el Estado, los mecanismos de
integración política representado a nivel de los actores sociales por una clase media y en tercer lugar
los actores sociales y en particular el pueblo, conduce a diferenciar distintos tipos de políticas
nacionales populares, el Getulismo (Brasil) le corresponde el primer tipo, donde tiene una
importancia central el tema de la independencia nacional, al Estado lo pone como agente de
desarrollo y de dependencia nacional y poco énfasis en la participación popular que esta
estrechamente controlada por el Estado y da una importancia intermedia a la integración política.
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EL CONTEXTO LATINOAMERICANO
Desde su incorporación al mercado capitalista internacional, durante la segunda mitad del
siglo XIX, las economías de las sociedades latinoamericanas se especializaron en la producción y
la exportación de productos primarios, esta fue la base de un modelo de organización económica
llamado “crecimiento hacia fuera” , por que la mayor parte de los ingresos que obtenían los
capitalistas(en forma de ganancia) y los Estados Nacionales (en forma de impuestos) establece
relaciones con las exportaciones de materia primas y alimentos.
Este modelo de organización económica orientado “hacia fuera” se vio duramente afectado
por la crisis económica mundial de 1930.
[…] La crisis mundial abierta en 1929 alcanzo de inmediato un
impacto devastador sobre América Latina, cuyo signo mas clamoroso fue el derrumbe, entre 1930 y
1933, de la mayor parte de las situaciones políticas que habían alcanzado a consolidarse durante
la pasada bonanza[…]”(2)
Frente a las dificultades para importar los productos necesarios para el consumo interno y el
déficit de la balanza comercial (producido por el descenso de volumen de las exportaciones y la
paralela caída de los precios de los bienes exportables), los Estados latinoamericanos impulsaron un
proceso de sustitución de importación.
[…] Los cimientos del orden económico latinoamericano se tornaban
mas endebles, el adquiría una complejidad nueva, en los países mayores la industrialización
realiza avances significativos, gracias a la ampliación de la demanda sostenida por el previo
avance de la economía exportadora, y hacia ella se vuelca una parte de la inversión extranjera
que antes se atenía al crédito al estado y al sector primario y de servicios. […](3)
Este tuvo dos modalidades según el tipo de actividad económica que, en cada país, resulto
necesario para sustituir los artículos importados que resultan indispensables. Las sociedades que
durante la década de 1920 importaban considerables cantidades de productos agrícolas, iniciaron un
proceso de agricultura por sustitución de importaciones (ASI), orientada hacia el abastecimiento de
alimentos para la población.
En cambio, en aquellas en los que los rubros mas significativos de las importaciones eran los
productos manufacturados, se puso en marcha un proceso de industrialización por sustitución de
importación (ISI).
[…] La industrialización comienza, como tantas otras en el sector de bienes
de consumo: alimentos, bebidas y textiles, algunos rubros de modestos
requerimientos tecnológico en la rama química y farmacéutica, y comienza a
extenderse hacia la industria eléctrica liviana […].
[…]Esa industrialización todavía parcial tiende a acentuar antes de atenuar
las desigualdades en el crecimiento económico de las distintas regiones surgidas
durante la expansión de exportaciones. […](4)
Sin embargo, en los primeros años de la década de 1930, la industrialización por sustitución
de importaciones fue considerada y aceptado por los sectores capitalistas mas poderosos vinculados
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con el sector exportador solo como una estrategia que permite superar la crisis económica hasta que
se restablecieran las condiciones internacionales favorables para la exportación de bienes primarios.
No se trataba, todavía, de un proyecto industrialista orientado explícitamente a desarrollar la
fabricación de bienes de consumo y de maquinarias y equipos.
Solo se pretendía sustituir los bienes importados imprescindibles, con el objetivo de
satisfacer interna y equilibrar la balanza comercial. Este proceso de industrialización por
sustitución de importación se inicio en Argentina, Brasil, México y Chile, países que, durante la
expansión de la economía exportadora de bienes primarios, habían desarrollado agroindustrias y/o
algunas industrias de bienes de comercio.
