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Lecciones Introductorias

Sobre este curso de japonés


La lengua japonesa es una lengua completamente distinta a la lengua española. Si queremos
aprender japonés debemos tener presente que no estamos ante el estudio de lenguas como el
inglés o el alemán. Por ese motivo no se puede afrontar su estudio sin una idea clara de a que nos
estamos enfrentando. Las lecciones introductorias se encargan de este primer acercamiento a la
teoría lingüística y la lengua japonesa. En ellas descubriremos que el japonés se compone de dos
tipos de escritura, los silabarios hiragana y katakana (algo similar a nuestro alfabeto pero con
sílabas, existen unos 100) y los caracteres kanji (son caracteres que tienen significados por sí
mismos, existen unos 7000, pero sólo se emplean de forma usual unos 2000).

Cuadro que muestra que para aprender una lengua es necesario ser capaz de leerla. En el caso
del japonés, esto no es ni mucho menos sencillo y que existe un método (llamado romaji) que
permite a un occidental leer japonés.

Debido a que el curso de japonés Gunkan usa escritura japonesa real (por eso se necesita
tener instalado en el navegador el soporte japonés), el estudiante tendrá que aprender a leer
japonés en primer lugar. Para facilitar esta tarea existe la transcripción del japonés (romaji) que
es simplemente escribir la lengua japonesa con caracteres occidentales. Gracias al romaji,
cualquier persona puede leer japonés.

Los silabarios hiragana y kakanana son necesarios para poder leer parte de la escritura
japonesa. En su mayoría, los cursos de lengua japonesa para extranjeros están escritos en romaji
(los caracteres occidentales). Esto que puede ser una ventaja en un principio, se convierte en un
pesado lastre que hace que el estudiante no domine la escritura japonesa real. Por ese motivo, en
este curso las lecciones más avanzadas no usan romaji.

Los kanjis son la parte más compleja y fascinante del estudio de la escritura japonesa. Este curso
presenta la lista de los Jôyô kanji (que son esos 2000 caracteres kanjis que se usan de forma
usual y de los que se habló en el primer párrafo). Es necesario aprender estos 2000 kanjis para
"dominar" la lengua japonesa. Dentro de el apartado de lecciones de kanji, se exponen métodos
para aprenderlos. Con los silabarios aprendidos y una mínima base de kanji el lector podrá afrontar
el verdadero núcleo de este curso de japonés. Muchos y muy diversos tratados de japonés han
aportado lo mejor de sí mismos para el presente curso. Consúltese la bibliografía para una lista
completa de los tratados sobre lengua japonesa en cuyos contenidos esta página se apoya (si Juan
José Ferres Serrano, autor de esta página y del curso de japonés Gunkan, ha llegado a alguna
parte dentro del japonés en lengua hispana es debido a que se ha apoyado en los hombros de
auténticos gigantes en el mundo del japonés).

Los Apéndices son ensayos breves sobre toda clases de temas relacionados y que no siguen un
orden. Complementan en gran medida esta curso de japonés. Desde aquí agradecer a todos los
que han añadido apéndices por su inestimable colaboración para con esta sección.

El apartado de Traducciones intenta aportar diversidad a esta página, especialmente pretende


ofrecer textos bilingües para que sirvan de apoyo al estudiante de japonés. Expresar mi más
sincero agradecimiento por la cantidad y la calidad de textos bilingües que ha suministrado a Paco
Barberán e Ignacio Suárez Beauville.

La última parte de este curso es la de Japonés Hablado. Es necesario acostumbrarse a la peculiar


dicción nipona. Afortunadamente para los hispanohablantes la fonética es sorprendentemente
parecida a la japonesa.

A la hora de hacer un curso de japonés se presentan muchos contratiempos. Realmente es difícil


decidir por dónde empezar. Para muestra, simplemente viendo otros cursos llama la atención la
gran diferencia de criterio desde el principio. Esto se da en mayor medida que en otros idiomas a
causa de las diversas barreras adicionales que se encuentran en el japonés.

Una barrera es la escritura japonesa; en otros casos, se puede empezar a leer desde el
principio o prácticamente desde el principio, mejor o peor, pero se puede. En el árabe, el hebreo, el
ruso, el hindú, etc, tienen "alfabetos" diferentes al latino, pero que se aprenden en un lapso
relativamente corto de tiempo y luego ya sólo es cuestión de acostumbrarse.

En el caso del japonés y también del chino, el aprendizaje de la escritura se prolonga durante años,
también para los nativos en su infancia. Realmente, ni el japonés ni el chino terminan de
aprenderse nunca (como todas las lenguas), pero su escritura tampoco. Se aprenden más y más
"símbolos", si bien sabiendo unos 3000 de los más utilizados, será raro encontrarse símbolos
desconocidos. En alguna ocasión me he topado con auténticos diccionarios vivientes que conocían
muchos más, pero realmente no se usan tantos en el japonés actual (ni tampoco en el chino
actual).

Es fundamental aprender bien a fondo al menos 300 de los más usados y luego el resto resultará
más fácil de recordar; hay que aprender el "kakijun" (orden y dirección de los trazos) para poder
escribirlos correctamente (esto no es una simple filigrana, sino que realmente funciona y además
se pone de manifiesto al escribir con pincel, que no es cosa rara en Japón). Conocer el origen y la
formación de los kanjis a veces ayuda mucho (a veces no).
Lecciones Introductorias
Introducción al japonés
La comunicación humana es tan rica que dentro del panorama lingüístico mundial conviven cientos
de lenguas y miles de dialectos. De todos estos modos de comunicación destacan tres por su
generalización, por su riqueza y por su filosofía. La primera es el inglés, la lengua más
internacional, la segunda es el español, una de las más ricas y por último el japonés, como
representante más aventajado de la concepción oriental.

Todas consiguen el objetivo de permitir la comunicación humana. Generalizando se puede sacar


como conclusión que las lenguas occidentales (indoeuropeas) siguen todas un mismo patrón.
Buena muestra es la gran correlación que existe entre el español y el inglés, o el español y el
italiano, etc... La razón de todo esto se remonta a que tienen orígenes comunes, en mayor o
menor medida. Sin embargo el japonés, no sólo no tiene un origen relacionado con el español, sino
que su lejanía ha evitado relación histórica alguna en casi quince siglos. El japonés es una
lengua completamente distinta del español, su filosofía y su escritura representan una
gran dificultad para los estudiantes de habla hispana. Un español que desee aprender
japonés debe olvidar todo lo que cree saber de lenguas extranjeras para adentrarse en un "nuevo
mundo". Cuanto más se conoce el japonés más parecidas al castellano parecen el inglés, francés,
italiano, alemán, etc. Afortunadamente si única, exótica y ancestral es la lengua japonesa, más aún
lo es la lengua española. El español es una lengua tan "gramaticalmente" potente, con tanta
capacidad de expresar y de tan diversas maneras que es capaz de asimilar por casi completo a la
lengua japonesa.

El orden gramatical de las frases en japonés es bastante fijo. El sujeto suele aparecer antes
del predicado cuando no se omite. El estilo y las características del japonés son peculiares en
comparación con las lenguas europeas. Existen diferencias abismales entre el japonés coloquial y el
japonés formal. Además, hay muchas diferencias dialectales, la mayoría de las cuales se restringen
al lenguaje coloquial. Los verbos no cambian por concordancia con el número o género del
sustantivo como en castellano. Se suelen considerar dos o tres tipos de adjetivos que se conjugan
de distinta manera. No hay nada parecido al artículo. Los sustantivos no suelen tener plural (los
hay que tienen, pero son una pequeña minoría). No existe el género gramatical. Lo más parecido a
las preposiciones que hay en japonés son las partículas. Frecuentemente aparecen tras las palabras
o las frases. Indican la función gramatical de las palabras dentro de las frases, matizan las
expresiones, unen frases, establecen relaciones causa-efecto entre frases, etc. Su correcto uso es
quizá lo más fundamental en el estudio del japonés. La omisión es muy frecuente. El sujeto o el
objeto directo/indirecto de las oraciones acostumbran a omitirse cuando se puede sobrentender.
Para ser precisos, diríamos que no hay sustantivos, adjetivos, adverbios ni verbos en japonés, sino
formas japonesas que cumplen funciones similares. Efectivamente, existen paralelismos,
inherentes a las realidades que representan.

Cuando se habla de gramática japonesa hay que decir que realmente son dos las gramáticas, la
primera es la hablada y la segunda la literaria. Es muy curioso que si bien en España tenemos una
gramática "fija" desde hace varios siglos, la gramática de la lengua japonesa hablada se ha
concretado recientemente. Una de las razones dadas para esto es que los eruditos japoneses se
centraban mayoritariamente en la gramática escrita, símbolo de un nivel cultural muy alto. En nivel
escrito se denomina bun-go-tai y el hablado, kou-go-tai, que muchos lingüistas creen que se
inicio a finales del período Heian (794-1185), cuando los soldados fronterizos establecieron un
gobierno feudal de Kamakura. A modo de ejemplo se indica que la diferencia entre la gramática
japonesa escrita y la hablada es similar a la que existe entre el latín y el español. Además de dos
gramáticas podemos encontrarnos con cuatro estilos de expresión :

1. El Estilo hablado, que usa palabras en su mayoría japonesas, regidas por la estructura
gramatical netamente japonesa.
2. El Estilo escrito, en el que partiendo de una base estructural japonesa se mezclan infinidad de
compuestos chinos , es decir, vocablos derivados de la unión de caracteres kanji. Los estilos uno y
dos usan la gramática kou-go-tai (estilo coloquial)
3. El Estilo literario, que se caracteriza por un uso mucho más acentuado de compuestos chinos,
y con formas peculiares de los pronombres, y sobre todo de los verbos. Este estilo literario usa la
gramática bun-go-tai.
4. El Estilo cortesano, referido prioritariamente a todo lo relacionado con el Emperador y la vida
cortesana en sus diversos niveles. Aunque el papel del emperador en la vida socio-política del
Japón ha cambiado considerablemente después de la segunda guerra mundial, todavía las
referencias, tanto escritas como habladas, hacia su persona y hacia su rol ante la nación,
conservan el estilo exclusivo que tuvieron en épocas pasadas.

Los japoneses han asimilado en su expresión escrita los caracteres chinos, y esto ha influido su
lengua de una manera radical, tanto que a partir de la importación a su escritura de estos
caracteres, no los han abandonado. Una de las grandes barreras entre las lenguas occidentales y
las orientales es la ausencia de reglas fijas y universales. El estudiante occidental intenta "reglar"
el japonés y no consigue más que quebraderos de cabeza inútiles. Realmente ciertas expresiones
desafían cualquier regla gramatical europea. Por ejemplo como referente claro está el ejemplo que
el R.P. Fr. Vicente Gonzales incluye en su gramática: Haha ni shinareta Literalmente significa
"Fui muerto por mi madre". Shinareta es pasado pasivo del verbo Shinu morir. Ni hace la función
de por. Haha significa mi madre. La traducción sería complicada por que no encontramos un sujeto
en la frase (por mi madre "alguien" tiene que ser muerto). Suponemos que es el hablante (yo).
Pués, nada más lejos de la realidad, la traducción es: "Mi madre ha muerto". Ejemplos como estos
ponen de relieve que no estamos ante una lengua cualquiera.

