Sunteți pe pagina 1din 7

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD

AUTÓMNOMA DE PUEBLA

Colegio de Antropología Social

“Reflexiones teóricas
sobre las experiencias de
trabajo de campo”
Por: E. Gabriela Rosas
Ramírez

TEORIAS CONTEMPORÁNEAS EN
LA ANTROPOLOGÍA

La posmodernidad ha sido planteada en la teoría como un momento en el que se


dieron cambios significativos en los paradigmas metodológicos y teóricos en las
ciencias sociales. Con estas modificaciones, se necesitaron grandes
cuestionamientos en el quehacer de los investigadores en el campo, para generar una
revisión de los productos etnográficos y su validez en los estudios cualitativos,
específicamente en el campo de la Antropología en las últimas décadas.

Los autores posmodernos de la ciencia, se dedicaron a retomar discusiones


propuestas desde la enseñanza clásica de la Etnografía para aterrizarlas en contextos
más actualizados, donde colocaron en tela de juicio la autoridad del Antropólogo como
investigador en el campo y con sus sujetos de estudio, en relación al fenómeno que
se estudia:

¿En qué posición se coloca el etnógrafo/antropólogo en la relación que crea


con la persona que estudia, si lo que produce es una construcción social,
hecha desde su análisis desde el punto de vista del actor social?

Este escrito pretende evidenciar las experiencias de trabajo de campo,


relacionándolas con algunos de los postulados discutidos en el curso de Teorías
Contemporáneas, acerca de la postura del investigador y el tipo de interacciones que
se dan con los informantes. Así como mencionar algunas de las dificultades y
limitaciones a las que se enfrentan los estudiantes en estos ejercicios y primeros
acercamientos durante la etapa formativa.

Para contextualizar, los relatos proporcionados estarán basados en situaciones de


trabajos de campo previos; de prácticas, acercamientos, entrevistas, pláticas,
interacciones, vínculos, contactos e investigaciones, desde el planteamiento del
proyecto hasta una semana antes de la impresión de este trabajo. No se busca
replicar un diario de campo, con una descripción estricta sin sentido, sino dialogar y
comentar algunos momentos que se relacionen con los puntos a desarrollar.

El tema tentativo de tesis (aún está sujeto a cambios debido al planteamiento


temprano y poco tiempo de formación) que se trabaja en las visitas al campo es
“Discursividades en torno al amor romántico desde el feminismo antiespecista”.

Se intenta explicar de qué forma el feminismo, como postura identitaria e ideológica,


puede permear la percepción y concepción del amor romántico, a partir del
repensamiento de las relaciones afectivas interpersonales, para comprender a partir
de qué procesos se llegó a la forma actual de concebir el amor y qué sentimientos se
evocan para generar esta postura.

Lo anterior se toma como punto de partida, ya que en entrevistas previas, informantes


comentaron que la adscripción al feminismo como forma de repensar las situaciones
sociales, reconfigura la perspectiva del género, la sexualidad y las relaciones con
otros individuos.

Como anotación adicional; en la investigación se llevará a cabo el análisis de las


discursividades que se construyen en torno al amor romántico desde la memoria
colectiva de las experiencias de vida de las mujeres que componen la cooperativa de
la cocina vegana Mala Hierba, localizada en la calle 27 Oriente #418 interior 403.,
como unidad de estudio Este lugar contiene de una rutina diaria de trabajo y de
convivencia, donde se consolidan, crean y discuten ideas o configuraciones desde la
ideología política- social feminista.

Dentro del espacio, se dan platicas, talleres y seminarios en torno a distintas


temáticas de gran relevancia social, entre estas actividades se encuentran ciertas
opiniones sobre la concepción del amor romántico. Las jóvenes que forman parte de
este grupo trabajan y discuten el amor desde varias formas de definirlo y repensarlo.

Para comprender el contexto del proyecto, debo explicar que la unidad de análisis
serán mujeres desde los 20 años hasta 30 años, aproximadamente, pertenecientes a
una organización autónoma de cocina vegana, que se auto adscriben al feminismo,
desde la corriente antiespecista.

