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Historia de Santiago de Chile

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La historia de Santiago se remonta a los primeros habitantes de la cuenca del río Mapocho,
aproximadamente en el X milenio a. C. Sin embargo, recién en el siglo XV con la conquista de
la región por el Imperio incaico existirían las primeras comunidades en la zona.
La ciudad fue fundada hace 478 años, como Santiago de la Nueva Extremadura (Santiago del
Nuevo Extremo), por el conquistador extremeñoPedro de Valdivia, el 12 de febrero de 1541.
Desde esa fecha, la primera ciudad fundada en Chile sería, casi ininterrumpidamente hasta el
día de hoy, la capital y principal urbe de la nación.
En la actualidad, Santiago es una gran conurbación que, en 2002, se extendía sobre una
superficie de 641,4 km² y tenía una población de 5 428 590 habitantes,1 cifra que
en 2006 alcanzaría, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a los
6 269 629 habitantes,2 lo que equivale a cerca del 40 % de la población total del país.

Índice

 1Fundación de la ciudad
 2Santiago colonial
 3Capital de la República
 4La ciudad del siglo XIX
 5El Santiago del centenario
 6Explosión demográfica
 7El Gran Santiago
 8La metrópolis en los inicios del siglo XXI
 9Véase también
 10Referencias
 11Enlaces externos

Fundación de la ciudad[editar]
«La fundación de Santiago», óleo de Pedro Lira (1858). La obra muestra al conquistador español Pedro
de Valdivia proclamando la fundación de la ciudad el 12 de febrero de 1541.

Inés de Suárez organiza la defensa de la ciudad el 11 de septiembre de 1541.

Plano inicial de la ciudad en 1552.

Tras una larga travesía desde Cuzco, atravesando el desierto de Atacama y los valles
transversales y superando las hostilidades de algunos grupos indígenas, el
conquistador extremeño Pedro de Valdivia llegó al valle del Mapocho, el lunes 13 de
diciembre de 1540. Las huestes de Valdivia acamparon junto a las aguas del río, en los
faldeos del cerro Tupahue y comenzaron lentamente a entablar relaciones con los
indígenas picunches que habitaban la zona.
Pasados los peligros Valdivia convocó a los caciques de la zona a un solemne parlamento. A
él asistieron líderes de diferentes territorios, desde Lampa hasta la región del Cachapoal. El
conquistador español les explicó su intención: fundar una ciudad en nombre del rey Carlos I de
España de la que sería su gobernación de Nueva Extremadura.3 Los indígenas habrían
aceptado inicialmente, pensando en una segura expulsión de los forasteros en el futuro, y fue
cedida una pequeña isla ubicada entre dos brazos del río junto a un cerro denominado
como Huelén, el cual era de propiedad del cacique Huelén Huala.4 Tras la cesión de tierras,
varios lof o clanes indígenas de las zonas cercanas al cerro Manquehue (denominadas
como La Dehesa del Rey por los conquistadores) fueron trasladadas hacia otras zonas
como Tango, Peñalolén y finalmente el pueblo de indios de Apoquindo.5
El miércoles 12 de febrero de 1541, Valdivia fundaría oficialmente la ciudad de Santiago de
Nueva Extremadura (Santiago del Nuevo Extremo) en honor al Apóstol Santiago, santo
patrono de España, en las cercanías del Huelén, renombrado por el conquistador como "Santa
Lucía". Siguiendo las normas coloniales, Valdivia encomendó el trazado de la nueva ciudad al
alarife Pedro de Gamboa el cual diseñaría la ciudad en forma de damero. Al centro de la
ciudad diseñó una Plaza Mayor, alrededor de la cual se destinaron solares para la Catedral, la
cárcel y la casa del gobernador. En total se construyeron ocho cuadras de norte a sur y diez
de oriente a poniente, y cada solar (un cuarto de cuadra) fue entregado a los colonizadores,
que construyeron casas de barro y paja.
Junto a sus soldados, Valdivia partió meses después de la fundación de Santiago hacia el sur,
dando inicio a las primeras campañas de la Guerra de Arauco. La ciudad quedó entonces
desprotegida, momento perfecto para que las huestes indígenas de Michimalonco atacaran la
incipiente urbe. El domingo 11 de septiembre de 1541, la ciudad fue arrasada por los
indígenas; pero los 55 españoles, mas un número indeterminado de yanaconaslograron
resistir a los miles de atacantes, destacando la participación de Inés de Suárez, pareja de
Valdivia y primera mujer europea en el país, quien asumió el comando del fuerte. Suárez
ordenó la decapitación de siete caciques picunches y colgó sus cabezas para poder
desmoralizar a las huestes aborígenes. Tras la destrucción de Santiago, la guerra se trasladó
plenamente al sector del río Biobío lo que permitiría la reconstrucción de la ciudad, la que se
vería afectada por un terremoto en 1552.
Con Santiago apenas resurgiendo tras la destrucción y la creciente preponderancia que
adquiría el conflicto bélico, la recién fundada Concepcióncomenzó a adquirir mayor
protagonismo. El conflicto de poder entre ambas ciudades se agudizaría en 1565 con la
fundación de una Real Audiencia en esta última ciudad. Sin embargo, ésta sería cerrada
en 1575 y al ser restablecido este órgano en el Reino de Chile, en 1607, sería instalada en
Santiago, debido al constante peligro que afrontaba Concepción, especialmente tras
el desastre de Curalaba, y los terremotos de 1570 y 1575 que asolaron dicha localidad. Con la
instalación de la Real Audiencia, Santiago quedó definitivamente establecida como la principal
ciudad y capital del país.