Otras características son el uso de nombres y sufijos honoríficos, así como recursos lingüísticos del
tipo de redundancias o pleonasmos. Un pleonasmo consiste en emplear en una frase más vocablos
de lo necesario para conseguir un efecto de vigor o énfasis (-"Yo lo vi con mis propios ojos"). La
jerarquía en la sociedad japonesa también se refleja, como no, en su lengua. Según a quien se
refiera el hablante se usará una u otra forma. Es algo similar al empleo de "tu", "vos" o "usted" en
español. No existe en japonés pronombre relativo (que, cual), con diferencia el pronombre más
usado en nuestra lengua. Aunque lo que más llama la atención es que la frase japonesa se
construye al contrario de la frase español (en japonés el verbo va al final de la frase).
Evidentemente, algo gramaticalmente sencillo tenía que existir para los españoles que quieren
aprender japonés. Como hechos más representativos están que los verbos son muy sencillos y
apenas hay irregularidades.

Muchas de las características peculiares de la lengua japonesa se las debe a su vida y su cultura,
por ejemplo su vocabulario. La riqueza de vocabulario respecto a fenómenos naturales y
climatológicos, los verbos y adjetivos que describen los cambios de estaciones y el ambiente de
cada una de ellas es sumamente variado. Existen una gran cantidad de verbos y expresiones para
describir el fenómeno de la lluvia respecto a las épocas, horas del día o la intensidad de la misma.
Debido a la geografía de Japón los vocablos para referirse al mar, ríos y lagos son muy
abundantes. Lo mismo ocurre con la flora. Sin embargo la relativa escasez de animales motiva una
falta de términos para referirse a la fauna. Como ejemplo señalar que el verbo "naku" se usa
indistintamente para designar el canto de los pájaros, el graznido de un cuervo, el mugido de las
vacas y el maullar de los gatos. El vocabulario para designar partes del cuerpo, en especial órganos
internos, es muy limitado y lo mismo puede decirse en todo lo relacionado con los sentidos
corporales. Por el contrario, el vocabulario relacionado con los sentimientos, emociones,
estados de ánimo y las relaciones estético-emocionales producidas por la contemplación
de la naturaleza o por el influjo del clima, es considerablemente rico y muchas de estas
expresiones son casi intraducibles a otros idiomas. También el japonés es léxicamente muy rico en
términos relacionados con la vida social, con todas sus implicaciones de trabajo, relaciones de
empresario-empleado, la vida de los negocios, criterios éticos, costumbres, diversiones, etc. Dentro
de la vida social y de un modo especial en las relaciones interpersonales, el japonés tiene
características únicas por la riqueza de su vocabulario. Hay, por ejemplo, hasta 13 vocablos para
decir esposa, hasta 10 vocablos para designar "mujeres de la vida".

La lengua japonesa escrita es la faceta más complicada para el estudio de la lengua japonesa. El
uso de dos alfabetos, distintos al español, y los caracteres kanji, complican en gran medida el
estudio del japonés. Los alfabetos no son muy complicados y pueden ser aprendidos en pocos días,
sin embargo los caracteres kanji son complicados hasta para los propios japoneses. Los caracteres
kanjis son ideogramas, imágenes que representan conceptos. En la actualidad se emplean más
de 2000 kanjis algunos de una dificultad extrema. Dado que el estudio aislado de los
caracteres kanjis es muy pesado, lento y largo, se recomienda aprender gramática japonesa, y
gradualmente ir introduciendo los caracteres kanjis en la escritura. Ese es el método que siguen
los colegiales japoneses.
Génesis de una lengua legendaria
El origen de la lengua al japonesa
La mayor parte de las lenguas de nuestro planeta tienen un origen más o menos determinado. La
lengua japonesa es una excepción. Los filólogos llevan décadas discutiendo sobre el incierto
origen del japonés. En su origen no tiene ninguna relación ni con la lengua ainu, ni con el chino.
El chino es una lengua monosilábica y completamente distinta, en su composición y formación, al
japonés. Los ainu eran una raza que procedía de Siberia y ocuparon las islas del Japón muchos
años antes de que la actual raza japonesa les confinara a las provincias del extremo norte de
Japón, Hokkaidô y Karafuto (siglo VII a.C.). Actualmente sólo existen unos 15.000, en su
mayoría en la isla de Hokkaidô. Conservan sus costumbres y tradiciones típicas, y hablan su
propia lengua, distinta de la japonesa. Por guardar algún parecido con el coreano y el mongol, se
ha incluido en el grupo de las lenguas altaicas (mongol, somoyedo, tungunaso, etc.). La lengua
japonesa es una lengua aglutinante, como el coreano, el mongol, el turco, el húngaro, el finés,
etc. Esto quiere decir que forma palabras con sufijos y afijos añadidos al radical. Aunque la
lengua japonesa, sintácticamente, no tenga relación alguna con el chino, su vocabulario está
compuesto, en su mayoría, de palabras chinas, introducidas bastante recientemente.

El japonés podría ser considerado dentro de una filiación lingüística independiente y no con un
origen derivado de otras lenguas. Como prueba de ello estarían tanto su aislamiento geográfico
como el ser la lengua de un pueblo que no ha sufrido ninguna invasión extranjera.

Se conoce por Yamato tanto al Japón antiguo como a su primitiva lengua. El archipiélago japonés
comenzó a poblarse en el 2500 a.C. con pueblos mongólicos procedentes del continente asiático,
principalmente en las islas de Hokkaidô y Kyûshû (Japón está formado por tres grandes islas, las
ya mencionadas, y la más extensa, que es la de Honshû).

La raza de Yamato llevaba ya nueve siglos en Japón. Como todo pueblo, comenzó a desarrollar
una lengua y una cultura. Se sabe que su arcaica lengua era polisilábica, aunque se desconoce si
poseían escritura. Sea como fuese esta lengua, cuando los primitivos japoneses estaban
culturalmente preparados para desarrollar una lengua escrita sufrieron el influjo cultural del
continente asiático. No fueron los chinos quienes llevaron su cultura a Japón, la cultura china llegó
a través de sabios coreanos. Esta llegada no fue homogenea ni temporal ni geográficamente. La
fecha de esta invasión cultural va desde el siglo III hasta el siglo VII (la mayoría de los autores
hablan de que ya en el siglo III de la Era Cristiana comenzaron a introducirse las ciencias y
literatura chinas). Como fecha concreta se puede dar la del 405 a.C. en que la Corte Imperial
adopta oficialmente la escritura china.

El pueblo japonés adoptó los ideogramas o caracteres kanji como forma de escritura. Desde ese
momento los japoneses usaron los caracteres kanji para expresar sus ideas y conceptos. Un
ideograma es una unidad conceptual que tiene significado por sí misma, a diferencia de
nuestro alfabeto, que necesita la unión de vocales y consonantes para expresar un concepto. En un
principio, como suele ser normal en la introducción de nuevas culturas, la escritura china se
difundió sólo entre las clases más selectas. El libro más antiguo que se conserva es el Kojiki
("Crónica de los sucesos antiguos"), una obra histórica y mitológica fechada en el 712 de nuestra
era, que está escrita en una mezcla de japonés y chino.

La influencia no fue sólo de la escritura, sino en el lenguaje mismo. Los japoneses adoptaron el
vocabulario chino y lecturas chinas de los kanjis, pero les dieron sus propios significados. El idioma
japonés, sin haber desvirtuado en lo más mínimo su autonomía lingüística, ha sido inmensamente
enriquecido conceptualmente gracias a los caracteres chinos.

Los japoneses no sólo adoptaron los ideogramas para expresar sus ideas, sino que inventaron una
fonética especial basada en los sonidos iniciales de los ideogramas chinos para expresar sonidos de
su propia lengua. Usaron los caracteres kanjis para representar las palabras que ellos
pronunciaban; por eso se perdió parte del significado original de los kanjis. En otros casos se
tomaron los caracteres chinos utilizando sólo su fonética para representar determinadas sílabas
japonesas. Este hecho originó la escritura man´yôgana y ésta a su vez evolucionó para
convertirse en los "abecedarios" silábicos que se conocen con los nombres de hiragana y
katakana.

Los "abecedarios" silábicos


Los silabarios hiragana y katakana (y I)

Por regla general, primero un pueblo crea un lenguaje hablado y posteriormente se


origina su escritura. La lengua escrita de un pueblo se adapta a su lengua hablada. Esta regla
lógica se alteró en el caso del japonés. La lengua hablada de los antiguos japoneses comenzó a ser
representada mediante un sistema escrito foráneo. La lengua china enriqueció el léxico
japonés, pero fonética y gramaticalmente ocasionó serios problemas lingüísticos.

De alguna forma era necesario indicar tanto la fonética como la sintaxis autóctona del pueblo
japones. Algunos caracteres kanji perdieron su pronunciación china y se convirtieron en un mero
alfabeto. Esta escritura, que usa los sonidos iniciales de los ideogramas chinos para expresar todos
los sonidos del idioma japonés, se conoce como man´yoogana. Recibe este nombre debido a que
con ella se escribió el man´yôshû. La antología poética man´yôshû (“Colección de las Diez Mil
Hojas”) se considera como la primera expresión vigorosa de la sensibilidad poética de los
japoneses además de ser la mayor antología en lengua vernácula. Los poemas hablan de amor y
añoranza, de desolación y júbilo, del indisoluble vínculo con la tierra de Yamato y de la veneración
por los espíritus locales (kami).

El uso del man´yôgana no sustituía a la escritura china, sino que la complementaba. Se escribían
las palabras con los caracteres chinos y se usaba la escritura man´yôgana para anotar la
pronunciación japonesa. Del mismo modo era necesario anotar las funciones sintácticas, y para ello
la lengua japonesa necesita una serie de desinencias que acompañan a las palabras. Estas
desinencias reciben el nombre de okurigana. De nuevo, la escritura man´yôgana sirvió para
añadir estos okuriganas al léxico de origen chino. Los problemas fonéticos y gramaticales estaban
resueltos, sin embargo a veces resultaba complejo distinguir que caracteres formaban parte de las
anotaciones man´yôgana y cuales no. Para poder realizar esta distinción se crearon unos
símbolos distintos mediante la simplificación de los kanjis usados fonéticamente.

Ejemplo de simplificación de un carácter Kanji(ideográfico) en un carácter Katakana (fonético)

La escritura man´yôgana derivó en los silabarios hiragana y katakana, también llamados kana.
Hasta ahora se ha hablado de silabarios y no de alfabetos. El japonés no tiene un alfabeto
propiamente dicho, no se divide en consonantes y vocales, tiene una sola consonante que es la "n",
cinco vocales (iguales a las nuestras) y cuarenta y dos sílabas. Para explicar el origen de estos dos
silabarios se citará un fragmento del memorable ensayo "Introducción al estudio de los caracteres
chino-japoneses" realizado por el erudito D. Ricardo García Uceda:

"I.HIRAGANA: Deriva de una simplificación del estilo cursivo (ya de por sí simplificada). Ya en el
s.VIII un poeta de NARA, Kibi no Mabi usó los primeros kana. En su difusión tuvieron no poca
importancia una pléyade de poetisas de la era HEIAN. Como se trataba de un estilo simplificado en
forma llana se la llamó Hiragana (Hira = llano).

II.KATAKANA. Es un estilo más anguloso y menos curvilíneo que el Hiragana, procedente no del
sokode (estilo femenino del Man´yogana del que derivó el hiragana) sino del estilo masculino
llamado onokode, y que toma como base sólo una parte del kanji cuya pronunciación se desea. Por
eso se llama KATAKANA (Kata = una parte)"
Silabario Hiragana

Silabario Katakana

Tanto la estandarización y fijación del silabario katakana como del silabario hiragana son
atribuidos tradicionalmente a los monjes budistas Kukai y Kibi Dajin entre los años 760 y 790.
Aunque también es citado por algunos autores el reformador budista Kobo Daishi (772-834 a.D).
La aparición de los silabarios sirvió, en un principio, para que personas poco letradas para que
pudieran escribir la lengua japonesa sin necesidad de aprender los complicados caracteres chinos.
Gracias al empleo de los silabarios, la escritura japonesa dejó de ser ideográfica pura, y se
convirtió en silábico-ideográfica. Y con ese mismo carácter ha seguido hasta nuestros días. El
silabario antiguo recibe el nombre de i-ro-ha. Se denomina así porque son las tres primeras
sílabas con las que da comienzo un famoso poema anónimo del siglo IX de nuestra era que trata el
tema budista de las transiciones de la vida. Este poema tiene la finalidad de ayudar a recordar la
letras del silabario. La ordenación de las sílabas de este poema todavía se usa como guía en
algunos diccionarios.

