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Dinámica migratoria en Santuario, Risaralda: Percepciones

actuales de la movilidad social.

1. Introducción.

Describir desde la perplejidad un lugar que conocemos muy poco, puede ser un ejercicio
que caiga fácilmente en el prejuicio. Ya sea por las prenociones o simplemente por ver a los
habitantes del lugar como seres completamente diferentes a nosotros, cayendo en la
reflexión de la otredad. Santuario es un lugar que conocía desde antes, pero nunca me había
adentrado a sus problemáticas; en visitas pasadas hice lo que cualquier turista va a hacer:
conocer la plaza central, buscar algo de la comida local y tomar algunas fotos. No tuve
ningún tipo de sorpresas, todos sus habitantes parecían tranquilos y felices, muy diferentes
a las personas que viven en las ciudades (como yo) que se les ha arrebatado la tranquilidad
con la efervescencia del bullicio típico de la metrópoli. Vuelvo al comienzo de este texto
para decir que esta visión de la diferencia es un error; las personas de Santuario si son
diferentes a mí o a las personas que conozco, pero no por ser precisamente de este
municipio, sino porque en cada persona habita una complejidad por su origen, su historia y
su manera de vivir. Al acercarme a hablar con los habitantes de Santuario y sabiendo que
las descripciones que me daban no eran absolutas, sino miradas desde un lugar en el mundo
donde cada uno estaba posicionado, me doy cuenta que lo que atraviesa este pueblo es una
radiografía de los problemas del departamento, del país o inclusive del mundo actual. Los
santuareños son otro relato de la implacable realidad del país.
Al escribir este texto, Manizales pasa por el momento en el caen los cucarrones a sus calles,
en su etapa de madurez sexual. A veces se nos hace difícil hablar sobre el lugar en el que
vivimos o los problemas que nos atraviesan, al menos en este tipo de contexto. Nunca
pensé en cuánto cambiaba la ciudad en estos tiempos, qué repercusiones a nivel
agroecológico trae este cambio o qué pasa por la cabeza de los niños cuando un bicho
enorme les sube por el pantalón del colegio. Cuando fui a Santuario, en un principio estaba
tratando de relatar un problema que creía pertinente por las particularidades del municipio,
pero en esta visión particularista, no estaba pensando en un momento que también estaba
describiendo gran parte de mis vivencias. Al igual que muchos de los personajes que
compartieron conmigo sus vidas, yo he transitado por muchas partes del país, muchas veces
obligado a abandonar lugares que significaban para mí y para mi familia nuestro hogar. Así
que yo hago parte de ese número de personas que han tenido que dibujar largas líneas de
camino en sus vidas con el fin de encontrar mejores oportunidades.
Santuario está en el corazón del occidente del país, por eso el primer detalle que
observamos es su extensa área rural y su pequeña cabecera municipal. Al ser un municipio
limítrofe con Pueblo Rico, que a su vez limita con el departamento del Chocó, además de
limitar con el departamento del Valle del Cauca a través de la conexión vial con Pereira, es
un lugar con una diversidad étnica importante, causada principalmente por éxodos masivos
que han ocurrido en estos departamentos. En el pueblo hay una parte del Parque Nacional
Natural Tatamá, que es uno de los más conservados del país y que en él nacen ríos de gran
importancia para las comunidades aledañas. El pueblo sirve de puerta para llegar a ciudades
como Pereira, Manizales, Cali y Armenia, zonas que se han destacado por ser receptoras de
gran cantidad de migrantes al interior de su territorio. Sin embargo, el fenómeno más
destacado a nivel demográfico de este lugar, es emigración hacia el exterior, planteando
relaciones permanentes con países como Francia, España, Estados Unidos y Canadá
principalmente. Este fenómeno de migración masivo será desarrollado más adelante, con
sus causas y consecuencias.

2. Planteamiento del problema.

Las dinámicas poblacionales son un vínculo directo hacia la concepción de la cotidianidad.


