Sunteți pe pagina 1din 11

Experiencia Curricular de

Constitución y Derechos Humanos

SESIÓN 1

PERSONA, DIGNIDAD Y
FUNDAMENTOS DE LOS DERECHOS
HUMANOS

2019 -1
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

PERSONA, DIGNIDAD Y FUNDAMENTOS DE LOS DERECHOS HUMANOS

“El humano es un ser que está constantemente en construcción,


pero también, y de manera paralela, siempre en un estado de
destrucción.”
José Saramago

1. La persona

Las primeras definiciones sobre lo que se entiende por persona filosóficamente hablando, datan del Medioevo,
especialmente de los filósofos de tendencia cristiana. Uno de los conceptos más difundidos es de Boecio,
señalando que la persona humana es substancia indivisa de naturaleza racional. Así mismo, se adscribieron
Santo Tomás y Occam, definiendo como individuación (unidad del yo personal) y relacionalidad.

En la época moderna se comenzaron a introducir en la noción de persona elementos psicológicos y éticos. Así,
Kant señala la libertad e independencia de la persona frente al mecanicismo natural como uno de los rasgos de
la personalidad. La persona es capaz de darse leyes prácticas propias a través de su razón. Se da las leyes a sí
mismo, pero no de forma arbitraria, sino de manera que los hombres sean siempre "fin en sí mismos"; es un
rasgo esencial de la persona: no puede ser sustituida por otra. El hombre es lo único que en el mundo es fin en
sí mismo y puede ser fundamento de leyes. Su dignidad merece respeto. Su racionalidad y su voluntad
autónoma lo fundamentan. El hombre tiende hacia lo "sensible", pero la razón es capaz de elevarlo.

En la modernidad, el término persona indica al sujeto moral puesto en el mundo, inquietándose por él en las
experiencias cotidianas o "en la existencia que se ha encontrado en sí misma, por la libertad". Hegel sintetiza la
concepción de persona humana dentro de la filosofía contemporánea al señalar "sed persona y respeta a los
otros como personas", y plantea a la vez la idea de igualdad de todos los seres humanos, fundamento primero
de los derechos humanos, puesto que estos parten de la necesidad de considerar a todos como seres iguales.
Esta afirmación Hegeliana establece lo que jurídicamente es casi ignorado, puesto que pone en sentido
iusfilosófico (filosofía del derecho), los fundamentos de los derechos humanos, no en la positividad legal, sino
en las necesidades personales de cada sujeto como un ser moral, racional, valorativo y creador

En la sociedad actual, considerando lo que señala el Código Civil en su artículo 1 “La persona humana es sujeto
de derecho desde su nacimiento […]”. Para fines de la formulación de la persona como sujeto de derechos, y
asumiendo los aportes de la filosofía, podemos definir a la persona humana como un ente racional, dotado de
razón, lenguaje, arraigado en la moral y en las relaciones sociopolíticas.

En los derechos humanos, el concepto filosófico de la persona tiene un papel definitivo, porque ellos son los
derechos morales y políticos con gran vocación de positividad jurídica. Así, pues, la acepción de persona que
nos ofrece la filosofía, nos permite iluminar el concepto jurídico que de ella se tiene (no puede ser al
contrario), el cual no abarca completamente a toda la persona, sino que, a partir de lo que quiere defender, la
define, estando así sujeta a fluctuaciones que no corresponden con el ser y la dignidad misma de ser humano.

2. La dignidad humana como fundamento de los derechos humanos

2
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

De acuerdo a Santa María (s/f) “La palabra dignidad deriva del latín dígnitas, en referencia al alto grado, a
la majestad y decoro de la persona. Significa la nobleza que el hombre tiene por su propia naturaleza. Este
significado se complementa con el vocablo dignus que deriva del verbo decet ("es conveniente") y significa
"que conviene a", "digno de", "merecedor". De dignus se derivan otras palabras como dignitas ("mérito",
"dignidad", "alto rango") o indignus o condignus.”

