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Misión Barrio Adentro:

Misión Barrio Adentro es un programa social que comenzó a ser promovido por el
expresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez con ayuda del
gobierno de Cuba, que se caracteriza en la utilización de médicos cubanos y
venezolanos, para ofrecer servicios de salud a la población venezolana en las zonas
pobres del país (llamados, barrios), en ambulatorios pequeños construidos y dotados de
insumos médicos en zonas inaccesibles y que quedan lejos de los hospitales. El
gobierno anunció la aplicación del Barrio Adentro II, que consiste en ampliar los servicios
médicos, con la construcción de ambulatorios más grandes, mientras que en 2005 se
creó Barrio Adentro III que consiste en la construcción de 600 Centros Diagnósticos
integrales y 600 Salas de Rehabilitación integral, en el 2006 se inicia Barrio Adentro IV
con la inauguración de centros especializados como el Hospital Cardiológico Infantil en
Caracas.
Antecedentes:
Desde 1958 el acceso a programas sociales dependía, en la práctica, de ciertos
organismos (partidos políticos, centrales sindicales, fuerzas armadas) y se concentraba
en el ámbito urbano. La inversión pública en servicios de salud se redujo, limitando el
efecto de los programas de salud en la población rural y las poblaciones urbanas
marginales, estas últimas aumentando cada año. Ante la deficiencia en aumento de los
servicios de sanidad pública, fue aumentando la sanidad privada. El total camas en
hospitales públicos pasó de 3,46 por mil habitantes en 1963 a 3,06 en 1973, mientras
que las camas en hospitales privados pasaron de 0,43 a 0,46. Durante la década de
1970 la sanidad pública se fragmentó, llegando a estar dividida en más de 100
organismos.1 Además, durante las décadas de 1960 y 1970 la población sufrió un
empobrecimiento generalizado.
La combinación del deterioro de la sanidad pública y el aumento de la pobreza conllevó
problemas de salud generalizados: entre 1968 y 1973 la tasa de mortalidad infantil pasó
de 46,7 a 53,7 por mil nacidos vivos registrados, llegando a 94,6 en Valencia, en Ciudad
Guayana la diarrea pasó a ser la primera causa de mortalidad.2 A partir de la década
de 1980, el financiamiento de la sanidad pública decreció drásticamente, trasladándose
el servicio a la sanidad privada. Esto, junto a un sistema de recuperación de costes en
la sanidad pública, que requería pagos en centros públicos para el acceso a la atención
en ambulatorios y hospitales. 3
Inicios: el Plan Barrio Adentro
A partir de 1999, el Gobierno de Hugo Chávez comenzó a aumentar la inversión en
sanidad y detuvo el proceso de privatización. Esta inversión se facilitó mediante el uso
de los ingresos obtenidos de la extracción de petróleo.4 Los servicios de salud se
transformaron siguiendo el modelo de atención primaria de salud (APS)5 y siguiendo los
principios de la Carta de Ottawa la Carta de Bangkok y la Declaración del Milenio. 6
En 2002, la Federación Médica Venezolana organizó un paro nacional del gremio
médico para exigir mejoras salariales. El acceso a la atención sanitaria se vio afectado
en el país y, en especial, en la zona metropolitana del Gran Caracas. Muchos de los
ambulatorios permanecieron cerrados y aquellos que abrían algunos días a la semana
exigían una «colaboración» económica para ser atendido.7
Paralelamente, el Instituto de Desarrollo Local (IDEL) del municipio Libertador de
Caracas realizaba un estudio para determinar las necesidades de su población, que
fueron determinadas en la falta de transporte para llegar a un hospital en caso de
emergencia, la desnutrición causada por falta de alimentos y la falta de espacios para
la recreación. Para ponerle solución, en enero de 2003 el alcalde Libertador trató de
poner en marcha un nuevo programa de atención sanitaria en los barrios. Sin embargo,
la Federación Médica Venezolana presionó para que nadie se presentara a la
convocatoria de plazas del programa, por lo que no se presentaron suficientes médicos.