Santiago colonial[editar]
Mapa del Santiago colonial a comienzos del siglo XVIII. El sur se ubica en la parte superior de la
imagen.

El puente de Calicanto sobre el río Mapocho fue el principal símbolo de la ciudad de Santiago tras su
inauguración en 1779.

A pesar de que Santiago estuvo a punto de desaparecer por el asalto indígena, el terremoto y
una serie de inundaciones, la ciudad comenzó a poblarse rápidamente. De las 126 cuadras
diseñadas por Gamboa, en 1558 ya habían sido ocupadas cuarenta y en 1580, la totalidad.6
Las tierras de los alrededores de la ciudad comenzaron a ser organizadas chacras,
alcanzando más de dos mil cabezas de ganado en el sector de Pudahuel. En el ámbito
arquitectónico, comienzan a construirse los primeros edificios de importancia de la ciudad,
destacando el inicio de la construcción en piedra de la primera catedral en 1561 y de la iglesia
de San Francisco en el borde sur de la ciudad, el 5 de juliode 1572. Ambas construcciones se
realizaron principalmente de adobe y piedra, y serían inauguradas 26 y 46 años más tarde,
respectivamente.
Santiago de Chile amurallada, según la visión de Guamán Poma (Nueva Corónica, 1615)

Un nuevo terremoto destruiría en 1575 la floreciente ciudad, y una serie de nuevos desastres
asolarían constantemente a la ciudad durante la primera parte del siglo XVII. En 1590, la
población sería diezmada por una epidemia de viruela y en el día de Pentecostés de 1608, el
Mapocho se desbordaría matando a 120 personas y 20 mil cabezas de ganado, lo que se
repetiría en 1618. Finalmente, el 13 de mayo de 1647 la ciudad quedaría completamente
destrozada cuando otro terremoto se llevara la vida de más de 600 personas y dejara más de
cinco mil damnificados. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de trasladar la capital
hacia el norte, cerca de la actual Quillota,6 pero finalmente se desistió de dicha idea.

Los tajamares del Mapocho, óleo de Giovatto Molinelli (1855).

A pesar de la serie de trágicos sucesos que abatieron a Santiago, la ciudad se recuperó y


mantuvo su crecimiento constante. La Plaza de Armas era el lugar más importante,
concentrando allí todo el poder de la Capitanía General de Chile: allí se encontraba la
Gobernación, el Cabildo, la Real Audiencia y la Catedral. Sin embargo, las características de
un pueblo tranquilo comenzaron a desaparecer con el advenimiento del siglo XVIII: sumado a
un nuevo terremoto en 1730, los crímenes, los bandidos y la prostitución comenzaron a
aumentar con el paso de los años, hasta la llegada del corregidor Luis Manuel de
Zañartu en 1767. Zañartu logró controlar la criminalidad en la ciudad con una política de
tolerancia cero, en la cual se incluía el establecimiento de trabajos forzados a los presos
comunes. Gracias a esta medida, Zañartu logró iniciar la construcción de dos de las más
grandes obras arquitectónicas de la Colonia: el Puente de Calicanto, que permitió unir
eficientemente a la ciudad con La Chimba y el inicio de las construcciones de
los tajamares para evitar los desbordamientos del Mapocho.
Aunque el puente logró ser construido, los tajamares fueron destruidos por una nueva
inundación. En tanto, el gobernador Agustín de Jáuregui había traído en 1780 al arquitecto
italiano Joaquín Toesca para realizar la construcción de la nueva fachada de la catedral y
otros edificios gubernamentales, destacando el Palacio de La Moneda. Posteriormente,
Toesca participaría activamente en los planos definitivos del canal San Carlos y en la
construcción de los tajamares definitivos durante el gobierno de Ambrosio O'Higgins, siendo
inaugurados definitivamente en 1798. Ambas obras hidráulicas son consideradas como las
más grandes de toda la América colonial junto al desagüe del lago de Texcoco en Nueva
España.7 El gobierno de O'Higgins destacó también por la apertura del camino
a Valparaíso en 1791 y que permitirían la conexión de la capital con el principal puerto del
país.

Capital de la República[editar]
Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818.

Con el advenimiento del siglo XIX, comienzan a gestarse los procesos revolucionarios en
América. Así, el martes 18 de septiembre de 1810 se proclama la Primera Junta Nacional de
Gobierno en Santiago, hecho con el que se iniciaría el proceso de independencia de Chile. La
ciudad, que se convertiría en la capital de la nueva nación, se vería agitada por los diversos
acontecimientos, especialmente debido a las acciones bélicasque ocurrirían en sus
inmediaciones.

El Cementerio General de Santiago fue una de las principales obras del gobierno de Bernardo
O'Higgins.

