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El trabajo en la Constitución

Mario Paseo Cosmópolis


Abogado. Profesor de Derecho
Laboral de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Miembro de número
de la Academia Iberoamericana de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

E. estudia< el tema de los de<cchos labomles


en la nueva Constitución aprobada por el Congreso
que el trabajo, en sus diversas modalidades, es objeto
de protección por el Estado, sin discriminación alguna
Constituyente Democrático (CCD), resulta importante y dentro de un régimen de igualdad de trato, es decir,
comparar el nuevo texto con el plasmado en la Carta de por un lado, el principio de igualdad de trato y no
1979. discriminación, reforzado luego con el de isonomía
Según se recordará, la materia estaba conteni- salarial en el artículo 43, y por otro, en forma genérica,
da en el Capítulo V del Título I- "Del Trabajo"-, con un el principio protector. Esto último, sin embargo, apro-
total de 16 artículos. La nueva Constitución contiene 8 vechando la forma abstracta y en cierta forma ambigua
artículos referidos al trabajo, los cuales no constituyen de su enunciado, sirvió de base para que el Tribunal de
un capítulo independiente sino que han sido incluidos Garantías Constitucionales, en su malhadada resolu-
dentro del Capítulo II del Título I "De los Derechos ción sobre la compensación por tiempo de servicios,
Sociales y Económicos". construyese arbitrariamente una tesis de intangi-
bilidad o irreversibilidad de los derechos laborales que
l. LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO lABORAL. ni estaba en la Constitución ni forma parte del principio
protector.
La Constitución de 1979 recogía de manera En el artículo 48 se consagró la estabilidad
explícita o implícita algunos de los principios del De- laboral, que a su vez plasma de manera enfática el
recho del Trabajo; consagraba, además, postulaciones principio laboral de continuidad.
teóricas que, aunque no trascendían al terreno de lo El artículo 49 consagraba la preferencia de las
concreto, enmarcaban un cuadro amplio en materia remuneraciones y beneficios sociales frente a cualquier
laboral. obligación del empleador.
En primer lugar, en forma reiterada la Consti- Era el artículo 57 el más directamente vincula-
tución de 1979 relievaba al trabajo como fuente princi- do con los principios al recoger el de irrenunciabilidad
pal de la riqueza, principio mencionado en el Preámbulo de los derechos y el de in dubio pro operario.
y en los artículos 42, 76, 79 y 110. No en el capítulo laboral, sino en el artículo 187,
Luego, en su artículo 42 remarcaba que el tra- la Carta de 1979 disponía que ninguna ley tiene fuerza
bajo es un derecho y un deber social, prohibía en toda ni efecto retroactivos, salvo en materia penal, tributaria
relación laboral cualquier condición que impidiera el y laboral cuando es más favorable al reo (retroactividad
ejercicio de los derechos constitucionales de los traba- benigna), al contribuyente o al trabajador, respectiva-
jadores o que desconociera o rebajara su dignidad, y mente.
disponía que a nadie podía obligarse a prestar trabajo Este principio de retroactividad pro operario
personal sin su libre consentimiento y sin la debida no ha sido recogido en el nuevo texto. De concretarse,
retribución. en lo sucesivo las leyes laborales sin excepción tendrán
El mismo artículo 42 contenía la declaración vigencia inmediata, mas ya no retroactiva, aunque