Por ello, en febrero, la alcaldía contactó con la Embajada de Cuba en Venezuela para
solicitar el apoyo de la Misión Médica Cubana que venía prestando atención humanitaria
en Venezuela desde 1999 debido a la tragedia de Vargas. La Embajada aceptó y se
firmó un acuerdo de cooperación.8
En marzo de 2003 llegó un equipo de tres médicos a Caracas para trabajar con el IDEL
en el diseño de un plan para llevar 50 médicos cubanos para prestar atención sanitaria
en diez parroquias del municipio Libertador. Este fue el Plan Barrio Adentro, haciendo
referencia a la entrada en profundidad en los barrios marginales.9 En abril llegaron los
médicos cubanos, que fueron alojados por la comunidad y mantenidos por los miembros
de los comités de salud y los vecinos.10 Tras un mes de programa en funcionamiento,
se incorporaron 100 médicos a otros barrios del municipio Libertador y se amplió a otras
zonas de Caracas, como el municipio Sucre.11
Fundación de la Misión:
En diciembre de 2003, el Gobierno de Hugo Chávez decidió constituir Barrio Adentro
como Misión Social y aplicarlo a nivel nacional para hacer llegar la atención sanitaria a
todo el país.12
Objetivos:
La Misión Barrio Adentro es una propuesta de la Atención Primaria de Salud (APS),
creada como política de Estado, bajo la administración del presidente Hugo Chávez,
para dar respuesta a la necesidad de acceso a los servicios de salud.
El 10 de abril de 2007, se realizó el acto de grado del primer grupo de 1.013 especialistas
en Medicina General Integral venezolanos. Estos médicos comenzarán a trabajar
conjuntamente en los Consultorios Populares con los médicos cubanos, y forman parte
del primer grupo de especialistas formados para Barrio Adentro I. Fueron formados
desde el 14 de julio de 2004 hasta el 31 de marzo de 2007, en los diferentes estados
del país, siendo los estados con el mayor número de participantes Zulia, Carabobo y
Aragua.
Así mismo se preparan en pregrado de Medicina Integral Comunitaria (MIC) una
cantidad considerable de venezolanos que por diversas razones no consiguieron entrar
en el sistema formal de educación superior.
Consultorios populares:
Los consultorios populares son los principales puntos de atención de la misión. También
existen los puntos de consulta, que son espacios preexistentes que son acondicionados
para prestar atención médica. Cada consultorio popular está diseñado para dar
cobertura sanitaria a entre 250 y 350 familias. Para ello cuentan con un médico de
familia, un promotor de salud y una organización social de apoyo, como un comité de
salud.13 Los consultorios son además un punto de distribución gratuito de
medicamentos básicos14 y de promoción de la salud mediante actividades culturales y
deportivas.
Ambulatorios rurales y urbanos:
Los ambulatorios rurales y urbanos son las instalaciones convencionales del Ministerio
de Salud.
Clínicas populares
Las clínicas populares son los centros de atención médica especializada. Estas están
planificadas para dar cobertura a una población de 75.000 habitantes, excepto en zonas
especiales como comunidades indígenas.
Centros diagnósticos
La red de centros diagnósticos se compone de Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y
Centros de Alta Tecnología (CAT). Estos prestan servicio de apoyo diagnóstico y
garantizan asistencia médica de emergencia las 24 horas. Los CAT son centros que
cuentan con equipos de alta tecnología para el diagnóstico. La Misión planifica al menos
un CDI por municipio y un CAT por estado.
Salas de rehabilitación
Las salas de rehabilitación integral prestan servicio de fisioterapia y rehabilitación para
pacientes referidos desde los consultorios populares y los Centros de Diagnóstico
Integral.18
Salas de odontología
Las salas de odontología prestan atención odontológica de forma gratuita. Se planifica
una de ella por cada 3 o 4 consultorios populares.
Boticas populares
Las boticas populares venden medicamentos que quedan fuera del conjunto de
medicamentos gratuitos. Estos tienen un subsidio del 85%. Muchas de estas boticas se
construyeron en el interior de los mercados de la Misión Mercal.
