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Acoso escolar (bullying)

Una de las características claras del bullying es que lo suelen padecer víctimas
reducidas ya sea física o socialmente a la indefensión, tanto por el abusivo como, a
menudo, por el grupo que valida o celebra la conducta abusiva de éste.
Las cifras que nos brindan organismos internacionales como la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de
Salud (OMS) son alarmantes:
 Entre 20 y 40 por ciento de los niños en México sufren acoso escolar, según
la OCDE
 México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying entre
estudiantes de secundaria
 11 por ciento de los estudiantes mexicanos de primaria han robado o
amenazado a algún compañero, mientras que en secundaria ese porcentaje
es de poco más de siete por ciento
 43.2 por ciento del personal docente afirman haber detectado casos de
bullying
 50 por ciento de los niños en edad escolar han sido intimidados en algún
momento
¿Qué es el bullying?

El bullying, palabra proveniente del inglés (bully– abusivo), es el acoso prolongado


en un ámbito por lo general escolar y en edades adolescentes, aunque también se
da el caso de bullying entre adultos y en ámbitos laborales, que es menos expuesto
púbicamente.
El bullying es sumamente frecuente en los ámbitos escolares y, justamente porque
a la edad escolar está constituyéndose la psique del individuo y éste está
aprendiendo a manejar sus emociones, se trata de un fenómeno altamente
destructivo y que deja secuelas muy duraderas en la persona.
El maltrato puede consistir en agresiones físicas, daño a objetos personales,
pequeños hurtos, amenazas, burlas, insultos, aislamiento, difusión de calumnias o
cualquier recurso destinado a someter a alguien a una situación de inferioridad y
humillación.
En general, el acto cuenta con espectadores, que suelen formar parte de un grupo
acosador o que simplemente "disfrutan" del espectáculo; se divierten con las
bromas y/o tratan de asociarse con el acosador para "compartir" su poder y, a través
de él, llegar a hacer algo que quizá deseen, pero no se animan a concretar.
También, por supuesto, lo hacen para evitar que se los coloque en el papel de
acosados.

Características
 La victima: Persona blanco, es quien recibe el acoso, su perfil es el
siguiente, Son tímidos, temerosos.
 Son menores, más débiles o torpes que la mayoría de los compañeros.
 Pertenecen a alguna minoría dentro de la mayoría del aula: de género, étnica,
social o de preferencias, por ejemplo, un varón que no gusta del fútbol.
 Son solitarios, no tienen amigos.
 Por lo general, son introvertidos.
 Son recién llegados.
 Tienen alguna desventaja física.
 Se destacan intelectualmente y provocan envidia.
 Son poco asertivos, acceden rápidamente a las demandas de los otros para
"evitarse problemas".
 Alguna vez denunciaron un maltrato y quedaron etiquetados.
 Tienen gran necesidad de ser aceptados por los demás.
Defensores: Desaprueban el acoso y ayudan o tratan de ayudar a la persona
blanco.
Defensores potenciales: Desaprueban el acoso y piensan que deberían ayudar,
pero no lo hacen.
Apoyadores pasivos y acosadores potenciales: Les agrada el acoso, pero no
muestran apoyo abiertamente.
Apoyadores activos y acosadores pasivos: Apoyan el acoso, pero no toman
parte activa.
Seguidores y secuaces: Toman parte activa, pero no inician el acoso.
 Acosadores: inician y realizan el acoso activamente. Su perfil es el siguiente:
Tienen problemas de autoestima.
 Por alguna razón no pueden destacarse de otro modo.
 Provienen de familias donde la violencia se considera normal para resolver
los problemas.
 Son mayores o más fuertes que la mayoría de sus compañeros.
 Son líderes carismáticos, por admiración o temor.
 Por lo general, son extrovertidos, impulsivos.
 Pueden estar vengándose de abusos sufridos.
Tipos de acoso escolar
Físico: Donde el o los agresores intimidan mediante daño o amenazas físicas a la
víctima, lo golpean, lo empujan, lo lastiman y pueden ocasionarle daños severos.
Verbal: En este caso el agresor o los agresores se limitan a la humillación verbal,
al escarnio público y la utilización de sobrenombres, insultos o conductas verbales
ofensivas para con la víctima.
Social: El o los agresores aíslan del resto del grupo a la víctima, fomentan su
desprecio grupal o le impiden pertenecer al mismo.