Poema i-ro-ha Kana representado Romanización

Iro wa nioedo
Chirinuru o
Waka yo tare zo
Tsune naran
Ui no okuyama
Kyoo koete
Asaki yume miji
Ei mo sezu

Una posible traducción sería: "Los colores son fragantes, pero ellos se apagan. En este mundo
nada es eterno. Hoy he cruzado la alta montaña de las ilusiones de la vida y no habrá mas sueños
suaves ni nunca más me embriagaré."
El uso actual de los silabarios
Los silabarios hiragana y katakana (y II)
El silabario hiragana se usa para:
Okuriganas sufijos y afijos usados para la declinaciones de palabras como adjetivos y
verbos.
Partículas la gramática japonesa hace uso de un amplio número de partículas para
gramaticales definir la relacion entre palabras o frases.
Palabras nativas Palabras nativas japonesas que no tienen kanji, o que éste no se conoce o
japonesas no se usa por estar fuera de las listas oficiales de caracteres (Jôyô kanji).
Onomatopeyas (aunque a veces también se usa katakana).
Lecturas japonesas Lecturas japonesas de los kanjis en libros de aprendizaje de estos
caracteres.
Furiganas indicaciones de las lecturas de los kanjis para libros infantiles y a veces
también de adultos si son palabras complejas.
@
El silabario katakana se usa para:
Palabras de origen Representar palabras de origen extranjero conservando su pronunciación.
extranjero
Lecturas chinas Lecturas chinas de los kanjis en libros de aprendizaje de estos caracteres.
Sonidos de animales Sonidos producidos por animales
Exclamaciones Exclamaciones
Rótulos Rótulos de publicidad y para destacar ciertas palabras
Telegramas y telex Hasta hace poco tiempo en telegramas y telex dentro de Japón (que han
sido sustituidos por el fax)
El uso del katakana se puede asemejar a nuestros caracteres en cursiva.

En una frase como:


Ricardo-sensei wa Seiko-san no uchi ni imashita
Profesor Ricardo (suj.) Señorita Seiko de casa en estaba
El profesor Ricardo estaba en la casa de la señorita Seiko

Se usan todos los tipos de escritura japonesa, kanji, hiragana y katakana. El análisis sintáctico
de la frase sería:Ricardo sensei (nombre propio extranjero + la partícula honorífica japonesa
"sensei" que se añade a los nombres de personas que son profesores o doctores. Sería parecido a
"Doctor Ricardo" o "Profesor Ricardo")

Wa (partícula que indica cual es el sujeto de la frase. Aunque este símbolo hiragana es en realidad
"ha" cuando indica sujeto se pronuncia "wa")

Seiko (nombre propio japones seguido + la partícula honorífica "san" que hace las veces del
"señor, señora o señorita" en lengua hispana, aunque su uso es mucho más usual en la lengua
japonesa)

No (partícula posesiva) Uchi (nombre común, casa, hogar) Ni (modificador que indica lugar)

Imashita (verbo ser, pasado simple) En katakana se escribe el nombre propio extranjero
Ricardo.

En kanji se escribe la partícula honorífica sensei , el nombre propio japonés Seiko, uchi (casa). El
otro kanji es la raíz del verbo I (estar).

En hiragana se escriben las partículas y el sufijo que indica el tiempo del verbo Mashita. Habría
que matizar algo esta última frase, pero no es objetivo de este libro hacer un estudio gramatical de
la lengua japonesa.
La conversión de grafías japonesas a occidentales
La romanización del japonés (y I)
Aunque con posterioridad se tratará este tema desde un punto de vista práctico, una mínima base
teórica es necesaria en este momento. Antes de presentar la lista de los silabarios, es necesario
introducir un concepto que puede resultar un tanto confuso: la conversión de grafías japonesas a
caracteres occidentales. Desde el comienzo de esta página web se han escrito palabras japonesas
mediante letras occidentales; esto se conoce con el nombre de transcripción, romanización o
transliteración del japonés.

Lo que para nosotros es simplemente un modo de escribir los caracteres japoneses con "nuestras
letras", se convirtió en una dura pugna en fechas pasadas. Incluso llegó a proponerse la sustitución
total de la escritura japonesa tradicional por el modo occidental. Algo que no es ninguna barbaridad
y como ejemplo poner a la actual Turquía, que ha cambiado la escritura arabe por la occidental.
Evidentemente, Japón continua usando su escritura original, aunque el debate originado en torno a
la romanización ha provocado que surjan distintas maneras de acometer esta tarea.

La primera persona, de la que se tenga constancia, en intentar la romanización del japonés fue el
misionero Francisco Javier en el siglo XVI. Sin embargo, no es hasta tiempos de la Restauración
Meiji cuando nos encontrarnos con movimientos a gran escala a favor de la romanización del
japonés. El principal argumento fue que los caracteres japones eran demasiado difíciles para una
gran parte del pueblo japonés. Esto ocasionó serias discusiones entre los intelectuales de la
Restauración Meiji. Los estudiantes que habían viajado al extranjero, como Nishi Amane (1826-
1897), afirmaban que el uso de la romanización podría suponer un tremendo beneficio para las,
pobremente educadas, clases bajas y cuyo conocimiento de los caracteres kanji era muy limitado.
Taguchi Ukichi, fue uno de los mayores defensores de la romanización. Opinaba, que si bien la
romanización presentaba serios inconvenientes, las ventajas superaban a las desventajas. Creía
que el uso de la romanización junto con el japonés coloquial podría ser el futuro del japonés
escrito. Taguchi se dio cuenta de que había areas donde el uso de la romanización sería
especialmente beneficioso (la empresa, el ámbito científico y especialmente para poder asimilar los
vocablos foráneos que no tenían kanji asociado).

Los dos primeros sistemas de transcripción que se plantearon fueron el Hepburn-shiki (que está
basado en la pronunciación) y el Nippon-shiki (que está basado en la gráfia). El sistema Hepburn
debe su nombre a J. Curtis Hepburn (1815-1911), médico y misionero norteamericano que
dedicó su vida a la lengua y cultura de Japón, compiló el primer diccionario inglés-japonés, la
primera gramática japonesa para anglo-parlantes y realizó una traducción de la Biblia al japonés.
Hepburn fue la primera persona, de la que se tenga constancia, que enseñó a los japoneses a
escribir usando caracteres occidentales. El segundo gran sistema de transcripción fue ideado por el
físico japonés Tanakadate Aikitsu. Surgió casi al mismo tiempo que el Hepburn, pero no fue
capaz de ganar tanta aceptación como el primero hasta años más tarde.

Ambos estilos compitieron por el reconocimiento oficial desde varias organizaciónes que se crearon
para promover el uso de los caracteres romanos. Una de estas organizaciónes fue la Romaji-kai
(Sociedad de Roma-Ji, letras romanas), creada en 1885 y formada por extranjeros y japoneses.
Tiene su nombre de la forma en que los japoneses llaman a los caracteres occidentales: romaji.

El gobierno japonés optó por el sistema Hepburn en 1908 (especialmente gracias la


Sociedad Hiromekai). Pero en 1937 el Nippon-shiki, que había sido mejorado y que ahora se
llamaba Kunrei-shiki ("sistema oficial"), fue oficialmente adoptabo por el gobierno. Después de la
Segunda Guerra Mundial, los que propusieron el sistema Hepburn intentaron persuadir al
Gobierno de Ocupación para que repusiera el sistema anterior y acusaron a los partidarios del
sistema Kunrei-shiki de militaristas. A pesar de que el sistema Hepburn todavía sigue siendo el
oficial es común encontrarnos con ciertos segmentos de la sociedad que usan el Kunrei-shiki.

El sistema Hepburn (Hebon-Shiki como lo llaman los japoneses) es el más aceptado hasta el
momento, y aunque no es el más fiel a la lengua japonesa, sí es el que mejor reproduce los
sonidos de las sílabas japonesas. El curso de japonés Gunkan usará como base el sistema de
transcripción Hepburn, dado que es el más indicado para la correcta pronunciación del
japonés y el que facilita más y mejor el acercamiento del estudiante español a la lengua
japonesa. Sin embargo se le realizarán una serie de modificaciones que serán
comentadas posteriormente.

El Kunrei-shiki se basa no en los sonidos de las sílabas (como hace el sistema Hepburn), sino en
la ortografía. Los silabarios dados en este libro (que como ya se ha dicho pertenecen al sistema
Hepburn) se diferencian del Kunrei-shiki solamente en que no existen irregularidades en la
representación de la pronunciación. Si nos fijamos en los silabarios dados en la páginas siguientes
(silabario hiragana y silabario katakana) veremos que si en una fila se ponen las sílabas que
empiezan por "s" no se sigue la secuencia normal de "sa, si, su, se, so", sino que por ejemplo
"si" se convierte en "shi". Esto es debido a que el sistema Hepburn transcribe la pronunciación
de las palabras. Como el sistema Kunrei-shiki se basa en la ortografía y no en la pronunciación,
sigue la secuencia normal de las sílabas y de esta manera se eliminan las irregularidades. Los
cambios por consiguiente son: shi-si, chi-ti, tsu-tu, fu-hu, ji-zi, ji-di y zu-du. A la hora de
transcribir los "diptongos" se emplea la forma "s + y (vocal)" y que da lugar a transcripciones
del tipo: sya, syo, syu, etc... El que los japoneses prefieran el sistema Kunrei-shiki se debe a
que a ellos no les induce a error. Un japonés sabe que "ti" se pronuncia "chi" o que "tu" se
pronuncia "tsu", pero a un occidental esto podría conducirle a error, por eso se usa el sistema
Hepburn. El influjo de los préstamos lingüísticos en la lengua japonesa es responsable de un gran
número de cambios fonéticos que ocurrieron después de la creacion del Kunrei-shiki. Esto puede
ayudar a explicar que las distinciones entre los sonidos de consonantes y vocales fueran mucho
menores hace cien años. Una vez que Japón abrió sus puertas a occidente, su léxico y su fonética
se vieron también alteradas. La flexibilidad del sistema Hepburn para adaptarse a nuevos sonidos
quedó patente, algo que no pudo hacer el sistema Kunrei-shiki.

La transcripción presenta un gran número de variantes (teniendo un origen común en alguno de los
dos sistemas principales) y cada tratado sobre el idioma japonés suele incorporar su propia
versión. Esta falta de homogeneidad no debe presentar un problema para el estudiante. Cuanto
antes sea capaz de prescindir de los textos romanizados y enfrentarse a la escritura japonesa real,
antes estará en condiciones de dominar esta lengua.
Los silabarios katakana e hiragana
La composición de silabarios hiragana y
katakana
El silabario japonés se compone de 48 caracteres. Existe una sola consonante,
que es la "n", cinco vocales, "a i u e o" y 42 sílabas. Algunos caracteres con el
paso del tiempo han caído en desuso y fueron eliminados de las listas oficiales de
kanas después de la Segunda Guerra Mundial. Estos caracteres son las sílabas
"wi" y "we". Estos 48 caracteres forman el núcleo del silabario y son conocidos como los sei-on
(sonidos-puros). Además de estos sonidos puros, existen otros que tienden a dulcificarse cuando
entran en composición, tales como k, s, t y h que generalmente se convierten en g, z, d y b. Esto
da lugar a otros veinte sonidos o sílabas modificadas que reciben el nombre de daku-on (sonidos-
impuros). La grafía de estos caracteres "alterados" solamente varía en que se les añade un signo
en la parte superior derecha del carácter y que se representa por dos comillas. Este símbolo
conocido abreviadamente por nigori (impureza) tambiún recibe el nombre de nigori-ten o daku-
ten. Ejemplo: ka se convierte en ga. La relación entre el nigori y la pronunciación facilita en gran
medida su estudio.

