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La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo propuesto en 1988 por Howard Gardner,

psicólogo e investigador centrado en el campo de la educación, además de profesor de la


universidad de Harvard (donde estudió) y ganador de un Premio Príncipe de Asturias, en el que
la inteligencia no es vista como algo unitario que agrupa diferentes capacidades, sino como un
conjunto de inteligencias o habilidades múltiples, distintas y semi-independientes.

Cuando hablamos de inteligencia solemos pensar en el éxito obtenido en la escuela o en la


universidad, el cual se mide a través de tests y cuestionarios. Pero para Gardner es «Un potencial
biopsicológico para procesar información que se puede activar en un marco cultural para resolver
problemas o crear productos que tienen valor para una o más culturas».

Howard Gardner añade que, así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay
muchos tipos de inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la Universidad
Harvard han identificado ocho tipos distintos.

Tradicionalmente, desde los tiempos de Alfred Binet, los tests de inteligencia han jugado un papel
primordial como medida predictora del éxito de los alumnos en sus estudios escolares. El desarrollo de
este tipo de pruebas ha crecido mucho a lo largo del siglo XX, pero casi todas ellas mantienen una visión
unidimensional de cómo hay que evaluar las mentes de las personas, una visión uniforme que se
corresponde con una escuela también uniforme en la que existe un currículum básico basado en una serie
de hechos que todos deberían conocer y en el que hay muy pocas cosas electivas (Gadner, 1993).

El hecho de que estas pruebas tradicionales de orientación psicométrica estén construidas tomando
como base los contenidos escolares, permite clasificar a los alumnos de manera bastante fiable, pero no
siempre en correspondencia con las verdaderas características y capacidades de todos los alumnos, ya
que muchas inquietudes de éstos no se corresponden con los contenidos escolares.

 Inteligencia lingüística

El "área de Broca" es la responsable de la producción de oraciones gramaticales. Una persona con esa
área lesionada, puede comprender palabras y frases sin problemas, pero tiene dificultades para construir
frases.

 Inteligencia lógica-matemática

Lóbulo frontal / Área de broca

 Inteligencia espacial

El hemisferio derecho demuestra ser la sede más importante del cálculo espacial. Las lesiones provocan
daños en la habilidad para orientarse en un lugar, para reconocer caras o escenas o para apreciar
pequeños detalles.

Los pacientes con daño específico en las regiones del hemisferio derecho, intentarán compensar su déficit
espacial con estrategias lingüística, pero no parecen eficientes para resolver tales problemas.

 Inteligencia musical
Ciertas áreas del cerebro desempeñan papeles importantes en la percepción y la producción musical.
Éstas no están localizadas con claridad como sucede con el lenguaje. Sin embargo, pese a la falta de
susceptibilidad concreta respecto a la habilidad musical en caso de lesiones cerebrales, existe evidencia
de pérdida de habilidad musical. Lóbulo temporal?

 Inteligencia corporal cinética

El control del movimiento corporal se localiza en la corteza motora, y cada hemisferio domina o controla
los movimientos corporales correspondientes al lado opuesto. La existencia de apraxia específica
constituye una línea de evidencia a favor de una inteligencia cinética corporal.

 Inteligencia intrapersonal

Los lóbulos frontales desempeñan un papel central en el cambio de la personalidad, los daños en el área
inferior de los lóbulos frontales puede producir irritabilidad o euforia; en cambio, los daños en la parte
superior tienden a producir indiferencia, languidez y apatía.

 Inteligencia interpersonal

Todos los indicios sugieren que los lóbulos frontales desempeñan un papel importante en el
conocimiento interpersonal, los daños en esta área pueden causar cambios profundos en la personalidad
aunque otras formas de la resolución de problemas puedan quedar inalteradas: una persona no es la
misma después de la lesión.

La evidencia biológica de la inteligencia interpersonal abarca factores adicionales:

1. La prolongada infancia de los primates, que establece un vínculo estrecho con la madre, favorece
el desarrollo intrapersonal.

2. La importancia de la interacción social entre los humanos que demandan participación y


cooperación. La necesidad de cohesión al grupo, de liderazgo, de organización y solidaridad, surge
como consecuencia de la necesidad de supervivencia.

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