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El ASILO Y LA
EXTRADICCION
Por un lado debemos de mencionar que el Asilo constituye una institución muy antigua,
pues su existencia data por lo menos 3 500 años A.C , cuando entidades similares a los
países modernos con fronteras claramente delineadas empezaron a formarse en el Medio
Oriente, los líderes de esas zonas acordaron varios tratados al respecto.
El asilo fue reconocido por primera vez bajo la ley romana en el siglo IV D.C., y su
cobertura geográfica se fue extendiendo gradualmente. En el siglo VI, el emperador
Justiniano-en anticipación a las leyes modernas sobre el asilo-limitó el privilegio para la
gente que no fuese culpable de crímenes graves.
Hoy en día el Asilo es reconocido a nivel mundial, como una institución de protección y
acogida para aquellos desplazados que buscan refugio en un país ajeno al suyo, pues, al
no encontrar seguridad jurídica y ante una amenaza inminente contra su integridad psico-
física-moral, deciden abandonar, ya sea su país de nacionalidad o de su residencia
habitual.
Mientras que con respecto a la Extradición, muchos autores sobre todo los que acogen
la doctrina clásica definen a la extradición como el acto por el cual un Estado solicita a
otro la entrega de una persona que posee un proceso penal abierto o para la ejecución de
una condena, de allí que se aprecie varias clases de extradición pero que en nuestro país
conforme a ley reconoce dos: una extradición activa, cuando la reclamación o solicitud
de entrega del presunto delincuente o condenado se dirige al Estado en el que se
encuentra, y la extradición pasiva que tiene lugar cuando la reclamación o solicitud de
entrega del presunto delincuente o condenado realizada por otro Estado se recibe en el
Estado en el que se encuentra.
La finalidad última de la extradición viene constituida por la entrega del reo refugiado en
un país, hecha por el gobierno de éste a las autoridades de otro país que lo reclaman para
juzgarlo y, en su caso, castigarlo. Sólo se concede en cumplimiento de un tratado o Ley,
atendiendo al principio de reciprocidad mientras que su naturaleza la encontramos en
virtud al derecho internacional por cual un Estado al hacer entrega de una persona, sea su
connacional o no, cede sus derechos soberanos sobre él, y por tanto, el Estado que
recepciona a dicha persona adquiere el derecho de juzgarle o ejecutar la pena o medida
de seguridad.
Teniendo en consideración lo antes dicho, es necesario mencionar que existe una relación
bastante vinculada entre ambas instituciones, inclusive en algunas oportunidades hay
cierta convivencia conflictiva o contradictoria por lo cual cada uno de estos tópicos ha
sido conceptualizado de la manera más concreta a fin de que sea del entendimiento y
compresión cabal para todos los lectores.
EL ASILO
1. Definición
La palabra Asilo etimológicamente deriva de la palabra griega ásylon que significa
“sitio inviolable”, de “a”, privado y “silaein”, despojar, quitar. Además, procede del latín
“asylum”, que deriva del griego “ásylon”, que significa “lugar de donde nadie puede ser
sacado por la fuerza”.
Por otra parte, autores como el argentino abogado y diplomatico Lucio M. Moreno
definen el proceso de asilo como “Es el que un Estado concede, sin distinción de
nacionalidad en determinados lugares amparados por la inmunidad real, embajadas o
legaciones, campamentos militares, buques de guerra o aeronaves militares a aquellos
individuos que perseguidos por o convictos de delitos de naturaleza política o conexos
con ellos, arriesgan su vida o libertad en un país convulsionado”.
Según Manuel Osorio: “En los siglos pasados se daba ese nombre a los lugares que
tenia el privilegio de refugiar a los delincuentes perseguidos por la justicia que no podían
ser sacados de ellos por la fuerza, porque otra cosa habría significado una profanación
pues tales asilos estaban referidos a lugares sagrados. Subsiste tan sólo en el Derecho
Internacional Público, especialmente en los países latinoamericanos, a efectos de que los
delincuentes políticos se asilen en los locales de las representaciones diplomáticas de
otros países que los admita y de los cuales no pueden ser sacados sin autorización del
representante diplomático por ser ello consecuencia de la ficción de la extraterritorialidad
diplomática. Llámese también asilo el que concede algunos países a los perseguidos ( o
temerosos de serlos) de otros países, por razones políticas y que buscan refugio en
aquellos”.
Mientras que el periodista, abogado y profesor Santiago Vaca Guzmán expone que
“Por asilo consideramos la inmunidad de que un sindicado goza dentro del territorio de
un estado; por refugio, el lugar determinado que sirve de residencia. Algunos publicistas
conceptúan que el derecho de asilo no existe sino para los delincuentes políticos, opinión
inexacta, pues el asilo se otorga indistintamente a los delincuentes que arriben a un
territorio, y no se suspende sino mediante el ejercicio de los derechos de expulsión o
extradición”.