Si la b se convierte en p, se obtienen cinco nuevos sonidos que se conocen con el nombre de han-
daku-on (medio impuros). En este caso se cambia el nigori en forma de comillas por un nigori
circular, también llamado han-daku-ten, en la misma parte superior derecha. Ejemplo: ha se
convierte en pa. A efectos prácticos, el que sean puros, medio impuros o impuros no tiene
demasiada transcendencia.

Pero como se dijo antes, tiene relativa importancia como regla nemotécnica. Cuando algunas
sílabas se unen con ya, yu y yo forman diptongos, aunque muchos autores discrepan de si son
fonéticos o son ortográficos. Sea como fuere, son una reminiscencia de la pronunciación china y
tienen la misma importancia que cualquier otro carácter kana. Ejemplo ki + ya se convierte en
kya.

En el silabario hiragana dado, existen once "diptongos" y en el katakana existen catorce. El lector
no debe sorprenderse si encuentra combinaciones de caracteres que no han sido
presentados en los silabarios de estas páginas. En los últimos tiempos, Japén está
importando indiscriminadamente gran número de palabras extranjeras. La lengua japonesa no
intenta asimilar los extranjerismos, los importa directamente y con tanta precisión como le permite
su reducida fonética. Por este motivo el katakana está cambiando, para representar mejor la
fonética extranjera. Estos cambios permiten representar sonidos que el japonés clásico no posee
(fa, fi, fe, fo, va, vi, vu, ve, vo, je, ti, di, du)*. Incluso se ha alterado la forma clásica de crear
diptongos (sílaba + ya, yu, yo ) por una nueva consistente en añadir la vocal correspondiente
(sílaba + a, i, e, o). El problema de estos cambios es la velocidad y la arbitrariedad con la que se
producen.
Lista completa:
Silabario Hiragana

*Estos caracteres ya no se usan en el japonés moderno


Lista completa:
Silabario Katakana

*Estos caracteres ya no se usan en el japonés moderno


Nota de Antonio Ruiz Tinoco: Tanto en "n" como en "shi", los puntos se alinean con el principio del trazo largo según una
línea vertical a la izquierda del signo, mientras que en el caso de "so" y "tsu", los puntos se alinean según una línea horizontal
por la parte superior del signo. Esto permite que incluso con escritura rápida y descuidada se pueda reconocer fácilmente.
Los silabarios hiragana y katakana
Orden de escritura de los silabarios
El orden de trazado de los kanas e muestra a continuación en el gráfico. Es importante tomar nota
del orden de los trazos especialmente a la hora de escribir con pincel. Algunos tienen direcciones
peculiares, como "hi" (el presente cuadro -por el momento- no puestra la dirección de escritura,
sólo el orden). Nótense las diferencias entre "so", "shi", "tsu" y "n". Como normas genéricas:
Arriba antes que abajo - Izquierda antes que Derecha.
Ejercicios de escritura
Silabarios hiragana y katakana
A continuación se adjuntan una serie de ficheros gráficos para que sean impresos. Estos ficheros
contienen los ejercicios de escritura. Cada uno contiene un número de caracteres kana. La
estructura de cada ejercicio consta de la siguiente estructura:

Hiragana
Vocales
Sílabas en H
Sílabas en K
Sílabas en M
Sílabas en N
Sílabas en R
Sílabas en S
Sílabas en T
Sílabas en WyN
Sílabas en Y

Katakana
Vocales
Sílabas en H
Sílabas en K
Sílabas en M
Sílabas en N
Sílabas en R
Sílabas en S
Sílabas en T
Sílabas en W y N
Sílabas en Y

Sacad el número de copias que sean necesarias y haced los ejercicios de escritura. Se aconseja
que repitais mentalmente la lectura del carácter cada vez que lo escribais. Nos gustaría deciros que
es sencillo escribir los caracteres, pero hasta que no se escriben unas 1000 veces no se escriben
con la suficiente soltura. Prestad especial atención a las diferencias de los caracteres que son
parecidos.
El Kanji
Los caracteres kanji en el japonés moderno
Desde la incorporación de los kanji a la lengua japonesa hasta nuestro días, la
cifra de estos caracteres chinos, que se consideran ya propios de la lengua
japonesa, ha sufrido una constante reducción. Casi 10.000 caracteres kanji ha
llegado a tener el idioma japonés y 7.000 se usaron "normalmente" hasta después
de la Segunda Guerra Mundial. Aunque de los 7.000 solamente unos 2.500
solían emplearse en la escritura corriente. Existe cierta discrepancia sobre cuantos
kanjis tiene la escritura japonesa. Algunos autores hablan de 6.500, pero si se incluyen las
distintas variaciones de algunos kanji, se llega hasta los 7.100 caracteres.

En 1923, el Ministerio de Educación con la intención de simplificar y unificar la lengua japonesa,


propuso una lista relativamente reducida de caracteres. De esta lista, 1.134, denominados
comunes, serían aquellos que todo japonés debe saber y escribir; 1.320 medio-comunes, aquellos
que todos deben saber leer, aunque no necesariamente escribir; y 74 especiales, referentes a la
Casa Imperial. Además publicó una lista de caracteres simplificados, cambiando kanjis de gran
complejidad por otros más sencillos (generalmente recortando el número de trazos).

En 1946 se produjo otra reestructuración de las listas de caracteres básicos que reduciría su
número a 1.850 y que consecuentemente se debían enseñar en las escuelas. Esta lista se conoce
como Tôyô-kanji ("caracteres de uso corriente"). La lista Tôyô-kanji fue reemplazada en 1981.
La nueva lista recibe el nombre de Jôyô-kanji ("Kanji de uso normal") y es la vigente en la
actualidad. La lista Jôyô-kanji reune los caracteres de uso oficial en periódicos y documentos
administrativos.

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el número total de caracteres obligatorios en la lengua


japonesa, y recogidos en la lista Jôyô-kanji, es de 2.229. El Diccionario de kanjis japoneses
Gunkan recoge la lista completa de los Jôyô-kanji así como un apéndice con algunos carácteres
avanzados. Esta página web acometerá en primer lugar el estudio de los Jôyô kanji, para
posteriormente, pasar al resto de caracteres kanji fuera de las listas oficiales.

No siempre nos encontraremos con kanjis que pertenezcan a los Jôyô-kanji en textos japoneses.
Entre otras razones porque muchas publicaciones y períodicos se niegan a aceptar restricciones en
el uso de su propia lengua (algo totalmente legítimo). Aunque no debemos olvidar que, el
estudiante que llegue a conocer los Jôyô-kanji, no tendrá problemas de comunicación escrita en la
lengua japonesa. Un japonés de cultura media escribe sin problemas unos 3500 kanji y reconoce
(lee) unos 5000, incluso más ayudado por un contexto.
El Kanji
El orden de escritura de los caracteres kanji
La caligrafía occidental se basa en el resultado final de la misma, sin tener
demasiado en cuenta el modo de escribir los caracteres. Este método no tiene
mucho éxito con caracteres como los kanji, dada su gran complejidad. La caligrafía
oriental (china, japonesa y coreana) tiene unas reglas de escritura estrictas y
requiere una disciplina muy superior a la que estamos acostumbrados en
occidente.

Un kanji debe escribirse en un cuadrado perfecto.

Cada kanji se compone de una serie de radicales. Los radicales se forman por
la unión de varios trazos. Un trazo es una línea que se hace sin levantar el pincel
del papel. Los radicales se estudiarán posteriormente, pero como adelanto
diremos que son pequeñas subunidades de cuya unión surge el kanji y su
significado.

Aprender a escribir kanjis depende en gran medida de la atención que se


preste al correcto orden de dibujo de los trazos de un kanji . Cientos de años de experiencia
han dado lugar a una serie de reglas básicas sobre cómo debe escribirse un kanji, pero aun así,
existen kanjis que no siguen estas reglas. Pueden ocurrir conflictos entre dos o más reglas y
entonces la única manera de conocer las excepciones es sabiendo de antemano cómo se escriben
los kanjis. Las reglas más importantes de trazado de caracteres kanji son:

Regla primera: Arriba antes que abajo.

Regla segunda: Izquierda antes que derecha.

Regla tercera: Líneas horizontales antes que una línea que las cruza.

Regla cuarta: Líneas inclinadas hacia la derecha antes que líneas inclinadas hacia la izquierda
cruzando las anteriores.
Regla quinta: Parte central antes que elementos simétricos a ella.

Regla sexta: Exterior antes que interior. Con la excepción de que la "caja" que contiene a otros
trazos no se cierra hasta haber acabado la parte interior.

Existe un referente claro para aquellas personas que deseen aprender las reglas y el correcto
trazado de los caracteres kanji. Es un libro publicado por el omnipotente Ministerio de Educación
Japonés y llamado Hitsujun shidô no tebiki.

Se usan más de treinta tipos diferentes de trazos para representar los kanjis japoneses, pero hay
seis que son reconocidos generalmente como básicos:

Los trazos compuestos se forman a partir de combinaciones de trazos básicos, y a menudo están
unidos mediante un pequeño arco (el arco está marcado con una flecha).

Trazos compuestos. Ejemplo de algunos trazos compuestos usados en los caracteres kanji.
El Kanji
Los trazos de un Kanji
De poco nos serviría tener una lista de los 7.100 kanjis de que se compone la lengua japonesa si
no estuvieran clasificados. Para un japonés esto no es problema porque ha memorizado los kanjis,
pero este curso ha sido pensado para ser usado por personas noveles, que ni mucho menos
conocen todos los kanjis y que por consiguiente tienen que buscarlos. Una buena clasificación es
vital para un acceso rápido a los caracteres. El tiempo medio de búsqueda de un kanji
depende en gran medida de la información que tengamos del mismo.

Una de las maneras más comunes de clasificar los kanjis es por número de trazos. Aunque es
necesario señalar que sólo se usa en diccionarios que reunan menos de 3.000 caracteres. Para
compilaciones de un mayor número de caracteres se suele usar la clasificación por radicales.

Existen kanjis que tienen un mínimo de un trazo hasta un máximo de treinta trazos. Un trazo es
una línea que se hace sin levantar el pincel del papel. Sin embargo este proceso de recuento
de trazos no es ni mucho menos sencillo y está lleno de irregularidades, principalmente debido a
que es demasiado dependiente de la grafía.

El número de trazos de un kanji, en principio es una información que siempre vamos a


tener de un kanji. Saber cuántos trazos tiene un kanji es útil para poder eliminar, en gran
medida, el número entre los que tenemos que buscar, reduciendo el tiempo medio de localización
de un carácter. Si sabemos que nuestro kanji, por ejemplo, tiene diez trazos, entonces sólo
tendremos que buscar entre unos doscientos kanjis, no entre más de dos mil.