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beneficien al laborante. social y económico, en especial mediante políticas
Si algo habría que criticarle a la Constitución de de fomento del empleo productivo y de educación
1979 es precisamente su falta de ponderación en mate- para el trabajo.
ria principista, porque aliado de enunciados tan tras- Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio
cendentes como los de irrenunciabilidad o in dubio pro de los derechos constitucionales, ni desconocer o
operario, colocaba temas triviales como las bonificacio- rebajar la dignidad del trabajador.
nes o el banco de los trabajadores, lo cual rebajaba la Nadie está obligado a prestar trabajo sin retribu-
importancia de aquéllos. Asimismo, un exceso de abs- ción o sin su libre consentimiento".
tracción en los conceptos dio paso a muchas interpreta-
ciones extensivas, que a lo único que condujeron fue a Este artículo distingue entre atención y protec-
la proliferación de acciones de amparo por presunta ción. El trabajo es objeto de la primera, en forma prio-
violación de los mismos. ritaria para el Estado; la protección se encamina sólo a
los débiles o a los que atraviesan por situaciones espe-
ciales: la madre trabajadora, el menor, el impedido.
Durante muchos años la doctrina y la legisla-
ción trataron al trabajador casi como un minusválido: la
hiperprotección, la tuición del Estado, parecían criterios
''La nueva Constitución es parca ( . .) inamovibles, monolíticos y el trabajador aparecía como
incapaz para velar por sí mismo en defensa de sus
prefiere notoriamente el énfasis derechos, reduciéndose asimismo la importante mi-
en pocos principios que la sión de los sindicatos, suplantados por el Gobierno en
indiscriminada proliferación' tal defensa. Pocos advirtieron que para que haya
tutela se requería de un tutor y de un tutelado, y que
someter al trabajador a la tutela del Estado era tratarlo
como un incapaz o como un ser privado de voluntad y
de discernimiento. Pocos se percataron de que ello era
lesivo a su condición de ser humano libre y capaz, y a
La nueva Constitución es parca en esta mate- su dignidad como tal.
ria; prefiere notoriamente el énfasis en pocos prin- El nuevo texto coloca las cosas en su lugar y le
cipios que la indiscriminada proliferación. devuelve al trabajador valores que, sin querer querien-
Al espigar los artículos pertinentes del nuevo do, le habían sido escamoteados.
texto constitucional, podemos destacar los siguientes, Por eso, el precepto añade a continuación que
que enmarcan los principales principios: nada puede limitar el ejercicio de los derechos constitu-
cionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del tra-
"Artículo 22.- El trabajo es un deber y un derecho. bajador. Dentro de ello deben quedar abolidas, más
Es base del bienestar social y un medio de realiza- temprano que tarde, las obsoletas normas "de protec-
ción de la persona". ción" a la mujer, que con transparente impertinencia
la colocaban en el mismo nivel que el menor de edad,
Esta es una declaración principista de la que siendo éste jurídicamente un incapaz, apelativo y si-
resulta difícil extraer correlato práctico. No deja de ser tuación que inadvertidamente se aplicaban también a
sin embargo útil para poner de relieve la importancia aquélla.
del trabajo como hecho social y su trascendencia como Las corrientes modernas más lúcidas advierten
medio de realización del ser humano y base de su que la seudoprotección a la mujer, por su sola condi-
bienestar. ción de tal, resulta discriminatoria y perjudicial para
Comúnmente, ala tipificación del trabajo como ella misma, al situarla indebidamente en desventaja en
deber y derecho se le suele añadir el calificativo "social". el mercado de trabajo. Anticuadas normas que prohi-
En el texto se lo suprime, con lo que la declaración bían, por ejemplo, el trabajo nocturno o que rebajaban
resulta hasta cierto punto innecesaria por lo genérica. la jornada de trabajo de la mujer sólo representaban
formas de encarecer sus servicios o de marginarla de
"Artículo 23.- El trabajo en sus diversas modalida- ciertas oportunidades de empleo.
des, es objeto de atención prioritaria del Estado, el Quien sí requiere de protección es la madre
cual protege especialmente a la madre, al menor trabajadora, porque su condición anatómica, fisiológi-
de edad y al impedido que trabajan. ca y psicológica así lo impone, por su bien y por el de su
El Estado promueve condiciones para el progreso hijo. Este es criterio que nadie sensatamente puede