[…] esas rehabilitaciones alcanzan éxitos variables pero en casi todos esos
países el impacto de la depresión es mas breve y ligero que en los del centro
industrial del mundo y en particular Brasil y Argentina se ofrecen hacia 1937
como brillantes excepciones en un cuadro mundial todavía sombrío.[…](5)
Estas sociedades pudieron expandir su producción industrial mediante la utilización mas
intensiva de sus equipos e instalaciones, incorporando turnos suplementarios de trabajo. De esta
forma fue posible aumentar la oferta sin intervenciones previas de capital fijo y sin importar
equipos adicionales.
En Brasil, donde el gobierno intervino activamente en la formación de industrias básicas, el
proceso de sustitución, se profundizo y comenzaron a fabricarse localmente también algunos
llamados “bienes de capital”.
Se denomina bienes de capital aquellos productos industriales que son necesarios para
fabricar los manufacturados industriales, tales como, las maquinarias- herramientas.
A lo largo de la década de 1930, la industria por sustitución de importaciones y la agricultura
orientada al mercado interno se transformaron en los sectores de las economías latinoamericanas
que alcanzaron un gran dinamismo; también para los grupos dirigentes que controlan el Estado, el
impulso o la industrialización resulto una estrategia que ,además de permitirles enfrentar las
consecuencias de las crisis económica , les ofreció recursos para dar respuestas a los reclamos de
los sectores asalariados movilizados que exigían no solo participación política sino también una
mayor participación en la distribución de riquezas. Efectivamente en esa primera parte de la
industrialización por sustitución de importaciones, la fuerte intervención de los Estados
latinoamericanos y la radicación de cuantiosas inversiones extranjeras generaron un importante
aumento en el empleo de fuerza de trabajo asalariado. Así, numerosos sectores de trabajadores
estuvieron en condiciones de acceder al consumo de nuevos productos internacionales o ampliar el
que ya tenían.
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El desarrollo de estas nuevas actividades económicas y la expansión de la intervención del
Estado de organización de la economía y la variedad, sentaron las bases de un nuevo modelo de
crecimiento. Si bien la influencia de los Estados Unidos sobre las sociedades latinoamericanas ya se
había hecho sentir con anterioridad a la década de 1930 evidenció un incremento de ese poder en la
región sobre todo en los países del Caribe y de Centroamérica.
[…] la introducción de la política de buena vecindad elimina el obstáculo
mas vistoso a la aceptación del panamericanismo en Latinoamérica pero el
derrumbe de esa última versión del orden internacional que había centrado en el
concierto de Europa, que había encontrado tardío marco institucional en la Liga de
Naciones.[,,,](6)
Que a partir del estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, los países
latinoamericanos enfrentaron, nuevamente, grandes dificultades económicas, similares a las que
habían sufrido durante la gran guerra (1914-1918) y después del “crack” financiero de 1929 y la
posterior crisis económica, pero el importante crecimiento de la industria que, en esos mismos
países, se registro en los años de la segunda guerra mundial, fue una respuesta no solo a la
conyuntura provocada por el conflicto bélico sino también al crecimiento del mercado interno, es
decir, el aumento de la demanda de bienes de consumo no durables(como los alimentos) y
durables(como los electrodomésticos) por parte de los sectores medios y los trabajadores urbanos.
A su vez la existencia de consumidores solventes (con dinero para gastar) motivó a los
capitalistas a realizar nuevas inversiones productivas, con las que aumento nuevamente la cantidad
de trabajadores empleados que recibían un salario que podían gastar y se multiplico la demanda.
En la mayoría de las casos, estos cambios en la organización de la economía contribuyeron a la
consolidación de la burguesía industrial como un nuevo sector interno de la burguesía y provocaron
la ampliación de la masa de los trabajadores esta nueva forma de organizar la economía fue
denominada “crecimiento hacia dentro”, por que los ingresos que recibían los sectores capitalistas
y los Estados Nacionales provenían de los bienes producidos localmente para el abastecimiento de
mercado interno.
