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SlfiAlEÍ-TlEMPOS

ESTE

libres!

Jeal:
I

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i,;;* y'^crisis

"Ve,
ntud

^ C I o •.

céntimos
áDice dicho organismo, quien díó a Eti"
pía la más calurosa y adulad"/
bienvenida. T a m b i é n en relací"^
¿Qué dicen?... con esto se puede preguntar si
naciones civilizadas tienen la <^°''
tumbre de enviar Embajadas de f^'
licitación a una nación bárbaf^^
Se dice que el coronel Lawrence timamente hechas p o r el senador como sucedió cuando el Negus f"
n o ha muerto. Hace algún tiempo Marconi, en la exclusiva presencia coronado emperador de Etiop'^'
se publicó en la Prensa mundial la de Mussolini y del general Bac- Y o tengo también que record^^
noticia de la muerte de este desta- trochi, subsecretario de la Guerra. que miles de tropas negras lucn^
cadísimo miembro de espionaje del Anteriormente había sido M a r c o n i ron en la Gran Guerra para lÜ"^^^
Inteligence Service. recibido por el rey, al que se cree a las razas blancas de la amenf^^
Sigue circulando con insistencia le habrá i n f o r m a d o del resultado de la dominación alemana. ^
el r u m o r de que la muerte del co- de sus trabajos. El interés militar dirán éstos si una nación po^'^'^°
ronel Lawrence n o ha sido más que se presta y el secreto con que sa, como Italia, intentase conq"'
que u n simulacro, y se asegura que se rodean esos ensayos indican que tar un pequeño país indefenso,'°
dicho coronel ha pasado por M a - se trata de u n invento que afecta m o Etiopía? El m u n d o de las í
drid, encontrándose actualmente en a la defensa nacional de Italia. La zas de color está ya protestad
África, donde está realizando una consigna en t o r n o de Marconi es contra las ambiciones de f.¡
de sus peculiares misiones. del más riguroso silencio. consecuentemente, es deber de
Corren, sin embargo, rumores razas blancas evitar este cotí^^''^.
U n comunicado del Chaco da de que las pruebas realizadas en la A p o y a n d o enérgicamente la
cuenta de la llegada al frente de la autopista de Ostia con los nuevos pendencia de Etiopía, recoflO^ ^
Comisión neutral que intervino en rayos llamados de Marconi, cons- que se deberían dar a Italia co^^
el cese de las hostilidades. E n t r e tituidos, sin duda, por microon- cesiones económicas, pero no a
aclamaciones han recorrido los co- das, h a b r á n conseguido detener sin pensas de la soberanía de la T^*'
misionados varios sectores del fren- causa mecánica aparente autos lan- raza negra independiente."
te, y la deposición de las armas ha zados a toda velocidad, producien-
sido acogida con entusiasmo. do el calado del m o t o r . La pasión megalómana de ^^^^^
El trágico balance de la contien- hombres ciegos, más del alnta <3^
da entre Bolivia y P a r a g u a y acusa, del cuerpo, ha provocado la i^^^
entre muertos y beridos, 2 5 0 . 0 0 0 , Gratien Candace, d i p u t a d o ne- rra entre Italia y Abisinia. Las
sin contar que h a y muchos que, gro por Guadalupe, ex subsecreta- trallas y los aviones "civiliza
dañados por el clima, quedarán rio de Colonias, que está conside- res" ya han empezado su tarca'
para toda la vida sin buena salud. rado como u n o de los más desta- N o s p r e g u n t a m o s si los que
¡He aquí el resultado civilizador, cados representantes del imperio ñ a n en hacer revivir pretéritas i
de la guerra! negro francés, ha manifestado a rías épicas, no serán también baf'
U n i t e d Press, entre otras cosas, lo dos p o r la avalancha de sai^^^'
El profesor Lucien Bertrand, del siguiente: fuego y fango que h a n provoca
Museo de Historia N a t u r a l de P a - "Mussolini ha h a b l a d o en tér- Esta vez seremos breves en el ^
rís, es el primer h o m b r e que ha minos m u y ligeros de la raza ne- m e n t a r l o ; sólo queremos recoi"^
pescado desde u n avión. tuf^
gra, y, sin embargo, n o ha vacila- d a r a nuestros lectores la l^'-'
H a pescado insectos, con una do en dar entrenamiento militar del artículo que publicamos
gran red, cuando el avión en que a los habitantes de Eritrea y a nuestro n ú m e r o de septiembre s
iba alcanzó la altura de 3 . 0 0 0 pies. otras razas negras para tenerlos bre el conflicto italoabisinío.
Después de u n r a t o , c u a n d o j u z - preparados para la invasión de
gó que ya tenía suficiente canti- a-
Etiopía, si lo desea. Italia ha lla- Existen tribus de indios sill o s
dad, cerró la red y dio orden al m a d o también país bárbaro a E t i o - americanos que se ennegrecen
p i l o t o para que descendiera. pía; pero cuando este país fué ad- dientes masticando deterniÍJ^^pjo
Cree el profesor Bertrand que m i t i d o en la Sociedad de Nacio- plantas en forma constante-
ha logrado coger ejemplares inte- nes, fué Italia, como m i e m b r o de sólo consideran esos indios (l^^
resantísimos de t a m a ñ o microscó- dientes negros son extraotdiñ^'-
pico. mente bonitos, sino que están
Los insectos, en u n a caja her-
méticamente cerrada, h a n sido en- SEÑALES DE LOS TIEMPOS! vencidos de que ese color arti'^'j^j
los preserva de dolores de ^^^^^s
viados al laboratorio para su es- REVISTA MENSUAt ItUSTRADA i y, en general, de todos los i^a
tudio. • de la dentadura. E n el Perú se
encontrado numerosos esque
letí^
NOVIEMBRE 1935
Sigue observándose el m a y o r si-
lencio acerca de las experiencias úl-
MADRID J de aborígenes en que llama la a^^j
(Pasa a la pág- ' '

P Á G I N A DOS
iSED LIBRES!
Por ÓSCAR A. SUCCAR

La m á x i m a que dice " H a z lo de su v o l u n t a d la que les i m p o n e la negra encarnación de la liber-


i^^ quieras" parece haberse ense- el capricho, la conveniencia; el uti- tad!""—exclama con ironía R u s -
ñoreado de la v o l u n t a d h u m a n a , litarismo y los prejuicios. E n m a - k i n — . ¿Es esa la libertad que t a n -
^ada cual reclama libertad de ac- teria religiosa, la m a y o r í a de los to anhelan los sofistas de la eru-
pero para si, sin i m p o r t a r l e h o m b r e s sirven al o j o , y, en su dición m o d e r n a ? ¿Libertad para
S'^eho la libertad del p r ó j i m o , fuero i n t e r n o llegan a ridiculizar- frecuentar el alhañal? ¿Libertad
j asta los enemigos declarados de se de las ideas que profesan y de para revolcarse en el cieno?
libertad suelen defenderla, para los actos que practican en público. " L a libertad es preciosa para el
^ego en su n o m b r e i m p o n e r la R i g u r o s a m e n t e h a b l a n d o , la h o m b r e que sabe dominarse—dice
selavitud. T a n t o los llamados a b - verdadera libertad del h o m b r e aca- A n n i e Besant-—, pero u n peligro
°'iitistas c o m o los demócratas, ba allí d o n d e empieza la posibili- para el h o m b r e y la sociedad cuan-
^°iiservadores como liberales, u n o s dad de dañarse o de d a ñ a r al p r ó - d o el h o m b r e n o sabe hacerlo."
J otros suelen defender la ley, el j i m o . H a s t a Malatesta, aquel in- V a l e decir: la libertad es preciosa
ttiperio de lo que l l a m a n ley y o r - cansable l u c h a d o r social italiano, para el h o m b r e libre y u n peligro
La defienden, sobre t o d o , en u n d e s b o r d a m i e n t o de sinceri- para el h o m b r e esclavo.
'•'^atido tienen en sus m a n o s los d a d , h a b l a n d o del ideal anarquis- P a r a ser libre h a y que dejar de
resortes del poder político. E n ta, exclama: La libertad que nos- ser esclavo. L a abolición de la es-
^ apariencia parecen ser sus fieles otros queremos no es la libertad clavitud civil y política n o deter-
^i^ardadores; pero, como dice José absoluta..., sino la libertad real, la m i n a la libertad del i n d i v i d u o E s
t^ernández p o r boca del gaucho libertad posible. A l h a b l a r de " l i - peor la esclavitud del cerebro que
ylartín Fierro, "la ley es como la bertad posible" es reconocerle l í - la esclavitud del cuerpo, m u c h o
elaraña en m a n o s de quien la m a - mites, cotos, a la libertad. peor la del espíritu que la de la
"^^Ja". E s i n d u d a b l e q u e la a r a ñ a T o d o s los grandes sistemas re- materia. ¡ C u á n t o s h o m b r e s h a y
1*0 se enredará en sus mallas, mien- ligiosos h a n reconocido la existen- detrás de las rejas presidiarías q u e
tas que las pobres moscas caerán cia dc esos límites. E l apóstol San- g o z a n de m u c h a m á s libertad q u e
J^'^rapadas. Generalmente los h o m - tiago los resume en u n marco, esos pobres seres enclenques de es-
ares de orden a d m i t e n la necesidad d e n t r o del cual coloca "la ley de p í r i t u y huecos de alma que se
j imponer t a l o cual ley a la c o - la l i b e r t a d " . E l cristianismo a m o - arrastran achatados p o r las calles,
J?etividad; mas .. en lo que se re- nesta la observancia de esa ley, p e - como bestias m o r i b u n d a s , b a j o el
^"^re a ellos personalmente, se c o n - r o n i católicos n i protestantes la peso denigrante de sus vicios y de
^^den la m á x i m a indulgencia. T o - observan. Esa ley en el cristianis- sus prejuicios.
el peso, t o d o el rigor de la ley, m o desciende de la abstracción H a y esclavos que prefieren la es-
•* Para los de enfrente; sin e m b a r g o , ideológica para objetivarse en for- clavitud a la libertad. Se citan, c o n
^°lerancia, m a n g a ancha, vista gor- ma concreta, para concretarse en frecuencia, casos de esclavos que al
jea, para el que la aplica. T a n t o u n camino definido. L o s grandes ser m a n u m i t i d o s p o r sus a m o s r e -
°s llamados conservadores c o m o principios de esa ley se h a l l a n es- h u s a r o n la libertad que se les ofre-
?s liberales, h a n confiado dema- b o z a d o s en el decálogo mosaico. cía. Seres q u e a fuerza de m o l d e
siado en lo q u e v u l g a r y p r o f a n a - La libertad absoluta, la liber- h a n sufrido la inversión del sen-
j^ente l l a m a n conciencia, n o a d m i - tad sin límites, n o es inás que u n t i d o c o m ú n . E s inconcebible el gra-
tendo para su u s o personal otras fetiche creado p o r las pasiones d o de envilecimiento al que llega
•directrices morales fuera de las que, egoístas, ínsaciadas, de esa a n i m a - el esclavo. L a esclavitud p r o l o n g a -
^^gún ellos, ésta les señala, c u a n d o lidad concupiscente que nunca deja da le hace hasta cierto p u n t o inep-
. reahdad lo que hacen es estable- de latir en el f o n d o de t o d o h o m - t o para la libertad. L l e g a n a prefe-
•"^r como única n o r m a restrictiva bre imperfecto. " ¿ N o es la mosca rir el aire viciado de las m a z m o -