Por eso, los procesos migratorios pueden explicar cómo se comporta una parte importante
de la sociedad. Si bien los trazos fronterizos son imaginados, los cambios latitudinales
construyen nuevas maneras de vivir entre los habitantes endémicos y los foráneos, siendo
nuevos personajes en la constitución de un lugar. La migración está presente en todos los
momentos de la historia de la humanidad. Desde el nomadismo de los primeros seres
humanos que poblaron el mundo, hasta la época actual, donde es protagonista el discurso
del desarrollo y las zonas de conflicto armado. Entender porqué la gente abandona sus
lugares de residencia, es de cierta manera entender muchas de sus relaciones en el mundo.
La migración no es solo una problemática aislada, sino que en ella se contienen otros
tópicos que son sumamente importantes para la descripción de la realidad de un lugar.
Para hablar sobre esta temática, he de construir en un comienzo un concepto claro sobre
migración. Para esto tomo la orientación de la profesora Cristina Blanco que considera
migraciones los movimientos que supongan para el sujeto un cambio de entorno político-
administrativo, social y/o cultural relativamente duradero; o, de otro modo, cualquier
cambio permanente de residencia que implique la interrupción de actividades en un lugar y
su reorganización en otro. 1Además, para describir los tipos de migraciones existentes en
términos generales, utilizaré el cuadro la descripción del grupo Hasa, en su estudio
multidimensional sobre la migración, dividiéndolo en las siguientes categorías: Por el
tiempo de duración: diarias, estacionales, definitivas. Por el lugar al que se dirigen internas,
externas o internacionales. Por las causas que las producen: Libres o espontáneas (trabajo,
formación, etc.) y forzosas (razones políticas, motivos religiosos, guerras, etc.)2Con esta
descripción, el enfoque principal de este trabajo serán los movimientos migratorios
internaciones y los forzosos, dado que entre estas dos categorías hay una descripción
amplia del la dinámica poblacional del pueblo.
En Santuario ya se ha realizado un estudio sobre la migración, enfocándose principalmente
en la emigración internacional; este estudio fue realizado por el economista de la
Universidad Libre de Pereira, Jhonier Cardona Salazar. Aunque este estudio se enfoca en la
estadística y la descripción. Los rostros de la problemática aún no han sido nombrados, ya
que este estudio no incluye ni siquiera los nombres no quienes fueron entrevistados. Aún
así, contiene información pertinente que utilizaré más adelante en este informe.
Desde Risaralda, hay un porcentaje del 6,2% de la emigración total del país y el
departamento posee una tasa de 29,8% de emigrantes.3 Santuario ya para el año 2005
contaba con una población de 15 420 personas4, pero nada más en Francia hay más de 8mil
Santuareños, más de la mitad de su población local y lo que da a entender que Santuario es
el municipio del país porcentualmente (tomando en cuenta su número de habitantes) que
más emigrantes tiene en el extranjero. En Francia, que es el caso más notorio, los