Vacunatorios
Los vacunatorios prestan el servicio de vacunación. En 2006 se habían abierto 630
vacunatorios como parte de la Misión.
Ópticas
Las óptimas cuentan con servicio de optometría y distribución gratuita de gafas.
Críticas
Se alega que al momento de la creación de la Misión, el país ya contaba con una red
de ambulatorios que si bien estaba abandonada, recibiendo las inversiones adecuadas
podría prestar el servicio que requiere la población.22 En el 2017, Miami Herald publicó
un artículo reportando que tres grupos de médicos que abandonaron la misión y fueron
entrevistados declararon que se veían obligados a falsificar reportes de pacientes y a
desechar medicamentos debido a que el programa demandaba una cuota diaria de
pacientes que no siempre era cumplida, y a que inspecciones regulares requerían que
los suministros de insumos correspondiesen a los pacientes atendidos.
¿Cómo es el Sistema de Salud Venezolano?
La pregunta que es necesario hacerse es: ¿Existe realmente un SS en Venezuela? Si
nos atenemos a las características arriba identificadas, debemos concluir
negativamente, es decir, NO existe un SS en Venezuela. Veamos:
Financiamiento: Las dificultades para establecer los volúmenes de recursos financieros
destinados a salud desde el erario público, es decir para el supuesto Sistema Público
Nacional de Salud (SPNS), son comunes a muchas otras inversiones públicas: la
información no es fidedigna ni confiable. Por otra parte, las cifras del BCV lo que nos
muestran es que la mayor parte del gasto proviene del bolsillo de los usuarios, es decir,
es de naturaleza privada lo cual, en el caso del SPNS, resulta en una perversión: se
muestra como público y, en realidad, es privado. Lo que queremos decir es que la
naturaleza del SS no la define la propiedad de los establecimientos que prestan
servicios, sino el origen de los fondos que lo financian y, en nuestro caso y
contrariamente a lo establecido en la Constitución de 1999, el financiamiento de los
servicios que se prestan es fundamentalmente privado.
Prestación de servicios: A partir de 1999 el deterioro de la infraestructura y la
insuficiencia de los insumos (tecnología y medicamentos, por ejemplo) ha sido de tal
magnitud, que hoy día los servicios que se pueden prestar son escasos, carentes de
garantía y de dudosa calidad. Esto último, atribuible al lamentable fracaso de la
formación de Médicos Integrales Comunitarios cuya evaluación, ampliamente difundida
por diversos medios, ha resultado ser altamente insuficiente en relación con las labores
que les fueron encomendadas en hospitales y centros de salud. Es decir, este personal
ha sido objeto de una estafa al no proporcionársele los conocimientos indispensables y
al ofrecérsele una actividad en nada acorde con la calidad real de su entrenamiento.
Rectoría: Es supuestamente ejercida por el Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS) en estos momentos. Desde el año 2000 cuando se firmó por primera vez el
convenio de cooperación Cuba-Venezuela, se instauró la Misión Médica Cubana (MMC)
la cual se instituyó como una autoridad paralela en salud, de forma que la función rectora
se escindió porque, a pesar de las recomendaciones e intentos de unificar la red de
establecimientos en torno a esta “nueva” iniciativa, lo que se consolidó fue una mayor
desintegración de los servicios y muchas veces su segmentación, al especializar
algunos de ellos en la atención exclusiva de ciertos tipos de población, como es el caso
de los militares. Ese Ministerio ha cambiado de nombre tres veces, pero, a pesar de que
se podría sospechar que tales cambios obedecen a enfoques novedosos de la salud, lo
que realmente ocultan es el desmantelamiento de sus cuerpos técnicos por personal
muy poco capacitado, que es incapaz de demostrar su liderazgo científico y mucho
menos político.
“La naturaleza del SS no la define la propiedad de los establecimientos que prestan
servicios, sino el origen de los fondos que lo financian”
El Sistema de Salud en Venezuela
“Contrariamente a lo establecido en la Constitución de 1999, el financiamiento de los
servicios que se prestan es fundamentalmente privado.”