PAGINA TRES
rras y las miasmas virulentas de tra existencia? ¿ T r a b a j a r ? ¿Co- ángulos p i n c h a n ; pero si uno p^*^''
sus inmundicias al oxígeno t o n i - mer? ¿ D o r m i r ? El buey trabaja, con frecuencia, los ángulos se g^*'
ficante de las altiplanicies y al j ú - y come, y duerme . L o m i s m o t a n ; y así, también la concienc'^
bilo que despierta en el corazón bace el caballo, y el asno, y el ca- puede llegar a ser u n guía gastado
una vida sana y libre. mello .. en el cual n o se puede confiar-
La verdadera libertad no se p r o - ¿Cuáles son vuestras mayores A q u í cabe preguntar: ¿quién sao
mulga por medio de u n decreto preocupaciones? ¿El pan vuestro que obra bien y que los ángulos
gubernativo en la Gaceta, ni se de cada día? ¿Vuestros padres? su conciencia n o se h a n gastad*'^
arrebata por medio de la violen- ¿La esposa? ¿Los hijos? ¿Habéis ¿Podremos calificar con justicia
cia revolucionaria, ni menos a ú n olvidado que " n o sólo de p a n vive nuestras acciones sin tener aO
se compra con dinero. L a libertad, el h o m b r e " ? ¿Habéis pensado al- nosotros un criterio, una máx'^J*
en la cabal acepción del vocablo, guna vez en que el m a y o r bien que moral superior, que pueda servif
no es algo que debemos esperar podéis ofrecer a los vuestros, a nos de piedra de toque para coíj
acostados, como si fuese " m a n á " quienes os rodean y dependen di- probar la autenticidad del oro
que nos ha de venir de arriba, o recta o indirectamente de vosotros, las mismas, y que al mismo tiei^^
que nos lo ha de servir algún ca- es el estímulo aleccionador y la in- p o nos sirva de espejo en do» ^
marero providencial en una ban- fluencia santificadora de vuestra p o d a m o s contemplar nuestra co''
deja, como si se tratase de patatas amistad de hombres libres? ¿Ha- ciencia? El resultado final de
fritas. béis llegado a comprender el ver- acción n o se ha de j u z g a r por * _
E l precio de la libertad tendrá dadero significado de la sagrada efectos inmediatos, los cuales p" ^
que pagarlo u n o mismo. P a b l o de palabra libertad? ¡ O h , la libertad! den llegar a ser causas determina^
T a r s o , en la epístola que escribe a Cuya obtención debiera ser vues- tes de u n resultado final distin^ '
los romanos, les dice a éstos: "Pre- tra m a y o r preocupación. Luchad H a y conciencias hiperestésica'
sentad vuestros cuerpos en sacrifi- sin tregua por vuestra liberación. y otras completamente insensi''
cio vivo, santo, agradable a Dios, R o m p e d vuestras amarras. Sed li- para ciertas cosas. La conciencia
que es vuestro racional culto." U n bres si queréis dejar de vivir al una monja, que sea hija apr°^jj
culto racional exige una vida ra- margen de la vida. El esclavo, por chada de la beatísima María ^
cional; una conducta racional, u n más oro y plata que aporte a sus Alacoque, llegará a obligarla
sacrificio también racional, vivo, semejantes, será siempre un peso apagar la luz cuando vaya a
que n o es la ofrenda muerta de m u e r t o en la sociedad, una carga ñarse, para que n o vea ciertas pa
una vela encendida a Santa Tecla de p l o m o sobre los h o m b r o s del tes pubendas de su cuerpo, nii^
o a San A n t o n i o . El culto de Dios, p r ó j i m o . N o seáis carga de nadie. tras que la conciencia de un d^^'í -
del verdadero Dios, del D i o s vivo, Sed ayuda. dista cien p o r cien le dará '^a'
el culto de la V e r d a d y de la Li- Sed libres. Libre es el h o m b r e para pasearse por la Puerta del i>^^
bertad, exige la ofrenda de la vida, que se ha vencido a sí mismo, aquel a mediodía, sin más ropa ^^^^^(,
la ofrenda del cuerpo y del espíri- que es su p r o p i o monarca, el que que trajo a este m u n d o al «a'
tu, en sacrificio vivo, perpetuo; en n o es un muñeco a merced de sus N o faltan quienes preten''^g
aras del Ideal, u n ideal superior, instintos carnales, aquel que ha sa- guiarse por la sublime regla de
por el cual sea digno, t a n t o vivir bido poner orden en el caos de sus que dice: " H a z a otros lo "3^,
como morir. sentimientos, y n o el que es escla- quieres que te h a g a n . " El ^^^^^
"Quien n o sabe por qué o por vo de sus vicios y víctima sumisa dor y el bebedor también la ^.
quién debe morir, n o sabe segura- y voluntaria de sus imperfecciones. nen en práctica, y con f recueO'^
mente cómo debe vivir" , dice R u s - Vuestra libertad n o depende de La conciencia del fumador
kin. Cristo enseña que "si el grano vuestros gobernantes, ni de la so- molesta cuando fuma, porq^^
n o cayere a la tierra y muriere, n o ciedad a la cual pertenecéis. P o r parece que fumar es lo más na
producirá f r u t o " . Así pasa t a m - o t r o lado, tenéis los gobernantes ral del m u n d o . C u a n d o el b^^^^;-
bién con la vida. Si n o estamos que merecéis. Pero vuestra libertad convida con un "copetín" al a
dispuestos a sacrificarla p o r algo depende única y exclusivamente de go, piensa que le ha hecho ^^j^.
que valga más que ella, nuestra vosotros mismos. N o culpéis a na- vor. " L a costumbre hace ley"-;'''*^ 3
vida n o dará fruto, nuestra vida die de vuestra esclavitud ni de vues- ce el a d a g i o — . U n a mentida
n o servirá para nada. E n ese caso, tra miseria. Vosotros sois las vícti- fuerza de repetirse adquiere
a u n q u e lleguemos a centenarios, mas de vuestra ignorancia. Sois de verdad, llega a parecernos
moriríamos sin haber sabido n u n - vuestros propios verdugos. verdad misma. L a costumbre
ca lo que es la vida. H a b r í a m o s Cierto cacique indígena, conver- madrastra de menores. La ^^'p
vivido una existencia muerta, apa- tido al cristianismo, al querer ex- ' ridad se adquiere por medio
gada, inútil, indigna de u n ser ra- pilcar la función de una conciencia ] comprensión. A b r i d las venta
cional. sensible, lo h i z o del m o d o siguien- de vuestra alma, abrid paso a^^j
¿Os habéis t o m a d o el t i e m p o t e : " L a conciencia es u n t r o z o de l u z ! E l h o m b r e que sobresale .
necesario para preguntaros, a solas acero triangular que hay d e n t r o m o n t ó n , el que va para ma/
con vosotros mismos, por qué vi- del pecho. C u a n d o u n o hace mal,
. ¡4.)
vís? ¿Cuál es el objetivo de vues- el t r o z o de acero da vuelta y sus (Pasa a la pag- '

r-ÁGINA CUATRO
g a n z a ; crímenes p o r afán de lucro:
amor ilícito; emociones o excitaciones
nerviosas; victoria sobre u n rival; t r i u n -
fo económico; diversión; disimulo de
una falta; casamiento p o r dinero.
Generalmente nos presentan el uso del
licor c o m o u n a n o t a de distinción social,
y la embriaguez como algo gracioso. De
las películas cinematográficas en circu-
lación, sólo el 9 p o r 100 podría clasi-
ficarse como benéfico para la sociedad.
El cine, en vez de ser i n s t r u m e n t o de
cultura y de moral, es u n agente pode-
roso para la difusión de vicios y cos-
tumbres que tienen efectos perniciosos
sobre la sociedad, y m á x i m e sobre la
imaginación del n i ñ o .
E a s t m a n resume de esta manera lo
^ í Q u e n o sabes cuál es tu religiór? V a m o s a ver, ¿adonde van tus padres, que el n i ñ o verá en el cine, si lo frecuen-
'a^lglesía o a la sina^oéa?
A l • cine •.
t a : " Q u i z á presencie u n a película bené-
( D e Gringoire •, de París.)
fica, pero b a y cien probabilidades con-
tra u n a de que la principal película del
" p r o g r a m a " esté saturada de u n a m -
biente de crímenes y de sexualidad,
L o s NIÑ;OS y EL «CINE fuera de toda p r o p o r c i ó n para u n ser n o r m a l .
» C o n t e m p l a r á , p o r lo menos, u n o o dos asesi-
.El escritor norteamericano Frcd E a s t m a n ha es- natos y otros casos varios de violencia morbosa.
'-'"'to una serie de artículos en el Cristian Century, La película, generalmente, se desarrollará en u n me-
los cuales estudia de u n a manera detallada y cien- dio de u n lujo s u p e r a b u n d a n t e . Se presentará el uso
tífica los efectos de las películas sohre la imaginación del licor como algo correcto y n a t u r a l en la socie-
los niños, en lo que se refiere a su salud, ideales dad moderna. Estará sometido a la influencia de u n
^2 vida, nociones del amor, del m a t r i m o n i o , etc. elenco vulgar y grosero, vestido con u n refinamien-
E a s t m a n dice que solamente en los Estados U n i - t o r a y a n o en la pedantería, jactándose a m e n u d o de
os de Norteamérica acuden alrededor de 57 millo- su carácter perverso, sensual, irrefrenable, lascivo,
nes de personas s e m a n a l m e n t e al cine. D e las cua- i m p u n i s t a para con la ilegalidad, adicto a la satis-
facción de apetitos bestiales, sin el deseo o la nece-
17 millones son menores de veintiún a ñ o s ; 9 mi-
sidad aparente de trabajar para ganar h o n r a d a m e n t e
llones, de siete a catorce años de edad, y 4 . 5 0 0 . 0 0 0 ,
su sustento, en este m u n d o t a n lleno de dificulta-
? e n o r e s de siete años. E n resumen: según él, los ni-
des... Sin embargo, los adolescentes, ingenuos y sin
'^os permanecen, por t é r m i n o medio, dos horas en
preparación m o r a l , fascinados p o r los héroes y he-
^1 cine cada semana.
U n examen minucioso ha d e m o s t r a d o que de roínas de las películas, por ese elenco que las inter-
500] preta, p o r esos personajes teatrales que alcanzan
,, películas lanzadas a la circulación cada año,
137 de ellas, a p r o x i m a d a m e n t e , tienen p o r argu- t a n t o renombre, se sienten m o v i d o s a imitarles, n o
i m p o r t a a qué costo."
mento u n crimen; 4 4 se dedican a la guerra, el h o -
rror j el misterio, y 70 se refieren a asuntos sexua- C o n s i d e r a m o s las palabras que anteceden de gran
*^s. "Es decir, más del 5 0 p o r 100 del " p r o g r a m a " importaiicia para los padres de familia.
Para el n i ñ o que asiste regularmente al cine consiste
películas cuyos a r g u m e n t o s se basan en la sexua-
'dad, la violencia y la c r i m i n a l i d a d ; 115 películas,
^^cogidas al azar entre las producciones más recien- LA BANCARROTA DEL IDEAL
fs, referían la comisión de 4 0 6 crímenes; 35 pe- De u n interesante artículo del D r . P a g n i e n , apa-
iculas presentaban 5 4 asesinatos; 12 ilustraban recido en la Revue des Spécialités bajo cl t í t u l o " E l
7 robos audaces a m a n o a r m a d a ; 14 h a b l a b a n de ideal y la sociedad", extraemos los párrafos si-
^1 secuestros." guientes:
E n u n análisis de 115 películas modernas, el doc- " C u a n d o echamos u n r á p i d o vistazo sohre lo que
tor E d g a r Dale, de la U n i v e r s i d a d de O h i o , ha en- pasa en derredor nuestro, sobre las ideas directrices
•^ontrado que los temas de la vida, según los p r o t a - de los actos primordiales, sobre la literatura con-
gonistas de esas obras cinematográficas, son con fre- temporánea, la cual p o r sí sola nos informa mejor
cuencia: seducción de alguna persona; algunas ve- que t o d o lo demás acerca del espíritu de nuestro si-
c^s, m a t r i m o n i o p o r a m o r ; éxito profesional; ven- glo, n o p o d e m o s menos que pensar en estos relatos