La dignidad humana es la actitud de respeto a sí mismo y a los otros, por el reconocimiento que toda criatura
humana posee características que la elevan por encima de los otros seres. El respeto a esa dignidad es la
garantía suprema del orden social. En pocas palabras, es el respeto que se tiene en sí mismo y en los demás. Es
una estima que se tiene la persona por tener inteligencia y voluntad y que además tiene esa misma estima o
respeto para con los demás seres de su misma especie. La naturaleza de la dignidad humana consiste en
conseguir el fin último del hombre; en buscar los medios más eficaces y adecuados para lograr el bien de la
persona misma y el bien de las demás personas. Esto implica que quienes violentan los derechos de las demás
personas, no solamente atentan contra la dignidad de estas personas, sino contra su propia dignidad.

La dignidad está relacionada con la calidad y condición de ser humano de toda persona, la misma que le otorga
ciertas características diferentes de todos los demás seres existente sobre la Tierra, y merecedor por lo tanto
de un respeto, trato y del reconocimiento de un conjunto de derechos que no nacen de las leyes, sino que son
inherentes a su condición misma de ser humano, a su naturaleza. La dignidad se basa en el reconocimiento de
la persona como ser digno de respeto. Toda persona tiene que reconocer las diferencias de cada persona
además de tolerarlas para que así la persona digna se sienta libre y posea las bases que le permiten actuar
consecuentemente y por lo tanto se considera capaz de desarrollar cualquier trabajo bien fundamentado.

Una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto
afectados por ellos. Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al
individuo de tener derechos inexistentes. La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de
plenitud y satisfacción. La dignidad humana es el valor intrínseco y supremo que tiene cada ser humano,
independientemente de su situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de
pensar. De la dignidad de la persona como valor central, emanan la justicia, la vida, la libertad, la igualdad, la
seguridad y la solidaridad, que son dimensiones básicas de la persona, que en cuanto tales se convierten en
valores y determinan la existencia y legitimidad de todos los Derechos reconocidos por La declaración
Universal de los Derechos Humanos, por nuestra constitución política, y las normas que rigen la vida de los
seres humanos en las diferentes partes del mundo.

3. Estado

Noción de Estado

Sobre la base de tales fuentes históricas, quedó asentada la teoría liberal de la soberanía
popular. Rousseau vincula este concepto con otro de su creación; la voluntad general, que es la voluntad del
pueblo, de la mayoría. Según este autor, el pueblo pasa a ser la fuente y raíz de todo poder político, de toda
autoridad, una vez establecido el pacto social, irrevocable, mediante el cual se constituye la sociedad política.
Las cláusulas del pacto implican esencialmente: “la enajenación total de cada asociado, con todos sus
derechos, a toda la comunidad; porque, en primer lugar, dándose cada uno por entero, la condición es la
misma para todos, nadie tiene interés en hacerla onerosa a los demás” (El Contrato Social). Sobre la base del
igualitarismo, así instaurado, el pueblo se erige, a través del mito de la voluntad general, en el legislador
supremo. El gobierno no es sino el delegado o mandatario destinado a aplicar las decisiones de aquél. En tal

3
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

carácter, el pueblo es fuente de todo derecho y de toda norma moral; en consecuencia, puede revocar en
cualquier momento la delegación otorgada al gobernante de turno.

El Estado es un producto histórico reciente. Como ya ha señalado la historiografía, el Estado se origina después
del Renacimiento, y se perfecciona en los siglos subsiguientes. Es algo más que un artificio jurídico. Se
antepuso a monarcas y pueblo. Es, en términos jurídicos, una persona moral, neutra, por encima de las formas
de gobierno coyunturales que en él se encuentren vigentes.

Para el alemán Max Weber, en términos políticos, el Estado es un instrumento de dominación en el que reside
el monopolio legítimo de la coerción. Sobre él hay por lo menos dos grandes maneras de entenderlo: la
kelseniana, que lo considera como el ordenamiento jurídico vigente en un territorio en el que se aplica sus
normas, o como un conjunto integrado de elementos sociológicos e históricos.