Un elemento adicional es la ausencia de un marco legal. A pesar de haber sido
formulado en sus lineamientos y principios generales como un sistema de cobertura
universal, sin pago directo por parte del usuario y de alta calidad, ninguna de estas
condiciones se cumple, como ha sido ampliamente mostrado. La inexistencia de este
marco legal constituye una abierta y cínica burla a la Constitución de 1999 y muestra,
además, la profunda desinstitucionalización de la que ha sido objeto el sector.
“A partir de 1999 el deterioro de la infraestructura y la insuficiencia de los insumos ha
sido de tal magnitud que hoy día los servicios que se pueden prestar son escasos,
carentes de garantías y de dudosa calidad”
El Sistema de Salud en Venezuela:
¿Qué es, entonces, lo que tenemos?
No tenemos un SPNS sino un conjunto de establecimientos, de propiedad privada unos
y de propiedad pública la mayoría.
Los establecimientos de propiedad pública en realidad funcionan, cuando lo hacen,
dentro de la lógica de lo privado, según la cual los gastos (comida, lencería, limpieza y
otros) corren por cuenta del usuario, sin que el Estado sienta ni reconozca compromiso
alguno con los ciudadanos que se ven forzados a la utilización de estos
establecimientos.
¿Y Barrio Adentro qué?
Ya desde 2007 el difunto Chávez reconoció el fracaso de este sistema, inicialmente
diseñado como Atención Primaria de Salud y el cual se fue haciendo cada vez más
complejo, para justificar cuantiosas inversiones que nunca cumplieron los fines para los
cuales fueron hechas, como es el caso de la remodelación y construcción de nuevos
establecimientos de salud (Barrio Adentro III y IV). Ya varias investigaciones han
mostrado la gran ineficiencia y corrupción que impera en la Misión Barrio Adentro y cómo
ella ha sido simplemente un mecanismo de control político y social de la población más
depauperada con el objeto de pacificarla, haciéndole creer que el gobierno se ocupa de
ella. Es indispensable que los ciudadanos reaccionen frente a esta estafa, así como está
ocurriendo con el chantaje de los alimentos.
¿Qué hacer a futuro?
Diseñar un SPNS, de acuerdo a lo establecido en la Constitución, que cumpla con los
siguientes requisitos:
Ser de naturaleza pública, es decir, financiado con recursos del Estado en el cual los
usuarios entiendan que el mantenimiento y mejoramiento de dicho Sistema cuesta
mucho dinero y que para ello es importante el pago oportuno de sus impuestos y
contribuciones a la seguridad social, redefinida ésta última con base en la ciudadanía y
no en el vínculo laboral. Es indispensable transmitirle al usuario que no solamente recibe
prestaciones, sino que él es un administrador de sus fondos y, por tanto, relativamente
responsable de su eficiencia, su eficacia y su equidad.
Estar basado en la idea de que usuarios, prestadores de servicios y proveedores de
insumos, son sus actores fundamentales y que a ellos corresponde, con la indispensable
participación del Estado, definir las políticas y los arreglos institucionales necesarios
para el cumplimiento de los fines que se establezcan para el Sistema.
Ser de cobertura universal, es decir, para todos los habitantes del país, sin distinciones
de ninguna naturaleza y con la mejor calidad posible. Basado en el fortalecimiento de la
Atención Primaria de Salud (APS) como puerta de entrada al Sistema y disponiendo de
los recursos humanos ampliamente calificados para el desempeño de lo que debe ser
la más importante función del SPNS: la recepción, cuidado, atención y eventual
referencia de los usuarios.
Estar bajo la rectoría de un Ministerio de Salud, técnicamente competente, con los
mejores talentos del país, de Venezuela, que acompañe y asista a las entidades
federales en el proceso de administrar las competencias descentralizadas que les sean
transferidas desde el Gobierno central, consolidando de esta manera su liderazgo
político y científico en salud.
Editor: Jorge Días Polanco Investigador del CENDES-OVS

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