PÁGINA CINCO
de la historia de R o m a : Panem et Circenses. Panem
et Circenses, gritaha la muchedumbre, feliz de pre-
cipitarse al circo para aplaudir a Nerón, quien S2
PENSAMIEMTOS
regodeaba en su p ú r p u r a ; Panem et Circenses, gri-
taba la muchedumbre, y no veia la sangre que hacia
correr para satisfacer su sed y era el torbellino que
Por ELENA G. W
la iba a tragar.
Al mentiroso nunca le gustará la verdad: la Jj"
"Sí, Panem et Circenses fueron los clamores pre-
mildad no satisfará jamás a la vanidad y al orgu'
cursores de la decadencia de R o m a .
la pureza n o puede ser aceptada por el disoluto)
"Pero hoy, en nuestro siglo X X , es necesario con- a m o r desinteresado n o tiene atractivo para el ^8°,
fesar que somos demasiado Pan y Cine. E n la época ta. ¿Qué goces podría ofrecer el cielo a los que est
del lujo, del placer del siglo X X , es el género de es- completamente absorbidos en los intereses egois
pectáculo que apasiona más. El n ú m e r o de las salas de la tierra?
de cinematógrafo a u m e n t a todos los días; h a y más
de cuatro mil de ellas (en París s o l a m e n t e ) , que
desde la m a ñ a n a hasta la noche, y desde la noche Es imposible para el espiritu finito del boí"^^j
hasta la m a ñ a n a , proyectan sobre sus pantallas una comprender plenamente el carácter de las obras
producción de películas de todas clases. infinito; aun a la inteligencia más perspicaz V
espíritu más ilustrado, aquel santo Ser aparecerá«
" A l g u n a s de estas películas son notables, y n o vuelto en el misterio. i•
queremos negar al cine el interés que pueda tener,
aunque quisiéramos, sin embargo, precaver a los di-
rectores de escenas y a las ñ r m a s para que n o ani- Dígase lo que se quiera, la causa real de la
quilen t o d o u n pasado de ideal y de belleza, con y el escepticismo casi siempre es el a m o r al P^''^.,;
pretexto de inmolarlo t o d o a las ganancias... E s - Las enseñanzas y restricciones de los libros sag""^
tamos privados de escenarios, y vamos a quedar n o caen bien al corazón orgulloso, lleno de P5''^p5,
expuestos a n o ver sino películas ridiculas donde y los que no quieren obedecer sus m a n d a m i c l
n o se exhiben sino revólveres y robos. fácilmente d u d a n de la eficacia de los mismos, t
llegar al conocimiento de la verdad debemos ten
"Sería necesario que los directores de las películas u n deseo sincero de conocerla y buena voluntad
n o se olvidasen de que entre la muchedumbre ávida el corazón para obedecerla.
que se vuelca en los Circenses-Cines h a y dos clases:
los adultos y los niños, los espíritus fuertes y los
débiles, que se a b a n d o n a n sin defensa a la historia
referida en la pantalla y reciben inconscientemente C u a n d o llegue el t i e m p o de la prueba, qtiej^'^as''
la impresión de lo que ven. venir, entonces los que h a y a n tenido las enseña"
" A n a t o l e France veía en el cine el fin de la civi- de Cristo como regla de conducta se darán a co
cer. E n verano n o h a y diferencia notable entte
lización de una cultura europea.
árboles que conservan siempre su verdor y los
" L a extensión del cine concuerda con la supre-
lo pierden. Asi también ocurre en la actualidad
"sión del griego y el latín en las escuelas—decía
la cristiandad. P r o n t o vendrá el tiempo en j^s
" é l — . El cine materializa el peor ideal popular. Es
notará la diferencia entre los falsos cristianos í
"la trivial gacetilla, la tercera página de la h o j a p o - verdaderos. E n verano todos los árboles son ve
" p u l a r vivificada."
" E l cine, que podría haber sido a la vez educa-
d o r y m o r a l i z a d o r , está a p u n t o de llegar a ser des- Cristo ha demostrado que nuestro prójimo no^^^
moralizador. Y podría ser, sin embargo, u n eficaz solamente el que asiste a nuestra iglesia o d^^^^
a y u d a n t e científico. tiene nuestra misma fe. Nuestro p r ó j i m o es
" E l valor intrínseco de las películas falta, pues, persona que necesita ayuda. N u e s t r o p r ó j i m o es
y la causa h a y que buscarla tal vez en el ideal defi- alma que está herida o maltratada. E n nuestra f,^^,
ciente de nuestro siglo, consecuencia inevitable de la ción con nuestro p r ó j i m o n o delft influir If^ ¿a
gran pobreza de nuestra literatura actual." rencia de religión, ni la raza, n i la distincioi^
C o n el D r . Pagnien, deploramos la pobreza de clases.
nuestra literatura moderna, triste reflejo de una ban-
carrota moral. A la decadencia de los libros sigue la C u a n t o más cerca estéis de Cristo, mejor
decadencia de las costumbres, la decadencia de las ceréis vuestras propias faltas, porque veréis mas
imágenes. El cine ya n o se conforma con colocar ramente vuestras imperfecciones en contraste co
ante los ojos de todos las escenas más escandalosas, naturaleza perfecta.
los vicios más desvergonzados; trata de atraer por
sus carteles y p o r sus títulos más sugestivos, sin el L a luz y las tinieblas n o pueden conciliarse-^j^j,
menor p u d o r para los ojos que los contemplan. L o s tre el error y la verdad media u n conflicto jnc
niños precoces, que son el azote de nuestro tiempo, ble. Sostener y defender u n o de estos p u n t o s es
son las primeras víctimas de la bancarrota del ideal. car el o t r o . - —~ —•

PÁGINA SEIS
D e d i c a m o s e s t a s e c c i ó n m á s b i e n a la m u j e r .
Cuantas preguntas nos quieran hacer nuestras
l e c t o r a s s o b r e a s u n t o s r e l a c i o n a d o s con ei h o -
gar, las c o n t e s t a r e m o s p o r riguroso t u r n o . Bas-
t a r á c o n d i r i g i r la c o r r e s p o n d e n c i a a n o m b r e
del redactor, A p a r t a d o 4 0 7 8 . Madrid.

¿QUIÉN SOY YO? — S u b í , señora, contestó el babo- El t r a t a m i e n t o requiere pacien-