1
Cristina Blanco de Valderrama. Las migraciones contemporáneas.17-24. 2000

2
Grupo asistencial Hasa. Movimientos migratorios y multicultularidad. Módulo 1: movimientos migratorios,
enfoques y evolución. 7-9. 2006
33
Departamento administrativo Nacional de Estadística. Atlas estadístico de Colombia, tomo 1:
demográfico.148-166. 2012.
4
Departamento administrativo Nacional de Estadística. Libro censo nacional 2005. 491. 2005.
santuareaños han creado una asociación que inició como una fundación para ayudar a niños
con el sueño de convertirse en futbolistas profesionales5, aquí aparecen dos figuras que
serán muy importantes en el desarrollo de este texto: el apadrinazgo y las remesas.
Cuando inicié a indagar sobre el tema de la migración en Santuario, los primeros
acercamientos me llevaban a buscar ápices en una temática transversal a las problemáticas
a nivel nacional: el tema del conflicto y el desplazamiento armado, por lo que recurrí
inicialmente a buscar información sobre las organizaciones que apoyaran a ciudadanos que
habían sido víctimas de este tipo de flagelos. Para esto encontré organizaciones como la
fundación nuevo amanecer, que lo que hace es crear encuentros donde estas personas
puedan explicar sus problemáticas y necesidad, además de ser un escenario donde por fin
pueden tener la voz que tanto tiempo tuvieron silenciada. En este punto planteé la siguiente
interrogante: ¿Cómo influyen los procesos de desplazamiento desde los departamentos del
Chocó, Valle del Cauca, Antioquia y Caldas, en las dinámicas territoriales de Santuario,
Risaralda? Aún así y sin desconocer la importancia de este tópico, decidí centrarme
principalmente en el tema de la migración desde una mirada mucho más abierta, y no
solamente centrarme en el conflicto armado. Este trabajo no solo contendrá información
sobre la violencia que azotó este territorio, sino que describirá, en general, como el cambio
de residencia afecta al santuareño. Con la información teórica que he relatado en este
capítulo, surgieron dos interrogantes: ¿Cuál es el nivel de influencia de las dinámicas
migratorias, en la economía santuareña? Y ¿Cómo se relacionan las dinámicas migratorias
con las actividades desarrolladas por los ciudadanos de Santuario, Risaralda y la
cotidianidad del pueblo? la primera pregunta fue desechada debido a que, al recoger la
información etnográfica, plantear esta interrogante sería negar que hay otros sectores que
son afectados por la migración y no solo el económico. En este sentido, la intención es
relatar desde diferentes puntos de vista, cómo el cambio de residencia significa nuevas
relaciones con el pueblo; desde los que llegan a vivir el pueblo, hasta los que se van y
mantienen esa relación constante con este lugar. Por eso la pregunta final y la que sería el
esqueleto de este texto, se enfoca a ver la migración como parte del día a día de Santuario,
como algo que está de manera permanente en el imaginario de la comunidad.

5
Anne Gincel Collazos. Los colombianos en Francia: una migración pendularia del “entre dos. 62-78. 2010
3. Descripción metodológica.

Para este texto fueron utilizados varios recursos, entre los que se encuentran: La
observación directa, participante y encubierta, esto unido a una serie de entrevistas
informales y encuentros planteados en el cronograma de la salida. Fueron entrevistadas 6
personas, de las cuáles 4 estarán narradas en el trabajo. Estos recursos fueron escogidos por
la facilidad con la que las personas se integran y acceden a ser parte de la investigación.
Cuando hablo de observación encubierta, es porque en conversaciones alejadas de este
contexto, obtuve información valiosa para este informe. Las dos entrevistas fueron
excluidas debido a la cantidad de desvíos que hubo en ellas. Además una infinidad de
intentos para hacer entrevistar, que fueron negadas rápidamente por los habitantes.

4. Testimonios: visiones desde la comunidad de las dinámicas migratorias.

En el primer momento que tocamos tierras santuareñas, pude percatarme de la enorme


diversidad que transita por sus calles. El sábado, el día más importante a niveles
comerciales para el pueblo, se dibujan rostros de orígenes varios por toda la plaza.
Cuando llegamos a este centro, adornado como la mayoría de los pueblos con la iglesia
central y un amplio pasaje por donde pasan habitantes, tuve la oportunidad de hablar con
Mariela Valencia, una vendedora ambulante que se dedicaba a descansar en uno de estos
corredores de la plaza central. Después del encuentro de cordialidades, pudimos entablar
una conversación:
Esto es así cada ocho días. Sábado y Domingo vivos, la gente alborotada tomando en las
cantinas y los jeeps repletos de gente para trabajar en las fincas. (Mariela)
-¿Y eso jeeps de dónde vienen?
-De Pueblo Rico, de Pereira y hay incluso unos que vienen del Chocó.
-¿Por qué vienen de tantos lados a trabajar precisamente acá?
-Porque la gente de acá ya no trabaja en las fincas. Tener una finca ahora es muy duro,
porque hace años que esto lo cogieron puros señores con plata y prácticamente compraron
todo. Ya no hay finquitas, ahora hay unas haciendas grandes de personas con el dinero
para mantenerlas.
- ¿Será que toda esa cantidad de gente que viene a trabajar, afecta a los que son de acá
directamente?
- A mí personalmente no me afecta en lo más mínimo y pues no he escuchado a alguien
quejarse. Yo traigo mi puestico todos los días. Esa gente normalmente viene y se vuelve a
ir. Yo sé que ahora parece que acá viviera mucha gente, pero esto es vacío entre semana.
Santuario antes se le está yendo la gente. Los que vienen a trabajar solo vienen a eso,
nadie se queda acá. A parte le digo algo, aquí antes se necesita que alguien venga a
trabajar, porque hay mucha vagancia.
Esta noción apoya una idea fundamental, y es que la inmigración no supone un problema
real para el municipio. Más adelante volveré a esto.