Brasil fue uno de los países que comenzó a exportar manufacturas industriales: las
exportaciones brasileras pasaron de ser prácticamente cero en los años treinta a crecer un 20%
hacia 1945, (7) también muchos de estas ventas se dirigieron a otros países latinoamericanos.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial la expansión de la industrialización por sustitución
de importaciones y el interés de distintos sectores que en esta actividad se transformará en la base
de un nuevo modelo de desarrollo económico plantea la necesidad de redefinir las relaciones de
poder entre los sectores oligárquicos tradicionales y los grupos sociales que se beneficiaban con el
“crecimiento hacia adentro”. En algunos países esa redefinición tuvo como resultado la constitución
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de nuevas alianzas sociales que incluyeron (en mayor o menor grado) a los sectores terratenientes
mas poderosos. En otros, el desarrollo hacia dentro y la señalización de la economía fue un proyecto
llevado adelante, con distinta suerte, por alianzas sociales que intentaron concretar transformaciones
revolucionarias. Por estas razones, las sociedades que a partir de 1930 avanzaron hacia un modelo
económico orientado al mercado interno y fundado sobre premisas de nacionalismo económico,
desde el punto de vista político experimentaron la consolidación de un nuevo actor social que
reclamo su incorporación al sistema político y económico: “las masas de trabajadores” .
La crisis de los años 30’ a llevado a cancelar la inmigración que había entrado desde la
segunda mitad del siglo XIX pero la banca rota agraria expulsa del campo grandes contingentes
humanos que migran a las ciudades y cubrían las necesidades de manos de obra del impulso
industrial. Se produce, un incontenible crecimiento de las urbes, una verdadera explosión urbana. El
índice de urbanización supera al índice de industrialización; es decir, aumenta mas la población de
las ciudades que el numero de empleos generados por la industria. Esta es una causa de rasgos
esenciales del populismo; la población suburbana se multiplica, “las fabelas”, “las villas miserias”,
y “cantegriles”; barriadas construidas con cartones, latas y desechos, son los bordes sombríos del
gran cinturón obrero que ha circundado a Sao Paulo, Buenos Aires y Montevideo. (8)
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No casualmente, Vargas provenía de una familia de hacendados, políticos y militares
gaucha. Antes de dedicarse a la política, fue cadete en la Academia Militar.
En su carrera política influyo decisivamente la perspectiva de Rio Grande do Sul, en donde el
autoritarismo era muy fuerte.:
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Para Boris Fausto (1997) “No tiene en la historia del Brasil otro que se pueda comparar en
rapidez, extensión y profundas consecuencias en la vida nacional. Desde este punto de vista es la
mas importante de la historia de Brasil .”
“Las revueltas de 1924, que comenzaron en Sao Paulo y Porto Allegre fueron
las mas serias, pero los oficiales rebeldes huyeron y se mantuvieron durante
dos años y medio como guerrillas en una marcha de 25000Km por el
interior del país. Se los conoció como la “la columna de Prestes”, un teniente
Rebelde que más tarde lideraría el Partido Comunista Brasileño durante más
Treinta años.” (14)
La revuelta nuevamente fracasa, pero se produce un repliegue de los comprometidos hasta el
Estado de Río Grande do Sul, dirigido por el teniente Miguel Costa. En este Estado, se encuentran
con el ingeniero militar Luís Carlos Prestes, quien estaba construyendo un ferrocarril. Prestes no
pudo participar en el primer alzamiento de los tenientes en Río de Janeiro por encontrase enfermo.
En esta oportunidad, al reorganizarse los insurrectos, emprenden la célebre marcha dirigida por
Prestes, andando por más de 25 mil kilómetros a lo largo del inmenso Brasil, propagando la idea de
la reforma agraria, la justicia social y la esperanza de construir un país mejor. En general, el
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movimiento “tenientista” es considerado en la bibliografía como una manifestación temprana del
militarismo brasileño. Los tenientes participaron de manera decisiva en la Revolución del 1930 y
posteriormente se convierten en aliados integrantes del Gobierno de Getúlio Vargas.
El presidente, con habilidad, los utiliza para designarlos como gobernadores interventores en
los estados, tratando de suplantar el antiguo orden federal vigente durante la Vieja República.
