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Ven, Sígueme

En qué consiste el nuevo programa


“Ven, Sígueme”

Junto con el cambio en el bloque de horarios se


ha publicado un nuevo manual de enseñanza
para individuos y familias, con la intención de
centrar el aprendizaje del evangelio en el
hogar en vez de centrarlo en la Iglesia.
El presidente Nelson explicó que en vez de ‚ir
a la capilla‛ para aprender el evangelio, se
espera que lo aprendamos primero en el hogar
y luego vayamos a la capilla para compartir y
asegurar ese aprendizaje.
‚Como Santos de los Últimos Días‛, dijo el presidente
Nelson, ‚nos hemos acostumbrado a pensar en ‘iglesia’
como algo que ocurre en nuestros centros de reuniones,
respaldado por lo que ocurre en el hogar. Necesitamos
un ajuste a este modelo. Ha llegado la hora de una
Iglesia centrada en el hogar, respaldada por lo que se
lleva a cabo dentro de los edificios de nuestros barrios,
ramas y estacas‛.
En esencia, esto significa que deberá implementarse
una escuela del evangelio en el hogar. En esta escuela,
los padres son los maestros, y hacen exactamente lo
que haría un maestro con un llamamiento dentro de la
Iglesia: preparar sus clases, convocar y dar lecciones.
Todos los miembros de la familia deben participar en
estas lecciones. Entonces, los domingos que toque
Escuela Dominical, comparten lo aprendido con otros.
Tres niveles en el aprendizaje del evangelio

Para poder realizar este objetivo, se espera que se


realice según un plan. Vamos a imaginar una
escalera con tres escalones.
Primero, el aprendizaje del
evangelio debe ser individual.

El título de la primera lección en los manuales de


‚Ven, sígueme‛ se llama así: ‚Somos
responsables de nuestro propio aprendizaje‛. Se
espera que cada individuo tenga un programa
personal. Entonces, el manual es primeramente
para los individuos.

Russell M. Nelson
En el segundo escalón están los padres de familia.

Ellos son los directores de escuela que planifican clases


regulares del evangelio en el hogar. Entre esas clases se
encuentra la noche de hogar. La nueva instrucción dice
que la Iglesia seguirá dejando libres y sin actividades las
tardes de los lunes, pero que las familias pueden tener la
noche de hogar semanal en cualquier día, incluso los
domingos. El manual contempla algunas sugerencias
para la noche de hogar. Los padres también llevan a cabo
otras clases en el hogar, y estimulan a toda la familia a
participar en ellas, a poner en práctica lo aprendido y a
compartir sus experiencias.
En el tercer y último escalón está la Iglesia.

Cada primer y tercer domingo, los miembros de la Iglesia


asisten para compartir con otros lo que han aprendido en
su aprendizaje individual y familiar. El maestro entonces
coordina ese aprendizaje, usando las técnicas de enseñanza
del manual ‚Enseñar a la manera del Salvador‛. En su
clase, estimula a los miembros a llevar a la práctica los
principios del evangelio y les estimula a continuar
aprendiendo en el hogar.
Los niños de la Primaria tienen esta oportunidad
todos los domingos. de manera que debemos
estimularnos por lograr hábitos de estudio y
aprendizaje en estos tres niveles. Cada individuo
en la familia con su propio programa personal de
estudios, supervisado y alentado por los padres, y
cada familia e individuo compartiendo en las
clases regulares de la Iglesia lo aprendido en el
hogar. Los líderes y miembros de la Iglesia nos
alentamos unos a otros, afirmando en su lugar
cada escalón de esta escalera.
familiarícense con los manuales.
Denle la prioridad más alta al manual amarillo, que es el
que debemos conocer como individuos y familias.
Se trata de estudiar ese manual como si se fueran un
maestro, porque, de hecho, lo van a ser. Así que se
sugiere que antes de darle un vistazo a las lecciones le
presten atención a los seis pequeños capítulos que
forman la introducción. Les será mucho más fácil
entender las lecciones cuando hayan leído estos
capítulos. Por supuesto, si tienen un llamamiento en la
Escuela Dominical o en la Primaria deben revisar
también el manual correspondiente. Pero todos debemos
conocer bien el manual amarillo, que es la base de todo.
Recomendaciones finales
Comiencen desde ahora por determinar con su familia el día en que
estarán realizando la noche de hogar. Lo tradicional es realizarla en
lunes, pero también puede realizarse en cualquier día conveniente. Lo
importante es empezar a hacerlo en forma regular.

Sean innovadores. Evita las lecturas largas, incluso las lecturas por
turnos cuando son materiales largos, como capítulos enteros. Ya no son
necesarias. Son cómodas, son tradicionales, pero tienen muchos
inconvenientes. El más grave es que inhiben la participación.

El modelo al que debemos acostumbrarnos es el de motivar a las


personas a leer por sí mismas. Luego, los padres de familia generan
reuniones creativas en donde cada individuo pueda participar y
compartir lo aprendido.

Si eres una persona sola, o eres el único miembro de la Iglesia en tu


familia, considérate como padre de familia. No te hace ningún mal darte
una clase a ti mismo y, además, ¡es divertido!
Con este nuevo modelo, la Iglesia está promoviendo
mucho la autosuficiencia espiritual. Se recomienda
que empiecen por su cuenta. Toda vez que les sea
posible, utilicen el manual ‚Enseñar a la manera del
Salvador‛ para aprender nuevas técnicas de
enseñanza. Esta vez ya no es sólo para los maestros y
líderes, sino también para ustedes
Conclusión

Usando el esquema de los tres peldaños, cada


individuo debe procurar su propio aprendizaje
para bendecir primero a su familia y luego a toda la
Iglesia. La Iglesia sigue siendo necesaria para
renovar nuestros convenios, para practicar el
evangelio y para adquirir las ordenanzas de
salvación, pero el evangelio debe conocerse y
practicarse primero en el hogar para después
compartirse en la Iglesia.

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