El Estado desde su origen ha reclamado un status de independencia; más aún si se acepta la tesis contractual o
consensual de su nacimiento. En las tesis absolutistas ello se revela, no sin intención, de manera más evidente.
Maquiavelo concibió el Estado como una organización jurídica con estabilidad y exigencia de continuidad
basada en el ejercicio del poder. En Hobbes, la idea es similar. Cuando se pasa del Estado de naturaleza al
Estado político los ciudadanos ceden al gobernante sus derechos, no tienen derecho de resistencia. En estos
autores se percibe que el núcleo del Estado, el poder soberano es independiente de los intereses de los
ciudadanos.

Para Hans Kelsen, el Estado es un orden jurídico, el cual es a la vez un sistema de normas e intenta llegar a una
definición de Estado según el derecho positivo, expresando que “El Estado es por naturaleza un sistema de
normas o la expresión para designar la unidad de tal sistema; y sabido esto, se ha llegado ya al conocimiento
que el Estado, como orden, no puede ser más que el orden jurídico o la expresión de su unidad”.

4. Definición de los Derechos Humanos

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (citado por Vallejo, 2017) se define como “derechos
inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua,
religión o cualquier otra condición […]. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin discriminación
alguna.”

Para Rubio (2009) son “esos derechos que permiten ejercitar nuestras potencialidades para mejor realizarnos y
ser cada vez más humanos”. “Son condiciones esenciales de todo ser humano en todo tiempo y lugar,
cualquiera sea su raza, religión, edad o condición en la sociedad, para vivir con dignidad. Responden a las
necesidades que tienen los seres humanos para vivir dignamente: desde el simple hecho de mantenerse con
vida, alimentarse, vestirse o tener una vivienda, educarse y tener asistencia médica en caso de enfermedad”.

Una de las definiciones más divulgadas, y que puede resumir lo planteado por los autores anteriormente
citados, es la que considera que “Los Derechos Humanos son el conjunto de libertades, atributos y facultades
reconocidos por la constitución a los habitantes de un país por su condición de persona”.

5. Diferencia entre Derechos Humanos y Derechos Fundamentales

De acuerdo señala Vallejo (2017), cuando se habla sobre Derechos Humanos, su aplicación no tiene territorio,
puesto que su característica principal es la de ser universales. Esto quiere decir que, aun cuando la persona no
se encuentre en su territorio normal (lugar de su residencia), puede solicitar que se le garantice su derecho.
Por otro lado, los Derechos Fundamentales, son aquellos establecidos en las normas de un Estado en
4
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

específico, con mecanismos de garantía y limitaciones que la misma Ley le otorga. Un ejemplo para la
explicación de la diferencia es el derecho al sufragio.

Todos poseemos el derecho humano a votar, y sin importar donde se encuentre, ese derecho es inherente a la
persona, sin embargo, como derecho fundamental está limitado a un territorio en específico, y tiene
condiciones que se deben cumplir para poder ejercerlo, tales como la mayoridad, la nacionalidad, el establecer
la residencia en el exterior y bajo una embajada en específico (ejemplo del voto de los nacionales en el
extranjero).

Al ser los Derechos Humanos inherentes a la persona y nacen para ella al momento de considerarse como tal,
es decir, al momento de nacer. Estos nacen con la persona y mueren con ella, existen por el mero hecho de la
naturaleza humana. Los derechos fundamentales nacen al ser incorporados estos derechos naturales (derecho
humano) al ordenamiento jurídico de un país, ya sea la Constitución o las leyes.

Como característica principal, por mucho que los Derechos Fundamentales estén constituidos de Derechos
Humanos, no todos los Derechos Humanos son derechos fundamentales. Esto es debido a que la característica
principal de los Derechos Humanos es el ser inherentes a las personas, y la característica principal de un
derecho fundamental es su establecimiento en el ordenamiento jurídico.

Se insiste en que los ordenamientos jurídicos internos y los organismos encargados de la producción de leyes
deben hacer todos los esfuerzos posibles por adoptar progresivamente el cúmulo de Derechos Humanos en
constante evolución en el ámbito internacional dentro de sus sistemas.

El derecho humano está fundamentado en la naturaleza humana, inherente a la persona, cuyos principios son
obtenidos a través de métodos racionales impuestos al individuo en sociedad, tales como el derecho a la
libertad, a la vida, o a la libertad de expresión. Los derechos fundamentales están fundados en las leyes, con las
condiciones y limitantes que el legislador decidió establecer en las mismas.