a fuerza de arrastrarme. [so, cia y constancia y disposición de
Yo soy la que urde t o d o s los cooperar de parte del paciente. L o s
Juan Eugenio Hartzenbusch.
*^nredos, fabrica t o d a s las m e n t i - t a r t a m u d o s c o m ú n m e n t e piensan
"^^5. inventa todas las calumnias; más rápidamente de lo que pue-
HABILIDADES CONFUSIONISTAS
'^^ la paso averiguando vidas aje- den h a b l a r y p o r eso se les atra-
as, llevando de aquí para allá t o - E n R o m a , las autoridades que viesan las palabras. El t r a t a m i e n -
°s los chismes y t o d o s los cuen- regulan el tráfico callejero h a n t o consiste en insistir con suavi-
tos. p r o h i b i d o recientemente que los dad y paciencia en que hablen con
. soy la que siembra t o d a la inquilinos de casas situadas cerca lentitud p r o - n u n - c i a n - d o ca-da sí-
'^'Zaña y discordia entre h e r m a n o s , de las esquinas o en los cruces de la-ha p o r s e - p a - r a - d o ; se debe gra-
^"iigos, parientes y familias. carreteras posean loros, a menos duar la velocidad de tal manera
, Yo soy la que alimenta odios, que los guarden en habitaciones que el t a r t a m u d o pueda seguir.
°s rencores y las v e n g a n z a s , cuan- que n o tengan ventanas a la calle. A d e m á s de eso será conveniente
° n o . s o y la causa de eso. Esta medida tiene su explicación. u n examen completo para descu-
Parece que se ha c o m p r o b a d o que
di,;„ ' ^ . ^ a n e r a de v o r a z incen- brir alguna enfermedad que p u -
'°' t o d o lo avasallo, nada respe- los loros cuyas jaulas se encuen- diera haber, pero el t r a t a m i e n t o
to tran p r ó x i m a s a la calle aprenden
' y t o d o lo devoro. principal es la educación; eso sí,
• Mi h a m b r e es insaciable; m i sed a imitar los toques de bocina. La
debe bacerse con paciencia y cons-
'"^«inguible. demostración posterior de sus ha-
tancia y más paciencia y más cons-
. y o sirvo a la soberbia y a la en- bilidades es luego causa de confu-
tancia y más constancia y más pa-
^'dia de telégrafo, teléfono y cable siones para automovilistas y pea-
ciencia.
Para encender la guerra entre las tones, p o r c u a n d o esos pájaros
consiguen imitar perfectamente el El padre o la madre deben en-
paciones, e x c i t a n d o el o d i o de
s o n i d o en cuestión. señar a este n i ñ o a leer p r o n u n -
Itiellos que las representan.
ciando cada palabra como ya se
Y o a n d o de casa en casa deni- ha dicho. El estar en la escuela
S^ando al m u n d o . EL CAMINO D E L PARAÍSO
j u n t o con otros niños es i n c o n -
1 0 n o dejo en p a z ni a los DEL CORÁN
veniente hasta que haya d o m i n a -
fittertos, pues los desentierro cual Según la creencia de los m a h o - do la t a r t a m u d e z , salvo que tuvie-
'^na famélica y feroz para saciar- metanos, existe u n p u e n t e llama- ra u n a maestra que comprendiera
de sus carnes podridas, es decir, d o Alsirat, que cruza el abismo del a f o n d o el problema y tuviera m u -
^^co a lucir sus vicios y pecados. infierno y representa el único ca- cha paciencia.
Y o soy más inexorable que la m i n o para llegar al P a r a í s o . Ese
''^tterte, pues ésta se detiene ante el puente simbólico es—según las en-
Polvo del sepulcro y en él descan- señanzas del C o r á n — m á s fino MI B O C I O E M P E O R A . ¿LO
mas y o sigo adelante. que u n pelo y más afilado que u n a SUPRIMIRÁ LA TINTURA
Y o soy u n m u n d o de i n i q u i d a d navaja. C o n ello los m u s u l m a n e s D E YODO?
^' malicia. indican la dificultad de llegar al
i Y o soy la m a l a l e n g u a ! — R i - Paraíso, pues el m e n o r paso en N o sería p r u d e n t e tratarle p o r
'''"do León. falso basta para precipitarlo a u n o correspondencia. N i n g ú n médico
del puente al abismo del infierno. puede aconsejarle el y o d o a ciegas,
LA p o r q u e si bien a y u d a en a l g u n o s
casos, en otros tipos de bocio los
el 'ó en la eminente roca d o n d e a n i - agrava. L o mejor sería c o n s u l t a r
aguila real que sólo llega [da
^ti torpe caracol de la h o n d a vega
PREGUNTAS Y RESPUESTAS personalmente a u n médico de
confianza, quien recetará el t r a t a -
^ exclama s o r p r e n d i d a : EL NIÑO TARTAMUDO m i e n t o después de e x a m i n a r el ca-
Nuestra hijita ha empezado a so detenidamente.
"~~¿Cómo en ese a n d a r tan perezo- tartamudear últimamente. ¿Puede
""^n arriba subiste a visitarme? [so hacerse algo i" (Pasa a la pág. 14.)

PÁGINA SIETE
Fantasías
de los sabios
y la crisis
del transformismo
Por DANIEL HAMMERLY DUPUY
Una b r v a f ó s i l ,
encontrada en
Bottingcn ( A l e -
mania ) .

PRIMERA PARTE

E n su discurso de apertura ante el Décimotercer


Congreso Internacional de Fisiología, en la U n i -
" E n la América del Sur me causaron profu'' .d»
impresión tres clases de fenómenos: la manera
versidad de H a r v a r d , el profesor A u g u s t o K r o g h ,
especies m u y vecinas se sucedían y se reemplaza ^[
de la Universidad de Copenhague, h i z o esta signi-
unas a otras a medida que iba de N o r t e a Sut'
ficativa confesión: " C o n placer nos imaginamos
p r ó x i m o parentesco de las especies que habita^ ^
que buscamos imparcialmente la verdad, pero con
litoral de América del Sur con las que son P^''\f¡'
pocas excepciones, a las cuales y o sé que n o perte-
res a este continente, lo que me sorprendió 5 ° "
nezco, sentimos la influencia, y a veces m u y fuer-
manera, así como la variedad de las especies ^
te, de nuestros prejuicios personales, y dedicamos
habitan el archipiélago de los Galápagos, innie
nuestros mejores pensamientos a aquellas ideas que
t o a tierra firme: y finalmente, las estrechas ^ y
hemos de defender." (Science, agosto 3 0 de 1 9 2 9 ,
ciones que enlazan los mamíferos desdentados^^^
página 2 0 3 . )
los roedores contemporáneos con las especies
Si esto p u d o decirse en un congreso de fisiolo- tinguidas de las mismas familias. N o olvidare
gía, ¿qué es l o q u e debiera oirse en u n congreso de más la sorpresa que sentí al desenterrar u n rest°^j,
geología y paleontología?... ¿Quién osaría hacer animal gigantesco análogo al de un animal
allí u n a declaración contra los prejuicios conven- viente.
cionales después de haber presentado el "santo y "Reflexionando sobre estos hechos y compa
seña" : evolución y transformismo!' dolos con otros del m i s m o orden, parecióme ^
A pesar del tiempo transcurrido desde que se fra- símil que las especies vivas fuesen la posterida
guaron las teorías geológicas, éstas continúan tira- una forma progenitora común... C o m o había es^j^
n i z a n d o todavía la interpretación de los hechos al diado el género de vida y las costumbres de los ^^^^
p u n t o de que el profesor A . C. Ceward, de la U n i - males, estaba suficientemente preparado para
versidad de Cambridge, p u d o afirmar francamente m a r m e u n a idea exacta de la lucha p o r la e^'^
en la revista Nature, del 2 6 de abril de 1 9 2 4 , que cia, y mis trabajos geológicos me h a b í a n hecho
"el estudiante que da u n a mirada imparcial, p r o n - cebir la inmensa duración de los tiempos pasad /0
to descubre que el testimonio de los fósiles crea m a - (Citado por Martínez Roca en el prefacio
yores problemas que los que resuelve". , origen de las especies", de la Editorial Protn^
1 de Valencia.) gg4.
E n esa carta, fechada el 8 de octubre de 1 j¿
LOS A N D A M I A J E S D E D A R W I N Y D E H A E C K E L D a r w i n n o establece si el fósil que t a n t o '^esP^jj,
su interés p o r su semejanza con animales en ^j^,
U n a s tres décadas después de su viaje de circun- tencia, era u n gliptodonte con respecto a un P^^,,
navegación, D a r w i n escribía lo siguiente a Haec- d o o a u n "tatú carreta", o si se trataba de iS
kel, su más ardiente partidario en A l e m a n i a : gaterio con respecto a u n perezoso, pero el hec

PAGINA OCHO
^ue en cualquiera de los dos casos se podria esti- las monografías de faunas, de flores y de terrenos,
'rjar con más acierto que n o había allí la más m í - y verá que la paleontología ofrece ya bastante más
nima prueba de evolución, sino la evidencia más materiales de lo que él supone y reconocerá que ha
palmaria de u n a acentuada degeneración orgánica. j u z g a d o con ligereza, según datos incompletos. Su
Ciertamente, D a r w i n fué i m p u l s a d o a conclusio- teoría n o responde en m o d o a l g u n o a los datos de
nes arbitrarias por sus prejuicios geológicos previos, la ciencia actual y espera del porvenir u n a demos-
restos n o impidieron, sin embargo, que en su " O r i - tración que nada deja entrever. Se funda en hechos
gen de las especies" dedicara el capítulo I X a la t o m a d o s fuera de la marcha n a t u r a l de las cosas y
Insuficiencia de los d o c u m e n t o s geológicos". E v i - cuyas consecuencias pueden siempre negarse." (Cours
dentemente D a r w i n n o p u d o ocultar su secreto de Paléontologie", pág. 7 5 . )
escepticismo acerca de las pruebas procedentes de la Haeckel fué más intrépido que D a r w i n ; sus p o -
geología y de la p a l e o n t o l o g í a : " P o r mi parte pulares construcciones, creadas sobre el andamiaje
~~-dice—yo rniro el informe geológico c o m o u n a de su imaginación poco escrupulosa, llenaron el
P'storia del m u n d o imperfectamente t o m a d a , y es- t r a n s f o r m i s m o de suposiciones arbitrarias y perni-
erita en u n dialecto c a m b i a n t e ; de esa historia p o - ciosísimos errores.
seemos únicamente el ú l t i m o v o l u m e n , concernien- La gloria de Haeckel se debió a la construcción
te solamente a dos o tres lugares. E n este v o l u m e n de ese palacio de cristal p o m p o s a m e n t e cimentado
solo acá y allá u n breve capítulo ha sido preserva- sobre la deleznable "ley biogenética f u n d a m e n t a l " ,
do, y en sus páginas sólo algunas líneas aquí y que a pesar de sus errores es todavía la medula y la
allí. C a d a palabra de ese lenguaje que se transfor- c o l u m n a vertebral de los estudios biológicos. L a
tf;a lentamente, más o menos diferente en los ca- m e n t a d a ley de Haeckel quiere ver en el desarrollo
P ' t u l o s sucesivos, puede representar las formas de de cada ser d u r a n t e el p e r i o d o e m b r i o n a r i o la su-
los seres vivientes, que están sepultados en nuestras cesión de todos los diversos estados de la forma-
formaciones consecutivas, los cuales aparecen erró- ción y desarrollo de la especie.
rteamente c o m o h a b i e n d o surgido a b r u p t a m e n t e . " Según esa famosa ley que ha sido repudiada p o r
De las anteriores palabras de D a r w i n , repetidas los m o d e r n o s estudios embriológicos, c o m o q u e d ó
casi t e x t u a l m e n t e p o r cuenta de casi todos sus con- referido en el artículo t i t u l a d o "El verdadero sig-
tinuadores, se infiere claramente que la p a l e o n t o - nificado de las trayectorias embriológicas", la pa-
logía restaba su concurso a la hipótesis transfor- leontología es presentada c o m o prueba de la serie
rnista. Respecto del conocido subterfugio de los d o - de modificaciones embrionarias, pero c u a n d o se es-
cumentos geológico - paleontológicos incompletos, t u d i a n los fósiles resulta que es la embriología la
otros naturalistas se hacen eco de la siguiente p r o - que determina el orden de los i m a g i n a d o s cambios
testa de D ' A r c h i a c : paleontológicos. Es verdaderamente u n círculo vi-
El a n d a m i o c o n s t r u i d o p o r D a r w i n n o descan- cioso: la filogenia es p r o b a d a p o r la ontogenia y
sa sobre nada real, porque la ciencia con que más la ontogenia es p r o b a d a p o r la filogenia.
debía contar para levantarlo le niega su a p o y o , El célebre geólogo y p a l e o n t ó l o g o v o n Zittel fué
r l a y c o n j u n t o s de capas bastante bien estudiadas u n o de los primeros en declarar que las etapas esta-
para que D a r w i n las hubiera aprovechado si h u - blecidas p o r su c o m p a t r i o t a estaban desprovistas
biesen t e n i d o a l g ú n a r g u m e n t o que ofrecerle. Que de f u n d a m e n t o científico. Depéret, después de co-
profundice los trabajos serios y detallados, los re- m e n t a r la enérgica protesta de Zittel c o n t r a la fa-
^'rltados o b t e n i d o s en n u m e r o s o s , estudios locales, mosa ley biogenética, a ñ a d e : " L a experiencia nos
ha enseñado a cuántas incerti-
d u m b r e s y errores nos e x p o -
nemos en los hechos p a l e o n t o l ó -
gicos por el m é t o d o de la e m -
b r i o l o g í a . " ("Les transíorma-
tions du monde animal", pá-
gina 1 1 8 . P a r í s , 1 9 0 7 . )
Según el m o n i s m o , o sea la
hipótesis transformista hilva-
n a d a p o r Haeckel, de la fa-
mosa m o n e r a , o célula p r i m o r -
dial sin núcleo, debían surgir
p o r derivación los seres p r i m i -
tivos que irían t r a n s f o r m á n d o -
se lentamente hasta que de ellas
surgieran todas las especies sin
excepción de la especie h u m a -
na. Pesch estableció que esa evo-
lución lenta y ordenada debía
A r a ñ a fósil encontrada últimamente t e m b i é n en Bottingen.
realizarse siguiendo u n a p r o g r e -