Sin embargo esta búsqueda es ineficaz por diversos motivos. Para empezar es muy difícil
conocer el número exacto de trazos de un kanji debido a que las grafías son muy
variadas y no siempre los trazos van a estar bien diferenciados. Otra razón es que aunque
sepamos que un kanji tiene exactamente nueve trazos, todavía tenemos que encontrarlo entre
ciento noventa kanjis, algo que puede llevar bastante tiempo (existen 190 kanjis de 9 trazos en las
listas de los Jôyô kanji). En la mayoría de los casos tendremos que usar aproximaciones dado que
no podremos saber a ciencia cierta el número de trazos. Puede que no sepamos que un kanji tiene
exactamente nueve trazos; entonces deberemos buscarlo entre ocho, nueve y diez trazos, con lo
cual la probabilidad de encontrarlo vuelve a bajar. Se aconseja que sólo se use esta búsqueda
cuando los kanjis tengan menos de cinco trazos, se esté muy seguro del número de trazos o si
todos los demá###étodos de búsqueda han fallado. Respecto a las irregularidades en el recuento
de los trazos, decir que se deben a los tipos de trazos compuestos que se indicaron en la sección
anterior. Cada uno de estros trazos compuestos se cuenta como un sólo trazo. En algunas grafías,
estos trazos se distinguen perfectamente, aunque no en otras.

Número de trazos dependiente de la grafía. Ejemplo de caracter kanji representado con


cuatro distintas grafías.

Del análisis de las figuras arriba mostradas, podemos extraer una serie de conclusiones. La grafía
A parece que tiene dos trazos, las grafías B y C, cuatro trazos, y la grafía D, tres. Siendo esta
última la única correcta.

Con un poco de práctica el lector conseguirá descubrir el número correcto de trazos de un kanji.
Pero, de no ser así, sirva de consuelo saber que ni siquiera los propios japoneses se ponen de
acuerdo, y no es raro encontrar diccionarios de kanjis que tienen el mismo carácter con distinto
número de trazos.
A continuación, se muestran 24 caracteres que presentan alguna irregularidad en el recuento de
sus trazos debido a los trazos compuestos. Los trazos compuestos se han señalado y es necesario
recordar que se computan como un sólo trazo (aunque puedan parecer dos o incluso más). Las
únicas reglas que se citaran serán las siguientes: aquellos trazos que formen la esquina
superior-derecha se cuentan como uno sólo, pero los que formen la esquina superior-
izquierda o la parte superior se cuentan como dos.

Caracteres con su número de trazos. Los trazos en color blanco son compuestos y se
computan como un sólo trazo. Los dos últimos caracteres (que tienen el número de trazos
marcado en rojo) no tienen trazos compuestos, aunque lo parezcan, en base a una de las reglas
citadas anteriormente.
El Kanji
Los bushu de un Kanji
Ya hemos visto la primera estructura que forma un kanji, el trazo. La segunda y última son los
radicales (en japonés bushu). La unión de uno o varios radicales, en distintas posiciones y
tamaños, da lugar a un kanji. Con un reducido número de radicales se crean todos los caracteres
kanji de la lengua japonesa. El radical es una unidad conceptual de menor valor que el kanji en sí
mismo. Uniendo los significados de varios radicales se obtiene el significado de un kanji. Esto
podría dar lugar a pensar que, si se conociesen los significados de los pocos radicales que existen,
se podría deducir fácilmente lo que quiere decir el kanji fruto de la unión de estos radicales.

Por ejemplo, dados los radicales de arriba ¿qué significado tendría el kanji que resulta de la unión
de ambos? Se podría suponer que una mujer-niño significa niña o jovencita. No es un mal
razonamiento, pero el modo japonés de pensar no es un modo lógico, sino un modo vital, un modo
que no se ha cultivado ni valorado en el pensamiento occidental. Los dos radicales (y a su vez
kanjis) de arriba representan una mujer y un niño. ¿Hay algo que muestre más amor que una
mujer con su hijo? Por eso el significado del kanji no es el de niña, sino el de gustar, amar, sentir
atracción por, etc. Como se aprecia, no es tan fácil como creíamos. Aunque con dos radicales se
puede sacar un significado medianamente coherente, cuando en un kanji hay tres radicales o más,
la tarea de encontrar un significado aproximado es muy compleja.

Los radicales, aunque no nos dan un significado concreto, sí nos pueden dar familias de
significados. Esto quiere decir que un grupo de kanjis que tengan el mismo radical principal
tendrán significados relacionados.

El último ejemplo tiene un significado un poco más difícil de encuadrar con su radical, el de
animado. La explicación es sencilla, ¿hay algo más animado o con más movimiento que el humo?
Los radicales son realmente útiles para generar reglas nemotécnicas de aprendizaje de los kanjis.
Como ejemplo pondremos el de mujer y niño. Además, pueden darnos una idea tanto de lo que
pudiera significar el kanji como de lo que no podría significar.

Algunos radicales también aportan una componente fonética. La aparición de un determinado


radical en un kanji, determina su lectura. Esto se aprecia con especial claridad cuando se tiene en
cuenta el juego completo de caracteres kanji de la lengua japonesa. Por ejemplo, los siguientes
kanjis se leen todos REI:

Cada kanji tiene un radical que se considera el más importante y se denomina radical principal.
Es complejo identificar al radical principal, la definición nos indica que para hacerlo primero se
tiene en cuenta la forma del caracter y después el significado. Para una lista detallada de las
“reglas” para descubrir el radical principal, os remitimos al libro “The New NELSON, japanese-
english character dictionary” de la editorial Tuttle. Desde estas líneas se recomienda que el lector
no malgaste su tiempo en "reglas milagrosas" y aprenda cuanto antes los caracteres kanji (y cada
uno de sus radicales principales correspondientes). Todos los problemas de los caracteres kanji se
solucionan aprendiéndolos. Pero en el caso de que el lector no tenga necesidad ni interés, en
aprenderlos, siga el siguiente orden de elección (que es relativamente correcto): primero el radical
que esté más a la izquierda, despues el que esté más arriba, a continuación el que rodee al kanji, y
finalmente el que esté más a la derecha.

Cada radical tiene asignado un número, la clasificación por radical principal en diccionarios de
caracteres japoneses se suele realizar en base a este número. Este código de identificación no es
arbitrario, comienza por los radicales con un menor número de trazos y termina con los que tienen
un mayor número de ellos. En la siguiente lección se exponen los radicales con su correpondiente
número de identificación.

El radical variará su grafía según ocupe una posición u otra. Las


posiciones que suele presentar un radical en un kanji son:

1. Si un kanji presenta una división en el eje vertical, la parte


de la izquierda se llama HEN y la derecha TSUKURI.

2. Si la división es en el eje horizontal, la parte superior se


denomina KANMURI (corona) y la parte inferior ASHI (pie).

3. Si se bordea el kanji por la parte superior izquierda se llama


TARE y si lo hace por la inferior izquierda, NYÔ.

4. Si el radical rodea, total o parcialmente, al kanji, se llama


KAMAE (postura).

Un radical tiene distintas grafías (entre 1 y 3). Cada grafía


corresponde a una determinada posición. Véase la siguiente
lección para apreciar las distintas variantes de cada kanji.

A continuación se expone una lista de 36 radicales muy


básicos. Se indica de cada uno de estos radicales la posición que
suele ocupar, el nombre que tiene al ocupar esa determinada posición y su sentido. Entre ellos
encontramos uno que se clasifica dentro de dos posiciones distintas (ambas correctas), es
tokanmuri. Se indica para que el lector lo tenga en cuenta.

Radical Posición Nombre Sentido


POSICIÓN HEN -A LA IZQUIERDA-
tehen
Viene de la palabra-kanji "te", mano. Hace referencia
generalmente a cosas que tienen que ver con acciones hechas
a mano, y también hechos u objetos que se llevan a cabo con
la mano.
ninben
Viene de la palabra-kanji "hito", persona, algo modificada. Los
kanji que lo usan se refieren a ideas relacionadas con el ser
humano (o, al menos, originalmente lo hacían).
hihen
Conserva la forma del kanji hi/nichi (sol/día según estas
pronunciaciones, respectivamente). Los kanjis que forma
tienen que ver con el tiempo o con la luz generalmente. A
veces la relación es un poco más indirecta, ya que en Japón el
concepto de luminosidad guarda también cierta relación con el
concepto de alegría y el de prosperidad/florecimiento.
Ejemplos: "soleado", "ayer", "mañana", "alegre".
yumihen
Conserva la forma de "yumi", que significa "arco" (estrechada
para encajar en la posición "hen"). A veces hace referencia al
propio arco, como en "hiku" (tirar [de algo]). En algunos
casos, se refiere a la formas arqueadas. En otras ocasiones,
más indirectamente, significa "disposición", haciendo
referencia a la idea de "flexibilidad y resistencia" del arco.
gonben
Conserva la forma de "iu" (i+u), "decir". Los kanjis que forma
generalmente tienen relación con el concepto de "palabra". Por
ejemplo, el último kanji de la palabra "nihongo" (que tiene
lectura "go") significa lenguaje.
gyoninben
Simboliza gráficamente un cruce de caminos. En algunos kanji
conserva esta connotación gráfica (por ejemplo en "matsu"
[ma+tsu], ="esperar", que es un acto susceptible de ocurrir en
un cruce). En otros, significa "ir", "llegar" o "llevar a cabo".
shokuhen
Conserva la forma de "taberu" (tabe+ru) ="comer",
ligeramente simplificado al ocupar la posición "hen".
Generalmente significa algo relacionado con la comida (a veces
con la bebida, pero menos). Más indirectamente, a veces hace
referencia a la riqueza.
sanzui
Proviene del kanji de "mizu" = "agua". A veces simboliza
directamente agua, otras veces "líquido". En ocasiones, se
refiere a la idea de "salpicar" o "esparcir" (comportamiento que
se asume típico del agua). Puede referirse a veces a lagos,
mares, o cosas relacionadas.
onnahen
Conserva la forma del kanji "onna" = "mujer". Simboliza
"mujer", pero ciertamente en muchas ocasiones los kanji en
los que aparece representan situaciones muy enrevesadas, o
han evolucionado de forma exagerada.
tsuchihen
Conserva la forma del kanji "tsuchi" = "tierra / territorio".
Puede simbolizar directamente lo que significa el kanji, pero
eso no es así en la mayoría de las ocasiones. También
provienen de la filosofía de los antiguos, que consideraban que
la tierra era en cierto modo el origen de la vida y las cosas. De
hecho, simboliza gráficamente un árbol creciendo en un
terreno.
nikutsuki
Conserva la forma del kanji "tsuki" = "luna". Sin embargo,
tiene dos significados marcadamente diferentes (ya que en un
caso es "luna" lo que simboliza, y en otro proviene
gráficamente de "niku" = carne. Se cree que provenir del kanji
de "niku", proviene de una simbolización más antigua). Lo más
frecuente es que represente "carne" o "cuerpo" (a veces, un
poco retorcidamente, "persona", desde un punto de vista
físico). Con menos frecuencia representa "luna" o "luz lunar".
ushihen
Conserva la forma del kanji "ushi" = "vaca/toro".
Antiguamente se consideraban muy relacionadas con el ganado
las ideas de "comercio", "asunto", "normativa". Suelen ser
esas ideas las que este kanji conlleva más que la de "vaca /
toro" en sí.
shimesuhen
Viene de la representación de un altar con un cuenco de arroz
encima. Significa "Dios" / "divino", o "congregación", "fiesta
popular", "reunión".
POSICIÓN TSUKURI -A LA DERECHA-
nobun
bokutsukuri Viene de la representación gráfica de una mano sujetando
bokunyô algún instrumento. Representa acción, también "instrumento"
o, pictográficamente, aplicación de algún instrumento sobre
algo.
ôgai
Simboliza "cabeza" o "cuello". También puede ser "cima". En
algunas ocasiones, el sentido y el origen de los kanjis que
forma puede ser enrevesado (puede significar "reverencia", u
otras cosas que tienen mayor significación en oriente). Hay
veces que significa "orden / organización".
santsukuri
Significa "patrón"/"modelo". En general es bastante
representativo en los kanjis que forma.
onotsukuri
kin Coincide con el kanji "kin" que antiguamente se usaba para
expresar "hacha" y después, una antigua medida de peso.
Posteriormente, hacha se denominó "ono", de cuyo kanji
también forma parte. Significa "cortar" y también "atajar"
(tomar un camino o modo de acción más corto). Gráficamente
representa un hacha cortando un árbol.
tomasu
Viene gráficamente de la imagen de un cucharón con arroz.
Significa "medir" o "hacer un reparto". También, como kanji,
significa 10 sho (unidad de volumen antigua =~18 litros), y
cucharón de sake.
POSICIÓN KANMURI -EN LA PARTE SUPERIOR-
kusakanmuri
Representa unas hierbas creciendo de la tierra. Simboliza
"hierba", o "tipo / grupo". Es bastante frecuente y significativo.
takekanmuri
Conserva la forma de "take", ="bambú". Hace referencia a
cosas relacionadas con el bambú o típicamente producidas a
partir del bambú.
ukanmuri
Simboliza el techo de una casa. Representa generalmente
cosas que ocurren bajo techo o relativas a la casa. También
"cobertura".
wakanmuri
Representa la figura de un sombrero (típico oriental, en forma
de plato). Significa "sombrero" o "cobertura".
tokanmuri
Conserva la forma del kanji "to" =puerta (de estilo japonés).
Proviene gráficamente de "puerta" (se obtiene tomando la
mitad izquierda del kanji "mon/kado" =puerta, algo
simplificada). Significa "puerta" / "entrada".

