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“La mujer en el vegetarismo naturista en España: los inicios de la revista Helios”, in Bernard,
Margherita; Rota, Ivana (eds), Mujer, prensa y libertad (España 1883-1939), Sevilla, Renacimiento,
pp.67-97. ISBN:978-84-16246-64-9

La mujer en el vegetarismo naturista en España:


los inicios de la revista Helios
Luisa Chierichetti
Università degli Studi di Bergamo

1. Introducción
El pensamiento naturista contemporáneo se origina a finales del siglo XIX en la zona
centroeuropea y en Norteamérica, como reacción al creciente industrialismo que degrada
la especie humana y destruye el planeta. Se concreta en un movimiento poliédrico, que
asume formas diversas en las distintas zonas y países en los que el que se desarrolla, bien
en cuanto a su práctica, bien en cuanto a su posicionamiento ideológico. Con todo, se
puede identificar un cuerpo ideal común donde caben las variadas tendencias o corrientes,
que coinciden en apoyarse en tres conceptos fundamentales:
- la afirmación de la existencia de un orden natural;
- la necesidad del retorno al orden natural;
- la regeneración individual como medio de la vuelta a la naturaleza (Roselló 2003:
19).
En la base del Naturismo se halla, pues, la fe en un conjunto de leyes naturales que se
perpetúa a sí mismo y que tiene como principio moral básico la equidad, o sea, a justicia
en la relación con la madre tierra; el falso progreso, o artificialismo, aparta al género
humano del orden natural, provocando trastornos psicofísicos a nivel individual y odios,
guerras y epidemias a nivel global (Roselló 2005: 2).
La propuesta naturista plantea el retorno a las leyes naturales a partir de la iniciativa
de cada individuo; a través de la regeneración física y moral de las personas, la sociedad
y, por ende, la humanidad, puede emprender un camino virtuoso hacia la hermandad

1
universal. No es de extrañar que, siendo el individuo la piedra de toque de su estructura,
este pensamiento se desarrolle en una multitud de perspectivas y enfoques, que en la
península ibérica abarcan posturas que van desde un regeneracionismo nacionalista hasta
la revolución social y el anarquismo1 (Roselló 2003: 20).
Asimismo hay que hacer hincapié en la evolución y diferenciación que también ha
sufrido a lo largo del tiempo también la terminología empleada para referirse a distintas
tendencias que se basan en la voluntad de un retorno a la Naturaleza. Todas contemplan
una serie de prácticas que van desde el vegetarianismo hasta el nudismo, en un ámbito
temporal que abarca más de ciento cincuenta años2. Seguimos el fundamental estudio de
Roselló (2003) para individuar cinco corrientes dentro del movimiento naturista hispano:
el vegetarismo3 naturista, la trofología4, el vegetarismo social5, el naturismo de la
librecultura6 o desnudismo, y el naturismo libertario7.

1
Sobre el anarquismo individualista véase el esclarecedor volumen de Díez (2007).
2
La adopción del vegetarianismo podría remontarse hasta la escuela de Pitágoras de Samos, pasando
por las argumentaciones de Ovidio y de Séneca. La difusión del cristianismo como religión mayoritaria y
su doctrina de la supremacía humana sobre el mundo natural llevó a asociar el rechazo hacia la ingesta de
carne con algunas herejías radicales (recordemos los bogomilos, que emergieron en Bulgaria en el siglo X,
y los cátaros, que florecieron primero en el norte de Italia y luego en Francia entre los siglos XI y XIII)
(Beardsworth y Keil, 1996: 220- 222). En el Renacimiento, las críticas a la crueldad hacia los animales
fueron retomadas por Erasmo, Tomás Moro y Montaigne; sin embargo, se considera a Luigi Cornaro
(Alvise Corner, 1484?-1566) “el primer exponente moderno de la idea del vegetarianismo como un medio
para promover salud y longevidad” (Beardsworth y Keil: 222), por su tratado La vita sobria, que exalta las
propiedades higiénicas y sanadoras de una dieta sin carnes.
3
El término ‘vegetarismo’ es el que se ha usado de forma exclusiva hasta los años cuarenta en España;
es sinónimo de ‘vegetarianismo’ (Roselló 2003: 21).
4
La trofología, o ciencia de la buena nutrición, distingue entre alimentarse y nutrirse, y se basa en las
incompatibilidades alimentarias derivadas de las cargas eléctricas positivas y negativas de los alimentos
(Roselló 2003: 86). Se relaciona con un naturismo comercializado, centrado de manera casi exclusiva en la
dieta; sus máximos representantes son los profesores José Castro y Nicolás Capo (Díez 2007: 308). Para
más información, véase el capítulo III de Roselló (2003).
5
Uno de los objetivos principales del vegetarismo social es la fundación de colonias anacionales en las
que se posibilite la vida en armonía con la Naturaleza, regida por la fraternidad universal, la posesión por
parte de la colonia de todas las propiedades y los medios de producción y la igualdad entre individuos y
entre sexos. Para más información, véase el capítulo IV de Roselló (2003).
6
El término, adaptado del alemán Nacktkultur, identifica lo que en otras culturas se ha llamado
desnudismo. Esta corriente, relacionada con la teosofía, se basa en la concepción de la desnudez física como
fundamental por los beneficios que confiere en el ámbito higiénico (para la salud pública, la sexualidad y
la eugenesia), estético (en una nueva concepción de la belleza natural y del arte, donde cabe también la
belleza de los cuerpos imperfectos) y moral, por ir en contra de los prejuicios y de las barreras sociales
(Rosselló, 2003: 107). Para más información, véase el capítulo V de Roselló (2003).
7
El movimiento libertario y el anarquista impulsan al naturalismo a no quedarse en los aspectos
meramente sanitarios, unificando el aspecto social y político. Sobre todo a partir de la proclamación de la
Segunda República, en los ambientes libertarios y anarquistas los temas del naturismo, el amor libre, la
contracepción, el vegetarismo o el desnudismo son grandes focos de interés (Roselló 2003: 125).

