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Reír es saludable

Reír es saludable: se ha demostrado científicamente que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos
un segundo después de comenzar a reír, expulsando de nuestro organismo la energía negativa.
Escrito por Eva Salabert, periodista experta en salud

Las carcajadas liberan al organismo de


energía negativa
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Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Algo que ha
sido demostrado científicamente al descubrirse que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo
después de comenzar a reír.

Los bebés empiezan a reírse hacia los cuatro meses de edad. Al reírnos, el cerebro emite una orden que
provoca la segregación de endorfinas, sustancias que poseen unas propiedades similares a la morfina,
aliviando el dolor, aportando equilibrio entre el tono vital y la depresión.

La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, donde reside la creatividad, capacidad
para pensar en futuros próximos. A medida que vamos creciendo, ganamos en madurez pero perdemos la
espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, o incluso de ver el lado positivo y cómico de las cosas. De ahí
que haya veces que convenga recordar cómo reír. Existen terapias para ello, destacando la Risoterapia.

Efectos beneficiosos de la risa


Reírse tiene numerosas ventajas, entre las que destacan:

 Las carcajadas disminuyen el insomnio.

 Previene los infartos, ya que los espasmos que se producen en el diafragma fortalecen los pulmones y
el corazón.

 Rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas.


 Al liberarse endorfinas, tiene un efecto analgésico.

 La carcajada hace vibrar la cabeza y se despejan la nariz y el oído.

 Reduce la presión arterial.

 Refuerza el sistema inmunológico.

 Facilita la digestión, al aumentar las contracciones de los músculos abdominales.

 Mejora la respiración.

En cuanto a los efectos a nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión, incrementando la
autoestima y la confianza en uno mismo. Combate miedos y fobias, así como la timidez, al facilitar la
comunicación entre las personas, expresando emociones y favoreciendo la existencia de lazos afectivos. La
risa alivia el sufrimiento, además de descargar tensiones, potenciando la creatividad y la imaginación.

¿Qué es la risoterapia?
La risoterapia es una forma de aprender a ver las cosas desde el lado positivo para poder sacar el mayor
fruto a la vida y al trabajo, además de una manera sencilla de mejorar la salud, a través de emociones
placenteras.

"Al reír Dios, nacieron los siete Dioses que gobiernan el mundo(..)
Cuando la risa estalló, apareció la luz(...)
Cuando volvió a reír por segunda vez, brotó el agua (...)
La séptima vez que rió apareció el alma(...)"
REINACH

Hace más de 4000 años, en el Antiguo Imperio Chino, existían unos templos donde las personas se reunían
para reírse, con el fin de encontrar un equilibrio para la salud. En culturas antiguas de tipo tribal, existía la
figura del “doctor payaso”, un hechicero vestido y maquillado, que aplicaba terapias de la risa para curar
guerreros enfermos.

Los talleres son participativos, tratan de sacar esa risa del niño interior de cada uno con juegos, bailes,
música, etc...

La metodología general de estos talleres son:

 Estiramientos, mediante ellos se desbloquea el cuerpo para liberar tensiones.

 Comunicación, para crear un buen ambiente y complicidad entre los participantes.

 Juegos, una forma de volver a la infancia.

Es una técnica para provocar esa risa que tenemos desde niños, para que fluya del corazón y no de la
cabeza
Según Robert McGrath, psicólogo de la Universidad Wisconsin-Madison (EE.UU.), reír es beneficioso para la
salud por varios motivos. Por un lado, el humor reduce las hormonas del estrés. Además, una ?carcajada
intensa aumenta el ritmo cardíaco, estimula al sistema inmune, potencia el estado de alerta y nos hace ejercitar
los músculos?, explica McGrath. Sin olvidar que al reírnos aumentan los niveles de endorfinas, el anestésico
natural del cuerpo.

Las hormonas y el estrés


¿En qué están vinculados las hormonas y el estrés? El estrés existe desde el origen de la humanidad. Esta reacción química
tenía por objetivo el ayudarnos a sobrevivir así como el advertirnos de posibles peligros. Esto ha demostrado ser de gran
utilidad en los orígenes del hombre así como en cualquier situación de peligro. El estrés nos ayuda a reaccionar con más
rapidez y con mayor eficacia frente al peligro. Pero por desgracia, con el paso del tiempo, el estrés ha perdido su función
original y en la actualidad por lo contrario en la gran mayoría de los casos ha adquirido una connotación más bien negativa.

Por lo tanto, el estrés no sólo está conectado con nuestra mente sino que también con nuestro cuerpo. Si nuestro cerebro
recibe la instrucción de manifestar determinado estrés, en un primer momento lo que se produce es una reacción física.
Entonces nuestro cuerpo va a aumentar la producción de determinadas hormonas; de modo que a partir de ahí se va a crear
una conexión entre las hormonas y el estrés. También resulta de utilidad reconocer esta reacción física con el fin de poder
detectar con más rapidez el estrés y así poder reaccionar ante él.

Las hormonas y el estrés: la reacción física.