Según Karl Strupp, abogado alemán especializado en derecho internacional y derecho
internacional privado considera que “El derecho de asilo es el derecho fundado en la
costumbre Internacional de sustraer a la soberanía de un estado a personas inculpadas o
condenadas por las autoridades territoriales. En Europa este derecho es admitido
solamente en los buques de guerra; En América Central y Septentrional es a veces
concedido a personas que por razones políticas se refugian en hoteles de la legación de
un Estado extranjero”.
2. Características
Existencia del Refugio Físico y del Asilado: el lugar del asilo puede ser el
territorio de un Estado asilante, o también su sede diplomática, naves y aeronaves
de guerra o campamentos militares. Pero el hecho de que una persona ingrese a
estos lugares solicitando el asilo no configura por si solo la institución. Luego del
hecho físico, es necesario que el Estado asilante otorgue el amparo jurídico.
3. Tipos de asilo
a. Asilo Diplomático
Esta institución por ahora no tiene base en el derecho internacional universal y solo
está consagrada en algunos tratados latinoamericanos sobre asilo diplomático y en normas
regionales de derecho internacional consuetudinario sobre el asilo.
Por lo tanto, debe quedar bien claro que fuera de América Latina, esta institución no es
reconocida como una institución de derecho internacional consuetudinario y tampoco
existen convenciones internacionales fuera de las que analizaremos dentro del continente
latinoamericano.
Esto no quiere decir que no hayan existido intentos para codificar el asilo diplomático
y concluir un tratado de alcance universal en la materia, tanto en el ámbito de las Naciones
Unidas como en otros foros..
Esta práctica fue convirtiéndose desde fines del siglo XIX en una serie de
convenciones que abarcan desde un número reducido de Estados, como es el caso del
Tratado de Derecho Penal de Montevideo de 1889 o el Tratado sobre Asilo y Refugio
Político de Montevideo de 1939, hasta llegar a las convenciones celebradas en el marco
del sistema interamericano, como la Convención sobre Asilo Político adoptada en La
Habana en 1929, la Convención sobre Asilo Político celebrada en Montevideo en 1933 y
finalmente la Convención sobre Asilo Diplomático de Caracas de 1954, de la cual
Uruguay es miembro.
Por lo tanto, puede asegurarse, siguiendo a Edmundo Vargas Carreño, que “en la
actualidad, para los Estados latinoamericanos, el asilo diplomático es una institución
vigente, con fundamentos tanto en el derecho convencional como en el consuetudinario”.
Pues quien otorga el asilo diplomático es el Estado al cual se solicita el mismo, el cual
no está obligado a concederlo ni explicar porque lo niega.Una vez concedido el asilo, el
Estado territorial está obligado a respetarlo, debiendo otorgar el respectivo salvoconducto
para la salida del asilado a otro Estado, que no tiene por qué ser necesariamente el Estado
que otorgó el asilo.
b. Asilo Territorial
Esta institución también es muy antigua pero a nivel universal no existe ninguna
convención relacionada con el mismo. Las Naciones Unidas intentaron en 1977 concretar
una convención pero no lo lograron.
En cambio, esta institución tiene en América Latina una base convencional desde
mediados del siglo pasado, la Convención de Caracas de 1954 sobre Asilo Territorial, de
la cual forman parte Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Haití, México, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
A ella se le agregó el artículo 22 numeral 7 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) de 1969, que dispone que toda
persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero en caso de
persecución por delitos políticos o comunes conexos con los políticos y de acuerdo con
la legislación de cada Estado o los convenios internacionales.
Son miembros de este Pacto la totalidad de los países latinoamericanos menos Canadá
y Estados Unidos, pero se han adherido al mismo Barbados, Dominica, Granada y
Jamaica.
Todos estos instrumentos, en forma muy similar, reconocen el derecho de buscar asilo
pero no el de obtenerlo; sólo pueden beneficiarse del mismo quienes son perseguidos por
motivos o delitos políticos. Quienes otorgan el mismo son las autoridades del país que lo
concede y la consecuencia más importante es la obligación de no devolver al asilado al
país que lo reclama, aunque en América Latina este principio ha sido violado muchas
veces durante la época de las dictaduras militares.
El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos
derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la
participación política, el derecho de asociación, etc. Sin embargo, hay cuatro derechos
que están especialmente protegidos con esta garantía:
El derecho a la vida. Por cuanto que en muchos casos quien solicita asilo es
persona que, en el país del que procede, corre grave peligro de ser asesinada.
5 Procedencia e improcedencia.
5.1.Procedencia
5.2.Improcedencia
2. Características
3. Tipos de extradición
a) Extradición activa
Se da en los casos en los que es el Estado el que solicita a otro país la entrega de una
persona, cuando se habla de extradición se habla también del Estado requerimiento o
solicitante, el Estado requerido y el extraditable, que es el presunto infractor de la ley.
El trámite para la extradición activa, esto es, cuando el Estado requirente, solicitando
a otro la entrega de una persona que se encuentra en su territorio, bien para juzgarla o
para que cumpla la pena que le ha sido impuesta, se inicia con la solicitud del juez de
control a la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, previa instancia del
Ministerio Público, cuando este sujeto procesal tuviere noticias de que un imputado al
cual se ha dictado una medida cautelar de privación de libertad, se halla en país extranjero.