Durante la Patria Vieja comienzan a instalarse diversas instituciones, como el Instituto


Nacional y la Biblioteca Nacional, pero tras la derrota de las tropas patriotas en la batalla de
Rancagua, las tropas reconquistadorashispanas entran en Santiago, el miércoles 5 de
octubre de 1814. Con la entrada de las tropas realistas, fueron clausurados todos los avances
del gobierno de José Miguel Carrera y los patriotas que no lograron huir a Mendoza fueron
deportados a Juan Fernández. Un gobierno del terror se instaló en la ciudad, siendo
clausuradas incluso las chinganas, lugares de esparcimiento popular. En 1817, las tropas
del Ejército de los Andes al mando del general José de San Martín cruzaron la cordillera y
alcanzaron la victoria en la batalla de Chacabuco, reinstaurando el gobierno patriota en
Santiago. La independencia, sin embargo, no estaba asegurada. El ejército español obtuvo
nuevas victorias y hacia 1818 se dirigía hacia Santiago, pero la carga sería definitivamente
detenida en los llanos del río Maipo, durante la batalla de Maipú, el domingo 5 de
abril de 1818.
Con el fin de la guerra de la independencia, asume Bernardo O'Higgins como Director
Supremo de la República. O'Higgins, al igual que su padre, realiza diversas obras de
importancia para la ciudad. Durante la llamada Patria Nueva, se reabren las instituciones
cerradas por los españoles durante la Reconquista y se inaugura el Cementerio General, se
terminan las obras del canal San Carlos y el brazo sur del Mapocho, conocido como La
Cañada, fue cerrado el paso de las aguas y el antiguo vertedero ubicado en sus orillas fue
arborizado, dando paso a la Alameda de las Delicias.
Dos nuevos terremotos azotaron la ciudad: uno el martes 19 de noviembre de 1822 y otro
el viernes 20 de febrero de 1835. Estos dos hechos, sin embargo, no evitaron que la ciudad
siguiera creciendo aceleradamente: en 1820 contaba con 46.000 habitantes,6 en 1854 la
población era de 69.018 habitantes y en el censo de 1865 era de 115.337 habitantes.8 Este
importante aumento se generó principalmente con el crecimiento hacia los suburbios de la
zona sur y poniente de la capital y en parte, hacia la Chimba. Sin embargo, el origen de este
desarrollo periférico se basaba en la división de las antiguas subdivisiones de los predios
existentes en la zona, difiriendo de la estructura de damero que regía el centro de la ciudad.

La ciudad del siglo XIX[editar]

Ladera del cerro Santa Lucía.

Teatro Municipal, c. 1900.

Frontis del Club Hípico.