oikanmuri
Proviene gráficamente de la imagen de un anciano encorvado.
Significa "ancianidad" o "sabiduría" / "profundidad de
pensamiento".
POSICIÓN ASHI -EN LA PARTE INFERIOR-
kokoro
Conserva la forma del kanji de "kokoro" =corazón.
Curiosamente, la idea de corazón tiene matices similares a los
de occidente. Significa "corazón", "mente", "intención",
"emoción", "espíritu".
renga
rekka Proviene de "hi" =fuego. Eso es precisamente lo que simboliza,
las llamas del fuego.
ninnyoo
hitoashi Simboliza las piernas de una persona. Representa
gráficamente esto, o también "origen", "perspectiva",
"potencial".
POSICIÓN TARE -EN LA ZONA SUPERIOR IZQUIERDA-
madare
Representa el techo de una casa y una de sus paredes

gandare
Representa gráficamente un risco/precipicio/acantilado.
Significa "acantilado", "piedra", o "territorio".
yamaidare
Significa "enfermedad". Nótese el parecido con el bushu
"madare", que simboliza "bajo techo" / "a cubierto", añadiendo
sólo unas marcas.
tokanmuri
Conserva la forma del kanji "to" =puerta (de estilo japonés).
Proviene gráficamente de "puerta" (se obtiene tomando la
mitad izquierda del kanji "mon/kado" =puerta, algo
simplificada). Significa "puerta" / "entrada".

POSICIÓN NYOO -EN LA ZONA INFERIOR IZQUIERDA-


shinnyô
shinnyû Significa "camino", "ir", "progesar", "avanzar". Proviene
gráficamente de un camino y un pie.
ennyô
Significa "alargarse", "prolongarse" o "posponer". Simboliza
gráficamente un cruce donde aparece una línea alargada
secando el camino hacia abajo.
POSICIÓN KAMAE -ZONA EXTERIOR-
kunigamae
Significa "rodear", "rodearse" o "delimitar". Gráficamente es
simplemente un margen.
kakushigamae
Significa "cubrir", "esconder"/"ocultar", o "encubrir".

mongamae
Es por sí mismo el kanji de "mon"/"kado" =puerta. Simboliza
"no poder mirar a través". Por eso, los kanji en los que aparece
tienen relación directa o indirecta con el hecho de poder mirar
a través o no.
El Kanji
Los 214 radicales básicos
Hoy en día existen 214 radicales oficiales. Antiguamente eran 540, pero al tiempo que se
simplificaron los kanjis se simplificaron también los radicales. Fue en el siglo II cuando se hizo una
primera clasificación de los caracteres en los Setsumon-kaiji, en la cual había 540 secciones o
Jibu que se fueron reduciendo hasta que el famoso Kooki-jiten (diccionario Kôki, realizado
durante el reinado del emperador Kôki, K'ang Shi en chino, de 1662 a 1722), los redujo a 214
radicales.

A continuación se expone una lista completa de estos radicales oficiales. Algunos radicales tienen
más de una grafía (llamadas variantes). Cada una de estas representaciones hace referencia a
una posición dentro del kanji.

Por ejemplo el radical 9:

9. significa persona:
, es la forma base del radical.
es el radical de kanjis como ‹x y se usa en la posición izquierda dentro del kanji.
es el radical de kanjis como ”O y se usa en la posición superior del kanji.

Nº Radical Apodo Nº Radical Apodo


1 Uno 107 Pelaje, piel

2 Palo, vara 108 Plato

3 Punto, marca 109 Ojo

4 Kana no (radical) 110 Alabarda

5 Anzuelo 111 Flecha

6 Barba, púa 112 Piedra


7 Dos 113 Mostrar, indicar

8 Tapadera 114 Huella de pie

9 Persona 115 Árbol de dos ramas

10 Piernas de un hombre 116 Apertura, cueva

11 Entrada, ingreso 117 Estar de pie

12 Ocho 118 Bambú

13 Caja boca abajo 119 Arroz

14 Con forma de corona 120 Hilo largo

15 Hielo 121 Jarrón

16 Mesa 122 Red

17 Caja abierta 123 Oveja

18 Espada, katana 124 Pluma, ala

19 Poder, fuerza 125 Anciano

20 Envoltura 126 Rastrillo

21 Cucharada 127 Árbol de tres ramas

22 Caja lateral 128 Oreja

23 Tapadera oculta 129 Pincel

24 Cruz 130 Carne

25 Adivinación 131 Ministro

26 Sello 132 Uno mismo

27 Precipicio 133 Clímax, llegar

28 Yo 134 Mortero

29 De nuevo 135 Lengua

30 Boca 136 Danzante

31 Caja 137 Bote, barco

32 Tierra 138 Bien, bueno

33 Samurai, noble 139 Color

34 Invierno 140 Césped

35 Invierno (variante) 141 Corona de tigre

36 Tarde, atardecer 142 Insecto

37 Grande, enorme 143 Sangre

38 Mujer, hembra 144 Ir, yendo

39 Niño 145 Vestir, ropas

40 Con forma de corona 146 Oeste

41 Medida, pulgada 147 Ver

42 Pequeño 148 Ángulo, esquina

43 Pierna torcida 149 Palabra

44 Cadáver, huesos 150 Valle


151 Habichuelas
45 Hierva vieja 152 Cerdo
46 Montaña 153 Tejón
47 Corriente, río 154 Concha
48 Construcción 155 Rojo
49 Serpiente 156 Correr
50 Vestido 157 Pierna
51 Seco, resecar 158 Cuerpo
52 Hilo corto 159 Coche
53 Acantilado punteado 160 Amargo
54 Gran zancada 161 Signo del dragón
55 Veinte, 20 162 Primer uso del radical
56 Ceremonia 163 Villa
57 Arco 164 Signo del pájaro
58 Cabeza de cerdo 165 Arroz cubierto
59 Pelo corto, pelaje 166 Valla
60 Hombre marchando 167 Oro
61 Corazón 168 Largo, líder
62 Lanza con borla 169 Puertas, portal
63 Puerta 170 Colina
64 Mano 171 Esclavo
65 Rama 172 Pájaro viejo
66 Silla plegable 173 Lluvia
67 Literatura, estilo 174 Azul, verde
68 Gran recipiente 175 Negativa, error
69 Hacha 176 Máscara, cara
70 Dirección 177 Cuero
71 Cielo partido 178 Diferente
72 Día, sol, Japón 179 Puerro
73 Sol (variante) 180 Sonido
74 Mes, luna 181 Página, hoja
75 Árbol, madera 182 Viento, aire
76 Falta, carencia 183 Volar
77 Pararse 184 Alimento
78 Muerte 185 Cuello
79 Ventoso de nuevo 186 Perfume, olor
80 Madre 187 Caballo
81 Comparar 188 Esqueleto
82 Pelaje, cabello 189 Alto, elevado
83 Nombre de familia, clan 190 Cabello largo
84 Humo, espíritu 191 Portal roto
85 Agua 192 Hierbas
86 Fuego 193 Trípode
87 Garra, uña 194 Demonio
88 Padre 195 Pescado
89 Doble X 196 Pájaro, gallina
90 Lado izquierdo 197 Sal
91 Lado derecho 198 ciervo
92 Colmillo 199 Trigo
93 Vaca 200 Cáñamo
94 Perro 201 Amarillo
95 Misterioso 202 Mijo
96 Joya, esfera 203 Negro
97 Melón 204 Bordado
98 Teja 205 Rana verde
99 Dulce 206 Caldera
100 Vida, nacimiento 207 Tambor
101 Utilizar, servir 208 Rata, ratón
102 Campo de arroz 209 Nariz
103 Número de animales 210 "Sai"
104 Enfermedad 211 Diente
105 Tienda punteada 212 Dragón
106 Blanco 213 Tortuga
214 Flauta
El Kanji
Las lecturas de un Kanji
Como vimos en la evolución histórica del kanji, los caracteres chinos fueron
importados con su correspondiente lectura japonesa. Se escribían los caracteres y
palabras chinas indicando la pronunciación japonesa, pero no olvidaron la lectura
original china. La lectura japonesa era una explicación del significado del carácter, y la
lectura china tenía un valor fonético (un intento de adaptar la pronunciación china usando
la reducida fonética japonesa).

Esto se ha mantenido hasta nuestros días y, en la actualidad, un kanji japonés tiene


generalmente dos lecturas, una china y otra japonesa. Ambas son necesarias porque,
según sea la palabra de que forma parte el kanji, así será la lectura del kanji en ese
contexto. La lectura china se conoce como ON-yomi y la japonesa como KUN-yomi. No
todos los kanjis tienen las dos lecturas, aunque lo más habitual es que tengan una sola lectura
china y varias japonesas. Las lecturas chinas aunan también un reducido número de lecturas
coreanas.

Un kanji puede tener varias y muy diversas lecturas o pronunciaciones, tanto ON como KUN. El
motivo principal de esta multiplicidad de lecturas para cada carácter, hay que buscarlo en las
distintas oleadas de adaptación de la escritura china en Japón. Esta adaptación se produjo en
distintas fechas y por distintas zonas geográficas. Al no ser un proceso homogéneo, originó
distintas versiones de cada carácter. Finalmente, todas estas versiones locales de los caracteres, se
unieron y estandarizaron dando lugar a caracteres que presentan hasta una decena de
pronunciaciones (algo que no ocurre en la lengua china).

En muchos casos, se conservaron palabras enteras japonesas y se escribieron como


palabras enteras en chino. Por ejemplo, "kurage" (medusa) se escribe con dos kanji,
"mizu"(agua) y "haha"(madre) (incluso hay otras formas de escribir esta misma palabra). La
pronunciación "kurage" es de origen japonés y no guarda relación con esos "kanji".

No existen reglas absolutas sobre qué lectura tiene un kanji en cada contexto. Según el
origen o el significado de la palabra de la que forme parte tendrá una lectura u otra. Para la
traducción no plantea grandes dificultades, dado que se busca en un diccionario japonés-español
por el kanji directamente. El gran problema comienza cuando tenemos que leer un texto japonés
(escrito en kanji, por supuesto) y no sabemos la lectura concreta del kanji en esa palabra. La única
solución pasa por conocer el vocabulario con antelación.