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contestar. ¿toda igualdad no excluye la discriminación?, ¿qué es
Igual sucede, aunque por razón diversa, res- la no discriminación sino la igualdad o, dicho de otro
pecto del minusválido, al que en el texto se lo denomina modo, qué es la discriminación sino trato desigual?
impedido, quien por su limitación ve afectado su acceso Pese a esta deficiencia semántica, la reiteración
a los mercados de trabajo y requiere de medidas que lo tiene una virtud pedagógica: enunciado así el princi-
pongan a su alcance y lo garanticen. pio, nadie puede confundirse acerca de su contenido.
En este tema, el avance constitucional es muy La irrenunciabilidad de los derechos está re-
remarcable. ferida a los reconocidos por la Constitución y la ley. Se
acaba así para siempre la intensa discusión acerca de la
"Artículo 26.- En la relación laboral se respetan los pretendida irreversibilidad in pejus de los convenios
siguientes principios: colectivos, que pretendía llevar los derechos conven-
l. Igualdad de oportunidades sin discriminación. cionales a una especie de intangibilidad que ninguna
2. Carácter irrenunciable de los derechos recono- Constitución ni ley contiene, ni ningún doctrinario se
cidos por la Constitución y la ley. atreve a proponer.
3. Interpretación favorable al trabajador en caso Respecto del principio in dubio pro operario, se
de duda insalvable sobre el sentido de una precisa bien sus alcances: debe tratarse de duda in-
norma". salvable sobre el sentido de una norma, marginando
así aquellas interpretaciones antojadizas que, en vez de
Poco habría que comentar en este artículo, que agotar los medios jurídicos de exégesis legal, optaban
explica claramente y convierte en norma los principios por el fácil y manido recurso del menor esfuerzo, rin-
de igualdad y no discriminación, de irrenunciabilidad diéndose a una interpretación favorable al trabajador
e in dubio pro operario. apenas presentada la más mínima vacilación o duda
Se ha discutido si los principios ganan o pier- sobre los alcances de una norma.
den al transformarse en normas. Hay quien piensa que Aclara también este artículo otra cuestión polé-
así logran una mayor exigibilidad, pues obtienen la mica al no extender la protección a la interpretación de
fuerza de ser derecho positivo, lo que, en el caso de los los hechos objeto de un litigio. Algunos pretendían que
preceptos constitucionales, conlleva además las garan- si los medios probatorios no dilucidaban una situación
tías propias de éstos. de facto, el juez debía inclinarse hacia el trabajador,
Otros piensan que en lugar de elevarse, los tendencia que el nuevo texto no admite.
principios "normatizados" disminuyen su importancia,
porque como formulación dogmática son anteriores y 11. LOS DERECHOS INDIVIDUALES.
superiores a la ley, cualquiera sea la jerarquía de ésta, y
la informan, moldean y condicionan. Toda ley, en efecto, La Constitución de 1979 fue sobreabundante
debe ajustarse a los principios so riesgo de empequeñe- en esta materia: elevó a rango constitucional, en forma
cer su contenido al privárselo de base ideológica; por abierta y desprolija, algunas cuestiones de indudable
tanto, un principio tiene rango supralegal, está encima importancia -como la estabilidad laboral o la partici-
de la ley. pación- al lado de conceptos pobres e insuficientes,
Objeción no desdeñable es que erigir en norma como el derecho a gratificaciones, bonificaciones y
algunos y determinados principios deja sin espacio a otros beneficios legales o convencionales, materia esta
los otros principios con los que no se ha procedido última que ciertamente no merecía un reconocimiento
igual. Si, por ejemplo, son principios recogidos por la a ese nivel, o trajo innovaciones injustificables como la
Constitución el de igualdad, el de irrenunciabilidad, de la extensión de la prescripción de derechos a los
etc., ¿a qué quedan reducidos los principios de conti- quince años, por no hablar del banco de los trabajado-
nuidad, razonabilidad, buena fe, no contemplados res, engendro que felizmente nunca se concretó.
específicamente?, ¿subsisten?,¿ no operan? Si todos los La Carta de 1979 fue, pues, pródiga en lo cuan-
principios fueran constitucionalizados, nada habría que titativo, pero muy dispareja en lo cualitativo.
objetar, pero si sólo lo son algunos, qué queda de los Aparecen mencionados o expresamente con-
demás. templados, entre otros, los derechos individuales si-
En el reconocimiento constitucional que se hace guientes:
de ciertos principios, hay matices que es importante - Remuneración mínima (artículo 43).
relievar. - Asignaciones familiares (artículo 43).
Al hablarse de igualdad de oportunidades sin - Jornada ordinaria máxima legal y semanal
discriminación se estaría incurriendo en una especie (artículo 44).
de pleonasmo y hasta en una tautología. En efecto, - Trabajo en horas extras (artículo 44).

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- Condiciones de trabajo de menores y muje- general de falta de precisión o requieren de un esfuerzo
res (artículo 44). exegético difícil y nada unánime: ¿qué es lo justo?, ¿qué
- Descanso semanal, vacaciones y compensa- es lo remunerador?, ¿qué es lo equitativo y suficiente,
ción por tiempo de servicios, todo mencio- incluso?
nado en forma conjunta (artículo 44). Sin embargo, los adjetivos ahora utilizados,
- Gratificaciones, bonificaciones y "demás sin llegar a ser muy concretos, no son tan vastos e
beneficios que señala la ley o el convenio imprecisos como el anterior, que va más allá de la sola
colectivo" (artículo 44). apreciación sobre lo justo y lo legal y lleva a
- Prescripción de derechos (artículo 49). disquisiciones sobre la justicia misma, su definición,
- Estabilidad laboral (artículo 48). su alcance, su contenido. Por lo demás, se suele decir
- Trabajo a domicilio (artículo 50). que la medida de lo justo es siempre individual, y que
- Participación en las utilidades, gestión y no hay dos personas que coincidan de modo absoluto
propiedad de las empresas (artículo 56). y total sobre lo que son la justicia y lo justo.
Se ratifica en la norma analizada el privilegio
La sola exposición de este catálogo impreciso del salario y los beneficios sobre cualquier otro cré-
pone de manifiesto la falta de coherencia de la Carta de dito contra el empleador, incluidos los fiscales, los de la
1979, que no destacó en debida forma los derechos seguridad social y los que cuentan con garantía real.
básicos y más bien los rebajó al colocarlos bajo el mismo Este es un criterio sólidamente enraizado en nuestra
rasero con otros que carecen de esa jerarquía. vida jurídica.
La nueva Constitución adopta el criterio exac- Su formulación nos parece demasiado amplia,
tamente inverso: sólo contiene aquello indispensable, pero ello resulta tal vez inevitable. Otros países, anima-
trascendente, fundamental, dejando librado a la legis- dos por similar afán de protección de los créditos
lación lo coyuntural o prescindible. Incluso derechos laborales frente a los comunes, son más prudentes al
importantes como la compensación por tiempo de ser- señalar topes a la misma. La faltad e límites cualitativos
vicios dejan de ser mencionados, por la simple y ele- y cuantitativos puede llevar a fraudes en contra de
mental razón que su sola importancia no justifica su acreedores de buena fe.
elevación al nivel constitucional, que haría imposible En materia de remuneraciones mínimas, el
una modificación dictada por las cambiantes necesida- nuevo texto repite virtualmente el de la Constitución
des de la sociedad, como fue la que se produjo precisa- anterior, aunque elimina el término "vitales", que dio
mente en esta materia con el Decreto Legislativo 650 y origen a tantas burlas y sarcasmos.
que motivó la desafortunada intervención del Tribunal
de Garantías Constitucionales.
En la nueva Constitución se contemplan de
modo explícito los siguientes derechos:

"Artículo 24.- El trabajador tiene derecho a una


remuneración equitativa y suficiente, que procu-
re, para él y su familia, el bienestar material y
espiritual.
El pago de la remuneración y de los beneficios
sociales del trabajador tiene prioridad sobre cual-
quiera otra obligación del empleador.
Las remuneraciones mínimas se regulan por el
Estado con participación de las organizaciones
representativas de los trabajadores y de los

1~1~1®
empleadores".

La remuneración, cuando es mencionada en


los textos constitucionales, suele ir acompañada de un
adjetivo calificador: justa, decía la Carta de 1979;
remunerador, dice la Constitución mexicana; equita- ~

tiva y suficiente, precisa la nueva norma.


Si bien es correcto darle a la remuneración un "Artículo 25.- La jornada ordinaria de trabajo es
contenido que la complete, los términos adolecen por lo de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas

30 rus Ef VERITAS
semanales, como máximo. En caso de jornadas rasguen farisaicamente las vestiduras los enemigos de
acumulativas o atípicas, el promedio de horas la nueva Carta Magna. Sostienen, con desenfado sin
trabajadas en el periodo correspondiente no pue- igual, que suprime la estabilidad laboral y que, una vez
de superar dicho máximo. que sea aprobado, se va a producir una cadena de
Los trabajadores tienen derecho a descanso sema- despidos y una aguda desocupación.
nal y anual remunerados. Su disfrute y su com- La protesta es insincera, interesada y falsa. Este
pensación se regulan por ley o por convenio". artículo no suprime la estabilidad laboral sino que la
reorienta de modo de permitir varias opciones frente al
¿Cuál es la denominación correcta para la jor- despido sin justa causa.
nada de ocho horas diarias y cuarenta y ocho semana- Para quienes han hecho de la estabilidad un
les? ¿Ordinaria?,¿máximalegal? En la Carta de 1979 se derecho absoluto y de su vigencia un asunto dogmático,
la llamó "ordinaria" a secas, pero lo ordinario es lo cualquier forma de protección del empleo es insuficien-
usual, lo acostumbrado, y ciertamente la de cuarenta y te. Omiten señalar que estabilidad, al modo peruano,
ocho horas semanales no lo es. En la nueva Carta se no existía ni existe en país alguno de Sudamérica y
utiliza una fórmula simple: se señala que la jornada virtualmente en país alguno del orbe: ni en Argentina,
ordinaria no puede sobrepasar dicho máximo, con lo Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Paraguay, Bolivia,
que toda duda semántica queda superada. Ecuador o Uruguay resulta concebible un sistema legal
Este texto supera otro grave defecto gramati- que haga de la estabilidad un virtual derecho de propie-
cal que consistió en unir en el enunciado las jornadas dad sobre el puesto de trabajo, que tal es el alcance que
máximas diaria y semanal con la conjunción ilativa "y", le han dado en el Perú sus seguidores y permitido la
que hacía muy dificultosa la implantación de sistemas Constitución y leyes vigentes.
acumulativos de jornada: la aplicación literal hacía Contra el despido arbitrario pueden oponerse
infranqueable el límite tanto para cada día cuanto para varios sistemas de protección; uno de ellos es la esta-
cada semana. bilidad absoluta, pero puede ser más adecuado un
Muy por el contrario, la disyuntiva "o" se sistema de estabilidad relativa, un seguro de desem-
muestra adaptable a la realidad, puesto que son nume- pleo o una combinación de ambos.
rosísimos los casos de jornadas atípicas en los que la Si algún mérito tiene el nuevo texto es su flexi-
acumulación de jornadas superiores a la máxima legal bilidad, ya que permite que el legislador adopte, dentro
se compensa con descanso también en proporciones de las cambiantes exigencias de una sociedad en
superiores a las comunes, con ventaja tanto para el constante mutación, las reglas que mejor reflejen las
empleador como para el propio trabajador<1>. necesidades en un momento dado.
En materia de descansos -diario, semanal, La Constitución de 1979 fue concebida en un
anual-, la nueva Carta da margen para que sean las momento histórico, económico y social totalmente dis-
propias partes -trabajadores y empleadores- quienes tinto al actual. Se trataba en aquel momento -y así lo
decidan la forma en que son disfrutados y cómo son expresó claramente el decreto de convocatoria de la
compensados. La expresión "compensación" tiene Asamblea Constituyente en 1978- de consagrar y refor-
aquí un doble significado: se refiere en primer término zar lo que el Gobierno militar había hecho en esta
a la compensación económica común, vale decir, a la materia, que algunos sostenían había sido poner en
remuneración del día de descanso o de las vacaciones; práctica los programas del APRA. Por eso, los miem-
pero permite también otro tipo de compensación, como bros de ese partido fueron tan diligentes en dar carácter
podría ser la de descanso por trabajo: quien laboró su permanente a instituciones como la estabilidad laboral,
día de descanso puede recibir, en vez de una compen- que habían sido introducidas como parte del esquema
sación pecuniaria, otro día de descanso sustitutorio, corporativo que los militares querían perennizar.
que es la forma como esta materia se viene tratando Los tiempos actuales son distintos: ya no
actualmente. existe la Unión Soviética y todo su bloque de países se
ha disgregado; cayó el muro de Berlín y con él, simbó-
"Artículo 27.- La ley otorga al trabajador adecua- licamente, acabó la bipolaridad ideológica y política del
da protección contra el despido arbitrario". mundo. Hoy son otras las ideas, los postulados, los
Este es el precepto que ha servido para que se proyectos para construir una sociedad sobre nuevas