Durante los años de la denominada República Conservadora entre 1831 y 1861 se crean
diversas instituciones, principalmente de carácter educativo y que se convierten en
importantes hitos urbanísticos del período, como la Universidad de Chile, la Escuela Normal
de Preceptores, la Escuela de Artes y Oficios y la Quinta Normal, donde se incluían los
museos de Bellas Artes, actual museo de Ciencía y Tecnología, y el Museo Nacional de
Historia Natural. Sin embargo, los principales avances para la ciudad continuaron siendo
aquellos de carácter hidrológico: entre 1835 y 1840 se elaboran estudios para verificar la
factibilidad de la canalización del río Mapocho, lo que se concretaría en 1865 tras ser
financiado por los vecinos de la ciudad. Además, a partir de 1850 comienzan a desaparecer
los antiguos canales a tajo abierto que recorrían las calles de la ciudad, como forma de
irrigación y evacuación de las aguas servidas, siendo reemplazadas por los primeros sistemas
de alcantarillado y redes de distribución de gas, agua potable y alumbrado público. En 1851,
por otro lado, se estableció el primer sistema de telégrafos que conectó a la capital con el
puerto de Valparaíso. Unos años después, un trágico hecho enlutaría a la ciudad cuando más
de 2000 personas fallecieran en el Incendio de la Iglesia de la Compañía, el martes 8 de
diciembre de 1863.
Un nuevo impulso en el desarrollo urbano de la capital se produjo durante la
llamada República Liberal (1861 - 1891) y la administración del intendente de la
ciudad, Benjamín Vicuña Mackenna. Dentro de sus principales obras se destacó la
remodelación del cerro Santa Lucía que, a pesar de su central ubicación, no era más que un
basurero. Vicuña Mackenna se empeñó, incluso endeudándose personalmente, en el diseño
de obras arquitectónicas imitando las corrientes neoclásicas europeas y ordenó la forestación
del despeñadero rocoso.
Vicuña Mackenna, en su afán de "transformar" a Santiago, inició la construcción del llamado
"Camino de Cintura" que circunvalara toda la ciudad, que hasta esa fecha tenía una extensión
similar a la de la actual comuna de Santiago. Una nueva remodelación de la Alameda la
consagraría finalmente como la arteria central de la ciudad y como un largo paseo para las
familias más acomodadas de la capital. El auge económico que vive la aristocracia,
principalmente debido a los buenos dividendos obtenidos de la minería del cobre y el salitre,
acrecentada con la victoria chilena en la Guerra del Pacífico, permitió el desarrollo de
diversos palacios en la capital de características neoclásicas, especialmente en la zona
suroriente de la ciudad, en los actuales barrios República y Dieciocho.
Estas familias fueron de gran importancia para el desarrollo urbano de Santiago, puesto que
gran parte del financiamiento de las obras provenían de aportes privados de los vecinos
ilustres de la ciudad o de obras filantrópicas. Un ejemplo fue Luis Cousiño que, en 1870,
ordenó la construcción de un gran parque en los antiguos Campos de Marte, un llano utilizado
principalmente para las prácticas del Ejército de Chile y el establecimiento de ramadas durante
las Fiestas Patrias. Con el trabajo de paisajistas europeos, en 1873 Cousiño inauguró el
parque que llevaría su nombre por más de un siglo y que actualmente es conocido
como Parque O'Higgins.9 El parque, de acceso público, se convirtió en un paseo obligado de
los santiaguinos debido a sus amplios jardines, lagunas y carruajes. De igual forma, otros
edificios de gran importancia fueron inaugurados durante la época, como el Teatro Municipal y
el Club Hípico. En esa misma época, Santiago recibió la Exposición Internacional, efectuada
en 1875 en los terrenos de la Quinta Normal.
En cuanto al transporte, la ciudad se convierte en el principal nudo de
los ferrocarriles existentes en Chile, los cuales serían durante gran parte del siglo XIX y XX el
principal medio de transporte a nivel nacional. El primer ferrocarril llegaría a la ciudad
el lunes 14 de septiembre de 1857 en una incipiente Estación Central de Santiago, que sería
inaugurada definitivamente en 1884. Para esos años, la ciudad estaría conectada por vía
férrea con Valparaíso y el tren longitudinal que cruzaba gran parte del país de norte a sur. En
cuanto al transporte urbano, las calles de Santiago estaban pavimentadas y existían 1107
vehículos particulares y 572 coches de arriendo hacia 1875, mientras que 45 000 personas
utilizaban diariamente los servicios del tranvía existente.6 Con respecto a las
telecomunicaciones, la red telegráfica se extendió y hacia 1875 abarcaba
desde Caldera hasta Lota, mientras los primeros teléfonos fueron instalados durante los años
1880; hacia 1889, The West Coast Company Co., la primera empresa de telefonía, tenía más
de 1200 líneas en Santiago y 476 suscriptores, y al año siguiente se establecería la conexión
con la ciudad de Valparaíso. Los principales medios de comunicación eran los periódicos,
siendo el de mayor circulación El Ferrocarril, de propiedad del Partido Nacional, junto a El
Independiente de los conservadores y La Libertad de los radicales.
En tanto, a fines del siglo, se realizaron los trabajos para la instalación de los sistemas de
recolección de aguas lluvias que evitarían las inundaciones en el centro de la ciudad y se
iniciarían finalmente las obras de canalización del río Mapocho, para lo cual fue necesaria la
destrucción de dos de los principales símbolos de la época colonial de la ciudad: los tajamares
y el Puente de Calicanto, ocurrida el viernes 10 de agosto de 1888. Para ese entonces,
Santiago tenía una población cercana a los 256 000 habitantes, esparcidos en una extensión
de 3766 hectáreas.6 Muchos de estos habitantes vivían en barriadas pobres, excluidas del
desarrollo urbano fomentado por la oligarquía. Estos habitantes se concentraban en los
bordes de la ciudad, en los barrios Yungay y Chuchunco por el poniente, Ovalle y El Arenal al
norte de La Chimba y el llamado "Potrero de la Muerte" en el antiguo fundo de El Conventillo,
por el sur.10 Pese a la estricta división de clases en Santiago, la epidemia de cólera atacó por
igual a los habitantes de toda la ciudad a fines de 1886, falleciendo más de 4500 personas.11

El Santiago del centenario[editar]

Mapa de Santiago en 1895.


La Plaza de Armas en 1906.

Con el advenimiento del nuevo siglo, la ciudad comenzó a experimentar diversos cambios
relacionados con el ingreso de la industria, que si bien había iniciado su instalación a fines de
la centuria anterior, recién a partir del siglo XX comenzaría a notar sus efectos con claridad.
Ejemplo de ello fue la electricidad, que aparecería en Santiago tanto en el alumbrado público
como en los tranvías, que debutaría el lunes 3 de septiembre de 1900. Valparaíso, que hasta
la fecha había sido el centro económico del país, comienza lentamente a perder protagonismo
en desmedro de la capital. Ya en 1895, el 75% de la industria fabril nacional radicaba en la
capital y sólo un 28% en el puerto; hacia 1910, los principales bancos y tiendas comerciales se
instalaron en las calles del centro de la ciudad, mientras que en los alrededores de la urbe,
la Compañía de Cervecerías Unidasinstalaría su principal industria en la zona oriente y
la Papelera lo haría en la recién fundada Puente Alto, al sur de la capital.
La promulgación tanto de la ley de Comuna Autónoma como del decreto de creación de
municipalidades permitieron la creación de diversas divisiones administrativas en
el Departamento de Santiago con el fin de mejorar la administración local. Así, la
Municipalidad de Santiago quedó conformada por diez circunscripciones urbanas, mediante la
agrupación de sus 27 subdelegaciones urbanas. A su vez, se agruparon gran parte de sus 26
subdelegaciones rurales, conformando los territorios de nuevas municipalidades rurales, los
que, segregados de la antigua municipalidad departamental santiaguina, comenzaron
rápidamente a crecer urbanísticamente. Maipú, Ñuñoa, Renca, Lampa y Colina se crearon
en 1891, Providencia y Barrancas en 1897; y en 1901, Las Condes. En el departamento de La
Victoria, se originaron Lo Cañas en 1891, dividido en La Granja y Puente Alto en 1892.
En 1899 nació La Florida y en 1925 se creó Cisterna.