Este mismo día nos encontramos con César Obando en la casa de la cultura del pueblo,
secretario de turismo de Santuario. La descripción que plantea sobre el pueblo es
principalmente relacionado con los renglones económicos fuertes en la región. César
abordó muchas temáticas, así que escogí las que eran más importantes para este trabajo. Él
describe en un principio una descentralización de actividades agropecuarias, que a su vez
influye directamente en el constante proceso migratorio que vive Santuario. Las razones de
este fenómenos, las plantea en 5 momentos: 1. La violencia y el conflicto armado que años
anteriores azotó el territorio.
2. Los procesos de restitución de tierras con mala organización.
3. Migración masiva de Santuareños a otros países, debido al estancamiento de la actividad
cafetera. En este momento relata que hace ningún emigrante vuelve a Santuario.
4. Pérdida de interés en trabajar el campo, por asentamiento de familiares de los habitantes
en otros país; esto hace que trabajen para irse del pueblo también.
5. Los dineros que entran al pueblo desde el exterior, congelan el flujo local de capitales, lo
que causa inflación. La subida de los precios también hace que las personas abandonen el
municipio.
Como reflexión final, César menciona la falta de interés de las juventudes de asumir
responsabilidades, ya que son mantenidos por sus familiares del exterior y no tienen que
trabajar.
A las afueras de la cafetería “amigos del café” conocí a Don Emer. Así me dijo que lo
llamara, porque en ningún momento tuvo la intención de decirme su nombre completo. Mi
interés inicial hacia este sujeto nació porque me enteré que manejaba un jeep que antes
había llegado con varios indígenas al pueblo. A pesar de las dificultades de comunicación
que tuvimos en un principio, este fue el resultado de nuestro encuentro:
-Trabajo yendo a Pueblo Rico en el jeep a traer gente que viene los fines de semana a
trabajar al pueblo.
-¿Quién lo contrató?
- Un señor Raúl, el dueño de las fincas.
- ¿Y por qué contratan gente de otros pueblos? ¿No hay a quién contratar acá?
-No, complicado. Aquí si hay gente que quiere trabajar, pero en otras cosas. Nadie quiere
ir a trabajarle la tierra a otro.
-¿El hecho de que extraños vengan a trabajar acá, cómo afecta a los habitantes de
Santuario? ¿Usted siente que este ejercicio tiene algún impacto en la población?
-Claro. Santuario se ha vuelto muy abierto a los que vienen de otros lados y se les olvida
que existimos nosotros. A muchos de los pelados que yo traigo desde por allá les pagan
más que a mí. A parte hay un poco de personajes de esos que se vienen a vivir a las fincas,
como en la que yo vivo; allá vivimos varios trabajadores y cuando viene esa gente de otros
lados, obvio nos toca desacomodarnos. A mí me parece que eso no debería ser así, lo que
deberían hacer es tratar que la gente vuelva al campo, pero como esas fincas las tienen
como 5 personas en el pueblo, muy duro que suelten un pedacito para cualquier familia.
Antes ahora están es cogiendo el hábito de ir a comprarle las fincas a las familias que
todavía tienen un pedacito de tierra. Hace unos 30 o 40 años todo el mundo tenía su
finquita, ahora el que la tenga es de modo.
En este acercamiento, pacté volver a reunirme con Don Emer para hablar del perfil de las
personas que trae y su trabajo cada fin de semana. Lastimosamente después de este día, no
contestó mis llamadas y perdí completamente contacto.