Síntomas que presenta la victima


Cambios de comportamiento. Es lo que se conoce como "ruptura biográfica". El
problema es que muchos síntomas de acoso pueden confundirse con
comportamientos típicos de la adolescencia. Y a menudo, los cambios no se dan de
un día para otro, sino que es un proceso lento. Normalmente, el menor no quiere ir
al colegio, se muestra nervioso cuando debe hacerlo, falta a clase o regresa en
cuanto puede a casa. El fin de semana está bien y el domingo por la noche empieza
a encontrarse mal. Deja de hablar o salir con sus amigos de siempre. Abandona sus
aficiones. Deja de hablar en casa o responde con evasivas. Baja el rendimiento
escolar. Está triste, muestra cambios de humor, contesta mal, sufre arranques de
cólera.
Signos físicos. Al menor se le rompe o "pierde" habitualmente el material escolar
o la ropa y no sabe cómo explicarlo. Pide dinero a sus padres para poder dárselo a
los acosadores (el chantaje es muy típico). "Estos signos no siempre quieren decir
que haya acoso, pero sí son típicos del acoso físico", explica el psicólogo y profesor
de la Universidad de Alcalá Iñaki Piñuel, experto en violencia psicológica y acoso.
"Lo que sucede es que la mayor parte de las veces el acoso que sufren los escolares
españoles es psicológico. Por eso el síntoma más común es el psicosomático".
Síntomas psicosomáticos. El niño sufre malestar al levantarse, mareos, dolores
de cabeza, molestias o alteraciones gastrointestinales, sensación de asfixia u
opresión en el pecho, temblores, palpitaciones, alteraciones del apetito o del
sueño... Es habitual que los padres lleven al niño al médico y se le practiquen
pruebas, sin que se dé con el origen de los síntomas, porque la causa es
psicológica. "El propio niño muchas veces no lo identifica como acoso, ni tampoco
los padres, porque no han llegado a entender lo que está sucediendo"
Formas de prevención
La prevención del acoso escolar implica, por un lado, una mayor vigilancia y un más
íntimo compromiso de parte de los docentes con los jóvenes en el aula, que no
siempre estarán dispuestos a confesar el maltrato que reciben, pues la intervención
errónea de los docentes bien puede incrementar o enfatizar aún más el acoso, en
venganza por haber hecho la denuncia.
En líneas generales una atención psicológica debida, un correcto diálogo padres-
profesores y sobre todo un ambiente escolar apacible y en el que al grupo se le
brinde la correcta conducción hacia el rechazo de la violencia y la cultura de paz y
de aceptación, pueden ser claves útiles para prevenir este flagelo.
¿Qué hacer?
Denunciar la situación y a la persona que acosa ante nuestros familiares y ante tu
Centro Escolar.
No callar. La dirección del Centro tiene la obligación de atender e investigar las
quejas, e iniciar los protocolos oportunos para que cese el acoso que recibe la
víctima.

Conclusión
El acoso escolar no hace a un niño más resistente, todo lo contrario; quedan
destruidas sus capacidades de hacer frente a situaciones. "Se convierten en
víctimas más probables de casos de acoso y en la vida adulta, de situaciones de
acoso laboral, maltrato doméstico... Porque llegan con la resiliencia y la autoestima
destruidas. No es bueno para el desarrollo de la personalidad ni prepara para la
vida. Los niños acosados se convierten en futuras víctimas más fáciles porque su
resistencia psicológica queda demolida".
Referencias
https://www.noalacoso.org/sobre-el-acoso/acoso-que-hacer/
https://www.elmundo.es/sociedad/2015/10/28/562cd3df268e3eda3b8b464b.ht
ml

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