6. Principios de los derechos humanos

Principio pro persona: “en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la interpretación más
extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos, e inversamente, a la norma o a la los derechos o
su suspensión extraordinaria...”. En virtud de este principio, siempre se debe elegir la norma jurídica
internacional o de orden interno que sea más favorable a los intereses de la persona, y que ampare más
ampliamente los derechos humanos.

Principio de progresividad: ya que los derechos humanos tienen contenidos variables según la coyuntura
histórica, y esto implica su permanente ampliación y mayor reconocimiento. A medida que la cultura
evoluciona, tanto el concepto de “derechos humanos” como el contenido de los mismos, también evolucionan
para dar mayor protección al respeto de la dignidad humana. Lo que son los siguientes:

Principio de indisponibilidad: la inherencia de los derechos humanos a la condición de persona implica que los
mismos están fuera del comercio y de la disponibilidad personales;

Principio de universalidad: los derechos humanos le corresponden a todos los hombres y mujeres por igual,
por el solo hecho de ser personas;

Principio de interdependencia: los derechos humanos forman un todo indivisible, un sistema armónico que
tutela la dignidad de todo hombre o mujer;

5
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

Principio de inderogabilidad: los Estados no pueden disminuir por normas internas la protección y el
reconocimiento de los derechos humanos;

Principio de irrevocabilidad: una vez reconocidos o garantizados, los derechos humanos no pueden ser
revocados por las autoridades del Estado;

Principio de respeto a la dignidad inherente de la persona humana: implica el respeto a la autonomía


individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones y la independencia de las personas; y

Principio de no discriminación e igualdad: el Estado debe dar un tratamiento igualitario a todas las personas
que viven bajo su jurisdicción sin discriminación. Esto implica por un lado la obligación positiva de tratar de
manera diferente situaciones que son diferentes de por sí, y la obligación negativa (obligación de no hacer) de
no discriminar a ningún ciudadano por ningún motivo arbitrario y no fundado en la ley.

7. Características de los derechos humanos

Se consideran características de los derechos humanos las siguientes: Universalidad, los derechos humanos se
adscriben a todos los seres humanos. Como consecuencia, son exigibles por todos los seres humanos en
cualquier contexto político, jurídico, social, cultural, espacial y temporal; Indivisibilidad, se encuentra
estrechamente relacionada con el rechazo a cualquier posible jerarquización. Los Estados no están autorizados
a proteger y garantizar una determinada categoría de derechos humanos en contravención de otra, sino que
todos merecen la misma atención y urgencia; Interdependencia, pone énfasis en la interrelación y
dependencia recíproca entre las diferentes categorías de derechos; Integralidad, enfatiza la relación de los
derechos en los actos violatorios, cuando se violenta un derecho es muy probable que también otros sean
vulnerados; Inalienabilidad, implica una restricción de dominio de los derechos humanos, es decir, no se
pueden vender ni transmitir la posesión o el uso de ninguna forma; Imprescriptibilidad, no se pierden por el
simple paso del tiempo; y, Carácter de absoluto, los derechos humanos pueden desplazar cualquier otra
pretensión moral o jurídica, colectiva o individual, que no tenga el carácter de derecho humano.

8. Fundamentos filosóficos de los derechos humanos

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (citado por Lima, 2012) da del término
“fundamento” una serie de acepciones como las siguientes:
a) “Principio y cimiento en que estriba y sobre el que se apoya un edificio u otra cosa;
b) Razón principal o motivo con que se pretende afianzar y asegurar algo y
c) Raíz, principio y origen en que estriba y tiene su mayor fuerza algo no material.

Interpretando de forma unitaria las tres acepciones de la palabra “fundamento” y relacionándolas con el
sistema de derechos humanos, podemos decir que significa aquella realidad social sobre la que se asientan los
derechos humanos con la pretensión de afianzarlos y asegurarlos en cuanto que origen y fuerza determinante
de los mismos. Por lo cual, se detalla el cimiento filosófico donde se fundamentan los Derechos Humanos.