Jaime Vásquez es un personaje muy particular de Santuario. Él es uno de los principales


divulgadores de la historia del municipio, recogiendo con los años datos sobre la fundación
y construcción del mismo. Además, ha escrito libros de una gran variedad de temas,
estudiando la historia y las tradiciones del pueblo. Lo especial Jaime es que no tiene ningún
tipo de formación universitaria relacionada con la historia, así que podría decirse que es un
intelectual orgánico de Santuario. Al igual que con César, nos vimos en la casa de la
cultura. En su enorme recorrido de la historia del pueblo, pude sacar un par de conclusiones
relacionadas con este tema. Desde la fundación del pueblo en 1886 (Inicialmente
perteneciente a Apía como corregimiento), sabemos que son migrantes quiénes erigen el
pueblo, viéndose forzados a abandonar sus lugares de residencia original por la violencia
bipartidista que atravesaba el país. En estos tiempos hubo un enfrentamiento voraz con los
municipios de Apía y Balboa, debido a las diferencia en las corrientes políticas de los
habitantes de cada uno de estos municipios. Por eso, Santuario se empezó a armar con los
años de armas jurídicas para emanciparse de Apía, ya que no quería pertenecer a una
facción política tan distinta a su pueblo. En la mitad del siglo XX, Santuario se vio
involucrado en la época de La Violencia, que resultó de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán.
A partir de allí, nace una violencia familiar que está empujada principalmente por la
venganza. En generaciones anteriores habían muerto abuelos, padres, etc., y esto generó un
ciclo que parecía perpetuarse en el pueblo. Jaime contaba que a veces los mismos hijos que
no habían tenido que ver con las muertes de enemigos de sus padres, se veían involucrados
en estos actos violentos, pagando el precio solo por pertenecer a su familia. No fue hasta los
años 80 con la llegada de la problemática minera y el éxodo de habitantes del Chocó hacia
Risaralda, que esto empezó a cambiar. Fue esta relación primordial para que la guerra
cesara, ya que al expandirse en términos humanos, este ciclo de odio se dilató hasta
encontrar un fin.
Santuario también fue azotado por la incursión de las FARC de finales del XX y el
paramilitarismo de principios del nuevo milenio. Los dos procesos fueron igual de
traumáticos para el pueblo, la guerrilla tomó control durante los años 90 de muchas veredas
e impusieron su propio sistema de leyes y eran ellos quiénes represantaban la justicia,
aunque se habla con más escozor del paramilitarismo debido a sus métodos de tortura y los
procesos masivos de desplazamiento, algo que no fue tan común para la guerrilla. Aquí hay
otro punto donde hay éxodos masivos, más que todo desde las veredas, debido a la
brutalidad de ejecución de los paramilitares y a sus enfrentamientos constantes con la
guerrilla, en la lucha por el control del territorio.
Con Jaime tuve otro encuentro, en donde me encontré con información que había omitido
en la charla con todos; al hacerle preguntas más particularidades, encontré nuevas caras de
la historia de la dinámica migratoria en el pueblo.

-¿Por qué la gente se quiere ir de Santuario?


-El sueño de muchos es llegar a dónde su familia en Francia, España o Estados Unidos;
muy pocos queremos quedarnos y hacer algo por este pueblo.
-¿Y usted por qué decidió quedarse?
-Yo realmente tengo todo lo que quiero acá, vivo muy tranquilo.
- Con respecto a lo que nos mencionaba el otro día sobre el éxodo masivo de santuareños
por la violencia ¿Qué otros momentos recuerda que sean importantes a nivel migratorio?
- De esos tenemos bastantes, los Santuareños han sido históricamente migrantes. Como
decía la vez pasada, esto fue fundado por personas viviendo un exilio. Que no haya
mencionado la vez pasada, recuerdo que también hubo una movilidad muy importante en
los 60’s por la bonanza marimbera. Acá había cultivos, pero los acabaron rápido;
entonces cuando la marihuana se convirtió en un producto tan rentable, la gente se empezó
a ir a los sectores donde más estaba dando. Lo mismo pasó en los 80’s con el narcotráfico.
Los muchachos se iban de acá para Pereira, Cali y Medellín para trabajar de lavaperros o
de sicarios. El dinero fácil transformó la mente de los jóvenes y eso causó que hoy por hoy
haya tanto muchacho en la calle sin trabajar, viviendo exclusivamente del ocio. A muchos
los mantienen familiares del extranjero y uno los puede ver vestidos con ropa de marca,
con motos caras y borrachos cada 8 días, sin trabajar.
-¿En qué momento la gente se empezó a ir para el extranjero?
- Yo creo que hay dos puntos clave, cuando la gente en serio decidió empezar a migrar del
país: uno fue la crisis cafetera de los 90’s. El café perdió calidad y subió en cantidad. Se
vendía más café pero a menor precio y eso empezó a quebrar a las familias. Los
santuareños que aún tenían algo de ahorros, se empezaron a ir a Francia, donde tenían
unos conocidos y eso empezó a convertirse en una tendencia masiva. En París hay medio
Santuario, con eso le digo todo.
Otro aspecto que cimentó la consolidación de la migración al exterior fueron los
anteriores lazos económicos causados por esa misma bonanza cafetera. La venta del café
significó para el país la construcción de la mitad de la infraestructura vial, ser socios
estratégicos de los cafeteros era absolutamente importante. Esos mismos lazos son los que
les sirven de hincapié a las familias que se vieron afectadas por la violencia a mitad de
siglo, eso crea los primeros lazos al exterior.