2
En España, el pensamiento y el movimiento naturista se constituyen a partir de finales
del siglo XIX y se desarrollan a lo largo de la dictadura de Primo de Rivera y de la
Segunda República, situándose en el ámbito de la tendencia individualista y dentro de un
movimiento libertario complejo y plural. En los años que van de 1920 a 1939, los
movimientos naturistas se consolidan ideológica y socialmente, y cuajan como ideas y
como movimientos sociales de referencia para el retorno a la naturaleza, con una difusión,
un debate y una organización que se desarrollan principalmente a través de una amplia
serie de revistas muy distintas entre sí, de acuerdo a la corriente que siga cada una de
ellas. Entre ellas podemos mencionar Naturismo (1920-1934), Iniciales (1929-1937), la
segunda época de La Revista Blanca (1923-1936), Pentalfa (1926-1937), órgano de
expresión de la trofología, la anarcosindicalista Generación Consciente/Estudios (1923-
1928 y luego 1937) (Díez, 2007: 96) y las libreculturistas Luz (1931), Nueva Vida (1931),
Vita (1932), Febo (1933-?) y Biofilia (1935-1937) en Barcelona, Natura (1932) en
Madrid y Gimnos (1934-1937) en Valencia (Díez, 2007: 319). El surgimiento de
sociedades vegetarianas, grupos naturistas, centros de medicinas alternativas - pero
también tahonas que venden pan integral8 - se da en una geografía muy similar a la
influenciada por el individualismo anarquista en España y abarca básicamente Cataluña
—especialmente Barcelona—, Valencia, Andalucía oriental y, con menor intensidad,
núcleos dispersos de Aragón, Madrid, Galicia, la cornisa cantábrica y las Canarias; hay
algunos enclaves de La Mancha u otras regiones con menor presencia todavía. En
resumen, se nota un desequilibrio geográfico que hace de Barcelona y la ciudad de
Valencia los principales centros editoriales e intelectuales del movimiento individualista
y naturista (Díez 2007: 25).

2. La revista Helios
La revista valenciana Helios, la más importante y más emblemática del vegetarismo
naturista, fue fundada en 1916 por Juan García Giner y se editó hasta finales de la guerra

8
Helios publica en 1925 una Guía Naturista (correspondiente a los números 105 y 106 de la revista) en
la que se proporciona una serie de datos concretos sobre el movimiento naturista en España. Se cuentan
diecisiete sociedades, treinta y ocho grupos, doce revistas (“prensa”), veintiocho consultorios médicos,
cuatro entre masajistas y comadronas, seis bibliotecas públicas naturistas, cincuenta y dos establecimientos
de venta de pan integral y treinta y cinco establecimientos de productos de régimen.

3
civil. Se caracterizó por su tendencia pluralista y gozó de un importante prestigio entre la
comunidad naturista española (Díez 2007: 307-308).
Nuestra contribución se centra en los números 8 a 33, que corresponden a los años de
1917 a 19199. En esta época de la revista escribieron prestigiosos articulistas
internacionales que aportaron una perspectiva más avanzada de los experimentos sociales
de matriz naturista, entre los que destacan los artículos sobre la colonia suiza de Monte
Verità10 del anarquista y naturista francés Henry Zysly11. En los primeros números es
notable el aporte de estudiosos y especialmente de médicos portugueses, entre los cuales
mencionamos al pionero del vegetarismo en Portugal, Amilcar de Sousa. También
encontramos varias aportaciones de Carlos Brandt, famoso naturista venezolano de origen
alemán12. Se otorga una atención especial a los aspectos higiénicos y médicos del
naturismo, lo cual también lleva a incidir desde esta perspectiva sobre temas sociales de
la actualidad española, como, por ejemplo, el exceso de mortalidad infantil en la Inclusa
de Madrid (Helios, n. 27, 1918: 124-128), y también cuestiones candentes de más amplio
alcance, como, en concreto, la Primera Guerra Mundial y, en 1918, la gran pandemia de
la entonces llamada grippe.
Helios se hizo portavoz de un interés por articular orgánicamente un movimiento que,
como ya comentamos, es muy disperso y diverso. En sus páginas se promovió la creación
de una federación ibérica naturista y vegetariana que debió constituirse en el congreso
previsto en Lisboa en 1918, y que no llegó a celebrarse a causa de la inestabilidad política
de Portugal. La primera Asamblea Naturista se reunió en 1922 en Valencia, organizada
por la Sociedad Vegetariano-Naturista de la ciudad, con la presidencia de Juan García
Giner mismo. En ella se acordó constituir la Confederación Naturista Ibérica, cuyo comité

9
He consultado las copias digitales facilitadas por la Sociedad Vegetariana Naturista de Valencia y
Torrent en su página web http://www.sovenava.org/p/revista-helios.html. Los ejemplares pertenecen a la
biblioteca de la Sociedad, que no dispone de los números del 1 al 7, es decir, el primer año de vida de la
revista, que tampoco he podido localizar en hemerotecas.
10
Sobre esta comunidad filosófica utópica en los montes de Ascona, véanse las páginas web
http://www.monteverita.org/it/29/storia.aspx y http://cierzo-
vientosdeleste.blogspot.it/2011/05/comunidad-filosofica-utopica-en-la.html (30/9/2014)
11
Masjuan (2000: 433) considera a Zysly uno de los difusores de la corriente del naturismo-humano
emancipador en España.
12
Brandt pretendió hacer converger la práctica vegetariano-naturista con una espiritualidad de tipo
panteísta, cercana a la teosofía. En su conocida obra El Vegetarismo (1909) Brandt señaló a Spinoza como
referencia filosófica inspiradora de su “religión universal del porvenir”, que descartaba la tradición y la
superstición, estableciendo la moral, la virtud y la sabiduría como ejes de su visión transcendente (Roselló,
2003: 41; Díez, 2007: 306-307).