Fundamento iusnaturalista

El iusnaturalismo es una doctrina filosófica tan antigua como la disputa que tenían Sócrates y los sofistas por
distinguir aquello que estaba dictado por la naturaleza (physis) de lo que era establecido y convenido por los
hombres (thesis); pero a su vez es tan moderna como las teorías políticas de los siglos XVII y XVIII que explican

6
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

el origen y el fundamento del poder político con base en la existencia de derechos naturales, anteriores a la
conformación del Estado. Y aunque los representantes del iusnaturalismo han desarrollado diferentes
interpretaciones, comparten no obstante una tesis básica: el derecho natural no sólo se distingue del derecho
positivo, sino que además es superior a este porque emana de una naturaleza divina o racional (según los
diferentes autores) que determina lo justo y lo válido en términos universales, esto es, con independencia de
los dictados particulares de cada Estado (Bobbio, 1991, pp. 836–837).

Para el iusnaturalismo la naturaleza es algo que existe per se, independientemente de nuestra voluntad y de
nuestra fuerza. Por eso, este derecho natural, que se supone supremo y trascendente, no depende en lo más
mínimo de las consideraciones ni de las formulaciones humanas o estatales. Los derechos naturales existen por
sí mismos porque provienen de la propia naturaleza humana. Esta naturaleza (divina o racional) es lo que
determina la existencia y el contenido de esos derechos, los cuales, independientemente del reconocimiento
que tengan en el derecho positivo (estatal), existe y resulta universalmente válido y necesario.

El iusnaturalismo sostiene que el derecho vale y, por ende, obliga, no porque lo haya creado un legislador
soberano o porque tenga su origen en cualquiera de las fuentes formales, sino "por la bondad o justicia
intrínsecas de su contenido" (García, 1968, p. 128). Su validez universal deriva del supuesto de que cualquiera
que hiciera uso de su propia razón podría distinguir lo bueno de lo malo, y lo justo de lo injusto, conforme a un
hipotético orden justo, racional, universal y necesario (que en ocasiones también es denominado orden
divino). Dicho en otras palabras, los seres racionales pueden y deben conocer ciertos principios normativos de
la conducta humana que, dado que están en su propia naturaleza, deben constituir el fundamento de sus
acciones. "El intento de deducir de la naturaleza humana un conjunto de reglas de conducta humana,
satisfactorio desde el punto de vista de su bondad y expresión definitiva de la idea de justicia" (Fernández,
1993, p. 57).

El derecho positivo nunca debe contradecir al derecho natural y, llegado el caso, siempre debe prevalecer el
derecho natural sobre el positivo pues, se debe suponer que pueden equivocarse los hombres pero no la
naturaleza (divina o racional) en que se funda el derecho natural.

Fundamento iuspositivista

El iuspositivismo parte del supuesto de que el derecho no es más que la expresión positiva de un conjunto de
normas dictadas por el poder soberano. Estas normas, que constituyen el derecho positivo, son válidas por el
simple hecho de que emanan del soberano, no por su eventual correspondencia con un orden justo,
trascendental, como pretendía el iusnaturalismo. Según García (1968, p.12) "el derecho positivo, por el simple
hecho de su positividad, esto es, de emanar de una voluntad soberana, es justo”. Dicho en otras palabras, las
normas que emanan de un Estado fundan su validez en este hecho y no en valores éticos trascendentales o en
fines "socialmente valiosos" que supuestamente deben perseguir las normas (como podría ser el bien común,
por ejemplo).

El iuspositivismo (o positivismo jurídico) se considera una doctrina libre de valores que establece lo justo y lo
injusto con base, única y exclusivamente, en los dictados del poder soberano, y no en un derecho que se
pretende superior por fundarse supuestamente en la naturaleza, en la razón, o en Dios. Para el positivismo
jurídico, el derecho (que no es otro más que el derecho positivo) no persigue ningún fin inmanente y, por ende,
ni se refiere ni está sujeto a ningún contenido preestablecido. El derecho emana de un procedimiento formal.
Más aún, el derecho está históricamente determinado por el tiempo y el espacio de cada formación estatal, o
sea, es contingente. Por eso desde esta perspectiva resulta inconsistente tratar de otorgar validez universal a

7
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

un conjunto particular de normas por el solo hecho de que se pretenden universalmente validadas por la
naturaleza, la razón o Dios.