PAGINA NUEVE!
sión geométrica t a n t o en el n ú m e r o de especies como
en los grados de perfección orgánica, pero es el cjeso
que la escala de Pesch está en flagrante contradic-
ción con los descubrimientos paleontológicos. Así,
p o r ejemplo, d u r a n t e la E d a d Primaria debiera h a -
ber habido diez especies distintas en el transcurso
Contraparte del mol-
del período Silúrgico, pero en cambio se h a n clasi-
de';. de ? mármol que
ficado 1 0 . 2 0 9 especies; durante el período D e v ó -
encerraba la araña
nico debieran haber aparecido 3 4 especies y se b a n
f ó s i l , a la cual los
encontrado 5 . 1 6 0 : durante el período carbónico
evolucionistas atribu-
debiera haber h a b i d o 111 especies y en su lugar se
yen seis (millones de
h a n clasificado 4 . 9 6 1 .
años.
Mientras el n ú m e r o de las especies fósiles de la
Era Primaria excede a la cantidad propuesta en la
escala, por el contrario, en las eras subsiguientes las
especies fósiles halladas están m u y p o r debajo del
n ú m e r o debido. Ejemplo de ello es que durante el
período Cretácico, en la Era Secundaria, cuando
según la teoría pertinente debiera haber h a b i d o cuales se transformarían todas poco a poco has'''
1 2 . 2 6 4 especies, sólo se han encontrado 5 . 5 0 0 ; llegar al estado de pólipos, los cuales a su vez
o t r o t a n t o ocurre acerca de la Era Terciaria, en cuyo harían anfibios, y así sucesivamente? ¿Por qué ^
transcurso debieran haber surgido 4 5 . 5 0 0 especies, h a n m a n t e n i d o formas primitivas, a través de esa
de las cuales sólo se han encontrado 16.975 largas épocas y de esos medios que cambiaban siei^'
L o s hechos precedentes confirman las siguientes pre?" ("La religión y las ciencias naturales", versiot^
palabras del geólogo suizo Agassiz: "El orden de española de M. Carrasco, pág. 129.)
las transformaciones graduales y progresivas, tal Suponen algunos autores transformistas que d
c o m o el evolucionismo lo supone, en nada a r m o - rante el período' Cámbrico, que con el Silúfj''°
niza con el orden cronológico, como lo revelan las t u v o una duración de unos 1 0 . 0 0 0 . 0 0 0 de atios
observaciones paleontológicas." (Citado por Julio que terminaron hace (¡!) 1 5 . 0 0 0 . 0 0 0 de años,
Restat en "El Evolunismo frente a la existencia de vio una especie de b r a n q u i ó p o d o s llamados b'ng^^
Dios", cap. III, p . 2 0 5 . ) las, puesto que sus restos constituyen una parte
las rocas cámbricas. La costa del Golfo de Sain^
L A F A U N A F Ó S I L Y L A S E S P E C I E S VIVAS Lawrence ha sido clasificada como cámbrica
que sus rocas contienen los fósiles mencionado :
E n t r e los muchos problemas creados por los fó- pero .. cuando la marea está m u y baja, al p'^ ^
siles tenemos algunos de singular importancia. P o r risco aparecen actualmente vivas lan língulas exa
ejemplo: Dicen los evolucionistas que las transfor- tamente iguales a las que forman las rocas mism^ •
maciones fueron impuestas p o r los cambios del am- ¿ C ó m o puede justipreciarse así la antigüedad de
biente a los cuales debían adaptarse las especies fósiles o de las rocas? Lyell invocaba razones ^ ^
para poder subsistir, mas lo notable del caso es mejantes para atribuir una edad reciente a los APf^
que n o pocas de las especies "primitivas" subsisten niños p o r cuanto en sus rocas se hallaba en esta
desde los remotos tiempos que los transformistas fósil precisamente la misma especie de seres que P
les atribuyen sin haber padecido mutaciones de im- luían en el Mediterráneo.
portancia.
El geólogo norteamericano George M e Crea
"En todas partes—escribe F . Bettex—se descu-
Price, eminente propulsor del neocatastrofismo, rea^
bren categorías m u y marcadas, que no se mezclan:
liza un documentado estudio sobre la identidad^^
los pájaros y los peces, los insectos y los moluscos.
ciertas especies fósiles con las actuales. El '^^fer'^^
¡En los mismos medios se advierten las formas
h o m b r e de ciencia menciona que el primer <^as0' ^
más variadas! Luego h a y otros organismos que
especies vivientes reconocidas como idénticas a
persisten a través de los siglos, sin que muestren
especies fósiles fué descubierto por E d u a r d o
indicios de evolución. Así, p o r ejemplo, la peque-
bes d u r a n t e los sondeos realizados en el M a r
ña língula ( m o l u s c o ) , algunas terebrátulas que son,
de 1841 a 1 8 4 2 . Se obtuvieron resultados s c ^
dice Quenstedt, idénticas a la waldeimia que toda-
jantes en la famosa expedición realizada entre
vía subsiste; nautilus, encrinos y pentacrinos que
años 1 8 7 2 a 1 8 7 6 a b o r d o del "Challenger". A'^J^
se hallan, aunque más pequeños, en los mares de
más de las língulas, se hallaron otros branquioP ^
las Antillas, y el cangrejo l í m u l o que vive todavía
dos idénticos a los fósiles, tales como las espe<^
en las Molucas. ¿Por qué n o h a n evolucionado esos
Cranias y Rhynchonellas, además de crinoideos^^^
seres? ¿Por qué, pues, ésta es la gran cuestión, n o
moluscos (Trigonias, Pleurotomarias), cztz^o
muestran todos los seres una evolución simultá-
semejantes a los del Pérmico y Jurásico, escorp'^^^
nea? ¿Por qué los mares tibios y poco profundos
nes y arañas del Devónico, y anfibios y peces
del principio n o aparecen llenos de esponjas, las
mejantes a los que aparecen en estado fósil.

PAGINA DIEZ
EL ÁGUILA p r a n o , alejó cl águila del l u g a r en donde se h a b í a
criado. Se la llevó al pie de u n a gigantesca m o n -
taña.
Era u n a bella m a ñ a n a primaveral. El sol cubría
la m o n t a ñ a de u n áureo esplendor. O t r a vez más

que se olvidó el naturalista insistió en su empeño. A l z a n d o a nues-


t r o héroe alado en alto, le gritó con todas las fuer-
zas de sus p u l m o n e s :
— ¿ Á g u i l a ! ¡Águila! T ú has nacido para el cielo.

de que era águila Bate tus alas y alza el vuelo.


El corazón del ave latió fuertemente al mirar a
su alrededor. El naturalista p u s o su cabecita entre
sus m a n o s , e h i z o que mirase fijamente al resplan-
U n granjero encontró u n aguilucho de pocos dias deciente sol. Pareció despertar en el ave u n nuevo
el campo y se lo llevó a casa. Este se crió j u n t a - corazón, tal vez el corazón de águila que llevaba
mente con las demás aves de corral de la granja. d o r m i d o . L a n z ó u n grito cortante y a g u d o , b a t i ó
'via satisfecho en aquel amhiente, sin que j a m á s poderosainente las alas, y alzó el vuelo, para per-
^e le ocurriese salir de alli. Creció hasta llegar a ser derse en el espacio y n o volver más.
^' de m a y o r t a m a ñ o entre las aves de la granja. Sus
Así, también vosotros, los que flotáis en los m a -
alas llegaron a medir doce pies de una p u n t a a la
res de la vida como corcho sobre el agua; vosotros,
otra.
los que sólo pensáis, famélicos, en llenaros la p a n -
Cierto dia acertó a pasar u n naturalista p o r aquel za, ¡despertad!, ¡despertad! Lleváis d e n t r o u n co-
llagar, y le llamó la atención la corpulencia del ave. r a z ó n hecho para las alturas. N o os conforméis con
dirigiéndose al granjero, le dice: vivir la vida de las aves de corral. Habéis nacido
•"—¿Sabe usted que ese hicho es u n águila? para vivir u n a vida superior y libre. ¡ V i v i d l a !
' iCa, h o m b r e ! ¡Qué va a ser águila! ¿ N o ve A b a n d o n a d el gallinero de vuestras iniserias. L a
que es una g a l l i n a ? — r e p u s o el granjero. vida es más que el m a í z y que el pienso. A p a r t a o s
Diga usted lo que quiera, pero lo cierto es que de la piara de Epicuro. N o os olvidéis de quiénes
esa ave se ha hecho de alguna manera con u n cora- sois. ¡Despertad!
zón de águila. ¿Me permite probárselo?
-No tengo inconveniente en permitírselo, si us-
ted se empeña.
Entonces el naturalista t o m ó el ave en sus b r a -
zos, y levantándola lo más alto que p u d o , gritó
^on todas sus fuerzas:
. • ¡Águila! T ú eres águila. H a s nacido para el
£a confesión
'fíelo; bate las alas y alza el vuelo. del
El ave, suspensa en el espacio, m i r ó asustada a su
alrededor. Fijó la m i r a d a en las aves que había en
el corral, que picoteaban afanosas el m a í z esparcido
Por el suelo. Su único afán fué llegar p r o n t o ahajo
3)r. Sticardo Stofas
y comer con ellas.
.. ¿ P u e d o repetir la p r u e b a ? — i n d a g ó el n a t u r a - " D u r a n t e años he peregrinado como u n sediento
lista, sin desanimarse. p o r desiertos áridos, a través de la literatura reli-
• Puede repetirla cuantas veces q u i e r a — c o n t e s t ó giosa de todas las razas, b u s c a n d o la fuente que sa-
ft g r a n j e r o — p e r o vale más que n o se canse en ciara mi sed espiritual. Leí los libros sagrados en
balde. que se f u n d a n las diversas religiones, el Génesis, el
Esta vez subió el naturalista al terrado de la casa, K o r a n ; leí las obras de los autores místicos, d o c t o -
y Volviendo a levantar el ave en sus brazos, le g r i t ó : res de la doctrina o poetas de la emoción, desde P i -
. ¡ O y e ! ¡Despierta! T ú eres águila, y has na- tágoras hasta S w e d e m b o r g , y nada satisfacía m i
•fido para el cielo. ¡Vuela, vuela! ansiedad. La r a z ó n hallaba a l i m e n t o en esas pági-
_ El ave m i r ó estúpidamente en t o r n o suyo, p o - nas, la imaginación recreo; pero el s e n t i m i e n t o vivo
niendo otra vez la vista en e l suelo, d o n d e comían de D i o s n o lograba encarnarse en m i vida. A q u e -
as gallinas, y de u n salto volvió a comer con ellas. llos m o n u m e n t o s de la h u m a n i d a d , a u n q u e escla-
El granjero se rió a sus anchas. recidos por historiadores y comentadores, me re-
¿ N o se lo h a b í a d i c h o ? — d i j o , b u r l á n d o s e — . s u l t a b a n oscuros, enigmáticos, estériles. E l m u n d o
•^^Unque sea águila, h a vivido t a n t o t i e m p o la vida recuerda h o y los peores días de la decadencia p a -
"ae las gallinas, que se h a o l v i d a d o de lo que es. g a n a . . . , y la victoria será del m a l , es decir, de la
Pero el naturalista n o se dió p o r vencido. R o g ó pasión, del i n s t i n t o y de la fuerza, si las religiones
at granjero que le dejara hacer u n a ú l t i m a tentativa. siguen cristalizadas en ritos sin vida espiritual." (El
Esperó hasta el día siguiente. L e v a n t á n d o s e tem- Cristo invisible, pág. 3 0 6 . )