El Museo de Bellas Artes y su cercano Parque Forestal fueron dos de las principales obras de la
celebración del Centenario, en 1910.

A comienzos de siglo, el cerro San Cristóbal comenzó a sufrir una renovación similar a la
llevada a cabo algunas décadas antes en el Santa Lucía. En 1903 se instaló un observatorio
astronómico y al año siguiente fue colocada la primera piedra del santuario mariano en la
cumbre del mismo, caracterizado por la imagen de 14 metros de la Virgen María, construida
en Francia y que hasta el día de hoy es visible desde diversos puntos de la ciudad. El
santuario finalmente sería abierto el martes 8 de diciembre de 1908.3 Sin embargo, y a pesar
del entusiasmo de los habitantes de la ciudad y de políticos como Pedro Bannen, la idea de
forestarlo no sería cumplida hasta algunas décadas después.
Con el deseo de celebrar el Centenario de la República en 1910, se realizaron diversas obras
urbanas. Fueron creados diversos ramales de ferrocarriles que permitieron la conexión de la
ciudad con sus nacientes suburbios. Así, fue inaugurada la ruta desde la Plaza
Baquedano hasta el Cajón del Maipo y, algunos años después, el ferrocarril circunvalatorio.
Para ello, debió además construirse una nueva estación de ferrocarriles en el norte de la
ciudad: la Estación Mapocho, que se convertiría en una de las principales construcciones de
celebración del Centenario. Otras grandes obras serían la creación del Parque Forestal en los
terrenos ganados por la canalización del Mapocho, donde se instalaría el nuevo Museo de
Bellas Artes. Algunos años después, la Biblioteca Nacionaltambién tendría una nueva sede,
junto a la Alameda y el cerro Santa Lucía. Otros avances incluyen la finalización de los
trabajos de alcantarillado, que cubrían a cerca del 85% de la población urbana.10

Explosión demográfica[editar]

Vista de Ahumada, en el centro de la ciudad, hacia fines de los años 1920.

En 1920, Arturo Alessandri Palma asume como Presidente de la República principalmente


gracias al voto del proletariado obrero, marginado históricamente de los procesos políticos
ocurridos tanto en el país como en la ciudad. A fines de ese año, el censo estimaba una
población en Santiago de 507.296 habitantes, lo que equivalía al 13,6% de la población total
del país. Esta cifra, además, representaba un aumento de un 52,47% con respecto al censo
de 1907, es decir, un crecimiento anual del 3,3%, casi tres veces más que la cifra a nivel
nacional. Gran parte de este crecimiento se debía a la llegada de campesinos desde el sur a
trabajar en las fábricas o en los ferrocarriles en construcción.
Sin embargo, este crecimiento se experimentó en la periferia y no en el casco urbano
propiamente tal. Diversas razones explican este fenómeno, dentro de las que se encuentra el
aumento de las contribuciones en la ciudad, el loteo de los antiguos fundos rurales por las
comunas recién formadas a bajo costo y la expansión de los tranvías eléctricos hacia la zona
oriente y sur de la ciudad. Los habitantes del centro de Santiago, principalmente personas de
clase media y alta, comenzaron a emigrar hacia el sector de Providencia y Ñuñoa, al oriente
de Santiago, alejadas de la ya contaminada urbe y cercana al mundo rural, lo que les permitía
abastecerse de productos agrícolas a menor precio. Muchos inmigrantes europeos, que en la
época formaban parte importante de la clase profesional presente en el país, decidieron
instalarse en las zonas de la avenida Pedro de Valdivia para estar más cerca de la naturaleza,
por lo que comenzaron a abrir diversos clubes deportivos.10
Plano de Santiago en 1929.

Las nuevas propiedades disponibles debido a la partida de sus moradores comenzaron a


potenciar y a consolidar al centro de la ciudad como un barrio netamente comercial, en torno
al eje de las calles Ahumada, entre la Plaza de Armas y la Alameda, donde surgieron varios
centros comerciales denominados "portales". Durante esta misma época, el centro fundacional
se consolidó como el centro administrativo del país. Si bien durante años se había discutido la
formación de un centro cívico para la capital, la burocracia del régimen parlamentario impidió
el desarrollo de un proyecto arquitectónico definitivo. Sólo con el inicio del Presidencialismo,
gracias a Alessandri, el proyecto del Barrio Cívico de Santiago en los alrededores del Palacio
de La Moneda comenzaría a tomar forma. Los edificios para diversos ministerios y otros
servicios públicos fueron construidos siguiendo la corriente modernista, durante los años 1920,
pero el proyecto completo sólo se concretaría entre 1936 y 1946, con la creación del Paseo
Bulnes, conectando La Moneda con el nuevo Parque Almagro.12 El nuevo Barrio Cívico daría
el puntapié definitivo para el comienzo de la construcción de edificios de mediana altura en la
ciudad. La modernidad se expandió en la ciudad, con la aparición de los primeros cines, la
expansión de la red telefónica y la inauguración del Aeropuerto Los Cerrillosen 1928, entre
otros adelantos.
El sector sur de la ciudad comenzó a desarrollarse en los terrenos del llamado Llano de
Subercaseaux a lo largo de la Gran Avenida, que conectaba al centro de Santiago con la villa
de San Bernardo. El sector de San Miguel comenzó a convertirse en una ciudad dormitorio
para los habitantes de la clase media que se alejaba del centro. Aunque tenía un clima más
favorable que Ñuñoa, los barrios marginales ubicados junto al Zanjón de la Aguada, donde
además se encontraban la Penitenciaría y el Matadero Municipal, actuaron como una barrera
que impidió el ingreso de familias más acomodadas al sector. Tanto en San Miguel, como en
los barrios de clase media de Providencia y Ñuñoa, las nuevas viviendas correspondían a
los bungalows, siguiendo las tendencias de construcción británica con casas de características
similares, mientras el surgimiento de diversas organizaciones sindicales permitió la aparición
de villas para sus asociados.
Mujeres preparan ollas comunes, 1932.

