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Facultad de Educación
Depto. Currículum e Instrucción
Práctica de la Gestión Curricular
Docente: Gonzalo Sáez Núñez
Análisis de Texto:
ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE.
“Las estrategias de aprendizaje en el
área de la lectura.”
Alumnas:
Angélica Baeza
Katherine Garcés
Daniela Veloso
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
CONCLUSIÓN
ORDENADOR GRAFICO
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Uno de los conocimientos más transversales a ser aprendidos y re aprendidos,
durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje de los y las estudiantes,
es posiblemente la comprensión lectora. Herramienta que se vuelve
fundamental para el aprendizaje óptimo y profundo del conjunto de las
asignaturas impartidas en el currículum, como para de la vida en general.
Habilidad, cuya importancia es tan fundamental, que se realizan diversos
estudios e investigaciones para contar con estrategias que capacitan, a
docentes, educadores, maestros para perfeccionar su enseñanza y
aprendizaje.
Dentro del siguiente informe ahondaremos en los conocimientos planteados
por el texto; “Capítulo 5, las estrategias de aprendizaje en el área de la lectura,
Montserrat Castelló Badia.” Donde planteamos los principales aportes,
extraídos a partir de la lectura conjunta, de sus propuestas tanto teóricas como
didácticas. Seguido de esto se expondrá un ordenador gráfico donde se
expondrán las ideas principales contenidas en el capítulo.
Luego una secuencia didáctica que transmita de manera concreta los
aprendizajes contenidos, aprendidos a través de la lectura reflexiva.
Finalmente desarrollamos una conclusión de aborde las principales reflexiones
entorno a las estrategias para la fomentar la comprensión de lectura.
DESARROLLO
¿Qué enseñar?
El texto señala que debemos otorgar al estudiante situaciones de lectura variadas y
funcionales. Sin acotar solo al plan lector, o los textos escolares por los cuales están
regidos el establecimiento, incluyendo textos que sean del interés de los y las
estudiantes. Con los textos escolares, se practica lectura dirigida, que resulta ser un
modelo repetitivo y sesgado, donde se obtiene una visión parcial, por tanto poca
comprensión.
También se sugiere una material de lectura que no sea solo ficción, dado que es una
estructura textual con la cual es estudiante se encuentra muy familiarizado, por tanto
resulta tedioso y repetitivo. Al usar gran cantidad y diversidad de textos fomentamos
el interés y promovemos los objetivos de lectura personales. Dentro de las estrategias
de lectura, una de las principales es tener un objetivo de lectura claro, dado que esto
es clave al momento de decidir como leer, qué estrategias usar.
El texto plantea 3 dificultades, en relación a esto;
a) Objetivos parecidos, harán que el o la estudiante no varíe la estrategia de
comprensión
b) Objetivos poco claros o confusos, provocará que los y las estudiantes no sepan
diferenciar la estrategia adecuada para lograr comprender el texto.
c) Objetivos muy sencillos, no constituirán un reto de comprensión, por lo tanto
no buscará una manera estratégica de leer comprensivamente.
¿Cuándo enseñar?
El texto plantea; “Desde que el alumno es capaz de interactuar con el material escrito”
(pág 198). Sabemos que desde pequeños los y las niños y niñas poseen
conocimientos sobre el código, por lo tanto la escuela debe conectar estos
conocimientos y promover actividades que estén un poco encima de sus posibilidades
y les permitan construir significados, incluso antes de saber leer.
En base a esto, el texto plantea que es fundamental enseñar comprensión de lectura
de manera conjunta al resto de los contenidos lingüísticos, entendiendo que la lectura
es una actividad compleja aprendida en situaciones contextualizadas y significativas
y no la mera repetición de ejercicios sin significado.
¿Cómo enseñar?
No se pueden prescribir maneras de procurar genéricas y útiles en cualquier situación
educativa, cada una deberá ser sometida a las adaptaciones de acuerdo al contexto,
a fin de que el o la estudiante controle y regule su proceso de lectura.
Para esto, el texto plantea 4 propuestas concretas;
La enseñanza recíproca
Conseguir que los estudiantes lean comprensivamente, la invitación que se les hace
a caminar hacia la autonomía, para lograrlo, las investigaciones de la época se
orientaron a que ellos se dieran cuenta de cuándo, cómo y por qué utilizar ciertos
procedimientos y cómo los mismos contribuyen a la comprensión lectora, controlando
de esa forma y regulando el proceso.
“la propuesta original consiste en que el profesor lea un fragmento de un texto y
después lleve a cabo de forma evidente y explícita cuatro actividades que se
consideren básicas para entenderlo: (1) resumirlo, es decir, traducirlo a sus propias
palabras, (2) aclarar las posibles dudas o palabras difíciles (3) plantearse
interrogantes o cuestiones sobre el texto y (4) hacer predicciones respecto al próximo
párrafo.’’(Pág. 209).