Finalmente, pude hablar con Estela Muñoz, una madre soltera que solamente se dedica a
criar a su hijo Sebastián, ya que su esposo los mantiene desde España.

-¿Hace cuánto hace que su esposo vive en España?


- 4 años larguitos ya.
-¿Y quién lo recibió?
-El hermano. Él lleva allá casi 15 años.
-¿En qué trabaja?
-Los dos trabajan en una empresa que distribuye la carne a varias partes de España.
-¿Cada cuánto les manda dinero?
- Cada mes. En Diciembre y así, cuando él no viene, manda más.
-¿Y cuánto les manda?
-A veces 500, a veces 800 euros.
-¿Y usted no ha pensado en irse también?
-Yo por el niño lo he pensado, pero aquí tengo a mi mamá que ya está viejita, entonces
prefiero quedarme mientras la tengo.
-¿Usted cree que el hecho de que tanta gente de vaya de Santuario, le afecta al pueblo?
-¿Afecta como que le hace daño? No creo, la gente que se va le ayuda mucho a los que se
quedan, muchos viven es de las remesas. Sin esa gente en el exterior, muchos vivirían en la
pobreza.
-¿Y su hijo qué hace?
-Ahorita nada, acabó de salir del colegio a finales del año pasado. Yo voy a dejar que él
decida si se va pa dónde el papá o si se quiere poner a estudiar en la universidad.

5. Dimensión de la problemática. ¿Qué podemos entender de estos testimonios?


Desde estos puntos de vista, podemos ver varias tendencias y puntos de vista bastante
disímiles. Hay una diferencia entre la entrevista de Don Emer y la de Mariela Valencia. En
la primera se plantea la inmigración como un serio problema para el pueblo por el olvido de
los locales para centrarse en los foráneos. Mariela no ve ningún problema en la
inmigración, puesto que las personas no se quedan realmente en el pueblo y además su
oficio no se ve afectado por esta movilidad desde otros municipios. Don Emer está mucho
más relacionado con los sujetos inmigrantes, por eso su posición es más reacia, ya que su
oficio y su vida en particular ha sido afectada por estos movimientos migratorios. Con
respecto a la visión de la escasez de mano de obra santuareña, todos concuerdan con que el
latifundio y los grandes terranientes son culpables de la falta de trabajo local en las fincas.
Además hay extendida visión del ocio relacionada con la juventud. Mariela habla de que la
gente no quiere trabajar; César y Jaime complementan esta visión con el relato de los
jóvenes en las calles haciendo nada, siendo mantenidos por sus familiares en el extranjero.
Además, ellos también relatan que el cambio que tuvo Santuario con la migración masiva al
exterior es casi imborrable. Antes se trabajaba en la finca para mantenerse y vivir
dignamente. Ahora se trabaja con el fin de irse para el exterior a vivir con la familia y cómo
decía Jaime, muy pocos de quieren quedar en el pueblo. En este punto, Don Emer también
hablaba de un cambio de mirada hacia el campo, pero él decía que la gente dejó de
depender de las fincas básicamente porque no las tenía. En la entrevista con Estela, hay una
figura que aparece aunque ella no quiera mostrarla, y es la incertidumbre de la juventud. Su
hijo se graduó en noviembre, eso quiere decir que hace tres meses que su hijo se graduó y
aún no ha definido nada. Es muy común en la actualidad que los jóvenes se tomen un
descanso después de finalizar el colegio, ya que no hay una presión económica inmediata
que los haga salir al campo laboral después de graduarse. Además, a parece el fenómeno de
las remesas, que fue anteriormente mencionado por César como un factor en la subida de
los precios del pueblo, por la falta de movilidad del dinero.
César y Jaime plantea otro problema que cambió las dinámicas migratorias en Santuario: el
cambio en la actividad cafetera. Esto es un punto clave en Santuario, puesto que hace unos
años este era la principal actividad económica. Había familias que llevaban generaciones
dependiendo del cultivo del café y al entrar en quiebra, no tuvieron más opción que tomar
rumbo hacia otro país.
Don Jaime es que relata más claramente todos los momentos migratorios del pueblo,
partiendo de una fundación de migrantes. En su discurso sobre la migración, una de las
características es explicar que la principal razón de movilidad es la esperanza de nuevas
oportunidades en un territorio nuevo.

