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Izcoatl Guerrero León

01 de Septiembre del 2016


“Los resultados humanos de la Revolución industrial.”; Control de Lectura

Ante la incesante tendencia a la racionalidad basada en los aspectos cuantitativos de las


matemáticas, la transfiguración en la moral, la ética a causa de estos pensamientos, se dio
una ineludible cosificación para el género humano; aunque, contradictoriam ente, como
se decía, “se abogaba (cuantitativamente) por la felicidad del hombre” resulta obvio, y
reflexivo, el saldo humano que conllevo esto.

Recordemos que a pesar del suceso histórico de la revolución industrial existía aún con
ello una diferencia de clases sociales y económicas, ante la idea primitiva anteriormente
mencionada se debía someter a una mano de trabajo en beneficio de otros en un nivel más
alto, la remuneración económica del trabajo llego a un punto en el que se volvió
insuficiente.

Aunque, antes de desglosar eso, hay que dejar en claro ciertos conceptos abordados en la
lectura; felicidad privada y felicidad publica, ésta última se encuentra mediada por el
gobierno, su deber era/es (hay que cuestionárselo hoy en día) permitirle al hombre
adquirir los bienes necesarios, y de su agrado, para lograr su felicidad (en este caso
privada).

Son muchos los cuestionamientos que atienen sobre lo que realmente se logró con la
revolución industrial, pero lo que es reconocible, es que, ya a manera de comparación,
significo un cambio trascendental en el aspecto social, en un inició represento una salida
del pensamiento “conservador” en cierto modo, y arcaico, trajo una dosificada libertad, a
mi parecer de mucho valor considerando la temporalidad del contexto histórico.

A pesar de esto, como transformadora social, no tuvo tanta trascendencia en la vida de


los que, anteriormente a la revolución, ya gozaban de privilegios materiales, aunque a
pesar de ello, se logró un cambio moral ante la conformidad material.
Es más, e inclusive solo basta un poco de sentido común para inferirlo, la misma clase
privilegiada fue la que resultó más beneficiada ante la revolución industrial, sus rentas e
ingresos se alzaron ante las mejoras que sufrieron, sin embargo fue hasta el surgimiento
y permanencia de la clase media a al grado que represento cierta competitividad, aunque
la clase privilegiada no sufrió muchas bajas y mantuvo un margen similar.

La revolución industrial no resultó un impedimento para la iglesia de hacerse con los


pares y mantener una serie de privilegios, duramente criticados por teóricos,
manteniéndose así sino hasta cuando se dio una adaptación cuidadosa y moderada de la
iglesia.

Podría decirse que fue deliberada en el sentido de que el éxito social acarreaba consigo
un cambio al estatus de la vida del comerciante, siendo éste de aspecto y origen rural, le
era posible volverse un “caballero”. Como proceso de asimilación inevitablemente hubo
quienes se beneficiaron de ello, consiguieron privilegios para sus familias, esto
desenvolvió en la etiqueta de “empresario”, las relaciones se volvieron exclusivamente
de negocio.

Esta estructura comercial, así como permitió un sinfín de transformaciones en la vida de


las distintas clases, también significo un desbalance en cierto punto, la mano de obra
incapacitada, sin trabajo, debía de encontrar ahora la manera de, adecuarse a esta misma
estructura comercial, también de vida o buscar sobrevivir a su manera, involuntariamente
dentro de lo que sería la creciente ciudad o región.

Siendo este aún un problema actual, ciertos privilegios para ciertas minorías, el caso
opuesto para los gremios marginados, cabe destacar que la revolución industrial sirvió
también como motor para cuestionarse sobre su premisa del pensamiento
racional/matemático, lo que permitió el ejercicio de la crítica y del cuestionamiento de la
efectividad del mismo pensamiento, abrió la puerta a distintas maneras neoliberales de
pensamiento.

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