La selección de esta muestra brindará una perspectiva funcional a los objetivos y


prospectos del proyecto debido a la cercanía con la teoría Feminista y puntos de vista
interesantes en cuanto al tema central.

Esta cooperativa de mujeres que cocinan, no solo se dedican a vender comida, si no


que mantienen una postura activa en cuanto a la reproducción, conocimiento y
difusión de teoría para generar nuevos horizontes.

Una vez expuestos los planteamientos del proyecto, podré comenzar las experiencias
del campo, tomando en cuenta la muestra de sujetos y el espacio a trabajar. Como
preámbulo, es importante resaltar que en la enseñanza sobre el trabajo de campo en
el Colegio, se reproduce lo establecido en la metodología etnográfica, resaltando el
hecho de la presencia física y el contacto directo con quienes se va a trabajar en las
entrevistas y otros encuentros, donde se busca presentar datos etnográficos precisos
y detallados que den cuenta de un fenómeno observado, para legitimar la información
que se construya al respecto.

Se tiene la pretensión de crear una tesis como el texto de una fuente real y única, que
encarne y recree fielmente la experiencia del informante. Contraste entre subjetividad
personal y objetividad profesional/académica.

En la primera etapa del establecimiento de un trabajo de campo, se debieron


seleccionar lugares estratégicos, tomando en cuenta lo mencionado anteriormente.
De forma personal, la reflexión en torno al ejercicio para establecerlo, se consolidó en
las sesiones en seminario a través de un pre conocimiento de algunas zonas que
podrían ser útiles.

Algo muy importante a mencionar, es que una vez agotadas algunas ideas, por la
dificultad de acceso o cualquier otro inconveniente, fue necesario acudir con
conocidas o compañeras de la carrera, que están más relacionadas con las líneas de
investigación que se buscan abarcar y que tienen mayor conocimiento en el espectro
del campo, para pedir asesoría desde una perspectiva más amplia y así se generó
una lista prometedora.

A continuación, me puse en contacto con algunas organizaciones y colectivos


feministas a través de Facebook y después de algunos contactos por correo y chat, se
acordaron encuentros. Me presenté, dialogué con las directoras, encargadas y jefas,
para dirigirme directamente a las autoridades y expresarles mis intereses. Una vez
planteados los propósitos del protocolo de investigación en persona, también tomando
en cuenta la disponibilidad y disposición de cada espacio, hice una depuración y
produje una lista de posibilidades a tomar en cuenta.

El proceso no fue corto y se resume en el transcurso de dos periodos académicos o


cuatrimestres. Finalmente escogí la cocina vegana Mala Hierba, ya que las chicas que
trabajan ahí mostraron apertura para el desarrollo de la tesis y no presentaron
molestias. Me pareció un lugar adecuado para trabajar porque ellas abordan el tema
del amor romántico en aspectos personales, entre ellas como compañeras y algunas
veces dan talleres y platicas en su establecimiento sobre esta temática; tienen
movilidad y activismo en las acciones que generan desde su espacio y este aspecto
también es importante notarlo en el producto final, pues ya que forma parte del
discurso que se difunde y da cuenta de la forma en la que lo hacen en contextos
externos a ellas.

En lo anterior tuve que tomar en cuenta, y no perder de vista, que el agente social
participa en el universo que lo crea y lo conforma, en una interrelación con su medio,
porque a través de este proceso se pueden notar aspectos fundamentales que
aportan nuevas problemáticas que deben ser abarcadas en el desarrollo del proyecto.

Desde la perspectiva teórica, a lo largo del desarrollo del trabajo de campo como
técnica de obtención de información, se busca dotar de sentido la vida diaria de los
sujetos sociales desde el tejido de conexiones y significados que tienen sus acciones
y prácticas entre ellos a través de la interpretación y el análisis de la cultura
observada, para dar cuenta, estudiar y entender los comportamientos colectivos, pues
se evidencia de una red de relaciones sociales donde se es activo y se actúa. A través
de la cotidianidad de las informantes se registran las actitudes y comportamientos
alrededor del tema a investigar y sobre todo, la postura que cada una adopta desde
las formas observadas en las que se relacionan con el amor y de qué manera, ellas
expresan sus opiniones.