(1) Si se desea mayor información sobre el tema, se puede consultar nuestro artículo "Jornada de Trabajo en la Amazonía", publicadoenAnálisis
Laboral, N° 135, Lima, setiembre 1988, págs. 5-7.

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bases. Dentro de ellas no tiene cabida un concepto jadores. Tras su apariencia pro-laboral y sus proclama-
hiperprotector del mal trabajador, que es en lo que ciones socializantes, lo que encubría en realidad era un
quedó convertida la estabilidad laboral. La nueva Carta, esquema en el que los trabajadores y sus organizacio-
lo que propugna, es una adecuada protección contra el nes eran instrumentadas y quedaban sometidas al po-
despido, y tal concepto pasa por la garantía al buen der político.
trabajador, al diligente, cumplido y respetuoso, y no Las comunidades laborales fueron un claro
del díscolo, ineficiente e indisciplinado, que era el que ejemplo de ello, pues el Gobierno trató de utilizarlas
obtenía ventajas del régimen anterior. como base de apoyo a través del siniestro SINAMOS.
La falta de respeto gubernamental a los sindicatos y a
"Artículo 29.- El Estado reconoce el derecho de los los trabajadores quedó patente en que, en vez de propi-
trabajadores a participar en las utilidades de la ciar su autonomía, los sometió siempre al control y a la
empresa y promueve otras formas de participa- decisión de las administraciones. En materia comunita-
ción". ria, como en materia de estabilidad laboral, más tenían
que esperar los trabajadores del Gobierno que de su
Éste es otro artículo polémico. La participación propia fuerza o de sus instituciones.
en la gestión y en la propiedad fue uno de los niños Por cierto, la historia corrió más rápido que ese
mimados del régimen militar, que creó las comunida- proyecto. Así como los trabajadores pudieron darse
des laborales con una clara y transparente vocación maña para librarse, aunque de modo incompleto, de la
antisindical, propia de un modelo corporativista como tutela estatal que se les imponía, del mismo modo una
era el de los años setenta. participación impuesta desde lo alto sólo fue apreciada
La cogestión, que es una institución propugna- por quienes usufructuaban de ella: los dirigentes comu-
da fundamentalmente por la ideología social-cristiana nitarios.
a través de la reforma de la empresa, tuvo en nuestro
país una pésima elaboración conceptual, al plasmarse
como una injerencia de un grupo minúsculo en el
Directorio.
La experiencia, más allá de sublimaciones inte-
resadas, resultó frustrante para los propios trabajado-
res, y sus efectos participativos, más bien pobres. La
participación al más alto nivel de la organización em-
presarial -el Directorio- diluía su eficacia: sobre el
Directorio está la Junta de Accionistas, capaz de resol-
-\
T~i!>AJO
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v,..c:... N.n::
~
ver los asuntos de mayor trascendencia; inmediata-
mente debajo, la Gerencia tiene capacidad y autonomía ~4~
para el gobierno operativo. Al Directorio llegaban así
-r
.~~~'
sólo algunos asuntos, no los más graves ni los más .-{
urgentes, ni los más actuales ni los más dinámicos, sólo
aquellos que accionistas y gerentes querían que llega-
ran.
En cuanto al trabajador, un esquema de parti-
cipación en forma tan distanciada y remota, a través de
un número pequeñísimo de representantes, le resultó
siempre indiferenteC2l.
Uno de los factores de este desinterés, acaso el
más importante, fue el haber pretendido ignorar la
presencia sindical y la legitimidad de su representa-
ción. El régimen de facto de los años setenta tenía Cuando el Gobierno actual suprimió las comu-
profunda desconfianza en los sindicatos y en los traba- nidades, ningún trabajador derramó una sola lágrima

(2) Para más información sobre el terna consultar nuestros trabajos en: "Los sindicatos en el Perú en AA.VV", "Los sindicatos en lberoarnérica",
y "El sistema peruano de participación de los trabajadores en las utilidades, propiedad y gestión de las empresas", en "Relaciones Colectivas
de trabajo: es tu dos en hornenagern ao Ministro Arnaldo Süssekind", bajo coordinación de Joao de Lima Teixeira Filho, Editora LTR, Sao
Paulo 1989, págs. 105 y siguientes.