PÁGINA ONCE
¿Cuándo al lugar de castigo para que recibiera el castigo
recido? ¿Sacará Dios al injusto del fuego del
fierno, en donde se encuentra, para meterlo en
sepulcro y luego resucitarle para poder juzgarle 7
será el volver a echarle otra vez al fuego eterno?
E l sacerdote quedó m u d o ; me m i r ó atónito,
saber qué decir por un m o m e n t o . T r a t ó de hab
algo, y n o p u d o . Luego, coordinando difícilme'^
infierno? su respuesta, balbuceó nervioso:
—^Pu pue . pues oi .. oiga usted: es Q*^^,^
que .. que yo , a la verdad, n o había pensa
nunca en esto. Le digo con franqueza que no ^
cuerdo haber leído jamás lo que los santos P^^^^
de la Iglesia y los teólogos h a n dicho sobre e
asunto. Es, p o r l o menos, interesante—concluy
Por diciendo, al mismo tiempo que trataba de disim
lar su impresión. 5
ROBERTO He presentado este mismo problema a diferen^
personas, pero nadie ha p o d i d o reconciliar la " °
LEÓN ODOM trina del juicio final y castigo de los pecadores
el juicio y castigo de los mismos en el momento
morir. Claro está que las dos doctrinas se contra
cen. ¿Cuál será la verdadera? . j
H e buscado en v a n o en las Sagradas Escritu| ^
La llegada de un sacerdote que se sentó a mi una confirmación de la doctrina que enseña que
lado en el tren, interrumpió la m o n o t o n í a de mi hombres comparecen ante el tribunal de Dios íi^^^j
viaje. C h a r l a m o s u n buen rato sobre diferentes co- diatamente después de muertos, y que son echados
sas. M e enteré que había estudiado en u n impor- . fuego para asarlos, si es que son malos. Es cíe
tante seminario de España y que era poseedor de que el apóstol San P a b l o , en el libro dc los Hebr^^^
u n título en Teología. Actualmente se hallaba al capítulo 9, párrafo 2 7 , dice que "está estable":'
frente de dos iglesias, que suelen verse m u y frecuen- a los hombres que mueran una vez, y después
tadas los días de fiesta. juicio". Pero hay que tener en cuenta que no
N o pude dejar pasar la o p o r t u n i d a d de presen- "en seguida" o "inmediatamente" después de
tar al sacerdote un rompecabezas que nadie me h a - tos será el juicio, sino que "después", lo cual no .
bía resuelto hasta entonces. Se trataba de la cues- termina la longitud del tiempo. ¡Qué más 'V^^f ^
tión referente al infierno. M i compañero de viaje ran algunos que el término "en seguida" j
me escuchó atentamente. Para poner en claro el p r o - decir "después" y viceversa! Al menos, un P^^ j
blema que le presentaba, comencé p o r preguntarle: protestante a quien le presenté el m i s m o P'"'-' j j ,
— ¿ E s verdad que el i m p í o es j u z g a d o y enviado días pasados, se empeñaba en que la palabra _
al infierno inmediatamente después de muerto? pués" quiere decir "en seguida". La palabra •
— A s í entendemos y enseñamos—me contestó. pués" sola no indica nada en cuanto a la proxii"
— ¿ S e r á cierto que Cristo ha de volver al fin del dad del tiempo.
m u n d o para j u z g a r a los vivos y a los muertos, in-
El apóstol P a b l o n o esperaba su recompensa ha
cluso a los m a l o s ? — c o n t i n u é indagando.
la venida de Cristo. Poco tiempo antes de su m
— ¡ Y a lo creo! El " C r e d o " lo dice claramente— tirio escribía a T i m o t e o : "He peleado la buena
contestó con convicción. talla, he acabado la carrera, he g u a r d a d o la fe- .
— ¿ H a b r á entonces la resurrección de los muer- lo demás, me está reservada la corona de J'^^'^'.a,
tos, incluyendo a los injustos, quienes saldrán del la cual me dará el Señor, J u e z justo, en aque'
sepulcro para vivir otra vez en la carne?—insistí. y n o sólo a m í , sino a todos los que aman su
— S í , señor, la h a b r á — a f i r m ó . nida." (II T i m . 4 : 7 , 8.) . 3t
— ¿ S e r á n juzgados los hombres en aquel día
El apóstol P e d r o dice que "sabe el Señor .''^^QS
final, y luego echados al fuego del infierno para su-
de tentación a los píos, y reservar a los inju^^^
frir el castigo que sus pecados merecen?—volví a
para ser atormentados en el día del juicio" •
preguntar.
do 2 : 9 . ) Y luego el m i s m o apóstol describe a<3
— A s í es, en efecto. L a doctrina de la Santa Igle- día del juicio con estas palabras: ^^ji
sia lo enseña—me dijo. " M a s los cielos que son ahora, y la tierra.
—^Pues oiga usted; m i problema es éste—le conservados p o r la misma palabra, guardados P^^^
d i j e — : ¿Cuántas veces j u z g a r á Dios al hombre? el fuego en el dia del juicio y de la perdición ^ ^ ^ j . ^
¿'Lo j u z g a r á dos veces? ¿Castigará Dios al impío hombres impíos .. M a s el día del Señor ^ei^
dos veces? ¿Por qué ha de castigarle en el juicio del como ladrón en la noche; en el cual los "fíelos P j ^
fin del m u n d o , si ya al morir le j u z g ó y le envió rán con grande estruendo, y los elementos ardí

PÁGINA DOCE
^^rán deshechos, y la tierra y las obras que en ella — N o , n o quemaremos este libro mientras n o
^^tán serán q u e m a d a s . " (2 P e d r o 3 : 7 , 10.) consigamos o t r o mejor.
En vista de que los malos h a n de ser castigados
la tierra, la cual será convertida en lago de fue-
^°Aeomo hemos indicado en el n ú m e r o anterior de
^^ta revista), de acuerdo con las enseñanzas bíblicas,
. ^"^o está que el juicio y la perdición de los hombres
^Píos ,son cosas del futuro, que t e n d r á n lugar en
POEMAS PERSAS
^' f'n del mundo. El h o m b r e inteligente que se encuentra con i g n o -
Conviene recordar la parábola del Señor en la rantes n o debe esperar de ellos n i n g u n a considera-
* Cual compara el m u n d o a u n campo, d o n d e crecen ción, y esto n o h a de extrañarle. Si u n i g n o r a n t e
Juntos el trigo y la cizaña hasta el dia de la cose- logra hacer callar a u n sabio, es como una piedra
cha. (Véase M a t e o 1 3 : 2 4 - 3 0 . ) I n t e r p r e t á n d o l a , J e - que rompe una perla. La piedra más vil puede r o m -
dijo: "El que siembra la buena simiente es el per u n vaso de o r o , pero n o será p o r eso más pre-
j^ijo del h o m b r e : y el c a m p o es el m u n d o : y la ciosa; en cambio, el o t o , a u n en pedazos, tendrá
siempre el m i s m o valor. U n ruiseñor puede hacer
^^na simiente son los hijos del reino, y la cizaña
oír la melodía de su v o z a u n q u e esté encerrado en
los hijos del m a l o ; y el enemigo que la sembró
la misma jaula de un cuervo, sin que aquélla pierda
^ cl d i a b l o ; y la siega es el fin del mundo, y los
nada de su encanto. U n d i a m a n t e puede caer en el
gadores son los ángeles. De manera que no es co-
lodo, sin ser desestimado en su precio; la tierra
8}da la cizaña, y q u e m a d a en el fuego, sino hasta el
puede elevarse hasta las nubes, y siempre queda-
^"^ de este siglo."
rá vil.
, A ú n más claras son las siguientes palabras de J e -
j • " Y cuando el Hijo del hombre venga en su E l ignorante es parecido a u n t a m b o r hecho de
S'oria, y t o d o s los santos ángeles con Él, entonces viejas pieles: siempre vacío, y siempre de lejos se
sentará sobre el t r o n o de su gloria. Y serán re- oye su ruido.
Jtnidas delante de Él todas las gentes; y los apartará EMIR E M I N ASLAM.
Unos de los otros, c o m o aparta el p a s t o r las ove-
jas de los cabritos. Y p o n d r á las ovejas a su dere-
l"a, y los cabritos a la izquierda. Entonces dirá cl
a los que estarán a su derecha: Venid, venditos
c nii P a d r e : heredad el reino p r e p a r a d o para vos-
otros desde la fundación del m u n d o . . . Entonces dirá
Los horrores d e la
ambién a los que estarán a la i z q u i e r d a : A p a r t a o s
c M í , malditos, al fuego eterno p r e p a r a d o para
próxima guerra
^' diablo y sus ángeles." ( M a t e o 2 5 : 3 1 - 3 4 , 4 1 . )
A n t o n i o F o k k e r , diseñador de gran parte de los
„ ¿En qué quedamos? ¿Quién tiene la r a z ó n , la aviones de b o m b a r d e o que utilizó Alemania d u -
^anta Iglesia Católica, las Iglesias protestantes o las rante la G r a n Guerra, hace la siguiente descripción
.agradas Escrituras que constituyen la base del cris- realista y terrorífica, de la m u e r t e y el h o r r o r que
'anismo? ¿ C u á n t a s veces j u z g a r á D i o s al h o m b r e ? causarán los ataques aéreos en la guerra que se ave-
«•cnfo^ces, en aquel día final, o ahora, al m o r i r ? cina:
^'^omo a r m o n i z a r los criterios divergentes en n o m -
" U n o de los más horribles detalles de la p r ó x i m a
•"c de u n a m i s m a religión? guerra aérea será que n i n g ú n país p o d r á defenderse
de m o d o adecuado contra los m o d e r n o s ataques p o r
aire. Estos se p r o d u c i r á n con la celeridad del r a y o . "