Lo anterior es necesario en el desarrollo de esta tesis porque precisamente se busca


un análisis de las interacciones de los sujetos entre sí y con el medio, para estudiar la
forma en la que ellas comprenden el amor romántico. Así como la oralidad que
conforma y establece un discurso colectivo que puede o no, ser resultado de la
aglomeración de las particularidades de cada compañera en torno a la concepción del
amor romántico en sociedad.

En el paradigma de la etnografía clásica, interpretar la realidad y cómo nos


relacionamos con ella es crucial para entender el fenómeno y en donde los
practicantes de la cultura son los sujetos sociales. Así, en la descripción producida en
los borradores de los diarios de campo, se da un ejercicio de registro que permite
producir reflexiones teóricas y experienciales que construyen el desarrollo del tema.
En la observación, se describe la ejecución de los roles, detallados por el
investigador, de la estructura y se comprenden las interacciones entre las compañeras
de trabajo de la cocina. Por eso se dice que la nueva etnografía es reflexiva, aunque
no se queda en el nivel de la otredad, sino que a la par se reflexiona en torno al
contexto del investigador también[CITATION Cli98 \t \l 2058 ].

Mi contexto me precede y define muchos de mis planteamientos e intereses en la


tesis; mucho está determinado en mi origen, mi formación y mis experiencias, así que
en el ámbito de clases formativas, un intensivo recuerdo sobre la posición del
investigador en campo, desde sus distintas posturas preestablecidas es recurrente,
pues son aspectos que implican el profesionalismo y pone en juego la veracidad del
Colegio, la Universidad y la integridad del estudiante, ya que al llegar a campo, me
presento por nombre y por dependencia académica. Es mi responsabilidad cuidar la
imagen que proyecto (no superficial, ni física o de vestimenta, sino como Antropóloga
Social en trabajo de campo), así como cuidar los vínculos que establezco con sujetos
clave de mi investigación.

La importancia del trabajo de campo en el desempeño investigativo, se da en la


inmersión que se hace en el espectro cultural del informante, a partir de una
“participación con observación” (comportamientos reales-naturales). La metodología
se ancla en el lugar y el cuerpo como herramienta de investigación y punto de
conocimiento, por lo que se exaltan las visitas físicas al lugar de trabajo, donde este
contiene el flujo interactivo social y observable.

La etnografía debe ser producida desde la estancia en el lugar y contener el análisis


posterior de la experiencia y lo visto en el campo. En este punto radica la credibilidad
ya que la presencia del etnógrafo penetra profundamente en la vida del otro. El
investigador desarrolla habilidades para establecer un balance entre la estructura
cognitiva teórica y la descripción sustanciosa de una colección de datos que informen
o aporten conocimientos científicos, que expliquen e interpreten el fenómeno
estudiado con coherencia, paralelamente a los propósitos de investigación.[CITATION
Cli89 \t \l 2058 ]

Las reuniones con las mujeres de la cocina se dan con la presencia de todas las
partes pero de forma intermitente, debido a que me presento en el horario de su
jornada, pues son los momentos en lo que me pueden atender y ellas establecen de
acuerdo a sus actividades personales, y me otorgan los minutos que pueden, rotando
cada una cuando es necesario para que pueda platicar con todas en cada visita. Una
estrategia que he adoptado, es la de comer ahí para apoyarlas y probar los platillos
que preparan, para experimentar el sabor de la comida vegana, con la que no estoy
familiarizada.