32 IUS ET VERITAS
por ellas; sólo lo hicieron los que, con ello, perdieron En cuanto al importantísimo tema de la nego-
sus prebendas. ciación colectiva, la Constitución de 1979 fue, a nuestro
Los tiempos que corren, impregnados de neo- entender, imprecisa y deficiente. La expresión más
liberalismo, no son proclives a la participación. Al conflictiva es la que señalaba que "Las convenciones
menos en aquellos países -todos los nuestros- que se colectivas de trabajo entre trabajadores y empleadores
han embarcado o se están embarcando en esa tenden- tienen fuerza de ley para las partes".
cia. El caso peruano puede ser por eso aleccionador. En Una primera interpretación, ceñida a la
país alguno de la región se había intentado y empren- literalidad, llevaba a la conclusión que ésta era una
dido una reforma de la empresa por vía participativa declaración innecesaria e inocua. Esa expresión podría
más intensa, profunda y genC'ral; en ninguno, tampoco conducir a una interpretación contraria a la naturaleza
y por obvias razones, se ha ~ •ndido experimentar tan de la convención colectiva, la cual, si por algo se carac-
en vivo el divorcio entre la teoría y la praxis. teriza, es por no tener fuerza ínter-partes sino extra-
Las comunidades laborales, tan distantes de partes, más allá de quienes la suscribieron, que consti-
sus prometedores objetivos iniciales, tan ineficaces pa- tuye su típica y característica expansividad.
ra aquello para lo que fueron creadas y por eso mismo Otra corriente interpretativa atribuía a la ex-
tan distorsionadas en su funcionamiento, sirven pues, presión "fuerza de ley" un contenido jerárquico: la
desafortunadamente, para abonar las tesis de los ene- convención, según esta tendencia, se equipara a la ley;
migos de la participación. Ello explica por qué dentro es, por lo tanto, jerárquicamente equivalente a ésta y
de la Constitución no se mencionan la cogestión ni la superior a un decreto o resolución de origen adminis-
participación en la propiedad. trativo. En lo fundamental, y con independencia de la
Subsiste sólo la participación en las utilidades, disposición constitucional, compartimos este punto de
cuya importancia, utilidad y justicia nadie cuestiona. vista, con una leve atingencia: el convenio tiene fuerza
Entretanto, sólo una conclusión puede ser ex- equiparable mas no idéntica a la ley, a la que se subor-
traída: el fracaso de las comunidades laborales no es dina.
fracaso de la cogestión, ni menos de la participación.
Sólo lo es de una forma por demás defectuosa de la
misma. Si algo puede quedar como lección es que las
normas sobre participación no pueden ser dadas sin la
intervención de aquéllos llamados a participar.
u la falta de coherencia de la
m. LOS DERECHOS COLECTIVOS. Carta de 19 79} que no destacó en la
La Constitución de 1979 recogía bella y debida forma los derechos básicos}
certeramente el principio de libertad sindical, abun- y más bien los rebajó ••• "
dando en elementos que le dan consistencia y fortaleza.
La libertad individual y colectiva, positiva y negativa,
tenía perfecta cabida dentro del enunciado que nadie
puede ser obligado a formar parte de un sindicato ni
impedido de hacerlo, y que el derecho a la sindica-
lización no se sujeta a autorización previa. La "fuerza de ley" dio paso a otra posición,
Otro valor destacado adecuadamente fue pre- básicamente correcta, sostenida por Boza Pro y recogi-
cisamente el de la autonomía: no puede impedirse u da por Neves Mujica en el sentido que "lo que ha
obstaculizarse el funcionamiento y la administración querido denotar el primer párrafo del artículo 54 de la
de los organismos sindicales. Constitución es la fuerza normativa del acuerdo alcan-
Menos precisa y quizás hasta ambigua resulta- zado entre las partes colectivas", lo que a su vez "signi-
ba, en cambio, la formulación de que un sindicato se fica reconocer en él una fuente de derecho"'3l.
disuelve solamente por acuerdo de sus miembros o por El aspecto más resistido y conflictivo estuvo en
resolución de la Corte Suprema. Hay otras causales el párrafo final del artículo 54, que decía: "La inter-
igualmente válidas desde el punto de vista teórico y vención del Estado sólo procede y es definitoria a falta
material. de acuerdo entre las partes".

(3) NEVES MUJICA, Javier. El contenido negocia!. La compleja relación entre la ley y el convenio colectivo. Instituto de Defensa Legal, Lima,
1992, pág. 59.