Afortunadamente para nosotros existe una manera fácil de introducirnos en la lectura del japonés
sin conocer las lecturas de las palabras en kanji. Esto se consigue mediante el uso de furiganas.
Los furiganas consisten simplemente en poner la lectura del kanji a su lado en kana. De esta
manera es como empiezan los escolares nipones a aprender las lecturas de los kanji. Dado que un
japonés en edad escolar no domina todos los kanjis necesarios para leer su lengua, se usan
furiganas en todos los libros o publicaciones orientados al público infantil.
Furiganas en una viñeta de manga japonés. ("Plastic Little", ©Satoshi Urushihara 1994)

Cuando no dispongamos de furiganas (la mayoría de los casos), podemos intentar guiarnos de las
siguientes generalidades respecto a la lectura de los kanjis :

- Kanjis aislados o seguidos de okuriganas se leen KUN (lectura japonesa).


Ej.

- Kanjis en composición con otros kanjis para formar una palabra se leen ON (lectura china).
Ej.

Sin embargo, son sólo generalidades, no reglas. Podemos encontrarnos con palabras que, teniendo
kanjis en composición, combinan lecturas ON y KUN. Las palabras con lectura china fueron, en
tiempos pasados, incorporadas a la lengua japonesa y reciben el nombre de Kango, y las palabras
que son creación japonesa (que se leen generalmente con lectura japonesa) reciben el nombre de
Wago.

okurigana:
parte final de una palabra que se escribe en hiragana. Muchas palabras tienen una raíz con kanji y
un okurigana. El okurigana es estrictamente necesario en palabras que se conjugan, por ejemplo
verbos y adjetivos: la parte que cambia al conjugar y a veces un poco más es el okurigana. A veces
hay varias posibilidades (por ejemplo, en el verbo "wakaru").

furigana:
kanas (casi siempre hiraganas) que se escriben junto a uno o varios kanjis para explicar cómo se
pronuncian. Aparecen en publicaciones populares en palabras difíciles y en publicaciones destinadas
a niños o extranjeros. En algunas publicaciones aparecen en todas las palabras. Esto viene bien
para aprender. El furigana aparece encima cuando se escribe horizontalmente y a la derecha
cuando se escribe verticalmente.

jukugo:
palabra en cuya formación participa un kanji. Estudiar jukugo es estudiar palabras que se forman
con kanjis determinados. A veces kanjis ampliamente conocidos forman palabras muy raras o
difíciles.

Las pronunciaciones de un kanji realmente son un problema en la lectura del japonés, aunque no
así en su traducción. En la traducción nosotros buscaremos por palabras (grupos de kanjis o
kanas), con lo que automáticamente al encontrar la palabra buscada tendremos la lectura de la
palabra completa en kana (suponiendo que dispongamos de un buen diccionario japonés-español o
japonés-otra lengua). Lamentablemente no se prodigan los diccionarios japonés-español, y
muchísimo menos escritos en kanji con la lectura en kana y con más de 50.000 entradas
suficientemente actualizadas. Sin embargo, esta situación está mejorando y cada día es más
sencillo adquirir este tipo de diccionarios en lengua hispana.

Para leer correctamente la lengua japonesa se puede seguir el método japonés: la incorporación de
los kanjis a la lectura es progresiva. En un principio sólo se leen textos en katakana y hiragana, y
poco a poco se empiezan a introducir en la lectura caracteres kanjis de dificultad escalonada
(siguiendo las listas por grados escolares) y que pueden estar o no acompañados de furiganas.
Esto, que puede parecer sencillo, lleva años de estudio. El japonés es una lengua compleja hasta
para los propios japoneses. Los occidentales podemos emplear este mismo método, sin embargo
existe otro que está teniendo una relativa aceptación debido a su acertada estructura:

1. Se estudian los kanjis de un grado (por ejemplo los 80 del grado primero)
1.1. Se estudian las palabras que tengan alguno de estos kanjis seguido de okuriganas (pero no de
otros kanjis).
1.2. Se estudian las palabras que combinen los kanjis de un mismo grado.
1.3. Si procede, se estudian las palabras que combinen los kanjis de este grado con los anteriores
grados estudiados.
De esta forma se paraleliza el aprendizaje de kanjis con el del léxico. Aunque sería necesario
detallar mucho más este método (tiene prefijada la lista de las 10.000 palabras a aprender a lo
largo de los 9 grados e incorpora una serie de niveles gramaticales) ha demostrado que es mucho
más sistemático y eficiente para los occidentales, en cuanto a tiempo de aprendizaje se refiere,
que el sistema clásico.

La conversión de grafías japonesas a occidentales


La romanización del japonés (y II)
Ya hemos hablado del origen del japonés, los kanas y los kanjis, todo desde un
punto de vista teórico. Pero esta página web ha sido creada como una herramienta
de trabajo para la traducción y el dominio del japonés. Por eso se han pasado por
alto algunos detalles prácticos en la exposición de los kanas y de los kanjis para
verlos con más detalle en esta parte.

La transcripción del japonés consiste en convertir tanto los sistemas de escritura


japoneses a caracteres occidentales (roma-ji) como en adaptar las peculiaridades del idioma
japonés a la lengua española. Esta transcripción es un paso que facilita el estudio del japonés.

Cuando nos enfrentamos con un texto japonés por primera vez descubrimos unos caracteres que
no son los occidentales y unos signos de puntuación que no conocemos o que en realidad
tienen otra función.

El poder leer los caracteres japoneses es algo que requiere mucha dedicación y constancia. En
primer lugar debemos memorizar los silabarios hiragana y katakana, a menos que prefiramos estar
consultando continuamente una lista. Después debemos ser capaces de leer los caracteres kanjis,
cosa que no es ni mucho menos sencilla, y en este caso lo más aconsejable es ir consultándolos en
un diccionario de kanjis. Pero no sólo necesitamos un diccionario de kanjis, sino que es preciso que
sepamos las lecturas de los kanjis en cada palabra si queremos leerlos correctamente con lo cual
necesitamos un diccionario japonés-español.

Los signos de puntuación también nos costará comprenderlos, sobre todo la ausencia del espacio
en blanco, como separador de unidades gramaticales, que los españoles siempre hemos pasado
por alto, por ser demasiado evidente. Es realmente desesperante ver un texto japonés y no saber
dónde empieza y dónde acaba una partícula, nombre o verbo. Esta parte requiere saber de
antemano las palabras para poder leerlas.

Éste que os escribe pasaba horas transcribiendo textos japoneses a caracteres occidentales y
pensando que lo hacía correctamente. En principio nada podía fallar: transcribiendo carácter a
carácter (hiragana, katakana o kanji) y poniendo su lectura al lado la transcripción debería de ser
correcta. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El error cometido fue no tener en cuenta que
el japonés no es igual al español. En español una "o" más una "u" es "ou", sin embargo en japonés
una "o" seguida de una "u" daría lugar a "ô". Y es que no se tuvo presente que el japonés tenía
vocales y consonantes dobles y que deberían ser representadas de algún modo.

La transcripción es un paso hacia la traducción del japonés desde el momento en que nos enseña
todas estas reglas a las que no estamos familiarizados en nuestra lengua. Se puede aprender
japonés sin aprender a transcribir, pero si difícil es traducir un texto con su versión original
japonesa y su transcripción, más difícil aún lo es disponiendo sólo del texto japonés.

Un estudiante de japonés debe aprender primero los kanas y después a transcribir correctamente.
Acto seguido puede empezar a enfrentarse a una transcripción práctica para reforzar todo lo que
ha aprendido. En los primeros pasos de la transcripción el alumno se encontrará con los "temidos"
caracteres kanji y con un poco de suerte conseguirá encontrarlos. Se dará cuenta de que si bien
tiene la dificultad de que aunque no sabe cuál de las lecturas poner en ese contexto, gracias a los
caracteres kanji y a su significado puede formarse una idea de lo que trata el texto. Aquí es donde
se nota la fuerza del kanji; aunque retrasa en gran medida la transcripción (y por consiguiente la
lectura) de un texto, nos ayuda en la traducción sin necesidad de conocer un vocabulario o una
gramática. No se debe olvidar nunca que un kanji es un concepto y el entendimiento
humano es la unión, más o menos matizada, de conceptos. Desde estás páginas se
recomienda que en un principio se intente la transcripción escrita del japonés, hasta que el alumno
consiga la soltura necesaria. Después de aprender a andar podremos empezar a correr, y cuando
aprendamos los kanas, los kanjis y las palabras podremos empezar a leer un texto japonés sin
necesidad de ninguna ayuda y "correctamente". Sólo en un principio se debe intentar leer y
traducir a partir de la transcripción; más adelante es casi imprescindible que intentemos hacerlo
enfrentándonos con el texto japonés escrito en kanji y kana. En una frase transcrita como " Hito to
yama to mori" si no disponemos de un diccionario no podremos traducir la frase, y aún así
necesitamos unos mínimos conocimientos de gramática. Sin embargo, si tenemos la frase original
simplemente haciendo uso de un diccionario de kanjis nos aproximaremos a la traducción. Si
buscamos los caracteres, tendremos que el segundo y cuarto carácter es la sílaba "to", el primer
kanji significa "persona", el segundo "montaña" y el último "bosque". La traducción correcta sería:
"El hombre, la montaña y el bosque" habiendo sido necesario solamente saber que la partícula "to"
hace las veces de la conjunción copulativa "y" en la gramática japonesa.

La transcripción de los kanas

Los silabarios forman un núcleo muy importante en la transcripción del japonés. La base de la
transcripción está en los silabarios dados en páginas anteriores. Si tenemos una palabra compuesta
por caracteres hiragana o katakana, en primer lugar buscaremos los caracteres en el silabario
hiragana o katakana y los transcribiremos directamente. En principio no es necesario que nos
aprendamos los silabarios, pues si transcribimos asiduamente los aprenderemos sin demasiado
esfuerzo. Desde estas páginas se recomienda que antes de empezar a transcribir os los aprendáis,
sobre todo por el enorme ahorro de tiempo que esto os supondrá. Para aprenderse los silabarios no
hay nada mejor que escribirlos (tened en cuenta el orden de escritura de los kanas).

Como ejemplo de transcripción simple pongamos esta palabra: ‚΂ñ‚µ‚á. Tras buscarla en los
silabarios (concretamente en el hiragana) vemos que se compone de 3 sílabas y una consonante:
BA-N-SHI-YA. ?Es correcta nuestra transcripción? La respuesta es negativa, porque no hemos
tenido en cuenta el diptongo que forman la sílabas ‚µ y ‚á. La transcripción correcta sería
BANSHA. Es norma, en gran número de publicaciones, cuando aparece un diptongo la segunda
sílaba se pone en un tipo de letra algo más pequeño y desplazada hacia abajo, para indicarnos que
es un diptongo. Lamentablemente esto no siempre es fácil de reconocer y debe ser tenido muy en
cuenta. Los diptongos en katakana son exactamente iguales que en hiragana.

Las vocales largas

El japonés tiene vocales largas y como tales hay que transcribirlas. Para indicar que una vocal es
larga el sistema Hepburn utiliza una notación como ésta : . Usando un guión encima de la
vocal larga, como marca el sistema de transcripción Hepburn. En estas páginas, como no se
puede usar el guión (no tenemos esos caracteres en nuestros teclados), usamos otro signo
parecido â, î, û, ê, ô. Aunque en nuestro caso sólo representaremos la û y la ô largas. Las otras
vocales simplemente las escribiremos dos veces. El motivo no es otro que la no ambigüedad en la
representación de largas "a, e, i".

Haragana
Las vocales a, i, e no suelen aparecer largas. Para alargar el sonido de estas vocales en hiragana
basta con ponerlas seguidas. En la pronunciación no hay parada entre, por ejemplo, una sílaba
"ba" seguida de una "a", y se pronuncia todo seguido.