4
de presidencia fue encabezado por el director de Helios, y se elaboró una definición del
concepto de naturismo que pudiera ser aceptada, por su amplitud, por todas las corrientes
del pensamiento naturista (Roselló. 2003: 47-49):
El naturismo es una escuela científica y práctica, que tiene por objeto el estudio de las
leyes naturales; como finalidad, la perfección de la vida humana en todas sus
manifestaciones; y como medio, el más exacto cumplimiento de dichas leyes (…).
Defiende el progreso indefinido de la humanidad, procurando alcanzarlo por medio de la
práctica de las virtudes fundamentales; Justicia, Solidaridad, Bondad y Tolerancia,
expresadas en la máxima universal: No hagas a otro lo que no quieras para ti y compórtate
con los demás como quisieras que contigo se comportasen” (Helios, 1922, n.74, 145-
147).
El camino de regeneración individual que sigue y marca Helios parte de la convicción
del frugivorismo como estado primigenio de la humanidad, que se funda en los estudios
del naturalista Georges Cuvier (1769-1832), corroborados por observaciones de tipo
anatómico y fisiológico (Roselló. 2003: 41):
Frugalidad y sobriedad, son el mejor elixir de larga vida. Emplea para alimentarte, granos,
legumbres, verduras y frutas; nunca en grandes cantidades, y levántate de la mesa sin
saciar tu apetito por completo (Helios, n. 8, 1917: 7)
Sin perder nunca la referencia al camino trascendental de la humanidad, se privilegian,
pues, los temas nutricionistas, basándose en la adopción de una práctica alimentaria que
a su vez se funda en un saber sobre el cuerpo y la salud que no corresponden a los de la
dominante medicina oficial, o alópata. Aunque el discurso vegetariano-naturista es
indivisible de los valores trascendentes de bondad, solidaridad, justicia y tolerancia, en
las páginas de Helios como motivación moral prevalece la médica – se considera el
naturismo una vía curativa alternativa –, que enfatiza la imparcialidad y el juicio científico
y que se configura como discurso normativo.
La finalidad discursiva de la revista abarca la divulgación del pensamiento naturista
y tiene una finalidad propagandística y educativa. El discurso vegetariano-naturista se
configura como ideológico, es decir, el discurso de un grupo que se construye sobre la
base de objetivos, metas, intereses o prácticas diferentes con respecto a la comunidad
(Van Dijk 2005: 18). En la representación social compartida por el grupo, las creencias
sociales se organizan según unos principios axiológicos (bueno o malo, correcto o
incorrecto) (Van Dijk, 1999: 21) y según un esquema de ideología (van Dijk, 1999: 96)
que comprende actividades, objetivos, valores o normas específicos, también
estructurados con una evidente polarización (‘Nosotros’ versus ‘Ellos’). En el conjunto
de las prácticas sociales y del uso del discurso, tal como se plasma en Helios, nos

5
detendremos en los contenidos del discurso relacionados con la identidad femenina, para
comprobar cómo esta se delinea en los primeros números de la revista, en los que todavía
no se incluye un aporte de colaboradoras de relieve, como lo serán Antonia Maymón13 y
Celsia Regis14. En estos ejemplares de la revista el sujeto de la enunciación del discurso
informativo, didáctico y propagandista se constituye y califica de forma casi absoluta
como sujeto masculino y su punto de vista es plenamente reconocible en el discurso;
también las prácticas discursivas y los contextos de referencia puestos en escena se
configuran como dominados por esta perspectiva de género.

3. La educación femenina en la revista Helios


Sería bueno educar seriamente a la mujer. Enseñarle a ser madre. Disfrutar los dos sexos
iguales derechos y deberes (Helios, 1918, n. 30: 179)
Este fragmento, extraído de un anónimo listado de buenos propósitos y deseos de
finales de año, es representativo del uso de la estructura lingüística la mujer entendida
como una categoría primaria de catalogación del mundo, como un dato a priori, de
naturaleza ahistórica y que incluye a todas las mujeres como seres históricos reales, uso
que presupone una construcción marcadamente androcéntrica. Se trata de una categoría
que no se refiere meramente a una distinción sexual, sino que incluye rasgos y
características de comportamiento o de tipo psicológico (Sánchez 2008: 64). El concepto
de mujer está vinculado a una forma de ser que está determinada por su cuerpo y que
abarca de forma exclusiva dos papeles vinculados entre sí: el de madre y el de esposa.
El discurso naturista funda este vínculo entre lo natural y lo social, estableciendo al
mismo tiempo la necesidad de una educación para que la mujer pueda volver a su esencia,
librándose de los hábitos corrompidos generados por la decadencia humana y el
progresivo alejamiento del orden natural. La instrucción permite que la mujer pueda

13
Antonia Maymón, maestra racionalista, fue una de las principales protagonistas del naturismo
anarquista (Díez 2007: 235). Es autora del volumen Anarquismo y naturismo (1925) y colabora con Helios
durante diez años, a partir de mayo de 1921, y seis años, hasta 1932, en Naturismo (Roselló 2005: 5). En
Helios se distingue por su apoyo y participación al proyecto de implantación de una colonia naturista en
Sevilla (“Para los naturistas colonistas”, Helios, 1925, n. 107: 108-109) y por una sección propia titulada
“Regeneración humana en la que combate las cuatro causas de la degeneración: el carnivorismo, el
tabaquismo, el alcoholismo y el sensualismo (Agulló Díaz y Molina Beneyto 2014: 48). Con Federica
Montseny es una de las voces principales del debate sobre la condición femenina en el seno del naturalismo
libertario.
14
Seudónimo, como el de “Doñeva de Campos”, de Consuelo González Ramos. Celsia Regis fundó la
revista La Voz de la Mujer (1917) y 1919 creó la Asociación Nacional de Mujeres Españolas. Una breve
semblanza autobiográfica se halla en Helios, 1925, n. 112: 211-213.