IUS ET VERITAS 33
Las exageradas atribuciones reservadas al Mi- sindicación, negociación colectiva y huelga. Cau-
nisterio de Trabajo fueron reflejo de una época -la tela su ejercicio democrático:
primera fase del gobierno militar-, cuya política muy l. Garantiza la libertad sindical.
definida consistía en concentrar en el Poder Ejecutivo el 2. Fomenta la negociación colectiva y promueve
máximo de atribuciones. formas de solución pacífica de los conflictos
El excesivo intervencionismo no sólo desvir- laborales. La convención colectiva tiene fuerza
tuó en su esencia el mecanismo negocia!, que debe estar vinculante en el ámbito de lo concertado.
basado en la autonomía colectiva, sino que introdujo 3. Regula el derecho de huelga para que se ejerza
elementos de extrema politización en las relaciones en armonía con el interés social. Señala sus
colectivas, que quedaron sujetas siempre a la decisión excepciones y limitaciones".
de la autoridad ejecutiva.
Contra el intervencionismo se han pronuncia- En un borrador de trabajo anterior al texto en
do unánimemente quienes han estudiado seriamente la definitiva adoptado, nosotros sugerimos que la liber-
materia. Podríamos consultar por todos a Neves tad sindical fuera garantizada en todas sus manifes-
Mujica<4l, quien expresa: "Es claro también a este res- taciones, como una forma de envolver necesariamente
pecto, que nuestra normativa infraconstitucional resul- los conceptos de libertad positiva y negativa, haciendo
taba atentatoria del mandato constitucional, por cuan- innecesaria la precisión de que a nadie puede obligarse
to no se había establecido canales para el arbitraje a formar parte de un sindicato ni impedírsele hacerlo.
voluntario y el Estado invadía (y continúa haciéndolo) El constituyente prefirió la concisión a la peda-
con reglas pretendidamente imperativas, negociacio- gogía; entendió que garantizar la libertad es sufi-
nes en curso o ya resueltas( ... ) En definitiva, la autono- ciente porque o se la garantiza en todas sus formas y
mía colectiva está sujeta a la legalidad, pero no a cual- alcances o no se la garantiza y punto.
quier legalidad sino sólo a una que a su vez sea respe- En materia de negociación colectiva, la men-
tuosa de la autonomía colectiva, en un doble juego de ción directa a la fuerza vinculante cumple tres objeti-
controles similar al que fija el artículo 8 del Convenio 87 vos: (1) sortea el escabroso problema interpretativo del
OIT para la libertad sindical". precepto anterior, creado por la ambigüedad de la
En materia de huelga, derecho intrínsecamen- expresión "fuerza de ley"; en tal sentido, "fuerza
te polémico, el tratamiento dado a este tema por la vinculante" es expresión acuñada por la Constitución
Constitución de 1979 fue básicamente correcto, en tanto española que ha dado origen a profusa doctrina acadé-
que no definió un modelo, permitiendo así su interpre- mica y jurisprudencia!, de modo que existe ya una
tación flexible. Tampoco la prohibió de manera expre- fabulosa cantera teórica para dilucidar sus alcances; (2)
sa, salvo en casos muy concretos y perfectamente jus- ratifica y refuerza el efecto normativo de la convención,
tificados<5l, determinando así que no pudiera ser obje- evitando interpretaciones privatistas o que sólo tomen
to de restricción exagerada ni mucho menos de impedi- en consideración los aspectos obligacionales; en esa
mento. dirección, "fuerza vinculante" es una expresión enfáti-
En esencia, entonces, lo que el precepto consti- ca y rotunda, de indiscutible valía; y, (3) recoge lo
tucional determinó fue, primero, que la huelga es un que ya la legislación contiene, concretamente, el artí-
derecho de rango constitucional<6l; segundo, que no culo 42 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo
podía ser objeto de prohibición, salvo para las catego- (LRCT); cualquier otra formulación -fuerza de ley, fuer-
rías expresamente excluidas; y, tercero, que debe ejer- za imperativa, fuerza obligatoria, fuerza a secas- po-
cerse en la forma que la ley prescriba. dría crear la falsa impresión de que dicha ley sería
La nueva Constitución contiene en materia inconstitucional por contener un concepto distinto.
colectiva un texto más compacto, más preciso, en espe- Respecto de la huelga, es importante vincular
cial en lo que se refiere a la negociación colectiva. las necesarias limitaciones y restricciones que deban
imponérsele con el interés social que las justifica. Al
"Artículo 28.- El Estado reconoce los derechos de mismo tiempo, queda sometido el ejercicio del derecho

(4) lbidem, pág. 50.


(5) Carecen de derechos de huelga los funcionarios políticos o que ocupan cargos de confianza (artículo 61 ), los magistrados del Pod~r Judicial
(artículo 243) y los miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales (Artículo 61). Por interpret~ción y concorda~cia, se e~tie~de que
están también marginados del derecho los miembros del Ministerio Público (artículo 251) y del Tnbunal de Garanhas ConstituciOnales
(artículo 297); aunque hay quien discute la exclusión de estos dos últimos grupos a base de una lectura literal del texto.
(6) Rango que también, de modo expreso, se concede a este derecho para los servidores públicos, por mandato del artículo 61.