El estar ahí hace que el hecho se haga visible para los demás en la lectura de los
escritos producidos, porque los detalles que se puedan brindar sobre el lugar y las
sensaciones legitiman la veracidad, a través de la complejización del escenario. El
investigador/ etnógrafo es el encargado de generar un discurso experiencial e
interpretativo que dé cuenta de la realidad objetiva del campo, utilizando la escritura
como canal comunicativo de la acotación de su campo de investigación a sectores
determinantes de la complejidad total que no puede ser abarcada integralmente, en el
uso de la interacción social para la comprensión de la relación entre actores.
[ CITATION Jam98 \l 2058 ]

En las entrevistas y pláticas con las mujeres, le otorgo gran valor a su testimonio
como sujetos contextualizados; gracias a él puedo analizar la oralidad discursiva y
construir el conocimiento antropológico que envuelve el amor romántico en la cocina
vegana Mala Hierba. Esto le confiere peso y presión a la experiencia del etnógrafo en
el campo pues se privilegia el estar cara a cara para justificar la calidad de lo
recopilado.

Hay implicaciones morales y éticas al trabajar con personas en el trabajo de campo;


como evitar que las opiniones personales se atraviesen en los discursos etnográficos.
Las preconcepciones del tema no se pueden presentar ni es correcto especular, es
por esto que se dan críticas a la forma de comprender el trabajo de campo, ya que las
categorías y los ejes de la investigación son producto de la construcción de un
investigador y se cuestiona la subjetividad subyacente, pero en mi caso, no me parece
posible desdibujar del todo la transversalidad de mi estructura mental en el tema que
estudio. La mera selección es de un interés y gusto personal por las discusiones
feministas del amor romántico.

En mi investigación, muchas de las interacciones se dan a través de medios


electrónicos, como el teléfono móvil, una tableta y en el ordenador portátil, como
medios intermedios de interacción y esto no determina, ni pone en riesgo mi trabajo
como productora de conocimiento en la Antropología. Considero que de esta forma se
facilita el contacto ya que coincidir en su totalidad con los tiempos de otras personas
es complicado y casi imposible. Esta se presenta como una alternativa no invasiva
para ninguna de las dos partes implicadas en la relación investigador- informante.

Desde replanteamiento del trabajo de campo in situ, se tienen discusiones sobre el


acercamiento a una interacción mediada por el internet, en una investigación no
presencial como crítica de la Etnografía tradicional. Coincido con Hine (2004) en su
propuesta metodológica sobre el trabajo de campo virtual, porque esta permite nuevos
vínculos no materiales, útiles en etnografías multisituadas y como en mi caso, el
establecimiento de diálogos a través del chat en redes sociales. (p. 58- 65)

A modo de cierre, es evidente notar que con el paso de tiempo se ponen en riesgo
algunas nociones del trabajo de campo clásico, pero por otro lado, hay que evidenciar
el hecho de que, aunque se presentan con más frecuencia trabajos innovadores que
utilizan nuevas metodologías en el trabajo de campo, no estamos aún en el
paradigma que posibilita este desarrollo.

La enseñanza y práctica de la antropología en los espacios académicos no critican ni


cuestionan la tradicionalidad ni la autenticidad de sus argumentos. Tampoco la
dependencia a la tradición, que se acusa de obsoleta, pero que sigue funcionando
como autoridad de desaprobación de nuevos intentos por generar formas distintas de
conocimiento etnográfico en su metodología; ¿nos encontramos acaso en un
ambiente científico estático sujeto a una zona de confort? ¿Quién establece el hecho
de que la posmodernidad no trasciende a la apertura intelectual de nuevos
horizontes?

Trabajos citados

Clifford, J. (1998). Sobre la autoridad etnográfica. En C. Reynoso, El surgimiento de la


Antropología posmoderna (págs. 141-170). Barcelona: Gedisa.

Geertz, C. (1989). El antropólogo como autor. Barcelona: Paidos.

Geertz, C. (1998). Géneros confusos. La refiguración del pensamiento social. En C.


Reynoso, El surgimiento de la Antropología posmoderna (págs. 63-77).
Barcelona : Gedisa.

Hine, C. (2004). Enografía visual. Barcelona: UOC.

S-ar putea să vă placă și