6
cumplir con su deber, sosteniendo a su esposo y engendrando hijos capaces de llevar a
cabo la colosal tarea de la regeneración humana; con todo, la asunción de este rol no
impide reconocer, sino todo lo contrario, la igualdad en derechos y deberes entre los dos
sexos.
Si bien Helios se centra en los aspectos físicos y terapéuticos del naturismo vegetariano
más que en una concepción más global y social elaborada desde la óptica anarquista (Díez
2007: 149), a través del eco de las experiencias internacionales también llegan algunas
reflexiones enfocadas hacia algunos experimentos sociales, económicos y ecológicos,
como es la constitución de colonias agrícolas de inspiración naturista15 (Díez 2007: 309,
312-313). En esta visión no se contempla que las mujeres ejerzan oficios o profesiones
distintas de la actividad doméstica, familiar o comunitaria, pero sí se prevé que
contribuyan con su aporte laboral a la vida de la colonia y estén tuteladas durante la época
de la maternidad y hasta que el niño alcance los cinco años de edad:
Cuidadosa de practicar la igualdad de los sexos y por consecuencia de realizar la
independencia pecuniaria y material de la mujer, la sociedad creará un “Jardín Infantil”
para cuidar los hijos de sus miembros hasta la edad de cinco años. Toda mujer que dé a
luz será dispensada de sus habituales ocupaciones cooperativas durante dos años (últimos
meses de embarazo y época de criar el niño), durante los cuales la sociedad proveerá a su
pensión; ella no tendrá durante ese tiempo otras ocupaciones que las de participar en el
cuidado de los niños del Jardín Infantil o de cuidar el suyo, si no quiere confiarlo a esta
organización (Helios, 1918, n. 21: 23)
Federico Macé16, en el artículo “La igualdad de sexos en la socialización vegetariana”,
apoya su pensamiento en la concepción de la familia como célula constitutiva de la
sociedad; para favorecer su mejora y, por ende, el progreso de la humanidad, es necesario
que la familia evolucione desde un estado prehistórico o rudimentario hacia unas prácticas
igualitarias:
Ambos sexos revestidos de atribuciones iguales para intervenir en el gobierno de la
sociedad; ambos disfrutando de plena independencia material y económica: he aquí la
característica de una humanidad equitativamente organizada e informada por un espíritu
de amplia justicia y generosidad.
(…) La idea de la familia, que tan natural y tan práctica nos parece, encarna todavía en
nuestros días, dada la forma intolerante que reviste ese rudimentario espíritu rebañego o

15
Un antecedente autóctono había sido la Colonia Naturista Solanas, cercana a Sant Feliu de Codines
(Barcelona), fundada en 1911.
16
Pintor francés, fue un naturista muy activo, vivió en Barcelona y en Madrid y participó en el Congreso
vegetariano-social celebrado en la colonia de Monte Verità en 1916. Las colonias anacionales preconizadas
en el Congreso y planteadas en el vegetarismo social de Macé estarían interrelacionadas entre sí mediante
una lengua común, el esperanto, y serían autosuficientes desde el punto de vista material. Para más detalles,
véase Roselló 2003: 99-10.

7
de tribu, donde el marido es el amo, el cacique en medio de su grupo familiar, al estilo de
pastor patriarcal prehistórico.
(…) Esa caduca concepción de la familia, donde la mujer se halla pecuniaria y
materialmente subordinada al beneplácito de su marido, donde la prole no es tratada con
ese respeto que merecen futuros hombres libres, sino al contrario, con ese despotismo que
los sujeta al capricho de sus progenitores como tantas veces suele suceder hoy día, tal
concepción no es moral ni natural. (Helios, 1918, n. 23: 54).
La ley de la fuerza impuesta por el hombre a la mujer y a los hijos lleva en sí el mismo
germen que provoca la catástrofe de la guerra mundial que devasta Europa. No se trata
de una ley moral, ni tampoco natural, ya que el autor observa cómo en su ambiente la
hembra y los cachorros de las fieras son seres independientes y autónomos. El artículo
concluye con la presentación de la “mancomunidad de hombres y mujeres” tal y como
está estructurada en las colonias naturistas, en la que las mujeres son completamente
independientes desde un punto de vista económico. Dos años más tarde, en 1920, Helios
tomará la iniciativa de crear en Valencia la Agrupación Pro-Colonia Naturista, con el
objetivo de recaudar fondos para poder organizar una nueva experiencia acorde con la
filosofía de la revista, iniciativa que fracasará precisamente por la insuficiencia de
recursos económicos (Díez, 2007: 313).

3.1. Ser madre


La acción formativa de Helios se propone mejorar la salud física de las mujeres
adultas, de la que depende su bienestar y su inclusión en el gran proyecto naturista. Esta
atención se basa explícitamente en el interés por la preservación y la mejora de la especie
humana, y, por lo tanto, se relaciona estrechamente con la función procreadora femenina;
el vegetarianismo y la abstención de alcohol también favorecen o incluso aseguran un
parto sin dolor e hijos perfectamente formados, sin taras hereditarias, que crecerán como
adultos física y moralmente sanos, como podemos apreciar en este testimonio de ámbito
portugués17:
El día 2 de Junio salí a compras tan ligera y bien dispuesta como en el primer día de mi
embarazo; llegué a casa a las dieciséis horas y a las veinte horas tuve los primeros indicios
del parto; llamé a la comadrona, de antemano instruida por el Dr. Amílcar de Sousa, a
quien estoy sumamente agradecida por sus útiles consejos y por las atenciones que me
dispensó en este trance, y también a quien ahora pido disculpa por el poco crédito que

17
Se trata de una carta abierta escrita por Julieta A. M. R. Ribeiro, a petición de la “distinguida escritora
naturista” Maria Jardim, y se cita al doctor de Sousa; creemos. pues, que se trata de una traducción del
portugués.

