INTR ODU CCI O N A L A TEOL OGI A
J. Domínguez
1. ¿QUE ES LA TEOLOGIA?
1.1. La teología es la reflexión crítica sobre la
práctica de fe, vivida en una realidad socio-
histórica concreta, a la luz del Evangelio.
1.2. Por tanto la elaboración de la teología
presupone la experiencia y la práctica de la fe vi-
vidas en sus condicionamientos personales y so-
ciales.
1.3. La teología es por tanto su método y su
producto, es un proceso reflexivo y la producción
de un saber que se expresa en un discurso oral o
escrito.
1.4. El discurso teológico es objetivo (no sub-
jetivo) y al mismo tiempo es relativo (no absoluto)
como todo conocimiento humano. Por tanto la
teología no se identifica con la Revelación, ni se
limita a repetir e interpretar los testimonios his-
tóricos de la Revelación: Tradición apostólica, Es-
critura, tradición eclesial (patrística, magisterio,
teólogos).
1.5. La teología por su índole misma se elabo-
ra desde realidades sociales y eclesiales distintas
y esto explica la necesidad y la validez de un sa-
no pluralismo teológico en la unidad de fe en la
revelación. Cada discurso teológico es uno pero
no único.
2. ¿COMO SE HACE TEOLOGIA?
2.1. El discurso teológico se elabora en tres
pasos: 1) análisis de la realidad donde se vive la
fe; 2) iluminación de esa realidad a la luz del
Evangelio y de los testimonios de la tradición; 3)
elaboración del nuevo saber así obtenido en un
discurso que esté al servicio de la práctica de la
fe.
2.2. Cada uno de estos tres pasos tiene sus
respectivas mediaciones. El análisis de la reali-
dad debe ser crítico y por tanto debe recurrir al
conocimiento de las ciencias y a la interpretación
filosófica. La lectura de la Escritura y de la tradi-
ción debe realizarse mediante la hermenéutica
correspondiente. La elaboración del discurso de-
be hacerse sistemática y pedagógicamente.
2.3. El discurso teológico al incidir en la prác-
tica de fe provoca que ésta afronte nuevas tareas
y responda a nuevos desafíos que exigirán la ela-
boración de un nuevo discurso teológico y de esa
manera se realiza un círculo hermenéutico diná-
mico.
3. ¿PARA QUE SE HACE TEOLOGIA?
3.1. La teología tiene tres funciones principa-
les, complementarias y no excluyentes. Función
sabiduría, en cuanto la teología debe ayudar al
creyente y a su comunidad a vivir comprometida
y auténticamente su práctica de fe.
3.2. Función saber racional, en cuanto la teo-
logía permite comprender, expresar y comunicar,
sistemática y precisamente el sentido y las exi-
gencias de la fe.
3.3. Función crítica hacia si misma (sus con-
dicionamientos, sus mediaciones, su sujeto his-
tórico, su incidencia en la práctica de fe); y hacia
la sociedad y la iglesia para corregir, cambiar o
apoyar lo que en estás realidades corresponda o
no al sentido y las exigencias del Evangelio.
4. ¿QUIEN HACE TEOLOGIA?
4.1. Cada discurso teológico tiene un sujeto
histórico que lo produce con sus respectivos con-
dicionamientos. Por tanto es necesario tener un
lugar social, eclesial y teológico que permita ela-
borar un discurso teológico que no sea ideologi-
zante.
4.2. La teología puede tener como sujeto his-
tórico al pueblo pobre y creyente, al agente pas-
toral, o al teólogo profesional. De esta manera se
tendrá un teología popular, una teología pastoral
y una teología profesional. Teologías que no se
excluyen ni se invalidan sino más bien se com-
plementan.
5. ¿COMO SE DIVIDE LA TEOLOGIA?
5.1. La experiencia de fe da un sentido de la
vida y unas exigencias de comportamiento, por
tanto la teología como reflexión sobre la práctica
de fe también fundamenta y explicita ese sentido
y esa práctica.
5.2. La reflexión y el discurso teológico es uno
y por tanto no pueden separarse el sentido que
da la fe de las exigencias de comportamiento que
esa fe exige. El sentido fundamenta la práctica y
la práctica concretiza el sentido.
5.3. Por razones didácticas, y a condición de
no separar el sentido y la práctica de la fe. Se
puede teologizar el sentido de la fe y entonces se
tiene una teología indicativa, doctrinal o sistemá-
tica, y también, se puede teologizar la práctica de
fe y entonces se tiene una teología imperativo,
práctica o moral.
5.4. Cuando en el discurso teológico se separa
la dimensión doctrinal de la moral se cae en un
una comunicación de verdades religiosas sin exi-
gencias de vida y en un moralismo sin base ni
inspiración cristiana. Por tanto se deben integrar
ambas dimensiones de manera que la doctrina
inspire y comprometa a una práctica y la moral
encuentre su fundamento y motivación en la doc-
trina.
5.5. Al elaborar y emplear el discurso teológico
práctico se puede partir de las verdades religiosas
y de normas morales ya establecidas para apli-
carlas a la problemática concreta de la comuni-
dad cristiana, o bien se puede emplear el método
teológico del ver analíticamente, iluminar evangé-
licamente, para actuar pastoralmente.