Okaa-san (madre)
Obaa-san (abuela)
Ojii-san (abuelo)

Es necesario señalar que en algunos sistemas de transcripción, de origen hispano, se transcriben


las sílabas "y" + vocal como "ii" + vocal. La razón es que la secuencia de caracteres obtenida
representa mucho más fielmente a la pronunciación japonesa. Soluciona la común equivocación de
pronunciar las sílabas "y" + vocal como nuestra "ll", pero crea confusión al hacer la transcripción
de roma-ji a kana.

Las vocales u y o son comúnmente encontradas largas.

La u se alarga añadiendo otra u.


Yûbe (anoche) ‚䂤‚×

La o es un caso especial, dado que se alarga añadiendo una u en lugar de otra o.

Kôkô (piedad) ‚±‚¤‚±‚¤

En algunos sistemas de transcripción, sobre todo de origen estadounidense, se representa la o


larga por oh. Por ejemplo, en no pocas publicaciones sobre cultura japonesa se escribe "Teatro
Noh".

Katakana
En katakana, modernamente, para alargar el sonido de todas las vocales se emplea un guión ([)
detrás de ellas.

Las consonantes dobles


Las consonantes dobles son producidas por la irregularidad de tsu. Un tsu, tanto en hiragana ( ‚Â )
como en katakana( ƒc ), duplica la consonante que le siga. No siempre que veamos un texto en
kana que use tsu se debe duplicar la consonante siguiente. En algunos casos sí y en otros no. La
dos únicas reglas que nos ayudarán a no equivocarnos son:

1. Cuando el tsu duplica la consonante, se suele poner un poco más pequeño y desplazado hacia
abajo.

Akkan (villano)
Akki (demonio)
Kakkazan (volcán activo)

2. Todas las consonantes pueden duplicarse menos las suaves g, d, j, z además de la r y la y.

tsu+ga Tsugawa (apellido)


tsu+da Tsudanuma (apellido)
tsu+ru Tsuru (cuervo)
tsu+ka Okkanai (espantoso)
tsu+ku Okkusufoodo(Oxford)
tsu+ku Ekkususen(rayos X)
Según algunos autores, en el lenguaje familiar se tiende a doblar las consonantes de ciertas
palabras. Aunque como aún se usan las dos maneras, la normal y la duplicada, no tiene sentido
una lista detallada de las excepciones que se producen. Además de que es muy improbable que
nos las encontremos en un texto, dado que es un lenguaje familiar y no suele tener constancia
escrita salvo en el manga (cómic japonés).

El empleo del apóstrofe


Hasta el momento no hemos tenido ningún problema a la hora de transcribir los kanas. Sin
embargo, existe un caso que provocaría ambigüedad, y para solucionar esta ambigüedad se usa el
apóstrofe. El apóstrofe se emplea en las transcripciones para evitar que la consonante n sea unida
en la transcripción a la siguiente sílaba si esta empieza por vocal.

Una palabra transcrita a romaji como shanyo puede corresponder a dos palabras diferentes dado
que la n puede ser considerada como una consonante aparte ( ‚µ‚á‚ñ‚æ ) o formando parte de
nyo ( ‚µ‚á‚É‚å ). Esta irregularidad de transcripción se puede dar tanto en kana como en kanji,
pues todo lo que afecta a la transcripción del kana afecta también a la del kanji. El apóstrofe (')
soluciona el problema de esta ambigüedad. Cuando transcribimos como shan'yo estamos
separando la n de yo y así no se produce confusión.

La transcripción de los kanjis


Si la composición de kanjis fuera regular no existirían problemas para la transcripción, pero la
unión de dos o más kanjis puede ser irregular. Los casos de irregularidad son:

1. Si tenemos dos kanjis que juntos dan lugar a una palabra, se suaviza la consonante del segundo
kanji. Por suavizar entendemos que el carácter kana se cambie por el mismo carácter pero con
nigori.
Por ejemplo ch y sh = j, k = g, s y ts = z, t = d, h y f = b y p. Esta irregularidad se da en mayor
medida en todas aquellas palabras de origen japonés.

de KURO + KANE = KUROGANE


de SHIO + SAKE = SHIOZAKE
de SAKE + SUKI = SAKEZUKI
de NA + TAKAI = NADAKAI

2. Cuando los kanjis que se unen forman una palabra de origen chino la regla anterior no se aplica.
Con estas palabras chinas lo que ocurre es que si el primer kanji acaba en los caracteres tsu ( ‚Â ,
ƒc ) o chi ( ‚¿ , ƒ` ) y el segundo kanji empieza por h o f, estos caracteres h o f se convierten
en p. Además de las sílabas tsu y chi también se produce la irregularidad con la sílaba ku ( ‚ , ƒN
), pero los casos que hagan que la h o f después de ku se conviertan en p son muy escasos. Esta
irregularidad recibe el nombre de asimilación (R.P. Fr. Vicente González. Gramática teórico práctica
de la lengua japonesa para uso de estudiantes de habla española. pág.18).

de ICHI + HAN = IPPAN


de ICHI + HIN = IPPIN
de ICHI + HON = IPPON
de SHUTSU + FU = SHUPPU
de ROKU + HYAKU = ROPPIAKU

3. Si un kanji termina en tsu, chi o ku y el siguiente kanji empieza por k, s y t se eliminan el tsu,
chi o ku y se duplica la primera consonante del segundo kanji.

de ICHI + KYO = IKKYO


de ICHI + SAI = ISSAI
de ICHI + TO = ITTO
de KETSU + TEI = KETTEI
de KOKU + KI = KOKKI
Estas son algunas de las irregularidades de la unión de los kanjis. Existen más, pero ya son menos
frecuentes. El lector no debe preocuparse demasiado de estas irregularidades, en primer
lugar porque sólo afectan a la lectura y no a la traducción (suponemos que primero el lector desea
ser capaz de "entender japonés"). En segundo lugar porque con un buen diccionario japonés-
español escrito en kanji y con la lectura en kana se solucionan todos estos problemas. Una vez que
el lector tenga ese diccionario sólo tendrá que buscar la palabra por sus kanjis y una vez que
encuentre la palabra escrita en kanji a su lado aparecerá su lectura en kana después de haber
tenido en cuenta todas las irregularidades.

Introducción
Acerca del estudio de los caracteres kanji
Acostumbrados en nuestro mundo occidental a un reducido número de
caracteres, el estudioso de la lengua japonesa se topa de bruces con un "pequeño"
problema, la miriada de caracteres japoneses. Con un poco de investigación se
descubre que el japonés tiene dos sistemas de escritura, kanas y kanjis.
Rápidamente estudiamos los kanas (debido a que son más parecidos a nuestro
alfabeto). Llegados a este punto es necesario decidir entre estudiar gramática
japonesa, kanji o vocabulario. En la mayoría de los casos se opta por un estudio
gradual y compaginado de estas materias, si bién es necesario una mínima base
de kanji para aprender el vocabulario.

De una forma o de otra, el estudio de los caracteres kanjis se plantea como un


suplicio, trás aprender los primeros caracteres básicos se supone que el estudio
del kanji es algo accesorio que no impide conocer la gramática japonesa (ni
japonés hablado). Esa no es la mentalidad necesaria para aprender japonés.
Aunque el estudio del kanji pueda retrasar sobremanera el aprendizaje de la lengua japonesa no se
debe dejar de estudiar.

El japonés es kanji. El kanji es japonés. Si no amamos y conocemos los kanji, nunca


aprenderemos japonés.

El kanji es una herramienta de expresión de tal magnitud que una sola vida no es suficiente para
comprenderlo en su totalidad. Los juegos de palabras que posibilita, los distintos matices, su
fuerza, su diseño. El kanji es algo fascinante. Miles de años de arte se condensan en un sistema
de escritura práctico y vivo.

En mi caso, yo me adentré en el japonés a través del kanji. Incluso mi primer y modesto libro de
japonés fue un diccionario de kanjis. Esta manera de comenzar a enfrentarme al japonés es una
manera un tanto compleja al principio, pero plantea incontables ventajas. Una vez que dominé
aproximadamente unos 2000 kanjis (con casi todas la lecturas japonesas aprendidas y los
significados) comencé a aprender gramática y vocabulario. Descubrí que el estudio de la gramática
y vocabulario japonés ahora era muchísimo más llevadero.

La lógica nos lleva a pensar que es mucho más sensato aprender los kanjis de forma gradual (al
modo japonés). Por ese motivo existen las listas de kanjis ordenadas por grados (que están
incluidas en esta misma página WEB). Pero eso está bién para aquellas personas que se dediquen
a estudiar japonés de forma constante e intensiva. Yo estaba estudiando el antiguo barchillerato
B.U.P. cuando empecé a aprender japonés. Era poco menos que una afición y aunque estudiaba
algo de gramática japonesa rápidamente lo olvidaba porque no lo practicaba (no tenía ningún
amigo japones con el que practicar en aquella época). Sin embargo había una cosa que si podía
aprender del japones y que desde luego también podía practicar, los kanji. Los apuntes de clase
cobraron una nueva dimensión después de que adquirí una de las primeras ediciones de Kanji, La
escritura japonesa, ese maravilloso libro de Albert Torres y Graell. A partir de entonces yo
escribía en español, pero todos aquellos conceptos que podían ser representados con un kanji, los
escribía en kanji. Logicamente no hay un concepto para cada palabra (por lo menos yo entonces
no los conocía) así que fue necesario echarle imaginación al asunto. Recuerdo que para escribir
"tiza" usaba los caracteres de "dedo"+"blanco" y cosas por el estilo. Mis apuntes eran poco
menos que un geroglífico, con una mezcla de idiomas y una caligrafía tremebundas (y por supuesto
ni que decir tiene que no respetaba el orden de escritura de los caracteres...algo que luego me
pasó factura). No todo lo escribía en kanji, las pequeñas nociones de gramática intentaba ponerlas
en práctica (sólo=tada, conjunción y=to, pero=ga, que=nani, etc...).

De esta forma no se usan todos los caracteres en la escritura y por supuesto no puedes emplear ni
siquiera los Jôyô kanji en la escritura habitual (y consecuentemente los olvidarás). Además está el
problema añadido de las lecturas y la polisemia de los kanjis. La polisemia de los kanjis no tiene
más solución que imaginación (y lógicamente aprender TODOS los significados de cada kanji es un
tanto excesivo), pero el tema de las distintas lecturas de los kanjis sí tiene solución. Empezaré
diciendo que yo no aprendía las lecturas chinas a menos que el kanji no tuviera lecturas japonesas.
Las lecturas japonesas son más variadas y más fáciles de aprender en un principio. Una vez
sabemos algunas lecturas de cada kanji las practicamos usando los kanjis de forma fonética. Por
ejemplo, para escribir la palabra "clase" yo usaba kanjis que sabía que se podían leer "KU + RA +
SE" (incluso usaba furiganas para no equivocarme), recuerdo lo divertidas que eran las clases de
biología con todos esos nombres técnicos y que yo escribía de este modo (mitocondria, genoma,
gameto, etc...).

Desde luego no puedo decir que este método sea la panacea, a mí me facilito muchísimo el estudio
del japonés. Aunque reconozco que yo usaba los kanjis para todo y en todo momento. No creo que
este método funcione si se tiene poca ilusión por aprender japonés. Además es muy importante
que no aprendamos kanjis sin intentar imaginarnos el dibujo original y la relación entre sus
radicales componentes. No os preocupéis de que lo que vosotros penséis sobre el origen de un
kanji sea erroneo, lo importante es que lo memorizaréis y tiempo tenéis de aprender el auténtico
origen de los kanji si continuais estudiando japonés.

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