6. ¿Cómo se relacionan las dinámicas migratorias con las actividades desarrolladas


por los ciudadanos de Santuario, Risaralda y la cotidianidad del pueblo?

La serie de movilizaciones que parten de otros departamentos para trabajar en las fincas,
son fruto a la falta de despliegue en las actividades agropecuarias de los locales,
principalmente ocasionado por el abandono paulatino de las tierras y el éxodo masivo
causado por las oleadas de violencia en el pueblo y el abandono de la actividad cafetera.
Con los primeros diálogos planteados en el capítulo 4 y desarrollados en el capítulo 5,
podemos ver inicialmente una discusión sobre el papel de la inmigración en el pueblo, algo
que parte de experiencias muy personales, pero que se puede dar una versión más clara
acudiendo a los datos del censo del dane en el 2005, donde se puede evidenciar que la
mayoría de habitantes de Santuario son originarios de este mismo lugar. Casi no hay
habitantes que hayan migrado directamente a Santuario para quedarse. Es decir (volviendo
a los conceptos proporcionados por el trabajo del grupo Hasa) que inmigración en
Santuario es principal diaria o estacionaria. Muy rara vez es permanente. Santuario es una
puerta a grandes ciudades que sí son foco de inmigrantes. Aún así y como vemos en el
relato de don Emer, a pesar de que no son permanentes sí afectan a las personas y el
imaginario de ellas en el pueblo. También hay una facción que le es indiferente la llegada
de foráneos al municipio, además teniendo muy claro que Santuario es un lugar con muy
pocos habitantes y son estos fines de semana con la llegada de trabajadores, los que hacen
parecer caótico todo lo que ocurre.
En el relato histórico del pueblo hay una raíz migratoria, una actitud permanente hacia la
búsqueda de nuevas oportunidades. Esta actitud es una radiografía de la migración del
departamento, puesto que es una actitud que ha sido tomada por la mayoría de los
municipios en Risaralda. En el trabajo de Jhonier Cardona, una de las particularidades que
se explica en la dinámica migratoria, es que casi ninguno de los emigrantes al exterior
vuelve al pueblo6. Eso quiere decir que este fenómeno migratorio es principalmente
permanente. Además la principal razón del cambio de residencia es por trabajo y casi todos
los migrantes tienen una relación económica con sus familiares7. Esta relación plantea otra
problemática que nace en este contexto migratorio, y es la figura de la remesa. 1 de cada 3
Santuareños que tiene familiar en el exterior, recibe dinero de remesas8. Este dinero es
utilizado principalmente para pagar arriendo, servicios o incluso para la recreación. Pero
cuando este dinero se ha convertido en el principal ingreso de los hogares, se ha convertido
en un soporte que, a la mirada de los habitantes, es bastante negativo para el trabajo del
pueblo. En Santuario no hay un relevo generacional que soporte la demanda laboral del
pueblo, por eso se dice que escases en la mano de obra. La administración pública no está
manejando maniobras para que la gente se quiera quedar; se a pocos se han venido
gestando grupos que apoyan el agroturismo y el ecoturismo en la región, todo esto para
suplir las necesidades económicas del pueblo, ya que el mismo trabajo de la tierra y el café
hace años no son un ingreso seguro para este sector. El café es el principal protagonista de
la imagen de los pueblos del eje cafetero, pero hace varios años que Risaralda se ha
centrado más en el comercio que en la producción del café. El café de Colombia fue muy
cotizado por su calidad desde el siglo XIX, pero debido a los cambios administrativos,
hubo una dismininución en el valor del café. Esta disminución en el valor agregado del café
dentro de la economía del departamento, del Eje Cafetero y del país se debe al rompimiento
del pacto de cuotas para los países productores de café en 1989, que se había formado
durante la década de los 40 entre 32 países productores y 212 países consumidores (primer
Acuerdo Internacional del Café) y luego en 1962, para tratar de 12 estabilizar el precio
internacional del grano y la consecuente caída en su precio9. Además, la consolidación de
las remesas como fuente primordial de ingresos en las casos, causó una descentralización
de las actividades en el campo, pues muchos de los hogares pasaron a depender
exclusivamente de las remesas10
Para los que no tienen familiares en el exterior todo es mucho más duro. Santuario tiene
precios bastante altos de vida, ya que la mayoría de los productos que traen a los pueblos