El derecho positivo funda su validez únicamente en las reglas y procedimientos establecidos por el Estado. Por
eso el derecho positivo es formal, porque no se define ni por las acciones que regula, ni por el contenido de tal
regulación, ni por los fines que esta acción persigue; se define únicamente con relación a la autoridad que
establece las normas, o sea, con respecto al poder soberano. En pocas palabras, detrás de la ley no hay nada
más que la voluntad soberana: autoritas non veritas facit legem. Por ello, aunque es cierto que el enunciado
positivista "detrás de la ley sólo está el poder" puede dar origen y justificación a regímenes autoritarios,
también es cierto que la pretendida inocencia de apelar a un orden trascendente puede derivar, asimismo, en
un régimen autoritario (aunque éste justifique su poder mediante criterios y argumentos supuestamente
universales y trascendentales).

Para el Iuspositivismo los derechos humanos se otorgan por la ley, constitucional u ordinaria, según los
diferentes sistemas, emanando de la misma.

Fundamento consensualista

En esta teoría la fundamentación de los derechos humanos no depende de algo objetivo, sino del consenso al
que se llega subjetivamente. Así, para sus promotores, "la única prueba por la que un sistema de valores puede
ser considerado como humanamente fundado y, por tanto, reconocido, es la prueba del consenso general
acerca de su validez".

Este fundamento no puede ser una ideología plural –no necesariamente lo que es aceptado por la mayoría es
sinónimo de correcto cuando es evidente que va en contra de la razón y la verdad –debe admitirse, por tanto,
la objetividad de un fundamento como puede ser la dignidad humana que no cambia.

Fundamento historicista

Establece que el fundamento de los derechos humanos son las necesidades sociales y la capacidad de
satisfacerlas, por lo tanto niega que el fundamento sea la naturaleza humana. Así que según se presenten las
necesidades, la lista de los Derechos Humanos se podrá cambiar. Fundamentación variable según lista de
necesidades sociales e históricas.

El origen de esta fundamentación se remonta al siglo XIX. Esta corriente considera los derechos humanos como
variables y relativos a las condiciones históricas de cada sociedad y producto de la evolución de las mismas. Su
aportación principal fue la de concientizar a los individuos del carácter histórico de los diferentes fenómenos
sociales, y plantea que la idea de derechos humanos está sujeta al lugar y tiempo determinado en que se
analizan. En relación con lo anterior, consideran que los derechos humanos se han gestado, desde sus orígenes
hasta nuestros días, en un triple proceso de evolución: la positivación, la generalización y la
internacionalización.

9. Problemática de los derechos humanos en la actualidad


El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas atraviesa la crisis más grave en sus apenas 10 años de
existencia. En 2016 asistimos a varios psicodramas que han desembocado en el ambiente moroso que se vive
en esta primera sesión del Consejo de 2017. Al presidente del organismo, el embajador de El Salvador, le
aguarda una dura tarea. Libros y declaraciones se multiplican estos días en Ginebra y fuera de ella. Se buscan
culpables: Trump, Rusia, los países no alineados, los que no pagan las cotizaciones, la mala gestión de las

8
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

organizaciones, el amateurismo de los diplomáticos... Hay responsables para todos los gustos, en función de la
orientación ideológica del grupo o la persona.
Pero volvamos a 2016, un año que el Consejo desearía olvidar. Todo comenzó con el nombramiento de los
Relatores especiales, en el mes de junio. Rusia y 22 países del grupo Like-Minded, además de la presidencia de
los no alineados, se opusieron a nombramientos que estimaban insuficientemente consensuados. Después de
una sesión interminable, con diálogos al límite de lo grotesco, se suspendió la sesión sin acuerdo. Fue la
primera vez en la historia relativamente corta pero intensa del Consejo. Dos días después, sin buscar el
consenso sino invocando el reglamento, el presidente adoptó el informe final.