El movimiento liberal encuentra en la causa separatista de Sao Paulo fuerza apropiada para
luchar contra las pretensiones de la dictadura intervencionista. El levantamiento logra despertar el
entusiasmo regional de los habitantes de Sao Paulo y se forma un amplio frente representado por los
diferentes sectores sociales paulista. Por su parte, Vargas la consideró como una “contra revolución,
un movimiento reaccionario que pretendía retrotraer al país a la situación anterior a la Revolución
del 30”
Al final del conflicto se produce un gran acuerdo de conciliación entre el gobierno nacional
y el Estado de So Paulo. El presidente, Getúlio Vargas, por una parte aprovecha la oportunidad para
apartarse de los tenientes y acercarse al ejército nacional dirigido por el general Gois Montero y, por
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la otra, logra ganar el apoyo de representantes de los sectores cafetaleros que habían sido
expulsados del poder por efectos del triunfo de la Revolución de 1930..
La situación indefinida de Vargas como Presidente provisional se ve sacudida por la
Revolución paulista de 1932, y para superar las fracturas políticas y tratar de conciliar nuevamente
al país, se convocan elecciones para formar una Asamblea Nacional Constituyente. El cuerpo
deliberante tenía como finalidad darle piso jurídico a la Revolución del 30, lo que se consigue con
la aprobación de la Constitución de 1934, dando inicio formal a la Segunda República. La nueva
carta magna era de orientación democrática y consideraba la alternabilidad gubernamental cada
cuatro años. Vargas demuestra una vez más su habilidad política, y es designado por el Congreso
para cubrir la presidencia hasta 1938.
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La intervención de los sindicatos le permite a Vargas emprender un amplio plan de
reorganización del movimiento obrero, conocido como la “cuadratura sindical”. Los sindicatos
empiezan a ser organizados desde la cúpula del Ministerio del Trabajo siguiendo una estructura
vertical, en la cual los diferentes gremio, como por ejemplo transporte, banqueros, maestros, etc., no
podían tener la posibilidad de entenderse o comunicarse entre unos y otros. Por otra parte, los
fondos económicos, productos de los ingresos del pago de un día de salario de los trabajadores y la
justicia sindical integrada por un tribunal laboral se encontraban también controlados desde el
Ministerio del Trabajo. Adicionalmente, surge una nueva figura en la estructura organizativa del
sindicato: “el pelego”. Este era un dirigente designado de una manera “disfrazada”, por el
Ministerio del Trabajo, para dirigir los sindicatos y era escogido, por el Ministerio, de una terna
previamente presentada por el sindicato.
A partir de ese momento, empleando la cuadratura sindical, el Estado varguista mantiene un
papel fundamentalmente de desorganización política de la clase obrera, reprimiendo duramente la
vanguardia ¡inicialmente integrada por anarquistas y sus organizaciones partidarias como la Alianza
de Liberación , y al mismo tiempo busca, apoyándose en los obreros, establecer con las clases
medias y la burguesía industrial, un nuevo tipo de relación. Este nuevo tipo de relación es
coordinado por Vargas.
Por parte de la derecha, los efectos del totalitarismo europeo influyen en sectores
conservadores que creen oportuno organizarse ante el temor al comunismo. Plinio Salgado, quien
estudió en Italia, después de regresar a Sao Paulo crea el movimiento “Acción Integralista
Brasilera” de las camisas verdes. Estos grupos fascistas participan de manera activa contra los
sectores de izquierda y rechazo la tentadora oferta de Vargas de un puesto en su gabinete; pero en
1937, ante la indiferencia de Vargas para incorporarlos al gobierno del Estado Novo, asumen la vía
insurreccional, asaltando el Palacio Presidencial. Vargas resiste, la incursión armada hasta que llega
el ejército y controla la situación.
“El gobierno endureció las medidas y el movimiento integrista desaparecio
Cuando Salgado huyo al exilio.”(20)
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El 10 de noviembre de 1937, Vargas, a través de la radio en su programa, “La Hora del
Brasil”, se dirige al país para anunciarle la existencia de un complot comunista, el supuesto “Plan
Cohen”. Con este argumento, el gobernante entierra la Constitución democrática de 1934, e
implanta una constitución reformada que establecía un modelo corporativista, con representación
legislativa de las corporaciones o asociaciones profesionales. Pero nunca llego a aplicarse y Vargas
continúo ejerciendo el poder de manera dictatorial. La misma, la Constitución de 1937, es conocida
como la “polaca”, por su espíritu corporativista y fascista.
