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II.

LA ANTROPOLOGIA TELOLOGIGA
1. La que se puede decir desde la fe
La fe es una fuente para el conocimiento humano, la revelación es un peculiar proceso
en el que hay que tener en cuenta dos elementos fundamentales:

 La acción de Dios que se revela a lo largo de la historia


 La comprensión que alcanza el destinatario de la relevación.
El lenguaje de la fe es distinto de la filosofía y también distintos de las ciencias
naturales.
La perspectiva teológica se puede dar a un sistema trinitario

 El ser humano es, por el designio original del creador, imagen de Dios.
 Estar destinado a realizarse según el modelo expresado en la figura y vida
histórica de Cristo
 La transformación se produce por la acción del interior del espíritu santo con
una doble dimensión, personal y social
2. La caracterización del hombre como imagen de Dios
El hombre tiene viene de Dios y las Escrituras sagradas que recuerdan
constantemente que Dios es la fuente de toda la vida.
El hombre lleva impresa la relación con Dios de origen y de destino ya que en realidad
la única de Dios es una imagen viva. Por lo tanto, están prohibidas las demás
imágenes y representaciones como la idolatría.
También tiene la capacidad de dominar sobre la creación visible de la que han
constituido señor y en cierto modo administrador de Dios donde se puede deducir que
el hombre es el coronamiento de Dios .la cual tiene facultades intelectuales: capaz de
ser interlocutor de Dios, de gobernarse a sí mismo y de dominar a los demás seres de
la naturaleza .La ventaja que permite al ser humano es ejercer su señorío que es
especial el reflejo del creador, De un Dios que es espíritu.
Gracias a esas perspectivas se consiguen reunir la reflexión ontológica, que intenta
describir la naturaleza del hombre desde un punto de vista con la moral que significa o
nos da entender encontrar el sentido de la vida y acción.
3. Cristo como hombre perfecto
Se centra en la constitución y comportamientos humanos, puede considerarse paralelo
al de la antropología que tiene mucha relación.
La definición cristiana del hombre resulta tener dos polos: uno de origen y otro
centrado en la figura de Dios, ambos polos forman partes del designio de Dos sobre el
hombre.
Por la cual tenemos cincos aspectos importantes:
1) La figura de Cristo en su singularidad resulta ser imagen, nueva revelación de
lo que es la plenitud humana, los rasgos más importantes le caracterizan: Ser
hijo de Dios, estar lleno de Espíritu santo, ejercer la condición de sacerdote y
adquirir la contemplación y el trato filial con el Padre.
2) Los rasgos esenciales de la biografía real resultan ser caminos, son actos que
cada cristianó debe realizar. (en forma visible)
3) Se puede hablar de una identificación interior psicológica, de conciencia, de
interés el que se produce en el cristiano como fruto de la acción interior y
transformante del espíritu santo
4) La identificación intencional, voluntaria, del cristiano que quiere vivir como
cristo y que lo toma por modelo imaginando su manera de reaccionar a partir
de él lo sabemos por EVANGELIOS.
5) Hay un aspecto muy profundo de la antropología que va aludida en la figura de
Cristo, es el misterio de sufrimiento y de la muerte.

4. La revelación del pecado


El sufrimiento y la muerte de Cristo en la cruz son también una imagen viva, una
parábola, de lo que es el pecado como rechazo de Dios. La antropología cristiana tiene
como uno de sus puntos más relevantes la revelación del pecado en sus verdaderas
dimensiones.
El mensaje que la Biblia transmite sobre los orígenes habla de la creación de Dios.
El texto bíblico ilustra que el pecado es una desobediencia a Dios, y, además, al relatar
la condena de Dios a los primeros hombres, alude a los males que se deducen del
pecado. El texto quiere mostrar que todos los males y las quiebras de la condición
humana están vinculados al pecado.
La tradición cristiana sostiene que el aspecto más sustantivo del pecado es
precisamente esta ofensa de Dios, el rechazo de su voz y de sus designios, que se
hacen presentes en la conciencia. Por eso, no considera nunca el pecado como un
asunto privado, aunque se haya desarrollado en la conciencia: el orden de la conciencia
está incluido en el orden del universo que Dios ha creado. Las concupiscencias son
inclinaciones torcidas del corazón humano de un desorden moral.
La revelación del pecado pone de manifiesto la fragilidad humana, denuncia sus
diversos disfraces, y señala la vanidad de las aspiraciones de autorrealización y las
pretensiones de madura autosuficiencia. Por lo tanto, impide la ilusión naturalista de
exaltar para identificar sus propias fuerzas vitales también impide identificarse uno
mismo o, pero siempre debe existir una traza divisoria entre lo bueno y lo malo la
realización humana no puede ser completa, sino el reconocimiento del pecado y la
purificación.

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