La sensación de una era de crecimiento económico, reflejada en los avances tecnológicos y el


desarrollo tanto de las clases acomodadas como de la clase media, contrastaba
profundamente con las clases sociales más bajas. Joaquín Edwards Bello, a través de obras
como El inútil y La chica del Crillón, criticaba fuertemente la disparidad entre la riqueza y la
pobreza existentes en Santiago. Aunque durante las primeras dos décadas del siglo, la
llegada de inmigrantes campesinos había generado un importante aumento de los barrios
pobres en la capital, sería a partir de 1929 que se generaría una explosión demográfica sin
precedentes. La Gran Depresión a nivel mundial generó el desplome de la industria
salitrera del norte, dejando a 60.000 desempleados, los que sumados a la caída de las
exportaciones agrícolas, totalizaron cerca de 300.000 cesantes a nivel nacional. Las grandes
ciudades parecían ser las únicas oportunidades de sobrevivir y Santiago, con su bullente
industria, fue el destino preferido de los migrantes. Muchos llegaron sin nada a la ciudad y
miles debieron sobrevivir en las calles ante la imposibilidad de arrendar alguna habitación. Las
enfermedades comenzaron a expandirse y la tuberculosis cobró la vida de cientos de
indigentes; 25,3 de cada 10.000 habitantes de la ciudad morían, siendo la tasa de
mortalidad más alta a nivel mundial de esta enfermedad.10 A esto se sumó el desempleo y la
baja en los sueldos de los habitantes anteriores de Santiago y el aumento en el costo de la
vida en la capital.
La recuperación de la economía se debería al nuevo auge industrial fomentado por
la CORFO y la expansión del aparato estatal a partir de fines de los años 1930 y comienzos
de los años 1940. En esta época, la aristocracia pierde gran parte del poder que había
ostentado durante siglos y es la clase media, compuesta por comerciantes, burócratas y
profesionales, la que adquiere el protagonismo de la política nacional. En este contexto, es
que la ciudad de Santiago comienza a desarrollarse hacia las masas, mientras las clases
acomodadas tienden a refugiarse en los barrios altos de la capital. Los antiguos paseos de la
clase adinerada, como el Parque Cousiño y la Alameda de las Delicias, comienzan a perder
protagonismo, mientras se abren recintos para el esparcimiento popular, como el Estadio
Nacional de Chile en 1938.

El Gran Santiago[editar]

Crecimiento relativo de Santiago por comunas10


1940 1952 1960 1970

Barrancas 100 223 792 1.978

Conchalí 100 225 440 684

La Granja 100 264 1.379 3.424

Las Condes 100 197 506 1.083

Ñuñoa 100 196 325 535

Renca 100 175 317 406

San Miguel 100 221 373 488

Santiago 100 104 101 81

Producto de todos estos cambios a la ciudad, la población de Santiago creció a un ritmo


acelerado nunca antes visto. En el censo de 1940, la ciudad acumulaba a 952.075 habitantes,
en 1952 esta cifra llegó a los 1.350.409 habitantes y el censo de 1960 reflejó la 1.907.378.
Principalmente, este crecimiento se reflejó en la urbanización de los sectores rurales de las
comunas aledañas al centro, donde se establecieron las familias de clase media y clase baja
con viviendas estables. Esto se refleja en el aumento del tamaño ocupado por el área urbana:
en 1930 tenía una extensión de 6.500 hectáreas, que en 1960 llegaron a las 20.900 y
en 1980 llegó a las 38.296. Aunque la mayoría de las comunas seguían creciendo, pasado
mediados de siglo el crecimiento fue explosivo en las comunas más periféricas: Barrancas, al
poniente de la Quinta Normal, Conchalí al norte de Recoleta, La Cisterna y La Granja al sur de
San Miguel. En el caso de la gente de clases más acomodadas, comenzaron a acercarse al
sector precordillerano, hacia los sectores de Las Condes y La Reina. El centro, por el
contrario, perdió habitantes dejando más espacio para el desarrollo del comercio, la banca y
las actividades gubernamentales.
Extensión del Gran Santiago en 1965.