LA BIBLIA Agrega:
"La nación atacante n o esperará a que se declare
formalmente la guerra. D a r á el p r i m e r golpe tan
Cierta agrupación cultural integrada por personas p r o n t o como decida lanzarse al combate.
cultas, después de haber a d o p t a d o t o d o s los p r i n - " G r a n parte de L o n d r e s quedaría destruida en
CjPios de incredulidad, d e t e r m i n a r o n señalar una n o - caso de ataque. Escuadrones incontables de fuerzas
E^c especial para celebrar la q u e m a de la B i b h a . del aire, f o r m a d o s p r o b a b l e m e n t e p o r centenares de
j^'^epararon u n g r a n fuego; pusieron la Biblia so- aviones, se l a n z a r í a n sohre el territorio enemigo,
J^e Una mesa, en medio de u n círculo de vasos re- a n u n c i a n d o sus intenciones con una descarga gene-
P'etos de licor, que pensaban a p u r a r para festejar la ral de explosivos formidables, gases, b o m b a s in-
ceremonia. U n o de los del g r u p o fué designado para cendiarias.
j^ar c u m p l i m i e n t o a la decisión que h a b í a n t o m a d o , " A u n q u e el ataque se dirija m a y o r m e n t e con-
^ t e alzó la Biblia y se encaminó hacia la hoguera tra las fortalezas militares, p r o d u c i r á d a ñ o s indes-
para tirarla d e n t r o , c u a n d o de repente se detiene, criptibles entre el elemento civil, creando u n pánico
m^ra fijamente el libro, sus m a n o s t e m b l a r o n , p a l i - imposible de d o m i n a r . L o s aviones defensores sólo
eció su rostro, y, v o l v i e n d o sobre sus pasos, depo- p o d r á n inutilizar u n o s cuantos de los aeroplanos
^^tó la Biblia sobre la mesa, diciendo: atacantes."

PAGINA TRECE,
dioses, haber obtenido el consula- SEÑALES DE LOS TIEMPO^
«El Hog a r » do o cl m a n d o supremo del ejér- REVISTA MENSUAt ItUSTRADA
cito".
(Sigue de la pág. 7.)
" O b r a bien—dice K a n t — , si-
Redactor: ÓSCAR A. SUCCAR
guiendo u n a máxima que t u con-
Recetas para la cocina ciencia aceptaría como ley univer- Administración: Zurbarón, 2, princip^'
sal de todos los seres razonables." Tel. 34155 - MADRIP
ARROZ A L A I T A L I A N A P e r o además de u n a máxima es
Se rehoga en manteca el arroz necesaria u n a mente clara, ilumi- P R E C I O S :
necesario: se pone en u n a cacerola nada. U n a concepción correcta del
Número suelto 0,50 p'°*'
con dohle cantidad de agua que m u n d o y de las cosas.
Suscripción anual 5,00
arroz se haya rehogado. Se añade T o d o h o m b r e compenetrado de
sal, u n r a m i t o de hierbas finas y la verdad cósmica proclamará la
se hace que hierva a fuego lento necesidad de u n a n o r m a restricti- A NUESTROS SUSCRIPTORES
veinte m i n u t o s . Se retira el ra- va de la libertad de la materia y
que al mismo tiempo tienda a en- E n caso de que algún suscrip'
m i t o de hierbas y se echa sobre el
tor n o reciba su periódico con r^'^
arroz queso r a l l a d o : se deja que cauzar las energías del individuo
gularidad, le rogamos se sirva a^''
repose u n buen r a t o , y para q u e hacia u n fin creador. Ese h o m b r e
sarnos, a fin de enviarle los n ^
concluya de secarse se mete en el será el jinete que tendrá en sus m a -
nos las riendas del corcel del deseo meros que le falten. N o garanf'
horno.
y cabalgará p o r el camino que li- zamos el reenvío de un núm^^
bremente escoja. N o será u n a masa extraviado después de que haí^'J
PATATAS ASADAS
inerme bajo los cascos de la bestia. transcurrido tres meses desde la r^'
Se meten en el h o r n o después N o h a y arquitecto sensato que cha de su publicación.
de lavarlas, pero sin m o n d a r . Se mande abrir los cimientos para u n C u a n d o u n suscriptor notifi'l^
comen solas espolvoreadas con u n edificio que piensa construir, sin el cambio de domicilio, se le rueg^
poco de sal o con mantequilla o que antes trace los planos a los remirir su nueva dirección ju"^^'
aceite de oliva. P o r l o general se que se atendrá para la edificación. mente con la anterior.
sirven a c o m p a ñ a n d o otros platos. Además tendrá que saber la con-
sistencia y resistencia de los mate-
riales que h a de utilizar. A s í t a m -
pre adelante, sin retroceder n^^^'^^.
bién, el carácter, lo m i s m o que el
Siempre hacia la inmensidad h
DICEN . . . edificio, requiere u n plan previo,-
del océano, t r a n s f o r m a n d o el Y^^
al cual debe ceñirse la labor cons-
(Viene de la pág. 2.) m o de las tierras que recorre
tructora del individuo. E l h o m -
h u m u s fecundo, poblándolas
bre es, en suma, el resultado de sus
ción la perfecta conservación de árboles y de flores, de pájaras
costumbres, o sea de sus hábitos.
los dientes y esos dientes también de trinos, y sembrándolas d e / - ' ,
Cada h á b i t o nuestro representa
son negros. dades grandiosas y de gl°r''jí;l
una piedra en la edificación y for-
civilizaciones. Esa es la historia ,
mación de nuestra personalidad.
Nilo-, del Ganges, del Eufrates, d ^
El h á b i t o forja, el carácter en el
R h i n . . . L a s tribus nómadas
y u n q u e de la vida, y el carácter
¡SED LIBRES! desierto siempre h a n buscado
determina el destino del indivi-
aguas milagrosas de los ríos-
duo. Cada h o m b r e tiene su desti-
(Viene de la pág. 4.) Disciplinarse n o es esclavizaf*^
n o en sus manos. Y cada cual será
Sujetarse u n o a u n p l a n , ^ ^ ¡,
lo que quiera ser.
edad, r o m p e r á con la tradición, n o r m a superior de vida n o es
nadará contra la corriente, mira- El r í o sigue su curso sujetándo- clavitud, sino ordenación
rá de cara al sol. se a u n lecho determinado, que ha energía creadora del hombre
Epicteto decía: " L a s costum- labrado en cooperación con la m a - cia u n a finalidad concreta. •
bres se modifican p o r las costum- dre Naturaleza. N o se lo h a n im- Cada vida, cada cosa en el
bres contrarias. L o s verdaderos puesto, sino que él voluntaria- verso debe su existencia a u n
días de fiesta para ti deben ser mente se l o ha impuesto a sí mis- pósito. E l universo entero pef_
aquellos en que tú h a s vencido m o . N o es esclavo p o r eso. Para gue u n propósito, u n fin. ¿Se ^^j
una mala tentación, o aquel eñ que su acción benéfica sea de m a - lia acaso el h o m b r e desligado
que h a s a p a r t a d o de t i , o p o r l o yor alcance, y, para librar su exis- universo para retraerse, parf
menos abatido, el orgullo, la te- tencia de los vaivenes de u n a vida poner su vida también al ^^f^^¡,
meridad, la malignidad, la male- anárquica, desordenada, destruc- son de los propósitos cósm'^j^^
dicencia, la envidia, el lujo o cual- tora e infecunda, ha tenido nece- divinos, que presiden la maf
quier o t r o vicio de los vicios q u e sidad de disciplinarse, de sujetar- ascendente de los m u n d o s ?
te tiranizan. E s t o es m á s satisfac- se a su lecho. D e esa manera sigue
torio que hacer sacrificios a los su camino, sin desbordarse, siem- {Pasa a la pág- ^^'^