En septiembre se abrió una nueva crisis sobre la creación del mandato de Relator especial contra la
discriminación en razón de la orientación sexual. Se aprobó por corta mayoría, con la protesta de varios países
que argüían una base jurídica insuficiente. La Unión Europea se felicitó mientras Rusia y China, con los países
africanos, estimaron que se había impuesto un Relator con fórceps. Entonces llegó lo más grave: la Asamblea
General en Nueva York debía ratificar lo acordado en Ginebra. Los Estados africanos pidieron una moratoria
para estudiar el tema, pero perdieron por un estrecho margen. Así que en el voto final en la Asamblea y, por
primera vez en 50 años de historia —al menos según mis investigaciones— 80 Estados, casi la mitad de las
Naciones Unidas, se abstienen en la aprobación del informe del Consejo. Varios países del grupo africano y de
la Organización de Cooperación Islámica anuncian que no colaborarán con el Relator. Rusia asume la misma
posición. El choque es monumental.

El peligro es que a fuerza de manipular los derechos humanos acabemos por trivializar sus
violaciones

Lo que ahora vivimos es la resaca de aquello. El grupo Like-Minded, capitaneado por Egipto con Rusia, China,
Pakistán e India, se ha crecido: cuenta ya con 52 miembros y promete nuevas batallas. ¿Qué está pasando en
realidad? ¿Hay una crisis de los derechos humanos en vísperas del 70º aniversario de la Declaración Universal?
¿Qué otra lectura se puede hacer? Lo que está claro es que un número importante y fuerte de Estados opone
de manera frontal a los países occidentales y sus prioridades en cuestiones sensibles como la familia o la
homosexualidad. Así que el problema está en las prioridades del grupo occidental, que no puede decirse que
sean verdaderamente mundiales. Y me explico.
Hay temas objetivamente fundamentales que están en un impasse. Por ejemplo, los derechos que están en la
base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El primero, el derecho mismo al desarrollo. Llevamos 25 años
negociando sobre él y estamos en el mismo punto que en los ochenta. Y los derechos económicos, sociales y
culturales siguen considerándose derechos de segunda clase, cuando no objetivos a largo plazo, para alcanzar
una vez que todos seamos ricos. Los países occidentales que los promueven, Portugal en primera línea, se
enfrentan al escepticismo de unos y a la indiferencia de otros. Y mientras tanto, nos preguntamos por qué
5.000 jóvenes europeos se han ido a Oriente Medio para seguir al Estado Islámico. Sin darnos cuenta de que
una gran parte de la población europea se encuadra dentro de esa nueva categoría del "precariado". Gente
dispuesta a todo, porque nada tiene que perder. Porque no cuenta para nada.
Por eso mantengo que no son los derechos humanos los que está en crisis, sino el enfoque occidental que
oculta pasablemente los grandes problemas de la humanidad: el hambre, la extrema pobreza, las
desigualdades entre el Norte y el Sur, los movimientos migratorios... Definitivamente, no se quiere un nuevo
orden internacional fundado sobre los derechos humanos y la dignidad de las personas.
Yendo al fondo de la cuestión, cuando hablamos de derechos humanos conviene siempre distinguir tres cosas:
la idea, la codificación y las interpretaciones de las normas. La idea, como decía Jeanne Hersch, es la presencia
en las culturas y religiones de un núcleo de valores comunes, que, por serlo, son universales. La codificación del
1948 fue una cristalización de esos valores, partiendo de la Declaración Universal, una especie de milagro
político. Como es evidente, toda norma —también esta— puede y debe ser interpretada. Lo que es inaceptable
es que dicha interpretación contradiga el sentido inicial de la regla, o que amplíe su extensión hasta vaciarla de
contenido.

9
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

Esto último es precisamente lo que arguyen los Like-Minded: una falta de imparcialidad en el tratamiento de las
cuestiones, una politización de los derechos y una falta de rigor jurídico en el funcionamiento de los
mecanismos. Y aunque algunos de esos Estados lo digan para justificarse, en realidad el reproche es justo.
Porque los occidentales, en su gran mayoría, parecemos saber siempre lo que le conviene a todo el mundo sin
consultar a nadie, y seguimos con la misma arrogancia en nombre de la razón. El peligro es que a fuerza de
manipular los derechos humanos acabemos trivializándolos y, a la postre, banalizando sus violaciones.