Por consiguiente, las hormonas y el estrés están estrechamente relacionados entre sí. Cuando se le manda la señal a
nuestro cerebro de que vamos a tener que hacer frente a algún peligro, la conexión entre las hormonas y el estrés se
activa. En consecuencia nuestro cerebro va a dar la orden a nuestro organismo de aumentar la producción de cortisol. A
menudo esta hormona también se la conoce como la ‘hormona del estrés’. Además de la producción de cortisol, también
existe otro vínculo entre las hormonas y el estrés, en concreto la producción de adrenalina. Además del aumento de
producción de cortisol, en una situación de estrés también se va a segregar una mayor cantidad de adrenalina.

Una vez que nuestro cerebro ha dado la orden de aumentar la cantidad de producción de estas dos hormonas, se completa
la primera fase de conexión entre las hormonas y el estrés. La segunda fase, en la que el vínculo entre las hormonas y el
estrés se pone de manifiesto, es cuando se reacciona frente a la situación. Teniendo en cuenta que la situación es
interpretada como una amenaza, tu cuerpo te va a ayudar a reaccionar con más rapidez y con más eficacia frente a dicha
situación. La adrenalina es la que te va a ayudar a reaccionar más rápidamente y el cortisol el que va a preparar tu cuerpo a
sentirse más fuerte.

En el transcurso de la tercera fase de la conexión entre las hormonas y el estrés, tu cuerpo va a elegir una respuesta
adecuada. Esta reacción puede consistir en las tres opciones siguientes, huir, luchar o ‘paralizarse’ (‘flight, fight or freeze
responses to stress’). Si eliges la huida, las hormonas y el estrés van a garantizar que seas capaz de correr más rápido y
más lejos. Si eliges luchar, las hormonas y el estrés van a garantizar que puedas reaccionar más rápido y con más fuerza
para poder combatir. Si eliges quedarte paralizado, y por lo tanto de no hacer nada, tu cuerpo se va a encontrar en un
estado en el que tendrás la sensación de ser incapaz de reaccionar o de hacer lo más mínimo.

Las hormonas y el estrés : ¿la reacción física sigue siendo hoy en día adecuada?
En la mayoría de los casos, esta reacción de las hormonas y del estrés frente a situaciones peligrosas han dejado de ser
útiles y necesarias. Si te encuentras frente a una situación que constituye un peligro real y una amenaza para tu propia
seguridad, por ejemplo frente a frente con un tigre, las hormonas y el estrés te van a seguir proporcionando una
mayor probabilidad de sobrevivir. En este caso, puedes seguir recurriendo al estrés para ayudarte a sobrevivir.

Sin embargo en nuestra sociedad moderna vamos a tener tendencia a interpretar cierto tipo de situaciones cotidianas como
equivalentes a una amenaza para nuestra vida, cuando en realidad no lo son en absoluto. Tu cerebro puede por ejemplo
poner en marcha una reacción de estrés por el mero hecho de que vayas a llegar tarde al trabajo. Para ti es muy importante
llegar al trabajo a la hora, pero sin embargo no es una cuestión de vida o muerte. No obstante, tu cerebro sí va a interpretar
la situación como algo peligroso y va a poner en marcha una reacción de estrés.
Por lo tanto son muchos los casos en los que nuestro cerebro ha adquirido una imagen falsa de la realidad de una situación
de peligro, por lo que el estrés ha perdido en gran medida su objetivo original. En pequeñas dosis, el estrés puede tener
todavía una cierta función estimulante, como cuando estás aprendiendo algo o cuando tienes que trabajar más rápido,
aunque en origen este no fuese el objetivo del estrés. Teniendo en cuenta que cada vez son más las situaciones cotidianas
que a nuestro juicio interpretamos como peligrosas, en estos casos nuestro cerebro va a seguir aumentando la producción
de hormonas y el estrés hasta el punto de que llegue a ser un impedimento para que podamos reaccionar de forma correcta.

Las hormonas y el estrés : un procesamiento erróneo de nuestro cerebro.


Así pues, nosotros mismos enseñamos a nuestro cerebro cuáles son las situaciones que debe interpretar como siendo
peligrosas. Esto sucede a partir de situaciones que ya hemos vivido en el pasado y según la manera en la que las hemos
afrontado. Sin duda estas experiencias y sensaciones son algo personal, por lo que la interpretación de que si
estas situaciones son o no son peligrosas también es algo que depende de cada uno. De esta misma manera, podemos
explicar por qué existen diferencias entre la manera que tiene cada uno de manifestar o no una reacción de estrés ante
determinada situación. Si, por ejemplo, frente a la misma carga de trabajo tu compañero de trabajo no lo
considera ‘peligroso’ pero tú sí, las probabilidades de que él o ella experimente estrés son mínimas mientras que tú si vas a
sufrir estrés.

Por lo tanto en estos casos es preciso tener presente que tú eres el que tiene el control de tus propios procesos biológicos,
de la manifestación del estrés al aumento de la producción de hormonas y del estrés, así como de la manera de reaccionar
frente a una situación estresante. Se trata de una buena noticia, ya que esto viene a significar que la clave para la
disminución del estrés está en tu interior. Tú mismo eres el que tiene el poder de tomar medidas para reducir tu estrés.

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