Con la propuesta anterior se pone en la palestra la interacción, haciendo que los
estudiantes intervengan, planteando sus inquietudes, siendo ellos mismos quienes
las resuelvan, desde sus bases, mientras que el docente se limita a intervenir sólo si
el alumnado no puede hacerlo. Brindando mayor autonomía en la labor.
El trabajo es individual y compartido, como señala la autora, se puede hablar de
cognición compartida, ya que, entre todos construyen el significado del texto,
disminuyendo la frustración en los mismos, logrando trabajo colaborativo y
desarrollando habilidades de socialización entre pares.
Si bien no existen recetas inamovibles para entender el proceso y lograr el objetivo,
lo cierto es, que esto pavimenta el camino y lo ilumina, para saber que recorrido
seguir.
Durante mucho tiempo, el énfasis de la evaluación estuvo puesto en el producto final del
proceso de lectura, obviando los matices que se generan durante el mismo. Con el pasar del
tiempo, diferentes estudios pusieron evidencia la necesidad de estrategias que ayudarán a
saber qué hacer para entender un texto.
Atendiendo la problemática, la comunidad docente se dispuso a modificar algunas de sus
prácticas, en relación a la evaluación de la lectura, la cual se limitaba a realizar preguntas
luego del ejercicio lector, enfocado en el contenido del mismo. Sin embargo, desde la óptica
que ofrece el enfoque estudiado, se presenta una evaluación con una función formativa,
teniendo varias intervenciones durante el escenario de enseñanza-aprendizaje, asistiendo la
regulación y controlando la propia comprensión lectora.
“Las situaciones de evaluación tienen permitido recoger información sobre cómo lee el
alumno (problemas y tipos de errores) pero sobretodo, sobre cómo controla su propio proceso
de comprensión. Es necesario saber si el alumno conoce procedimientos para resolver dudas,
si sabe acceder a otras fuentes de información o de ayuda, a que variables presta atención -
en qué se fija- para construir significado.” (Pág. 211).
De lo anterior se desprende, que para los y las docentes, el instrumento de evaluación se
asemeja a un escáner, lo que permitirá tener una visión más acuciosa sobre las necesidades
que pueda presentar el estudiante al momento de leer un texto y tener un encuentro
significativo con el mismo.
Teniendo en consideración lo anterior, es que permitirá un trabajo más pulcro, al momento de
interactuar con estudiantes que presentan mayor dificultad para leer comprensivamente. Para
acceder una imagen más detallada de las necesidades que se demandan, se puede acudir a
alguna prueba de comprensión lectora, realizar una lectura guiada, para determinar cómo y
en qué medida el estudiante utiliza las herramientas que el docente le proporciona y si es
capaz de ver su zona más débil. Utilizar el “reciprocal teaching ”, ya que, es adecuado para
comprobar en qué aspecto – resumir, hacerse preguntas, resolver dudas o hacer
predicciones- tiene mayor dificultades el o la estudiante, de esa manera, podrá el docente
ofrecer la ayuda más ajustada a las necesidades vislumbradas.
Los avances realizados por sajones, proponen un conjunto de técnicas para evaluar el
conocimiento procedimental, el que tiene que ver con las técnicas y recursos para mejorar la
comprensión y resolver problemas. Además evalúa el conocimiento estratégico, que tiene
que ver con las decisiones que se deben tomar en determinadas condiciones.
Los que pueden ser cuestionarios, recogen información de una manera más general, sobre
diferentes situaciones de lectura. También pueden ser entrevistas que se hacen a los
estudiantes, inmediatamente después de leer un texto.
Retomando el tema sobre la evaluación después de la lectura, se propone que estas
contemplen tres niveles de comprensión: literal, inferencial y profunda. Repartiendo estos tres
tipos de preguntas de acuerdo a la extensión del texto y las edades de los estudiantes. Dónde
se podrán recoger, a su vez, las correspondientes respuestas, de orden literal, de pensar y
de elaboración personal. Esto en definitiva ayudará (las preguntas en diferentes niveles de
complejidad), al análisis de aquello que se ha comprendido y lo que no, por parte de los
estudiantes.
Cuando se habla de leer, es importante tener en consideración la actitud del estudiante, hacia
la lectura.
“A menudo los problemas de lectura comportan por parte del estudiante sentimientos de
ineficacia y de inferioridad que acaban generando rechazo por la lectura.” (Pág. 214).
En lo anterior radica la importancia de transmitir el gusto por la lectura. Y disponer de
estrategias, suele facilitar que el alumno quiera leer, pero este es un trabajo que contempla
tiempo, ya que, este proceso busca conseguir que estudiante se convierta en un lector
autónomo, capaz de decidir qué, cómo y por qué leer.
CONCLUSIÓN