8
siempre daba a sus palabras cuando me afirmaba que mi parto sería sin dolores. Los
síntomas del parto se reproducían y todo estaba preparado; principiaron las contracciones,
pero la primera parte, los acostumbrados dolores, ¡no habían aparecido! (Helios, 1917, n.
18: 18).
Las mujeres por naturaleza no solo son seres reproductores de la especie, sino
también criadoras. Una vez instruida, a su vez la mujer educará, también con el ejemplo
de su propia salud, a sus hijos.
El saber naturista se desarrolla señaladamente en la cocina, y los artículos que se
detienen en la preparación de los alimentos hacen referencia explícita a la mujer:
Apáguense los hornillos
(…) La cocina es el arsenal donde se fabrica la enfermedad. Es la antecámara de la muerte.
Allí es donde se asesinan y se descuartizan los animales. Es en este antro preparador en
donde se modifican los vegetales y en donde algunas veces se cuecen y asan los saludables
frutos. ¿Pero será preciso provocar la muerte para vivir? No. De ningún modo. (…)
¡Felices las mujeres de su casa que no encienden los hogares! La mujer no debe ser
esclava del fuego, sacerdotisa de la parrilla o devota del horno. La mujer se liberará así
de todos los males al terminar de encender la cocina, y será feliz y gozará de salud, lo
mismo que sus hijos y marido.
La madre es un enlace para llegar al niño, que es el centro de toda la acción educativa
alimentaria:
¡Dad vegetales a los pequeñitos y esencialmente frutas, madres que queréis tanto a
vuestros hijos! Pasada la época de la lactancia, que debe ser hecha con vuestros pechos,
dad a los pequeñines frutas. Abandonad la feroz preocupación de que las frutas son
perjudiciales. Las frutas alimentan. Débese vivir sólo de frutas. (…) Colocad delante de
los niños una mesa con frutas y otra con soberbios pedazos de carne bien cocida y aliñada.
El niño no vacila. Coge ávidamente los preciosos vegetales. Vela por ellos el instinto ¡oh,
madres!... Orientaos por él. Si vuestros hijos se ponen enfermos, no llaméis
inmediatamente al médico. (…) Esperad. No os impacientéis. Vuestro hijo está
intoxicado. Suspended toda alimentación. No procuréis darle un remedio con el que
fatalmente vais a agravarle el mal. Los niños instintivamente rehúsan todo alimento. El
ayuno será el grande reparador. (Helios, 1918, n. 20: 8)
El aspecto alimentario no va separado del moral, ya que todo se entrelaza en la vida y
la naturaleza.
Si las madres, cariñosas y amantes siempre, en lugar de amedrentar en cuentos
espeluznantes a sus hijitos para que se duerman, les enseñasen a dormir tranquilamente
sin temores ni recelo, es casi seguro que de mayores no tuvieran miedo al aire que tan
benéfico les es. Ya me estoy oyendo a algún critiquillo exclamar: “¿Pero qué tendrá que
ver el miedo a las brujas de la infancia con el temor a los constipados de los adultos?” Y
tanto como tiene que ver, porque con esa educación malsana no se logran más que seres
pusilánimes, temperamentos nerviosos que se exaltan al más tenue sonido, enfermos de
cuerpo y alma, que desfallecen a la más débil prueba de combate. (Helios, n. 37: 107)

9
3.2. Ser esposa
La mujer instruida, además de permitir la prosecución de la especie humana, también
ejerce una función salvífica con respecto al hombre. La preparación de una comida
vegetariana y la creación de un clima familiar acorde con las leyes de la naturaleza
favorecen la abstención del tabaco y, especialmente, del alcohol y de la frecuentación de
prostitutas. Entre las mayores preocupaciones recogidas en Helios encontramos la plaga
del alcoholismo, que conduce al delírium trémens; en el artículo “No os caséis con
bebedores” la anónima voz de la autora A. R. se hace portavoz del dramático relato de
una “señora extranjera” que en una reunión de temperancia18 rememora el asesinato de
dos hijas a manos del marido, víctima de un ataque de demencia. Aquí también se hace
hincapié en las consecuencias hereditarias:
Poco a poco me restablecí de tan terrible golpe, dedicándome completamente a la
educación de mi niño. Pero el pecado del padre se transmitió al hijo, y hace seis meses
que le llevé a la sepultura. (Helios, 1917, n. 13: 1)
El mismo tema es tratado con motivaciones que no están cargadas de emoción ni en
primera persona, como las confesiones de la señora, sino que se sitúan en un texto
normativo que se apoya en la autoridad médica; la doctrina del naturismo social es
transmitida por el doctor José Scosería en su artículo “El alcoholismo en el medio
obrero”:
Dad al obrero alimentación suficiente, trabajo proporcionado a sus fuerzas, casa higiénica
y confortable en barrios obreros provistos de jardines y salas de reunión para honestos
esparcimientos, conferencias instructivas, lecturas, etc., y educad a la que ha de ser su
compañera, la mujer del pueblo, para que dándose cuenta de su misión, sepa lo suficiente
para hacerle amar a la familia y lo vincule at home, y habréis triunfado del alcoholismo
(Helios, 1917, n.19: 6)
Entre las enfermedades, especialmente la temida sífilis causa daños hereditarios y
perjudica a la especie. En este caso, se aboga decididamente por un discurso de
especialidad de tipo médico, en el que se niega la eficacia de las curas alopáticas (el
mercurio y los novedosos preparados arsenicales), proponiendo remedios naturales o
simplemente una dieta vegetariana:
Las cebollas, por el aceite sulfurado que contienen, cuando se comen crudas o en
ensaladas, no permiten que en la sangre se desarrolle ningún microbio: curan la sífilis.
(Helios, 1917, n. 19: 8).

18
El artículo con toda probabilidad está traducido del inglés, ya que se hace referencia a una reunión de
la Unión cristiana de mujeres por la temperancia, Woman's Christian Temperance Union (WCTU). Es una
Liga antialcohólica fundada en Cleveland, Ohio, en 1874, que fue fundamental en la promoción del
antialcoholismo en Estados Unidos y en la adopción, a la postre, de la Ley Seca.