“Desde 1938 hasta fines de 1944, el Estado Novo existió con el soporte de
las Fuerzas Armadas, la policía de Vargas y la desorganización,
desmoralización y debilidad de la oposición” […] a diferencia de sus
mentores fascistas europeos, Vargas no organizo un movimiento político que
actuará como soporte de su régimen autoritario, no hubo partido varguista
ni movimiento del Estado Novo. […]En síntesis el Estado Novo fue un Estado
híbrido, no dependiente de ningún apoyo articulado en la sociedad brasileña
y sin una consistencia ideológica básica. Vargas espero asegurar en su
provecho la dirección del cambio social y el crecimiento económico en
Brasil. Mas allá de sus apariencias corporativas el Estado Novo fue una
creación personal.(21)
El Estado Novo varguista, que se extiende hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en
1945. En cuanto a la estructura y modelo del nuevo régimen, sobresalen el surgimiento del alto
grado de fortalecimiento del Estado, centralizado mediante métodos dictatoriales y corporativos, el
culto a la personalidad del “jefe”, Getúlio Vargas, y el empleo de un amplio sistema de propaganda
controlado por el gobierno:
“la censura cubría todos los medios de comunicación y la agencia de
noticias gubernamental (BIP) proporcionaba la versión oficial de los
hechos. Recordaba a Alemania e Italia pero los brasileños se
detuvieron muy cerca de esos extremos”. 22
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Al principio Vargas adopta una política exterior ambigua, tratando de sacar ventajas,
jugando con las potencias involucradas en el desencadenamiento de la guerra, concretamente
entre Estados Unidos y Alemania. Luego, atendiendo a la practicidad de los hechos y
ponderando los intereses del país, se decide por estrechar una alianza estratégica con los
Estados Unidos. Esto le permite a la potencia del Norte establecer bases militares en la
región del Nordeste, en la isla Fernando de Noronha y la base aérea de Pornamirim, la cual
se convirtió en el núcleo de transporte aéreo y vigilancia de los Aliados en el Atlántico Sur y,
en 1943, fue considerado el aeropuerto más activo del mundo. En contrapartida, Vargas
consiguió de Estados Unidos la presencia de la prestigiosa “The Cook Comisión”, integrada
por destacados economistas de las mejores universidades norteamericanas y ampliada con
economistas brasileños. La Comisión recorrió el país entre 1942 y 1943 y elaboró un serio
estudio de factibilidad del desarrollo industrial del país. Posteriormente, se construyó la
importante siderúrgica de Volta Redonda, cerca de Río de Janeiro. La misma se convierte en
la base inicial de sustentación del desarrollo de la industria pesada brasileña.
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intenta conservar el gobierno mediante la formación de grupos “queremistas” subversivamente
apoyado por los comunistas, que pedían su permanencia en el poder. Pero finalmente, el 29 de
octubre de 1945, el Alto Mando Militar le obliga a separarse del cargo.
Vargas es forzado a dejar la presidencia, pero se las ingenia para participar en las elecciones
del 2 de diciembre de 1945. Se postula para el Congreso, apoyado por sus dos partidos, el PTB Y
PSD, buscando la representación de senador por los Estados de So Paulo y Río Grande do Sul y
gana en ambos Estados con amplio margen. 0pta por quedarse como representante de su Estado
natal y de manera estratégica se aleja de la actividad política, viviendo en su estancia en San Borjas.
Desde allí, sigue con cautela los acontecimientos políticos nacionales, y muy ocasionalmente se
dirige al Congreso en Río de Janeiro, donde en largos discursos fija su posición crítica.
Citas bibliográficas
17
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Populismo y neopopulismo en América Latina. El problema de la cenicienta. Buenos Aires, Eudeba,
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13. WEFFORT, F. “El populismo en la política brasileña” en Les Temps Modernes. Paris. Fascículo
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21. SKIDMORE, T. Politics in Brazil 1930-1960. An experiment in democracy. New York, Oxford
Univerity Press 1987. pp. 3
18
22. ob. Cit en 14 pp. 186
Bibliografía
Bibliografía General.
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Bibliografía específica.
WEFFORT, F. “El populismo en la política brasileña” en Les Temps Modernes. Paris. Fascículo
257. 1967. Traducido por Andrea Poggi y Mario Alberto Petrone; supervisado por Maristella
Svampa.
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