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Lactancia Materna modo natural y principal

de alimentar a los bebés

Empatía y desarrollo emocional son dados al bebé como legado mediante la leche
materna. Amamantar, es cierto, es un acto natural de alimentación y preservación
de vida -la de la madre y la del bebé-. Pero sobre todo, es un acto de comunicación
real, una reciprocidad e interactividad en la que ambos crecen, basada en el
contacto, olor, sabor, miradas y el inicio de un diálogo que luego se producirá a
través de las palabras.

A través del pecho, la madre le dice al bebé: -Yo te amo. Yo te protejo. Yo te cuido.
Ese es el mensaje que le envía al recién nacido. Además de darle la satisfacción de
la alimentación que le hará fuerte desde el punto de vista inmunológico y
psicológico, también le aporta el sosiego de sentirse protegido, amado y seguro.

Así lo explica Claudia Cristina Sánchez. Médico pediatra U.C., con postgrado en
Pediatría de la Universidad de Carabobo, Consejera y capacitadora de Lactancia
Materna acreditada por organismos internacionales. Directora general y fundadora
del Centro de Estudios de Lactancia Materna (Celacma) y del grupo de apoyo a la
lactancia materna Mamis que amamantan. Es fundadora de la Red Mundial de la
Lactancia Materna.

“La lactancia materna es la opción primaria y fundamental por la que debe optar
toda madre a la hora alimentar a su bebé, al respecto sigue presentándose mucha
desinformación y malas prácticas en la población en general y lo que es peor en
algunos profesionales de salud que tienen relación directa con las madres y los
neonatos”.

Explica la especialista que en la difícil situación país que nos corresponde enfrentar
la lactancia materna es la opción básica y primaria a considerar por las futuras
madres y quienes ya lo son para alimentar a hijos de 0 a 6 meses de edad, esta es
la opción natural, por tanto, la más sana y la de menor costo económico que produce
los mejores efectos nutritivos y psicológicos para la madre y el niño.

Comenta la doctora Sánchez que, sin embargo, existen malas prácticas alimenticias
en oportunidades decididas por la madre o peor aún recomendadas por algunos
profesionales de la salud que sugieren cosas como: dar a los lactantes leche cruda
derivada de otros mamíferos y/o de vegetales y semillas; alimentar con leche entera
a diluciones adecuadas o inadecuadas; aportar al lactante agua de coco, de avena,
de plátano u otros e iniciar la alimentación complementaria precozmente.

Todas estas malas prácticas de alimentación traen como consecuencia desnutrición


grave, enfermedades infecto-contagiosas y muerte. Ante esta realidad tan
dramática, la consejera de lactancia materna recomienda educar en materia de
lactancia materna a los profesionales de la salud y a las madres para que se
promueva y apoye la relactancia en este grupo de madres, para que así puedan
lograr amamantar y le ofrezcan a su bebé el mejor alimento posible y el más la
leche materna.

Insistiendo en que la relactancia siempre es posible, siempre y cuando sea guiada


por los conocimientos de un experto en lactancia materna. Con la relactancia, se
puede lograr disminuir los riesgos de enfermedad y muerte en el lactante.

Recalca la doctora Sánchez cualquier bebe que presentes déficit de peso y talla con
sólo alimentarse con leche materna durante los primeros seis meses puede obtener
los resultados óptimos esperados.

La leche humana le aporta a los pequeños los nutrientes necesarios para prevenir
enfermedades. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses “es la forma de
alimentación óptima para los lactantes” y se recomienda continuarla hasta los dos
años, ofreciéndoles a los bebés alimentos complementarios para cubrir sus otras
necesidades nutricionales.

Esta institución recomienda darles leche humana a los bebés, sin ni siquiera agua
o infusiones durante este primer período.

Muchos médicos y organizaciones no gubernamentales como Celacma impulsan


campañas a favor de la lactancia materna, apoyadas en buena medida por los
medios de comunicación donde se hace énfasis en destacar que amamantar
debería ser siempre la primera opción y no al revés por no encontrar fórmulas o por
no poder costearlas.

Néctar de vida

La leche tiene distintas fases y, de acuerdo con la edad y la condición que presente
el niño, se le debe suministrar calostro, leche de transición o leche madura. En cada
momento la leche materna presenta características nutricionales distintas. El
calostro es más rico en calorías y grasas, un neonato bajo de peso, puede ser que
sea la que le tenga que suministrar.

Apunta la consejera cuando los niños tienen un peso menor al que les corresponde
por su edad de acuerdo las tablas, la leche materna les ayuda a tener una
recuperación efectiva y contribuye en la prevención de muchas enfermedades por
los anticuerpos que suministra.

La doctora observa con preocupación que existen mitos y malas prácticas que son
obstáculos para la lactancia materna.

Entre estos se destaca la ignorancia generalizada: si la mamá no confía en sí misma


ni en la calidad de su leche, entonces se vuelve un proceso muy complejo.
Las situaciones adversas también juegan en contra de la lactancia materna. Si las
mamás están sometidas a una gran cantidad de estrés, sea porque el bebé nació
prematuro o porque no consigue comida para alimentar a sus otros hijos, entonces
disminuye su producción.

Destaca que la realidad es que todas las madres pueden amamantar. Solo en casos
muy extremos y por lo demás contados de madres con VIH, o cuando los bebés
tienen alguna intolerancia comprobada y documentada por un equipo
multidisplinario de médicos no se puede amamantar a los niños.

Es en este momento tiene que intervenir el personal de las clínicas, que no siempre
se encuentra capacitado para brindar el apoyo y la orientación necesaria a las
madres en este tipo de situaciones.

Aún las mujeres desnutridas o con bajo peso pueden amamantar pues la naturaleza
es tan sabia, que la leche producida por ellas es de buena calidad, puede cambiar
un poco el volumen más no la calidad.

De presentarse esta situación lo que se le sugiere a las madres es que ingieran


bastante agua, entre ocho y 12 vasos al día.

- Entre las recomendaciones para fortalecer el Programa Nacional de Lactancia


Materna, Unicef recomienda que el Ministerio de Salud asigne un presupuesto anual
para garantizar su operatividad, capacitar al personal, garantizar la dotación del
equipamiento necesario, proveer los medios de cultivos que se requieren para
determinar la calidad de la leche y tener un control y acompañamiento a las madres.

Ya para concluir la doctora Claudia Cristina Sánchez apunta que después de los
seis meses, la leche materna cubre alrededor del 85% de la alimentación que
requiere el bebé. Después de ese momento, se recomienda dar al niño una
alimentación complementaria a la leche, que se debe iniciar con la incorporación
progresiva de frutas o verduras y así paulatinamente, se disminuye el consumo de
leche materna y aumenta la ingesta de otros alimentos.□

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