10
La lucha contra el contagio venéreo lleva también a atacar las formas de
entretenimiento y reunión típicas de la ciudad moderna, en la que se despiertan las
pasiones con consecuencias fatales:
El cupletismo, que no hay que confundir con el coplerismo, muy apreciable en todos los
pueblos y nacionalidades, es el mal del siglo, es el producto de la civilización morbosa
que padecemos, es el final de una etapa fisiológica, es el fangal de la sociedad. Es el mal
del siglo porque, como ha dicho el Dr. Tireux, especialista en enfermedades venéreas:
“De cada cien jóvenes atacados que han pasado por mi clínica, más de noventa eran
clientes asiduos a los cabarets, edenes, cafés cantantes, varietés, etc., en donde iban a
excitar sus pasiones, a despertar sus erotismos, y de allí, el camino natural para los que
no pueden gastar mucho, es el de la casa non sancta donde se desahogan, y de ésta, a
pesar del cuidado de las juntas de higiene, a mi clínica, donde pagan con horribles
sufrimientos sus desvíos, marcando así a sus hijos, si los llegan a tener, y degenerando a
la especie”...
El autor de este ataque, Albano Rosell19, también se dirige abiertamente a las mujeres
que, al no contrastar la afición masculina, acaban siendo cómplices suyas:
En cuanto a vosotras, infelices mujeres que acudís sin rubor a semejantes espectáculos;
que vais a divertiros en contacto con la impureza; que presenciáis, sin avergonzaros, ese
cupletismo que ultraja vuestra castidad de esposas, de madres, de hijas; que tejéis así las
mallas de vuestra desdicha, que allí labráis vuestro infortunio, sólo lástima me inspiráis,
sólo palabras de compasión ha de despertarme vuestra conducta de bajo fondo con que
pretende escudarse el hombre degenerado. (Helios, 1918, n. 25: 87-89).
Si la temperancia y la prudencia preservan la salud, la castidad es la virtud que permite
que la mujer no sea esclava de la maternidad y que la familia tenga los recursos suficientes
para la subsistencia. Esta posición se enfrenta a la corriente del neomaltusianismo que, a
partir de principios del siglo XX, es partidaria de difundir los métodos anticonceptivos
como medida para obviar el desigual crecimiento de la población en relación a los
recursos para alimentarla. La corriente naturista representada por Helios se contrapone,
pues, a la visión libertaria de la maternidad consciente que, junto con la independencia
económica, conduce a la emancipación de la mujer (Roselló 2005: 10):
(…) La sobriedad (…) es el remedio eficaz que hay que oponer a los males sociales que
tanto mortificaron a Malthus, que ahora, como ya hemos afirmado, también hay que
oponerlo a las inmorales prácticas neomalthusianas. Sólo las toleramos en casos
determinados de enfermedad o peligro de la vida para la mujer; esto es, en casos clínicos
o patológicos. Pero hasta en tales casos, el recurso heroico y soberano consiste en la
absoluta castidad. (…) La cópula es un medio y no un fin: medio de propagación y
perpetuación de la especie y no el fin de unión entre los sexos. Eludir la acción de la
Naturaleza es engañarnos nosotros mismos: el prejuicio es siempre ineludiblemente
nuestro. Comer por puro goce gastronómico y no para conservar las fuerzas físicas, es

19
Pionero del anarquismo ibérico, fue maestro racionalista, naturalista, pedagogo, sindicalista, escritor
y masón (véase Roselló, 2003: 147-151 y Masjuan, 2000: 443-446).

11
correr hacia la enfermedad y hacia la muerte cierta. La infracción de las leyes de la
Naturaleza representa para el hombre un castigo implacable. (Helios, 1917, n. 18: 16).

3.3. El aspecto físico y moral


La educación moral también atañe al aspecto físico de la mujer, ya que esta, sin una
adecuada formación, por efecto de la sociedad corrupta en la que vive, tendría como
principal objetivo el de agradar al hombre con su físico (Roselló 2003: 55). Según
Federico Macé, esta aspiración no es la que dispone la Naturaleza, sino que nace de la
vida artificial, de la ley dictada por el hombre:
El principio de igualdad de sexos debe descansar sobre la igualdad educativa e instructiva
en la escuela y en el hogar, donde, actualmente, todo contribuye a inculcar a la niña que
su papel en la sociedad se contrae a esas dos actuaciones: seducir y servir. Servir: en el
día de haber llegado a ser esposa, ella, según su posición social, llenará ese deber con más
o menos resignación o conformidad. Seducir: según su natural y sus alcances, ella
desempeñará su papel con más o menos trastienda y desinterés. No la critiquemos por
ello: es su único recurso para defenderse contra la ley impuesta por el hombre. He aquí
delineada una educación que concede una importancia mayor al cuerpo que al espíritu.
(Helios, 1918, n. 23: 55).
El vestido femenino es indiscutiblemente uno de los recursos seductivos más
evidentes, al punto que los anarconaturalistas, en general, lo reputan un elemento artificial
y sexualmente perturbador; de ahí que consideren que el nudismo modera el deseo sexual,
ya que su práctica desactiva la obsesión patológica y favorece una actividad sexual que
se considera razonable (Díez, 2007: 317-325). También en este caso, Helios adopta una
posición más moderada y conciliadora: por un lado es partidario de los baños de sol, aire
y agua, tal y como se proponen en las colonias naturistas, por motivaciones esencialmente
médicas, como en el fragmento que sigue (nótese el uso del plural mujeres, que se refiere
a la observación de una serie de sujetos femeninos):
En las mujeres se nota frecuentemente la regularización de la función menstrual, la
disminución de las pérdidas en las que presentan menorragias y la reaparición de las
reglas en las amenorreicas.
Según Suegurieff, el baño de sol posee cierta acción hemostática, y debería aconsejarse a
las mujeres que se han sometido sin resultado a varios tratamientos, particularmente en la
metritis crónica, a las inflamaciones crónicas de los ovarios y del peritoneo, en cuyos
casos obraría activando las funciones de la piel y decongestionando de este modo los
órganos abdominales y pelvianos (Helios, 1918, n. 31: 188).
Por otro lado, la actividad propagandista se centra en un objetivo al alcance de todos,
en pro de la vestimenta confortable basada en razones de comodidad y de higiene, como

