Mecanismos de Acción de Desemulsificantes

Comúnmente el primer paso en el tratamiento de una emulsión es la adición de

compuestos desemulsificantes. Son compuestos formulados con varios productos
químicos, tales como glicoles y resinas polioxialquilénicas.

El mecanismo de acción de los desemulsificantes consiste en romper y desplazar la

película de agente emulsificante que rodea a la gota de agua (floculación) y
aumentar su tensión superficial y la atracción molecular propiciando la coalescencia,
que consiste en un fenómeno irreversible en el cual las gotas pierden su identidad,
el área interfacial se reduce y también la energía libre del sistema. Rara vez un solo
compuesto actúa como agente floculante y coalescente; son generalmente dos o
más compuestos los que intervienen en la formulación de un desemulsificante.

Otra propiedad deseable en un desemulsificante es la capacidad para humectar los

sólidos presentes en la emulsión, para que sean incorporados en el agua separada.
La adición del reactivo debe hacerse en un punto desde el cual la difusión garantice
un contacto íntimo entre el reactivo y las gotas de agua en dispersión. Puede
inyectarse en el fondo del pozo, en el cabezal del pozo, en la batería de recolección
o en la planta de deshidratación y desalado.

Aplicación

Otras aplicaciones de los desemulsificantes son para mejorar la eficiencia del

bombeo neumático en pozos productores de aceite y en la transportación de aceite
pesado, donde el reactivo rompe la espuma y la emulsión haciendo el aceite más
fluido.

Finalmente, con la adición de calor puede removerse hasta un 95% del agua
presente en el aceite. La remoción del agua residual es mucho más difícil y deben
usarse medios, tales como el campo eléctrico y otros.

Dosis

La dosificación de reactivo varía ampliamente según la estabilidad de la emulsión

con las condiciones de temperatura, etc. Las dosificaciones más comunes en
nuestro país son de 1 a 5 galones de reactivo por cada 1000 barriles de emulsión
(GMB).