En caso de fuga de quien esté cumpliendo condena, el trámite ante la Sala Penal debe
iniciarlo el Juez de Ejecución, lo cual es lógico, pues con base en las previsiones del
Código adjetivo, corresponde al juez de ejecución, entre otras atribuciones, velar por la
ejecución de las penas y medidas de seguridad impuestas mediante sentencia firme, por
ello debe ser ese funcionario judicial el legitimado para solicitar el inicio del trámite de
extradición si se requiere el cumplimiento de la pena impuesta no ejecutada o la pena
cuyo cumplimiento se hubiere quebrantado.
Verificada la aprehensión del solicitado este debe ser presentado ante el juez que la
ordenó, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, con el fin de ser informado sobre
los motivos de su detención y garantizar el derecho a la defensa.
b) Extradición Pasiva
Es necesario que, contra esa persona, en el país se haya presentado acusación y dictado
una medida de coerción privativa de libertad. La petición de extradición la hace el
Ministerio Público o las partes, y el juez o tribunal apoderado la solicita o no.
c) Extradición Voluntaria
Tiene lugar cuando el individuo reclamado se entrega por cuenta propia, sin formalidades.
d) Extradición Espontánea
Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no
esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley. Su aplicación básica es el Principio
de Doble incriminación y como garantía rige para las extradiciones activas y pasivas.
El Principio de Inocencia
Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del Juez o por las
autoridades policiales en caso de flagrante delito. Se vincula con la extradición por que
ésta se genera por autoridad judicial. Igualmente en el caso de la extradición pasiva la
detención solo puede ser dispuesta por el Juez.
Cuidado con esta disposición, por cuanto el artículo 523 inciso 1 b) referido a la
extradición pasiva va a permitir el arresto provisorio de una persona perseguida por la
autoridad de un país limítrofe, aun cuando el Juez peruano no haya dictado resolución
alguna.
Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a tortura o a
tratos inhumanos o humillantes. La existencia de posibles actos que afecten moral, física
o psíquicamente a una persona se reflejan también en la facultad de denegar una
extradición si es que se comprueba esta situación. La prohibición de la incomunicación,
ya que siendo aplicable solo en caso de ser indispensable para el esclarecimiento de un
delito, y como la extradición no persigue por si esclarecer delitos sino asegurar la
presencia de la persona no justifica que se incomunique al extraditable.
5. Procedencia e improcedencia
5.1.Procedencia
5.2.Improcedencia
a) En relación al Estado:
Si el Estado requirente no tuviera jurisdicción o competencia para juzgar el
delito.
Si el extraditado hubiere de responder en el Estado requirente ante tribunal de
excepción.
Si el proceso al que se le va a someter no cumple las exigencias internacionales
del debido proceso.
Si existen especiales razones de soberanía nacional, seguridad u orden público
u otros intereses esenciales del Perú, que tornen inconveniente el acogimiento
del pedido.
Si el Estado requirente no diere seguridades de que se computará el tiempo de
privación de libertad que demande el trámite de extradición, así como el tiempo
que el extraditado hubiese sufrido en el curso del proceso que motivó el
requerimiento.
Si, en el caso que el delito por el que se solicita la extradición tuviere pena de
muerte en el Estado requirente, éste no diere seguridades de que no será
aplicada dicha condena.
b) En relación al extraditable
Si el extraditado ya hubiera sido absuelto, condenado, indultado, amnistiado o
sujeto a otro derecho de gracia equivalente.
c) En relación al delito:
Ausencia de doble incriminación: Si el hecho materia del proceso no constituye
delito tanto en el Estado requirente como en el Perú.
Falta de gravedad en la conminación legal: Si en ambas legislaciones no se
tenga prevista una conminación penal, en cualquiera de sus extremos, igual o
superior a una pena privativa de prisión de un año.
Prescripción de la acción penal o de la pena: Si hubiera transcurrido el término
de la prescripción del delito o de la pena, conforme a la Ley nacional o del
Estado requirente, siempre que no sobrepase el término de la legislación
peruana
Si el delito fuere exclusivamente militar, contra la religión, político o conexo
con él, de prensa, o de opinión. La circunstancia de que la víctima del hecho
punible de que se trata ejerciera funciones públicas, no justifica por sí sola que
dicho delito sea calificado como político. Tampoco politiza el hecho de que el
extraditado ejerciere funciones políticas. De igual manera están fuera de la
consideración de delitos políticos, los actos de terrorismo, los delitos contra la
humanidad y los delitos respecto de los cuales el Perú hubiera asumido una
obligación convencional internacional de extraditar o enjuiciar.
Si el delito es perseguible a instancia de parte y si se trata de una falta.
Si el delito es de índole tributario, salvo que se cometa por una declaración
intencionalmente falsa, o por una omisión intencional, con el objeto de ocultar
ingresos provenientes de cualquier otro delito.
Si la demanda de extradición motivada por una infracción de derecho común
ha sido presentada con el fin de perseguir o de castigar a un individuo por
consideraciones de raza, religión, nacionalidad o de opiniones políticas o que
la situación del extraditado se exponga a agravarse por una u otra de estas
razones.