12
las túnicas al estilo griego20, también utilizadas en las colonias naturistas, sencillas y
elegantes para ambos sexos. En un ejemplar de 1918 (figura n. 1) encontramos un artículo
y un grabado que se refieren especialmente al atuendo femenino. El corsé y los tacones
altos son tildados de “calamidad sin nombre” y, si por un lado, como se demuestra en el
grabado, los tacones acarrean problemas de postura, las razones para no utilizar el corsé
son de tipo higiénico y médico, ya que provocan también problemas durante la gestación
y a la hora del parto:
Entre el alcoholismo, la falta de higiene, el abuso incalificable de las carnes, el corsé, etc.
etc., es como se fomentan tantas anomalías físicas y entre ellas la que ocupa el puesto de
vanguardia en todo el universo: la tuberculosis. Hace falta que la Prensa nos ayude a
combatir semejante error en las mujeres, si queremos ver florecer en salud a las
generaciones venideras. (Helios, 1918, n. 24: 79)
En otro ejemplar del mismo año se reproducen cuatro “radiografías demostrando los
perjuicios de la moda”, en las que se aprecian los trastornos anatómicos y funcionales del
pie, causados por los zapatos de tacón excesivamente alto y, en el artículo siguiente, se
achacan a la mala postura muchos casos de albuminuria ortostática (Helios, 1918, n. 28:
138-139). La crítica al tacón y al corsé se desarrolla, pues, a través de un discurso de tipo
médico - cuya autoridad, reconocida por el grupo social vegetariano-naturista, es
incuestionable - dirigido al hombre en cuanto ‘educador’ de la mujer.

4. La mujer como colaboradora, lectora de Helios y practicante naturista


Como último punto de nuestro análisis queremos hacer una breve referencia a la
representación de las colaboradoras y lectoras de los inicios de la revista, así como de las
naturistas vegetarianas que participan de alguna forma en las actividades promovidas por
Helios.
Como ya comentamos, en los inicios de la revista no encontramos entre las firmas los
nombres de colaboradoras que aporten sus opiniones al debate naturista. Las escasas
contribuciones que señalamos en los párrafos anteriores posiblemente sean traducciones,
como vimos, del inglés o del portugués, de testimonios sobre episodios significativos de
la vida de las autoras. El primer aporte, que también es el único en estos ejemplares
iniciales de Helios, es la breve narración autodiegética de Floresinda Sebastián “Un
hombre con corazón de hiena”, en la que un cazador mata a la madre de dos tiernos

20
Véase por ejemplo Helios, 1918, n. 29: 153-154.

13
pajaritos (Helios, 1918, n. 26: 103-104). Una breve introducción al “articulito” aclara que
la “gentil y bella” autora es la hija de trece años del colaborador Francisco Sebastián
Bonafé; se evidencia especialmente el hecho de que se trate de una obra infantil
(“Interesar a los niños en la obra de redención social que supone el naturismo, es forjar
los cimientos de la humanidad nueva”, se afirma al principio de la presentación) más que
de una persona de sexo femenino.
Aunque el perfil del destinatario de la revista es fundamentalmente masculino, o
adopta un uso no marcado o genérico del género gramatical masculino, podemos apreciar
cómo paulatinamente aparece cierto interés por acercar el público del otro sexo,
individualizando su presencia:
Anémicos, comed uvas.
Si no duermes, lector, come uvas.
¿Estás pálida, lectora? come uvas también. (Helios, 1917, n. 10: 5)
Apreciable lector o lectora: Cuando hayas terminado de leer esta Revista, si no tuvieras
interés en conservarla en tu poder para encuadernarla por anualidades, cosa de ir
formando así una biblioteca vegetariano-naturista, tanto con ella como con otras
producciones de igual índole, te rogamos la hagas circular entre tus conocidos, si acaso
no tuvieses interés en conservarla. (…) (Helios, 1918, n. 25: 93) (negrita propia).
El espacio donde principalmente van teniendo cabida las mujeres son las ilustraciones,
a veces simplemente decorativas – por ejemplo, el retrato de una mujer comiendo frutas
– o bien ejemplificativas, como las fotografías de mujeres vestidas con túnicas, o el
grabado de la figura n. 1, que ya comentamos. En la figura n. 2 podemos apreciar una
forma alternativa de vehicular el discurso naturista, utilizando la referencia al aspecto
físico de la mujer para reafirmar de forma humorística la bondad de la elección
vegetariana y su estrecha conexión con la juventud, la belleza, la salud y también la
delgadez. Esta última característica aparece de forma explícitamente positiva solo en esta
viñeta, ya que en el discurso de tipo médico-higienista de Helios es percibida como uno
de los argumentos en desfavor de la dieta vegetariana, que, según los carnívoros, no aporta
todos los elementos necesarios para tener un cuerpo lo suficientemente robusto.
La presencia visual de mujeres y de niños y niñas no idealizados o esquematizados
pasa por las fotografías de grupo, tomadas en las excursiones o en las actividades
organizada por las asociaciones vegetarianas y la revista, para promover la cocina
naturista y favorecer la socialización entre simpatizantes. En los pies de foto y en los
relatos de estas iniciativas sociales, la presencia femenina se resalta considerando a las

14
mujeres (y a veces a los niños) como un grupo aparte, a veces meritorio de homenajes
especiales, según las costumbres de la época:

El hermoso comedor de Miramar estaba ocupado por largas mesas, sumando los
comensales sobre unos noventa (contando los pequeños), y viéndose que se asociaban al
festín más de veinte señoras (Helios, 1918, n. 22: 51)

