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LA ESCATOLOGÍA COMO PROGRESO DE LA HISTORIA

Introducción:

La idea del progreso ha servido de motivación


para la sociedad latinoamericana. Una sociedad en
donde todos tengan acceso a una buena economía ,
educación de calidad, alimentación sana, vivienda,
salud…en pocas palabras: Una manera digna de vivir. Por
otro lado, la escatología es la reflexión teológica que se ocupa
del acontecer último de la humanidad –y del cosmos–, es decir,
busca responder al destino último del ser humano.

La escatología que se aleja del progreso humano:

Ante la idea del progreso de la historia, la iglesia ha mantenido una


respuesta que no está acorde al progreso de la historia, esta es una postura
“escapista” de este mundo y los desafíos que representa vivir en él. Si la
pregunta es ¿hay un progreso de la historia en el cristianismo? La respuesta
sería negativa, y no sólo no hay progreso sino que se ansía por el fin de la
historia.

Tenemos varios ejemplos de ello, una buena parte del cristianismo de los
primeros siglos d.C. se retiraba a los desiertos y cuevas para llevar una vida
ascética y sin compromiso con el “mundo” con tal de mantenerse santos para
llegar al ideal perfecto; Ya decía Antonio el Ermitaño: “Los monjes que se
apartan de sus celdas, o buscan la compañía de las gentes, pierden la paz,
como el pez pierde la vida fuera del agua” (González, 1994).
Dentro del cristianismo latinoamericano, también los hay,
que solo están esperando la venida de Cristo, sin asumir la
responsabilidad que conlleva buscar el bienestar y
progreso para la sociedad. Son aquellos que no
se preocupan por prepararse académicamente,
que no buscan mediante el trabajo la superación
de su condición económica, y que ven a la iglesia como un
escape de su realidad.

Esta manera de concebir la fe cristiana, no


establece un diálogo con la historia y el progreso que
continuamente se lleva en ella. A esta postura le tengo unas cuantas
preguntas, ¿A caso Jesús no vino a este mundo para influir en la sociedad y
buscar su transformación? ¿La idea del Reino de Dios es solo en la postrimería
y no busca instaurarse en la tierra? ¿Dios no se preocupa por los males que le
aqueja al ser humano..hambrunas, guerras, violencia, desigualdad?

La escatología que sólo se ocupa de un progreso cuantitativo:

Pero dentro del cristianismo también se ha gestado otra idea, y es la de


pensar en el progreso, pero de una manera técnica; Está esperanza, como lo
menciona Duquoc (1963): “se orienta más a la dominación del
mundo que hacia una transformación interior del hombre”. Ese
tipo de fe fue la que manejaron los papas de la iglesia en la
época (s.VIII-XIX) en donde en “nombre de Dios” se apoderaban
de las tierras y mandaban sobre los reyes. Un mero progreso
industrial, lleva a ver al ser humano como una máquina, sin
interesarse por su espiritualidad ni por su estado psíquico. ¿Es
el progreso sólo un proceso de conquista , de mercadeo, o de
compra-venta? ¿La escatología debe provocar una esperanza y progreso
meramente industrial?

La escatología que promueve el progreso integral de la historia:

Hasta este punto hemos visto como la escatología y progreso de la


historia son interdependientes, es decir, al hablar del futuro se debe hablar del
presente. Por un lado vimos que bajo la idea de escapar de este mundo, no hay
un interés por el progreso de la humanidad, y por el otro lado, al afán de tener
más y progresar, no se toma en cuenta la dimensión completa del ser humano.

¿Cuál debe ser entonces la relación entre escatología y progreso de la


historia? Moltmann (1965) menciona: “Creer (en la esperanza) significa de
hecho superar las barreras, trascender, encontrarse en éxodo. Pero de tal modo
que no por ello quede suprimida o pasada por alto la realidad opresora” (p.24).
Intentaremos reflexionar sobre esta frase que a mi parecer, engloba la idea
escatológica del teólogo alemán:

1. Creer: Uno de los fundamentos de la comunidad cristiana es la fe en que las


cosas cambiarán, no como en un futuro distanciado del presente, sino como
un acontecer continuo de la realidad de Dios. El creyente no queda por lo
tanto rezagado al pasado ni a las costumbres o dogmas que lo privan de su
plenitud, sino que se arroja hacia el futuro, sin ansiedad de él, pero sin
incertidumbre de que las promesas de Dios se cumplirán. La comunidad
cristiana cree en el Cristo que viene continuamente.

2. No pasa por alto la realidad opresora: No puede haber fe sino se plantea


desde una situación humana; en este sentido la escatología tiene que ver
con las situaciones de la humanidad; una humanidad que quiere progresar
y responder a todas sus problemáticas, en todas las áreas. Una humanidad
que nos busca solo tener, sino también ser, que busca mejores relaciones
sociales y a su vez una mejor infraestructura en las áreas en las que se
desenvuelve la humanidad. El verdadero progreso debe tomar en cuenta la
transformación interior del hombre, su sanidad en todas las áreas, la
correcta relación con el prójimo, mejores modos de vivir, mejores
instituciones y productos que favorezcan a la humanidad y a todo lo que la
rodea.

Conclusión:

El cristianismo y su escatología
deberían ser los primeros en promover
el progreso de las sociedades
latinoamericanas, velar por mejores
condiciones de vida y animar a la sociedad a
que progrese integralmente, tomando al prójimo
como una expresión de Dios, y creando estructuras institucionales (hospitales,
escuelas, carreteras, centros psicológicos) que ayuden al modo de vivir de la
humanidad. Debemos asumir la responsabilidad de la vida, en vez de huir; es
necesario tomar la bendición de la esperanza escatológica para seguir
construyendo el progreso de la historia.
Referencia Bibliográfica:

Duquoc, C. (1963). Escatología y mística del progreso. Selecciones de teología, (2)


Recuperado de: http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/
vol2/7/007_duquoc.pdf

González, J. (1994). Historia del Cristianismo. Miami: Unilit

Moltman, J. (1965). Teología de la Esperanza. Salamanca: Sígueme.

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