6
Jhonier Cardona Salazar. Dinámica migratoria en el municipio de Santuario. 2011. 8-16
7
Ídem.
8
ídem
9
Laura Cepeda Emiliani. La economía de Risaralda después del café ¿Qué viene? 2011
10
Ídem.
son comprados a otros lugares del país, esto debido principalmente a la falta de producción
en las fincas. Los que se quedan, terminan enfrentándose a labores en el campo muy mal
pagas, por eso son muy pocos los que deciden trabajar en el campo.
Los santuareños no migran tanto a Pereira, la capital del departamento. La mayoría de los
relatos que escuchamos sobre Santuario, incluían a Pereira solamente para ir a pedir citas
médicas, muy pocos realmente terminan viviendo allí.
Con respecto a la migración violenta, el panorama que vimos con Jaime Vásquez nos hace
entender que los procesos de desplazamiento masivos en Santuario no se ven desde el
paramilitarismo. La descripción de ahora es bastante alentadora con respecto a la violencia,
ya que después de la desmovilización paramilitar en 2007, el fantasma de la guerra no ha
afectado directamente a Santuario. Es decir que la migración forzosa está desapareciendo
con el pasar de los años, asumiendo que en Santuario el cambio de residencia más
característico es espontáneo por empleo e internacional. Por ende, Santuario sufre de un
problema serio de abandono sistemático, que ha reducido su población con los años. Esto
unido a la indiferencia administrativa, está empujando a Santuario (Al igual que muchos
pueblos del país) a ser trágicamente un pueblo fantasma. Aún así, el intento de interesados
santuareños en convertirlo en una zona turística ha causado que se vuelva a escuchar el
nombre de Santuario al menos afuera de sus cuatro paredes. Esto está recuperando la fe de
que Santuario pueda volver a los años de gloria que vivió a finales de los años 80, cuando
se consolidó como unos de los municipios del eje cafetero con más proyección y se
convertía en una visita obligatoria. Santuario, al igual que muchas partes del país,
representa la falta de oportunidades laborales, que han empujado a los habitantes a
abandonar sus lugares de origen para encontrarse con la esperanza. Cuando aparecen
quiénes sean el portavoz de estas historias, se revive el deseo de superar las adversidades de
sus habitantes.
Bibliografía.

-Blanco de Valderrama, Cristina. Las migraciones contemporáneas. 2000


-Cardona Salazar, Jhonier. Dinámica migratoria en el municipio de Santuario. 2011.
Cepeda Emiliani, Laura. La economía de Risaralda después del café ¿Qué viene? 2011
-Collazos, Anne Gincel. Los colombianos en Francia: una migración pendularia del “entre
dos. 2010
-Departamento administrativo Nacional de Estadística. Atlas estadístico de Colombia, tomo
1: demográfico. 2012.
-Departamento administrativo Nacional de Estadística. Libro censo nacional 2005. 2005.
-Grupo asistencial Hasa. Movimientos migratorios y multicultularidad. Módulo 1:
movimientos migratorios, enfoques y evolución. 2006

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