Sin embargo, el crecimiento de la ciudad durante el medio siglo anterior había sido
completamente desmedido y sin ningún tipo de regulación. Recién en los años 1960 comenzó
a existir conciencia de la idea del Gran Santiago y su regulación para el desarrollo conjunto de
los habitantes de la capital. En 1958 fue lanzado el Plan intercomunal de Santiago, el cual
sería aprobado el jueves 10 de noviembre de 1960 por el Decreto Supremo Nº2.387. Este plan
incorporaba por primera vez el concepto del Gran Santiago, aceptando la realidad de que la
ciudad era más que la comuna central y estableciendo que la amplia autonomía que tenían las
comunas periféricas perjudicaba "la natural coordinación que debía existir en
una metrópoli que constituye una sola unidad", lo cual había generado una ciudad dentro de la
que había espacios que no eran ni claramente rurales ni urbanos. Para ese entonces, las
comunas de Santiago, Quinta Normal y San Miguel eran las únicas que tenían urbanizada la
totalidad de su superficie, mientras las restantes aún contenían territorios rurales que daban
paso a la urbanización de forma irregular.
El plan contenía básicamente tres puntos. El primero correspondía a una regulación del uso
urbano, con el fin de mantener espacios naturales y rurales en torno a la capital, fijando una
superficie de 21.600 hectáreas para la zona urbana y de 17.000 hectáreas para la suburbana,
lo que permitiría una población de hasta 3.260.000 habitantes. El segundo consistía en una
reestructuración de las obras viales para mejorar el transporte interno de la capital: se terminó
la construcción del Camino de Cintura y se construyó la Avenida Circunvalación Américo
Vespucioalrededor de la ciudad. Además, fue habilitada la Carretera Panamericana o Avenida
Norte-Sur, cruzando transversalmente la ciudad en dicho sentido, y se ensancharon las
principales avenidas de la ciudad, como la Alameda que para ese entonces ya era la principal
ruta de circulación de los automóviles en la capital. Finalmente, el tercer punto estipulaba el
traslado de las industrias dispersas a lo largo de todo Santiago en zonas especiales conocidas
como "cordones industriales", localizadas principalmente en los ejes del camino a Melipilla por
el poniente, Avenida Vicuña Mackenna en el oriente y la Panamericana Norte.
La Torre Entel, símbolo de la ciudad desde 1975.

La celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 1962 vino a dar un nuevo empuje a las obras
de mejoramiento de la ciudad. Gracias a las gestiones del Ministerio de Vivienda y Urbanismo,
se pudieron realizar muchos de los cambios propuestos, dentro de los que destacó la
formación del Parque Metropolitano de Santiago en 1966 debido a las remodelaciones en el
cerro San Cristóbal, mientras parte de las poblaciones callampas de la ciudad eran
erradicadas para dar paso a parques, como en el sector del Zanjón de la Aguada. El MINVU y
sus organismos dependientes gestionaron la construcción de nuevas viviendas, construyendo
torres habitacionales destacando la Remodelación San Borja, un conjunto de 20 edificios de
altura en el centro de la capital que comenzaron a ser construidos en 1969. En sus cercanías,
el gobierno de Salvador Allende ordenó la construcción de un gran edificio para recibir
la UNCTAD III en 1972, y que sería posteriormente denominado como Edificio Diego
Portales y luego Centro Cultural Gabriela Mistral.

El Costanera Center es uno de los nuevos símbolos de la ciudad, fue terminado en 2013.

En tanto, en 1967 sería inaugurado el nuevo Aeropuerto Internacional. Luego de años de


discusión, en 1969 se daría inicio a la construcción del Metro de Santiago, cuya primera etapa
correría bajo la Alameda, entre San Pablo y La Moneda. La construcción del ferrocarril
subterráneo sería uno de los hechos más importantes en el desarrollo del transporte urbano,
siendo inaugurado en 1975. A partir de ese momento, el Metro seguiría creciendo y ya a fines
de 1978 contaría con dos líneas perpendiculares a lo largo de gran parte de la ciudad. Las
telecomunicaciones tendrían además un importante desarrollo, reflejado con la construcción
de la Torre Entel, que desde su finalización en 1974 sería uno de los símbolos de la capital al
ser la estructura más alta por más de dos décadas.
Tras el golpe de Estado de 1973 y el establecimiento del régimen militar, la planificación
urbana de la ciudad no tendría grandes cambios; sin embargo, al entrar a la década de
los años 1980, el gobierno adoptó un modelo económico neoliberal. Bajo este sistema, el
Estado comenzó rápidamente a abandonar su rol organizador en beneficio del mercado. En
esta situación se promulga una modificación en 1979 al plan regulador, que liberalizó el
mercado inmobiliario al ampliar el radio urbano a más de 62.000 hectáreas con el fin de hacer
descender los valores de la tierra. Sin embargo, la crisis económica del año 1982 haría que los
valores se mantuvieran o se encarecieran en las zonas urbanas; esto originaría un mayor
crecimiento hacia la periferia, principalmente el sector de La Florida, que en el censo
de 1992 se convertiría, con más de 300.000 habitantes, en la comuna más habitada de todo el
país, y que dejaría a la ciudad con 40.619 hectáreas de extensión hacia comienzos de
los años 1990. En tanto, un terremoto azotaría la ciudad el domingo 3 de marzo de 1985 que,
aunque causó escasas víctimas, dejó numerosos damnificados y destruyó numerosas
edificaciones de antigüedad. Durante esos mismos años, la ciudad enfrentó también diversos
desbordes del río Mapocho, en 1982 y 1986, y decenas de hogares fueron arrasados luego de
un aluvión en el sector de la Quebrada de Macul en el invierno de 1993.

