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Paul tillich:

- Tradicionalmente se ha usado la palabra “revelación" para significar la manifestación de algo


oculto, que no se puede alcanzar por las vías ordinarias de conocimiento.

- Es una manifestación especial y extraordinaria que levanta el velo de algo que está oculto
de una manera especial y extraordinaria.

- Este carácter oculto se le llama misterio.

- En el sentido estricto, designa a algo que es esencialmente un misterio, algo que perdería
su verdadera naturaleza si perdiera su carácter misterioso.

- Procede de Muein “cerrar los ojos” o “cerrar la boca” se cumple en una actitud que
contradice la actitud requerida por el conocimiento ordinario.

- El verdadero misterio trasciende el acto de ver.

- Caracteriza una dimensión que “precede” a la relación sujeto-objeto.

- Si se expresa el misterio en lenguaje ordinario, necesariamente se le entiende mal, se ve


reducido a otra dimensión, es profanado.

- Todo lo que es misterioso, no puede perder su carácter de misterio, ni siquiera cuando es


revelado.

- ¿acaso no es una contradicción en los términos hablar de revelación de algo que sigue
siendo un misterio en su misma revelación? Dios se ha revelado y que Dios es un misterio
infinito.

- La revelación de aquello que es esencial y necesariamente misterioso significa la


manifestación, en el contexto de la experiencia ordinaria.

- 1. Su realidad se ha convertido en un hecho de experiencia.

- 2. Nuestra relación con el misterio se ha convertido en un hecho de experiencia.

- No es un misterio aquello que se pueda alcanzar por el conocimiento controlador y


receptivo.

- El hecho que requieran una distinta actitud cognoscitiva no significa que sean
“misteriosos”. Ej. El color solo es un misterio si el método del análisis cuantitativo
constituye el modelo de todo conocimiento.

- El verdadero misterio aparece cuando la razón se ve conducida, más allá de sí misma, a


su “fondo y abismo” a lo que “precede” a la razón, al hecho de que el “Ser es y el no ser
no es”, al hecho original de que hay algo y no nada.

- Hay una “faz negativa” que está por delante del misterio.

- El “estigma de la finitud” que aparece en toda las cosas y en el conjunto de la realidad.

- La desazón que embarga el entendimiento cuando tropieza con la amenaza del no ser.

- Este lado negativo está siempre potencialmente presente, y podemos reconocerlo en


las experiencias tanto cognoscitivas como comunitarias.

- Sin él “estoy perdido” de Isaías en su visión inicial, no es posible ninguna experiencia


de Dios (Is. 6:5).

- La revelación es la manifestación de lo que nos preocupa últimamente.

- Revelación y éxtasis:

- Los llamados movimientos “extáticos” han cargado este término de connotaciones


desafortunadas.

- Hemos de liberar a la palabra “éxtasis” de sus connotaciones deformadas y rehabilitarla


para el desempeño de una sobria función teológica.

- Extasis (estar fuera de uno mismo) indica un testado de espíritu que es extraordinario en
el sentido de que la mente trasciende su situación habitual.

- No es una negación de la razón; es un estado mental en el que la razón está más allá de
sí misma, es decir, más allá de su estructura sujeto-objeto.

- Al estar más allá de sí misma, la razón no se niega a sí misma.

- Se ha confundido el “éxtasis” con el entusiasmo.

- Aunque entusiasmo significa tener a Dios en el interior de uno mismo o estar en el seno
de Dios.

- Pero el termino entusiasmo ha perdido estas connotaciones religiosas y se ha usado para


designar la lucha apasionada por una idea, etc.

- El estado extático en el que se da la revelación no destruye la estructura racional de la


mente.

- Con respecto a su elemento cognoscitivo, al éxtasis se le llama frecuentemente


“inspiración”. Esta palabra, derivada de Spirare, “respirar”, destaca la pura receptividad
de la razón cognoscitiva en una experiencia extática.

- En este empleo la palabra, estar inspirado significa estar en una actitud creadora, o
sentirse embargado por una idea, o alcanzar la comprensión de algo por una intuición
repentina.

Torres Queiruga:

- La revelación pertenece a la autocomprensión de toda religión, que siempre se considera a


sí misma creación divina, y no meramente humana.

- Allí mismo tropieza inmediatamente con la teoría de Karl Barth, quien, partiendo de un
concepto muy determinado de lo que es la revelación, niega que se pueda dar en ninguna
parte fuera de la Biblia.

- A partir de la Ilustración el examen crítico de las religiones y, sobre todo, el contacto


efectivo con ellas fueron abriendo nuevas perspectivas

- James: (conocedor de la historia de las religiones)

- Hoy se reconoce universalmente que todas las religiones tienen ciertos rasgos en
común; ningún teólogo serio pretenderá que las Escrituras hebreas y cristianas, aunque
únicas como cauce de la divina revelación, puedan ponerse aparte de todas las demás
obras en las que se consignan las creencias religiosas y la experiencia espiritual. Por el
contrario, la moderna investigación bíblica utiliza libremente los materiales recogidos en
otras fuentes y culturas contemporáneas para ilustrar sus propios datos especializados.
1973

- Las manifestaciones son diversas, pero tienen algo en común: son vividas como don que
se recibe, como regalo que se acoge.

- G. Van der Leeuw: En la vivencia religiosa… esta direccionalidad.. es más bien una
presencia, luego un encuentro y después una reunión. Y en esta presencia, el primero
no es el que experimenta, sino el que está presente; porque es el santo, el
superpotente, el que tiene el poder.

LA REVELACIÓN Y LA BIBLIA

- La teología ha tendido inconscientemente a hacer de la Biblia un mundo aparte, sin apenas


contacto con la realidad circundante, como nacida totalmente, de sí misma, aislada, sin
influjos ni derivaciones.

- Cada vez se hace necesaria verla como un fenómeno histórico real, comulgando por todos
los costados con su ambiente. Lo que no significa negar su peculiaridad, sino situarla como
diferencia sobre el común trasfondo humano y religioso de su tiempo.

- Eso que hoy llamamos “revelación” aplicándolo al conjunto de lo que aparece en la Biblia es
un concepto derivado, elaborado a posteriori.

- El primer mandamiento determina que para el Pueblo de la Alianza, además de ese Dios
uno, no cuenta ninguno otro de los dioses (Dt 5:7; Ex 20:3) Pero que él sea el único Dios en
absoluto, no sólo el Dios de Israel. Tampoco fue evidente siempre para la conciencia de la fe
del Pueblo. Es algo que no empezó a ser reivindicado con decisión hasta el Deuteroisaías;
es decir, interesantemente, hasta los años del exilio babilónico, una situación en la que los
exiliados judíos se encontraban directamente confrontados con otros dioses que
reivindicaban su poder frente al del Dios de Israel.

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