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Chorrera es una cultura ecuatoriana precolombina localizada en el curso bajo del río Guayas y

sus alrededores, presente en nuestro territorio desde el año 1800 aC al 300 aC. Se encuentra
ubicada temporalmente a finales del periodo formativo tardío, el cual constaba de las culturas
Valdivia, Machalilla, Chorrera, Narrío entre otros. Tuvo una gran influencia en buena parte del
territorio del actual Ecuador, llegando incluso a algunas zonas de la región amazónica.

Basó su subsistencia en la agricultura y la recolección de mariscos, como el Spondylus. Fue una


sociedad fuertemente jerarquizada y es muy destacable su cerámica, con las características
botellas-silbato, en las que al verter el líquido contenido el aire se desplaza por una pequeña caja
de resonancia reproduciendo el sonido de determinados animales. Es también destacable la
técnica de esmaltado iridiscente de sus piezas, que les da un aspecto característico.
Con una antigüedad que se extiende aproximadamente entre los años 1.200 y 500 a.C., la cultura
Chorrera tuvo su núcleo original geográfico en la actual provincia de Los Ríos, en el sitio La
Chorrera, ubicado en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, los
arqueólogos Estrada, Evans y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco
Huerta Rendón, realizaron los primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer
la gran importancia arqueológica del descubrimiento.

Ubicación:
Se ubica en las provincias del Guayas, Manabí, Esmeraldas y Los Ríos, de preferencia en zonas
apropiadas para el cultivo. Se ubica en el tiempo hacia el 1800 a.C. y su final está en el 300 a.C.
en que comienza la cultura Guangala (1970).

Debido a variaciones en las características de sus cerámicas y cultura, de divide en las variantes:
Mafa, norte de la provincia de Esmeraldas
Tachina, sur de la provincia de Esmeraldas
Tabuchula, norte de la provincia de Manabí
Engoroy, Península de Santa Elena y Guayas
Chorrera, río Guayas
Fase temprana Jubones, sureste del Guayas y el oeste de la provincia de Azuay
Fase Arenillas, provincia de El Oro
Debido a su clima, su proximidad con el mar y los accidentes fluviales que nacen desde la
Provincia de Esmeraldas hasta el norte de la Provincia de los Ríos, diversas culturas se
desarrollaron aquí. Una de las más destacadas la cultura chorrera.

Religión:
Tenían un curandero que tenia conocimientos herbolarios y además consumían coca y plantas
alucinógenas que les permitían tener contacto del mas allá.

Sus vasijas-silbato se utilizaban en ritos y curaciones, técnicas que ayudaba a conectarse con los
espíritus a través del sonido del objeto.

Existen muy pocos cántaros y vasos en habitaciones y en tumbas, lo que trata como conclusión
que eran con fines rituales, lamentablemente no se ha encontrado más evidencia de religión y
hasta el momento no hay aparición de ningún templo o construcciones rituales. Como todas las
culturas antiguas, se cree que adoraban a los elementos de la naturaleza como animales, astros y
fenómenos naturales.
Principales características:
Confeccionaban principalmente ollas, cuencos y escudillas, siempre de boca ancha y base
cóncava. Para la decoración de estas vasijas emplearon diversas técnicas: modelado, inciso o
estampado, con las que realizaban motivos geométricos, sobre vasijas generalmente pulidas.
Otro elemento destacable de la alfarería de esta cultura son las figurillas, las que en un comienzo
fueron hechas de piedra y luego de cerámica.
Su principal fuente de comercio era el intercambio por mar y tierra, circulaban piedras exóticas
como obsidiana, lapislázuli y cristal de roca para confeccionar cuentas de collar, adornos e
instrumentos.
La vida cotidiana de los chorreranos, fue retratada en cerámica. Tanto sacerdotes, músicos,
danzantes, acróbatas, fueron capturados y “casi fotografiados” en la ductilidad de la arcilla.

El adorno personal era muy importante, estos se muestran en figurillas con bezotes o adornos
labiales, collares y orejeras. Estos adornos se elaboraron principalmente con conchas marinas
como el Spondylus y el caracol los cuales tenían gran importancia para la ritualidad.

Se inspiraron en las formas de la naturaleza y, especialmente, en la cantidad de productos que


cultivaban, para la creación de vasijas, botellas rituales, platos, silbatos, flautas, sellos y figurines
huecos cada vez más finos y livianos, más pulidos e iridiscentes, más coloridos, elaborados y
complejos.

Sus cerámicas se especializaban en el abrillantado y decorado de bellos objetos. Elaboraban


botellas musicales, flautas de pan, vasijas rituales, platos, descansanucas y muchas figurillas que
representaban a hombres y animales.

Representaban figuras antropomorfas, destacando agricultores, pescadores, cazadores,


sacerdotes-curadores, casta superior aunque no militarizada.

En cuanto a las figurillas destacan los atributos sexuales, adornos, orejeras, vestidos de varios
diseños, embellecidas con todas las técnicas propias de la cultura Chorrera: engobes, ahumados,
diseños grabados y pintados. A diferencia de Valdivia, son más obras de arte que talismanes
sexuales.

Algunas figuras llevan engobe rojo en toda la superficie y otros solo en ciertas zonas. Abunda el
grabado, especialmente representando cabello en los tocados que tienden a ser elaborados y de
gran variedad.

En ciertas figuras antropomorfas, se puede apreciar un tocado especial en el cabello, aunque no


se descarta la posibilidad de que sea un casco.

Clases Sociales:
Cada miembro de la tribu tenían distintos labores productivas, habían pescadores, agricultores,
shamanes. La presencia de orejeras sólo en ciertos individuos y ciertos tipos de vasija
encontrados únicamente en algunos ajuares funerarios, sugieren una sociedad dividida por
distinciones de rango. Aparentemente tenían viviendas elípticas, los sitios habitacionales estaban
emplazados sobre barrancas de los afluentes del Guayas, sin embargo no hay evidencias
directas de las viviendas, por lo que se presume fueron construidas con materiales perecederos.

Cerámica:
Entre su arte se encuentran botellas-silbato con decorado iridiscente, o con adornos, silbatos
zoomorfos, tazas de paredes rectas y de forma compuesta. Encontramos las hachas de piedra
tipo Valdivia también los cuchillos de lajas biseladas asimétricas que siguen hasta Guangala.

Economía y Sociedad:
Su sociedad se fue formando en grupos y a su vez en culturas diferentes. Esta sociedad mostró
rangos sociales sus perforaciones en nariz, orejas, labios era una pauta para diferenciarse dentro
de la comunidad.

Desde Esmeraldas, las de Tolita y Tiaone se colocan en una región con una vegetación
extraordinaria, con muchas posibilidades para la recolección natural y la pesca. Los pueblos en su
entorno semejante, utilizan conjuntamente la recolección, la caza, la pesca y la agricultura.

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