PÁGINA CATORCe
¿Qué pensamienlos abri
la juventud ¿Cuál es su estado espir
¿Cuál es su inleligeneia?
¿8u qué se iuleresa?
Publicamos este interesante arllculo del Dr. Roque C, Otamendi,
con la seguridad de que interesará a todos nuestros lectores.
%
'¡il ¿Cómo se la debe orient
No podré olvidar nunca el dia ventud, n o sólo intelectual, sino cura del D a n t e . ) Agregúese a esto
que,
como estudiante de iVIedici-, también espiritualmente. Creo que que la enseñanza secundaria tiene
'^a, concurrí a la primera clase de la despreocupación p o r las cosas u n sello netamente materialista, y
anatomía en el anfiteatro del H o s - del espíritu y la frivolidad del se comprenderá que, cuando el
P"al Clínico, hace ya bastan- pensamiento son, entre nosotros, a l u m n o ingresa en la Universidad,
años. Semejante a u n conde- causa de muchas calamidades. está perdido para la vida del es-
nado que se encamina al b a n q u i - Carlyle declara: "Se dice, y en píritu.
. • Una m a ñ a n a lluviosa de in- t o d o sentido está bien dicho, que ¿Quién que entorne los p á r p a -
^lerno me introduje m a q u i n a l m e n - la religión de u n h o m b r e es el he- dos para evocar los años de su i n -
te en el recinto de la muerte. Des- cho de m a y o r importancia con res- fancia n o verá con los ojos del es-
pués de recorrer el pasillo que des- pecto a él m i s m o . " Sin embargo, p í r i t u la p u r a frente materna i n -
embocaba en el anfiteatro, me de- el poeta Echeverría creía que las clinada sobre su a l m o h a d a de n i -
'•'^Ve rechazado por u n o l o r n a u - cuestiones religiosas interesaban ñ o , las m a n o s envueltas y o p r i -
^ a b u n d o que salia de adentro, y poco a los pensadores. midas p o r las suaves m a n o s m a -
"^iré. A l g u n o s armarios dispues- H a b l o p o r experiencia, como ternales, los ojos cerrados para no'
?s en t o r n o contenían vasos de a l u m n o que fui del Colegio N a - ver m á s que d e n t r o de su alma,
^^dtio con f o r m o l , en los que se cional y de la F a c u l t a d de M e d i - mientras que los labios dejan es-
Conservaban visceras h u m a n a s , cina, de Buenos Aires, y como capar palabras que tienen alas,
/^i^a serie de bancos colocados en profesor en la actualidad. Difícil oraciones que suben al cielo, hasta
orma circular, ocupados p o r más me fué en la primera época encon- el t r o n o de A q u e l que, como dice
^e cien a l u m n o s , constituía el m o - trar u n compañero a quien inte- San A g u s t í n , es de Q u i e n , p o r
°'aje de la sala. E n el centro, co- resaran las cuestiones de que ven- Quien y en Q u i e n existen t o d a s
^ o Una fosa, sobre u n a mesa de go t r a t a n d o , a fin de cambiar ideas, las cosas?
^ a r m o l , yacía el cadáver desnudo como me es difícil h o y , imposible P e r o estas floraciones de la fe
Un h o m b r e . casi, hallar u n a l u m n o que, salién- se m a r c h i t a n y caen c o m o los pé-
. Confieso que el espectáculo de dose p o r u n m o m e n t o de los lími- talos de u n a rosa agitada por el
'a desnudez, que en aquel h o m b r e tes del p r o g r a m a de estudios, o de viento, c u a n d o el n i ñ o se h a he-
Quería decir desamparo, lejos de la frivolidad cotidiana, sea capaz cho m o z o , es decir, c u a n d o se hace
inipres
r o ñ a r m e me pareció cosa na- de emitir u n juicio p r o p i o en al- social y m o r a l m e n t e independien-
'ííral y lógica. ¿No' h a dicho J o b : g ú n sentido que delate u n a pre- te. Y a u n q u e en apariencia la vida
d e s n u d o salí del vientre de nii ocupación espiritual. le sonría p o r haber realizado s u s
^ a d r e , y d e s n u d o t o r n a r é allá" ? I m a g i n e m o s a u n h o m b r e pa- ambiciones, y vislumbre risueñas
Y a había d a d o el p r i m e r p a s o : r a d o en el centro de u n a plaza, de perspectivas, es el m o m e n t o de m a -
^na. cierta t r a n q u i l i d a d d i l u i d a en la cual parten senderos en distin- y o r peligro para él, la edad de m a -
^iia p r o f u n d a melancolía se h a b í a tas direcciones. ¿Sería racional o y o r d e s a m p a r o : la v o z de la m a -
apoderado de m i espíritu. C o m o h u m a n o permanecer indiferentes

f
dre, p u r a , suave, cálida, ya n o es
^Uien marcha con el agua hasta ante la desorientación de este ca- sino u n eco v a g o en materia d e
as rodillas m e encaminé hacia u n m i n a n t e , que teniendo necesidad sentimientos, eco que llega a ex-
°anco, y m e senté E n aquel m o - de emprender la marcha ignora t i n g u i r la v o z de la ciencia, tan sa-
mento el profesor c o m e n z ó su cla- a d o n d e conduce cada u n o de los bia a veces para la inteligencia,
^e m a u g u r a l , con algunas palabras senderos? ¿ N o nos sentiríamos i m - como m u d a o indiferente para el
Preliminares, y dijo entre otras co- pulsados, en cambio, a describirle espíritu.
. • . L a a n a t o m í a , señores, es u n a cada sendero hasta su p u n t o ter- A u n estudiante de Medicina,
lencia positiva: de lo que se de- m i n a l , para que él eligiera el que p o r ejemplo, que h a y a sido criado-,
duce que t o d o s aquellos que tie- mejor conviniese a sus propósitos? en u n h o g a r cristiano, el p r i m e r
^ n sentimientos religiosos deben E n el orden espiritual, los j ó - p r o b l e m a grave que se le presen-
"«jar su fe en la p u e r t a . " venes que cursan estudios secun- tará es el d o g m a dc la concepción
' E m p e r o y o estoy convencido de darios se h a l l a n c o m o perdidos. de M a r í a . Este suceso s o b r e n a t u -
^^e es necesario o r i e n t a r a la j u - ( A q u í me acuerdo de la selva os- ral, real para los creyentes, p u r a

PÁGINA QUINCE
apartándome ligeramente sin sa-
leyenda para los escépticos. es. a
n o dudarlo, a pesar de su infinita lirme de los límites de la materia
¡SED LIBRES!
belleza y poesia, de una fragilidad que enseño, he deslizado mi con-
irremediable cuando se le analiza versación hacia tan altas cuestio-
( V i e n e d e la p á g i n a 1 4 )
científicamente. P o r obra de la nes, tal como creo debe proceder
embriología, la fe del estudiante un profesor consciente de su gra-
en cuestión en aquel dogma cris- ve misión. Recuerdo que una vez
pedí a mis alumnos me citaran al ¿Adonde vais? ¿Por qué viví-''
tiano, inculcada p o r la madre, que-
hombre que, a su juicio, era el ¿Cuál es la meta de vuestra exis-
dará allí hecha jirones, flamean-
más grande de la historia. De u n o tencia? "Sed vosotros perfecto^'
d o al viento del escepticismo, co-
de ellos, el cual se destacaba por como vuestro Padre (el Etern"'
m o las banderillas de esos jalones
D i o s ) que está en los cielos es pej'
que se colocan a lo largo de u n su clara inteligencia, obtuve inme-
fecto." H e aquí la meta señala"^
camino, y el camino es aquí con- diata respuesta:
por cl divino galileo. H e aquí P
fusión espiritual p r i m e r o ; escep- —•Buda!
meta cumbre que jamás ser algí*'
ticismo y rnaterialismo después. — ¡ M u y bien!—le d i j e — . B u - n o superará. "Sed perfectos cora"
C l a r o está que, en religión, la da, si bien n o creo que es el más D i o s . " Sed sus imitadores. Coni°
fe es el principio vital que esta- grande, ha de incluirse entre ellos, el p i n t o r reproduce la rosa o '
blece u n lazo de u n i ó n entre lo pues su vida y su doctrina, a pesar policromía del paisaje en el Ü^"'
conocido y lo desconocido, una de los muchos errores que encie- zo y la superficie tranquila del la'
certidumbre sin pruebas, c o m o rran, son de u n a elevada ética. go refleja la faz del cielo, así tanj'
dice A m i e l ; pero cuando ella n o Pero ¿no cree usted que Cristo fué bien vosotros, pensad y obrad d
es firme, como sucede en la edad más grande? tal m o d o que el carácter del E^ef
juvenil, y a causa de los peligros — N o , señor—contestó el alum- no, del A b s o l u t o se manifieste
que vengo analizando, es menes- no con aplomo. vuestras vidas. Sed sus imitadores-
ter apuntalarla con el razonamien- Imitad al Creador Supremo.
t o . A s í , el joven estudiante de M e - — B i e n — l e respondí— : respe-
to su opinión, si bien espero que, creadores en vuestra esfera. Hu/^
dicina que me sirve de ejemplo de la esterilidad de u n a vida egd^'
habría p o d i d o pensar, en favor de para tenerla, habrá leído usted la
historia de Buda y los Evangelios. ta, apagada, miserable, muC'^?'
su fe, en el dogma cristiano antes Sed imitadores de ese Dios iní'.'^l
citado, que, p o r m u c h o que la —^No, señor—repuso.
to e invisible, que adquiere visi
virginidad de M a r í a sea u n suce- — P u e s e n t o n c e s — a r g ü í — , ¿có-
bilidad en el Logos eterno; cuV
so sobrenatural, nunca llega a ser- m o puede hacer usted una afirma-
carácter se revela en la lluvia Y ^
lo t a n t o c o m o la hipótesis de la ción tan categórica?
el sol, en el árbol y en la fuente'
materia increada, o el principio de El a l u m n o hizo un gesto de
casualidad que la ciencia n o ex- comprensión. C o m o se ve, aquí en la flor y en la espiga, Y
plica, Y a ú n podría interrogar, a aparece, j u n t o a la jactancia m a - cuantas otras cosas "que se d a "
manera de objeción, a aquellos terialista (el a l u m n o n o creía en sin saber que se d a n " , que sese - ^ j
que, si bien creen en u n Dios, n o D i o s ) , la inercia intelectual y la t a n t o al bueno como al malo- ^
admiten la milagrosa concepción desorientación. El joven había ad- j u s t o como al injusto, sin espe ^
de la Virgen, qué cosa es más d i - quirido una noción errónea de al- recompensa, todas ellas sujetas^^j
fícil: ¿Hacer u n universo y dictar guien a quien o y ó hablar tan equi- una ley i n m u t a b l e : la ley
sus. leyes, o detener p o r u n m o - vocadamente, sin que luego se in- amor.
m e n t o las leyes de la generación? teresara p o r saber la verdad. H a y L u c h a d por vuestra libertad. I^'
Pero l o grave es que, entre los que confesar, empero, que él no descanséis hasta n o haber cons^
jóvenes que concurren a los ins- tenía la culpa de su ligereza o fri- guido vuestra liberación. Sed »^
titutos de enseñanza existe u n sen- volidad: no se le enseñaba a pen- bres. R o m p e d vuestras ligadura '
timiento que p o d r í a m o s llamar de sar en la edad peligrosa; no se le Desasios de las m a n o s que os ^
jactancia materialista: consideran babía despertado interés p o r tales jetan a la tierra. N o os arrastre
que el escepticismo es u n a m a n i - cuestiones; no se le había revela- como el caracol o la oruga. La P'^^
festación de h o m b r í a y la fe ex- do la necesidad de saber en qué bre oruga ni siquiera sospecha ,^
presión de pobreza espiritual e in- condiciones se hallaba en la vida, belleza del m u n d o en el cual ^'^
telectual: t o d o esto sobre la base de dónde había venido o adonde vira cuando le salgan las aia^-
de la más absoluta ignorancia o iba; hallábase en ese estado de i n - ¡Cuan diferentes le parecerán I**,
inconsciencia. diferencia que es la característica go las cosas, mirándolas desde arr^,
de nuestra juventud, que acepta ba que mirándolas desde abajo'- ^
He tenido frecuentes o p o r t u n i -
sin inconveniente los más extra- también vosotros, ¡pobres víctíi^.^
dades de comprobar esta desvia-
ordinarios sucesos, sin interesarse de la vida esclavizada!, ignoráis
ción de conceptos, desde mi cáte-
en comprenderlos, o tratar de ex- belleza y la grandeza del m " " ,3
dra de Literatura en t i Colegio N a -
plicárselos, hasta donde el h o m b r e superior, donde se desenvuelve
cional, así como la irreflexión y
puede explicar su y o y el m u n d o vida liberada. Sed libres y, eot"''
despreocupación de los a l u m n o s
objetivo. L o demás rechaza. ees. habréis empezado a vivir-
p o r las cosas del espíritu, cuando,

PAGINA DIECISÉIS Unión Poligráfica, S. A.—San Hetmepegíldo, 3?.-

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