Las distinguidas señoras y señoritas que embellecieron la fiesta con su presencia fueron
obsequiadas con artísticos ramos de flores (Helios, 1918, n. 24: 77)
En los relatos, las actividades y las cualidades que caracterizan a las mujeres se
relacionan básicamente con la cocina, por ejemplo elogiando la comida preparada para la
excursión. También se saca a colación el tema de la cocina a la hora de recriminar la
escasa afición femenina por el vegetarismo, alegrándose, al mismo tiempo, por su
participación en los momentos en que se toman decisiones importantes para el
movimiento:
(…) nos consta que en la reunión preparatoria [de la Sociedad Vegetariana Naturista de
Cataluña] había un número considerable, no faltando entusiastas vegetarianas entre sus
concurrentes, dato notable si tenemos en cuenta que, por una aberración inexplicable, es
la mujer muy reacia a nuestra causa, cuando debería ser la más decidida, pues la libramos
del yugo de la cocina, que tantas horas le hace perder y tanto la embrutece (Helios, 1919,
n. 42: 242).
La misma actitud no igualitaria, aunque posiblemente percibida como deferente o
galante, según las convenciones de la época, podemos apreciarla en el anuncio del ingreso
de una mujer en la junta directiva de Sociedad Vegetariana de Valencia; para presentar a
Francisca Sanchis21 no se hace hincapié en sus competencias, sino en su carácter
(“simpática señorita”, acreditándola como “la hija del bibliotecario”:
Buen Acuerdo
En la última Junta General celebrada por la Sociedad Vegetariana de Valencia ha sido
nombrada Vocal 2° la simpática señorita Francisca Sanchis Ferrer, hija de nuestro querido
amigo D. Francisco Sanchis, Bibliotecario de nuestra Sociedad. Damos nuestro parabién
a ambos, y en especial a la Sociedad Vegetariana de Valencia por haber roto con
formulismos arcaicos no reparando en sexos. Eso es progreso. (Helios, 1918, n. 30: 180)22

21
Maestra republicana, naturista y librepensadora, en 1939 será condenada a seis años y un día de
reclusión. http://www.dbd.cat/index.php?option=com_biografies&view=biografia&id=853;
www.uv.es/iued/genero_y_represion_franquista/resultados.htm (12/11/2014). Fue militante y fundadora de
Izquierda Republicana en Valencia y perteneció a la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza
en esa misma ciudad (Aguado y Verdugo 2012: 13)
22
En 1919, en vistas del primer congreso naturista en Portugal, se organiza una suscripción para mandar
un delegado al primer congreso naturista portugués y el nombre de Francisca Sanchis vuelve a aparecer,
así como los de otras mujeres: Balbina Fernández, Antonia Fenosa Isabel Tineo y, de Cuba, Pepita Merino

15
Observamos, en base a los datos recogidos, que también en cuanto a la representación
no del concepto de mujer, sino de mujeres concretas, se mantiene una separación
ideológica entre el grupo constituido por varones instruidos en las teorías y las prácticas
naturistas, cuya visión, valores y creencias son presentadas como centro de referencia del
discurso, y el grupo de las mujeres vegetariano-naturistas. Ambos grupos, sin embargo,
se sitúan en un ‘endo-grupo’ ulterior que se contrapone al ‘exo-grupo’ de los carnívoros
y seguidores de la medicina alopática, con una polarización ideológica que se
complementa con la auto-representación positiva y colectiva versus la representación
individual y negativa del otro.

5. Conclusiones
A partir de nuestras observaciones podemos concluir que en este discurso ideológico
vegetariano-naturista se plantea una representación de la mujer como objeto discursivo,
vista desde un punto de vista prevalentemente masculino, del que se propone una visión
idealizada en cuanto a sus deberes; en él se reproduce la construcción patriarcal de las
relaciones de género, excluyendo la representación de las mujeres que no son amas de
casa y que viven en una sociedad en plena transformación económica y social. El discurso
naturista se constituye como un discurso de la verdad (Sánchez 2008: 65) que propugna
para las mujeres un modelo normativo de identidad, naturalizando la función social de la
maternidad y vinculándola al destino biológico.
Con vistas a futuras investigaciones, sería interesante ampliar el material de referencia
por lo menos a los números monográficos anuales que la revista dedica a la mujer a partir
de 192223, indagando más detenidamente en su relación con otros discursos
contemporáneos en los que el sujeto de las mujeres, que son sujetos de discurso y también
sujetos de la historia con prácticas sociales muy diversas, pugna por salir a la luz con
varias propuestas y realidades innovadoras que cuestionan el status quo de la condición
femenina.

(Helios, 1919, n. 37: 123). También en la Sociedad vegetariana naturista de Cataluña hallamos como vocal
suplente Ángela Biel y Tecla Carbonell y en otra sociedad vegetariana en Alicante, entre los vocales está
Celia Díaz Fernández (Helios, 1919, n. 42: 142).
23
Se trata de los números 77, de 1922; 89, de 1923; 95, de 1924; 112, de 1925 y 124, de 1926.

16
6. Bibliografía
Aguado, Ana y Verdugo, Vicenta. “Represión franquista sobre las mujeres. Cárceles
y Tribunales de Responsabilidades Políticas”, en Aróstegui, Julio, Marco, Jorge y Gómez
Bravo, Gutmaro (coords.), Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea. Dossier.
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(18/12/2014)
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maestra, naturista. Barcelona: Virus, 2014.
Beardsworth, Alan y Keil, Teresa. Sociology on the Menu: An Invitation to the Study
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Díez, Xavier. El anarquismo individualista en España (1923-1938). Barcelona: Virus,
2007.
Masjuan, Eduard. La ecología humana y el anarquismo ibérico. Barcelona: Icaria,
2000.
Roselló, Josep Maria. La vuelta a la naturaleza. El pensamiento naturista hispano
(1890-2000): naturismo libertario, trofología, vegetarismo naturista, vegetarismo social
y librecultura. Barcelona: Virus, 2003.
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1939)”, Ekintza Zuzena, n. 32, 2005, http://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article310
(8/1/2015)
Sánchez, Dolores, “El discurso médico, piedra angular de la construcción de las
relaciones de género en la época contemporánea”, Asclepio. Revista de Historia de la
Medicina y de la Ciencia, 2008, vol. LX, nº 1, enero-junio: 63-82,
Van Dijk, Teun A. Ideología. Un enfoque multidisciplinario. Barcelona: Gedisa, 1999.
Van Dijk, Teun A. “Ideología y análisis del discurso”, Utopia y Praxis
Latinoamericana (Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela), 10, nº 29 (Abril-Junio,
2005): 9-36.

17
Figura n. 1 – Helios, 1918, n. 24: 79.

18
Figura n. 2 – Helios, 1918, n. 29: 157.

19

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