La metrópolis en los inicios del siglo XXI[editar]

Un conjunto habitacional de clase media en la comuna de La Florida.


La Torre Telefónica, uno de los símbolos del crecimiento de los años 1990.

Tras el fin de la dictadura militar y el inicio de los gobiernos de la Concertación, la ciudad de


Santiago ya sobrepasaba los cuatro millones de habitantes, que habitaban preferentemente en
la zona sur: La Florida era seguida en número de habitantes por Puente Altoy Maipú. Durante
gran parte de la década de los años 1990 y como producto del crecimiento económico que
vivía el país durante esa época, el desarrollo inmobiliario en estas comunas se debió en gran
medida a la construcción de conjuntos habitacionales para familias de clase media. Estos
conjuntos habitacionales también comenzaron a ser construidos en otras comunas de la
periferia, como Quilicurahacia el norte y Peñalolén por el oriente.
El sector nororiente de Santiago vivió otro desarrollo importante. A medida que pasaba el
tiempo, la gente de mayores recursos comenzó a avanzar progresivamente hacia la
precordillera, aumentando de manera importante la población en Las Condes y dando origen a
nuevas comunas como Vitacura y Lo Barnechea. Aunque en décadas anteriores, el eje
de Avenida Providencia se había consolidado como un sector comercial de gran importancia,
es a partir de fines de los años 80 en que el sector oriente de la ciudad se convierte en un polo
de atracción para la construcción de innovadores edificios de oficinas de gran altura. Las
grandes empresas del país comenzaron rápidamente a cambiar sus instalaciones desde el
centro tradicional hacia el pujante y moderno centro empresarial que comenzó a ser conocido
como Sanhattan. A esto se sumó la instalación de los primeros centros comerciales de
magnitud que, con el paso de los años, se expandieron al resto de la ciudad, convirtiéndose
en un centro de atracción y entretención para la población.
El progresivo desarrollo del llamado "Barrio Alto" influyó aún más en la crisis que vivía el
centro de Santiago, por lo que comenzaron a desarrollarse importantes medidas para
revitalizarlo. Las principales calles comerciales se convirtieron en paseos peatonales, como
el Paseo Ahumada, y se instituyeron beneficios tributarios para la construcción de edificios
residenciales, atrayendo nuevamente a un número importante de habitantes, principalmente
adultos jóvenes. Por otro lado, aunque la cantidad de gente bajo la línea de la pobreza bajó,
ésta no desapareció de la ciudad y generó una fuerte dicotomía entre la pujante urbe
globalizada y los barrios marginales dispersos a lo largo de la capital. Ejemplo de ello es la
comuna de Huechuraba, en la zona norte de Santiago, en cuyo territorio se encuentran
campamentos de familias de escasos recursos, un sector de modernas oficinas, y
condominios exclusivos.
Desde los años 1980, el smog es uno de los principales problemas que enfrenta Santiago.

A pesar de la marcada división entre estratos sociales presente en la ciudad, a partir de los
años 1990 comenzaron a surgir diversos problemas generados por el desordenado
crecimiento de la ciudad. Uno de ellos fue la contaminación atmosférica, que alcanzó niveles
críticos y perjudiciales para la salud humana, produciendo una capa de smog sobre la ciudad
acentuada principalmente en los meses de invierno. Ante ello, se instauraron diversas
medidas para regular tanto la contaminación producida por fuentes industriales como por
fuentes móviles, introduciendo la restricción vehicular a partir de 1990.
Por otro lado, no existía un sistema de transporte eficiente que pudiera sostener a la ciudad
que cada vez era más extensa. Por ello, el Metro de Santiago fue constantemente ampliado,
extendiendo las líneas ya existentes y creando tres nuevas entre 1997 y 2006 en el sector
suroriente de la ciudad. Hacia 2009, una nueva línea hacia Maipú y una extensión hacia Las
Condes dejará al ferrocarril metropolitano con una extensión cercana a los 105 kilómetros.
Aunque a comienzos de los años 1990 se realizó una reestructuración al sistema de buses,
ésta no logró corregir los problemas existentes, por lo que a comienzos de los años 2000 se
diseñó un plan maestro de transportes conocido como Transantiago, el cual enfrentaría una
serie de problemas desde su puesta en marcha, el sábado 10 de febrero de 2007.
A medida que entra en el siglo XXI, la ciudad persiste en su acelerado desarrollo.
Diversas autopistas urbanas han sido construidas, mientras el Barrio Cívico fue renovado con
la creación de la Plaza de la Ciudadanía y se comienza la construcción de la Ciudad Parque
Bicentenario con el fin de conmemorar el bicentenario de la República. Además, el desarrollo
de edificios de altura en la zona oriente ha continuado, el cual culmina con la apertura de
los rascacielos Titanium La Portada y Gran Torre Santiago en el complejo
inmobiliario Costanera Center. Sin embargo, el efecto del terremoto del 27 de febrero de
2010 que azotó a Santiago, podría generar un impacto en el crecimiento en altura, pues
aunque los principales daños ocurrieron en edificios antiguos, algunos de corta data también
quedaron inutilizables.

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