REFERENCIAS

ESTILO APA
Lima, J. (2012) El fundamento de los Derechos Humanos. Recuperado de
http://seer.uenp.edu.br/index.php/argumenta/article/viewFile/221/220
Marlasca, A. (1998) Fundamentación filosófica de los derechos humanos. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVI
(90) Recuperado de http://www.inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof%C3%ADa
%20UCR/Vol.%20XXXVI/90/Fundamentacion%20Filosofica%20de%20los%20derechos%20humanos.pdf
Polo, L. (s/f) Fundamentos Filosóficos de los Derechos Humanos. Recuperado de
http://www.url.edu.gt/PortalURL/Archivos/83/Archivos/Departamento%20de%20Investigaciones%20y
%20publicaciones/Articulos%20Doctrinarios/Derecho/Fundamentos%20filosoficos%20de%20los
%20Derechos%20Humanos.pdf
Programa de Capacitación y Formación Profesional en Derechos Humanos (2011) Fundamentos teóricos de los
derechos humanos. Recuperado de http://cdhdf.org.mx/wp-
content/uploads/2014/08/guia_induccion_curso4.pdf
Santa María, F. (s/f) Bases antropológicas para una fundamentación de los derechos humanos. Vol. I.
Recuperado de
https://app.vlex.com/#PE/search/jurisdiction:PE/persona+humana/p3/PE/vid/425588414/graphical_versi
on
Vallejo, M. (13 octubre 2017) ¿Cuál es la diferencia entre derechos humanos y derechos fundamentales?
Recuperado de https://blog.handbook.es/derechos-humanos-y-derechos-fundamentales/?
utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

ESTILO ISO
- Lima, J. El fundamento de los Derechos Humanos. 2012. Recuperado de
http://seer.uenp.edu.br/index.php/argumenta/article/viewFile/221/220
- Marlasca, A. Fundamentación filosófica de los derechos humanos. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVI
(90), 561-578. 1998. Recuperado de http://www.inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof
%C3%ADa%20UCR/Vol.%20XXXVI/90/Fundamentacion%20Filosofica%20de%20los%20derechos
%20humanos.pdf
- Programa de Capacitación y Formación Profesional en Derechos Humanos. Fundamentos teóricos de los
derechos humanos. 2011. Recuperado de http://cdhdf.org.mx/wp-
content/uploads/2014/08/guia_induccion_curso4.pdf
- Polo, L. Fundamentos Filosóficos de los Derechos Humanos. s/f. Recuperado de
http://www.url.edu.gt/PortalURL/Archivos/83/Archivos/Departamento%20de%20Investigaciones%20y
%20publicaciones/Articulos%20Doctrinarios/Derecho/Fundamentos%20filosoficos%20de%20los
%20Derechos%20Humanos.pdf
- Santa María, F. Bases antropológicas para una fundamentación de los derechos humanos. Vol. I. s/f.
ISSN2222-9655
Recuperado de
https://app.vlex.com/#PE/search/jurisdiction:PE/persona+humana/p3/PE/vid/425588414/graphical_versio
n

10
PROGRAMA ACADÉMICO DE FORMACIÓN GENERAL

- Vallejo, M. (13 octubre 2017) ¿Cuál es la diferencia entre derechos humanos y derechos fundamentales?
Recuperado de https://blog.handbook.es/derechos-humanos-y-derechos-fundamentales/?
utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

ACTIVIDAD GRUPAL ( 3 integrantes)

Interrelacione las tres temáticas y elabora un esquema analítico de ellos. Además de


los fundamentos filosóficos de los derechos humanos.
Indicación:
 Trabajarlo a través de subtemas, donde se pueden relacionar entre sí.
 Mencionar aspectos teóricos de la lectura de tu material informativo como apoyo
para la redacción.

11

S-ar putea să vă placă și