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a ese interés social, evitándose el riesgo de la huelga bies, que restringían la capacidad creativa del legisla-
salvaje. dor.
Ejemplo patético de este defecto fue la pres-
IV. APRECIACIÓN GENERAL. cripción de los derechos laborales que, al ser esta?le~i­
da en quince años, no daba margen para un cnteno
menos arbitrario. Sin embargo, nunca se dio la ley que
A nuestro entender, lo recogido en materia precisara desde cuándo se contaba tan dilatado plazo,
laboral por la nueva Constitución, supera la gaseosa y materia que quedó en la nebulosa.
superabundante proliferación de la anterior en esta 3. Tecnicismo. Al haber sido redactada por
materia. expertos, el uso del lenguaje es cuidadoso, buscando
No podía ser distinto si atendemos a que el precisión y claridad.
moderno texto fue elaborado en su integridad por un Eso no significa que se haga concesiones en
grupo de conspicuos juslaboralistas, entre quienes des- cuanto al contenido; antes bien, cuando es necesario,
tacan los ex-ministros Joaquín Leguía, Carlos Blancas se recurre al lenguaje sofisticado que resulta impres-
y Alfonso de los Heros, los directores de revistas espe- cindible para definir ciertos conceptos. Tal es el caso,
cializadas Ana María Yáñez, Luis Aparicio y Javier por ejemplo, de la expresión "fuerza vinculante" u~ili­
Neves, y diversos profesores universitarios. zada para la convención colectiva, que ya fue recogtda
Ese grupo informal era de amplia y plural en el ordenamiento y tiene el respaldo de la doctrina
composición; estuvo representado allí el pensamiento española, de la cual ha sido tomada en préstamo.
de personas cercanas al movimiento sindical, como al 4. Liberalismo. Resultaría contrario a la lógica
empresariado y a la cátedra independiente. En una y la razón, que la parte laboral de la nueva Constitución
materia delicada, difícil y conflictiva como es la laboral, no se alineara con el sustrato ideológico que prevalece
resulta enaltecedor que el contenido de la Constitución en lo demás. Promovida desde un Gobierno que ha
sea fruto de un consenso académico y no de una sentado las bases legales y económicas para un desarro-
lucubración política. llo basado en la libre empresa, en la reducción del rol
Sus características más saltan tes son, en nues- estatal, en la eliminación del intervencionismo y los
tra opinión, las siguientes: controles, en la apertura de los mercados, etc., de un
l. Concisión y concreción. La Carta de 1979 Gobierno abiertamente liberal, en suma, la nueva Carta
adolecía de grandilocuencia y lirismo. Eran más los tiene que recoger ese aliento y ese destino.
postulados teóricos, las declaraciones principistas, las En lo social, empero, se ha buscado resguardar
metas ideales, que los derechos concretos y exigibles las esencias intangibles del Derecho Laboral: su carác-
que de ella podían desprenderse. ter eminentemente protector, el respeto a la dignidad
No obstante, a pesar de su abstracción, algu- del trabajador, la garantía de sus derechos fundamen-
nos de ellos fueron utilizados como fundamento para tales, el reconocimiento de los derechos colectivos y la
las más descabelladas pretensiones -por vía de las promoción a su ejercicio democrático.
acciones de amparo- y, peor aun, admitidas por algu- Nadie que actúe de buena fe y con sensatez y
nos tribunales. ponderación, podría calificar esta Carta de antiobrera o
Una buena Constitución debe ser concreta, retrógrada. Es más bien progresista en la medida que se
veraz y factible. Debe proponerse metas que puedan orienta y enrumba en el sentido del cambio social que
ser cumplidas; no meras declaraciones ideales, sino nuestra patria y el mundo entero vienen viviendo.
preceptos en los cuales pueda el trabajador obtener Es por sobre todo un texto hecho para el Perú,
tutela para sus legítimas aspiraciones. pensando en el país real y en el tiempo actual; no
El texto aprobado reúne esas características. tomado a préstamo de realidades extranjeras, que pue-
2. Flexibilidad. La Cqnstitución de 1979 era den ser útiles como ejemplo, mas no como modelo y
extremadamente rígida en muchas de sus postulaciones, menos como paradigma. Debe ser, por todo ello, al
pese a lo cual tenía el curioso defecto de remitir dema- menos en la materia laboral, el marco que conduzca a
siadas cosas para la legislación posterior. Esa legisla- relaciones laborales más racionales y más equitativas,
ción en muchos casos no llegó a ser dictada, con lo que en las que los derechos se asienten en el cumplimiento
se producía una doble distorsión: por un lado, por fal- de los deberes y no se exageren unos con desmedro de
ta de reglamentación legal, la Constitución no lograba los otros, y que no se subordine a la economía, pero que
plena eficacia; por otro, la legislación que hubie~a ten~~ tampoco la desdeñe. Jib
do que dictarse venía encorsetada por moldes mflex1-

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